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It's Goin' Down por ArthaielEng

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Notas del fanfic:

Ignoro si fue subida a esta plataforma pero ya existe una adaptación de Descendientes con los personajes de Kuroko no Basket, y gracias a ella ahora soy fan de ambas creaciones cuando antes no podía ver Descendientes ni en pintura y ahora hasta sus muñecos y libros tengo. Quiero ACLARAR que esto no es un intento de robo de idea, ya que ella solo hizo su adaptación de la primera pelicula y lo de continuación es de una escena de la segunda pelicula. 

Fanfics propios de KuroBasu y Descendientes tengo y separados (Akakuro y Harren) por si gustan darles un vistazo. 

Aprecio mucho su comprensión, gracias. 

 

Pdta: con este one-shot salgo del hiatus, Stories About The Emperor and his Shadow, Refuerzo y Castigo, Me, Myself and Hide, Not Today y demás obras mías si van a terminar, además de otro fic Harren (Harry x Ben) que tengo la espinita de escribir. 

El olor de un océano podrido donde habitan las bestias marinas que en sus tiempos mozos como secuaces de la maldad, yacen en la agonía del destierro junto a sus respectivos amos quienes recibieron el mismo castigo eterno, la isla de los perdidos le llaman y a orillas de ese hedor se encontraba el barco Jabberwock, con anclas oxidadas y madera chirriante, imponente en tamaño y forma, ahí donde malcriados de la isla van a divertirse con las sobras del alcohol de Auradon, maldiciendo al mismo mientras pierden sus sentidos tambaleándose en su mediocre vida que les tocó al ser bastardos  herederos de la infamia que corre por sus venas, heredando poderes malignos de sus antecesores que si bien unos más fuertes que otros se unen con el único propósito de hacer el mal y huir de la pocilga que tienen como hogar.


 


Finalmente consiguieron una llave de salida, una esperanza pero si lo llamamos de esta manera les repugnaba como la simple idea de hacer el bien y dejar a alguien intacto en sus múltiples atracos donde disfrutaban burlarse de la gente al creerse los más poderosos de la isla. Y bien, la llave a dicho cofre del tesoro que era su libertad estaba atado de pies y manos en el tablón condenado a ser lanzado a los feroces tiburones que ansiaban el festín real ya que la misma víctima era el Rey de Auradon que capturaron en un momento de desdén y quizá ingenuidad del mismo, que a pesar de ser perfectamente vestido como villano y pasar desapercibido en la isla fue descubierto por el torpe de Nick.


 


La invisibilidad del Rey fue derrocada, y en ese momento secuestrado, era su vida o la varita del hada madrina que yacía en el territorio de Auradon sumamente resguardada en el museo, la misma que causó lo más maravilloso de su vida, su encuentro con Akashi Seijuro, descendiente de la peor villana conocida en la historia, Malefica. Y él lo guío al bien cayendo perdidamente enamorado y ese amor lo trajo a la isla cuando el escapo extrañando sus raíces, su hogar. No lo dejaría ir tan fácilmente, no dejaría que ese amor se desplomara e iba por una segunda oportunidad pero el falló y lo trajo a que sus ojos claros como un riachuelo cristalino no dejarán de observar las aletas de los tiburones que podían oler en su sangre el temor que estaba viviendo, la preocupación de su situación.


 


El líder de toda aquella operación era el mismo Jason Silver, un hombre fornido y alto con cabellos plateados, probablemente no era la persona con más inteligencia que su antecesora bruja del mar, Ursula, pero había heredado ese instinto animal y feroz que lo hacía una de las personas más temidas en la isla, siempre cargando su espada y un atuendo marítimo de colores azules de tonalidades fuertes que remarcaban más los músculos de sus brazos, además de ser un casanova adicto a las mujeres, dueño del barco teniendo a su disposición esbirros, pero como el cerebro no era su fuerte, su mano derecha era nada más que la sangre de Garfio, Nash Gold Jr.


