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Invación Uchiha. por yuhakira

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Notas del capitulo:

Aqui el segundo capitulo, disfrutenlo!!

A la mañana siguiente lo despertó el golpeteo de un palo de escoba sobre el suelo de madera de su piso, Jiraiya le había prometido que no subiría a su cuarto para no encontrarlo haciendo cosas indecorosas, y no encontró otra forma más adecuada de llamarlo sin levantar la casa a gritos, cuando se sintió despierto y adivino que el golpeo no se detendría  le grito que se detuviera y así el golpeteo termino, como respuesta recibió una invitación muy poco amable a desayunar.

 

Ese día entraba a su nuevo colegio, sabía donde estaba ubicado, y conocía algunas de las personas con las que estudiaría, algunos desde niños, solía salir con ellos estando en vacaciones. Shikamaru y Kiba principalmente, esperaba que por la dimensión del pueblo lograra quedar en el mismo curso que ellos.

 

Su tío lo acompañaría su primer día de clases, debía presentarlo ante el director y llevarle los documentos pertinentes.

 

— ¿Crees que haya algún motivo para que no me dejen entrar?

— ¿Lo dices por las carpetas llenas de tus travesuras?

— Pues si.

— No te preocupes, conozco al director, es un tipo nuevo —siguió hablando mientras entraban al auto, el colegio estaba al otro lado del pueblo y él tenía cosas que hacer— llego hace unos meses se trajo toda su familia consigo, los Uchiha son bueno muchachos, al menos eso parece, pero sabes este tipo no es de mi agrado, tiene un aura oscura que atemoriza un poco, por lo que he oído sus métodos son fuertes, ha rehabilitado a uno que otro rebelde de la zona, así que estarás bien.

— Hay mucha gente nueva en el pueblo.

— ¿Conociste a alguien?

— Si, ayer en el nuevo sitio de hamburguesas.

— Oh si, buenos muchachos.

— ¿Uchihas también?

— Por supuesto, cuando conozcas a Madara, el director te daras cuenta el parecido.

 

Minutos después estaban frente al nuevo colegio, respiro hondo y sacudió sus ropas. Caminaron por los pasillos hasta las escaleras del edificio, y de ahí hasta el tercer piso; desde el edificio del frente escucho su nombre, Kiba lo saludaba con la mano, él hizo igual, entonces se percato de que en esa zona estaría su salón, Shikamaru estaba alli tambien, la chica de cabellos rosados que le había gustado desde niño y a la que nunca había sido capaz de saludar también estaba allí, aunque reconoció que ese había sido un desliz de su infancia, Ino la chica del local de flores, y Choji el gordito con el que jugaba canicas en la plaza principal. Finalmente llegaron hasta la oficina principal, una secretaria los hizo esperar mientras el director los dejaba ingresar; cuando termino de hablar con él por teléfono los dejo entrar, el director se levantó y estrechó con fuerza la mano de Jiraiya que hizo lo mismo; era un hombre aparentemente más joven que él, pero decían los rumores que rondaban la misma edad, tenía una melena negra casi igual de larga a la de Jiraiya, sin duda se parecía a los chicos que Naruto había conocido el día antes, sus ojos negros eran igual de penetrantes, pero tal como lo había dicho el viejo su aura era incluso mucho más oscura, el corazón de Naruto palpito con fuerza, sin duda eran muy similares y eso lo hacía ponerse nervioso, casi se sentía hablando con la misma persona, pero su tono de voz era muchisimo mas fuerte y grave. Estuvieron hablando por un par de minutos, hasta que Jiraiya le paso la carpeta, reviso uno por uno los expedientes, con algunos sonreía y con otros parecía bastante enojado. Naruto reconoció que no había sido el muchacho más juicioso, pero consideraba que sus travesuras no eran más que eso, no era un delincuente, no consumía alcohol o drogas, y a pesar de las múltiples amenazas jamás había sido expulsado de ningún colegio.

 

— Eres un chico bastante interesante verdad Naruto, oh deberia decirte chico zorro, se menciona bastante en tu expediente.

— Jaja, no gracias, no es necesario, fueron los maestros quienes me pusieron ese mote en realidad nadie lo usa —completa mentira— ¿me va aceptar?

— Claro que si, pero te advierto, no tengo mucha paciencia.

— Gracias, supongo.

