“CAPITULO DOCE”
Todo tembloroso, Loki se concentró en observar sus alrededores para evitar mirar a su madre directamente. Lo que vio dio al traste con sus esperanzas de encontrar una explicación razonable. Aquella era, sin duda, la casa de Farbuatti. Los cuadros, las esculturas y lujosos muebles, llevaban el sello de su madre, con su recargado gusto decorativo.
--¿Te dejó Thanos alguna vez? ¿O fue parte de la historia que me contaste?- inquirió Loki.
--Acabamos de reconciliarnos.
Sin darle crédito, Loki pasó de largo frente a su madre para entrar en un espacioso salón. Su padrastro, con unos pantalones cortos un poco ridículos para un hombre tan corpulento, estaba viendo el fútbol en una pantalla de plasma gigante. Cuando vio a su hijastro, se quedó boquiabierto.
--¿De dónde sacaste el dinero para todo esto?- interrogó Loki a su madre.
--¿A quién diablos has traído contigo?- preguntó a su vez Farbuatti, encendiendo un cigarrillo a la vez que Thor hacía acto de presencia.
--No importa quién es él. Me dijiste que estabas endeudada y arruinada pero, obviamente, no era cierto. ¿Desde hace cuánto tiempo posees esta casa?
--Estamos sólo alquilados.
--La casa está a nombre de tu madre. La compró al contado hace un par de años- la contradijo Thor secamente- Fuiste un hijo muy generoso, pero ellos querían más. Desviaron miles de euros de tus cuentas.
--¡Eso es una sucia mentira!- exclamó Thanos, rojo como un tomate.
Thor lo miró con desprecio:
--Dejaron un rastro que cualquier buen contador podría seguir. Modere su tono y su actitud. Loki tiene pruebas suficientes para enviarlos a prisión por fraude durante unos cuantos años.
--Pero no lo hará- declaró con seguridad Farbuatti con una sonrisa desafiante- Soy su madre y lo que es suyo, es mío. ¿No me dijiste eso a menudo, Loki?
Loki se sintió herido y avergonzado por el comportamiento de su madre. Estaba claro que la pareja le había estado robando desde hacía mucho tiempo- los ojos verdes de Farbuatti, muy parecidos a los suyos, permanecían duros y desafiantes. No se arrepentía ni lo lamentaba.
--¿No te importó que pudiera ir a la cárcel por lo que tú habías hecho, madre?- murmuró Loki con dolor.
Su madre no respondió.
Loki luchó para detener sus lágrimas. En aquel silencio estaba su respuesta. Natasha lo había llamado la gallina de los huevos de oro de su familia y, entonces, vio lo cierto que había en eso. Lo habían valorado sólo por el dinero que podía llevar a casa. Se estremeció al recordar lo mucho que Farbuatti y Thanos le habían reprochado su decisión de abandonar las pasarelas. Cuando la gallina dejó de dar huevos, tuvieron que inventar nuevas formas de despojarlo de sus ahorros.
¡Pero no más!…¡Ya no volvería a ser aquel tonto iluso de siempre nunca más!!!
--Madre…- Loki se dirigió a su progenitora con mirada dolida-…sabía que nunca serías capaz de perdonarme por lo que pasó hace catorce años atrás, cuando perdimos a papá y a mi hermano en aquel horrible accidente. Pero, sabes…aún guardaba una pequeña esperanza de que lo hicieras. Ahora sé, que fui un total y completo iluso. Como anhelar tu perdón, si desgraciadamente tú no tienes corazón.
--¡Loki, no te permito que me faltes al respeto!- lo interrumpió Farbuatti con ira en sus ojos.
--¿Ahora me pides respeto?- el ojiverde sonrió con sorna- ¿En verdad me pides respeto, después de que tú y tu…marido- su mirada se dirigió con total desdén al hombre corpulento que se había posesionado detrás de su mujer-…se burlaron y aprovecharon de mí todo este tiempo? Pues no, madre…No te mereces ni te merecerás nunca más mi respeto. Porque desde este momento, yo…yo ya no soy más tu hijo.
--Pues el favor que me haces- refutó Farbuatti con total arrogancia en sus palabras- Como querer a un hijo que me arrebató todo en este mundo…Por tu culpa perdí a…
--¡Basta ya, mamá!!!- gritó Loki, perdiendo la poca paciencia que tuvo hasta ese momento- ¡Basta ya de atormentarte y atormentarme con las muertes de papá y de Helblindi! ¡Ellos están muertos, y nunca más regresarán!!! ¡Déjalos por todos los Dioses descansar en paz!!!
