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LIPSTICK por Mariposa23

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¡Por dios!, ¿Cómo siendo una celebridad, podía andar por la vida con los labios así? ¿Es que no tenía sentido de la estética o qué? Mira q, no es quien para llevarle la contraria, a la obvia sensualidad de cierto Collins, pero. Pero…
Esos labios.
Era imperdonable tener esa boca, tan sexy y agrietada.
No es q, era inaudito. Ese fruto prohibido, tan exótico, carnoso y sexual. Esa boca, totalmente seca y resquebrajada. ¿Cómo podía mantenerla en tan mal estado?
Una boca así, debería estar asegura por una buena pasta. Y tener su propio tiempo, en un spa de bocas. Esos labios eran genuinamente hermosos. Perfectos, magníficos.
Jensen los amaba.
Y claro q sabia el origen de esas profundas grietas en los labios carnosos de Mish, le ha había visto a Misha ese mal hábito en innumerables ocasiones.
Esa ya conocida maña.
De morderse la boca.
Su perfecta boca carnosa y simplemente hecha para besar.
Mish se la mordía con ganas con esos hermoso dientes blancos. Lo hacía cuando estaba nervioso, cuando estaba divertido, cuando estaba aburrido, cuando había olvidado algo, cuando quería recordar algo, cuando coqueteaba, cuando veía algo q le gustaba.
Y sobre todo. En la cama.
Cuando estaba teniendo uno de esos, estallidos increíbles; y todo su cuerpo temblaba al calor de clímax. Misha vibraba y lo único q hacía para contener todos su maullidos de gata preñada; era morderse, esa jodida, y malditamente perfecta, hermosa y deseable boca.
Esa follable boca. Porque Mish tenía los labios hechos para mamadas, eran suaves y achonados, como cogerte a una esponjosa almohada, tan gruesos q se veían excelente alrededor de su polla.
Joder q Jensen no le perdonaría jamás el tener esos labios agrietados.
Ahora claro, como en todo; él también tenía parte de la culpa. Sus mismos besos apasionados por no decir violentos. Le dejaban los labios inflamados, la boca ardiendo, y otra parte de su anatomía, bien empinadita.
Si, él también le mordía la boca. Cuando se le iban las ganas y no tenía nunca suficiente de Misha Collins, cuando lo usa de ancla en el ya mencionado orgasmo, q era compartido y cuando quería castigarlo. A menudo se hacina bromas porque aparte de amantes eran coleguillas. Asique ¿la mejor manera de castigarlo? Una buena mordida, seguido de una lamida, seguido de un chupetón, terminando por un buen beso. Receta perfecta para tener a Misha Collins derritiéndose entre tus brazos.
Si, era responsable de una q otra de las rajaduras en esa boca.
Pero bueno q Jensen Ackles no era ningún hombre desobligado, asique si hacia algo, él se aria responsable por ello.
Razón, por la q estaba ahí, ahora. Con una gorra de los Red Sox hasta la cien y unas gafas de sol encima.
¿Qué por qué el anonimato?
Pues simple, era Jensen Ackles; y aquello, solo significaba sinónimo de acoso.
Pero tenía q estar ahí, era necesario, para él, para Misha sobre todo.
Era una maldita tienda de cosméticos. Y Jensen solo tenía una misión q cumplir.
Encontrar el “Lipstick” apropiado.
¿Para qué?
Obvio para Misha y su boca partida.
Encontraría la forma de hacer q Mish se pusiera ese “ungüento” en los labios y estos sanarían para ser más preciosos aun. Sep, Jensen era un buen hombre.
Pero no podía llevarle uno q pareciera pintalabios color rosa uh peor de otros colores más notorios. Debía ser algo natural, muy sutil, q solo le dejara una estela brillante sobre esa fina piel. Y de paso le restaurara los labios.
Vio un monto en la estantería y se sintió un hombre totalmente perdido.
Al poco una muy amble dependiente se le acercó a tratar de ayudarlo, a lo q Jensen paso muchos colores, justificando su anónima presencia diciendo q quería darle una a su “hija” de regalo de cumpleaños. Le sugirieron uno monto, en un agama interminable. Pero Jensen aclaró q su “hija” era aún “muy niña” para colores llamativos. Y q pese a ello quería un color trasparente q le hidratara los labios.
Las dependientes se rieron y lo admiraron como “padre”, Jensen volvió a sudar colores.
Y después de mucho esfuerzo y algo de medrar su virilidad con las dependientes. Consiguió el jodido lipstick.
Ahora la cosa seria, como hacer q Misha se lo pusiera.
Misha era muy terco y decía q todo se resolvía por sí solo, q el cuerpo sabia como auto-sostenerse. Y pese a ello, en opinión de Jensen, pecaba de indulgente con su salud. Aun q Misha era un hombre muy sano.
Al final estuvieron como, dos horas discutiendo entre. “-póntelo por favor” y “no, no quiero”.
Todo en un cómodo día sábado, Jensen estirado sobre la cama, con la luz del pleno sol de la tarde en la cara. Y Misha a su lado, semi-desnudo como gustaba de estar, revisando siempre, sus redes sociales.
Tonteando entre los dos. En esa cotidianeidad de pareja q existía.
Hasta q Jensen perdió la vista en esa carnosa boca agrietada. Y nuevamente sintió ganas de morderla, morderla fuerte. Saborearla a fondo, devorarla con todo el ansia q ya sentía gestándose en su vientre bajo, mientras; cierto “amiguito” decía “hola” apareciendo entre las ropas…
Pero sabía, q no podría morderlo y disfrutarlo como quería, hasta q Mish y sus labios estuvieran completamente sanos.
A resolver aquello. Jensen fue astuto. Porque nada era imposible para Jensen Ackles si se lo proponía. Y estaba decidido a hacer q Misha se pusiera ese maldito lipstick.
Asique en ese espíritu, él mismo se unto el lipstick sabor mango en los labios.
Y. Con delicadeza, acercó a su pareja, y le planto un beso, pero bien dado y bien casto. En esos labios resecos y quebrados, esparciendo bien el producto. Todo con tal de hacer q Misha se lo pusiera. De una u otra manera, así tuviera q besarlo cada vez q le hiciera ponerse el ungüento.

