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Magos, chispas y lobos por minima

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Hijos

Tener un hijo cambia la vida, ahora no solo eres responsable de tu propia vida sino también de un pequeño humano que depende completamente de ti, más de una ocasión John se encontró perdido tratando de descifrar que es lo que quería su pequeño bebé cuando lloraba o se quejaba, mientras que Claudia parecía saber que era lo necesario la mayoría de las veces. Ella misma le confeso que realmente no sabía que hacia muchas veces, y eso estaba bien, era cuestión de solo ser guiado por el instinto lo que te ayudaba saber que era lo mejor para tu bebé.

Los primeros meses Stiles (el apodo de su hijo que usaban más a menudo que su nombre real) resulto ser unos de los bebes más calmados que haya conocido en su vida, solo se comenzaba a quejar si tenía hambre o quería que le cambiaran el pañal, luego la mayoría del tiempo se la pasaba dormido o quieto observando a su alrededor. Extrañaba esos días, porque cuando su pequeño hijo pareció comprender que su boca servía para hacer sonidos y había muchas cosas interesantes que le rodeaban no paro de hacer ruidos y a gatear mirando todas las cosas a su alrededor, también llevándoselas a la boca cosa que le preocupo cuando encontró un par de centavos una vez que le cambio el pañal. Después de ir con el pediatra y que le dijera que esto no era tan raro simplemente le aconsejo que tuviera cuidado sobre que tenía al alcance su hijo.

Podía imaginar a sus primas tener problemas similares, preguntándose que si era mejor utilizar formula o darle pecho, revisar que comidas eran las mejores en cada etapa de crecimiento, no saber si reír o llorar algunas veces con sus bebés en brazos.

Pudo imaginar que en algún futuro no muy lejano a los niños jugar todos juntos, como sus primas y él mismo hicieron alguna vez, con ellos sentados observándolos y compartiendo de nuevo viejas anécdotas de su infancia o como habían criado a sus hijos, pero ese día jamás llegaría.

Un año más o menos de que supo que sus primas habían dado a luz le llegó la noticia que Lily y su esposo habían muerto en un accidente, de nuevo para su horror no pudo viajar al funeral o estar de apoyo para Petunia que había perdido a una hermana no mucho después de que sus propios padres hubieran muerto de manera natural ya que era ayudante del sheriff y no podía desatender su nuevo puesto, aun así llamo a su prima diciéndole que fuera lo que necesitara le llamara, más aun ahora que ella se haría cargo de su sobrino, el hijo de James y Lily, el pequeño Harry Potter.

Su sueldo no era la gran cosa, pero sabía bien que criar un hijo era muy caro, criar a dos era el doble y más cuando es sin aviso por lo que empezó a enviarle algo de dinero para que Petunia y Vernon no tuvieran tantos problemas criando a ambos niños. Claudia le dijo que estaba orgulloso de él al preocuparse de su familia, mientras dormían abrazados lidiando la perdida de parte de su familia.

Por meses se arrepintió de no haber ido de visita más seguido a sus familiares en Inglaterra, enviar más cartas o las tantas cosas que pudieron ser pero nunca serian ya que no se puede regresar al pasado. Como adulto y parte de madurar una de las cosas más difíciles es aceptar que hay cosas que no tienes el poder de cambiar no importa cuando lo desees o lo intentes.

Claudia consiguió un trabajo como maestra en kínder, el empezó ahorrar y terminar de pagar su casa, poco a poco consiguió el dinero suficiente para ir a visitar a Petunia y sus sobrinos que no había visto jamás en persona, las cartas o las llamadas siguieron durante esos años pero era momento de verse nuevamente.

Fue así cuando su hijo contando ya con cuatro años decidió que su familia viajaría a Inglaterra a visitar a Petunia y su familia, él quería darle una agradable sorpresa, pero él al final sería el sorprendido y no de una agradable manera.

