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Escándalo. por 691396

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Notas del capitulo:

Como sabrán los que me leen, hago cosas crueles, no me ando con cursilerias, pero está vez, por algun motivo, me salió algo... ¿Cómo decirlo? algo dulce, no tanto para vomitar arcoiris, pero sí, es dulce, quedan advertidos.

Escándalo.

 

La ciudad de parís, la ciudad del amor, del pan, del vino y de los escándalos, como Midoriya Izuku se daría cuenta en unas horas; llevar a descansar a un superior borracho nunca fue tan mala idea.

 

-Noticia de última hora, hace unos minutos se ha visto a un famoso Top model de alta costura francesa entrando a un motel con un hombre.

 

-Así es Yamashita, Midoriya Izuku fue descubierto infraganti por uno de nuestros periodistas, Katsuki Bakugou tiene la noticia.

 

-Buenas noches, me encuentro afuera del hotel “París” –por algún motivo, su expresión estaba teñida de molestia – esperando que el apodado “Deku” salga, ya lleva adentro por lo menos una hora, no hay que hacer suposiciones, pero parece que se está divirtiendo con el símbolo del modelaje “All Might” –dijo con picardía - ¿La agencia UA estará enterada de éste romance? ¿La esposa de Toshinori Yagi sabrá?

 

–Allí –el camarógrafo señalo una figura que se escabullía, el rubio sonrió como solo él podía, Deku se las pagaría por esto.

 

- ¡Midoriya-san! –corrió al alcance - ¡Midoriya-san! –las palabras le ardían en la garganta, quiso reírse al ver la expresión contraria de sorpresa, el temblor que invadió al famoso modelo, como a un esposo que descubren engañando - ¿Es cierto su romance con Yagi-san? –el temblor se hizo más fuerte –acercó el micrófono, la cara del peliverde estaba sonrojada, los ojos lacrimosos, apretó la carcasa del micrófono, la rabia lo estaba consumiendo, los celos le quemaban como bilis en la boca del estómago –Por favor conteste Midoriya-san –no pudo evitar que el honorifico le saliera arrastrado y Deku lo notó, supo que Katsuki estaba a nada de explotar –su miedo aumentó, sabía que el rubio odiaba con todo el alma los escándalos de adulterio, y él, como idiota había caído en un malentendido de dimensiones estratosféricas.

 

-Kaccha…Katsuki-san –respiró profundo –es un malentendido –le miró a los ojos, quería que viera la sinceridad con la que siempre le hablaba, que descubriera que el rojo de sus mejillas era por el alcohol –llevé a Yagi-san a que descansara, su esposa está fuera de la ciudad y está borracho, no hay nadie quien le cuide-.

 

-Oh –la sonrisa contraria le dio mala espina –entonces ¿Cuántas veces a la semana se emborracha el símbolo del modelaje? Tenemos pruebas gráficas de que le ha acompañado al menos siete veces al motel, a veces incluso quedándose toda la noche –Midoriya calló –pero eso no es todo, también se le ha visto acompañado del presidente de la compañía Todoroki Shoto ¿Algo que decir al respecto? –Bajo la mirada ¿Cómo explicar eso? Sabía que si le decía a kacchan lo que hacía se iba a ganar una mirada incrédula.

 

-Sin comentarios –escondió el rostro y salió corriendo, no podía encarar al explosivo ahora, tenía vergüenza, demasiada para pensar con claridad.

 

-Allí lo tienen –miró a la cámara luego de ver al pecoso perderse en las calles - Sospechoso ¿no creen? ¿Será que el joven Top model sale con su presidente? ¿Qué declaraciones dará Todoroki Shoto? Seguiremos con la investigación; les informó Bakugou Katsuki, buenas noches.

