—Vámonos…
— ¿Qué estás diciendo?
—Dejemos todo atrás, solos tú y yo.
El silencio de la habitación se prolongó, ambos hombres tenían una visión diferente de lo que llegaran a significar aquellas palabras. Para uno era una forma de comenzar todo de nuevo, remendar las heridas causadas y descansar de la indiferencia de las personas de aquella sociedad; mas sin embargo para el otro ser, aquellas palabras estaban escritas con rojo, gritando a todo el mundo que eran unos cobardes por no tratar de luchar por el amor que se sentían y solo huir con la cola metida entre sus piernas.
Eran libres de escoger lo que querían para su futuro, pero ninguno de los dos estaba dispuesto a sacrificar todo por un gramo de felicidad, nadie estaba dispuesto a dar su brazo a torcer.
—Veo que tomaste tu decisión.
Un asiento se quedó vacío, la presencia de otro ahondo en la oscuridad de la habitación, ´´un capricho´´ se dijo el contrario –ya se le pasara-pensó.
Pero fue la decisión de ambos que cambio el mundo, la decisión de besarse en aquel ascensor, la decisión de amarse y ahora cada uno tomaba una nueva decisión, solo que esta no les traería la felicidad que ambos deseaban.
Las cosas pueden cambiar en tan solo un parpadeo, al igual que aquella noche de abril.
CAPÍTULO 1: DESTRUIMOS MICRÓFONOS EN LOS KARAOKES
La música sonaba fuerte, los estridentes parlantes de la guitarra, la voz del cantante se parecía a un terciopelo que acariciaba tu piel con un roce suave. La noche de abril de aquel verano una simple canción fue lo que marcaría el inicio para ambos seres.
Para Thor Odinson, una fiesta de beneficencia solo podía significar coquetear con las hijas ricas de los vejestorios ambulantes de la alta sociedad. No podía negar que le gustara, eran altas, rubias de bonitos ojos y buenas en la cama; dispuestas a aprender todas las cosas nuevas que él estaba gustoso a enseñar, llevarse a una de aquellas mujeres solo significaba ser la envidia del pobre.
Sin duda para Thor estas fiestas solo eran un aburrido trámite necesario para llevarse a la cama a alguien y conseguir dinero de nuevos auspiciadores.
Pero como hay de todo tipo de personas en el mundo, la contraparte del fiestero Thor era un joven médico; listo, apuesto, de sentimientos amables y dispuesto a tratar a una mujer como una delicada flor, era un encanto en el hospital donde trabaja y por eso él se había ganado cierta fama entre los pacientes y, quien lo diría. La alta sociedad.
Hoy Loki Laufeyson, el querido medico asistía a una fiesta de beneficencia que recolectaría todo lo recaudado a niños con cáncer. Su presencia en aquel evento era visto con buenos ojos, su paso firme y seguro llegaba a tranquilizar a ciertas personas, sin duda el medico era apreciado por muchos.
Pero tan pronto como la canción sonó, las parejas se reunieron a dar un baile en el centro de salón, la música movida, alegre para los jóvenes que les hacía mover el cuerpo, sonreír y solo por ese entonces olvidar que tenían que cargar con una reputación.
Thor, que esta noche había conseguido una conquista de la hija de un famoso empresario en el ámbito de no se acuerda, porque estaba más interesado en ver como se movían aquellos par de pechos, la saco a bailar. La joven sonriente y coqueta demostró sus pasos seguros, sensuales y eso a Thor solo le presagio que esta noche se divertiría. Pero en el otro lado del salón, Loki estaba bailando con una joven de cabellera negra, era una antigua paciente que se había llegado a curar del cáncer; los dos bailaban y el medico no podía creer lo jovial que ella lucia, era tan diferente a los días que estaba en el hospital y eso llego a alegrarlo, quería ver a todos esos pequeños niños como ella, sonrientes y felices.
— ¿En qué piensa doctor?
—Hay mucho que pensar, pero poco que decir ante tu belleza Eliza.
—La fiesta está siendo un éxito.