--¡Cállate!!! ¡Cállate!!!- Farbuatti empezó a proferir gritos desgarradores, mientras se cubría los oídos con las manos.
--No, madre, ya no me callaré más. Tienes que aceptar de una vez, que ellos se fueron por culpa de una desgracia. Porque eso fue lo que pasó ese día. Una maldita y horrenda desagracia fortuita. Y no yo el culpable de ello.
--¡Sí, fue tu maldita culpa! ¡Fue tu culpa, mal hijo!
--¡No!- Loki se acercó a su progenitora, y destapándole sus oídos, la tomó de las muñecas para que la mirara fijamente a los ojos- Compréndelo y acéptalo de una vez. No fui yo el culpable y tú tampoco lo fuiste. Nadie fue culpable. Solo el maldito destino que nos deparaba esa terrible fatalidad. Y si no puedes aceptarlo hasta ahora…pobre de ti, pues vivirás el resto de tus días con ese rencor metido en lo más profundo de tu corazón. Por mi parte, yo ya estoy en paz. Tengo la conciencia tranquila. Y dejaré que el destino siga su cause.
--¡No! ¡No! ¡Suéltame, Loki! ¡Suéltame, mal hijo, mal hijo!
--¡Suéltala, maldito mocoso!- fueron las cruentas palabras de Thanos, mientras fue éste quien ahora tomaba con fuerza el brazo de Loki.
Thor que se había mantenido todo ese tiempo rezagado en una parte del gran salón, no quiso intervenir con la decisión que había tomado su bello bambino al enfrentar abiertamente a su madre. Dejó que desquitara toda su frustración, todo su dolor, todos sus miedos que por todos estos años los había tenido arraigados muy dentro de su mente y corazón, con aquel enfrentamiento. Era tiempo que dejara salir todos esos demonios que lo atormentaban y lo lastimaban en cuerpo y alma. Esa mujer se merecía todas las frías y crueles palabras que Loki le decía; hasta quizá se merecía aún más. Farbuatti Carlson no se merecía un hijo como Loki, del cual se había aprovechado cruel e injustamente desde el día que perdió tanto a su marido como a su hijo menor. Para después voltear todo ese dolor y esa ira, a su único hijo que había quedado con vida, culpándolo a él por aquellas muertes.
Ahora que Loki al fin se había quitado la venda de los ojos, descubrió con horror y con desilusión, lo que su madre era en realidad…Una mujer rencorosa, fría y ambiciosa. Incapaz de perdonar a la única persona que no tenía la más mínima culpa de toda aquella terrible desgracia.
Ahora más que nunca, Thor estaba decidido a arrancar de raíz, todo aquel odio, todo aquel rencor que esa mujer le había infundado todo este tiempo a su pelinegro. No dejaría que Loki volviera a sentir más dolor, más tristeza…más miedo. Lo protegería de todo y de todos; en especial de esa maldita mujer y de su patética pareja. Se lo llevaría muy lejos, donde el desprecio de su madre no lo alcanzara ya nunca jamás.
Intento seguir manteniéndose al margen, pero cuando vio que ese despreciable hombretón zarandeaba con total fuerza el brazo de Loki, enloqueció por completo.
Sin darle tiempo tan siquiera en saber lo que estaba a punto de suceder, Thor se abalanzó hacia Thanos con total agilidad, que el hombre no tuvo oportunidad de esquivar el gran puñetazo que recibió entre el tabique y la frente media por el gran puño pesado de Thor. Fue que el hombre se tambaleó con tal fuerza, que no pudo sostener su corpulento cuerpo en vilo, cayendo así, como un costal de papas sobre el frío mármol de loza.
--¡Si vuelves a tocarlo nuevamente, te juro que te mato esta vez, maldito cerdo inmundo!!!- bufó el millonario con tal desprecio en sus ahora fúricos zafiros, que tanto Thanos como Loki y su madre, se estremecieron.
--Thor, por favor- Loki se acercó hacia su rubio e intentó apaciguarlo- Tranquilízate te lo pido por favor.
--Pero Loki…
--No digas nada. Solo, solo salgamos de aquí.
--Está bien, bambino, vámonos.
--Sí, váyanse de una buena vez de mi casa- siseó Farbuatti, tratando de poner en pie a su marido- Espero no verte nunca más, Loki. Ni a ti ni a tu bárbaro amante.