 

La advertencia fue acompañada por una fuerte mirada que a partir de ese día sentirìa cada día en su espalda. Jiraiya se despidió de ambos satisfecho de haber cumplido su tarea, lo dejo en la oficina con el director, el mismo se encargaría de llevarlo hasta su nuevo salon de clases. Cuando salieron de lo oficina ya todos estaban en clases y prácticamente no había ningún estudiante fuera de los salones, camino detrás de él, admirando su gran espalda, y la fortaleza que inspiraba su cuerpo, su melena estaba perfectamente arreglada, su cabello negro como la noche, lucia perfectamente bien sobre el traje gris que portaba.

 

— Bueno aqui es.

 

Golpeo en la puerta del salòn, justo en el edificio del frente de su oficina, el maestro abrió la puerta, para su sorpresa se trataba de Kakashi, un amigo de su tío, había sido militar en sus tiempo de juventud pero luego de perder su ojo izquierdo había decidido convertirse en maestro, muchas veces lo había encontrado en el patio de la casa de su tío con alguno de sus libros en la mano, se sintió mucho más relajado sabiendo que estaría a su cuidado.

 

— Bien chico zorro, no hagas daños.

 

Todos en el salon escucharon la forma en que el director lo había llamado, inmediatamente Chouji y Kiba soltaron una carcajada siendo ya conocedores del apodo que había arrastrado toda su vida, y del que en realidad no se sentía muy orgulloso.

 

— Naruto, bienvenido, tu tío me comentó ayer que estarías acá, espero logres adaptarte rápido. —Naruto asintió complacido de que su maestro ignorara el bullicio que se había causado alrededor— pasa, presentate, y ya te dire donde sentarte.

 

Entró y se detuvo frente al profesor, no era un chico tímido, por lo que esa clase de situaciones nunca le habían resultado un problema, pero hay estaba en silencio, esperando que su garganta le respondiera, sentía como sus mejillas rápidamente se tornaban rosadas, no podía ser que le pasara de nuevo, ¿acaso estaban por todo lados? un joven de cabellos negros, uniforme impecable, tez blanca, ojos penetrantes y negros lo miraba desde el otro lado del aula, estaba seguro que era un Uchiha tambien, el chico sonrió de medio lado cuando lo descubrió mirándolo, y el estado de Naruto empeoro, ya sabía que era gay, lo había descubierto unos años antes al verse obsesionado con el que hoy es su mejor amigo, y aunque hasta ahora no había salido con nadie no tenía la mínima duda de eso, y ahora ese chico del fondo se lo confirmaba, era completamente gay.

 

— ¿Naruto? —la voz de su maestro lo sacó de sus pensamientos, pero eso no fue suficiente para que dejara de mirarlo.

— Vale Naruto, habla ya, la mitad de nosotros te conoce —dijo Lee desde el fondo.

— Si claro. Mi nombre es Naruto Uzumaki, vengo de la ciudad… —El Uchiha levantó las cejas esperando que terminara, Naruto se sintió curioso de darse cuenta hasta ese momento que él tampoco había dejado de mirarlo, aunque no se detenía en hacerle gestos burlescos y desaprobatorios— mi sueño en la vida es crear una fundación para ayudar a los niños sin hogar.

— Excelente Naruto, ¿vez el único lugar vacío?

— Si, justo al lado del Uchiha —el chico volvió a sonreír de medio lado.

— Si, justo ahí.

 

Camino hasta sentarse a su lado, el Uchiha no disimulo al girarse hacia él.

 

— ¿Como sabes que soy un Uchiha?

— He visto un par de los tuyos.

— ¿De los mios? lo dices como si fuéramos una plaga.

— No, pero sin duda están por todos lados.

— Por cierto, mi nombre es Sasuke, no lo ovides.

 

Estrecho su mano, sin dejar de mirarlo a los ojos, Naruto solo sonrió, de nuevo se había quedado sin habla, el chico lo había sorprendio al ser tan amable. Sasuke estaba junto a la ventana en la fila de atrás, Naruto había quedado justo a su lado, y del otro lado, estaba Kiba que desde ese momento había llamado su atención por el resto de la clase, el profesor les llamó la atención un par de veces, y el salon se acostumbraba a llamarlo el chico zorro; sin duda el director le había jugado una broma muy pesada.

