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Complicidad por yuhakira

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Notas del capitulo:

Pensé que este capítulo estaría listo para principios de semana, pero me parecio que lo mejor era terminarlo de una vez por eso esta un poco largo, casi que son dos cap en uno, disfrutenlo.

Habrá un epílogo la otra semana donde se explicara como fue la relacion de Naruto y Sasuke en un inicio y que empujo a Naruto a terminar así.

 

Seis meses después las cosas habían vuelto a la normalidad, Hinata había aumentado su participación en las misiones y no había dicho nada de lo que ocurrió, Shikamaru respiro tranquilo por eso, había preparado un plan de emergencia en caso de que su cólera la invadiera y finalmente la apacible y delicada heredera del clan Hyuga explotara, pero no sucedió nada, más allá del aumento de misiones que tuvo.

 

Un día llegó en brazos de uno de sus compañeros de misión, había estado fuera al menos una semana, era una misión de rango S, había discutido con Naruto para que le permitiera participar y luego de mucho insistir lo había logrado, y esas eran las consecuencias, según el informe que recibió Naruto de uno de los ninjas de la misión las cosas se habían salido de control, no completaron la misión y Hinata pareció más interesada en sus propios asuntos que en completar el trabajo, fueron atacados por sorpresa por ninjas desertores de la aldea de la roca, uno de los suyos había muerto, no fue posible recuperar el cuerpo, Hinata había llegado gravemente herida, en brazos de uno de los sobrevivientes, los otros dos estaban en condiciones aceptables, no les haría falta hospitalización. Pasaron alrededor de cuatro horas antes de que Naruto se decidiera a ir a verla al hospital, se sentía enojado, su nivel de irresponsabilidad fue muy alto, ¿que se supone que era lo que estaba buscando? Cuando llego Sakura le dio un informe detallado de su estado, no le permitió entrar en la habitación Hinata estaba consciente pero le había pedido a Sakura que no dejara entrar a nadie, ni siquiera a Naruto, él llevaba consigo prendas limpias para que ella pudiera cambiarse, su idea era encontrar las ropas que estaba usando igual que su mochila a ver si podía encontrar algo que lo ayudara a encontrar que escondía, pero Sakura solo recibió lo que él llevaba, lo demás estaba en su habitación con ella, no lo dejaría entrar, no lo dejaría llevarse nada; sin embargo busco la forma de asomarse en la habitación y verla, estaba recostada en la camilla, tenía una mascarilla de oxígeno, sus brazos mostraban laceraciones en todas partes, el poder de su Byakugan no había sido suficiente, dentro de Naruto algo se quebró al verla así, seguramente al ver el error que había cometido había hecho todo por defender a su equipo, hasta llegar a ese estado, incluso así no había podido salvarlos a todos. Sakura lo vigilaba desde el otro lado del pasillo, extendió su chacra y logró tranquilizarse un poco al sentir estable el de Hinata, con unos días de tratamiento estaría bien; cuando vio que alguien distrajo a Sakura entró en la habitación.

 

— ¿Naruto?

 

La adivino dormida por eso le sorprendió escucharla, pensó que tendría tiempo de recoger algunas cosas.

 

— ¿Estas bien? ¿cómo te sientes? —se acercó a la camilla y retiro parte de los cabellos de su rostro, luego se agacho a darle un beso en la mejilla, los ojos de Hinata se cerraron y derramaron lágrimas.

— Necesito descansar, tienes trabajo que hacer, vete.

— Eres mi esposa, nadie se enojará si estoy acá.

 

Desde lo lejos escucho la voz de Sakura llamándolo, también sintió el chacra de Hinata chocando contra su cuerpo, para cuando Sakura llego a la habitación el clon había desaparecido.

 

En su oficina Naruto agarro sus cabellos, ella había notado la diferencia aún en su estado. No se esperó que eso pasara ¿acaso siempre lo había notado?, era cierto que era muy irresponsable con el uso de sus clones, más aún cuando de usarlos con Hinata se trataba, era consiente que el clon que mandaba a dormir con ella en las noches en ocasiones en la que estaba muy cansado y su chacra se descontrolaba desaparecía, él hacía todos los esfuerzos para disculparse a la mañana siguiente, justificándose de porque había enviado un clon, y ella siempre había sido comprensiva y tierna con él, jamás se había mostrado enojada, sus clones también eran los que cumplían con sus tareas maritales. Naruto trataba de hacer su mayor esfuerzo, quería a Hinata de una forma difícil de explicar y le dolía ser el causante de tanto engaño, de cualquier forma, estaba seguro que Hinata no había notado nada hasta ahora, y que ella lo amaba de la forma en que decía hacerlo, entonces por qué se llenaba de esos sentimientos de inseguridad.

