Sen
Estoy en labor de parto desde hace una hora, y Juan me ha hecho salir al patio, el cuál de por sí tiene un gran pastizal, además de una bella loma.
-¿qué hacemos aquí afuera?- le pregunto un poco molesto
-es mejor que estemos lejos de la casa cuando ellos nazcan- responde algo nervioso
-¿dime qué sucede?, sabes que no me gusta que me ocultes las cosas- contesto con tono exigente
-ya te darás cuenta- responde sin mirarme
En eso, siento que mi primer bebé ya viene, pujo lo mejor que puedo y lo veo nacer
-no, mira para otro lado; igual aún falta mi niña, así que dale, puja de nuevo- dice mi alfa, atravesándose en mi campo de visión
-tú ganas- respondo, aunque siento que mis pies se están convirtiendo en pezuñas
Vuelvo a pujar con fuerza, y luego de unos segundos, percibo que mi bebita ha nacido al fin.
Para cuando quiero darme cuenta, he dejado de ser una persona y ahora soy una vaca.
Miro a Antonio, pero a quien encuentro a mi lado, es a un gigantesco y fornido toro de lidia con pelaje negro.
-esto es lo que no te quería decir. Ahora sí puedes ver a tus hijos- me dice sin necesidad de palabras
De inmediato muevo un poco la cabeza, y veo que mis pequeños también son como nosotros, sólo que en versión de terneros.
Algo corre por entre mis patas, y noto que son las membranas placentarias de ambos partos.
-estoy enojado, no sólo porque soy una vaca, sino también porque no me dijiste lo que tú eras en realidad- digo mirando de forma hostil a Juan
-sí, eres una vaca, pero una muy sexy. Si nos quedáramos así todo el tiempo, sin duda seguiría fecundándote, porque me encantas- me coquetea, tratando de alzar las cejas que no tiene
-¿de verdad te gusto incluso así?- pregunto un poco apenado
-sí, de hecho, si me pusieran a escoger entre una vaca común y corriente, y tú. Te elegiría a ti sin siquiera dudarlo- responde acercándose, para así restregar su cabeza contra la mía
-gracias- contesto, y si pudiera ruborizarme, seguro estaría más rojo que un tomate
Mis hijos se han ido acercando con un poco de torpeza, y Zan les ayuda a tumbarse frente a mí, así puedo lamerlos para que estén limpios; por su parte, ellos parecen estar a gusto con mis cuidados.
En medio de toda esta explosión de realidad, había olvidado que ya tengo los nombres pensados para mis crías.
-mi amor, ¿te parece si llamamos a la niña: Lilu, y al niño: Karim?- le pregunto, ya que no les hemos dado nombres con exactitud
-sí, suena bien, pero deja que le coloque un segundo nombre a mi princesa- contesta dispuesto
-de acuerdo, súper papá, puedes ponerle otro nombre a nuestra pequeña, pero que no sea feo ni complicado de pronunciar- respondo, aceptando su petición
Él hace un gesto como si sonriera y yo me incorporo, de inmediato Lilu y Karim me imitan, y se prenden a mi ubre para tomar su leche.
Admito que nunca he sido más feliz, que cuando a los tres meses de gestación, me dijo el doctor que veía una niña pero a la vez un niño. A los cinco me aseguró que serían dos, una parejita; desde entonces me siento la persona más afortunada del mundo.
Y a pesar de que, aún sigo sin creer que el aspecto auténtico de mi pareja sea éste, soy feliz a su lado y, sé que junto a nuestros bebés y a Ggio, podremos conformar una amorosa y bella familia.
Narrador omnisciente
Después de pasar los dos primeros días convertidos en animales, cada pareja descubrió la apariencia humana de sus hijos.
Las pequeñas Inkeri y Martina, son una combinación casi perfecta de sus padres. Inkeri sacó los ojos grises de su padre y la cabellera larga, lisa y blanca de su madre, además de su piel nívea, mientras Martina es de ojos oscuros, cabellos castaños oscuros y ondulados, y piel canela.
Alma es castaña y de ojos azul turquesa como su padre, pero su cabello es tan liso como el de su madre, y su piel nívea.
Tadashi por su parte es pelirrojo, herencia de su progenitor, y de ojos azul plomizo, herencia de su madre.
Hilary sacó el pelo azul de su padre y los ojos chocolate de su madre. Generando así curiosidad en quienes la ven.
Alik es pelinegro liso como su mamá y de ojos amatista como su papá. Indudablemente en su tamaño también se asemeja a su progenitor, cosa que le complica un poco la vida a su madre.
Velkan y Gyula tienen algunas similitudes, tanto con su madre como con su padre. Velkan es de cabello rubio, liso, y los ojos verde claro, mientras que Gyula tiene el cabello negro, ondulado, y los ojos oscuros, pero con visos verdosos como su padre. La piel de ambos es nívea.
Marco y Camilo son otra combinación casi perfecta entre sus progenitores. Marco posee el cabello rubio y ondulado de su madre, y los ojos anaranjados de su padre, mientras Camilo tiene el cabello negro y liso como su padre, y los ojos oscuros como su madre.