 

Apagó el televisor con desgano, ya era la tercera vez que pasaban la noticia ¿Es que acaso no tenían algo más importante que ver? Había países en guerra, hambruna, corrupción y a la gente solo le interesaba ver el escándalo de un modelo por posible adulterio –se llevó las manos a la cabeza, si no sentía el dolor de casi arrancarse el cabello no podía calmarse – y kacchan… ¡Oh Dios Kacchan! La forma en que lo miró al hacerle esas preguntas… conocía al rubio desde bebé, se sabía de memoria cada una de sus expresiones así las tratara de ocultar en rostro de mármol, estaba furioso, podía sentir las ganas asesinas del rubio aun estando lejos por varios kilómetros ¿Si le dijera a Kacchan que aún era virgen le creería? –negó – ya estaba en una mala posición, era inconcebible confesarse ¿Cierto? Tal vez algo estaba mal con su cabeza, que le preocupaba más la reacción del explosivo a su propia carrera –miró el celular –uno que solo tenía el número de Bakugou en él, los dedos le temblaban, solo era marcar una tecla y podría escuchar la voz anhelada, los brazos estaban congelados ¿A dónde se había ido toda la confianza de las pasarelas? Había desaparecido junto al buen humor de su amigo y tal vez la relación de amistad.

 

Repasó por quien sabe vez las fotos en sus manos, escapaba de romperlas por el simple hecho de que era trabajo, no era ningún muchachito hormonal para que aquella traición le afectara tanto, se maldijo por ingenuo, Izuku siempre admiró a All might, se volvió modelo a pesar de su retraída personalidad por él, quiso gritar, mandar a volar la mesa, triturar la imágenes, deseo tener el poder de quemar todo para desaparecer la ciudad entera, pero sobre todo, deseaba tener el poder de sacarse el corazón y seguir viviendo, no podía con el dolor en el pecho, no quería admitir que de sus ojos escaparon lágrimas que dolían tanto como si llorase sangre.

 

Respiró tantas veces como le fue posible, volvió a torturarse con los trozos de papel, la primera, Deku entraba con Yagi al motel, no apartó la mirada de la mano en la cintura, la segunda, entraba con Todoroki, podía detallar bien el sonrojo en la tez del peliverde, demasiado cerca del bastardo para su gusto, la tercera, con nueva ropa, el pecoso sonreía mientras de nuevo entraba con el símbolo de la moda y la última, que era la que más maltratada estaba, se mostraba a Todoroki apoderándose de los labios ajenos, volvió a respirar pesado y profundo, buscando la paz en su alma, eliminando las ansias de lo incorrecto, eliminó su alma como Bakugou Katsuki, dejando al periodista y el periodista veía una gran primicia.

 

Al día siguiente, las fotos salieron en los periódicos, la casa de Midoriya se llenó de periodistas, igual que la agencia, el presidente, el símbolo de la moda y su posible sucesor eran asediados de forma casi irrespirable, Endeavor, anterior presidente de la UA tuvo que intervenir de forma legal y no tan legal para alejar a los molestos medios de comunicación, ocasionando más revuelo respecto a la relación que tenían Midoriya y Shoto, saliendo a la luz el enamoramiento del último, las cosas se estaban poniendo cada vez más turbias.

 

Escapar de su casa sin ser visto se había convertido en una proeza, dio gracias al cielo que tenía amigos fieles, Lida, un estilista, fue a su casa vestido de repartidor junto a Uraraka, su ayudante, para darle el camino de salir en lugar de la chica, lo primero que tenía que hacer era encontrar a su rubia adoración, explicarle lo que había sucedido sin la presión de las cámaras, no había podido dormir en toda la noche por recordar aquella mirada de decepción, de enojo y de lo que fuera que Kacchan sintiera en esos momentos, más fue interceptado antes de girar en una esquina, una camioneta negra que conocía bien lo jaló sin cuidado, no se quejó por el golpe en el trasero que estaba seguro dejaría un moretón, la seriedad con la que debía comportarse eliminó cualquier otro sentimiento, su mirada se endureció, se transformó en el modelo.

 

-Todoroki-kun –no pensó que su voz pudiera sonar tan rasposa, el otro le miró un poco apenado –quedamos en que esto no podía salir de los dos, te perdoné el que intentaras aprovecharte de mí embriagues por los sentimientos que decías tener, te dije que olvidáramos lo que pasó esa noche –suspiró –pero apenas sale algo incriminatorio te lanzas al agua llena de tiburones –negó –tenemos que hacer algo, debemos hacerlo ahora, el mayor le miró-.

