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Paper Love and Black Heart. por McMaddy02

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Notas del fanfic:

La pareja principal de esta historia está comprendida por Black Hat y Dr. Flug, de la actual serie de cortos "Villainous" creada por Alan Ituriel.

 

Esta es una historia larga (realmente planeo que sea muy larga) los capítulos serán medianamente extensos y el amor se dará de a poco. Aquí ninguno se ama ni se interesa por el otro desde el principio, mucho menos de forma espontánea, el amor no es así. Me gustan las historias con amores más reales y quiero que esta sea una de ellas. El amor se dará de apoco, un beso será un gran paso, no terminará con simple sexo, no me gustan los triángulos amorosos y no todo será amor, habrá sangre y mucho dolor (por supuesto también mucho sexo), pero prometo un final que guste demasiado. Si espera una historia que termine rápido y solo contenga sexo, definitivamente esto no es para usted.

 

Actualizaré una vez por semana sin falta, porque si hay algo que detesto son los fanfics a medias o con muchos retardos. Si por cualquier cosa un retardo ocurriera no será largo y me comprometo a dar un capítulo extra.

 

Sin más que decir espero que sea de su agrado <3.

 

Los personajes evidentemente no me pertenecen, pertenecen a Alan Ituriel el creador de Villainous.

Notas del capitulo:

¡Hola que tal! 

 

Este es el primer capítulo de este largo fanfic titulado "capitulo 1". No tiene un nombre como tal (el resto tampoco lo tendrá) para no entretenerme en eso. 

 

El prólogo describe un pequeño fragmento del una parte lejana de la historia, como una pequeña visión del resultado, después comienza realmente la historia.

 

Sin mas que decir espero que te guste el comienzo. Gracias por darle una oportunidad. 

 

(Los personajes no son mios, pertenecen a Alan Ituriel el creador de Villainous.)

Prologo.

La habitación se encontraba hundida casi por completo en la penumbra. Un par de cortinas aterciopeladas color rojo dejaban entrever levemente la luz de la luna, dando un aspecto sombrío y a la vez elegante a aquél cuarto, mostrando a su vez las siluetas de todo aquello que se encontraba dentro. Una mesa redonda de madera pulida se hallaba en medio del lugar sosteniendo un par de copas de vino a medio servir y una botella casi por completo vacía. Gotas de vino y prendas de ropa marcaban el camino hacia la enorme cama con pabellón de tul negro que cubría sutilmente a dos figuras entremezcladas en las sabanas rojas de seda. Sus piernas cruzadas unas con las otras se movían de forma suave, el sonido de suspiros y gemidos ahogados se escuchaban con cada rose y de vez en cuando alguna que otra palabra inentendible.

 

La bella mirada verde de uno de ellos se detuvo a observar al otro con una sonrisa ladina, satisfecho. No podía evitar disfrutar de su aroma, su calor y su mera presencia, preguntándose a la vez ¿Cómo era posible que a pesar del agitado juego que habían tenido, aquel sombrero siguiera en su lugar como si nada? La bolsa de papel que usualmente cubría las marcas de su rostro había desaparecido desde un principio, su ropa fue lanzada, sus guantes arrebatados y su pequeña melena castaña había sido soltada cuando menos lo había pensado, pero aun así aquel demonio con aspecto de hombre elegante había perdido su ropa pero no la compostura. Aun habiendo mostrado una aparente pérdida de cordura, pasado sus garras y dientes afilados por su piel, rasgándola de forma dolorosa pero tan excitante a su vez, el sombrero y el monóculo seguían en su lugar.

 

Todo era tan injusto, extraño, imprevisto y tan emocionante de la misma manera en la que lo había sido desde un principio.

 

Todo sucedió rápido o al menos así lo había percibido, llegó a ser hermoso y tan doloroso. Pero si cualquiera de ellos tuviera la oportunidad de volver en el tiempo alguna vez, sin duda habrían vuelto cometer los mismos actos y hasta los mismos errores.

 

Capítulo 1.

 

Caminó por los pasillos oscuros de su enorme mansión en forma de sombrero. El tacón de sus zapatos negros elegantes y pulcros retumbó a pesar del suelo alfombrado color carmesí. El dueño de aquel andar se paseó contoneando su larga capa que cubría un aspecto totalmente elegante; una camisa roja, corbata y chaleco que hacían el juego perfecto con su mirada severa medianamente cubierta por un monóculo.

El refinado hombre con bastón y sombrero de copa detuvo su paso frente a una puerta cromada que desentonaba totalmente con la delicada imagen que tenía el resto del pasillo. Sin delicadeza alguna abrió la puerta y bajó bruscamente por los peldaños metálicos de una escalera. Al adentrarse en la habitación blanca una sensación de ansiedad lo invadió por completo, el cuarto se hallaba repleto de objetos en todas las mesas, estantes e inclusive en el suelo; piezas metálicas, artefactos a medio construir y papeles arrugados hacían que el lugar se viera más pequeño de lo que era. La escena que observaba solo la veía unos cuantos días a la semana, sin embargo le parecía exasperante que el individuo responsable fuese tan desordenado.

Sin cuidado caminó entre el desorden rebuscando con la mirada su objetivo para finalmente mostrar una expresión de total disgusto ante aquella imagen. En el fondo de la habitación, un joven con una bolsa de papel en la cabeza se encontraba recostado sobre una mesa medianamente despejada, completamente dormido y estaba aplastando los papeles con los que aparentemente había estado trabajando. El del sombrero levantó ambas manos sobre la mesa y las dejó caer con brusquedad.