--No te preocupes, madre. ¿O prefieres que desde ahora te llame Farbuatti? Creo que Farbuatti será lo mejor- y haciendo una mueca como sonrisa, el ojiverde prosiguió- No me verás nunca más. A partir de este momento, nuestras vidas se separarán, siguiendo sus cursos con total normalidad. Solo con la única diferencia de que pasaremos de ser madre e hijo, a ser unos completos desconocidos- pasó saliva- Te deseo lo mejor, Farbuatti. Aunque no lo mereces. Por mi parte siempre llevaré con mucho cariño aquellos bellos recuerdos de cuando éramos una linda y feliz familia unida. Recordaré con añoranza, que alguna vez tuve una buena y cariñosa mamá, que se desvivía por sus traviesos pero amorosos hijos. Adiós…Adiós para siempre, mamá.
Y con toda la dignidad que pudo reunir, Loki se dio la vuelta, salió de la casa y subió a la limusina. Pero antes que Thor lo secundara, se dirigió de nueva cuenta hacia la mansión. El pelinegro lo vio alejarse, pero no lo retuvo. Si su rubio amante quería dejar en claro su propia postura acerca de todo lo que aconteció de esa desagradable situación, quien era él para impedírselo. Después de todo, Thor y él eran una pareja formal ahora.
Una vez que Thor ingresó al gran salón, observó que la nefasta pareja se encontraban sentados en uno de los enormes sillones de la instancia. Farbuatti trataba de parar la hemorragia que no dejaba de escurrir por la nariz de Thanos.
--¡Maldición!- se quejaba el corpulento hombre- Ese mal nacido me rompió la nariz. Pero esto no se quedará así, mujer.
--Claro que no se quedará así, porque yo me encargaré de hacerles pagar por todo lo que le hicieron a Loki.
Ante la profunda y gruesa voz de Thor, la pareja de esposos se sobresaltaron en sus sitios sin dar crédito a lo que habían escuchado. Dirigieron sus atónitas miradas hacia la figura imponente del rubio que acaparaba toda la instancia, con un total desconcierto. Se quedaron de una sola pieza, cuando el alto hombre los miró con una mirada fría y totalmente amenazante.
--Si pensaron salir airosos por sus fechorías, déjenme decirles que están muy equivocados.
--¿Pero cómo se atreve?- refutó Farbuatti, con total indignación.
--Me atrevo a eso y a muchas otras cosas más, señora. Ni usted ni el patán que tiene por marido saben quién soy yo. Y créame, no querrá saberlo. Si Loki no decide dar parte a las autoridades por la estafa que cometieron. Pues yo lo haré. Los fundiré hasta que no quede nada de ustedes dos. Quedarán en una total y completa miseria. Se los arrebataré todo. Disfruten lo que tienen ahora, porque eso les durará muy poco. Es un juramento que les hace Thor Odinson.
--Odinson...- susurró Thanos, con ojos desorbitados.
--Vaya, tal parece que has escuchado hablar de mí. Entonces sabrás que hablo muy en serio. Y que no amenazo en vano. Así que, cuídense- al intentar girarse para marcharse de una buena vez de ahí, Thor se volvió y encaró una vez más a la madre de su pelinegro- Una cosa más. Usted…- la miró con total desprecio, lo que ocasionó que la mujer se encogiera de hombros- No sabe el gran hijo que acaba de perder. Espero que la vida se encargue de hacerle pagar por todo el daño que le hizo. Y si algún día se arrepiente, y desee buscarlo para conseguir su perdón. Mire y escúcheme bien lo que le digo. Jamás de los jamases, permitiré que vuelva hacerle daño. No volverá a acercársele nunca, de eso me encargaré yo. Disfruten mientras puedan…par de miserables.
Dichas esas palabras, Thor salió del salón y se dirigió hacia la limusina, donde un dolido Loki lo esperaba. El coche salió de allí y Loki se quedó mirando al vacío por la ventanilla. Entonces, sin decir una sola palabra, buscó cobijo en los brazos de Thor. El rubio no dijo nada y el pelinegro lo agradeció, porque unas palabras de compasión lo habrían hecho derrumbarse. Le quemaban los ojos, pero no lloró.
--Mi madre nunca me quiso y, dentro de mí, yo lo sabía- murmuró, conmocionado- Yo intentaba con todas mis fuerzas complacerla.
--No dejaré que te lastime nunca más, Loki.
Thor lo abrazó con fuerza y Loki cerró los ojos, temblando, amándolo con toda su fuerza y pasión.
--Trataré de subirme a tu yate de nuevo, ¿está bien?- ofreció, desesperado por agradecerle lo que estaba haciendo por él.
Por encima de su cabeza, Thor respiró hondo y acarició su cabello.
