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Para su buena suerte, Jungkook venía preparando algo hace unos días atrás durante sus pequeños momentos libres, aún si ello le implicaba desvelarse durante la noche, al menos era algo que el mismo había hecho, como le gustaba.
Por su parte, Taehyung también encontrado algo para su amado conejito. Sabía que si le preguntaba a Jungkook lo que le gustaría recibir, iba a responder "No importa el regalo mientras esté contigo", pero no se quedaba satisfecho con sólo ello. Usualmente, las parejas saldrían a cenar a algún restaurante, disfrutar de la noche, o ir a pasear por allí durante la tarde tomados de las manos mientras charlaban de algún que otro tema.
Sin embargo, este año les fue algo difícil realizar alguna de esas cosas, puesto que estaban muy concentrados trabajando con sus venideros proyectos. El pequeño maknae no había dormido casi nada durante la noche, con tal de darle el regalo a su pareja al día siguiente. Entró a la habitación del castaño, la cuál compartía con su otro hyung, y se acercó a la mesita de luz que se encontraba cerca de la cama, para colocar el regalo que tenía preparado.
Pero lo que menos se esperaba era que al entrar, de encontrara al mayor durmiendo. Parecía estar muy cansado, y era consciente de que era a causa del arduo trabajo y esfuerzo. Contempló el rostro durmiente del chico contario, y acercó una mano hacia este, comenzando a hacerle pequeñas y lentas caricias. No lo pensó ni un segundo más. Tomó la muñeca de su amante y le colocó el pequeño regalo en el que tanto esmero y cariño había puesto. Acto seguido, se recostó a un lado de este y se acomodó, tomando su mano, para dormir junto a él.
Taehyung no sabía cuánto tiempo llevaba dormido exactamente, no hasta que escuchó el sonido de su celular y despertó. Sin embargo, sus ojos se abrieran mínimamente mostrando la sorpresa que tenía al notar que Jungkook se encontraba a su lado, y durmiendo profunda y tranquilamente. No pudo evitar que una sonrisa llena de ternura, por ver a su pequeño conejito durmiendo frente a él, se formara en su rostro. Esta se hizo más amplia cuando observó que, al tener su mano entrelazada con la del otro chico, llevaba puesto en su muñeca una hermosa pulsera. No era tonto como para no saber de qué se trataba todo esto. Sabía que aquel accesorio era su regalo de San Valentín, y estaba muy feliz de ello.
Se estiró hacia la mesa de luz, y tomó una pequeña bolsa color castaño claro, de la cual sacó su regalo de San Valentín para su amante. Tomó la muñeca adversa, y lo colocó con cuidado, con la intención de que el otro chico no se despertara aún. Si bien, Jungkook tenía el sueño pesado, le costaba mucho despertarse y madrugar, y más ahora que no había dormido casi nada la noche anterior. Pero esta vez, logró hacerlo al sentir que la persona que estaba junto a él se movía, y no sólo eso, besaba sus labios. Eso último fue lo necesario para que abriera sus ojos, y contemplar el rostro de Tae al separarse de él. Llevó una mano hacia el cuello contrario y con un movimiento suave, lo atrajo hacia si para juntar nuevamente sus labios. El mayor, consciente de que el menor había despertado finalmente, aceptó y correspondió gustosamente al beso. Sus manos volvieron a unirse de forma cariñosa, dejando que ambas pulseras rozaran la una con la otra.
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