M-eso, fue sucio-sentencio Misha con una sonrisa pícara en los labios brillosos de lipstick sabor mango.-¿tantas ganas tenías de untármelo?
Hubo silencio mientras Jensen por alguna razón enrojecía hasta las orejas. Tal vez su “técnica, pinta-labios” había sido algo atrevida…
J-es q… yo, yo quiero morderte.-confeso sincerándose, hasta consigo mismo.-Todo el tiempo. Tu boca es una constante llamada a mordisquear. Me gustaba mucho como se siente. Pero creo q te hecho daño y no puedo seguir haciéndolo mientras tu boca este así. Porque desde q recuerdo q estamos juntos, tienes la boca partida…
Realmente ese detalle en los labios, le hacía sentir muy mal a Jensen, porque le amaba. Y porque quería verlo perfectamente bien hasta en los pliegues de los labios si era necesario.
Misha bufo, mientras blanqueaba los ojos y sus hermosos dientes destellaban, en una de sus sonrisas, “Marca Collins, registrada”.
M-realmente eres muy poco observado Ackles. ¿No es verdad?-le objeto con una actitud un tanto engreída, puto Misha q sabia lo amado q era, por todo mundo.-bueno, te diré esto, solo por q eres mi novio ¿vale? Asique presta atención.-Misha le agarro las mejillas de la cara a Jensen, y le obligo a mirarlo y aprestarle atención.-mi boca, está en este permanente esta desde q nací. No se por q, pero no parece ser un problema, no me incomoda ni nada. Solo es q esta agrietada y ya, no tiene más razón de ser. Y tú no eres responsable.-hubo silencio-asique ya puedes continuar mordiéndome todo lo q quieras. Porque me encanta q hagas eso. Y por mis labios, ni te preocupes. Ahora q, sin tanto te gusta ese jodido lipstick de mango. Me voy a encargar de q lo usemos. Lo voy a poner entre tus labios. Los q están entre tus nalgas. Y lo usaremos de lubricante ¿Qué te parece?...
Misha soltó una risa despelotera por su comentario guarango; apreso a su novio en un beso con ese pegajoso liquido entre los labios; caricias de tarde de un sábado. Y aun q Jensen renegó un poquito, ciertamente y seriamente considero la idea, de lo del lubricante. Quienes creían q Misha era todo pureza estaban, pero bien equivocados…
Ahora q, hasta el mismo Jensen, de vez en cuando. Era todo un pervertido.
¿Si lo usarían esa misma noche?. Solo el tiempo, lo diría.

Fin.

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