-¡Flug!- Gritó a la vez con su rasposa voz.

El joven de la bolsa de papel se despertó gritando, asustado ante el estruendo, pero su miedo creció al encontrarse con la mirada enfurecida de su jefe.

-¿Jefecito?- Preguntó tímidamente, tembloroso por lo que se avecinaba.

-¡¿Tienes idea de la hora que es?!- Preguntó mostrándole un reloj de bolsillo, el artefacto marcaba las cuatro.

-Las cuatro de la madrugada, señor Black Hat.- Contestó inseguro, sabiendo perfectamente que esa no era la respuesta que pedía.

-¡Las cuatro de la madrugada tremendo idiota! debo entregar esos planos por la mañana, debemos grabar los estúpidos videos de orientación por la tarde y aún no has terminado de editar el último. ¡Debemos entregar el VHS mañana temprano y tú estas tomándote el lujo de dormir!- Explicó a gritos mostrando sus afilados dientes. –Quiero que abandones tus estúpidas ideas de descansar esta noche y termines tu trabajo o yo te haré finalizarlo a mi manera.- Amenazó, se dio la vuelta y se dirigió a la salida refunfuñando hasta salir azotando la puerta.

Flug permaneció estático por varios minutos, aun le temblaban las piernas y sentía taquicardias por el susto. Esta vez había tenido suerte, simplemente habían sido un regaño y su jefe había permanecido en una forma más humana. Pero temía que la siguiente vez su vida peligrara si no se daba prisa a terminar su trabajo. Se levantó de su incomoda silla, metálica como todos los muebles en ese lugar, y reordenó los papeles cuadriculados que estaban sobre la mesa para finalmente dedicarse a su labor.

Pasado un buen rato empezó a cabecear nuevamente, se sentía cansado y estresado. No había podido dormir tranquilamente en días, cada vez que se disponía a descansar, más y más trabajo llegaba a él. No dudaba de su lealtad y admiración hacia su jefe, sin embargo siempre había pensado en lo injusto y ridículo que podía llegar a ser con sus peticiones.

Finalmente marcó la última línea en su plano, había terminado el trabajo de ese momento y debía entregarlo de inmediato. Se dirigió lo más rápido que pudo a la oficina de Black Hat. Una vez ahí tocó la puerta con temor.

-Entra ya ¿Qué esperas?- Ordenó desde dentro de la habitación.

El chico entró con lentitud, esperando lo mejor. Su jefe se encontraba sentado tras su gran escritorio, revisando archivos dentro de carpetas con su típico semblante serio y su mueca de disgusto, que se había vuelto más habitual que su sonrisa malvada desde que el trabajo había aumentado. El hombre del sombrero miró a Flug con desinterés y extendió la mano recibiendo los planos que había pedido. Los revisó minuciosamente y al cabo de unos minutos los enrolló y dejó a un lado.

-Lárgate.- Ordenó sin más.

-Si jefecito.- Respondió titubeando y rápidamente salió del sitio.

Al quedarse solo, el del sombrero suspiró pesado tallándose el rostro con la mano. Aunque al ser un demonio su necesidad de descansar era poca, no podía ignorar que se sentía harto de trabajar, maldecía totalmente el momento en el que se le había ocurrido ofrecer un servicio en el que tuviera que vender planes diabólicos además de equipo para realizarlos. No era una tarea que a él le correspondiera, sin  embargo la detestable humanidad que inevitablemente era parte de Flug lo hacía no poder realizar su trabajo exitosamente cuando todo se le encomendaba al mismo tiempo, gracias a eso había tenido que tomar medidas más drásticas, como revisar con detenimiento cada trabajo antes de ser vendido, con el fin de no cometer más errores que lo hicieran perder dinero. Todo aquello lo había llevado a cargarse más de trabajo teniendo que supervisar que su subordinado no se quedara dormido en medio de cada labor. Darle descanso no era opción debido a su apretada agenda.

Black Hat miró el reloj, era aún muy temprano por la mañana pero bastante tarde para todo lo que debía hacer en todo el día. Hastiado, se levantó de su asiento dispuesto a ir por un café bien cargado, por el simple gusto de sentirse con más energía para continuar trabajando. Con la necesidad de no despertar a la molesta chica lagartija que le encantaba causar desastres todo el tiempo, se convirtió en una sombra y llegó en un parpadeo hasta la cocina. Se dirigió hacia la cafetera con la sorpresa de que el café ya estaba preparado y caliente, alguien había estado ahí un segundo antes.

-Está dormido.- Dijo una voz aguda con un tono divertido atrás de él.

Hat se dio media vuelta encontrándose con Demencia sonriente y al lado de un pequeño comedor. En la mesa se encontraba Flug, recostado sobre su brazo extendido que aun sostenía una taza de café caliente, completamente dormido. La chica estaba tomando aire, a punto de pegar un gran grito que Black estaba completamente seguro de no querer escuchar. Rápidamente tomó el café de la mano de Flug y vuelto una sombra nuevamente salió de la habitación, escuchando desde su oficina el grito de ambos retumbar. Les esperaba sin duda un largo día.

Notas finales:

Esto es todo por este capítulo, te agradezco lo hayas leído. ¡Por favor dame tu opinión!

 

El siguiente llegará en corto. 


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