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WAR (DEATH X SHURA) por angeloDivoglio

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Notas del capitulo:

Nuevamente les traigo hasta ustedes un nuevo fic, es de un sólo capítulo pero como siempre espero les guste.


Como muchos sabrán no soy de las que  se les da mucho el romance, pero hay esta mi mayor esfuerzo jeje.


Ya saben cualquier duda o sugerencia haganmela saber por favor. 

caminaba  con dificultad por las escaleras de lo que alguna vez fue un gran hospital,  pasaba casi por encima de los múltiples heridos que descansaban tendidos  el piso en espera de ser atendidos,  todo lucía sumamente gris y triste,  el llanto de los niños  que a gritos pedían a su madre o padre de vuelta, solo servía para romper más con su cordura,  sin embargo lo ignoró, estaba desesperado por llegar a su destino.

volteaba de un lado a otro buscando con gran desespero, sintiendo un gran pesar en su corazón al no encontrar a quien tanto buscaba, continuó caminando entre heridos y muertos, temiendo que al mirar la cara de los ya fallecidos  apareciera la de su amado. 

el dolor por sus propias heridas comenzaba a  cegarlo, pero no se rendiría, no hasta encontrarlo y  poder ver sus ojos una vez más, fueran vivos o muertos.

pero necesitaba verlo. 

el nudo en su garganta crecía, al pasar los minutos que para él se sentían como horas, estaba a punto de caer un gran estado de estrés hasta que por fin le vio ,sentado en el piso,  con una venda en la cabeza y rastros de sangre en el rostro, el labio roto,  y heridas superficiales que descansaban con rastros de tierra.

-     Ángelo.

gritó con euforia y preocupación,  llegando con rapidez a su lado, dejándose caer bruscamente de rodillas, para tomarlo entre sus brazos con fuerza, sintiendo una lágrima resbalar de felicidad al verle. 

- mi amor, estás vivo, - beso un instante sus labios ignorando la gente a su alrededor- estás vivo  mi ángel, estaba tan preocupado, pero aquí estás y yo no podria estar mas feliz. 

la gente los miraba con desaprobación, pero no le importó, estaba con el hombre que amaba, aquel por quien mataria o daría su vida y la única persona que aún le quedaba con vida, nada arruinaría su felicidad al verlo. 

- shura.

fue lo único que pudo decir antes de aferrarse a este con fuerza, correspondiendo  al beso. 

- mi angel, mi querido ángel, por favor dime que no estas solo aqui, por favor dime que el esta contigo, por favor dime qué fue lo que paso. 

la mira de angelo se volvió cristalina y el dolor de su pecho le torturaba más que aquella miserable guerra en la que vivía.

- todos están muertos.

dijo intentando fingir frialdad pero le era imposible, su voz quebrada hacía  notar su dolor.

al escuchar aquellas palabras, el mismo  tiempo que minutos atrás a shura se le hizo eterno, simplemente se detuvo,era como si al escuchar aquella noticia ya nada existiera, por un momento pensó que todo era un sueño, una horrible pesadilla, que su pequeño niño no había muerto,  pero esa no era la verdad, por mucho que quisiera que fuera no lo era; una lágrima  rodó por su mejilla.

- perdon, yo tenía que protegerlo.

shura posó sus ojos negros en los azules de su amado, intentando fingir una  triste sonrisa para tranquilizarlo, para no hacer que se sintiera culpable de algo que no lo era.

- vamonos de aqui angelo, solo vamonos de aqui, me volvere loco de seguir un solo instante en medio de este maldito lugar. 

le costó un poco de trabajo  más aun así angelo logró levantarse del piso, apoyándose en shura, quien más bien parecía que lo cargaba.

sus heridas no eran graves, tardaria horas para que lo atendieran o incluso posiblemente ni siquiera lo harían, había quien la noche anterior tuvieron peor suerte, por eso se fue, por eso y por lo unico que pedia ya en esa vida era  estar a lado de shura, la única persona que le quedaba en el mundo.  


- Angelo, por favor dime como paso necesito saberlo. 

pronunció shura,  mientras limpiaba las heridas de angelo, en lo que alguna vez fue una casa o un hogar para alguien, todo lucia gris, habían pedazos de muebles y incluso de las paredes regados por el suelo,   solo la luz del sol de la tarde alumbraba el lugar, todo estaba tan silencioso que las palabras de shura retumbaron en la habitación.

- no quiero hablar de eso.

angelo le miro  alos ojos suplicándole no  obligarlo a hablar, no podía hacerlo, no quería que las imágenes que se clavaban en su mente como alfileres estuvieran también en la mente de shura,    él era su pareja y tenía que protegerlo de la misma forma que shura haría con el. 

shura asintió con la cabeza, nunca obligaría a angelo ha hacer  algo que él no quisiera.

sin embargo, dentro suyo  su corazón sufría, necesitaba saber aunque fuera como fueron los ultimos momento de aquel hermoso niño que aunque no fuera su hijo,  le llamaba papá.

era el hermano menor de angelo, mas él estuvo desde el día de su nacimiento a su lado,  solo el y angelo le cuidaron como sus padres, quienes trabajaban  la mayoría del tiempo lo debían cuidar, el fue testigo de sus primeros pasos, su primera palabra, incluso en su primer dia de clases, el mismo lo  llevo en motocicleta hasta la puerta de su escuela, despidiéndose con un gran abrazo,deseándole lo mejor,  no importaba que no llevara su  sangre, él era su hijo y nadie diría lo contrario solo el y angelo le hacían sentir  que por un solo instante tenía la familia que siempre soñó, aquella que le arrebataron a abandonarlo en un orfanato.