 


Si se describe a Nash, la primera palabra que se cruzaría la mente de cualquiera sería psicópata. Un hombre de cabellos rubios y ojos verdes como jades que lejos de ser tranquilizadores bajo ellos se mostraban ojeras marcadas como carbón, con perforaciones en los oídos y un tatuaje tribal que mostraba orgulloso en su brazo hasta el cuello, con hábitos y pasatiempos como burlar y causar temor y con la ironía y palabras fuertes que escupía como veneno a quien fuera y se interpusiera incluso en su caminata más tranquila, su ego traspasaba la de un dios y si existiera sería opacado por la de este hombre. Ya que a su pensamiento, él es el número uno sobre encima de todos.


 


El nublado cielo de la Isla de los perdidos acentuaba más lo macabro del plan, los minutos pasaban y cada uno de ellos aumentaba la presión y la excitación de los raptores del Rey Kuroko Tetsuya. El oleaje salvaje hacía mecer el barco y los secuaces de Silver veían a traves de sus binoculares la tan ansiada llegada de la Kiseki no Sedai, los anteriores amos de la Isla antes de ser “corrompidos” por Kuroko y su ideal de la bondad. Mismo que intentó aplicar con Nash quien al escuchar soltó una fuerte patada en su abdomen que lo dejó mareado y sofocado, nunca iba a escuchar ya que solo él tiene la razón y ningún debilucho como un rey sin carácter lo iba a hacer cambiar. 


 


—¡Hey chicos, Llegaron!


 


Nick fue el primero en percatarse estando en la vigía del barco, se agarró fuertemente sobre las cuerdas viendo emocionado a la Kiseki, quienes venían con caras serias caminando sobre el muelle mirando fijamente a su objetivo, Silver. Liderados por Akashi, seguido de Aomine y Midorima, quedandose atras Kise y Murasakibara        


 


Los antiguos causas de terror en la isla se pararon frente al Jabberwock, en esas épocas eran conocidos como los Vorpal Swords debido a las diferencias. Akashi siendo un fuerte líder de ellos, en sus genes venían la herencia malvada. Aomine de Jafar, Midorima de la Bruja Malvada, Murasakibara de Cruella de Vil y Kise era un chico extraordinario de la Isla quien, aparte de Kuroko, los aceptó sin recriminarlos ni juzgarlos, además de ser un buen amigo de Aomine quien gustaba de competir en esgrima hasta lograr vencerlo, cosa que hasta el momento no había podido, descendiente de Mulan, y por ello un buen peleador.


 


—¡Bienvenidos! — gritó con euforia Nash abriendo los brazos, con esa mirada amenazadora característica de él.


 


—¡Finalmente!— termino de decir Silver poniéndose de frente a Akashi separándolos solo unos metros de distancia. Carcajeandose desenvainando su espada.


 


Akashi se limitó a fulminar con pensamientos nada gratos al hombre que se regocijaba en su aparente triunfo, dio dos pasos al frente dispuesto a mantener la calma.


 


— Huh, vamos a empezar esta fiesta. — continuo Silver. —    Te juro que soy de corazón frío. No hay negociación, no estoy aquí para debatir.


 


Dicho esto Nash golpeo fuerte la espalda de Kuroko sobre el tablón, empujándolo a escasos centímetros de caer al agua, su piel palideció más de lo habitual, mostrando una de las pocas expresiones que rara vez hacía y era la expectativa a la situación de supervivencia.


 


— ¿Necesitas alguna motivación? Sólo mira la cara del pequeño, entonces pregúntate cuánto tiempo piensas que seguiré siendo paciente.


Al escuchar las palabras de Silver, Akashi volteo hacía Kuroko, apretando los labios al verlo en esa situación, su preocupación aumentó los latidos de su corazón y la de los suyos quienes se vieron mutuamente tratando de esconder esa sensación.


 


—¡Lo arrojaré al agua y lo dejaré nadar con tiburones asesinos!


 


Murasakibara dejó de encoger los hombros y se puso firme viendo con incredulidad al enorme tipo moreno que no le hacía ningún temor a comparación de el, retando con la mirada y probablemente deseando golpearlo.


 


—¡Entregas la varita o él será destrozado!


 


Nash, para agregar diversión, o agresividad, al asunto hizo girar a Kuroko sobre el tablón como si estuviera jugando con un muñeco de trapo.


 


—Vamos a ser todos inteligentes. Aunque para ti eso debe ser duro— Akashi habló directamente a Silver con un marcado sarcasmo lo último. —  Obtendrás la varita, nadie tiene que salir herido.


