-"Medio año, ¿tanto ha pasado, desde que robe un beso de esos tersos labios?, creo que ha llegado el momento de forjar ese lazo, ¿no? Ritsuka"- Pensaba un chico rubio mientras terminaba de ducharse, cerro las llaves, se envolvió en una toalla y salio del baño.Ya fuera se encontró de frente con Kio que traía un mandil un poco manchado de pintura fresca.
-Sou-chan, debiste haberme avisado que te bañarías T_T, así podría haberte tallado la espalda y tal vez algo más- dijo Kio de una manera muy sugerente
-Kio, no soy un pervertido-contestó Soubi mirando fijamente al peliverde.
-¿Lo dices en serio?, entonces ¿a donde vas?-respondió Kio evitando la mirada de Soubi, pues parecía haberse molestado por el comentario.
-Por Ritsuka, ya casi sale del colegio-
-Y dices que no eres un pervertido-murmuro el otro chico-
-¿Decías algo?-Pregunto Soubi, secándose el cabello-
-¿Yo?, jeje, no, solo pensaba en voz alta (#¬_¬)- contesto este con un pícara sonrisa y su clásica paleta, volviendo a la sala a terminar el cuadro.
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Mientras tanto en la clase 3 de 6to grado:
-Muy bien chicos, llenen sus formularios con letra legible, léanlos bien, recuerden que de esto depende que los dejen presentar el examen de admisión para la secundaria.-Decía Shinonome-sensei, mientras se paseaba entre las filas repartiendo los dichosos formularios.
-"La secundaria; ¡es increíble que este por entrar!, después de todo lo que ha pasado, creí que no sobreviviría para llegar a tal punto."-
-¿Ritsuka-kun?- una vocecilla a su lado interrumpió sus pensamientos-Ritsuka-kun, ¿ya decidiste a que secundaria vas a ir?
-No, aun no- respondió un poco distraído-Deberíamos poner la misma, ¿no crees?- comentaba alegremente una chica de cabello rosado y enormes atributos.
-Podría ser, primero quisiera platicar con Soubi acerca de esto, tal vez me pueda ayudar en mi decisión final, pero tomare en cuenta tu sugerencia-
-Hai! ^^-respondió Yuiko contenta por que el pelinegro le tomaría en cuenta.
-Muy bien, por hoy es todo, no olviden traerlos mañana, bien contestados, eh, se van con cuidado, ¡Sayonara!- anuncio la sensei.
Ritsuka iba sumergido en sus pensamientos, mientras caminaba a lado de Yuiko y Yayoi, que iban platicando a cerca de las mejores escuelas de la zona, Shinonome-sensei venia detrás de ellos igualmente perdida en sus pensamientos, cuando Yuiko exclamo:
-Mira, Ritsuka-kun…¡es Soubi!, ya se había tardado en venir- dijo mientras los 3 se detenían frente al ventanal, también la sensei lo noto, y no pudo evitar ponerse nerviosa a pesar de que sabia que Soubi jamás le correspondería.
-Cierto, ¿por que no había venido estos días?, pregunto curioso Yayoi-Esta ocupado en su proyecto final y le toma bastante tiempo.-Contesto algo molesto Ritsuka, le disgustaba un poco no estar más tiempo junto a Soubi. A la entrada del instituto lo esperaba Soubi, iba en su tercer cigarro cuando llegaron los tres amigos.
-Konnichiwa Soubi-kun- saludaron al unísono Yuiko y Yayoi.
-Konnichiwa- respondió el rubio, con una de sus más lindas sonrisas. Hitomi, que justo iba pasando en ese momento, sintió el calor en sus mejillas al ver la boca del rubio esbozar una sensual sonrisa.
-Sayonara sensei-se despidió Soubi.
-Ssa-sayonara, Agatsuma-san- respondió Shinonome, y emprendió la huida un tanto desconcertada.
-Ritsuka ¿estas muy ocupado el día de hoy?.
-Un poco, pero quería que me ayudaras en algo, sino tienes algo mejor que hacer- Dijo Ritsuka agachando su mirada
-Para Ritsuka siempre tengo tiempo- le paso la mano sobre la cabeza-Bueno chicos los veo después, Ritsuka y yo tenemos cosas de que hablar, ¡sayonara!-se despidió y comenzó a andar con el chico pelinegro a su lado.