sin embargo el destino nuevamente se reía de él a su espaldas, porque por culpa de aquella guerra sin sentido, aquel niño había muerto. 


los días continuaron pasando  y aunque ambos sentían aquel pesar en su corazón tenía que seguir, ya solo se tenían el uno al otro y aunque fuera por el amor que  se tenían lucharian hasta el final.

más su lucha era verdaderamente terrible,   tenían que pelear contra el hambre que todo el tiempo atacaba la ciudad donde se encontraban, o contra el frío infernal de las noches que anunciaban que pronto vendría el invierno, más su peor enemigo de ambos, no solo eran ellos o los soldados, o las bombas  que caían cual lluvia, si no era su  propia mente. 

a medida que pasaban los días, convirtiéndose en meses, angelo comenzaba a cambiar por completo, durante el dia sonreía, como si nada pasara, como si la guerra no existirá, como si el mundo estuviera bien, para convencer a shura que el mismo estaba bien, pero por las noches, cuando  lograba conciliar el sueño las terribles pesadillas o más bien recuerdos de aquella noche invadian su mente torturandole hasta el amanecer. 

y shura ya no podia mas con eso, no podía  soportar el hecho que el hombre que amaba sufría y él no sabía cómo ayudarlo, no sabía ni siquiera qué era lo que veía, ya que cada vez que le preguntaba angelo, este evadía el tema.

más shura no se rendiría, haría hasta lo imposible para salvar a su ángel de aquel infierno. 

aquella noche, como siempre tuvieron que dormir en el primer refugio donde llegarán antes del toque de queda, esta vez había sido una  en un pequeño albergue dentro de una escuela,  se encontraban acostados lejos de todos,en un salón totalmente aparte, tumbados en  un catre lo suficientemente grande para ambos.

angelo dormía en el pecho de shura, siendo abrazado por este, quien aún se encontraba despierto, sabía lo que pronto se aproximaba. 

sabía que pronto los sueños de su amado se convertirían en una terrible pesadilla donde la culpa por no haber salvado a su hermano le torturaria  por completo.

angelo comenzaba  moverse bastante, pronunciando somniloquios pidiendo perdón a su pequeño hermano, e incluso esa noche también algunas lágrimas le acompañaron.

- ya no puedo mas mi angel, ya no puedo puedo verte sufrir, sin tan solo me dejaras ayudarte.

le susurró shura, abrazándolo con más fuerza, al tiempo que acariciaba su cabello.

-  te amo, mi angel, por favor, tranquilizate ya.

sentenció besando su nuca comenzando a tararear  la tonada llamada  long,long time ago de javier navarette, conocía angelo desde pequeños, siempre estuvo a su lado, en todo momento, y él era el único que sabía   que aquella tonada aunque fuese de una antigua película era lo único que le hacía descansar tras alguna pesadilla, siempre fue así y esa noche no fue la excepción.

se quedó algunos minutos en esa posición, siguiendo entonando aquella melodía, sintiendo un poco de calma al saber que su ángel  dormirá bien lo que resta de la noche, sin embargo algo le seguía preocupando, no podia mas con la idea  de que angelo sufriera en sueños y fingiera una sonrisa como si nada pasara despierto, esta idea  había pasado varias veces en su cabeza, he incluso ya había encontrado una solución para distraerle, pero aun faltaba tiempo, no la tenia lista.

- si me voy ahora mismo, tendré alrededor de 7 horas para apresurarme, si lo hago rápido terminare antes de que el despierte. 

pensó decidido, levantándose con lentitud del catre intentando no despertar a angelo, acariciando y besando el cabello de este una vez, mirando  su reloj eran las 2 am, y era peligroso salir pero el haria eso mas  para ver a su pequeño ángel sonreir. 

el reloj marcaban las 9, angelo aun dormía, abrazando su almohada, shura había terminado estaba a punto de despertarlo, pero decidió admirarle  unos segundos, viendo como los rayos de sol iluminaban su  rostro, y como abrazaba esa almohada con ternura.

- tu nombre te queda perfecto, mi angel haré lo que sea para volver a verte sonreír, aunque sea lo último que haga...

susurro buscando su vieja camara instantanea, tomándole una foto,la cual sacudió y  miró una  vez más  guardandola en un pequeño sobre, dentro de su mochila, donde habían muchas fotos más. 

sin más por fin decidió acercarse a angelo sentándose a su lado. 

- hey!, hey! despierta dormilón.

le movió despacio, sonriendo al verle abrir con lentitud aquellos ojos azules,que le recordaban lo hermoso de la.oscuridad de Noche.

- Shura,  ¿ que pasa? Aún tengo un poco de sueño

Contestó tallando su ojo, el cual luchaba por no abrirse. 

- Me encantaría dejarte dormir pero -sonrió aún más acariciando la mejilla de su amado-. Tengo una sorpresa para ti,  ven conmigo por favor. 

Angelo le miró aún adormilado, asintiendo  con la cabeza comenzando a levantarse de aquel catre, colocándose su chaqueta de cuero negro, y tomando la única mochila que le quedaban con sus cosas personales, comenzando a seguir a shura a fuera del lugar,Llegando a un salón desocupado, en el cual entraron topándose con una manta blanca perfectamente acomodada para no poder saber qué había debajo de ella. 