 


Silver rodeo los ojos dándose la vuelta ignorando el discurso “barato” del pelirrojo. Ignorandolo por completo.


 


—No trates de intimidarme, tu ladrido es mucho peor que tu mordida.


 


Silver, mofándose volteo haciendo el ladrido de un perro, mostrando sus dientes abriendo de forma exagerada la boca.


 


—¿Quién es el más malo de todos? ¡Supongo que lo descubriremos esta noche!— reto Akashi levantando el brazo y alzando el mentón viendo a todos los esbirros por debajo con la grandeza que ameritaba su mera presencia ante ellos.


 


—¡Vamos! ¡Adelante! ¡Danos lo que queremos! Es la varita de la corona. Si no lo haces, el va a caer.


 


Bramaron todos los integrantes del barco desenvainando sus espadas en sincronía al cielo gris, moviéndose con ardor y amenazando con las puntas de las mismas.


 


—¡Vamos! ¡Muévete! La paz o la guerra depende de ti. Hazlo ahora, si no lo haces, caerá.


 


Los chicos, a espaldas de Akashi quien soltó un bufido, contrarrestaron al otro bando golpeando la madera y amenazando con los puños, demostrando que no temían a un combate.


 


—¡Queremos la varita! O el rey se va. ¡Tu tiempo se agota! Deberías medir realmente tu boca.


 


Nash de su bolsillo sacó un reloj, agitándolo frente a los ojos de Kuroko quien se asustó, a esto reaccionó Akashi dando la vuelta, respirando hondo y volteando inmediatamente con cero ira reprimida, ahora realmente lo habían provocado.


 


—¡Vamos! ¡Puño por puño! Estamos preparados para defender nuestro terreno. ¡Tomen sus espadas, ponlas arriba! No caerá.


 


—¡Haz el trato! O caminara en el tablón. — Nash, sosteniendo de las sogas que sujetan a Kuroko hace la finta de aventarlo aumentando más la presión de los villanos de Auradon.


 


Aomine, Murasakibara, Midorima y Kise se acercaron a Akashi, volteandolo para hacerle calmar ante la situación, no hacían falta las palabras, las miradas de todos le reprenden de dejarse llevar, entonces el pelirrojo volteó de nuevo a sus adversarios, su sangre hervía como nunca pero necesitaba reaccionar.


 


— Esta bien, mira. Esto no es una conversación, es una situación de vida o muerte. Si no me devuelves el rey. ¡No tendré piedad!


 


Silver miró con incredulidad a Akashi, cruzándose de brazos, sin abandonar que todo lo que dijera el heterocromático de su boca eran chistes para su gracia.


 


— Te serviré aquí mismo y no necesito una reservación. De esta manera, todo tu “equipo de piratas” puede ver la demostración. — Akashi siguió provocando. — Libéralo ahora y tomemos caminos separados. — pauso un momento y los demás se acercaron detrás de él. —A menos que quieras lidiar contra mi y los Vorpal Swords.


 


Silver carcajeo y se puso a un escaso metro de Akashi, siguiendo detrás de el Nash, amenazante y sacando su garfio.


 


—¿Ese fue tu gran discurso? ¿Un ultimátum vacío?


 


—Todo lo que necesita es un titubeo y lo humillaré— interrumpió Nash. — De hecho si haces un movimiento equivocado lo debilitare. Si piensan en escapar lo eliminare, ¡Todo lo que necesita es mirarme y lo voy a…!


 


—¡Nash! Lo entienden, relájate. — Silver hizo lo que poco le nace y es detener al alborotador de Nash quien entiende bien que suele salirse de sus casillas rápidamente.


 


Además de que Aomine ya se estaba acercando a él de forma amenazante, pero terminó por tomar del brazo a Akashi para llevarlo con los demás nuevamente, Murasakibara sacó la varita y se la dio a Akashi que sin dudar se encamino a hacer el intercambio.


 


—Oye! No tenemos que elegir. No tenemos que encender el fusible. — Kuroko grito. — Akashi, hagas lo que hagas vas a perder, tiene que haber una mejor manera. — Silver, prometo dejarlo pasar, te doy la oportunidad.


