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Besos de Cafeína por Famb

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Notas del fanfic:

Stony en un universo alternativo.

Eran las tres de la mañana, las luces estaban apagadas, solo una luz tenue que entraba debido a que la puerta no estaba totalmente cerrada iluminaba el ambiente. Mi esposo no estaba a mi lado en la cama, definitivamente estaba en su taller, rompiendo una vez más la promesa que renovó solo hace dos noches atrás.

Me propuse bajar en su búsqueda, buscaba una bata cuando de pronto el sonido de algo rompiéndose me alarmó.

- ¿Tony?

Bajé lo más rápido que pude y lo encontré tendido en el piso, cerca suyo una taza rota, felizmente estuvo vacía porque sino la escena podría haber mucho peor.

- ¿Amor?¿puedes oírme?, contéstame por favor.

Tony soltó un quejido pero no abrió los ojos, lo tomé en mis brazos y lo llevé al sofá.

- Cariño, por favor respóndeme.

Abrió sus ojos ligeramente solo un instante.

- Auch. Eso si que dolió - me respondió.

- Voy a revisarte, levanta un poco tu cabeza para ver si te hiciste una herida.

Obedeció en silencio, cuando me acerqué a revisarlo pude sentir como rodeaba con sus brazos mi cintura, me agarró totalmente desprevenido y desarmado. Eso era trampa.

- Quédate aquí, ¿si? - me preguntó con un tono muy dulce.

- Esta bien. Descansa. Solo traeré una compresa fría y me recostaré, ¿vale?

- No pienso soltarte - exhortó

Le di un beso en la frente y me recosté a su lado, no dije nada más, no quería romper el momento, pero me preocupaba que el golpe no desinflamara.

Tony se acomodó y se pegó a mi pecho, una sensación incomparable y tan cálida. 

Me sorprendió mucho que me dirigiera la palabra con ese tono de voz luego de todo lo que habíamos pasado estos últimos días, tal vez el estar tan próximos a San Valentín haya hecho que sus sentimientos afloraran nuevamente. 

Había transcurrido ya una semana sin poder sentir su calor, nuestra última discusión fue algo fuerte, ninguno  de los dos cedió y nos mantuvo "distanciados", cerca y al mismo tiempo lejos uno del otro.

El motivo, el café, una bebida adictiva para muchos, y aún más si se trataba de Anthony Edward Stark.

Había notado que desde que dejó el alcohol su gusto por el café se había incrementado, pero no me había percatado que se estaba excediendo tanto en su consumo, hasta que hace una semana mientras me contaba sobre su nuevo invento con tanta emoción pude notar un pequeño temblor en su brazo. Lo primero que hice fue tomarle la temperatura con mis manos y me preguntó por qué hacía eso, luego le pregunté si sentía escalofríos o si algo le dolía y me respondió con un rotundo NO. Estaba molesto.

- ¿Por qué me interrumpes así, Steve? Mejor dime que no entiendes nada y que te aburro y me quedo callado.

- No es eso Tony, tu brazo estaba temblando, ¿no lo sentiste?

- Ah, eso. Ya me ha pasado antes, nada grave, es algo momentáneo y pasajero.

- No creo que sea pasajero si es recurrente.

- Hablas como si tuviera Parkinson, Rogers, solo me ha pasado un par de veces antes.

Cuando mencionaba mi apellido era señal de peligro. Estaba fastidiado.

Le di un beso en la mejilla, revoloteé du cabello y le pedí que dejará la taza de café que tenía en la mano y subiera conmigo a la alcoba. Eran las 2am.

- Tengo que terminar esto. Subiré después - sentenció.

- Tony, por favor. Vamos a dormir, ¿sí?

- Ya te respondí, o acaso la edad ya te está pasando la factura, cariño.

Definitivamente, estaba molesto.

- Ya no me quites más el tiempo, necesito acabar esto hoy mismo.
No estuviste escuchando cuando te explicaba, ¿verdad?
Es algo muy importante

- ¿Es más importante que tu esposo?

- Sí, lo es.

Sus palabras fueron cortantes, ya no quise seguir discutiendo solo me dispuse a salir lo más rápido de ahí.

- Espero que lo acabes antes que la cafeína acabe contigo.