- Angelo,  por favor quiero que cierres tus ojos. 

Susurró a su oído, tomándole  de la cintura, besando consecutivamente el cuello de Angelo, haciéndolo estremecer.

- ¿Que hay ahí que te tiene tan cariño? 

Preguntó juguetón sintiendo su cuerpo erizar,  mientras shura un poco adormilado y víctima de la emoción del momento continuaba besando su cuello, más no sólo ya hacía eso, si no también sus manos traviesas, comenzaban  meterse sutilmente dentro de su ropa, rozando su piel con las yemas  de sus dedos. 

- una sorpresa que se que amaras,  aunque igual no se si  darte la sorpresa después y continuar con lo que estoy haciendo.. tendre pensarlo. 

Angelo se quejó un poco, al sentir como shura tocaba su cuerpo, mientras convertía el espacio que aún quedaba entre los glúteos de Angelo y su entrepierna en un espacio nulo, mordiendo su hombro.

- quita la manta, o me voy a arrepentir.

Ordenó sin dejar de hacer lo suyo, a lo que angelo obedeció con Un poco de dificultad, quedando en shock al  ver lo.que tenía frente suyo. 

- Gracias shura.

Dijo con dificultad sintiendo como las caricias de su amado se detenían un momento para abrazarlo por la cintura.

-  perdoname, no queria darte la sorpresa asi, pero tiene tanto tiempo que no te toco que de esa forma que no pude  aguantar mas, perdon,  y bueno se cuanto amabas aquella motocicleta, así que después  de accidente fui por ella e hice hasta lo imposible para repararla, sólo con la ilusión de volverte a ver sonreír mientras la manejas.

¡ POR FAVOR  MI AMOR, SONRÍE PARA MI!...

susurro aquellas palabra en el oído de Angelo,dándole las llaves en la mano,sintiendo  como este se daba la vuelta, besándolo con ternura.

Para después aferrarse en el en un abrazo, tan fuerte y  cálido, que parecía como si quisiera fundirse con él en ese mismo instante.

-se que ahora mueres por dar una vuelta en ella,  vayámonos , aunque no por eso te salvarás que te devore como no lo he hecho desde hace tiempo. 

Angelo asistió alegre  con la cabeza  subiéndose en la motocicleta  con euforia, disfrutando al escuchar el rugir del motor al prenderla. 

Apenas espero que se abriera la.puerta   para  sacar su motocicleta parando únicamente para esperar subir a shura con sus cosas detrás suyo.  

Después aquello todo quedó atrás manejó tan rápido como  pudo alejándose  con prisa de  su triste ciudad, llegando a una carretera que pasaba en medio de un bosque, un lugar hermoso que aunque fuera corto, la guerra no existía ahí, los tanques  o cualquier soldado evitaba pasar por ahí, era  un camino que no les interesaba y  la gente no se adentraba al bosque por lo lejano de ser de la ciudad, de la guerra llegar hasta ahi, no tendrian ayuda cercana, por eso optaban  por seguir en la ciudad.

Era el único lugar en todo ese maldito país donde encontraba paz, sonrió un poco al recordarse  a el y shura, de niños, explorando el lugar, descubriendo no sólo plantas y animales nuevos para ellos sino también el amor que le tenía a shura y este a el, fue en ese bosque cuando años atrás mucho antes de la guerra  se declararon su amor, y al sus cuerpos volverse  maduros, se unieron por primera vez. 

habían vivido tantas cosas lindas ahí, que no podía evitar recordarlas con alegría y nostalgia. 

Se encontraba en silencio, disfrutando de sus recuerdos y del  aire frío golpear su rostro,  todo parecia tan perfecto, hasta sentir  las manos a shura nuevamente tocar su cuerpo. 

- shura, ¿ que estas haciendo?, es peligroso. 

Pregunto, sintiendo su cuerpo estremecer a shura al sentir como shura mordía  su cuello, metiendo su mano en su pantalón acariciando  su sexo.

- tu aroma, es exquisito. - sonrió respirando en su cuello-  mi angel ¿ no te trae recuerdos este lugar? .. nuestro primer beso, nuestra primera vez juntos, yo recuerdo claramente tu hermosos gemidos, y tus dulces labios… mi ángel no  te distraigas, sigue manejando, y mira adelante,  no quiero que te pase nada, pero tampoco  puedo aguantar  más, tú sólo sigue y confía en mí. 

su voz era suave y seductora, era imposible negarle cualquier cosa, y sus acciones daban a notar la urgencia que sentía por tocar el cuerpo de su amado, por lo cual con una sonrisa  y divirtiéndose por aquel acto tan peligroso, aceptó disminuyendo la velocidad notablemente, para poder alzar un poco la cintura  sentándose en la entrepierna de shura, cediendo de cierta forma su lugar.

Movió con lentitud su cintura hacia adelante y atrás, estimulando a shura, escuchando tímidos sonidos de placer  causados por su comportamiento.

Sin embargo el no se quedaba atrás, su corazón también  latía con fuerza y su  cuerpo comenzaba  a aumentar su  calor.

Trago un poco de saliva con dificultad, remojando sus labios, intentando no perder el control de la motocicleta, más su cabeza comenzaba a nublarse, los.movimientos que shura   hacia con su sexo, lo sumergían cada vez más en un abismo del cual disfrutaba caer. 