 


—¿Tu? ¿Rey estupido? Si, me estas dando la oportunidad. ¡Bueno es una casualidad!


 


Akashi tomó la iniciativa e ignorando lo que dijo Kuroko, sabiendo que la varita es falsa, se la extiende a Silver quien a punto de tomarla se detiene.


 


—Espera, es demasiado fácil. — mira a Nash quien estaba a punto de decir lo mismo. —Que tal si le das una probada, quiero verla funcionar. — exige el de cabellos plateados.


 


—Y dicen que las más dramáticas son las mujeres. — se burla Akashi.


 


—Y si haces algo demasiado grande, el Rey Kuroko va a nadar. — finalizó Silver.


 


Nash ya estaba sosteniendo a Kuroko al borde así que tenía que pensar en algo rápido, fue en este entonces cuando ve que Nigou, el perro de Kuroko que Murasakibara hechizo en Auradon se acercó a ellos le surgió una idea.


 


—Aunque suene descabellado, haré que este perro diga algo. — dijo Akashi fingiendo mover la varita hacia Nigou. Este se quedo estatico. — Di algo ya.


 


—¿El jersey del Seirin me hace ver gordo? — Nigou pregunto.


 


Toda la tripulación se ríe, incluyendo a Silver.


 


—¡Dame la varita! — demandó Silver.


 


—¡Tu dame a Kuroko! — respondió Akashi.


 


Se quedaron viendo fijamente a los ojos por un momento hasta que Silver desistió.


 


—Nash, traelo.


 


Los piratas comenzaron a gritar con optimismo, o como quiera que eso se llame en la isla de los perdidos. Nash lo jaloneaba de un lado a otro a posta de que alguna espada se clavara en el cuerpo de Kuroko pero no tenía tiempo, la varita estaba a disposición y el era la moneda de cambio. Al llegar al punto de intercambio Silver le ordenó desatarlo al ver que la varita seguía en manos de Akashi.


 


—Ahg, no me permiten divertirme. — Nash corto con su espada la cuerda que ataba a Kuroko quien fue tomado de la mano de Akashi de forma inmediata.


 


Akashi entregó la varita, la tripulación brinco victoriosa, Kuroko sin saber de la falsedad que habían cometido se rehusaba a levantarse e irse, tuvo que ser jalado por los Vorpal Swords.


 


Mientras tanto los Jabberwock no dudaron un momento en usar la varita y un conjuro para derribar la barrera hicieron, pero esta no funciono. Frustrado Nash tomó la varita y la rompió comprobando el timo, volteo a ver al pelirrojo con furia.


 


—¡Akashi, te aseguro que no ganarás siempre!


 


La batalla comenzó, los Vorpal Swords lanzaron bombas de humo para distraer a los enemigos, mientras estos con sus espadas al aire iban tras ellos. Corriendo hacia la salida, tuvieron que enfrentarse a enfrentamientos de espadas, Kuroko luchó como pudo contra Nick y Akashi contra Nash Gold, Aomine y Murasakibara se encargaron de Jason Silver mientras Midorima y Kise peleaban contra sus esbirros, una pelea de habilidad en donde todos los provenientes de Auradon obtuvieron la victoria, ya estando juntos al túnel de salida Midorima lanzó una bomba de humo y con su perfecta puntería dio en el blanco.


 


Corrieron a la salida, primero Aomine y Kise, seguidos de Murasakibara y Aomine, Kuroko aún estaba estupefacto pero fue guiado por AKashi quien se quedó atrás para romper el camino que llevaba al túnel. Fue así cuando los Jabberwocks los perdieron.


 


Las miradas de Nash y Akashi llevaban fuego en ellas, viéndose en un par de segundos que para ellos eran minutos, interrumpidos por Silver quien golpeó en el hombro a Gold y empezó a gritar. Victoria para los Vorpal quienes por fin lograron regresar a Auradon, a casa.


 

Notas finales:

Disculpen si deje mucho que desear, con este one-shot me estoy desempolvando del hiatus, tengo meses sin escribir, literalmente, la U me consumio, prometi terminar Getting Away With Murder desde el Halloween pasado y en fin. 


Espero que les haya entretenido <3


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