Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Y Sólo Nos Quedaba Conocernos por Ari_123_love

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Aunque no lo parezca, este one shot está totalmente inspirado en un capítulo de Sala de Emergencias. Supongo que mi mente divaga demasiado x) 

Minho subió la mirada, observando al chico que había sido dirigido por el camarero hacia su mesa. Decir que se quedó sin palabras era poco. Cuando había quedado de verse con el muchacho, definitivamente no esperaba ver a alguien así de deslumbrarte. Pudo tomar una corta respiración, mientras el hombre le agradecía al camarero y tomaba asiento frente a Minho en la pequeña mesa para dos que había sido reservada con anterioridad.

-¿Snow Angel?- Preguntó, logrando decir la versión corta del pseudónimo del chico sin titubear.

-Supongo que tú eres Chico basquetbolista.- Comentó con gracia. -¿No es así? Incluyendo el 1209 que van de apellido.

-Sí, soy yo…- Exhaló, sonriendo. –Me alegro, de que hayas venido.

-Ya habíamos decido conocernos, sería grosero de mi parte si no me presentaba.- Cubrió su boca, escondiendo una corta risilla. –Además, no hubiese valido la pena que viajara hasta acá, si no te conocía.

-Sí…Lo siento, es tan sólo que…No eres lo que esperaba.- Bajó la mirada, antes de que el chico observaba el leve sonrojo que sintió en su rostro.

-Oh…- Se escuchó un corto jadeo. –Por favor dime que no estabas esperando a una chica, porque creí haber dejado en claro que yo era un hombre…

Minho alzó su rostro de golpe, un poco desconcertado por lo que escuchaba. Se apresuró a aclarar la mente del chico.

-¡No! Sabía que eras hombre, es tan sólo que…No esperaba a alguien como tú.- Admitió.

-No comprendo…- El chico mordió su labio inferior, notándose algo confundido.

-Realmente le haces honor a tu nombre de usuario.- Explicó.

Esta situación era rara, obviamente para ambos. Llevaban meses hablando por una de esas páginas para conocer personas en línea, y ahora era la primera vez que se veían. Muy al principio, habían quedado en no intercambiar nombres, ni fotografías, sin embargo eso no les detuvo para volverse amigos cercanos. Hacía un par de semanas habían empezado a idealizar el día en que se conocerían. Planearon las cosas, quedando en conocerse un día que ambos estuvieran libres, y que pudieran verse, porque Minho sabía que el otro chico vivía lejos.

Snow Angel ganó un profundo color en sus mejillas, tocando disimuladamente su cabello color rubio, casi blanco. Se veía algo contrariado por aquella respuesta, pero también había una pequeña mueca en sus labios que casi podía pasar por una sonrisa. Miró directamente a Minho, después de  respirar hondo.

-¿Lo dices…lo dices en serio?- Preguntó por lo bajo.

-No lo diría, si no lo pensara en serio.- Minho afirmó. –Aún no puedo creer que estés aquí, que estemos aquí.- Susurró.

-Pensé que nunca nos conoceríamos.- Asintió. –Quizás yo debí haber preguntado primero…

-Los otros con los que has hablado, ¿ellos tardaron tanto en invitarte a salir?- Preguntó, sabiendo que se arriesgaba mucho al cuestionar por los que estuvieron antes que él.

-No…Digo, me invitaban a salir, pero yo nunca…Nunca había aceptado.- El chico rubio bajó la mirada, mordiendo el interior de su mejilla. –Quería conocerte realmente, Basquetbolista.- Se atrevió a mirar a Minho, a pesar de retorcer una servilleta entre sus manos. –Prometiste comprarme un café.- Sonrió.

-Oh, sí, eso hice…- Minho dejó escapar una corta risa, relajándose. Superando el impacto de conocerse, empezaban a hablarse como solían hacerlo a diario, en las múltiples citas para platicar que concertaban. Y era agradable, poder ver el rostro de quien le hacía sentir tan bien.

No lo notaron, pero su plática empezó a extenderse a lo largo del tiempo, dejando poco espacio para el silencio. Primero era uno, contando alguna anécdota que no había relatado antes, luego era el otro rememorando algo que ya habían conversado antes. Querían abarcar cada tema posible, ahora que podían verse y memorizar el lenguaje corporal ajeno.

-¿A qué se debe tu pseudónimo?- Minho cuestionó, dándole un trago a su café.

-Uh, es algo tonto.- El chico, torció los labios, jugando con el aza de su taza.

-Las cosas pueden parecer tontas a veces, pero eso está bien.

-Tú sólo quieres saber.- Le acusó, riendo. –De acuerdo, te diré. Los ángeles de nieve me gustan mucho. Me gusta esperar a la primera nevada, y cuando hay suficiente nieve acumulada, poder tirarme sobre ella y dibujar ángeles. Es absurdo, lo sé, pero me gusta desde que era niño.

Minho sonrió, no creyendo que eso era un motivo tonto. Además, Snow Angel se veía feliz mientras relataba su motivo.

-Supondré entonces, que cada año haces ángeles de nieve.- Inquirió.