Si tan siquiera darse cuenta, comenzó a aumentar la velocidad, dejando de escuchar todo, incluso el aire   Que golpeaba su cuerpo por extraño que pareciera solo escuchaba la respiracion de shura, en su hombro.

sus ojos comenzaban a  pelear por estar cerrados por causa de su excitación,  ya no podía, aquello se  estaba saliendo de control, ni siquiera le importaba estar en la motocicleta. 


- Angelo, no puedo más, no estamos lejos de aquel lugar llévame hasta ahí. 

Fueron las palabras de shura las que lo hizo caer  la realidad. 

Dándose cuenta lo rápido que iba y lo agitado que estaba su cuerpo. 

Con gran dificultad, asintió con la cabeza, intentando recuperar el aliento, y sin más salió del camino, manejando con destreza dentro del bosque, llegando en  algunos segundos  a una cueva, al lado de un lago, un lugar sumamente hermoso, apagando la motocicleta dentro de esta.

- mi ángel, Perdóname, creo que no he dejado que disfrutarás tu viaje, pero tiene tanto tiempo que no he tocado  tu cuerpo, que me he perdido en el. 

Dijo shura bajando de la motocicleta, tomando a Angelo de la mano,  haciéndolo seguirle hasta las  rocas, acorralando  contra estas pero deteniéndose un instante para mirar esos ojos que tanto amaba, los cuales en ese instante volvían a tener un poco de ese brillo que tanto los caracterizaba.

- te amo

 le dijo besándolo nuevamente acción que angelo recibió con agrado, correspondiendo igual, comenzando a despojar al peli negro de su ropa con lentitud..

quedando en pocos minutos  totalmente desnudos, usando su ropa como mantas sobre el suelo.

su urgencia era grande lo admitían, más no arruinaría el momento.

así que con dulces besos y suaves caricias comenzaron aquella danza no solo se juntaban sus cuerpos sino sus almas, shura recorría el cuerpo de angelo con la yema de sus dedo, como si de un muy frágil mapa del tesoro se tratara, y angelo correspondía aquellas caricias con ligeras marcas en el cuerpo de shura, gimiendo con placer tras cada embestida que el le brindaba. 

el momento no podía ser más perfecto para ambos.

-  mi angel, por favor, nunca borres tu sonrisa, hazla lucir para mi. 

dijo con dificultad shura, acariciando la mejilla de angelo, mientras continuaba con sus últimas embestidas.

-  nunca la borraría, tu eres mi unico motivo para sonreir. 

respondió mirando  los ojos negros de shura, mirando tambien como gotas de sudor resbalan por su cuerpo perfectamente marcado.

- te amo shura.

dijo sintiendo como su cuerpo  se comenzaba a contraer, acercandolo mas al tan placentero orgasmo. 

duraron algunos minutos más, antes de que ambos terminaran rendidos, tendidos en el piso, besándose con tranquilidad, disfrutando de la hermosa brisa que entraba en la cueva, junto con los sonidos de los pájaros y el mover del agua del lago que tenía enfrente. 

Pasaron algunas horas más dentro de  la cueva, no les apetecía regresar y  encontrar con el mismo panorama gris y triste que la guerra causaba. 

Y aún que bien sabían de lo peligroso que el bosque podía ser no importaba, aunque una manada de lobos les atacará, creían saber cómo defenderse. 

- Angelo. 

Dijo shura dejando de mirar el lago que tenían enfrente,    para tomar la mano de angelo, y mirarle a los ojos.  

-¿si?

Respondió Angelo aceptando la acción entrelazado su mano con la de shura. 

- yo - continuó shura deteniéndose un poco  pensando cada palabra-  prometí cuidarte de todo y de todos, pero hay alguien de quien no puedo protegerte y es  de ti mismo. 

Angelo le mira sorprendido, más  no dijo  nada, únicamente  dejó a shura hablar. 

- últimamente, has tenido bastantes  pesadillas, y aunque   es normal por  la situación  en la que vivimos, no puedo  soportar que también sufras en sueños… así que te pido por favor. Que me digas  que puedo hacer para que eso pare, quiero ayudarte pero no se muy bien cómo,  o tal vez - guardó silencio unos segundos remojando sus labios y continuó-    ¿lo que pasa es que   te sientes culpable  por la.muerte  de tu hermano.? Si es eso, quiero que entiendas que no es tu culpa,  sólo de esta puta guerra - sus palabras se  llenaron de odio-    que nos ha arrebatado todo,  nosotros no pedimos esto, lamentablemente  es lo que nos han dado… pero aún así tienes que saber que aunque hubieras estado ahí  no hubiera  podido hacer nada…  no  es  tu culpa. 

Angelo suspiro con fuerza, sin soltar la.mano de shura, más sin embargo desviando su mirada rumbo al  lago. 

- yo - contestó-  entiendo que no es mi culpa, pero no es la culpa  lo que me hace tener pesadillas, pero  sabes que no quiero hablar  de eso, no quiero arruinar este momento. 

shura se levantó del suelo, tenia rato que se ambos se habían vuelto a vestir, así que solo miro  a angelo enojado, se había esforzado bastante para lograr aquel momento pero no permitiría que angelo siguiera evadiendo la situación.

- angelo,  ya estoy cansado, necesito que me digas que paso ese dia, quiero saber como fueron las cosas,  no puedo seguir dejando que te guardes todo tu solo, déjame compartir al menos tu sufrimiento.  

angelo se levantó  igualmente, mirando a shura a los ojos.