Ya le había hablado a Petunia que tenía planeado irle a visitar a esas fechas pero no cuando, por lo que cuando toca a la puerta del número 4 de Privet Drive no le sorprende que le contesten, quizás no estén en estos momentos después de todo es fin de semana, era lo malo de venir de sorpresa, a veces las personas que vas a visitar no están en sus casas, y mientras da media vuelta con su familia al coche que rento a ir de regreso al hotel o llevar a su esposa e hijo al parque o de paseo se sorprende al ver la puerta abrirse pero no ve a Petunia o a su marido abrirla, sino a un niño cerca de la edad de su hijo.

-Hola pequeño, ¿eres el pequeño Dudley?- pregunto inclinándose al nivel del niño notando que las ropas le quedaban grandes y estaban muy desgastadas.

-No señor- respondió muy cortésmente el pequeño aunque con un claro tono de timidez.

Pues sí, el pequeño de cabellos salvajes y negros tiene los mismos ojos de su prima Lily como también un aspecto muy similar a James Potter ahora que lo ve mejor, por lo que no es Dudley.

-Oh, entonces debes ser Harry. Un gusto en conocerte pequeño, soy tu tío John Stilinski. Soy primo de tu tía y tu madre. Tal vez escuchaste a Petunia hablar de mi- extendió la mano para saludarlo al decir aquello.

El pequeño se sorprendió mucho con la mención de su madre pero igualmente no mejoro mucho el aspecto de desconfianza que tenía, lo cual podía comprender un poco John al ver un aparente desconocido por primera vez pero se suponía que este era su sobrino, tal vez no se habían visto en persona pero el trataba de enviar cartas y postales a la familia y a Harry en cada día feriado como navidad, pascua y cumpleaños, pensó que tal vez la reacción de verlo en persona por primera vez seria mas alegre.

-Tía Petunia… creo que hablo un poco de usted- dijo con tímida voz, pero sin estrechar la mano que aún mantenía en alto John.

Esto empezaba a preocupar al policía. El hombre tenía buenos instintos, y algo le decía que algo pasaba aquí que las cartas y llamadas a su prima no habían comunicado del todo o con sinceridad.

-¡Genial! ¡Gusto en conocerte primo! Soy Stiles, bueno, ese es mi apodo, mi nombre es muy difícil de decir, mi mamá es la única que sabe decirlo muy bien porque ella es muy lista, yo pronto podre decirlo perfectamente. Es Miz… Mizelaw…-

-Mieczyslaw, es Mieczyslaw cariño-

-¡Exacto! ¿Vez? No es que no sepa mi propio nombre, solo que no lo pronuncio perfectamente como mamá. Harry es un nombre mucho más fácil, pero es también súper genial. Creo que en la escuela nos dijeron que uno de los príncipes de Inglaterra tiene el mismo nombre, ¿por eso te lo pusieron? A mí me llamaron por el papá de mi mamá y…-

-Hijo, hijo respira y toma una pausa, creo que Harry no ha logrado procesar ni la mitad que has dicho- Johnn trato de detener a su hijo de seguir hablando, si no lo hacía era probablemente que jamás pararía por cuenta propia.

Harry tenía los ojos muy abiertos como un venado frente a los faroles de un carro, parpadeo un par de veces y pareció la cosa más tierna que había visto Johnn en mucho tiempo, después de su hijo claro está, era obvio que estaba sorprendido por la capacidad de hablar sin respirar de su primo recién encontrado, Stiles solía causar ese efecto en la gente que apenas lo conocía y también en la que ya lo conocía desde hace tiempo.

Los discursos interminables de su hijo podían marear a cualquiera, pero en esta ocasión parecieron ser lo necesario para romper el hielo.

-Uh… hola, ¿realmente eres mi primo?- pregunto el de ojos verdes tímido pero a la vez curioso.

El único primo que había conocido en su vida era Dudley, y el jamás le sonreía de esa manera como aquel niño frente a él o le hablaba con tanta alegría de verlo, en realidad no estaba muy acostumbrado a muestras de alegría o de afecto de otros niños de sus edad o cerca de su edad. Era el extraño, el fenómeno, incluso en la casa de sus tíos se lo decían. Pero este niño lo miraba con brillo en sus ojos y una sonrisa enorme de genuina alegría, o recordaba a nadie que hubiera estado tan feliz de verlo en persona, quizás nunca.