 

-Estaba pensando en que deberíamos casarnos –no le sorprendió la expresión descolocada del otro –podemos decir que Yagi-san te llevaba a mi habitación, que él era una tapadera de lo nuestro, que creímos que si entrabas con él no se crearían rumores, pero nos equivocamos –Izuku no despegaba los ojos de los suyos.

 

-O podemos decir la verdad, que de las fiestas de la empresa salíamos muy tomados y en vez de tomar un taxi como borrachos normales, nos quedábamos en el motel más cercano –Shoto se burló.

 

-Eso no es creíble.

 

-Pero es la verdad.

 

-Midoriya-kun, ya has estado mucho tiempo en el mundo del espectáculo como para no saber que un escándalo de este tamaño solo se tapa con otro de mayor magnitud –suspiró –no creo que a la esposa de Yagi-san le guste mucho la idea de que su esposo se la pasó durmiendo en un cuarto de motel contigo-.

 

-Nana-san me conoce, sabe cómo es mi relación con All might, es mi amiga, casi una madre para mí, ella sabe que no sería capaz de tales cosas –oyó al mayor chistar, lo veía, se estaba desesperando, se le acababan las opciones de poder tenerlo, lo vio peinarse el cabello con los dedos, el suspiro se le hizo agrio, como si dentro de la cabeza del que consideraba un amigo se maquinaran planes maléficos.

 

-Me pregunto si Bakugou pensará lo mismo –Midoriya sintió detener sus latidos –parece que ahora si tengo tu atención –sonrió –dejaré de ser un caballero Izuku, me gusta ser directo, te casarás conmigo por el bien de tu “amigo”.

 

-No –ya comenzaba a enojarse, no dejaría que Kacchan se viera involucrado.

 

-Dentro de una hora, si no lo detengo, un sobre con fotos y una historia le será entregada a Bakugou, una historia que relata nuestro idílico amor al mundo, de lo mucho que nos disfrutamos uno al otro, las imágenes lo hacen más verídico –sonrió –estuviste pasado de copas más de una vez en mis manos Izuku, pude hacer muchas cosas con tu cuerpo-.

 

Asco, repugnancia, suciedad, se comenzó a sentir sucio al escucharlo, su cabeza dolió, sentía el peligro, sabía lo que perdería si su mejor amigo recibía el paquete.

 

-Tú –le costó mirar los ojos dispares - ¿Me violaste? –la risa como respuesta, le erizaba la piel.

 

-Dejé eso para nuestra noche de bodas –suspiró –me hubiera encantado penetrarte Izuku, tu personalidad alcoholizada logra parármela como no tienes idea, pero si lo hacía, la magia de estar casados se iría al carajo, deberías agradecer mi caballerosidad-.

 

El enojo no pudo contenerse más, se abalanzó en contra de su jefe, los golpes que le daría desfigurarían la altanera sonrisa, le sacaría los ojos si le daba oportunidad, sintió la camioneta arrancar, no le importó mientras pudiera darle su merecido a ese engreído traicionero.

 

- ¡Kacchan nunca va a creerte! –golpeó con fuerza la mandíbula - ¡Él sabe que soy virgen! –se calló de inmediato al repasar lo dicho, Todoroki sonrió con gusto.

 

-No por mucho –tiró al menor a un lado –podría violarte en éste instante, dejarte encinta, no te dejaría de otra que ser mío –se arregló la corbata –tú elijes Izuku –miró el reloj –por las buenas o por las malas, quedan 20 minutos para que la información le llegué a Bakugou-.

 

-No –arrugó el ceño –no voy a mentir con algo que se resuelve fácil –no voy a dejarme chantajear por ti –intentó abrir la puerta, estaba cerrada –déjame salir –demandó, el hilo de paciencia estaba más delgado que el de Katsuki-.

 

-Última oportunidad Midoriya –se le oía realmente enojado.

 

-No –respondió rotundo antes de caer al suelo por un puñetazo, sintió la nariz arder.

 

-Por las malas entonces –Parecía más excitado de esa forma – y yo que no quería tener un hijo fuera del matrimonio –se quejó mientras se desabrochaba el pantalón.