- no shura, no necesito que hagas eso por mi. 

contestó de forma firme  y cortante comenzando a caminar rumbo al lago, más fue detenido por shura, quien tomándole del brazo le obligó a mirarle nuevamente. 

- por favor déjame ayudarte, mi angel, mi amor, por favor dime que paso,necesito saberlo, sabes que él era mi niño, y aunque no tenía mi sangre, aunque fuera tu hermano, era mi hijo, mi familia, no me niegues esto, por favor. 

un nudo se formó en la garganta de angelo al escuchar la voz entrecortada de shura, pensando que guardarse aquello  le hacia mas daño a shura que a él.

- esa noche - respondio despues de algunos segundos y tras un gran suspiro de resignación-   mi padre me había dicho que había logrado  que mi hermano y yo fuéramos de polizones en un barco para salir del.país, mas yo le  dije que no me iría sin ti, tuvimos una gran pelea,  pero lo que a él le dolió es  el hecho que mi hermano dijo que no se iría sin “ papi  shura”  - detuvo nuevamente sus palabras  evitando no llorar- nunca se había atrevido a llamarte así frente a nuestro padre, hasta el le tenia un poco de miedo, pero en aquel momento…

guardó silencio una vez más, cerrando sus ojos  y bajando ligeramente la cabeza recordando aquel momento.

- shura hubieras visto sus ojos, estaba verdaderamente enojado, furioso más bien,no le importo  que mi padre escuchara que te había llamado papi, el se comporto como todo un hombrecito,fue firme ante su decisión e incluso le dijo a nuestro padres que solo eran su padre   por nombres, porque su verdaderos padres  eramos tu y yo. 

abrió sus ojos nuevamente con una sonrisa nostálgica,mirando a los ojos a shura. 

- después de aquello, mi padre lo ignoro comenzando a pelear solamente conmigo, me echaba la culpa de todo, y yo no soporte mas y simplemente me fui, tome la motocicleta y me marché a buscarte, necesitaba estar contigo decirte lo que había pasado, el aun me alcanzó a gritar por la ventana que te pidiera que vinieras a llevarnos contigo, y yo  solo le dije que sí  y me fui, mas no alcance tan siquiera a prender la moto cuando las alarmas comenzaron a sonar, y una bomba cayó de la nada,   frente de mi pero esto no fue lo que me hizo quedar inconsciente y en el hospital   aún después  de eso logré levantarme  y corrí a buscarlo y lo encontré entre los  escombros, bañado en sangre, con el brazo roto.. pero aun con vida...,  al verme sonrió, lo extraño es que a pesar de eso estaba feliz, en su manita guardaba aquella fotografía donde estábamos  los tres, junto con el conejo de felpa que le regalaste, a pesar de su brazo roto, los abrazaba con fuerza, como pude lo tomé en mis brazos y lo abraze.. sabia que moriria pero intente decirle que eso no pasaría, que llegaríamos al hospital más cercano.. 

detuvo sus palabras  de golpe tomando un poco de aire, continuar con aquel relato le costaba bastante, ya el el dolor que sentía en su pecho era totalmente asfixiante sin embargo continuo. 

- pero el solo negó con la cabeza, y miro la foto que tenia agarrando con fuerza en su manita…

“papi angelo,  ¿papi shura tardara en llegar?  prometió enseñarme a pescar y a dar una vuelta con ustedes en el bosque,  espero no tarde, ya quiero abrazarlo…  y ya quiero irme con ustedes”

dijo eso con dificultad, era claro que estaba desvariando, o eso creí, era un niño fuerte sabia soportar el dolor, sin embargo lo  más lo que terminó por destrozarme  fue cuando  por fin comenzó a llorar, y aferrándose  mas a mi,

no quiero morir, papi angelo , no quiero morir por favor, no quiero, quiero crecer y que ustedes sean mis padres, quiero ser su hijo y que tengamos una familia, por favor, no quiero morir.

repetía esas palabras una y otra vez,  comenzando  a llamarte desesperadamente… y antes de que pudiera llegar muy lejos, se desvaneció en mis brazos, soltando el conejo de felpa.

El rostro de shura había cambiado por completo,  sus ojos comenzaban a ponerse cristalinos pero evitó a toda costa  llorar. 

- solo tenía 8 años maldita sea, era un niño que no merecía esto, un niño  que  me llamó papá, y yo no pude protegerlo… él confían en mi, ¿dime shura como podrias tu continuar sabiendo eso?  Por que te juro que yo le e intentado de todo y nada me ha servido….

Shura guardó  silencio ante aquellas palabras, no sabía cómo responder, su mente estaba en shock, no podía ni siquiera moverse, aquello era demasiado para el. 

- perdoname shura. - continua angelo después de algunos minutos de silencio-  eso era por lo que no quería decirte nada, era bastante con que yo lo cargara.. perdoname en verdad, pero gracias por querer ayudarme, todo esto, la moto, el viaje, lo que hicimos dentro la cueva, todo lo has hecho por mi y lo agradezco tanto.

sentenció angelo alejándose de shura caminando   rumbo al lago, quedando frente a este, respirando con profundidad, intentando controlar todas las emociones que  guardaba dentro de él.

alzó su mirada un instante mirando al cielo, fingiendo una sonrisa, sintiendo de pronto como unas manos rodeaban su cintura, y unos suaves labios besaban su mejilla. 