-¡Sí!-

-Bueno, bueno, ahora me toca a mí presentarme. Hola cariño, soy tu tía Claudia, ¿Dónde están Petunia y su esposo?-

-Ellos salieron de paseo señora, al zoológico con Dudley-

-Oh-

Esa respuesta no era algo que hubieran esperado. Bueno, en realidad no encontrarlos en la casa ya había sido que habían pensado, pero ellos salieran de paseo y ¿dejaran solo a Harry en casa?

Algo no andaba nada bien aquí, Johnn lo presentía y Claudia también, Johnn por sus años de experiencia en el ejército y como policía, y Claudia como madre y maestra, son pequeñas pero claras señales, aun así querían tener primero todo el panorama completo y no saltar en la sospecha inmediatamente.

-Y… ¿tú porque no fuiste cielo?- pregunto Claudia, dulce y maternalmente.

-Tenía que cuidar la casa, y esperar que dejaran un paquete importante para tío Vernon. Pensé que eran el cartero-

-Una tarea importante la que te dejaron cariño. ¿Lo hacen seguido?-

-No todos los días viene el cartero-

-Es verdad-

Johnn y Claudia se miraron preocupados, haber recibido un no como respuesta hubiera sido más tranquilizador, pero esa respuesta solo les aclaraba que no era la primera vez y que probablemente lo dejaban muy seguido solo o realizando tareas como esta.

-¿Podemos pasar a esperar a tus tíos?-

-No lo sé, ellos me dijeron que no dejara pasar a nadie-

-No te preocupes Harry, somos familia. Además yo aceptare la culpa si esto te mete en problemas-

Aun con claras dudas en su joven rostro Johnn decidió utilizar la táctica que hacía que la mayoría de los niños entraran en confianza con él.

-Te lo prometo sobre mi placa de policía-

-¿Eres policía?- un brillo genuino de curiosidad cruzo la mirada del de ojos verdes.

-Así es pequeño, ten, te muestro mi placa- sacando de su bolsillo trasero su cartera mostro la reluciente placa de policía de Beacon Hills, una cosa que pareció maravillar al pequeño Harry y disipar sus dudas.

La pequeña casa es muy hogareña, con docenas de retratos familiares y muebles robustos pero cómodos, el tapiz es colorido y bien cuidado, la casa luce impecable y no hay aromas a viejo o a polvo. En realidad es una muy bonita casa, pero el ojo crítico de Johnn inmediatamente nota que en ninguna foto aparece Harry, la casa está demasiado limpia como para que una familia con dos niños lo este, o Petunia es una compulsiva de la limpieza o tiene ayuda de algún ama de llaves o persona de la limpieza para que este así.

Se instalan en la sala e inmediatamente Harry les ofrece té o agua, cosa muy amable de su parte pero imaginar al pequeño niño con cerca de una estufa o con agua caliente en sus manos los ponen inmediatamente nerviosos y en alerta, instintos paternales de protección inmediatamente activándose y negándose a dejar a que este niño los atienda de esa manera. En su lugar Claudia declina su oferta y dice que ella puede encargarse de las bebidas.

-Pero es algo que hago normalmente- dice Harry sin saber que a activado otro foco de alerta para los padres Stilinski.

Es cuando Stiles lo invita a jugar, tiene una pequeña mochila cargando con el logo de Star Wars y con algunos juguetes y muñecos de acción, Harry parece sorprendido y cuando su primo le extiende una figura de un Chubaca de plástico no puede negarse.

Stiles parece genuinamente horrorizado cuando su primo no sabe ninguno de los nombres de los personajes representados en sus figuras de plástico, no de Star Wars, no de Power Rangers o el increíble Batman por lo que se encarga de contarle todas las historias maravillosas de las películas y series que ha visto porque a pesar de que claramente hay un televisor en la sala aparentemente Harry no lo usa… o lo dejan usarlo.

Es entre relatos y juegos infantiles, una escena inocente y que a Johnn por años le hubiera gustado ver con su hijo y sobrinos, que no puede negar lo que claramente está pasando. Al principio Harry no comparte mucho de sí mismo, pero mientras sigue jugando y entrando en confianza con su primo suelta pequeños hilos de información importante.