 

Deku lo pateo apenas se le tiró encima, él no era ninguna nenita indefensa que se dejaba abrir las piernas, si así fuera no sería virgen a los 26, su cuerpo estaba reservado estrictamente para el rubio explosivo, no le importó recibir varios golpes con tal de librarse, mordió, golpeó y arañó con fuerza, hasta que recibió un golpe en el estómago que lo dejó sin aire, el mundo se le movió, sintió la camioneta detenerse, su cuerpo fue volteado, la respiración caliente de Todoroki en su cuello, sentía algo caliente entre sus nalgas, su cabeza fue golpeada con fuerza contra la base alfombrada, sus piernas abiertas, el elástico de las sudadera hacia presión en sus rodillas, los dientes del presidente se enterraron en su cuello, sintió como vil cuchillo algo dañar su interior, un ruido y el cuerpo caer como peso muerto encima suyo, estaba desorientado, su cerebro aún no se recuperaba por la falta de oxígeno y los golpes, el peso le fue retirado por alguien más, sintió aún más desgarrador cuando el pene –aun duro –fue forzado a salir, le subieron la ropa inferior con rapidez, lo sacaron de la camioneta, pudo ponerse en pie con dificultad, podía sentir sangre bajar por sus muslos.

 

-Gracias –el conductor le miró irse, sabía que probablemente esto le costaría el cuello.

 

Deseó no haber mirado en el paquete, las fotos crudas de manos ajenas tocando la piel desnuda destruyeron lo poco que quedaba de esperanza, las líneas en esa historia se le hicieron ajenas, fantasiosas, incongruentes –sonrió –su cordura volvía a formar el hilo, ésta vez más resistente.

 

-Lo que hago por ese idiota –se burló de sí mismo, ya tenía la historia formada, un clic bastó para cerrar su destino.

 

El camino a casa se le hacía eterno, el mal presentimiento no se iba y eso le molestaba, él no era supersticioso, pero con lo que acababa de hacer, sabía que el mundo se le vendría encima, miró las llaves hasta que estuvo frente a la puerta, necesitaba un baño para librarse de la tensión, más al abrir la puerta lo vio, Midoriya Izuku estaba frente a él.

 

La furia del engaño se reavivó como agua en aceite caliente, desapareciendo en un instante al detallarle, al sentirle, estaba tan malditamente enamorado de ese enclenque, que los latidos de su corazón no le dejaban escuchar sus pensamientos, solo podía quedarse como piedra en la puerta viendo al otro pidiendo perdón de rodillas, agarrándole de los pantalones, llorando a lagrima viva, gimoteando perdón entrecortado, los latidos se volvieron dolorosos, la respiración pesada, podía ver con claridad el maltrato del contrario, la sangre que aun salía de la nariz, su ser actuó en un segundo envolviendo en un fuerte abrazo al que le pareció volvió a ser un niño de cinco años que, desesperado por la separación, le suplicaba compañía.

 

-Deku –Apenas pudo pronunciar sin que sonara roto –todo está bien –susurró contra los labios –no voy a dejarte –le miró a los ojos, millones de estrellas en una galaxia esmeralda –lo entiendo –y unió sus labios, sintió el sabor salado de los mocos y la sangre, la desesperación del peliverde por no separarse, el miedo y el dolor, le abrazó más suave, le levantó del piso sin dejar de darle piquitos, tranquilizándolo, le quitó la ropa con paciencia, lavó cada parte de esa piel lastimada, lo cubrió con telas suaves -¿Quién fue? –preguntó por fin, luego de que los temblores cesaran, le vio morderse los labios.

 

-Todoroki –no lo iba a esconder, no lo iba a defender, no cuando kacchan lo había aceptado después de lo ocurrido, después de las sospechas, no cuando kacchan le había devuelto sus sentimientos sin necesidad de palabras.

 

- ¿Es la primera vez? –le dio vergüenza admitirlo –vamos –se levantó de la cama, su expresión le hizo una pregunta –al hospital, necesitas pruebas de la violación –bajó la cabeza, era cierto, su corazón se estrujó, más una mano le sacó de pensamientos inútiles, Katsuki le tomó de la mano con delicadeza, guiándolo, necesitaban las pruebas.

 

Esa mañana fue un revuelo en la ciudad de parís, los periódicos se vendían como nunca ¿el encabezado? “Hijo del magnate Endeavor arrestado por violación”, la víctima se mantuvo en anonimato, mientras el icono del modelaje daba una conferencia aclarando el malentendido del supuesto adulterio.