- perdoname tu ami - dijo shura en un susurro- no pude salvar a mi familia, yo nunca tuve que haberme separado de ustedes, por mucho que tu padre  me odiara, yo tenía que estar ahí para salvarlo,  te juro que si pudiera  daría mi vida para que él estuviera aquí…  pero no puedo, lo que sí puedo hacer, es jurarte que aunque me cueste la vida, yo lucharé por ti, dare mi vida por ti, matare incluso por ti…   claro por ti y por él,por su recuerdo  seremos la familia que  quería, nos largaremos de este lugar, y viviremos juntos, en nuestra propia  casa,  tendremos una vida excepcional,  todo será perfecto lo juro.

De los labios  de Angelo  una sonrisa se formó al imaginar aquella escena, imaginando también  a su pequeño hermano en medio de ellos dos, durmiendo  cansado de  jugar tanto. 

- suena maravilloso…

dijo en un susurro, sin quitar esas imágenes de su cabeza.

- ¿angelo?

susurro shura, haciendo que este abriera los ojos dando la vuelta al sentir como  el de pelo negro se arrodillaba frente a él, sacando un anillo  de su bolsa.

- ¿quieres casarte conmigo?.

los ojos de angelo se abrieron fuertemente, estaba sorprendido. 

- no solo - continuó shura- tu padre logró  averiguar como salir del pais, yo tambien pude hacerlo,  solo es que tomemos nuestras cosas y nos marchemos al llegar la madrugada, por eso pido que te cases conmigo y dejes que lo que dije hace un momento se vuelva realidad,  de ahora en adelante solo intenta que en tu mente solo se proyecte eso, solo enfocate en  la vida que tendremos,  lo demás, aunque duela tiene que quedar atrás.

angelo asintió con la cabeza,arrodillándose frente a shura, para besarlo tiernamente. 

- claro que acepto, pero por favor vamos de aquí shura y hagamos ese hermoso sueño realidad.  

fue lo único que pudo decir mientras se colocaba aquel anillo en el dedo.

después de aquello  tomaron sus cosas para regresar al refugio, tenían que estar seguros hasta llegar la hora indicada, como tambien tenian que conseguir provisiones para el camino.

sin embargo al llegar  a la ciudad todo estaba en  silencio,  y aquello no era una buena señal, especialmente porque solo faltaba una 30 min para que comenzara a oscurecer

con gran sigilo, guardaron la motocicleta, en un lugar que nadie podría encontrarla, llevando consigo únicamente su mochila con  y una pistola que cargaban siempre, comenzado a escabullirse  para llegar con un conocido que les daria las provisiones necesaria, después de eso irían a un refugio subterráneo no muy lejos del lugar, sin embargo solo llegaron en a su primera parada,  las cosas marchaban mal, no creía poder seguir avanzando, tras cada paso que daban  los soldados enemigos se incrementaban.

- shura,  es peligroso regresar, pero tampoco podemos seguir,pero si no mal recuerdo  el orfanato donde creciste, está a solo una cuadra de aquí, si corremos podríamos llegar ahí, es un lugar grande y aún  no ha sido destruido,  sería difícil que nos encuentre.

dijo angelo,  en voz baja, mientras miraba  como shura se encontraba tenso sin despegar la vista de unos soldados que estaban solo a unos cuantos metros de ellos.

-  está bien, vayamos. 

dijo shura decidido levantándose ligeramente del piso, saliendo lentamente de atrás del contenedor de metal donde se encontraban,  esperando cruzar la calle, si llamar la atenció.

mas fue inútil, por mucho que intentara no hacer ningún ruido, el sonido de una roca al ser pateada por error llegaron a los oídos de los soldados, quienes rápidamente alzaron sus armas, apuntando a shura,  apretando el gatillo disparando  a matar.

-  shura 

grito angelo,  levantándose de donde se encontraba, corriendo y usando su cuerpo para derribar a shura, salvandole de la lluvia de balas que le esperaba,  sintiendo un  dolor punzante causado por unas de las balas, incluso sentía como la sangre comenzaba a brotar, mas ignoro aquello, levantándose inmediatamente tomando a shura de la mano, obligándole a correr detrás suyo, evitando ambos las balas que los perseguían sin descanso..

continuaron corriendo  hasta llegar al orfanato,  escondiéndose en una de las tantas aulas, la noche había llegado, no podían  ver nada, ni siquiera la gravedad de la herida de angelo y no podían prender ni siquiera una vela o algo ya que el lugar estaba rodeado de soldados enemigos, quienes con  prepotenci y agresividad entraban a las casas vecinas, disparando sin compasión, matando a todos aquellos que  se interpusiera en su camino. 

- perdoname, en verdad perdoname mi angel. 

repetía una y otra vez shura, intentando con desespero parar la sangre en la  oscuridad.

- deja de pedir disculpas,  lo importante es que estas vivo, y aún puedo soñar con esa vida que me prometiste yo estaré bien, la sangre está parando, ya encontraremos ayuda al salir del país, ahora tenemos que estar tranquilos. 

le  dijo angelo tomando su mano, intentando calmarlo aún más intentando soportar el dolor de lo que parecía ser no una herida muy seria pero si dolorosa. 

-  solo será unas cuantas horas ¿ no?, podré soportarlo, después de esto tendremos nuestra vida juntos.  

shura solo asintió con la cabeza, quitándose su chaqueta para ponerse a angelo después de notar que la sangre paraba.

la situación  fuera del lugar era alarmante,  los soldados enemigos tenían control total del lugar, podían escucharse gritos  y disparos por doquier, parecía que en solo algunas horas el enemigo tenía control total del lugar, la hora  pactada con aquel que los sacaría del país estaba próxima a llegar y no podían salir. 