 

Al final de la tarde, ya conocía el nombre del resto de sus compañeros, había conseguido -extorsionando a algunos- de que no lo llamaran por su mote distintiva; iba aprovechar la oportunidad para alejarse de ese pasado, divertido y vergonzoso a la vez. Empezó su camino de vuelta a casa con Shikamaru a su lado, vivían cerca, de hecho el vivia un poco mas alejado del pueblo, por lo que irían juntos hasta casa, detrás de ellos venían Kiba y Chouji, y un poco mas atras la chicas, Ino, Sakura y Hinata, irian hasta la plaza principal a comer helado. Cuando llegaron a la plaza le sorprendió no ver a Lee y Neji con ellos, los chicos le explicaron que luego de clases iban al club de taijutsu que se había inaugurado.

 

— ¿Hablan en serio? quiero entrar ¿donde es?

— Esta cerca, come tu helado y te llevare —Contesto Shikamaru.

— Esperen, eso no estaba la ultima vez que vine, no me digan que…

— ¿Ya te diste cuenta?, el sensei es un Uchiha.

— Vaya, en verdad estan en todos lados, ¿como es su relacion con Sasuke?.

— Es un engreido —prosiguió Kiba— no se junta con nosotros.

— No se junta contigo —Añadió Ino— es el mejor de la clase...

— No en matematicas y fisica —Interrumpió Shikamaru ese era su puesto.

— Ni en deportes Lee se lo lleva por mucho— añadió Kiba.

— Bueno le va bien, mejor que a otros y no solo eso, es el más simpático de todos, cuando te habla es realmente amable....

— Tiene una mirada fría da miedo —esta vez fue Chouji el que interrumpio

— Jaja sus opiniones están divididas.

 

Despues de comer sus helados, Shikamaru cumplio su promesa de llevarlo hasta el club, Naruto se asomo por la ventana y el primero al que vio fue a Neji luego a Lee, por ultimo diviso al Uchiha que noto su presencia de inmediato, luego vio al que sería el sensei no fue difícil reconocerlo, su apariencia era muy similar a la de los otros miembros de la familia, sin embargo se veía más maduro que quienes había conocido el día anterior, y más joven que el director, su belleza también era muy similar, sin embargo hasta ahora Sasuke seguía al tope de su lista, tal vez porque en edad era el mas cercano a él, o por que en realidad se sentía muy lejos de que alguno de los otros se fijara en él.

 

El sensei lo vio asomado por la ventana y lo llamo, Shikamaru intento escapar de la situación pero Naruto agilmente logro jalarlo con èl, entraron al lugar, aparte de sus amigos, habían alrededor de diez estudiantes màs; según había escuchado el sensei manejaba grupos de diferentes edades durante todo el transcurso del día, sin duda los Uchihas eran personas muy ocupadas, el día anterior en el restaurante, para cuando el se fue el lugar estaba completamente lleno. Logró ser aceptado rápidamente, se convertiría en un buen estudiante, sorpresivamente Obito sensei ya había escuchado hablar de él; según le hizo saber el director Madara lo había llamado para avisarle que en los próximos días le enviarìa un chico rubio para que le ayudará a impartirle disciplina, le había causado mucho agrado no tener que pasar por la molesta situación de obligarlo a ingresar, Shikamaru, habìa logrado convencerlo de que no iba a participar en las actividades, en cambio lo ayudarìa a llevar los controles de las clases o lo que fuera necesario.

 