No va a la misma escuela que Dudley, él va a un caro colegio de nombre prestigioso y él va a una pública. Su ropa tiene uno que otro parche de tela o sutura, y obviamente ha pasado por más manos que las suyas. No tiene muchos juguetes, cuando Stiles lo invita a mostrarle los suyos tímidamente Harry desaparece un momento en aparentemente un armario debajo de las escaleras y saca una modesta caja de zapatos con algunas canicas, unos soldaditos de plomo que vieron mejores días, aun así Stiles los aprecia como los tesoros de Harry y no los mira con desprecio o aburrimiento e inventa juegos donde las canicas son gemas preciosas que héroes como ellos están buscando en una búsqueda espacial.

Johnn y Claudia les gustaría que sus sonrisas fueran más sinceras y no sentirse tan nerviosos con cada nuevo trozo de información que sale de la pequeña boca de su sobrino poniéndolos alertas a lo que claramente es maltrato infantil, pero no pueden negar lo que claramente está pasando haciendo hervir su sangre, la gota que derrama el bazo es enterarse que el aparente armario debajo de las escaleras en realidad es el “cuarto” de Harry.

Johnn como policía no puede dejar las cosas así, su esposa y él como padres no pueden cerrar los ojos y pretender que no ha pasado nada, a pesar que es la propia familia culpable de estos actos.

Johnn pide prestado el teléfono y decide hacer una llamada que cambiara la vida de todos.

Los Dursley llegan entrada la tarde, su pequeño coche lleno de regalos comprados a Dudley en su paseo familiar, el pequeño angelito está durmiendo después de un día lleno de diversión y llenarse el mismo de golosinas cuantas el quisiera, Petunia y Vernon se les rompe el corazón levantar a su angelito de su siesta, lo llevarían cargando a la casa y recostarían en su cómoda cama si pudieran, pero su peso actual se los impide.

Cuando entran a la casa su alegre día les es arrebatado por una sorpresa.

Petunia palidece un poco mientras que Vernon mira con desagrado a los intrusos en su casa.

-Johnn… ¿Qué…. Qué haces aquí?- la alta mujer trata de mantener la compostura, debe aparentar que todo está bien antes de enterarse si el pequeño parasito que vive en su casa se le ocurrió soltarse de lengua o algo por el estilo.

-Hola Petunia, venía a hacer una visita de sorpresa-

-¡Y vaya sorpresa! ¿Quién los dejo entrar?- Vernon habla con voz alta y acusatoria, ya reconoce al primo de su mujer y a la nuera de esta, aún recuerda lo escandalosa y grosera que fue aquella en el pasado.

No le gusta que estén en su casa realmente, no ahora.

-Harry, mi sobrino-

Un silencio crece entre los adultos mientras Dudley mira a los extraños con ojos recelosos y críticos como los de su padre, para Johnn es obvio que el pequeño hijo de Petunia salió demasiado parecido a su progenitor. Es algo preocupante ver a un niño tan redondo a esta corta edad.

-Yo, si… ya veo, Harry se quedó el día de hoy en casa. ¿Desde hace cuánto llegaron?-

-Suficiente tiempo Petunia-

El color desaparece más del rostro de Petunia mientras que el rojo del rostro de su esposo parece estar en aumento.

-¡Es muy grosero entrar a propiedad privada sin permiso! Debería llamar a la policía si no fueran familia de Tunny-

-Sí, veo que tan amable te has puesto con la familia con los años. Y por cierto, espero que no hayas olvidado que yo también soy policía Vernon-

Ahora Vernon parece atragantarse con su propia saliva quien realmente parece haber olvidado ese minúsculo detalle de su cuñado.

-Así es mi Vernon, muy sobreprotector con su familia, no lo tomen tan a pecho- Petunia le da un par de palmaditas en la enorme espalda a su esposo para que recobre la compostura “cariño, ¿Por qué no vas a tu cuarto a jugar mientras los adultos hablan? Luego te subiré un delicioso pedazo de pastel- no quiere que su Dudley vea una desagradable escena, cosa que presiente que ocurrirá en cualquier momento.