 

Pasados unos días Hinata continuo hospitalizada, los rumores empezaron a expandirse por la aldea, rumores que lo demeritan a él, una enfermera lo había visto desaparecer el primer día y a pesar de que él mismo había decidido ir los días siguiente, el rumor de que quien visitaba a la esposa del Hokage no era más que un clon se esparció rápidamente, sus visitas no duraban mucho, Hinata le daba la espalda y no lo determinaba, él le había dicho que no era un clon, que se disculpaba con ella por haber hecho eso, pero ella no le escucho, la había herido, más que las heridas de su cuerpo lo que la mantiene hospitalizada era el estado de su ánimo y de su corazón, esperaba muy en el fondo, que al verse en esa situación Naruto se acercara más a ella, no lo había buscado a propósito, casi había muerto, solo esperaba que fuera la consecuencia natural, pero él había enviado un clon, y aunque ahora estuviera el de carne y hueso frente a ella no cambiaba las cosas. Con los días los rumores se hicieron cada vez más grandes y más delicados; en medio de la recuperación Hinata había sido expuesta a fuertes contaminantes en el aire, que su cuerpo no pudo resistir, y en medio de una caminata por los alrededores del hospital había vomitado, pasos más adelante había terminado por desmayarse, nadie imagino que simplemente su estado no mejoraba, solo se corrió el rumor que podía estar embarazada, de repente la aldea se llenó de un estado de júbilo a pesar del estado en el que Hinata seguía, Sakura daba buenos augurios decía que pronto mejoraría, y trataba de acallar los rumores, sabía que no eran ciertos, y cada que alguien se acercaba a Naruto él intentaba también negarlo todo, pero la gente parecía simplemente no creerlo.

 

— No sería mala idea.

— Shikamaru, por favor, ¿de qué hablas?

— Que tuvieran un hijo.

 

Naruto se levantó de su escritorio enojado no tenía tiempo de escuchar idiotez, ya había pasado una semana desde que el rumor empezara y era como una peste, de la arena le había llegado una felicitación del Kazekage, seguramente Temari había tenido algo que ver en eso, pero estaba harto de negárselo a todo el mundo.

 

Finalmente, luego de tres semanas hospitalizada Hinata fue dada de alta, Naruto fue a recogerla, ella cruzó su mano con la de él y caminaron directo a casa. Intentaron charlar, Naruto le dejo claro desde un principio que no era un clon, y ella solo sonrió, pero las palabras no salían, los niños en la calle se le acercaban y le daban flores, Naruto no podía negar que la gente la quería, la trataban con cariño y con respeto, más allá de que fuera la esposa del Hokage, era simplemente ella, una muy buena mujer, y sin duda sería una muy buena madre. De pronto Shikamaru tenía razón, de pronto debía tener un hijo, Sasuke apareció como un flash a través de sus recuerdos, eran justo esos mismos “de pronto” lo que lo habían metido en todo este enrollo.

 

Cuando llegaron a casa Naruto se detuvo en la entrada, se disculpó con ella por no quedarse, pero le explico de mil formas que debía irse.

 

— Ya es tarde.

— Tu hermana vendrá a ver como estas.

— Naruto por favor, sé que no he sido muy certera al negar lo del bebe, sé que no es cierto, pero... —se quedó en silencio por un rato, su diminuto cuerpo se encogía, Naruto no pudo evitar abrazarla.

— No pienses en eso, aún no es el momento para eso.

— Si, tienes razón —Su risa nerviosa se transformó en un llanto ligero y casi imperceptible— vuelve a trabajar Hokage. Te amo.

 

Volvió a la oficina agotado, necesitaba sentarse en su escritorio y pensar que era lo que quería, Sasuke no se había comunicado con él desde entonces, sus halcones habían arribado un par de veces pero ninguno tenía un mensaje para él, entonces recordaba que la despedida había sido dolorosa, que Sasuke había terminado diciendo que no era un buen Hokage, que sus promesas no tenían valor y eso lo había herido tanto que aun cuando tuvo la intención de enviarle un mensaje no fue capaz de hacerlo.