Llego a su casa después de unas horas, ya habìa entrado la noche, por casualidad se habìa dado cuenta que los Uchihas vivían todos en la casa del restaurante, habìa caminado al lado del sensei Obito, este se habìa mostrado muy interesado en saber por que el director estaba dispuesto a mandarlo con èl, por lo general sus alumnos llegaban a èl por voluntad propia, y de un grupo de treinta con el que habìa iniciado luego de un par de meses solo conservaba los trece que Naruto había visto, y no era de extrañarse, era extremadamente duro en sus clases, los que participaban con èl eran seres de espíritu fuerte, aunque también admitía que en las clases para niños y ancianos era mucho menos exigente, el director para esa fecha ya le habìa enviado dos estudiantes de la escuela que habìan completado el curso de rehablitaciòn exitosamente, Naruto le habló de algunas de las travesuras que habìa cometido en su antigua escuela, las bromas a la directora, a los maestros, y a muchos de sus compañeros, por ejemplo cuando organizo una actividad ficticia en un parque del sector y ningún estudiante había asistido a clase, había sido un trabajo tan bien hecho que la directora no había podido echarlo, pero todo estaba hay en su expediente; Óbito no pareció sorprendido comentó que su aspecto daba la impresiòn de que se trataba justo de un chico así, solo le faltaban algunos piercing para que su look fuera el de un chico alocado. A la mitad del camino se dio cuenta que estaban siendo seguidos por el menor de los Uchihas que caminaba con la mirada a su celular, ignorante de los otros tres, finalmente cuando llegaron al restaurante, el menor entró por la puerta principal sin despedirse, Naruto recordó que para el dìa anterior, mas o menos a la misma hora el todavia estaba hay por lo que seguramente Sasuke ya lo habìa visto. Luego de que Sasuke entrara en el restaurante, Shisui salio, saludo a Naruto de forma amigable desordenando sus cabellos y entregó un paquete para Obito que luego de despedirse entró por otra de las puertas de la enorme casa. Shikamaru y Naruto siguieron su propio camino hasta despedirse en la casa del ultimo. Naruto encontró a Jiraiya en la cocina, reconoció de inmediato el olor de lo que estaba cocinando.

 

— ¡Ramen!

— Que buen olfato tienes ¿es normal que vuelvas tan tarde de la escuela?

— Lo siento —menciono mientras se sentaba en el sofà— entre al club de Òbito, puedes creer que el director pensaba enviarme con él para re educarme.

— Y fuiste antes, ¿eres masoquista? —dijo en carcajadas.

— No es así, me gusta fortalecer mi cuerpo, estaba en clases de capoeira en la ciudad, tenía que reemplazarlo con algo.

— Naruto —se sentò a su lado luego de dejar un tazón de ramen sobre la mesa de tè— no te voy a prohibir que andes con ellos…

— ¿Con quienes?  —pregunto mientras agarraba su tazòn de comida con ojos enormes y gustones.

— Los Uchiha por supuesto. —Naruto dejo de comer y lo miro extrañado.

— ¿Porque?

— Madara fue el primero en llegar, luego de que el antiguo director muriera lo enviaron a èl en reemplazo, no se mucho de eso, hasta hoy no me habìa interesado, pero hay mucho rumores extraños alrededor de ellos, el chico menor es hermano del chico de cabellos largos.

— ¿Sasuke e Itachi?

— Si, hermanos directos de sangre, son hijos de Fukaku.

— Mmm ¿hay otro mas?

— Son seis en total, ya conoces los primero cinco, espero no tengas que conocer al ultimo, es el jefe de policía, odiaria recibir un llamado de su parte por tu culpa. En fin, Madara y Fukaku son hermanos, Òbito no tengo claro su lazo familiar, debe ser un primo o algo, igual Shisui, èl esta todo el tiempo con Itachi, por lo que hay el rumor de que son pareja, algo normal en estos dìas, aunque no creo que entre familia este bien —Naruto permaneció en silencio escuchándolo sin dejar de comer, estaba hambriento— No quiero decirte los rumores, solo no te enredes demasiado con ellos, al menos tu eres un libro abierto.

— No lo soy, no se donde estan mis padres, no se porque estoy aca, no me pidas que juzgue a otros sin conocerlos primero.

— Entiendo lo que dices muchacho, pero por favor ten cuidado.

 

Naruto subìo a su piso luego de haber terminado de comer, adelanto algunos informes que necesitaba para el dìa siguiente y luego durmìo; ese dìa sus padres tampoco habìan llamado.

 

La primera semana pasó rápidamente, Kakashi ya se habìa acostumbrado a la forma tan notable en que la presencia de Naruto sobresalía, le había pillado cuando fingía entender lo que explicaba en clase pero que en realidad no entendía, tenía que desmenuzar las cosas mas de lo que con cualquier otro alumno, quizás debido a eso se daban sus bajas notas, pero si lograba que entendiera explicandole las cosas de forma más sencilla no tendría problema, sabía que en el fondo se trataba de un chico listo y atento, también se habìa acostumbrado a sus bromas, Naruto se disculpaba apenado pero Kakashi tenia la impresión que no podía huir de ellas, como si fuera una parte natural de su ser, hasta ahora habían sido cosas que había podido sobrellevar el solo, como los susurros en el salon, los papeles entre las manos de los alumnos pasando mensajes graciosos sobre otro alumno, bromas simples, que él solo podía manejar, esperaba que las cosas no subieran de nivel para no tener que llegar a la oficina de Madara.