El niño no se niega al saber que el pago por seguir tal simple orden es ese delicioso soborno en forma de pastel, además siempre es aburrido escuchar platicas de adultos y estos adultos no parece que hayan traídos regalos para él como para darles atención así que con el crujir de los escalones de madera sube a su cuarto y deja a sus padres atender a las visitas.

-Y ¿Dónde está Harry?-

-En el jardín jugando con Stiles-

-¿Qué rayos es un Stiles?- gruñe Vernon.

-Mi hijo, su sobrino. Mieczyslaw Stilinski, Stiles es su apodo- responde Claudia quien parece mantenerse demasiado tranquila, pero el tono claramente muestra que no permitirá burlas o cualquier comentario “inteligente” contra el nombre que le escogió a su hijo o el apodo de este.

Vernon es lo suficiente inteligente para entenderlo y se calla.

-Es un poco imprevisto, pero me alegra verlos- Petunia piensa que entre más ignore el posible problema este no estará ahí realmente, Harry les abrió la puerta pero pudo mantenerse callado con ciertos aspectos de su vida, quizás todo este bien.

-Quisiera decir lo mismo Petunia-

Pero las cosas no parecen que saldrán como planea Petunia.

-¿Johnn?-

-¿Desde hace cuánto tratas a tu sobrino de esta manera?-

-No sé de lo que hablas primo, sea lo que Harry te haya dicho no lo debes tomar en serio. Ya sabes cómo pueden ser los niños, más uno que obviamente es tan problemático, no lo conoces aun del todo como nosotros-

-Petunia, Harry no me tubo que decir nada, solo fue cuestión de mirar las señales-

-¿Qué señales? ¿De qué rayos hablas? Si viniste aquí a criticar la manera en que criamos a ese niño les pediré que se marchen, no saben los sacrificios que hicimos para criarlo cuando sus padres murieron cuando no estábamos preparados para un niño extra en esta casa-

-Vernon, les enviaba dinero cada mes para ayudar a los gastos de Harry, no hables de tu propio sobrino como si hubiera sido una carga. Estoy hablando de las señales obvias de que Harry sufre de abusos en esta casa, es demasiado delgado, su ropa es vieja y usada, es demasiado retraído para un niño de su edad, no tiene tantas cosas y ¡lo dejaron solo en la casa! ¡Sabe Dios cuantas veces lo han dejado solo en la casa o hecho hacer una tarea del hogar para la cual aún es muy joven!- Johnn prácticamente estaba por explotar y sus criticas que iban subiendo cada vez mas de tono al hablar lo demostraba, si no fuera por la mano de Claudia que apretaba la suya estaría escupiendo espuma en esos momentos.

-Johnn, estoy segura que todo es un mal entendido-

-Vimos su habitación Petunia. ¿Qué explicación me puedes dar a eso?-

Silencio, tenso y casi doloroso, Johnn esperaría que Petunia negara, inventara más escusas, hiciera algo para tratar de explicar lo que habían visto, pero el silencio era inesperado y mucho más fuerte que cualquier afirmación o negativa dicha por su prima.

La vergüenza y el horror pasaron por las facciones de Petunia, no solo al saber que alguien había descubierto como trataban a su sobrino en su casa, sino porque ese alguien había sido Johnn, desde pequeña siempre admiro y quiso a su primo, incluso podría decir que tuvo ciertos sentimientos más que fraternales en su corazón cuando niña por este, él siempre fue el chico valiente y caballeroso que no le importaba jugar con sus primas a los juegos que ellas quisieran cuando venía de visita, quien trataba de manera equitativa a ambas niñas Evans, aun antes de la época en que sus padres descubrieron que su hermana era diferente, Petunia siempre sintió que le daban cierto favoritismo a su hermana pelirroja, pero no Johnn, incluso en sus cartas cuando le dijo que su hermana iría a otra escuela que ella la animo y la hiso sentir bien.

