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WCY por Alejita LM

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Notas del capitulo:

Este es el otro capítulo espero que también les guste y se sigan animando a leer mi bello fanfic.

Al mediodía...

 

Sen

 

Decidimos almorzar en casa de Ulqui, porque es el que vive más cerca de la empresa, y además porque así podemos hablar tranquilamente

 

-Sen, tienes que responder con la verdad y sólo con la verdad, ¿es cierto que Zangetsu lo hace duro y a lo bestia?- me interroga Ichigo, interesado por saber 

 

Yo dudo de contestar, y mis amigos me miran expectantes como niños curiosos

 

-sí, cuando se concentra se transforma en una bestia sexual- respondo asintiendo

 

-lo imaginaba, pero mi Shunsui no se queda atrás; sabe muy bien lo que hace cuando de sexo se trata- comenta Jushiro con orgullo

 

-qué bueno saberlo, porque serán hoy Mu e Ichi, los que les midan el calibre a Andrew y Baran- participa Shinobu sonriendo, mientras mira a los gemelos Kurosaki

 

Ellos bajan la mirada un poco apenados 

 

-Ulqui, ¿Urahara y tú, ya...?- pregunta Mu con cierto interés

 

-no, aún no, pero imagino que pronto sucederá. Les contaré cómo es él en la cama cuando ocurra- contesta con su típica seriedad 

 

-esperaremos con ansias tu narración- habla Soujun, molestándolo un poco

 

Él lo mira inexpresivo, y yo me pregunto cómo se verá en medio de un acto sexual gimiendo y suplicándole al rubio por más. Seguro que eso sería toda una hazaña que daría gusto ver. 

 

En la noche...

 

Ganryu

 

Mugetsu me invitó a su casa; así que, ahora estoy aquí y compruebo que efectivamente su hermano no está. 

 

El pelinegro me lleva a su habitación. Al entrar me pide que lo espere mientras él va al baño; me siento a los pies de la cama, y unos segundos más tarde lo veo salir con una bata negra de seda; al instante se la quita quedando desnudo frente a mí. Sin decir nada se aproxima a retirarme la camiseta y lo detengo, para ser yo quien me despoje de ésta; él mira con ganas mi torso y pectorales esculpidos; sonrío orgulloso de mi físico. 

 

Me pongo de pie para deshacerme de la mayoría de mi ropa exceptuando mi bóxer; él vuelve a acercarse, pero ésta vez para hacerme recostar en el lecho; se sube encima mío y comienza a besar mi cuello dejándome un mordisco ahí, sigue por mi manzana de Adán y pecho hasta mi abdomen; sin parar de dejar marcas de besos y pequeñas mordidas por toda mi piel. 

 

Al terminar, toma delicadamente con la punta de sus dedos el borde de mi bóxer y me lo va bajando, para liberar así mi erección potente y dura. En el momento en que acaba de quitármelo, se queda mirándome de arriba a abajo con lascivia. De un momento a otro, se sienta sobre mi pelvis, y percibo su lubricante natural manar de su estrecha entrada; qué listo está, verdaderamente su celo lo ha puesto así; en eso él desciende su rostro hasta el mío y me besa; pero yo convierto el beso en uno muy húmedo y candente, para así distraerlo mientras lo tomo por las caderas y le hago levantar el trasero; él se endereza de nuevo y entiende la indirecta; por lo que, alineando su orificio con mi miembro, desciende, haciendo que todo mi trozo de carne quede cubierto por su interior.

 

Comienzo a moverme con lentitud entrando y saliendo de él, pero con el pasar de los segundos mi pelinegro quiere más; por lo tanto, toma la iniciativa y empieza a cabalgarme a su gusto, siendo así rápido y buscando que llegue lo más profundo posible. Cuando logra que toque su punto g, lo agarro por las nalgas y soy yo quien ahora dicta el ritmo para poder volver a alcanzar esa misma zona; debido a que la cordura se ha esfumado de mi cabeza; por mi brutal acción, él blanquea los ojos y gime totalmente dominado por la lujuria y el deseo, ya que la razón la perdió hace rato; mi salvajismo es tal, que la cama cruje bajo nuestro peso.