 

Giro la perilla de la puerta de la oficina y entro en ella, frente a la ventana viendo hacia fuera lo encontró.

 

— ¿Sasuke?

 

Sasuke se giró a mirarlo y su rostro por un momento lució triste y enojado, solo por unos segundos hasta que su rostro se enfrió como siempre lo hacía.

 

— ¿El rumor llego a ti?

— Vine a felicitarlos personalmente.

— No es cierto, no es cierto… —Naruto se hecho de lleno sobre su sillón y respiro hondo, al verlo ahí frente a él había sentido una enorme necesidad de abrazarlo, de tirarse sobre él y tocarlo, pero venia con su mente hecha un embrollo, y solo pudo enojarse— estoy cansado de decirle a todo el mundo que es mentira, Killer Bee me envió esas pantuflas diminutas con la cara de Kurama. —Dijo señalando sobre un sillón al lado de la ventana donde Sasuke había estado antes de pie.

— ¿Es mentira?

— Si, por supuesto que lo es, Hinata tuvo una mala misión, atrapado un virus extraño y tenía síntomas parecidos, todo el mundo empezó a decir que era un embarazo, pregúntale a Sakura no miento.

— Cálmate.

— Estoy calmado… —Respiro hondo y estiro su mano hacia él pidiéndole que se acercara— lo estoy.

 

Sasuke se sentó en el escritorio frente a él, Naruto tomo sus manos entre las suyas y las beso.

 

— Inari me hablo de esto —Naruto lo miro extrañado, la voz se había corrido demasiado rápido— lo hubieras visto, estaba encantado, no paraba de hablar sobre cómo sería el hijo de su héroe, pensando en que tendría tus ojos azules —con el pulgar acarició uno de sus párpados— el color de tu cabello, tu sonrisa —su mirada volvió a ser cálida— tenía que venir y comprobarlo.

— ¿Por qué suenas como si lamentaras que no sea cierto?

— Habría sido una buena excusa para alejarme de ti de una vez por todas.

— Sabes que no te dejare, nunca.

 

Naruto se levantó y lo acerco a su cuerpo hasta besarlo, Sasuke lo recibió entre sus brazos anhelante, aún no podía sacar de su pecho la zozobra que había sentido, el desespero al verse enfrentado a su mayor miedo, cuando Naruto finalmente tuviera una familia no se sentiría con lo necesario para seguir haciéndolo, para seguir con ese juego, y todos sus miedos, todas sus angustias lo habían llevado ahí con él, y ahora estando entre sus brazos, mientras Naruto no dejaba de besarlo se sintió embriagado en sus emociones, dejo que Naruto lo tocara, que lo desnudara en medio de la oficina, ya era de noche y Shikamaru no volvería, se había asegurado de verlo entrar en su casa antes de ir hasta él, incluso había visto a Naruto dejando a su esposa en la entrada de su casa, abrazándola, pero no de la forma en la que lo abrazaba a él, queriéndose fundir con su cuerpo, queriendo poseerlo por completo, no, no podría abrazar a nadie como lo abrazaba a él.

 

Naruto sabía el lugar en el que estaba, sabía que en cualquier momento alguien podría entrar y descubrirlos, pero no había forma de que pudiera detenerse, menos cuando Sasuke se dejaba llevar con él, cuando en susurros le pedía que lo besara, que lo tocara, le indicaba en donde tocar, dejando salir su voz, lo tocaba también desnudándolo desesperado por sentir el contacto de sus cuerpos; El cuerpo desnudo de Sasuke ocupó por completo el escritorio vacío del Hokage sus piernas abiertas temblaron de placer mientras Naruto invadía lo más profundo de su intimidad, gimió fuerte y claro, si era necesario se ocuparía de cualquiera que se acercara con su genjutsu, pero no fue necesario, nadie los interrumpió, terminaron en el suelo frío, sobre sus capas, cobijados con sus propios cuerpos.

 

— No vuelvas a irte. —dijo Naruto mientras besaba partes de su rostro— Quédate conmigo.