Ahora Johnn la miraba con esos ojos llenos de decepción y reproche, todo por ese niño, cuando pensó que por fin había logrado la vida perfecta y normal que siempre soñó la existencia de su hermana aun le siguió aun cuando ya tenía a su familia hecha, o más bien la extensión de la existencia de su hermana, ¡¿Por qué rayos tuvieron que dejarlo con ella y su familia?! ¡¿Por qué debía estar relacionada con esa clase de fenómenos?!

Todos sus molestias y problemas estaban relacionados con ellos, y ahora Johnn…

-Las cosas, después de lo que hemos visto hoy, no puedo dejar que sigan así…-

-¿Qué quieres decir Johnn?-

-He llamado a la policía- respondió Claudia por su marido, haciendo que todas las miradas de sorpresa cayeran en su persona incluso la de su marido.

En realidad había sido johnn que había llamado, pero Claudia sabía que si lo dijera a Petunia sería muy doloroso no solo para su prima sino para él mismo, podía ver que tan doloroso era para el este momento, descubrir que alguien a quien apreciaba mucho dentro de tu familia era capaz de hacer algo como lo que encontraron este día en la residencia Dursley.

-¡¿Qué has hecho que?!- grito un Vernon más que rojo.

-Llame a la policía. Lo que han hecho es horrible, nadie debería tratar a un niño de esa manera, menos si es familia-

-Ese niño es un fenómeno, nos hemos hecho cargo desde hace años cuando lo dejaron en la entrada de nuestra casa. No tenían ningún derecho de llamar a la policía-

-¿Lo dejaron en la puerta de su casa?-

-Petunia, jamás dijiste eso-

-Petunia ha tenido la amabilidad siempre de pensar en ti, su primo desagradecido al no decirte que tu otra prima era un fenómeno igual que su esposo y obviamente su hijo. Obviamente la gente que lo abandono tenía mucha prisa de deshacerse del mocoso después de la muerte de sus padres-

-¡Deja de hablar de esa forma sobre mi prima y su familia Vernon!-

-¡Vernon dice la verdad! Tu no estuviste cuando Lily empezó a ir a ese colegio, o antes que eso porque te fuiste a Estados Unidos, ella cambio, era diferente, rara, aun así mis padres la vieron con fascinación, como si las cosas que hacia fueran milagros y no lo que eran. Lily, la especial, pero y sabía exactamente lo que era, un fenómeno. Por eso la mataron y ahora…-

-¿Qué acabas de decir?-

Petunia se congelo, había dicho más de lo que debía, solo ella y Vernon, y toda la bola de fenómenos que habían conocido a su hermana en el colegio sabía lo que realmente había pasado, jamás le dijo a Johnn o a Harry o a otra alma lo que realmente le había pasado a su hermana, no fue un accidente, los accidentes no entran en la casa de otras personas y no matan a sangre fría.

-¿Qué acabas de decir Petunia?- Johnn había visto con más seriedad a su prima, salieron varias cosas de la boca de ella llenas de rencor, envidia y rabia pero lo último fue lo que más le afecto.

Debía saber la verdad de lo que había pasado con Lily.

-Johnn, no…

-Dime la verdad, basta de mentiras-

-Lily era una bruja, su marido también. Esa es la verdad, unos fenómenos todos, el colegio al que asistió y la persona que la mato a ella y a su marido-

-No estés bromeando-

-No estoy bromeando, me lo he callado por años, desde que éramos niñas. Me causa vergüenza saber que estoy relacionada con una bruja, tener a su hijo en la casa, recordarla si quiera…-

-¡Basta! No estoy para cuentos inventados Petunia-

-Es la verdad, ¿recuerdas cuando casi te atropella un coche cuando te enseñamos a andar en bici? No fue un milagro lo que te salvo aquella vez o la buena suerte, fue Lily quien te hizo flotar cuando creíste que lograste saltar con la bici en el último segundo. Fue magia-

Un nuevo silencio llego.