 

Al momento de llegar el clímax y sentir que el nudo no me deja mover, lo halo hacia mí, y sin perder tiempo lo muerdo, mientras me corro en su interior; él lo hace entre nuestros cuerpos. Antes de terminar mi corrida, extraigo mis caninos de su cuello, y lamo el par de incisiones que le hice; acabando lo que estaba haciendo, a los pocos segundos; en cuanto puedo, salgo de su cuerpo y él se pone de pie para ir al baño; por lo que, puedo apreciar su obsceno trasero desnudo, y su cabello pegado a la espalda por causa del sudor que le dejó nuestro acto pasional.

 

Me coloco el bóxer, y tras unos minutos él regresa con la bata puesta de nuevo. Así entre los dos cambiamos las sábanas, y tendemos su cama; luego nos acostamos, y espero a que se duerma para dejarlo ahí. Abandono su habitación y la casa, para poder transformarme libremente en la loma más cercana, y allí con facilidad caigo en los brazos de Morfeo.

 

En otro lugar...

 

Mismo tiempo de inicio de la acción entre Mugetsu y Ganryu...

 

Starrk

 

Beso posesivamente los labios de Sou, mientras nos vamos desnudando mutuamente. Lo recuesto contra la pared de su habitación, y un momento después nos distanciamos por falta de aire y para deshacernos de nuestras prendas. Al instante él se abraza a mi cintura con sus piernas, y yo aprovecho para besar, morder y lamer su cuello y pecho, con suavidad.

 

-hazme tuyo, amor mío; tu aroma a limón me tiene mojado por el deseo de sentirte muy profundo dentro de mí- susurra sensualmente a mi oído; en cuanto me acerco de nuevo a su rostro 

 

-y qué me dices del tuyo a menta, que está haciéndome querer que follemos como posesos hasta el amanecer- respondo tomándolo fuerte por el cabello, y casi gruñéndole por causa de la lujuria

 

-sólo déjate llevar, y has de mí lo que quieras- contesta, mirándome con lascivia contenida en sus ojos

 

Sin pensarlo dos veces, tomo mi polla y la voy adentrando en su pequeño y rosado orificio; espero a tenerla toda adentro, para así iniciar un vaivén suave y lento. Pasados unos segundos, él me pide que aumente el ritmo y la fuerza; por lo que, empiezo a follármelo a lo bruto y sin misericordia; él gime dejándose envolver por el deseo y el placer. Causando en mí que pierda la cordura, y disfrute más el estar follándomelo de pie; ya que pocas veces lo he hecho.

 

Mi omega rasguña mi espalda con lujuria, mientras exige que lo haga aún más fuerte y rápido. Le obedezco arremetiendo de la forma más bestial posible; logrando a su vez tocar su próstata, que es donde está su punto de mayor placer; Sou grita y gime perdiendo el control de sí mismo, convirtiéndose a su vez, en toda una fiera irracional.

 

Continuamos follando de esa manera tan animal hasta que llega el clímax, y se me hace imposible moverme; ya que, por causa del nudo, he quedado estancado en el interior de mi amado. Mientras me vengo, muerdo a Sou para reafirmar su marca de propiedad y, al retirar mis colmillos lamo su piel herida; él por su parte se ha venido mayormente sobre su propio abdomen.

 

En el momento en que termino de correrme y el nudo se desaparece; dejo su cuerpo y, lo cargo en mis brazos para llevarlo a la cama, allí lo acuesto y me acomodo a su lado. Nos abrazamos hasta que él cae rendido por el sueño, entonces lo suelto para bajar del lecho y transformarme a gusto; cuando encuentro la posición más cómoda, cierro los ojos y me quedo dormido casi al instante. 

 

Dos semanas más tarde...

 

Miércoles en la noche...

