Capítulo II: Oscuridad y tiempo.
[2047]
—¿Esto hará que regrese en el tiempo y arreglé todo lo que pasó? —Cuestionó sosteniendo el reloj pesado sobre su mano, era muy tosco para su gusto y definitivamente no era algo comercial, era especial.
—Por supuesto. —El chico alto se quedaba mirándole, sin ninguna expresión.
—¿Por qué haces esto? —Cuestionó alzando su mirada.
— Tomálo como un favor. —Murmuró tomando el reloj para marcar algunas fechas en este. —Cuando estés listo solo aprieta el botón y estarás en la fecha que desees. —
—Pero… —
—No hay tiempo…WonHo. —Frunció su entrecejo al escuchar aquel nombre, cuando dio un parpadeo más ya se encontraba en su habitación.
Todo era muy confuso pero de algo estaba seguro, no era un sueño y tenía la oportunidad de regresar en el tiempo e impedir que ese accidente pasara. KiHyun no debió morir, era la adoración de su hermano HyunWoo y había sido su culpa, ´´el nunca pudo perdonarlo y treinta años después seguía pagando las consecuencias.
***
—¿Así que después de este tiempo nos mintió a todos? —Una voz algo peculiar se hacía eco en el lugar a la par de los pasos de un chico avanzando por la oscuridad, escuchando de fondo a los relojes andando.
—Después del conflicto pensamos que estaba muerto, ahora sabemos que está vivo y quiere deshacer lo que hicimos. —El chico de cabellos de color café bajaba la cabeza mientras su maestro bajaba las escaleras para poder verle de frente.
—MinHyuk, HyungWon escapó, si yo pude escapar él lo pudo hacer…será mejor quitarle ese poder para evitar que sigan rompiendo las reglas. —El mencionado asintió, dándose la vuelta y dejando a aquel ser que se fundió con la oscuridad y el tiempo.
***
ChanKyun se había quedado de ver con HoSeok en una vieja cafetería, no tenía nada en especial pero la tenue iluminación lo hacía sentirse cómodo. Con ropa un poco holgada se sentó a espera a su mayor mientras comía un poco.
—Finalmente. —Se quejaba el menor mientras masticaba algo de su comida.
—Lo siento. Se hizo un poco tarde… —Se disculpó mientras el mesero le extendía el menú del establecimiento, pidiendo lo primero que había visto.
—¿Qué era eso de lo que tenías que hablarme? —Cuestiona dando un sorbo a su café.
—¿Me creerías que puedo viajar en el tiempo? —Cuestionó en un susurro.
—Creo que sea posible pero no que tú lo puedas hacer. —
—¿Por qué? —Hizo un leve mohín.
—Hace un siglo creían que se podía viajar a la velocidad de la luz, pero aún no ha pasado, dijeron que hace veinte años abrían ciudades en Marte y apenas y si se puede mantener un satélite en órbita, es posible ¿Por qué no? Solo siento que no estamos en el año correcto aun. —Sus palabras hicieron que HoSeok se encogiera de hombros, siendo sacado de sus pensamientos cuando su orden llegó.
—Tienes razón. —Asintió, dejando el reloj dentro del bolsillo de su pantalón, la plática se volvió más aburrida y hablaron sobre cualquier cosa hasta que acabaron de comer y salieron del lugar.
ChanKyun y todo lo demás a su alrededor se había detenido, el cielo se había envuelto en oscuridad, no sabía que pasaba.
—Sujeta la mano de tu amigo. —El sujeto de traje con un amplio paraguas apareció detrás de HoSeok dándole el susto de su vida.
Sin objetar más y al ver sombras salir de la cafetería sostuvo la mano del menor mientras se desvanecían.
—Pensé que sería más fácil. ¿No dijiste que su aprendiz era nuevo? —
—Eso creí, señor. En estos 900 años ha practicado bien. —Las sombras habían adquirido la forma de MinHyuk, mientras trataba de hallar algún rastro de HoSeok pero HyungWon se abría encargado de desaparecer el rastro.
—No más errores, MinHyuk. —Había enfurecido, pero no podía mostrarse como tal ante su maestro, cuando relajó los puños el cielo volvía a brillar y todo seguía corriendo conforme a lo debido, su maestro ya no estaba, había perdido la oportunidad de atrapar a HoSeok y a HyungWon.