 

Para mala suerte de Izuku, Todoroki fue liberado días después, no había pruebas físicas ni testigos además de la supuesta víctima, el conductor había desparecido, más le pareció raro que Katsuki no estallara en rabia al enterarse, al contrario, sonrió.

 

Calumnia e injuria, fue dictaminado en un nuevo juicio, las pruebas estaban a la vista de todos, Todoroki fue lo suficientemente idiota en poner su nombre en la carta de fantasía, lo suficiente desequilibrado para reírse al escuchar la sentencia y lo suficiente drogado para confesarlo, cinco años, que fueron reducidos a uno gracias al pago de la multa, tiempo suficiente para Katsuki.

 

-Kacchan –le habló luego de un tiempo - ¿Por qué aun no lo hemos hecho? –el rubio le miró con una ceja levantada, apartando su portátil por un momento, era claro que no le entendía –Sexo –el contrario volvió a mirar la pantalla - ¡Kacchan! –no recibió respuesta –bufó –llevamos seis meses saliendo y apenas y me besas.

 

-Te violaron –la mención le dio escalofríos, más ese ya era tema superado, Katsuki le obligó a superarlo, ya estaba listo ¡Necesitaba a Kacchan joder!

 

-El doctor dijo que la sangre era por el desgarre de los músculos, mi membrana está intacta –el sonido de las teclas fue su respuesta –Todoroki apenas alcanzó a meterla, no se movió –ya le era normal hablar de lo sucedido, era común para ellos mencionarlo con voz burlona, aun así no pudo detener el sonrojo de sus mejillas –sigo siendo virgen –Katsuki se retiró después de un chasquido dejando su computador y correo a manos del que quería venganza, le haría una broma que nunca olvidaría ¿Tal vez cambiarle la contraseña? Miró los mensajes recibidos, vigilando que Katsuki no se diera cuenta abrió uno del día en que se arrastró pidiendo perdón “El fin de Bakugou Katsuki”, sus ojos se abrieron con sorpresa, las lágrimas querían salir junto a la sonrisa, recordó las palabras de Todoroki “un escándalo de este tamaño solo se tapa con otro de mayor magnitud” y ¿qué mejor escándalo que el que un afamado periodista se inventara todo por despecho? Corrió hacia Bakugou, no le importó tirarlo al suelo, se aferró a él como garrapata –Gracias –agradecía por todo, por perdonarlo, por aceptarlo, por creerle, por quererlo, por existir, por vivir, y Katsuki lo entendió.

 

-Idiota –no pudo esconder el sonrojo, ni la sonrisa –yo debería decir eso – y lo abrazó –Midoriya Izuku –hizo que le mirará a los ojos –gracias por existir –selló las palabras con un beso en la frente, escondiendo la cara en el cuello contrario, demasiado avergonzado por tal cursilería.

 

-Kacchan –sintió el aliento contrario en su oreja, le estremeció - ¿Ahora si tendremos sexo? –el cuerpo del más delgado cayó al suelo de bruces.

 

-Maldito virgen hormonal –escupió con rabia para encerrarse en la habitación.

 

- ¡Kacchan! –tocó la puerta - ¡Aunque sea la puntita Kacchan! ¡Juro que no me quejaré si duele! ¡Te hago un oral primero si quieres! –Tocó con más fuerza - ¡Kacchan! ¡Kacchan! ¡Kacchan! ¡Kacchan!  ¡Kacchan! ¡Kacchan! ¡Kacchan! ¡Kacchan! ¡Kacchan! ¡Kacchan!

 

- ¡QUÉ! –sonrió.

 

-Te amo.

 

-Tsk, solo cállate idiota –ocultó su rostro –s-supongo que yo también –se rascó la nuca, mientras guardaba el celular, ya podía decirlo, ya Todoroki Shoto había salido de sus vidas para siempre.

 

 

(17/01/2018)

Notas finales:

Ah, si se me olvidaba mencionar, Todoroki es el malo ¡wajajajajajaja! sientan la destrucción de su idolo amantes del bastardo mitad-mitad.


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