- tenemos que irnos ya si no el se ira, y  perderemos nuestra oportunidad de salir de este maldito pais. 

pronunció shura, mirando su reloj con la luz del fuego que ocasionaba al quemarse la casa frente suyo. 

- shura,¿escuchaste eso?

dijo angelo en un susurro, al escuchar el sonido de un bebé llorando no muy lejos de donde se encontraban.

shura solo asintió con la cabeza,tomando el arma y  acercándose a donde venía aquel ruido que solo era unas cuantas habitaciones lejos de ellos. 

- por favor, callate, llamarás la atención, mi amor guarda silencio, mamá está aquí, mamá que protegerá pero calla mi amado mei.

vio a mujer que  desesperada intentaba calmar a su hijo,  en brazos un niño que no tendría más de unos cuantos meses de nacido. 

- por favor no nos lastimes, no he comido en días y no tengo leche para darle a mi niño, por eso no puede guardar silencio, pero  intentaré que se calle, así que no nos lastimes.

suplicó la mujer al notar la presencia de shura  en la habitación.

- ¿como has dicho que se llama tu hijo.?

fue esta vez  angelo quien habló, al estar tras de shura, para ahora comenzar a caminar rumbo a la mujer sacando una manzana de su mochila, para dársela a aquella mujer. 

- mei,  su nombre es mei. 

dijo la mujer tomando la manzana y comenzando a devorarla, sin embargo angelo solo sonrió con nostalgia, pidiendo a señas a la mujer permiso para cargar al bebé, la cual aunque tuviera desconfianza, lo permitió, notando como su bebé guardaba silencio al angelo cargarlo en brazos. 

- mi hermano se llamaba igual. 

pronunció finalmente sin dejar de ver al niño, el que por un momento hizo que ni siquiera el dolor de su brazo importara, aquella mujer  estaba sorprendida con la facilidad que su  hijo  se tranquilizó con aquel extraño. 

- angelo, tenemos que irnos.

sentenció shura, mirando por la ventana la oportunidad perfecta para escapar, los soldados enemigos comenzaban a disminuir  de aquel lugar, si se apresuraban tendrían posibilidades de huir. 

- adiós bebé, cuida a tu mamá.

fueron las palabras de angelo al regresar al bebé a su madre, sacando unas cuantas cosas más de su mochila para dárselas a la mujer. 

- perdona, no es mucho, pero de algo te tendrá que servir, por favor cuida bien a tu bebé.

- ¿ustedes son pareja? 

preguntó la señora sin apartar la vista de ambos,  a lo que shura solo contesto que si. 

- muchas gracias, en verdad muchas gracias.

agradeció la mujer recibiendo una cálida sonrisa de parte de ambos, para verlos salir por la puerta.

shura no dijo ni una sola palabra de lo sucedido, solo recordaba como angelo era el único en poder calmar a su hermano, cuando lloraba siendo un recién nacido. 

la huida les estaba costando bastante, a cada paso que daban no solo encontraban soldados enemigos, sino también múltiples cuerpos sin vida tirados por doquier,  aún así estaban a punto de llegar a su motocicleta, su única oportunidad de escapar estaba ya a solo unas cuantas cuadras. 

todo parecía tan tranquilo en aquel lugar, solo habían dos soldados custodiando la zona, no serían difíciles de evadir. 

estaban a punto de llegar a su motocicleta, cuando un fuerte y lastimero grito les hizo voltear hacia atrás, para ver cómo dos soldados atacaban a una mujer, golpeándola sin compasión, mientras está cubría con su cuerpo un pequeño bulto.

- angelo 

gritó shura , al ver como este salía de su escondite con la pistola en mano, comenzando a disparar a aquellos soldados, arrebatándole la vida a uno, lastimando gravemente a otro,  mismo que intentando defenderse, comenzó a disparar sin descanso,quedandose  sin municiones muy rápido, angelo sobrevivo a todas esas balas, ocultandose tras un trozo de un edificio que había caído muy cerca de el.

shura solo le miraba con preocupación, deseoso de ir a su lado, pero no podía hacerlo, no podía salir de aquel lugar, ya que no tenía ningún arma para defenderse y si una bala llegaba a impactar su cuerpo, todo hubiera sido inútil.

mas eso no quedo asi, el soldado no aceptaría perder tan fácilmente, usando su última fuerza, se  acercó angelo, sacando una pequeña pistola, mas al angelo intentar disparar primero, noto que no solo el soldado se quedó sin balas, su corazón latió con fuerza, sintiendo que pronto moriría.

más shura salió de su escondite derribando a aquel soldado, haciendole perder su arma, luchando contra el cuerpo a cuerpo para defender a su amado angelo,  uso toda sus fuerza, todo a su ira, y tras cada golpe que daba una imagen de su pequeño le venía a la mente, mas no solo eso, sino imágenes  de cómo habían sido las cosas antes de esa guerra sin sentido.

su mente se desconecto, ni siquiera noto cuando había matado al soldado, ni cuando había terminado manchado de su sangre, en ese instante su mente se desconectó por completo.

más fue el sonido del bebé llorando y de angelo yendo a su lado, para auxiliarlo los que le hicieron regresar al momento actual. 