-Sí…Mamá aún me regaña, ¡y soy un adulto!- Bufó. –A veces pienso que sólo va a visitarme para poder gritarme que mi ropa se está mojando, y que eso va a enfermarme. Lo tengo muy claro, el tono exacto en el que dice ¡Lee Taemin! No te tires en la nieve, vas a enfermarte.- Rio, recargándose sobre la palma de su mano, mientras miraba fijamente a Minho.

-¿Te llamas Taemin?- Minho alzó una ceja, asombrado por las casualidades de la vida.

-Sí, ¿por qué?- Taemin frunció ligeramente el ceño, notando con desconcierto que su cita se veía ligeramente pasmado.

-Mi padre se llama así.- Soltó, haciendo de menos la coincidencia.

-Oh vaya, es un nombre común. Todo el país está lleno de Taemins.- Rio, haciendo toda una ceremonia con sus manos para señalar lo que estaba diciendo.

-¿A sí? ¿Qué tantos conoces?- Le retó.

-A tu padre.- Taemin rio, guiñándole un ojo traviesamente. –Ah, y al doctor por el cual me pusieron este nombre.

-¿Te pusieron Taemin debido a un doctor?- Minho se extrañó con eso.

-Yup, él ayudó a que mamá pudiese seguir con el embarazo, y dado a que mamá y papá habían tenido muchos problemas con otros embarazos, yo era casi un milagro. Estaban, están muy agradecidos con él.- Relató. –Nunca he conocido al hombre, pero por él estoy vivo, así que supongo que debo de también estarlo.

-No puedo creerlo, él debe de ser un gran obstetra…

-Um no, él no es obstetra.- Taemin tomó de su café. –Mamá y papá venían de una fiesta, y antes de poder tomar el tren, ella se desmayó. Terminaron en la sala de urgencias de un hospital, uh, algo cerca de por aquí.- Torció los labios, como si quisiera hacer memoria de algo que había visto. –No sabía que estaba embarazada, pero el doctor Choi hizo bien su trabajo y…

-Espera, ¿dijiste doctor Choi?- Minho le detuvo. -¿Choi Taemin?

-¿Sí?- Taemin cuestionó, no entendiendo la interrupción.

-Mi padre se llama Choi Taemin. Y él, trabaja en urgencias médicas.

Taemin se cubrió la boca con ambas manos, sin saber qué decir. No podía ser posible, debía ser sólo coincidencias en nombre y profesión. De otro modo, este chico tendría que ser el hijo del hombre que le salvó la vida antes de nacer. El chico que le gustaba.

-¿Tienes veintiséis, cierto?- Preguntó, empezando a atar cabos. Al recibir una silenciosa respuesta, mordió el interior de su mejilla. –Yo estoy por cumplirlos, las fechas coinciden.

-¿Taemin?

-Mi mamá me contó una vez, que la razón por la que el doctor fue tan empático con su situación, es porque su esposa estaba embarazada. Se identificó con mis padres, por eso no permitió que mi madre se desangrara, e hizo todo lo posible por que el embarazo no se interrumpiera. Después de que nací, mis padres quisieron que el doctor me conociera. Mostrarle su agradecimiento.- Explicó. –El doctor me cargó, y les habló de su hijo, algunos meses mayor que yo. ¿Tu nombre es Minho?

Minho abrió los ojos con sorpresa, mientras cada parte de la historia se acomodaba en su lugar. Esto era improbable, demasiado, ¡pero estaba pasando! Su padre había salvado la vida del chico que le había gustado ya por meses. Asintió, respondiendo a la pregunta que Taemin le había hecho.

-Choi Minho.

Silencio fue lo que se instauró entre ambos, que sólo fue interrumpido por una boba risa que escapaba de los labios de Taemin. Sus ojos pronto empezaron a brotar lágrimas que demostraban lo muy cómica que esta situación le parecía.

-Es imposible.- Se inclinó hacia adelante, sosteniéndose del estómago mientras acababa de reír. -¿Crees en el destino, Choi Minho?

-Ahora lo hago.- Sonrió.

-Sí, yo también lo hago.- Taemin exhaló. -Mis padres amarán conocerte.- Comentó de manera coqueta.

-Estoy seguro que mi padre estará encantado de volver a verte.- Rio. -Y podría apostar que mi madre pensará lo mismo que yo, el día que te conozca.- Le guiñó un ojo, provocando un fuerte sonrojo en Taemin.

-¿Eso significa que esta no será la última vez que nos veamos?- Murmuró.

-Jamás lo permitiría. 

Fin.

Notas finales:

En el capítulo de Sala de Emergencias, los bebés se llamaban igual por casualidad, y eso fue lo que me hizo preguntarme qué pasaría si se conocían, o cuándo se conocerían. Así terminó siendo un 2min ^3^ 

También tengo que agradecerle a mis amigos, por que me ayudaron a nombrar la historia♥ En especial a Ceci, que se le ocurrió este título, y evitó que le pusiera uno muy cliché xD 

Gracias por leer n.n


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).