 

Sasuke solo sonreía, no decía nada, no quería entrar en una discusión en ese momento, Naruto era egoísta, pretende no serlo, pero desde que lo había buscado por todo el mundo ninja lo había sido. Se quedo solo hay, disfrutando sus caricias, recostado sobre su pecho, mientras Naruto le consentía la espalda con la yema de los dedos, cuando el frío se hizo muy fuerte fueron al cuarto donde Naruto solía pasar las noches, la cama sencilla y maltrecha fue suficiente para los dos, fue la excusa para dormir entrelazados, para que el que cuerpo de Naruto acogiera como una concha el de Sasuke, para que lo hicieran de nuevo, ahora de forma más tranquila, gentil e íntima.

 

Cuando la mañana atravesó los ventanales del pequeño cuarto, fue como un golpe de realidad para Naruto, era la primera vez que profanaba de esa forma la oficina del Hokage, la oficina que había sido de su padre, de su maestro, de una de las Sanín de Konoha, y ahora de él no debía ser usada de esa forma, pero hay estaba él, sin poder dejar de sonreír, como si aún fuera ese niño travieso que entraba a toda máquina interrumpiendo al tercero con su comportamiento. Se puso de pie tratando de no despertar al Uchiha, y luego lo arropó lo mejor que pudo, su cuerpo estaba frío y su piel mucho más blanca de lo normal, lo beso con ternura antes de dejarlos solo.

 

Para cuando Shikamaru entro en la oficina él ya estaba listo y sentado en su escritorio, había tardado casi una hora en organizar los papeles que habían terminado por el suelo, justo a sus fotografías del equipo siete, de sus padres y una de su matrimonio que Hinata se había encargado en dejar ahí y la primera en terminar en el suelo. Shikamaru lo miró sorprendido, siempre llegaba a primeras horas de la mañana, muy a su pesar, pero lo hacía, era empujado cada mañana de la cama por su esposa que a esa hora ya le tenía listo el desayuno, y antes de que se diera cuenta lo estaba echando a patadas de la casa también, era una cadena de responsabilidad que parecía empezar con Temari, despertando a Shikamaru que despertaba a su vez a la primera cabeza de la aldea, pero hay estaba, por primera vez en casi tres años, Naruto estaba sentado en su silla revisando documentos, Shikamaru sonrió orgulloso, creyendo que sus esfuerzos empezaban a tener frutos pero entonces el cuerpo de Sasuke aprecio por la puerta del diminuto cuarto que se comunicaba directamente con la oficina principal del Hokage.

 

— ¿Sasuke? —Shikamaru tardo un rato en componerse— ¿cuándo llegaste?

—  Ayer. Conseguiré algo de comer ¿quieres algo?

 

El aludido solo sonrió, Sasuke ya sabía lo que pediría y antes de que pudiera articularse en palabras abandonó la oficina, Naruto se desentendió del tema que quería abarcar Shikamaru, hizo solo un par de preguntas que no resolvió, entonces tuvo claro por qué Naruto de repente había decidido levantarse temprano, pero le exasperaba que él no le confirmara nada, solo debía decirle un par de cosas, no necesitaba detalles. A los poco minutos Sasuke volvió con una taza de té y unas galletas que dejo sobre el escritorio frente a Naruto, no le ofreció nada a Shikamaru; intentaba transmitirle el mensaje de que no se sentía cómodo con él ahí, tal vez porque ya lo sabía todo o simplemente porque no lograba sentirse cómodo con nadie que no fuera Naruto.

 

Naruto pensó que luego de un rato y de ver la rutina que llevaba con Shikamaru Sasuke se aburriría y se iría, no era que quisiera que se fuera, pero era trabajo lo que estaba haciendo, trabajo que admitía aburrido y no quería que su estadía en la aldea fuera aburrida, ya que él no podía por el momento acompañarlo; pero no lo hizo, se sentó en el sofá al lado de la ventana desde donde podía observar casi toda la aldea; se quedó en silencio, varios ninjas entraron en la oficina a lo largo de la mañana, hubieron un par de discusiones sobre temas varios, las pilas de documentos se acumulaban sobre el escritorio y Shikamaru no paraba de hablar sobre las cosas que habían pendientes, era un día estresante, un día como todos. Cuando pasaron las diez de la mañana Naruto se puso nervioso, los dos que estaban con él lo notaron pero no dijeron nada, Hinata solía ir a esa hora a llevarle el té, si no lo hacía entonces lo haría a la hora del almuerzo, cuando el reloj paso de las diez y un cuarto, Naruto supo que Hinata iría para el almuerzo, eso le daría tiempo para pensar en cómo decirle a Sasuke que fuera a dar un paseo, porque aunque Hinata no lo supiera, Sasuke y Shikamaru si, y eso haría la situación muy incómoda. Para su fortuna Kakashi visitó su oficina cerca de las once, y al ver a Sasuke no dudo en llevarlo consigo, el Jounin era uno de los pocos que agradaban al Uchiha, y no dio mucho problema en irse con él, lo que hizo a Naruto respirar aliviado.