Johnn recordaba muy bien ese incidente, estaba intentando andar en bici solo pero entonces un carro cruzo por la calle de repente, cerró los ojos en aquel momento que llegaría el impacto pero de repente una sensación de ingravidez lo golpeo y al abrir los ojos estaba en el aire, por muchos años pensó que había logrado saltar con la bicicleta de alguna forma, en su ingenua imaginación un logro que creyó muy posible a pesar que a penas y lograba mantener el equilibrio en dicho transporte, además que Lily le dijo con voz nerviosa que había sido un increíble salto. ¿Pero magia? Jamás paso por su mente.

Antes que discutieran más sobre algo que Johnn no creía en absoluto la puerta volvió a sonar, era la policía.

Cuando llamas a la policía las cosas no son como las películas en que llegan e inmediatamente arrestan a alguien, las cosas nunca son así de rápidas o simples.

Esta conversación de asesinatos y al parecer magia también quedaría pendiente.

Hubo discusiones por parte de Vernon y la policía, Petunia también intervino pero parecía mortalmente cansada física y mentalmente, tomaron la declaración de Claudia y Johnn, y tuvieron que llamar a servicios familiares e infantil.

Aquel día no termino muy bien, un Harry muy confundido tuvo que ir con la trabajadora social, a pesar de que Johnn y Claudia querían llevárselo con ellos al hotel donde se hospedaban aún se tenía que hacer muchas cosas, Vernon y Petunia recibieron cargos de negligencia infantil, Vernon tuvo que ir a la jefatura y los Stilinski se quedaron más tiempo de lo que pensaron en Inglaterra. Una pequeña caja con presentes se quedó olvidada en la sala de Petunia que no la vio días después y que dejo un sabor amargo en la boca, regalos de los Stilinski a su familia, por un momento se sintió arrepentida de algunas decisiones que tomo.

*+*+*

Harry jamás conoció a sus padres biológicos, murieron cuando solo era un bebé en un accidente de auto, o es lo que le dijeron. Sus tíos Vernon y Petunia le criaron desde ese entonces, debía sentirse afortunado, o al menos es lo que la gente solía decir ya que no termino en un orfanato ya que sus tíos decidieron cuidarle, aun así muchas veces no se sentía muy afortunado con ellos lo cual a veces lo hacía sentir culpable, tenía techo, comida y un pequeño cuarto debajo de las escaleras, eso era más de lo que muchos niños sin padres tenían, le recordaban sus tíos, pero también se encargaban de que debía pagar por su generosidad.

Cuando aprendió a caminar y hablar prácticamente sus tíos le enseñaron que debía cumplir con obligaciones en la casa que vivían, las primeras cosas fueron limpiar, sacar la maleza del jardín, recoger los juguetes o el desorden que hiciera su primo, incluso le enseñaron a lavar los platos y los azulejos de los baños para que siempre quedaran limpios y brillantes. Con los años las obligaciones aumentaron, le habían enseñado a usar la estufa y varios electrodomésticos, con uno que otro accidente como quemarse un par de dedos o dejar más del tiempo necesario algo en el microondas, cada equivocación o accidente siempre terminaba con un castigo como dejarlo sin cenar o un par de nalgadas para que así aprendiera bien a hacer las cosas.

Mientras el crecía de esa forma no podía ver con cierta envidia como llenaban de regalos y mimos a su primo, mientras que a él le tocaban las migajas de sus dulces o su ropa usada si tenía suerte. No era su hijo, entendía que los padres debían amar a sus hijos, y él no era hijo de sus tíos, aun así le hubiera gustado que le trataran con un poquito más de afecto.

Toda su vida pensó que esto era normal, después de todo así se encargaron de hacerlo sentir así sus tíos y primo, aun si deseaba más de lo que ya tenía debía conformarse, hasta que una tarde de verano conoció a los Stilinski, una familia totalmente diferente a la de sus tíos Dursley, ¡y decían ser su familia también!

Y Stiles, el chico que dice que es su primo, lo trata como si de repente fueran los mejores amigos de toda una vida. ¡Dudley jamás haría algo como eso! O sus tíos dejarían que jugara con él o agarrara sus juguetes si no fuera para guardarlos porque Harry es raro, torpe, y podría romperlos según ellos, pero los Stilinski no dicen nada malo cuando juega con Stiles, en realidad parecen felices de ver a ambos niños reír.

