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No tan omega por Flor de occidente

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Notas del fanfic:

Espero les guste, lo inicié como un detalle de cumpleaños para mi hermana y pues por el trabajo y el estudio, me he quedado un poco con la historia.

Notas del capitulo:

Comencemos...

No tan omega

 

 

 

-Tenemos una historia bastante complicada tu y yo, hoy es el momento de saldar cuentas-

 

 

 

Bakugo sabía que estaba siendo ridículo, sabía que Midoriya no tenía la culpa de nada, no tenía la culpa de que  él resultara ser un omega, pero esa mirada condescendiente sacaba lo peor en él-Si logro vencerte, me cederás tu lugar en la clase A-

 

 

 

-Si pierdes, te llamaré como yo quiera- Respondió Midoriya con una sonrisa amable.

 

 

 

Katsuki tenía facilidad para ceder ante cualquier tipo de provocación y sin pensarlo dos veces saltó sobre el pelinegro y lo levantó por el cuello de la camisa.

 

 

 

-Si crees que puedes subestimarme solo por ser un omega, también te puedo hacer papilla cuando quieras-escupió con rabia.

 

 

 

-Nunca te subestimaría, sé lo mucho que te esfuerzas, realmente creo que puedes ganar, pero esta apuesta debe ofrecer algo interesante a cada competidor-respondió serenamente.

 

 

 

****

 

 

 

La escuela puede ser un sistema feroz de clasificación y categorización  de las personas, pero siempre es peor si cuentas con ciertas desventajas como en el caso de Katsuki Bakugo; nacido de una hermosa familia de clase media, fue educado con el privilegio de tener un padre alfa y una madre beta bastante exitosa y feroz tanto en el trabajo como en casa; solía jugar con los niños del vecindario, incluyendo a un pequeño tímido y delgado llamado Izuku al que muchos solían ignorar. Katsuki, demostró cualidades de líder desde sus primeros años, no era difícil imaginar que tenía sangre alfa en sus venas, ser un alfa era tan natural como respirar para él.

 

 

 

 En la sociedad escolar todos sabían que la clase A (De los alfas) era privilegiada en asesoría y material académico así como en los clubes culturales y deportivos, los betas obtenían lo que podían bajo la aprobación de los alfas y luego estaba la clase C, a la que ninguno deseaba pertenecer, la clase de los omegas, la clase que sufría constantemente abusos, en la que se invertía el menor tiempo y financiamiento posible, después de todo, la mayoría de omegas terminaba en casa preparando la cena.

 

 

 

Muchas escuelas estaban cambiando el modelo de enseñanza sin realizar la separación por casta pero no esta, en UA siempre se realizó una valoración médica a los trece años que permitía saber si el joven era un alfa, un beta o un omega para asignarlos a sus respectivas clases.

 

 

 

Katsuki llegó con mucha confianza al momento de realizar su prueba, sin embargo, su rostro se oscureció cuando vio a su maestro insistir al médico en repetir la prueba mientras este aseguraba haberla realizado dos veces ya; al momento de recibir su resultado corrió hacia la terraza apretando el papel contra su pecho, con la esperanza de que si no era un alfa, podría ser un beta como su madre.

 

 

 

Al llegar a la terraza se encontró con una escena bastante desagradable en la que varios chicos estaban rodeando a una chica omega de su clase, Uraraka algo, a Katsuki no le agradaba mucho porque era muy ruidosa y optimista pero sentía cierta simpatía por ella al ver lo mucho que se esforzaba en la escuela y lo amable que era con los demás (Completamente lo opuesto a él). Al ver el rostro preocupado de la chica no lo pensó dos veces para saltar a la acción y patear los traseros de todos los inútiles a su alrededor, no le tomó mucho y ya estaban todos en el suelo, por un momento perdió de vista sus resultados hasta que escuchó la voz más tonta que podía existir

 

 

 

-Solo estábamos saludando, eres como un demonio de Tazmania, espera, Bakugo, eres un omega?-Denki Kaminari provocó un silencio incómodo para todo el que rondará el lugar-Toma- le devolvió el papel mientras todos corrían por sus vidas.

 

 

 

La cara de Katsuki, no reflejó mucho, pero estaba destrozado, ese papel habría arruinado sus posibilidades  de un futuro decente o de unos bonitos recuerdos en la escuela.

 

 

 

-Gracias por ayudarme...lamento lo del papel-Dijo la chica-Creo que seguiremos siendo compañeros…-regresó el silencio incómodo.