- shura, tranquilo, ya esta muerto. 

le dijo limpiando su sangre, mirando que no tuviera ningún daño, para después acercarse al bebé, observando que aquella mujer que se encontraba herida en el suelo, era la misma mujer que encontraron instantes atrás en el orfanato. 

- perdonen esto, pero les he seguido para suplicarles que se lleven a mi bebé, les escuche desde que llegaron al orfanato,les escuche que saldrán del país, también  pude notar que entre ustedes hay un gran amor, por eso acepten mi súplica, cuiden a mi pequeño mei, conmigo no sobrevivirá mucho tiempo, denle por favor la familia y la tranquilidad que yo no le puedo dar. 

angelo miro a shura, esperando una respuesta de este, mientras ayudaba a la mujer a levantarse, viendo que le costaba hacerlo, aquellos soldados la habían lastimado de manera brutal, de intentar huir por su cuenta no llegaría lejos. 

- por favor. 

volvió a suplicar la mujer, estirando a su bebé, ha angelo, quien lo tomo entre brazos, esperando la respuesta de shura, quien  solo camino hasta el, mirando al bebé, sonriéndole con ternura acariciando su mejilla

- ¿cuál fue el dia de su nacimiento?  

preguntó shura a la mujer quien mostrando un rostro de alivio, suspiró, agradecida.

- nació el día  del último bombardeo.

shura sonrió con nostalgia, tomando al niño en brazos, siendo  consciente que ese día su niño había muerto. 

- tranquila, nosotros lo cuidaremos, le daremos una familia lo juro. 

la mujer se acercó a ellos rodeandolos con sus brazos totalmente agradecida, miro a su hijo una última vez dispuesta a despedirse, mas fue imposible, los disparos que angelo había provocado momento atrás había llamado la atención de los soldados enemigos, quién se escuchaba pronto llegarian. 

por lo que tuvieron que marcharse, shura manejaba la motocicleta y angelo cargaba al bebé en brazos, mientras a lo lejos una lluvia de balas se escuchaba, al voltear atrás solo pudieron ver el  cuerpo de aquella mujer  cayendo al piso. 

no hablaron durante todo el camino, todo ese dia habia sido crucial en sus vidas, pero por fin estaban a salvo, se encontraban arriba de una pequeña lancha, la motocicleta tuvo quedarse atrás, mas no importaba, estaban con vida  lo demás estaba de más. 

- supongo que mi niño, no quiso quedarse atrás, en verdad el quería que fuéramos sus padres o tal vez todo sea una hermosa coincidencia. 

por fin pronunció shura, estando sentando en el piso junto a angelo, quien arrullaba al bebé para que durmiera. 

- no lo se, solo  se que todo va a cambiar, estoy seguro de eso. 

angelo tomó la mano de shura besándola para después entrelazarla con la suya recargándose en su hombro dispuesto a dormir un poco, sabiendo que por después de tanto tiempo por fin descansaría de todo.

tres años pasaron desde entonces  y aunque las cosas no fueron fáciles, lograron sobrellevarlas

La guerra en su país aún no terminaba, así que tenían que seguir  como  refugiados en un país ajeno al  que tenían que adaptarse,pero no todo era malo.

A veces había días que  podían  disfrutar de todos los beneficios  que les traía estar en aquel país, como el poder estar  relajado sin miedo  que alguna bomba o algún ataque les golpe desprevenidos.

Así como aquel día, Angelo estaba recostado en  el pasto debajo de un árbol  en un hermoso parque, mirando a unos cuantos metros  como shura jugaba   con el pequeño mei,  corrían se columpiaban, no podían estar quietos un sólo segundo, en verdad lucían felices.

Suspiro un momento al verlos así sonriendo y recordando aquellos días similares  con su hermano, más este recuerdo no le llenaba de dolor, ya no; sólo lo veía como un hermoso momento  que quedaría en su mente por siempre.  

- ¡Papi Angelo!

Fue aquel grito eufórico el que les hizo volver la vista a shura y a mei, que alegre corría hasta  Angelo, saltando para abrazarlo, quedándose abrazado  en su pecho, donde comenzaba a preguntarle si  había visto todo lo que instantes atrás  había hecho con su papi shura.

Duró algunos minutos así, platicando con alegría y euforia y con ese hermoso tono de niño pequeño, hasta que por fin  el cansancio de haber estado jugando todo el dia le ganó, haciéndole quedar dormido en el pecho de angelo.

Shura quien sólo se había sentado al lado de  ellos,  acarició su cabello  admirandolo al dormir.

- Gracias shura. 

Pronunció Angelo recibiendo la sorpresa de su amante al no entender el agradecimiento. 

-¿ Por que?

Angelo sonrió tomando la mano de shura besándola con ternura. 

- por cuidarme, por estar conmigo siempre, pero sobre todo por cumplir  tu promesa y  darme esta hermosa familia.

Shura sonrió con dulzura, apretando más su mano con la de Angelo,  suspirando con tranquilidad.

-  te dije que yo haría lo que fuese, con tal de volver  a verte sonreír. 

Al decir aquellas palabras  beso los labios de Angelo,  recibiendo una hermosa sonrisa de parte de este.

- te amo mi ángel, los amo a los dos. 

Sentenció shura ambos besando  la frente de su pequeño, para al finalizar  mirar al cielo sin soltar  la mano de angelo ni un sólo segundo, disfrutando el momento, sin importarle que pasaría el día siguiente o el que siguiera  a ese,sólo se tenía ellos tres y  no podían pedir más. 


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