 

Jushiro

 

Mis amigos y yo nos hemos dado cuenta de que estamos en estado, y todo porque nuestros celos llegaron en tiempos sucesivos. Me hace ilusión saber que dentro de mí hay vida que cada día crece y se nutre conmigo, y estoy seguro que a Sen, Ichi, Mu y Sou, les sucede lo mismo.

 

Salgo al cuadrilátero en cuanto me llaman, y espero a que mi contrincante sea requerido. Al momento en que lo nombran y sé que es Yumichika, lo veo venir hacia mí con su actitud odiosa acostumbrada.

 

Debo tener cuidado a la hora de luchar, porque cualquier movimiento mal hecho puede ser peligroso para mi cachorro o cachorros, y lo que menos quiero es que les pase algo.

 

El pelinegro se posiciona frente a mí, y yo lo observo con dureza. Sólo un omega está a la medida de hacerle frente a un beta, y eso es lo que haré ésta noche. 

 

Narunosuke

 

Me alisto para cuando sea mi turno, y escucho a mi amigo Tensa que está muy orgulloso de ser tío por parte de sus dos hermanos. Es una buena noticia saber que las familias se crecen, pero sé que la nuestra no correrá con la misma suerte, porque tanto Hisagi como yo somos beta; lo que, a menos que consigamos parejas beta que sean mujeres, hace imposible que preservemos el legado Shuheei. 

 

Quince minutos después...

 

Yumichika

 

Mantengo al peliblanco sometido contra la lona, aunque teniendo en claro no hacerle daño, porque a pesar de que ni él ni su hermano ni ninguno de sus amigos me agradan; no puedo tirármele el embarazo al finlandés, eso sería caer muy bajo. 

 

En cuanto el refeer acaba la cuenta, dando a entender que gané; me levanto y le doy una mano al ojioscuro para que él lo haga también. Abandono el ring, y mis amigos me felicitan en el momento en que entro a nuestra zona del backstage.

 

Narunosuke

 

Soy llamado y me dirijo a la zona común; ésta vez me toca pelear contra Oko, sé que es un oponente de mí mismo nivel; por lo que, estoy seguro que éste será un enfrentamiento increíble. Muero por saber quién ganará al final.

 

Shunsui 

 

Me peino y visto con una sonrisa que no se borra; voy a ser papá, en unos cuántos meses, pero papá. Quién iba a pensar que yo, José Manuel Becerra Reina, sentaría cabeza y formaría una familia. 

 

Pero bueno, lo importante es que mi vida es mucho mejor ahora, que estoy unido a mi Jalo y a mi futuro hijo o hijos.

 

Quince minutos después...

 

Oko

 

Reteniendo a Naru, espero a que el refeer culmine su cuenta. Y en cuanto lo hace, me pongo de pie para regresar con la gente de mi equipo, y mis amigos que están contentos por mi victoria, que no sólo me conviene a mí sino también a Lamda en general. 

 

Shunsui

 

Luego de que me anunciaran, me dirigí a la lona dónde me espera Urahara para luchar. Gane o pierda, para mí lo importante es demostrar que soy un buen luchador, y que me gano la vida por ello. 

 

Entro al cuadrilátero y me paro al frente del rubio, él me sonríe sin rencores y yo le devuelvo el gesto. Unos segundos después, el refeer recuerda el reglamento y el combate da inicio.

 

Mugetsu

 

Habiendo terminado de arreglarme; me acaricio suavemente el vientre para que mi cachorro sienta que estoy aquí para él. Espero a que me toque mi turno, sentado en el sofá de mi camerino; mientras tanto, veo la pelea entre el alfa de Jushiro y el de Ulqui; admito que van bastante parejos. Así no podría decir quién tiene cara de ser el que va a ganar. 

 

Quince minutos más tarde...

 

Urahara

 

He logrado derribar a Shunsui; por lo que, le impido moverse y aguardo a que el encargado acabe el conteo. Cuando lo hace me levanto y, tras ver al castaño ponerse de pie, le extiendo mi mano para que la estreche, él la acepta y aprieta con sencillez, mientras da un asentimiento de cabeza; yo le correspondo el gesto y luego de soltarlo, salgo del ring; volviendo al backstage con mis compañeros de equipo y mi omega, al cual le toca el último turno de la noche.