 

 

 

Katsuki reaccionó unos minutos después y se ofreció para acompañar a Uraraka hasta su casa, los peligros se multiplicaban para las chicas omegas, al salir del edificio notó cómo sus antiguos amigos felicitaban al flacucho de Izuku Midoriya por ser un alfa, ninguno de ellos eran sus amigos después de esto.

 

 

 

El tiempo pasó lentamente para Katsuki quien tuvo que apoyarse en tomar clases extras con Uraraka para complementar el tiempo perdido en las clases de omega, sobre cuidados prenatales, anticonceptivos, el calor del apareamiento; mientras la pruebas seguían siendo estandarizadas para todos los estudiantes; sin embargo nunca se permitió quedar por debajo de nadie, sus resultados siempre estaban en los primeros tres puestos y una que otra vez logró destronar al prodigio de la escuela Tenya Iida, provocándole una graciosa cara de estreñimiento y algunas palizas de los alfas más tontos que podrían existir, claro que nadie saldría ileso en un enfrentamiento contra él, por lo que muchos en la escuela empezaron a llamarlo TKS, nunca supo qué significaba pero sí mantenía a los cobardes a distancia era algo bueno para él.

 

 

 

Conforme pasaba el tiempo no podía dejar su fijación con el chico que solía llamar “Deku”, el quejoso y llorón pequeño que rogaba pertenecer a su pequeña pandilla de exploradores, era una ofensa, una humillación verle; su expresión siempre relajada y amable era como un golpe en la cara todos los días y todos los días la parte masoquista de Katsuki lo buscaba sin cesar sólo para hundirse en pensamientos depresivos y motivarse a no perder ante el peli negro, al menos eso quería creer.

 

Este día lo vio desde la ventana de su aula mientras charlaba con otros alfas incluyendo al cerebrito de Iida Tenya.

 

 

 

-Creo que deberías declararte-Dijo Ochoco, su nueva mejor amiga por alguna extraña razón-Tienes una mirada tan pesada que vas a terminar haciendo un agujero en su camisa haahahahaha-

 

 

 

“¡Dios!” pensó que era una completa molestia, pero era la persona más atenta y confiable que había conocido. Katsuki, la admiraba porque entendió que su meta era darle un mejor futuro a su familia y siempre daba lo mejor de sí, para cuestiones del corazón si era una era una completa y sosa papa a pesar de ser una mujer bonita.

 

 

 

-Es mi rival, para mi ver su rostro es el recordatorio de lo difícil que es todo para nosotros en esta clase; pronto lo voy a poner en su sitio, que es detrás de mí-  

 

 

 

-Amigo, ahora sé que es amor verdadero hahahahahaa- Eijiro se reía estruendosamente en el salón de los omegas a pesar de ser un beta.

 

 

 

Katsuki nunca lo hubiera conocido de no ser por un tonto reto que sugirió el beta y que el omega ganó con facilidad, ahora no solo eran amigos sino secuaces, pero es inevitable que los amigos usen tus puntos “sensibles” como chiste. El peli rojo siempre aparecía en el salón de Katsuki durante los descansos, los almuerzos y cualquier cambio de clase, aparentemente ser un beta no era muy glamuroso, aunque sí mucho mejor que ser un omega.

 

 

 

-No me refería a algo así, ustedes dos tienen la cabeza llena de espuma- Decidió girar la cabeza al sentirla arder por la vergüenza.

 

 

 

Y lo vio de nuevo, allí estaba devolviendo la mirada hacia él, pero esta vez no estaba riendo, miraba una y otra vez de Eijiro a él con una expresión peligrosa, el muy cretino, ahora se había convertido en un todo poderoso y desafiante alfa; pero se enteraría que Bakugo Katsuki no era un omega que podía subestimar fácilmente, en su casillero estaba ya una nota de “Desafío” y su alma tendría un poco de paz al destruir la falsa confianza que ahora tenía, derrotar un alfa en cualquier aspecto podría ayudarle a salir de la clase sin esperanza, o por lo menos podría presumir; pensar en ganar era irrelevante, el ya tenía la victoria asegurada, tantos años esforzándose el doble para obtener la mitad pesarían en este encuentro, solo esperaba que Midoriya no se negara a encontrarse a solas con él.

 

 

Notas finales:

Me gusta leer sus comentarios, creo que me motivan a escribir y me ayudan a corregir.


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