Ritsuka no hablaba, desde hace días algo le incomodaba y no lo dejaba dormir, era por él. Caminaba con la mirada perdida en el suelo, intentando pensar la mejor manera para decírselo. Al poco rato llegaron a un parque. Se dirigieron a una banca, al sentarse Ritsuka —dejando a un lado sus pensamientos y mirando en derredor— notó a que lugar habían llegado. Era aquel parque, aquel lugar le traía recuerdos y no pudo evitar decir-:
-Aquí fue donde me besaste por primera vez- se sonrojo un poco.Soubi solo asintió.
-Hay algo que quiero decirte, de nuevo-
-¿De que se trata?- pregunto Ritsuka, buscando la mirada del otro, imaginándose que seria algo relacionado con las siete lunas.
-Pues, he estado meditándolo y creo que ya es hora de que forjemos nuestro lazo.-
-¡¡SOUBI!! ¡¡dijiste que lo harías cuando fuera más grande!!-
-Sukidayo…Ritsuka- decía Soubi, mientras lo tomaba de la caraRitsuka sintió como el rubor se filtraba en su cara, empujo a Soubi (que ya estaba bastante cerca) y echo a correr a su casa.
-"Baka, ¿Por qué no puedo decírselo?"- Se reprochaba el lindo neko.
Soubi lo vio alejarse, se quedo un momento ahí, y después se dirigió a su departamento, donde seguramente Kio, estaría peleando (como siempre) con Youji y Natsuo.
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Ritsuka entro tímidamente a su casa, buscando a su madre, pero afortunadamente no estaba, subió los escalones de dos en dos y se tumbo en su cama con el rostro bañado en lágrimas.
-Sukidayo…Soubi-y enroscando su cuerpo y abrazando el celular, intentó dormir
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Cuando Soubi abrió la puerta, efectivamente Kio peleaba con uno de los Zeros, no les presto atención y saco sus materiales para seguir trabajando en su cuadro.-"El próximo será para ti"-pensaba alegremente
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El reloj marcaba las 2:20 am, Ritsuka estaba despierto, era imposible dormir. Por fin había tomado una decisión así que tomo su celular, escribió un mensaje y lo envió.
En otra parte un chico de cabello rojo y otro de cabello azuloso, dormían abrazados, mientras que un sexy rubio le daba los últimos toques a una hermosa pintura, el celular de este vibro, anunciándole que tenía un mensaje nuevo.
-Soubi, se que es tarde pero...¿Puedes venir?, por favor, ya no puedo más.-
Soubi se espanto, creyó que algo malo le había pasado a su amado, tomo su gabardina y salio corriendo, sin importarle el haber despertado a los Zeros.
-Baka, al menos hubiera apagado la luz- Dijo un adormilado Natsuo.
En el camino, le marco a Ritsuka
-Moshi,moshi-
-¿Ritsuka, estas bien, que sucede?-
-Iie, watashi...-colgó.
Apresuro el paso.
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La puerta corrediza se abrió, la habitación estaba en total oscuridad, Soubi abrió los ojos, intentando ver en aquella penumbra, entro sigilosamente cerrando la puerta tras de si, vio a su chico sentado en la cama.
-Ritsuka ¿te encuentras bien?-
El mencionado se levanto y se acerco al adulto, este intento hablar de nuevo, pero Ritsuka, poso su dedo índice sobre los labios de Soubi, pidiéndole silencio.
-Sukidayo Soubi-
Este se sorprendió pero dibujo una sonrisa y abrazo al niño que tenía enfrente.
-He decidido que es hora de forjar nuestro lazo-dijo el neko agachando su dulce carita.
-Pero tu madre esta en la otra habitación-señalo Soubi, aunque eso realmente no le importaba.
-Por eso procuraremos no hacer mucho ruido-las palabras brotaron tan repentinamente que hasta el mismo se sorprendió, y como era costumbre se sonrojo.