--Tal vez un día. No es importante ahora, bello mio. Por cierto, ¿sabes por qué bauticé a mi yate como El Esmerald?
--No, ¿por qué?
--Por tus bellos y brillantes ojos.
--Pero cuando lo compraste, nosotros ya nos habíamos separado, ¿verdad?
--Así es. Creo que a pesar de todo lo malo que pensé de ti en esos momentos, no pude en realidad olvidarte. Es por eso que muy dentro de mí, aún deseaba recordarte. Y tal parece que valió la pena autonombrarlo así. Porque…- tomo su barbilla y lo besó con pasión-…jamás pude olvidarte.
--Oh, Thor…No me dejes nunca, por favor- Loki se aferró con fuerza a los brazos de su amante.
--Eso nunca lo haré, bambino, nunca.
Loki deseo con todas las fuerzas de su corazón, que esas palabras fueran en verdad ciertas.
****
El helicóptero voló sobre el tejado de la casa de campo que Thor tenía en Inglaterra, llamada Welbrooke Park. Era muy hermosa y, mientras aterrizaban, Loki recordó la última vez que estuvo allí, el fatídico día en que se fue con Frandal Stevens. Sonrió ante aquel recuerdo tragicómico. La agonía de dolor y desilusión que sufrió entonces estaba muy lejos. En un par de horas, estaría recibiendo a los invitados a su fiesta de compromiso.
Thor, que había estado dos días en Londres por negocios, salió a recibirlo:
--Ven a conocer a algunos amigos- dijo, bajando la voz para añadir- Me habría gustado tener un tiempo para estar contigo a solas, pero no ha podido ser.
Al entrar en el salón, Loki se tensó al ver a Balder Thorson. Se relajó cuando le presentaron a su prometida.
--Eres un hacedor de milagros, ¿no crees? Pasaste de ser el forajido a convertirte en el ganador, tomándonos a todos por sorpresa- señaló Balder en voz baja, amparado por el ruido de una conversación mayor.
--Creo que no te entiendo- dijo Loki, con deje incómodo.
El banquero lanzó una desagradable carcajada.
--¿No es para sorprenderse? Una preciosidad con un cuerpo hermoso ha cazado a uno de los hombres más ricos del país. Y para rematar, fue atrapado nada más y nada menos por otro hombre. ¡Sólo puedo pensar que eres una fiera en la cama!
Loki enrojeció, dándose cuenta de que su incomodidad al estar en presencia de Balder, dieciocho meses atrás, había estado bien fundada. Un sexto sentido lo había avisado de que no era un buen tipo incluso antes de escucharle hablar sobre la apuesta.
--No me hables de ese modo, Balder.
--Si yo hubiera llegado antes que Thor, estarías conmigo ahora, precioso- aseguró éste.
--Eso jamás- le contestó Loki, mirándolo con aversión y alejándose de él.
Así que era eso lo que había visto en Balder Thorson. El castaño se sentía atraído por él y le molestaba verlo con Thor. Era encantador tanto con mujeres como con hombres que aceptaba como sus iguales pero un cerdo ignorante con aquellos a los que considera inferiores en la escala social. Era una pena que fuera tan amigo de Thor, pensó, incómodo. No pensaba contárselo. Pero Balder tendría que superar su necesidad de humillarlo.
****
Thor entró en la habitación justo cuando Loki salía de la ducha. Sus ojos azules brillaron y el estómago del ojiverde se encogió, porque sabía lo que significaba aquella mirada.
--Hueles de maravilla- dijo el rubio, acercando a su pelinegro hacia él.
--Es el jabón.
Con una risa ronca, Thor apartó el cabello azabache del cuello de Loki, para besarlo. Un pequeño gemido escapó de los labios del ojiverde y se estremeció. Después de cuarenta y ocho horas separados, la presencia de su rubio amante lo hacía sentirse muy excitado.
--Aún tengo que peinarme y alistarme- murmuró Loki, deseando que Thor ignorara su comentario.
--Lo sé…y no voy a hacerte llegar tarde esta noche, caro mio- afirmó Thor, separándose de él con un aire de autocontrol- Tal vez te lleve a un rincón oscuro hacia la medianoche. No creo que pueda contenerme mucho más tiempo. Te he echado mucho de menos.
--Igual que yo lo he hecho, amore mio.
--¿Y eso?- río mientras lo aferraba más hacia su fornido cuerpo.
--Pues tal parece que las clases de italiano están dando resultado- le guiñó un ojo con coquetería- ¿Acaso no te gustó que te dijera amor mío?
