CAPÍTULO 8
la mirada que le dirigía a esas dos personas que estaban sentados en el suelo, jugando con una gran cantidad de juguetes era de puro amor; Goten observaba a Trunks y Ten jugar. Pensaba que si el peli violeta era así con un niño adoptado, ¿Cómo sería con el suyo propio? El creía que mejor.
Un mes había pasado desde aquel día que encontraron a el pequeño ten, de 6 años en las frías calles del planeta, Goten y Trunks, le tomaron mucho cariño al niño, ya querían tener uno propio.
Por otra parte, la mirada de aquella persona era de puro odio, desde la aparición del niño, Sonio se sintió aún más desplazado de la vida de Trunks, eso le hacía hervir su sangre, tenía un plan súper malvado en mente.
El rey junto a Napa, planeaba la boda de su hijo con Goten, ya tenían designado la fecha en la que se realizará la ceremonia.
- Muy bien su majestad, entonces ese día se celebrará la boda.
- Si Napa.
Goten y Ten seguían jugando, el menor bostezó, se levantó del suelo y le habló a Trunks.
- Tengo sueño, me voy a dormir.
- Bueno anda.
Ten se quedo mirando a Trunks.
- ¿qué pasa Ten?
- ¿No me vas a dar, el beso y el abrazo de las buenas noches?
- Jaja si ven.
El pequeño se tiró a los brazos de Trunks, abrazándolo con fuerza y dándole un sonoro beso en el cachete a su “papi” como lo llamaba al príncipe, cuando nadie lo escucha; después de eso hizo lo mismo con el de pelo negro, se fue corriendo riéndose hacia su cuarto, se acostó en su cama, se tapo con el acolchado, y se quedó dormido. Mientras tanto cuando Ten se fue, Goten se acercó a su amado, le plantó un apasionado beso.
Sonio no aguanto más esa situación y se fue del lugar furioso.
- Malditos, me las van a pagar imbéciles.
Camino hasta la enfermería del palacio, tratando de que nadie lo viera, entro, fue hasta un mostrador lleno de remedios, busco y busco hasta encontrar un frasco con un líquido dentro, leyó el prospecto del remedio, sonriendo malvadamente.
- Esto me va a servir para mi plan, primero me voy a encargar de Kiba y después de Trunks y Goten.
Hoy será el gran día, la boda de Goten y Trunks. los sirvientes estaban preparando el salón principal del palacio, para la pequeña fiesta luego de la boda, unos pocos estaban invitados, los familiares de Goten y la familia Real, más los allegados al rey, como Napa y otros; de la comida se encarga Kiba como siempre.
En la cocina el joven cocinero y su equipo estaban preparando el catering de la fiesta post casamiento, pero fue interrumpido por alguien.
- Kiba, ya va a comenzar la ceremonia, el príncipe Trunks requiere su presencia, ya que fue invitado al casamiento, y a la fiesta.
- Entendido, bueno chicos los dejo a cargo.
El soldado y kiba salieron de esa gran cocina.
- Su ropa esta en el cuarto del príncipe, puede usar el baño, para asearse.
Entraron al cuarto del príncipe, Kiba vio sobre la cama un lujoso traje negro y una camisa, se acero a ellas y las miro más detalladamente.
- Wow son de mi talla.
Al dejar la ropa nueva en la cama se dio vuelta encontrándose con trunks, que llevaba un traje blanco hermoso de admirar.
- Su majestad, se encuentra precioso.
- Gracias Kiba.
- De nada, bueno príncipe me voy a bañar.
El cocinero se dirigió hacia el baño, se sacó la ropa sucia, se metió en la bañera, Díez minutos tardo en bañarse, cuando entró en la habitación el príncipe ya no estaba en sus aposentos, al no notar ninguna presencia se retiró la toalla que tenía enredada en su cintura, se cambió rápido, sin notar que era observado por el rencoroso Sonio, “te vas a quedar sin trabajo y sin vida, cuando te corten la cabeza, yo me la quedare como un trofeo, todo por no querer ayudar con mi venganza”.
Ya era hora del casamiento, Goten se sentía ansioso y nervioso, Trunks, que estaba en otro lugar, se sentía igual o peor que su prometido, su padre lo acompañaba, este se acercó a su hijo tranquilo.