 

— ¿Que vas hacer si se encuentran?

— ¿Quienes?

— Sasuke y Hinata, es obvio no.

— Porque te preocupa, Sasuke es un hombre adulto que no se deja llevar por sus emociones, y para Hinata Sasuke solo es mi mejor amigo,  

— Eso lo sé, pero que hay de ti, tú no eres de los que controlan sus emociones, hace un rato cuando llego la hora de que Hinata viniera te pusiste nervioso, lo pensaste y quiero saber que harías en caso tal.

 

Naruto se quedó en silencio de nuevo no iba a responder. Llegadas la doce Hinata apareció, a diferente de otros días en los que había ido, se mostró distante y más tímida de lo normal, Naruto intento hacerle charla, preguntarle sobre cómo avanzaba su recuperación, disculparse por haberla dejado sola en la noche pero nada parecía funcionar; Shikamaru solía abandonar la oficina cuando Hinata iba a en la hora del almuerzo, le parecía un espacio mucho más íntimo para que ambos compartieran, nadie en la aldea solía interrumpirlos tampoco, a menos que fuera algo de verdad urgente; sin embargo ahora que lo pensaba seguramente Naruto si hubiera tenido como decirlo le hubiera pedido que no se fuera, pero ya era una rutina que difícilmente podía ser cambiada. Hinata abandono la oficina sin decir nada una vez que Naruto termino de almorzar, le había llevado ramen, pocas vecen lo hacía, Tsunade le había recomendado que lo alimentara bien y Hinata se había comprometido con esa tarea, pero esa tarde le llevo ramen.

 

Al rato Sasuke volvió, pero pasaba el tiempo y Shikamaru no lo hacía, Naruto se puso nervioso, El estómago había empezado a dolerle, no demasiado fuerte, pero si conseguía hacerlo sentir incómodo.

 

— ¿Algo anda mal?

— No lo sé, Shikamaru ya debería haber vuelto.

— ¿Te preocupas por él?

— No, es solo que me siento extraño.

 

Sasuke de repente se puso en guardia, Naruto intento imitarlo, pero el dolor en su estómago se hacía cada vez más punzante. La perilla de la puerta empezó a girarse y Sasuke empuño su espada sin desenvainar. Hinata atravesó la puerta y Naruto se tranquilizó, pero Sasuke siguió en guardia sin soltar su espada.

 

— ¿Sasuke, que haces?

— Algo está mal —Naruto rio tontamente, no era así justamente como había imaginado la situación, pero hay estaba, en medio de los dos.

— Oye, Hinata, ¿de casualidad has visto a Shikamaru?

 

Hinata finalmente luego de entrar levanto la mirada, su Byakugan estaba activo, Sasuke adivino que de eso se trataba, cerca de la oficina sentía puntos de chacra similares; el sonido de su espada, se escuchó, pero Naruto le indico que parara, aún le dolía el estómago, pero no sería algo para detenerlo. Estaban rodeados, no tenía idea donde estaba Shikamaru y quienes eran los que estaban fuera de la oficina, listos para atacar.

 

— Sakura me dijo que no podía quedar embarazada de un clon, no tienen suficiente carga genética para eso. —Empezó a decir Hinata— Aun así, es muy raro que alguno de tus clones me toque.

— Hinata —Trato de hablar Naruto— No entiendo lo que estás diciendo.

— Ayer vine a buscarte.

— Mentira. —Intervino Sasuke.

— Tus ojos no son los únicos poderosos —rato a Sasuke— no necesite atravesar esta puerta para saber lo que estaba pasando.