Soubi tomo la barbilla de Ritsuka con su mano derecha levantándola ligeramente, y acercándose a él para besarlo. El menor pudo percibir el aroma de Soubi, esa mezcla de loción y tabaco, que le hacia sentir mariposas en el estómago, también pudo sentir como su pulso se aceleraba y los nervios lo invadían. El mayor lo empujaba lentamente hacia la cama, se quito la gabardina con tormentosa paciencia para después sentir como Ritsuka, queriendo ayudar, desabrochaba con torpeza la camisa de su ahora amante. Sus manos temblaban descontroladamente, estaba nervioso, y no podía ocultarlo.
Soubi lo notó y sonrió dulcemente, y lo dejo continuar mientras el hacia lo mismo con el pantalón del pequeño Ritsuka.
Las prendas de ambos yacían en el suelo, mientras estos se acariciaban tiernamente, el más activo era Soubi, puesto que Ritsuka estaba muy nervioso, pero eso no le impedía participar.
El pelinegro sentía su corazón latir a mil por hora, parecía querer salírsele del pecho. No sabía lo que su corazón sentía…¿emoción? ¿miedo? ¿nervios?, y como intentando transmitirle esta pregunta a Soubi, lo abrazo, pegando su pecho al de Soubi. Soubi sentía el latido de Ritsuka cerca de él e intentando tranquilizarle, beso la frente del ojivioleta. Después miro los ojos de Ritsuka, no había por que temer. Aquello era lo que ambos esperaban desde hace mucho tiempo y no había por que temer y entonces…le regalo una sonrisa. Con ésta sonrisa le respondía a su corazón… “No temas, todo esta bien” Ritsuka cerró los ojos y entendió lo que Soubi le había contestado. Así que procurando disfrutar al máximo aquel momento, sonrió. Una expresión que para el pelinegro le era muy difícil hacer pero que ahora, por primera vez, sonreía…sonreía para Soubi.
El rubio comenzó a bajar, beso sus párpados, un beso fugaz en los labios, la barbilla, el cuello; las mejillas de Soubi ardían ante la pasión que comenzaba a sentir, aunado a la excitación que sentía por que arrebataría la virginidad de aquel pequeño niño pero que está vez abría algo en medio, ese sentimiento que cuando a él le despojaron de sus orejas no había sentido y que cuando le había quitado las orejas a Kio, no había aparecido, aquello solo había sido una mezcla de lujuria, deseo y nada más. Y con aquel chico, por su mirada, por su corazón golpeándole el pecho, por sus labios pidiendo por más, sabía que existía un hermoso sentimiento que hubiera deseado que Seimei tuviera para con él…Ese bello sentimiento… amor … Siguió bajando pero antes de que llegara al pecho de Ritsuka, el neko tomo por la cara al apuesto rubio y le planto un beso, entreabriendo los labios insinuándole que le enseñara como entrenar su lengua, Soubi lo entendió e introdujo la de él dentro de la boca de Ritsuka; se mordieron los labios mutuamente, enredaban sus dedos en el cabello del otro, en una lucha de amor casi perpetuada.
La ansiedad devoraba a Soubi, hizo girar a Ritsuka hasta éste quedo de espaldas a él, lo hizo abrir sus piernas y decidido, le empezó a penetrar. Primero utilizo los dedos, aquellas manos maestras que poco a poco fueron llevando a Ritsuka hasta los límites del inmenso placer que hacer el amor con la persona querida, daba. Ritsuka se sintió extraño con aquellos dedos dilatando su entrada. No era doloroso. Pero hasta ese momento no se imaginaba lo que vendría después. Después de un momento, Soubi le penetro, esta vez con su miembro delicado y rígido. Primero mucho dolor, que poco a poco se transformo en placer, Ritsuka no se había imaginado que lo disfrutaría tanto, le había dolido cuando Soubi entró pero lo mejor era continuar. Soubi empezó a moverse dentro de él por lo que no pudo contenerse y profirió un fuerte gemido, ambos se quedaron quietos al escuchar un sonido proveniente de la habitación contigua, pero nada ocurrió.