Esa noche Tony no subió a la habitación, terminé durmiendo solo.

Llegada la hora del desayuno bajé para prepararme algo ligero pues tenía el tiempo muy ajustado debido a que se me complico dormir sin él, y me llevé con la sorpresa de encontrarme a Tony despierto y preparándose café. El colmo.

- Al parecer realmente te importan muy poco mis palabras - reclamé.

Él me ignoró por completo, terminó de servirse y se dirigió a su taller. En silencio total, ni siquiera lanzó algún comentario irónico o sarcástico. Eso no era algo normal en él. ¿Culpa?, Tal vez haya reflexionado un poco sus palabras cuando lo deje solo. Bueno, no soy adivino, no podría saberlo hasta que se decida a hablarme.

Pasaron las siguientes tres noches de la misma forma. A la cuarta noche vino a descansar a nuestra cama, no conversamos ni nada, solo pude sentirlo recostarse a mi lado con cuidado de no tocarme a eso de las 2:30 am. Quería abrazarlo y llenarlo de besos, tuve el impulso de hacerlo, pero no quería tirar por la borda el progreso que habíamos logrado. Al menos ya estaba durmiendo a mi lado ♡

La noche siguiente Tony vino a recostarse temprano, eran las 10pm y lo vi entrar muy cansado, aún no me dirigía la palabra. Fue a darse una ducha rápida y se recostó. Yo estaba ordenando un poco mi armario por lo que me recosté después. Logre atrapar el sueño rápido y profundo. Por lo general, me despertaba cuando sentía algún movimiento en la cama, cuando Tony se levantaba para ir al algún lado. Pero esa noche no lo sentí.
Solo el sonido de algo rompiéndose pudo despertarme.

- ¿Tony?, ¿dónde estás? - pregunté en voz alta.

Al no obtener respuesta alguna aparté las sábanas y bajé a buscarlo, desde la mitad de las escaleras ya lograba verlo, estaba en la cocina apoyándose del lavabo con la cabeza agachada.

- Cariño, ¿estás bien?

Bajé con más prisa hasta llegar a su lado.

- ¿Qué sucede amor?

No podía responderme, su expresión era de pánico, estaba temblando, sudando, y no podía respirar bien.

- Tranquilo, intenta respirar lento. Voy a llamar a Bruce.

Le pedí a Viernes que me contactará con Bruce urgentemente y así lo hizo.

Parecía que se iba a desmayar en cualquier momento. Mi nivel de preocupación estaba por los cielos, pero no quería demostrarlo para no asustarlo más.

- ¿Bruce que le sucede?

Estaba empezando a desesperarme, su respiración era irregular.

- Parece ser taquicardia, hazlo toser, luego calma su respiración, que inhale y exhale lento y profundamente. Estabilízalo y luego pídele a viernes que te dispense la inyección de lidocaína que estoy preparando ahora. Estoy enviándole la composición para que lo prepare y te lo de listo. Colócasela y acuéstalo, y que descanse hasta mañana.

Tony al escuchar las indicaciones de Bruce empezó a toser, al comienzo casi no podía pero luego pudo agarrar el ritmo y la fuerza, el temblor estaba desapareciendo, pero su respiración seguía agitaba.

- Inhala y exhala lentamente - le repitió Bruce.

Y así lo hizo.

Yo solo lo sujetaba para darle seguridad.

- ¿Vendrás a revisarlo?

- Por supuesto, mañana a primera hora estoy ahí. No dejes que coma nada hasta que lo revise.

- Muchas gracias Bruce, ahora mismo bajaremos por la dosis.

- No te preocupes, cuida mucho a Tony por favor, no lo dejes solo. Al parecer no puede hacerse cargo de si mismo por su propia cuenta.

- Que descanses Bruce.

- Igualmente - dijo despidiéndose y finalizando la video llamada.

- Vamos Tony - Lo tomé de la espalda para ayudarlo a ponerse en pie, nos dirigimos hacia el laboratorio de Bruce para recoger la inyección. Lo recosté ligeramente en una de las camillas y le pedí que estirara uno de sus brazos. Limpié la zona y apliqué la dosis.

Pasaron unos segundos y los síntomas desaparecieron.

- Amor, ¿te sientes mejor?