 

El dolor de Naruto se hizo más fuerte, le costaba mantener a Sasuke a raya, sin duda quería ir y atacar. En qué momento se había salido todo de control. Acaso su dolor tenía algo que ver con el ramen que Hinata le había triado. Según sus propias palabras era obvio que los había visto juntos la noche anterior.

 

— No hay forma de vencerlos a los dos, sería ridículo pensarlo.

— Hinata, por favor podemos hablar esto —trataba de encontrar las palabras— lo de anoche fue un hecho aislado, no volverá a pasar, por favor para todo esto —Sasuke se mantuvo en la posición que estaba.

— ¡No mientas Naruto! ¡no más! —sus lágrimas se desbordaron desde sus ojos, Sasuke desenvaino por completo su espada, y Naruto se paró frente a él, sintió los ninjas fuera del edificio acercarse— he pasado los últimos seis meses buscando algo que te inmovilice al menos por un rato…

— ¿Para qué, piensas enfréntate a mí? —dijo Sasuke con una media sonrisa en su rostro.

— No se supone que estuvieras aquí, no has venido en muchos años, pero ya que estas, al menos puedo intentarlo. —Sasuke intento pelear, pero a pesar del dolor Naruto aún pudo ponerse en medio, Hinata seguía en su posición las siluetas de los ninjas ya eran visibles a través de las ventanas— la idea era acabar únicamente con Naruto después de eso, tú caerías solo, volverías a ser un vengador y eventualmente alguien se encargaría de ti.

 

Naruto cayó de rodillas con grito agudo de dolor, le estaban perforando el estómago, el dolor era cada más fuerte, su cuerpo actuaba rápido curándolo, todo su chacra se enfoca en curarse pero se estaba convirtiendo en una actividad estorbosa, Sasuke dejó caer su espalda, el sonido metálico contra el piso fue hueco y largo, trato de llegar a Naruto para revisarlo más de cerca, pero antes que dé siquiera poder tocarlo, Hinata le pateó el rostro enviándolo al otro lado de la habitación, había bajado su guardia, al parecer lo demás ninjas solo entrarían de ser necesario. Hinata estaba ahora al lado de Naruto lo acerco a su pecho y acarició sus cabellos, Naruto trato de alejarse, pero el dolor era demasiado.

 

Sasuke desde el otro lado vio la escena, su Mangekyou sharingan estaba activo solo necesita que ella lo mirara para terminar todo eso, pero no lo haría, y consideraba un desperdicio usar el Rinnegan con ella, sin embargo, sabía que los ninjas en el exterior eran portadores del Byakugan solo personas de su familia, personas que ella pudiera manipular se unirían a su cruzada, sabía que si se acercaba a ella de improvisto ellos le atacarían. Naruto soltó un quejido de dolor, luego de que Hinata atravesara un kunai en su pecho, cerca de su corazón, el veneno que Hinata había puesto en el ramen apenas y podía ser atacado por el chacra de Kurama que trabajaba a toda marcha para eliminarlo, el problema era que aún en la posición en la que estaban Naruto seguía sin creer que Hinata fuera capaz de hacer algo así, no podía creer el saberse descubierto en la mentira absurda en la que había convertido su vida. La sangre empezó a derramarse a través de su herida, Hinata seguía sin soltarlo, seguía acariciando su cabeza y susurrando lo que parecía una canción de cuna.

 

Sasuke se levantó, a cada paso que daba los ninjas fuera de la ventana se acercaban más, los soportes de las ventanas estaban siendo retirados, no querían llamar la atención del exterior cuando entraran a escena, si alguien fuera se enteraba de lo que estaba pasando todo se iría a la mierda, seguramente tenían la entrada al edificio custodiada, seguramente se habían hecho cargo de Shikamaru. El cuerpo de Naruto dejó de emanar chacra, ya no estaba sanando, entonces lo escucho reír por lo bajo; Hinata se desprendió de él y cayó sentada a su lado, el poder de los bijuus dentro de Naruto era demasiado grande, el kunai había sido expulsado del cuerpo de Naruto y la herida sanaba a gran velocidad, Sasuke recupero el aliento por un momento había pensado que de verdad debía convertirse en el asesino vengador de antes, Hinata se abalanzo sobre Naruto golpeándolo con su puño suave sin causar mayor daño.

 

— Hinata —Hablo Naruto con voz grave— es suficiente. Lo siento —la abrazo lo más fuerte que pudo, evitando así que lo golpeara más— Perdóname.