 

Hasta ese día las pocas palabras que Kakashi había compartido con el director, habían sido el día de su presentación, no mas, tal vez se lo había encontrado un par de veces en el bar del centro, junto con él Óbito y los chicos del restaurante, pero siempre estaban los cuatro solos en una mesa, nadie se acercaba a ellos, y no era que a Kakashi le causarán alguna incomodidad, solo no le interesaba nada con ellos.

 

Esa semana con la presencia de Naruto sin embargo, parecían cambiar las cosas, Sasuke que siempre habìa permanecido solo en el salon ahora parecìa tener una agradable compañia, Naruto lo incluía en sus bromas, y en sus charlas juveniles, poco a poco se iba integrando en el gran grupo de amigos que se reunían alrededor de Naruto, en su experiencia como maestro, estaba seguro de jamás haber visto algo así, en la primera semana Naruto era el centro de atención del pueblo entero, veía a Madara por los pasillos buscandolo, queriendo saber en que andaba, seguro de encontrar una oportunidad de castigarlo, Shikamaru que antes deambulaba casi sin rumbo por las terrazas de los edificios de la escuela acompañado únicamente por Chouji se le veía ahora acompañando casi a todos los lugares al chico rubio de ojos azules, y gracias al constante alboroto de Naruto no solo él destacaba si no los Uchiha también, si no hablaba de Sasuke entonces hablaba del servicio del restaurante, y de la deliciosa salsa secreta de las hamburguesas de Shisui, o del arduo entrenamiento del sensei, dos veces esa semana había llegado quejándose de dolor en el cuerpo debido al exigente entrenamiento.

 

Fue precisamente por Naruto que un día en el bar la mesa de los Uchihas se deshizo; cuando Kakashi entro encontró a su compañero de copas muy entretenido en la barra hablando con Madara que parecía un poco ebrio y su tono de voz se hacía cada vez más fuerte, pero no estaba enojado, solo conversaba sobre muchas cosas, entre ellas Naruto por supuesto, el estado de Jiraiya no distaba mucho de eso tampoco; por otro lado encontró a Itachi y Shisui hablando solos en una mesa uno enfrente del otro, y antes de que él eligiera un lugar cómodo en la barra para sentarse a beber, Óbito se acercó a él, fue una conversación amable, donde se conocieron el uno al otro, era un tipo agradable sin duda le recordaba mucho al propio Naruto, curiosamente le fue muy fácil dejarse llevar por él, dejar que él guiara la charla, que lo invitara unos tragos diferentes a la típica cerveza que tomaba siempre, lo escucho hablar sobre los títulos que había leído, Kakashi incluso le contó de la impresionante y empolvada biblioteca de Jiraiya, había sido sin duda una noche agradable, una que servirá para disipar la nube oscura pero imaginaria que se había creado sobre el apellido Uchiha; Kakashi se preguntaba si quizás en el fondo ellos eran capaces de darse cuenta que el gestor de todo eso había sido Naruto pues era él único que se había acercado a ellos sin prejuicios y sin miedo.

 

El fin de semana, en las horas de la mañana Naruto estaba acostado en el sofá frente al televisor, desde la mesa de té empuñaba una mano de bolas de cereal y las llevaba a su boca, ese sería su desayuno, el viejo había llegado después de las dos de la mañana, y no solo eso, no había llegado solo, se levanto un poco para mirar por encima del espaldar del sofá, el tipo de la melena negra y larga aún dormía.

 

— Si que es un pueblo pequeño.

 

El enorme cuerpo el Uchiha mayor reposaba pesado sobre la mesa del comedor, sentado sobre una de las sillas, desde donde Naruto estaba no podía más que ver su enorme melena desorganizada y desprolija todo lo contrario a como la había visto la primera vez, Jiraiya seguramente estaba en su cuarto, estaban profundamente dormidos, sus ronquidos a duras penas lo dejaban escuchar la tv; en un primer momento Naruto pensó en salir de la casa, pero estaba sudado del ejercicio de la noche anterior, había llegado tan cansado que no le habían quedado ánimos ni siquiera para bañarse, y ahora para poder hacerlo necesitaba cruzar justo al lado del Uchiha, y le daba temor, se imaginaba pasando junto a él y siendo agarrado de repente por su enorme mano, puede que jamás contara la historia, por eso había decidido quedarse en el sofá, esa sería su área segura, y en cuanto sintiera que se despertaba podría salir corriendo a su habitación, pero la puerta del dormitorio se abrió de golpe con un enorme estruendo, Naruto del susto grito, lo que hizo que Madara levantara la cabeza al mismo tiempo, despierto por completo, su cabeza se giró de un lado al otro tratando de adivinar donde estaba, Jiraiya aún en las ropas que llevara el día anterior se acerco a él y puso su mano sobre su hombro.