—Eliza me alegro de verte tan mejorada, estas tan cambiada.
—Eso se lo debo a usted doctor y a todo el equipo del hospital.
—Me gustaría ver a los otros niños así.
— ¿Bellos?
—Felices…sanos… —Los ojos verdes del joven galeno tomaron un peculiar brillo, la joven quedo encantada, había estado enamorada de aquel medico pero el solo la veía como una niña feliz y sana.
—Usted debería ser feliz.
Ambos se detuvieron, un pequeño silencio y luego Loki sonrió, la joven era astuta y él lo sabía, la música comenzó a aumentar el ritmo y el la acerco a su pecho, la abrazo fuertemente y luego comenzó a girar con ella, los espectadores veían enternecidos la escena, la joven reía y el medico también, era un ambiente jovial para los que presenciaban aquella zona,
—Los de allá se divierten mucho.
—Nosotros nos podemos divertir más. —Thor guiño un ojo y las mejillas de la joven terminaron por sonrojarse.
´´Greek Tragedy´´ sonó más fuerte, las personas se movieron y las parejas comenzaron a cambiar, entre el movimiento la joven rubia desapareció de los brazos de Thor siendo cambiada por una pelirroja, una castaña, una pelinegra. La canción, el sonido, los trajes lustres y el aroma a champagne, los movimientos de las voces, los saltos y cuando menos lo espero, su espalda choco con alguien, se giró dispuesto a molestar al ser con quien lo toco, pero cuando sus ojos azules vieron a aquel hombre, el mundo pareció detenerse.
Como si las nubes bajaran del cielo, se sintió flotar. Había unas esmeraldas que lo observaban, unas mejillas rojas y Thor, por primera vez se sintió atraído por cierto ser que nunca espero, sintió el cosquilleo del deseo por un hombre que lo veía como a un ser común.
—Disculpe, no fue mi intención.
—…no se preocupe, pero me…
— ¡Loki! —fue cuando Thor iba a comenzar un nuevo plan con el joven que se escuchó la voz de una mujer, el joven de ojos color esmeralda le sonrió y se despidió en silencio.
Los azules de Thor vieron marcharse a aquel joven, un deseo nació en su corazón, pero había una rubia que lo esperaba en la entrada del evento dispuesta a pasarla bien con él. Volteo la cabeza para ver una vez más aquella espalda que se alejaba y las cosquillas en aquella parte solo aumentaron.
Mañana seria otro día en que tal vez, si el destino quisiera ellos se volverían a encontrar.
—Thor, ¿podemos bailar un poco más?
—Lo que tú quieras preciosa.
La música cambio, el ritmo se intensifico, las luces de la calle brillaron y aquellas joyas solo aumentaron; no supo en qué momento se había movido del salón de eventos para terminar en un bar donde solo se oían las risas de las personas y donde la música era lo único que se podía hablar. Su cuerpo se movió, sus deseos nacieron y solo quería, por Dios que quería volver a ver a aquel hombre y no sabía el porqué de su deseo.
Pero para Loki las cosas no eran diferentes, había chocado con un hombre de hermosos ojos azules y cabellera rubia, y por un segundo se había perdido en esa mirada. Solo hasta que vino Eliza y se lo llevo, los peces gordos entregarían más dinero para aquel evento y él estaba gustoso de verlos y agradecerlos. Así, la noche avanzo hasta llegar a su término y estrecho mas manos de lo que pensaba que estaban presentes; cansado se fue en un taxi a su departamento tomaría un trago y descansaría, mañana tenía turno en el hospital al medio día y tendría el tiempo suficiente para descansar.
— ¿Cómo se llama…? —una voz ahogada salió de sus labios y en un susurro volvió a preguntarse el nombre de aquel hombre.
Sentado en el piso de su departamento viendo la amplia vista de la ciudad, quería verlo; quería aunque sea solo un segundo más verlo directo a los ojos y…Loki tenía muchas ganas, una sonrisa se asomaba a su cara que no pudo evitar, se sentía feliz por todo lo que estaba pasando y no quería detener esa felicidad.
—Quiero verte otra vez…