— ¡No puedo! lo has hecho siempre, siempre te has visto con él a escondidas ¿porque casarte conmigo? porque si no me amas —Sus lágrimas salieron otra vez sin descanso—

pensé que estaba imaginando cosas, pero era verdad ¡MUERETE! maldición…—Se escondió más entre sus brazos sintiéndose una niña indefensa, ni siquiera había tenido la oportunidad de cambiar las cosas.

 

Shikamaru abrió abruptamente la puerta, respirando agitadamente, había pasado por muchos problemas intentando llegar al lugar, la sangre en el suelo debajo de Hinata lo asustó inicialmente pero el hecho de que el resto del clan siguiera fuera de escena significaba que esa sangre no era suya, pero si no lo era y el Uchiha estaba parado a su lado aparentemente sano, entonces era de Naruto, sin duda su chacra se había sentido muy fuerte hace minutos Kiba que pasaba por el lugar lo había notado y había ido averiguar qué estaba pasando encontrándose con un pelea poco justa entre cuatro Hyuga y el Nara que fue tomado por sorpresa.

 

— Shikamaru que bueno que estas acá, me alegra saber que está bien —menciono Naruto

— Si menos mal estas acá —interrumpió Hinata soltándose de Naruto— Debiste asesorar mejor al Hokage, tu como su cómplice, ahora debes arreglar todo esto.

 

Shikamaru fue hasta las ventanas observando los Hyuga que habían participado.

 

— Déjalos, no les pasara nada, solo deben irse y olvidar lo que paso, si esto llega a los altos mandos recordare sus nombres.

 

La voz grave del Hokage se escuchó fuera del edificio y recibido el mensaje los ninjas desaparecieron. Hinata estaba sola, Naruto retiro las prendas impregnadas en sangre de su cuerpo y las tiró al sillón al lado de la ventana, ya no soportaba la sangre, no de esa manera, aún sentía los estragos del veneno recorriendo su cuerpo, debía ver a Sakura en cuanto eso terminara.

 

— ¿Que pasara ahora? —pregunto Sasuke al ver que las cosas no avanzaban.

— Hinata ¿tú que quieres hacer? —pregunto Shikamaru.

— No lo sé —sus lágrimas no dejaban de salir.

— Pensé que esto pasaría hace seis meses —prosiguió Shikamaru— cuando saliste corriendo detrás de él —señaló a Sasuke— por supuesto no imagine que Hinata pudiera llegar a intentar matarte ni que todo el clan Hyuga estaría listo seguirla —Naruto le miro esperando que terminara— estaba seguro de que solo sería una rabieta…

— ¿Hinata ya lo sabía y no dijiste nada?

— No sé qué es lo que sabe, solo noto que te fuiste.

— No hablen de mi como si no estuviera aquí.

— Pensando en que sería solo una rabieta —Continuo— pensé que lo mejor era que hablaran y tu aclararas las cosas con ella.

 

Sasuke se sentó en el sofá al lado de la ventana, las babuchas con la cara de Kurama todavía estaban ahí, las tomo entre sus manos e intento introducir una de ellas, pero el espacio era muy pequeño dentro, ¿en verdad podía caber el pie de un niño en eso? ¿su pie alguna vez había sido así de pequeño? Hinata continuaba en el suelo, Naruto se había sentado hace un rato en su sillón, era extremadamente cómodo o su espalda se había adecuado demasiado a él. Pensaba que hacer, las cosas se habían tornado extrañamente tranquilas después de la situación por la que había pasado, todo era su culpa Sasuke lucia ajeno a lo que estaba pasando, pero sabía que estaba atento a lo que él diría.

 

— Shikamaru, gracias por todo, por favor déjanos solos.

— Me temo que no puedo hacer eso, no mientras tu seguridad esté en riesgo.

— Hinata, Sasuke ¿están de acuerdo?

— Yo me voy. —dijo Sasuke mientras se levantaba del sofá, intento alcanzar la puerta, pero Shikamaru se paró enfrente— Quítate.

— Si tienes que decirme algo, preferiría que estuviéramos solos —hablo Hinata levantándose del suelo.

— Bien, Shikamaru todo estará bien, Sasuke... lo siento.