--Me encantó, la mia vita.
--Esa es nueva, tendrás que traducírmela más adelante.
--¿Acaso no estabas estudiando italiano?
--Así es. Pero…me gusta más cuando me lo enseñas tú.
--Eres un travieso- lo besó con suavidad- Pero eres mi bello travieso.
--Y tú eres mi apuesto caballero.
Ambos luego se fundieron en un beso apasionado.
Más tarde, llegó Natasha, para acompañar a su primo.
--Dime, ¿qué piensas de Thor?- le preguntó Loki, con timidez.
--Es un buen contendiente. Cuando le acorralé en su oficina, fue capaz de mantener la calma- replicó la pelirroja con aire cómico.
--¿Te gusta?
--¿A qué mujer u hombre fértil no le gustaría? Ha estado quince minutos hablando conmigo abajo. Me hizo sentir muy importante. ¡Es guapísimo!
--¡Natasha!- rió Loki.
--Con ese carisma que tiene, es sin duda un buen partido.
--Su amigo Balder estaría de acuerdo en eso de que es un buen partido. Por desgracia, me ve como un buscón que ha empleado el sexo para cazarlo- le confesó Loki.
--¿Ese horrible hombre no se habrá atrevido a decírtelo a la cara, verdad?
Loki le contó lo sucedido. Sus sentimientos heridos se calmaron gracias al apoyo de su prima. Natasha pensaba que debía contárselo a Thor, pero Loki no quería hacerlo. Temía que, si se lo contaba, su rubio podía empezar a preguntarse si su amigo tendría algo de razón al acusarlo. Cuando los hombres hablaban entre ellos de aquellas cosas, se volvían muy obtusos, pensó, recordando la noche de la apuesta. Incluso Thor no había podido resistirse a su necesidad de parecer insensible. ¿Es que casi todos los hombres, excluyéndose, se volvían todos iguales cuando estaban juntos?
Una hora después, Loki, magnífico con un traje Armani en color azul índigo y camisa verde azulado sin corbata que se ajustaban a su esbelta figura, descendió por las escaleras. El fotógrafo que esperaba su entrada hizo algunas fotos y Thor se unió a él, flamante con un traje también de diseño y camisa negra sin corbata.
Balder Thorson estaba entre los invitados, observando la sesión de fotos, y Loki pudo cazar al vuelo su amarga expresión antes de apartar la mirada a toda prisa, decidido a no dejar que nada arruinara su fiesta de compromiso.
--Estás precioso. Pero no pareces tú- le susurró Thor al oído.
Loki apoyó la cabeza en su hombro. Se estaba sintiendo muy molesto. Era una fiesta maravillosa y los invitados lo estaban pasando espectacular. Sólo Balder había sido grosero. ¿Por qué se preocupaba tanto por eso? ¿Es que esperaba que todo el mundo lo aprobara?
Pero Loki sabía lo que le pasaba. Le había dolido que alguien le recordara que todo lo que tenía que ofrecer a Thor era su cuerpo. El rubio millonario no estaba enamorado y eso le hacía sentir vulnerable e inseguro. El amor era como un pegamento capaz de mantener a las personas unidas con lluvia o con sol. Thor, sin embargo, era feliz de unirse a él sólo por el sexo. Había descubierto que quería un hijo y Loki había estado en el momento adecuado en el lugar adecuado cuando Thor decidió que iba a intentar sentar la cabeza. Por eso tenía un increíble anillo en su dedo. Pero, con unos cimientos así, ¿no era probable que se aburriera de él antes o después? Y, cuando lo hiciera, ¿qué usarían como pegamento? ¿El amor que Loki sentía por él?
Cerca de la medianoche, se dio cuenta de que Natasha seguía bailando con el mismo hombre y sonrió. Según le dijo Thor, el hombre se llamaba Clint Barton. Era un buen amigo confiable y caballeroso. Deseó con toda el alma, que Natasha encontrara en aquella persona su alma gemela. Después de todo, ya era hora de que su obstinada prima sentara cabeza y se comprometiera de una buena vez por todas.
Luego se preguntó dónde estaría Thor y fue a buscarlo a su despacho. Estaba pensando lo que iba a decirle si lo encontraba allí trabajando. El despacho, sin embargo, tenía las luces apagadas. Al mirar por la ventana, admiró los jardines bellamente iluminados. De pronto, oyó un ruido detrás de él.
--Pensé que nunca te encontraría solo.
Loki se giró de golpe, tenso.
Balder Thorson lo miraba con ojos lujuriosos desde la puerta del despacho.
CONTINARÁ…