Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Hímero por Mascayeta

[Reviews - 38]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola. Regresando después de un mes, gracias por sus lecturas y seguir este fic.

Corrí por el pasillo del edificio, la voz de Kaouruko cuando llamo, me asusto por completo. Algo ha pasado y no puedo entender que fue tan grave.

Abro la puerta, todo está desordenado, oigo los suaves sollozos desde el cuarto donde Mizuki y yo compartimos nuestros juegos de dominación. No lo pienso y apresuró mis pasos para entrar...no debí hacerlo, está con sus brazos alrededor de mi niño, su cabeza se descuelga y sus hermosos ojos lucen apagados, ella llora negando lo sucedido.

Siente mi presencia , me mira y me pregunta porqué; quisiera contestarle pero ni yo entiendo qué pasa allí.

Me aproximo para quitárselo, pero más se aferra. Le pido que me deje verlo, niega con su cabeza. Dice que es culpable, que ella lo ha matado, sé que es mentira, pero aún queda la duda, igual nunca me perdonó que lo tomará.

Necesito sacarla de allí, se por el alboroto de los vecinos que la policía no demorará en llegar, todo esto es un mensaje, una fatídica consecuencia de lo que los Usami me advirtieron cuando se enteraron de mi relación con él, pero todavía no puedo creer que hayan llegado tan lejos, el placer en el dolor no equivale maltrato, los locos que se aprovechan de este tipo de juegos para sacar a flote su violencia no entienden el concepto.

Por fin puedo ver a Kaoruko levantarse, sonríe y me llama para que me despida, está tan perdida que me dice que por favor lo deje dormir, que está cansado por la noche que le he hecho pasar. Asiento, me da miedo que pueda responder agresiva.

Mizuki, amor...tu cuerpo muestra los golpes y las torturas a las que lo sometieron, nunca mi mano te hubiese hecho esto.
Odiabas tanto el látigo, que ver sus marcas incluso en tu cara me muestran que lo que sufriste fue un castigo desmedido y con rabia.
Quito el chaleco que cubre tu torso, en este se ven las marcas de múltiples puñaladas, mis ojos se humedecen, quien te hizo esto tuvo el maldito tiempo para vestirte antes de que te abandona a tu suerte.

Beso tus labios por última vez, y sonrío. Un fugaz recuerdo llega a mi mente del día que nos conocimos, extraño tu gesto adusto y tu renuencia a hablarme porque tú solo amabas a tu prima y debías cuidarla para su prometido. Acaricio tu rostro y deslizó mi mano por tu brazo, es cuando lo veo, aferrado a tu puño se encuentra una prenda, la reconozco, es algo que nunca se quita porque se lo había dado su madre antes de desaparecer.

Así que esta fue su forma de apartarme.

Las sirenas marcan que debemos irnos, nuevamente lo beso, me levanto y aunque sé que no debo dejarlo, no puedo hacer nada y menos cuando las huellas de Kaoruko están por todas partes, primero debo hablar con los abogados. Antes de depositarlo en el suelo le hago la promesa de vengarlo, si él me arrebató lo que más quería, yo lo haré con la misma cobardía. Un "te amo" sale de mi boca junto a las lágrimas que señalan la despedida, una muestra insignificante que es imposible de decir lo que significó Mizuki en mi vida...tomó a su prima y salimos procurando no ser vistos.
La meto al auto y miro la joya en mis manos, un hermoso reloj de plata tallado con su nombre adentro...

- Pronto amor..., no saben lo que les espera...

Arrancó sin mirar atrás, ahora debo pensar en cómo salvar a la pelinegra de la cárcel, ya tendré la oportunidad para cobrarme...

 

 

Sakura tuvo un apretar sus puños y morderse la lengua para no halar a Hiyori y evitar que corriera donde su "nii-chan". El gesto adusto de Yokozawa cambió radicalmente y abrió los brazos para alzar a la chica que se le lanzó encima.

Dandole un beso en la mejilla, la pequeña castaña se aferró a su cuello preguntando por su sorpresa. El peliazul rio de buena gana, luego haciendo un puchero la miro para cuestionar si solo por eso quería estar con él. La niña negó bajando su cabeza por no ver los ojos grises. Un nuevo abrazo y un beso en la frente de Hiyo rompieron la extraña atmósfera sentimental para sin importar dejar de lado a la madre de la chiquilla, perderse juntos en el ascensor que los llevaría su improvisada oficina en el privado de Haruhiko.