Tony solo asintió con la cabeza, lo tomé en mis brazos y lo llevé hacia nuestra habitación. Lo volví a recostar y me quedé a su lado cuidándolo.

Dieron las seis de la mañana y la luz del día ya entraba a la habitación, recibí la llamada de Bruce diciéndome que llevara a Tony a su laboratorio para hacerle unos exámenes.

Tenía que despertarlo, se veía tan tranquilo durmiendo. Me encantaba verlo así, relajado, en paz consigo mismo. Hasta casi podría sentir que sonreía, tal como yo lo estaba haciendo ahora tenerlo a mi lado.

Le pedí a Viernes que cancele todas mis actividades para el día de hoy, y bajamos al encuentro con Bruce. Tony ya podía caminar por su cuenta así que ya no podía tocarlo, tenía miedo que me rechazara o fastidiarlo, lo que menos quería ahora era arruinar todo.

Bruce lo examinó, le tomó muestras y lo dejó en observación. Tenía que guardar reposo así que le ordeno quedarse ahí nada más hasta que los resultados estén listos y pueda dar un diagnóstico completo.

Nos dejó a sola mientras analizaba las muestras, y el silencio invadió el lugar, nadie se atrevía a comenzar la conversación.

Me senté cerca suyo y recosté mi cabeza ligeramente en la camilla, y de pronto el silencio se desvaneció.

- Steve, lo siento - soltó con la voz quebrada - no debí hablarte de esa forma, lo lamento demasiado.

- No es necesario que me pidas disculpas, yo solo quiero verte bien. Quiero que te cuides más.

- No voy a dejar el café. Me mediré, sí. Pero no pienso dejarlo.

- Solo un tiempo, hasta que te recompongas, ¿qué dices? ¿Me lo prometes?

- No quiero estar mal contigo Steve, pero no voy a prometer cosas que no estoy dispuesto a cumplir.

Bajé la mirada en silencio y volví a apoyarme en la camilla.

Él no iba a ceder, no por ahora, tal vez con ayuda de los resultados obtenidos por Bruce logre convencerse que estaba poniendo en riesgo su vida.

Subí a preparar algo nutritivo para desayunar y al regresar lo encontré nuevamente dormido. Al parecer estaba recuperando las horas de sueño que se había robado así mismo en esta semana. Mantuve su desayuno a un lado mientras yo tomaba el mío, no era capaz de interrumpirlo, en cambio iba a esperar que Bruce venga a leer los resultados para recién hacerlo levantar.

Transcurrió algo más de media hora y Bruce entró a la habitación con la Tablet en la mano donde estaban los resultados que confirmarían lo que estaba pasando.

Efectivamente lo que Tony había sufrido era una descompensación por falta de potasio  y exceso de cafeína en su organismo.

Cuando Bruce leyó los resultados para todos en el rostro de Tony se dibujó una expresión de molestia. 

Yo me mantuve en silencio solo lo observaba, esperaba que él fuera quién tomara la iniciativa, y así fue.

- Steve ya sé que todo esto es culpa mía y lo lamento. Perdón por ser tan terco, ¿sí?. No quería llegar a esto.

Seguí en silencio.

- Te prometo dejar el café, ¿si?

- ¿En serio?

- Sí. - levantó el meñique en señal de promesa.

Su respuesta me puso tan feliz que solo atiné a darle un beso.

Me quedé todo el día a su lado engriéndolo como pude. Me encanta ver esa hermosa sonrisa dibujada en su rostro. Todavía no me hablaba fluido, seguía algo resentido por haber "perdido" pero sabía que todo era por su bien. Él mismo se había asustado por todo lo que había sucedido.

Esa noche dormimos en la habitación, nos acostamos temprano y nos levantamos temprano, no nos volvimos a besar. Yo esperaba que a él le naciera hacerlo, no quería presionarlo, ni hacerlo enojar, pasamos el día tranquilos. Tony no entró a su taller, y yo como era domingo tenía el día libre exclusivamente para disfrutar de estar en casa al lado del amor de mi vida.

En la noche nos acostamos a las 10pm,   algo temprano para comenzar la semana bien. Tony me dio un pequeño beso en la mejilla y se volteó.

Al día siguiente me dispuse a retomar mis labores con normalidad, me dirigí a la academia de Shield para brindar clases de combate a los agentes de más alto nivel que serían enviados a distintas misiones de alto riesgo en los próximos días.