- Hijo ya es hora, vamos.
- Si padre.
Príncipe y rey caminaron por un pasillo, hasta llegar al salón, donde las puertas se hallaban cerradas y custodiadas por dos guardias, que al ver a sus monarcas, abrieron la gran puerta, todos los invitados se pararon de sus asientos al escuchar la puerta, Vegueta agarró a su único hijo por el brazo, los dos caminaron hacia el altar, al llegar allí el rey soltó a el príncipe que se acomodó frente a su amado, este le sonrió y a Trunks le temblaron las piernas, el juez habló para todos.
- Como saben, todos estamos aquí para presenciar el casamiento de el príncipe heredero al trono y a Goten, que al terminar la ceremonia también se convertirá en el segundo príncipe heredero al trono, pero con menos poder, sabiendo esto, empecemos; príncipe ¿acepta como esposo a el señor Goten?
- Si, acepto.
- Señor Goten acepta como esposo al príncipe Trunks.
- Si acepto.
- Niño por favor los anillos.
Ten era el encargado de entregar los anillos a los príncipes, este se acercó a los mayores, el primero en agarrar un anillo fue Trunks, lo colocó en el dedo de su amado, Goten repitió el procedimiento con Trunks.
- Muy bien, entonces con el poder que me confirió la Corona los declaro esposos, pueden besarse.
Goten y Trunks se besaron con amor, todos los presentes aplaudieron menos uno.
- Bien entonces ahora ¡que empiece la fiesta!
Grito Vegueta sorprendiendo a los invitados, las luce se redujeron a un tono mas bajo, luces de colores comenzaron a titilar y la música empezó a sonar, todos bailaban al compas de la alegre música, todos se divertían, los príncipes no se separaron en ningún momento de vez en cuando se besaban, ya había transcurrido una hora de fiesta, con música movida hasta que cambió a una mas lenta y romántica, los príncipes se abrazaron y comenzaron a bailan lento y muy pegados observándose a los ojos con ternura y amor a su lado el pequeño Ten que los miraba decidió a ir a tomar un refresco, mientras tanto Sonio se acercó a Kiba sorprendiéndolo.
- ¿Bailamos?
- Bueno.
Sonio abrazo al otro que se sorprendió más todavía, poco a poco se fueron acercando a los príncipes, el cocinero no se percataba de eso, estaba tan inmerso en sus pensamientos, no se dio cuenta que la electricidad se fue, que la música se paró las luces se apagaron , tampoco que sonio, le sacó el anillo a Trunks y que lo depositó en su bolsillo, que se separaba de el, y lo dejaba solo, que sonio apretó un botón y todo volvía a la normalidad, la música a sonar y las luces a prenderse, recién se percató al escuchar el grito de Trunks.
- Me robaron el anillo.
- Cierren las puertas y que nadie salga de aquí , gritó ahora el rey.
Los guardias cerraron la puerta, quedando todos encerrados, sonio tiro el control debajo de una mesa para no provocar sospechas sobre el. Los guardias revisaron uno por uno a los invitados hasta llegar a Kiba, al ver que el anillo era sacado de su propio bolsillo quedo impactado.
- Kiba fue el que robo el anillo señor.
Trunks miró decepcionado al cocinero, no lo podía creer, el lo consideraba un amigo.
- ¿Cómo puedes explicar esto? Kiba.
- No puedo señor Napa, pero príncipe, yo no se lo robe créame.
- Como saben Kiba debe ser despedido, arrestado y pagar el robó con su vida, hijo esta en tu manos ¿Qué deseas hacer?
- Quiero que lo despidan, y que no se acerque nunca más al palacio, pero que siga vivo, no deseo que muera, guardias llévenselo.
Los guardias se llevaron al chico arrastrándolo, este miraba a su príncipe con lágrimas en los ojos, mientras Sonio sonreía con felicidad, había logrado su primer paso, estaba feliz, lo que no sabía es que el pequeño Ten lo había observado en toda la fiesta, intento decirle a Trunks y a los demás la verdad pero nadie le prestaba atención el plan de sonio ¿estaba en riesgo?
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