La mujer quedó inmóvil por varios segundos, no entendía el porqué de la cercanía del jefe de ventas con su hija. Al sentir la voz de su marido no pudo menos que dirigirse hacia él con un notable gesto de disgusto, ¿desde cuándo Hiyori compartía con el amante de su esposo?

Zen se sorprendió cuando escasamente su secretaria pudo salir del despacho para que Sakura cerrara la puerta con violencia y empezará a recriminarle. Trató de entender entre los chillidos que era lo que su mujer le decía, pero realmente estaba ajeno a toda la situación.

El golpe en la mesa acabó los gritos de la diseñadora... Si había alguien que daba miedo cuando estaba enojado era Kirishima, debido a su carácter afable pocos sabían que podía ser terriblemente duro e hiriente cuando se disgustaba, por eso las palabras que le devolvió solo sacaron una expresión de asombro.


- Antes de llamarlo "mi puta", consideró que debes examinar tú conciencia.
- Zen...

Kirishima se aproximó para rodear su cintura, sus ojos expresaron el odio que sus palabras no fueron capaces de transmitir.

- Takafumi seguirá viendo a Hiyori todas las veces que desee, es mi hija y él es mi amigo – Sakura tembló ante la afirmación. El ojialmendrado pensó ver duda en su expresión así que empujó un poco más para obtener la respuesta que quería – o ¿no es así?

El temblor de su esposa podría indicar muchas cosas, pero estaba cansado de esperar por algo que nunca llegaría. Abrazándola para evitar que huyera, tomó su rostro y la obligó a sostenerle la mirada.

- Quizás piensas que es mejor preguntarle a Haruhiko, de pronto él pueda tomar una decisión más acertada.
- Nunca dudes que es tu hija – atinó a contestar con tristeza.

El jefe de recursos humanos la soltó por los toques en la puerta, Hiyo entró mostrando el regalo que su onii-chan le había dado. Completamente ignorada, padre e hija se sumergieron en la contemplación del juego.

La mujer salió evitando cualquier nuevo comentario que le hiciera cometer una imprudencia, frente al escritorio de la secretaria de Zen encontró a su mayor problema, parándose a su lado escasamente pudo levantar su mano en contra del menor, ya que el hombre hábilmente la sostuvo como si fuese un saludo. Con una sonrisa la apretó indicando que debían alejarse de la curiosidad de los que habían adivinado sus intenciones.

Sujetándola como quien fuera su más grande amiga, Takafumi la abrazo y le susurró en el oído.

- No soy el mismo idiota, así que no compitas conmigo...
- No me amenaces sabes que puedo quitarte el poder que presumes más fácil de lo que piensas – la risa que escucharon quienes les veían, tranquilizó un poco el ambiente.

Depositando un beso en su mejilla, le respondió sabiendo que la mentira que iba a decir podía devolvérsele si Sakura quería confrontarlo con el dueño de la compañía, pero en ese instante necesitaba herirla y dejarle claro que conocía de su amancebamiento.

- Si tu seguridad es por Haruhiko, lamentó informarte que te equivocas – la mayor mostró su extrañeza - ¿con quién crees que ha pasado las noches que ha rechazado tu presencia?

Quedó inmóvil en el lugar donde el hombre la dejó, se recostó contra la pared para procesar la información que acababa de recibir.

Arreglo su traje y se marchó dispuesta a confirmar lo dicho por Yokozawa, sin dejar de sonreír apuro el mensaje en su móvil.

Una vez vio a la castaña alejarse, salió de su improvisado escondite al quedar atrapado por el elegante enfrentamiento de "gatas". Por lo visto los Usami tenían más enemigos de los que pensaba, y haber introducido al juego a Himero no fue un error. Sin embargo, el directo responsable de su desgracia estaba ligado por fortuna al director de fotografía de su nueva producción, quién diría que tendría que en sus manos el destino del prometido de Akihiko.

Con su sonrisa preguntó por el fotógrafo a la recepcionista. La voz a su espalda le confirmó que todo estaba saliendo según su deseo. Al virar, su expresión cambio por completo.

- Mucho gusto, soy Takahashi Misaki, ¿puedo ayudarlo en algo?
- Ijuuin Kyo – el sonrojo del chico le causó remordimiento por lo que iba a hacer; no obstante, al escuchar al peliplata, apretó la mano con firmeza - desde este momento tu eterno admirador.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).