***
—¿Qué fue lo que acabó de pasar? —Cuestionó con miedo, asombro y enojo.
—Necesita un poco de su sangre para poder regresar…entonces tú serás el encargado de esta misión ¿Entendido? —Murmuró al menor, ChanKyun no sabía que pasaba.
En un momento estaba platicando con HoSeok y ahora estaba en su habitación con un sujeto sacando sangre del cuello de HoSeok, tal vez estaba enloqueciendo.
—¿Por qué sangre? ¿Por qué..? —
—Concéntrate en impedir ese accidente, demuestra tu inocencia y no te olvides de desconfiar del café. —HoSeok frunció su entrecejo mientras el chico alto le ponía el reloj en su mano y apretaba el botón por él.
Una especie de implosión ocurrió, un pequeño destello que dejó boquiabierto al menor.
—Bueno, el tiempo consume su sangre…hasta que está se acabe regresara…regresara hasta a ti, porque tú te quedarás con esto. Protégelo. —HyungWon hablaba mientras extraía el tubo con la sangre de HoSeok y lo dejaba dentro de un frasco dándoselo en la mano al menor.
—¿Qué debo de..? —Cuando alzó la vista el sujeto alto ya no estaba, estaba solo en aquella habitación, con sus piernas aun temblando.
***
Ese día había sido extraño para HyunWoo, por un momento pensó que estaba enfermo, tal vez necesitaba un poco de azúcar o comer de mejor forma, había visto a un avión detenerse en pleno vuelo, mientras el cielo se oscurecía, los animales y plantas dejaron de moverse, como si se adentrara en una fotografía justo en ese momento, a pesar de eso él podía moverse mientras caminaba hasta el cementerio donde estaba enterrado su hermano menor, en estos tiempos todos preferían incinerar a sus muertos, pero su familia siempre había sido muy tradicionalista, por ello no le había importado escoger como deporte el kendo el primer día de clases donde conoció al hombre que le cambió la vida, al que odiaba con todas sus fuerzas pero inútilmente no podía dejar de amar.
Todo volvió a la normalidad en unos cuantos segundos, y el Sol había salido a quitar aquella oscuridad. Finalmente había llegado hasta la cripta de su familia, limpiando un poco y dejando unas cuantas flores para su hermano y padres.
—Feliz cumpleaños… —Murmuraba mientras dejaba un retrato en acrílico de su hermano menor cuando era un niño, lo había enmarcado para dejarlo sobre su tumba.
Sabía que a su hermano no le gustaba nada que tuviera que ver con HoSeok, y el hecho de ser pintor o de crear pinturas lo relaciona con él, solo quería darle algo especial y al menos no escucharía sus enojos, ahora solo tendría que sonreír y seguir.
Muy pronto su turno como policía empezaría, así que debería de apresurarse para regresar a su trabajo y seguir con su vida, como lo había hecho los últimos años, solo, sin amigos, sin familia y sin amor.
Hoy le tocaba hacer papeleos, cosas aburridas de adultos, cosas que siempre odiaba desde que era un niño y que solo cumplía como último deseo de su padre. Sus padres murieron de depresión después de perder a su hijo, HyunWoo trató de ayudarlos pero simplemente se dejaron vencer, trató de lidear con el hecho de que HoSeok había sido el culpable de la muerte de su hermano, trató de perdonarlo pero sus padres simplemente no lo podían hacer, no podía desobedecer a sus padres y arrancó a HoSeok de su vida, se preguntaba cada día como estaría él o si estaría vivo, al menos podía dejarle todos los retratos que hizo de él, podría dejarle las flores que nunca le pudo dar, pero todo eso era el pasado y cosas supositivas, que no valían la pena hacerlas si él estuviera muerto, porque su orgullo parecía ser más grande que su amor. Ahora se sentía solo, y hoy más que nunca no podía sacarse a ese hombre de la mente, dolía como aquel día que le gritó todo tipo de cosas hirientes, aquel día que lo golpeó.
La noche había llegado y sus papeles se mojaban por sus lágrimas, siendo él la única persona dentro del edificio, añorando tan solo ver su rostro mientras detrás de él una sombra lamentaba su pesar en silencio, tan solo observando.