Lilu y Karim son una verdadera combinación perfecta entre sus padres. Lilu tiene el cabello negro y ondulado como sus dos padres, y los ojos azul plomizo como su madre, además de la piel canela de su padre, mientras Karim es pelinegro liso, y con los ojos oscuros de su padre, además de la piel beige de su madre.
Siete años más tarde...
Lilu
Entro al salón, y me siento junto a mi amiga Alma. Este año cursaremos primero de primaria, pero como somos nuevas en el colegio, no conocemos a nadie.
El salón está lleno de otros niños, pero aun así la profesora espera a que lleguen todos, para poder cerrar la puerta.
Cuando parece que ya no va a entrar nadie más, ella cierra.
-por lo que sé, tenemos un grupo de niños nuevos. ¿Les gustaría pasar al frente y contarnos algo sobre sus vidas?, estaremos dichosos de escucharlos- dice la maestra incitándonos a hablar
-yo- responde mi amiga, poniéndose de pie
-muy bien, pequeña, pasa al frente entonces- la anima
-de acuerdo- contesta Alma, dispuesta
De inmediato se para ante todos, y habla:
-primero que nada, me llamo Alma Victoria Coyote Kuchiki, tengo seis años y este año cumplo siete. No tengo hermanos, pero igual no los necesito porque para eso está Lilu, que es mi mejor amiga.
Bueno, en mi familia, papa y mama trabajan en la misma empresa de lucha.
Por otra parte, debido a la naturaleza de papa, soy una lobezna y además una gitana; ya que cuando papa descubrió que tenía premoniciones sobre el futuro, agregó el de vidente a la lista de sus trabajos, junto con la lucha y el canto.
Quiero que sepan que cuando estaba en la panza de mama, unas mujeres malas nos secuestraron, y casi muero porque mama no podía alimentarse; debido a que esas tías querían matarlo.
Volviendo al tema de mi familia, tengo tres primos, quienes casualmente están aquí; Marco, Camilo y Tadashi, y una prima que tiene dieciocho años y pronto cumplirá los diecinueve; además tengo cuatro tíos, dos por parte de papa y dos por parte de mama.
Ah sí, y cuando sea grande, quiero ser luchadora en la compañía dónde trabajan mis padres-
La mayoría de niños están pasmados con tanta información, pero como yo conozco a mi amiga, ya estoy acostumbrada a que hable tanto.
Decido ser la siguiente en pasar al frente, y me paro donde todos puedan verme. Acto seguido, Karim se hace a mi lado.
-Bien, yo soy Lilu Florencia Vega Kumar, tengo seis años y cumpliré siete después de mitad de año.
Mi familia cercana está compuesta por mi mamá, mi papá, mi hermano mayor Ggio, Karim y yo.
Ya en general, están mis abuelitos paternos y mi abuelito materno; tengo cinco tíos en total, cuatro por el lado de mi mami, y una tía por el lado de mi papi; sólo tengo un primo y se llama Mario.
Mis papás son luchadores de la WCY, al igual que mi primo. Ggio tiene dieciséis y está en décimo, creo que quiere ser médico; yo aspiro a convertirme en luchadora, así como mi amiga Alma- digo, tras armarme de valor
-yo soy Karim Vega Kumar, y bueno, como mi hermana ya les dijo cómo está organizada nuestra familia. Sólo agregaré, que yo quiero ser entrenador de luchadores, porque me gusta la idea de apoyar a alguien en su sueño de convertirse en estrella- comenta mi mellizo, con voz pausada
De inmediato volvemos a nuestros lugares, y sólo un niño más, levanta la mano. La profesora le permite pararse, y él se pone frente a todos.
-mi nombre es Alik Bubka Kurosaki, también tengo seis.
En mi familia estamos mi mamá, mi papá, mi tío Ichigo, mi tío político Andrew y mi prima Hilary.
Todos los adultos de mi familia son luchadores; así que, me gustaría serlo yo también cuando esté grande.
Mi forma de hablar, se debe a que mi papi es ruso y mi mami es japonés. Por lo que, mi acento oscila entre ambos idiomas.
Me gustaría que sepan que mi prima Hilary y yo somos muy cercanos, casi como si fuéramos hermanos; así que, me agrada que ella estudie aquí también. De hecho ahí está sentada- nos relata el niño, el cual tiene pelo negro y ojos de un color parecido al rosado; al final señala a una niña peliazul, que está sentada al otro lado del salón.
El pelinegro regresa a su puesto y yo sonrío, porque es muy posible que con mi forma de ser, haga amigos con facilidad; así no seremos sólo Alma y yo, sino que estaremos rodeadas de más niños.
Trece años después...
Me miro al espejo y respiro hondo, ésta será mi noche.
Escucho que me llaman afuera, y salgo con paso decidido. Al estar ya de camino al cuadrilátero, mantengo una sonrisa en mi rostro, porque sé que desde hoy comenzaré a escribir mi historia y algún día seré parte de los grandes. Lo puedo sentir.
Fin