No sabía que los tíos o primos podían ser así, ha sido el día en que más se ha divertido en toda su vida.

Pero desgraciadamente como suele ocurrir en su vida la felicidad no dura mucho, porque cuando empieza a oscurecer sin saber en qué momento las horas se fueron tan rápido mientras jugaba en el patio con Stiles lo llaman a la casa nuevamente, ve a sus tíos y teme que lo regañen o castiguen porque se ven claramente enojados pero en su lugar los Stilinski le presentan a una señora y le explican que ira con ella esta noche, que no debe tener miedo y todo se arreglara dentro de poco.

¿Acaso hiso algo malo? ¿Se equivocó en algo que ahora tiene que irse?

Tiene miedo, y quiere llorar, pero Stiles rápidamente se acerca a él y le tiende su juguete favorito, su Batman de plástico y le dice con una sonrisa.

-Nos veremos dentro de poco-

Pasa unos días en una casa con otros niños de diversas edades, todos o no tienen padres o tenían problemas en su casa, los señores quienes los cuidan les dan comida todos los días tres veces al día y son buenos con los niños, se da cuenta que no es el único niño que vivio con familiares que lo trataron de manera tan severa como los Dursley, y a veces el abuso no solo venia de familiares si no de los propios padres o padrastros, un chico cuenta que su padrastro era un maldito y que su madre no lo golpeaba tampoco lo defendía, tiene una hermana menor llamada Daisy y promete regresar por ella a su casa cuando sea mayor para evitar que su padrastro trate de golpearla algún día como a él.

Harry le hubiera gustado tener un hermano o hermana, se da cuenta, así no se sentirá tan solo, pero igualmente es probable que ambos hubieran sufrido con los Dursley asi que quizás es mejor no haberlo tenido.

No es un mal lugar, pero tampoco se siente cómodo, es un lugar nuevo y desconoce a todo el mundo en la mayoría, algunos niños son tan tímidos como él o agresivos, su consuelo es la figura de Batman que le dio Stiles.

En las noches se queda despierto preguntándose ¿Qué pasara con él? ¿Regresara con los Dursley? ¿Seguirá aquí? Al menos aquí si le dan de comer y tiene una cama, tiene que compartir cuarto con una docena de niños pero no tiene que levantarse a las seis de la mañana a preparar el desayuno o limpiar la casa.

Luego llega la misma mujer que lo trajo ese día y lo lleva a una sala apartada, ¿lo llevara a otro lugar? O ¿lo regresaran con los Dursley?

En la sala están los Stilinski que sonríen al verlo, se dicen muchas cosas pero lo más importante es.

-Harry, ¿te gustaría venir con nosotros a Estados Unidos?-

-¿Cómo? ¿De vacaciones?- la idea sola de ir de viaje le emociona, los Dursley jamás lo llevaban a sus vacaciones. Un par de veces lo dejaron solo en la casa con la comida contada.

-No Harry, a vivir con nosotros, tenemos una casa y vida ahí. Nos alegraría mucho si empezaras a vivir de ahora en adelante con nosotros-

¿Vivir con los Stilinski?

No los conoce bien, pero de lo poco que ha pasado con ellos y con Stiles han sido los momentos más felices que ha vivido en mucho tiempo.

-¿Es verdad?-

-Claro cariño, no mentiríamos de esa manera-

-Yo… me alegraría mucho- siente lagrimas salir por los ojos, no sabe porque ya que lo que siente en su pecho es lo más lejano a la tristeza o miedo que ha sentido alguna vez, no debería llorar en esos momentos pero lo hace.

-A nosotros también nos alegraría- dice Claudia tomándolo en brazos y apretándolo contra su pecho.

Cuando vinieron a visitar a sus familiares de sorpresa jamás imaginaron que ellos serían los sorprendidos con las cosas que descubrieron, o que al regresar lo harían con un nuevo hijo. Por qué los Stilinski hablaron seriamente del tema, si adoptarían a Harry no lo harían como sus tíos, le darían un padre y una madre, lo tratarían como un hijo más, y así desde ese día Harry sería un Stilinski.

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