 

— Amigo si que sabes beber.

— ¿Qué fue lo que paso?

 

Naruto observaba medio asustado, medio divertido la escena desde atrás del sofá, entonces los ojos negros de Madara se posaron sobre sus iris azules.

 

— Ni una palabra de lo que sea que hayas visto hasta ahora o hare que el entrenamiento que te a dado Óbito se multiplique.

 

Los ojos de Naruto se abrieron como platos asustados de lo que eso podría significar y lo mucho que le costaría, así que con un leve inclinamiento de su cuerpo le hizo saber que su boca estaba cerrada, y antes de darse cuenta estaba debajo de su cama esperando escuchar el sonido metálico de la puerta principal cerrándose cuando él finalmente se fuera.

 

Cuando por fin vio su vida a salvo bajo de inmediato, encontró a Jiraiya divertido cocinando huevos, aún era mañana y el necesitaba comer para recuperar sus fuerzas.

 

— ¿Que fue eso de “trata de mantenerte alejado de los Uchihas”? antes de que yo pudiera hacer algo tu ya estabas metiendo uno de esos en la casa. —discutía Naruto bajando las escaleras y volviendo al sofá y su caja de cereales— y encima traes al más viejo de todos, “tiene un aura oscura, no confío en él” —trataba de imitar la voz de su tutor— estas mal viejo, muy mal.

— Callate niño, no fuiste tu el que dijo que no debían ser juzgados tan ligeramente.

— Si, lo se, ¿pero por que él? Óbito tambien bebe y es muy buena honda, Itachi y Shisui también, pero no, traes al tipo que está esperando que cometa un error para someterme a uno de sus castigos —Naruto se volteo hacia él, que ya llevaba ambos platos con huevos y salchichas hacia el sofá— ¿sabias que a los que pilla haciendo alguna travesura los hace arrodillarse al lado de su escritorio por horas a cambio de no llamar a sus padres? es un sádico —Puntualizó.

— Jajaja, si menciono algo acerca de eso, pienso usarlo en mi próximo libro —comento mientras metia en su boca una de las salchichas— solo portate bien y estaras libre de todo eso, creeme, me dijo cosas peores.

 

Naruto se quedo sin nada mas que decir, no iba a negar que al entrar en el nuevo colegio, como estudiante nuevo tuviera el propósito de cambiar, pero el error fue que la mayoría de ellos le conocían, sabìan como era, y ni siquiera necesitaba planear nada, Kakashi ya le habìa llamado cuatro veces la atención esa semana, solo una semana; respiro hondo, necesitaba mantenerse en control, dejar de ser participe de cuanta idea loca tenían los muchachos, concentrarse en cosas mas interesantes, o personas mas interesantes como Sasuke, estar sentado a su lado era todo una odisea para su cuerpo, le encantaba observarlo cuando se perdía en la imagen fuera de la ventana cada que perdía el interés en un tema de la clase, o cuando le dejaba recostarse en su espalda para chismosear sus apuntes, o mejor con las excusa de chismosear sus apuntes para así poder oler la fragancia de su shampoo, justo el día anterior Sasuke se había unido a él en el entrenamiento con Óbito, el siempre serio Uchiha le había ayudado con sus entrenamientos por ordenes de Óbito por supuesto, pero le había parecido increíble la forma en que evitaba mirarle, incluso creyó ver en sus mejillas un leve sonrojo; tal vez por eso había terminado tan agotado, había forzado su cuerpo a controlarse ante la imagen sexualisada de Sasuke en su imaginación, completamente sexy, completamente entregado a él, pero no era así, el chico a penas se dejaba hablar, no iba a negar que era muy amable, pero dentro de lo normal, solo que nadie se acercaba él como Naruto lo hacía, tal vez por eso se sentía especial ante sus ojos.

Notas finales:

Gracias por leer, pronto el tercer capitulo...

No olviden dejarme sus comentarios.


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