-Recuerda no hacer mucho ruido chibi-chan-
Le susurro Soubi a Ritsuka, este asintió aun temeroso. Soubi continuo, suavemente movía su cadera de adelante hacia atrás, el pequeño quería contribuir, pero Soubi no lo dejaba hacer nada, sus movimientos se tornaron un poco violentos, embestía al pobre Ritsuka con mucha fuerza, este tenía que morder la almohada para evitar gritar, repentinamente cesó y el neko sintió como Soubi salía de él, iba a decir algo cuando sintió los ardientes labios del adulto recorriendo su espalda, ligeras mordidas aquí y allá. Ritsuka se estremecía de placer; entonces Soubi llego al pequeño trasero de Ritsuka, donde le mordió una nalga, continuo besando y lamiendo las piernas del chico, pero no se detuvo ahí, puso de nuevo al chico de bocarriba y esta vez comenzó a subir lamiendo cada parte de su juvenil cuerpo, se detuvo un instante en su entrepierna lamiendo aquella zona, el miembro de Ritsuka comenzó a resentir esta muestra de cariño así como el mismo, la sangre le hervía y le urgía besar a su amado, pero este seguía entretenido mimándole esa zona tan delicada a Ritsuka.
-Aghh…aghhh…Soubi…Soubi-murmuraba entre jadeos-Ya no…aghhh…puedo…me voy…aghhhh!!-gimió Ritsuka mordiendo la almohada fuertemente al sentir que ya no podía más y estallo vertiendo su ser dentro de la boca de Soubi, este solo sonrío, siguió ascendiendo, mordió las tetillas de Ritsuka, el menor se encogio un poco pero no precisamente de dolor.
-Gomen-se disculpo Soubi, besando y succionando el sitio que había mordido, entonces Ritsuka arrimo su cuerpo al de su amante en total ofrecimiento, y tembloroso comenzó a besar el cuerpo de Soubi, mientras acariciaba sus muslos, Soubi lo tomo por las manos y las dirigió hacia su entrepierna, donde le enseño como estimularlo, esta vez fue el adulto el que se estremecía, mientras tanto Ritsuka intentaba imitar a Soubi lamiendo y mordiendo todo lo que tuviera a su alcance, ambos estaban llegando al punto máximo en donde solo con una caricia o un beso podían alcanzar las estrellas, el clímax total. Soubi giro nuevamente a Ritsuka, solo que esta vez quedaron viéndose frente a frente, el chico sabia que tenia que abrir las piernas para que su amante y el se hicieran uno, aunque fuera solo por un instante, Soubi, delicadamente volvió a penetrarlo, pues la primera vez solo lo penetro para acostumbralo, esta vez llegaría hasta el final.
El adulto podía gemir en silencio pues en ese preciso momento, las palabras de Ritsu-sensei retumbaban en su cabeza,-"no grites, tienes que resisitir, su madre esta en la otra habitación" pero Ritsuka no podía evitar gemir de placer pues el penetrado estaba siendo él. Así que Soubi decidió ayudarlo y llevando sus dedos a la boca de Ritsuka dejo que éste los mordiera para que no gritara.
De pronto los dos gemían en silencio, Soubi se movía cada vez más rápido, dando paso a un orgasmo compartido; fue inevitable, pero a pesar de todo se reprendía a si mismo, quería expresar lo mucho que disfrutaba estar dentro de la persona que amaba, pero eso significaba ponerlos en peligro, así que no le quedo otra más que apretar los dientes y aguantar. Las embestidas tomaron un ritmo constante y preciso, adelante, atrás. Movimientos fuertes y rápidos. De pronto Soubi se corrió dentro de su joven amante pero siguió penetrándole aprovechando esta blanquecina sustancia como lubricante. Y así se siguió moviendo dentro y afuera de Ritsuka. La noche siguió avanzando, Soubi aun tenía mucha energía y podía seguir toda la vida, hasta que Ritsuka le dijo:
-Soubi, te amo y quisiera que no acabara nunca, pero ya me duele-(NDN: Psss Ritsuka!! No aguantas nada! en fin! ¡¡Que le vamos a hacer!! ¬_¬-no cumples bien con tu papel de uke ^///^)
-Gomen, será mejor que duermas un poco-dijo sonriendo y saliendo del niño, jalo las cobijas cubriendo sus cuerpos desnudos, abrazo a Ritsuka y lo beso tiernamente en los labios.
-Buenas noches, descansa-dijo sin despegar su boca de la del neko.