 

Sasuke salió de la habitación, no detuvo su caminar ni cuando Shikamaru se interpuso en frente de él, su corazón palpitaba con fuerza tal y como había comenzado hacerlo desde que se enredara en esa situación; al final Shikamaru lo dejo irse.

 

Naruto guardo silencio por unos minutos, una lagrima resbalo por un costado de su rostro; Hinata tomo entre sus manos las babuchas dejadas por Sasuke en el mismo lugar, su llanto se hizo más fuerte y abrazo su estómago.

 

— Había tantas cosas en las que pensaba cuando me case contigo, soñaba con un niño rubio de ojos azules igual que tú, vestida de blanco lo imagine todo, me imagine una vida feliz a tu lado.

— Hinata…

— ¡Escúchame!, ya lo sabía, no hablabas de otra cosa que no fuera él, se supone que eso estaba bien porque era tu mejor amigo, porque tu mundo giraba en torno a él, pero estabas conmigo, ibas a cenar conmigo, a comer helado, me tomabas de la mano, y me abrazabas con timidez… ayer... apenas si me abrazaste, ahora apenas si me tocas, igual guardaba la esperanza de poder tener un hijo, es lo único que puedo darte que él no, pero aun así ¡no querías tocarme!

— Lo siento...

— ¡Cállate! no sé si quiero saber el porqué de tus mentiras, no quiero saber por qué me enredaste a mí en todo esto… Solo no sé cómo salir a la calle y enfrentar a mi padre, fracase… como shinobi, como esposa, como hija.

— No es así, lo siento… es mi culpa, por favor déjame explicarte.

— No, se acabó, dile a tu asistente que aliste los documentos, los firmare y podrás hacer con tu vida lo que quieras.

— Eso podría arruinarme —Hinata se quedó en silencio sorprendida de escucharlo— podemos simplemente seguir como estamos, tendremos un hijo.

— Estas loco.

 

Abandono la habitación, en definitiva, Naruto no era el hombre con el que se había casado, era un hombre egoísta que había tocado el poder con ambas manos y había sucumbido a él, le ofrecía un hijo a cambio de silencio y sumisión, era la hereda Hyuga prefería caminar por la calle como la que se separó del Hokage y ahora es feliz, a como la esposa engañada que nunca fue apreciada. Saliendo de la torre vio a Sasuke volver, a su lado iba Sakura asustada tratando de hacer que le explicara, la miro con enojo, Hinata por primera vez camino con la frente en alto sintiéndose libre.

 

Sakura entro en la oficina, Sasuke espero afuera hasta que escucho a Naruto llamándolo, él lo miro tiernamente, y le pidió que esperara. Sakura lo examinó rápidamente, le indujo el vómito para que el veneno terminará de abandonar su cuerpo.

 

— Qué fue lo que paso ¿Hinata enloqueció? pero va a escucharme

— Por favor déjala —acaricio sus cabellos dándole confianza, no era la primera vez que Sakura estaba a su lado cuidándolo, si ella supiera que también era el causante de su dolor, que Sasuke no estaba con ella por él, se habría unido a Hinata en su intento de matarlo.

— No quería matarte.

— ¿Que dices?

— El veneno que te dio, lo prepare yo, dijo que era un encargo de su padre para eliminar una plaga —lloraba sintiéndose culpable

— No entiendo que estás diciendo.

— Yo prepare el veneno, apenas si te dio una cuarta parte, sabía que no morirías, la dosis completa sí que lo hubiera hecho, la herida también, aunque está cerca del corazón es obvio que no tocó ningún órgano, es una Hyuga no se hubiera equivocado tanto, no quería matarte.

 

Luego de unos minutos Sakura abandono la sala, Shikamaru volvió y preparo los papeles del divorcio, se los llevaría personalmente, finalmente quedó a solas con Sasuke.

 

— Te estaba probando, quería saber hasta dónde llegarías.

— Si.

— ¿Le demostraste que eres una mejor persona de lo que realmente eres?

— No, quede como una completa basura.

— Eso será suficiente para que no vuelva acercarse a ti

— ¿Vas a quedarte conmigo?

— No. Quizás algún día decida regresar… adiós Hokage.

Notas finales:

Recuerden la proxima semana ser el epilogo, igual dejo cerrado el fic. 

Gracias por leer hasta aqui. 

¡Un Abrazo!!


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