Al volver encontré la casa sola, Tony había salido a una cena de su compañía junto con Pepper y las cosas estaban bien. La llamé para asegurarme que todo estaba bien y ella me lo confirmó, pude dormir tranquilo. Sentí cuando llegó al cuarto y se recostó a mi lado. Antes de dormirse me dio un beso de buenas noches en la frente y se volteó.

Las cosas poco a poco volvían a la normalidad, era algo desesperante la espera pero valía la pena.

El día siguiente transcurrió de la misma forma, hasta que llegamos a la noche de hoy en que el estruendo en la cocina me levantó y encontré a Tony tirado en el suelo de la cocina.

Justo ahora tenía a Tony recostado en mi pecho algo que había estado extrañando tanto.

No me había percatado en qué fecha estábamos hasta que Viernes abrió las ventanas dándonos la fecha, deseándonos un Feliz San Valentín y continúo dando los pronósticos del clima para el día de hoy.

Con todo lo que había sucedido había olvidado terminar de preparar el regalo para Tony. Así que me propuse terminarlo cuanto antes para dárselo cuando se despierte.

Lo llevé en mis brazos hasta la habitación y lo recosté en nuestra cama, aún eran las 6:30 am y él por lo general despertaba un poco más de las 7am. Fui a prepararle algo romántico para desayunar y llevárselo a la cama pero al llegar a la habitación el ya no estaba ahí.

Según Viernes, se despertó un cuarto para las 7, se baño y salió rumbo a Industrias Stark. Le había encargado que me avise que llegaría pasadas las 10pm.

¿Será que Tony se había olvidado de que día era hoy?

No lo creo.

Esta fecha la había reservado exclusivamente para nosotros, había pedido permiso para no presentarme en la academia el día de hoy, me dediqué a decorar todos los ambientes de la casa, cociné algo delicioso que había estado practicando en secreto semanas antes. Tenía todo listo una hora antes, el tiempo preciso para ir a arreglarme y esperarlo en el salón principal.

Después de todo lo que había pasado yo también me sentía un poco culpable por haberlo hecho disgustarse. Se supone que mi mayor misión era hacerlo feliz y en estos días había fallado.

Así que se me ocurrió dar un último toque al regalo de Tony.

Tomé una taza de café pasado procurando no dejar ni una sola gota.
La hora pasó volando.

Cuando llegó estaba muy feliz, pues desde que puso un pie en la torre había disfrutado de cada detalle que le había preparado.

Apenas me vio, se dirigió hacía mi para darme un abrazo fuerte y cálido.
Me miró a los ojos y me dijo que me amaba, y que él también tenía un detalle para mi. Él creía que ya había terminado de entregarle todos mis regalos.

Sacó de sus bolsillos un sobre y me lo entregó, lo abrí y pude leer la frase "Patria Potestad".

- Tony, ¿que es esto?

- Bueno, voy a resumirlo todo. He comenzado la demanda para reclamar a Peter como nuestro hijo.
Vamos a luchar por él, Steve.

Hace meses había abandonado las esperanzas por diversas explicaciones que nos dio uno de los abogados de Tony, pero al parecer ahora algo había cambiado a nuestro favor.

- Wow, Tony... No puedo creerlo, realmente no puedo creerlo, esto es tan genial. ¿Entonces podremos traerlo a casa, y ponerle nuestros apellidos? Wow...

Estaba tan emocionado que las lágrimas empezaron a salir sin control, realmente el regalo de Tony había superado altamente a la cena romántica que le había preparado.

No pude contenerme más y lo besé, lo besé profundamente, disfrutando cada espacio de su boca con mi lengua. Y asegurándome que el sabor quedara impregnado en él.

Nos separamos un rato cuando Tony me alejó.

Se lamió los labios y me miró con un brillo especial en sus ojos. Sí, ese brillo lujurioso.

Me devolvió el beso, se notaba que estaba encantado con su regalo.

Nos dimos un beso con todo el amor del mundo.

Un beso con sabor a él.

Un besó con sabor a café.


 

Notas finales:

Espero les haya agradado la historia :D

quedo al pendiente de sus recomendaciones para mejorar :)


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