 

Mugetsu 

 

En el instante en que el presentador dice mi nombre, me meto en mi personaje y salgo con paso seguro y confiado, camino al cuadrilátero. Al llegar y subir a este, espero por mi oponente,; quién casualmente es Byakuya, y ya tiene dos meses de embarazo; el ojiazul se acerca con su paso parsimonioso de costumbre, y yo suspiro preparándome psicológicamente para lo que viene.

 

 Cuando ya ambos estamos en la lona, el refeer nos habla, y el enfrentamiento da inicio.

 

Ulquiorra

 

Me toca cerrar la noche; así que, aprovecho el tiempo que tengo para maquillarme, y al terminar me paro de lado frente al espejo, para imaginarme como me vería si estuviera en cinta. Afortunadamente a ninguno de los dos nos ha llegado el celo, porque la verdad es que no me siento preparado para dejarme embarazar, y aún menos para ser madre. 

 

Me siento en la silla que tengo frente al tocador, y espero a que sea mi turno, para matar el tiempo decido retocarme el esmalte negro azulado, que me aplique ésta mañana en las uñas de las manos; ya que me di cuenta que combina muy bien con mi "uniforme" de luchador. Extraigo el pincel del frasco, y comienzo con la delicada pero ardua tarea.

 

Trece minutos después...

 

Byakuya

 

Inmovilizo a Mugetsu, y escucho como el juez hace la cuenta; en cuanto acaba y gano; me pongo de pie y me encamino de regreso al backstage, y a su vez, a mi camerino.

 

 Cada día siento que mi bebé toma más forma; en unos meses sé que podré tenerlo en mis brazos, y estoy seguro que lo amaré tanto como amo al cabezahueca de su padre. 

 

Entro al backstage y sin dirigirle a nadie la palabra, voy directo a la cómoda poltrona que hay en mi camerino. Al momento de sentarme, percibo como un aire de paz me rodea; así que, cierro los ojos para relajarme y dejar de pensar. 

 

De hecho no me importaría dormir un rato, porque eso haría que me sintiera aún más tranquilo y relajado.

 

Ulquiorra

 

Soy convocado al ring; por lo que, me dirijo a este, no sin antes generar alboroto entre mis seguidores, quienes se emocionan al verme. Llego al centro del sitio y me monto a la lona; unos segundos después hace acto de presencia Tesra, ya que él es mi contrincante. En cuanto el rubio se sube para quedar al frente mío; le dedico una mirada de superioridad, porque sé que él jamás podrá llegar a comparar sus técnicas con las mías, ya que claramente soy mucho mejor que cualquiera de las Bellezas que pertenecen a Lamda. 

 

El refeer nos recuerda las reglas, y nos da la orden de empezar a luchar; así que, respiro hondo y me lanzo hacia el portugués.

 

Quince minutos más tarde...

 

Mantengo a Tesra bajo mi peso, y espero a que el encargado culmine con el conteo. Cuando el hombre acaba, me levanto y mis fans gritan con efusividad para exaltarme; así que, les sonrío con orgullo y dejo el cuadrilátero, sin parar de agradecerles sus atenciones a mis admiradores.

 

Vuelvo al backstage, y allí me reciben mis amigos y mi alfa; de inmediato todos se acercan a felicitarme con la alegría tatuada en sus rostros, y yo les sonrío sintiéndome querido por quienes me importan; por lo tanto, con gusto acepto sus palabras y buenos deseos para mi próximo enfrentamiento. Sé muy bien que estando rodeado de aquellos que me valoran y estiman, estoy más que bien.

Notas finales:

Esto es todo por esta semana, ojalá y les agrade este capítulo. Nos leemos la próxima y les deseo un feliz fin de semana. 

Hasta lueguito.

 


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