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Be Lovin por Dagi

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Notas del fanfic:

SPN pertenece a CW.

No Beta.

Sólo un pequeño fic sobre Dean cantando karaoke... y siendo honesto con sus sentimientos.

Notas del capitulo:

La noche pertenece a los amantes.

Hoy no era otra noche cualquiera. No, claro que no. Hoy era la noche en que Dean iba a declararle a su mejor amigo que estaba enamorado de él.

Se ubicaba en la barra, comprando unas cervezas mientras miraba con celos como Cas se acercaba a su cita, sus caras a pocos centimetros, riéndose por algo que Dean no era partícipe.

Apretó sus labios, conteniendo un gruñido. ¿Por qué había aceptado ser la tercera rueda en esta salida? Simple, Cas se lo había pedido y Dean no podía negarse.

Recomendó la noche de karaoke, y Cas aceptó gustoso mientras que el tipo desconocido(que Dean no le interesaba recordar su nombre) asentía con una sonrisa que él no creía que fuese sincera. Bueno, de cierta manera, no lo culpaba. Una cita con un chaperón no era del agrado de nadie.

En el pequeño escenario se encontraba una joven mujer cantando una canción pegadiza y Dean siguió el ritmo, moviendo su cabeza por unos segundos hasta que el Barman le entregó las cervezas. ¿Podría subir al escenario y abrirle su corazón a Cas con una canción que transmitiera sus sentimientos?

Dean se sacudió mentalmente.

"Maldición, es ahora o nunca, Winchester...", dijo confiado antes de volver a la mesa.  

—Aquí tienen—trató de controlar sus nervios, pero no había manera de evadir la aguda mirada de Cas. Sus ojos se estrecharon en una expresión ceñuda.

—¿No te sientas, Dean?

Dean agitó su cabeza, sin responder de inmediato. Bebió un tragó de su cerveza y señaló hacia el escenario.

—Creo que estoy preparado para dar un buen show.

Cas parecía sorprendido.

—Dean, ¿Qué...?

Él se volvió para mirarlo y añadió con suavidad:

—Cas... necesito... sólo escucha la canción, ¿de acuerdo?

Un extraño silencio se apoderó de los dos y Cas asintió.

—Lo haré, Dean.

Dandóle la espalda, se alejó de él. Pidió el tema y sin mucho rodeos, era el siguiente en pasar. Dean dejó escapar un suspiro mientras se remangaba la camisa. No quería alterar el equilibrio de la amistad con Cas, pero ya no podía actuar como sólo un amigo. Y mucho menos, siendo testigo de como Cas era seducido delante de sus narices.  

"Y nuestra próxima persona valiente que sube al escenario, eligió una canción que nos hará suspirar y abrazar a quien tenemos a nuestro lado. Con nosotros... ¡Dean!"  

Los aplausos se sintieron en el aire, así como también algunos silbidos de apreciación. No era la primera vez que realizaba esto, pero si era la primera en ser diferente. Inspiró profundamente y agarró el micrófono.

Los primeros acordes iniciaron y desde su posición, buscó a Cas. Una vez que sus miradas se encontraron, Dean supo que debía dar rienda suelta a su confesión de amor.    

 

Noches de blanco satén, que nunca alcanzan su final.

Cartas que he escrito, sin tener nunca la intención de enviarlas.

Belleza que debería haber añorado, con esos ojos.

La verdad acerca de esto, es algo que ya no puedo decir.

Porque te amo, sí, te amo, oh, cuánto te amo.

 

Quería que Cas entendiera sobre sus sentimientos que había ocultado por mucho tiempo.  

 

Mirando a la gente,  algunos van agarrados de la mano.

Por lo que yo estoy pasando, no pueden entenderlo.

Algunos intentan contarme ideas que no pueden defender.

Aquello que tú quieres ser, al final lo serás.

 

Sostuvo la mirada de Cas y se liberó de sus ataduras, pronunciando aquellas palabras como propias.  

 

Porque te amo, sí, te amo, oh, cuánto te amo. 

 

Una vez terminada la canción, los aplausos de la multitud volvieron y mientras caminaba podía sentir su pulso acelerado. ¿Su corazón se calmaría en algún momento? Cuando llegó a la mesa, Cas ya no se encontraba allí, en cambio, su cita lo miraba divertido.

De repente se sintió asaltado por el miedo. ¿Acaso...  acaso Cas lo rechazaba y no deseaba verlo? Sus pensamientos desesperados se disiparon con la voz del otro hombre.  

—Oye... Cas te espera en la salida, parece que quiere hablar contigo.

¡Maldita sea!

Dean, sin pensarlo, corrió hacia la parte trasera del bar. Abrió la puerta, y encontró a Cas apoyado contra la pared.

—Cas... —llamó mientras se acercaba cauteloso. Pero fue detenido. El hombre se veía serio y distante.

—Me pediste que escuchara la canción, Dean.

Sintió como sus esperanzas se desvanecían y tragó saliva para deshacerse del malestar que lo invadía. ¿Qué había hecho?

—Sí, Cas... lo sient-

—No he terminado—lo interrumpió—. Quiero saber... esa canción, ¿es sobre cómo te sientes acerca de mí?

Dean movió su cabeza, reuniendo todas sus fuerzas para seguir.

—Sí—declaró al fin. Y al instante, pudo notar en aquellos ojos azules un brillo especial. Cas se despegó de la pared y acortó la distancia que los separaba. Dean no tuvo tiempo de reaccionar y fue arrastrado por el inesperado beso de Cas. Se quedó inmóvil un segundo y al siguiente se abandonó en sus brazos. Con un suave gemido entreabrió sus labios, permitiendo que sus lenguas se tocaran, profundizando el contacto. Dean quería más de Cas. Quería seguir experimentando más de esa increible sensación. Cuando el beso apasionado finalizó, los dos respiraban agitados. 

Cas fue quien habló primero.

—Esperaba... que alguna vez pudieras decirmelo, pero no creí... —le falló la voz y Dean acunó su cara, pidiéndole que continuara—. Yo también te amo, Dean.

Dean soltó el aliento que contenía y le dio una cálida sonrisa.

—Lo siento por tu cita, Cas, pero no pienso dejarte ir—enfatizó, estrechándolo, una vez más, entre sus brazos.

Cas lo miró confundido.

—¿Cita? ¿De qué...? ¿Hablas de Brodie?

Dean escuchó un risa fresca salir de Cas y quedó confundido.

—¿Qué es tan gracioso?

—Yo nunca afirmé que era mi cita, Dean. Brodie sólo es un amigo.

Dean se alejó para mirarlo asombrado.

—P-pero... tú dijiste... —sacudió la cabeza. ¿Había sido todo una confusión de su parte?¿Una reacción a sus inseguridades?¿Un llamado de advertencia al sentir que podía perder a Cas por no ser sincero?

Cas le explicó que Brodie tenía una novia.

Dean masajeó con una mano la parte de atrás de su cuello, avergonzado.

—¡Whoa! Me siento un completo idiota.

Cas levantó la mano y tocó con las puntas de sus dedos la mejilla de Dean, bajando suavemente hasta acariciar sus labios. 

—Nada de eso, Dean. Estoy feliz con el resultado. 

El corazón de Dean dio un pequeño revoloteo y una amplia sonrisa se extendió en su rostro. Se inclinó sobre Cas y lo besó por un buen rato.

—Yo también, Cas... —le aseguró con alegría mientras su frente descansaba sobre la de Cas.

Notas finales:

Canción: The Moody Blues; Nights In White Satin


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