Estaba conduciendo su auto dirigiéndose a la casa de sus abuelos, ya que al día siguiente harían una fiesta por su aniversario número 40 de casados e iban a aventar la casa por la ventana; se encontraba un poco fastidiado pero no era por la fiesta, si no porque tenía que manejar por unas cuatro horas aproximadamente hasta esa ciudad. Prendió la radio para escuchar música y relajarse un poco hasta llegar a su destino; habían pasado dos horas desde que salió de Seúl y ya se encontraba en la mitad de la carretera, pero para su mala suerte el auto se detuvo. Volvió a prenderlo pero no respondía, lo cual se le hizo demasiado extraño ya que no era automático; salió del auto para levantar el capot comenzando a revisarlo, al ver que no tenía nada regresó a encenderlo pero no respondía. Volvió a revisar el motor y se golpeó mentalmente, ya que no sabía nada de arreglar autos; tomó su celular para marcar el número de la mecánica que su novio se la había guardado para casos como este.
La persona que le respondió le dijo que el mecánico estaría llegando aproximadamente en treinta minutos, por lo que se molestó un poco ya que ni siquiera podía escuchar música pero recordó que tenía su celular y comenzó a escribirle a sus amigos mientras esperaba a ese viejito. Su celular se apagó, por lo cual hizo un berrinche para luego revisar su reloj y vio que habían pasado quince minutos; se apoyó en la puerta del auto cruzando los brazos observando la carretera, lo cual se le hizo extraño que no pasara ningún auto a esas horas del día.
Pasaron cinco eternos minutos cuando vio pasar una pick up blanca, por lo cual sonrió ya que era el primer auto que aparecía desde que quedó varado.
Pero su sonrisa se esfumó haciéndolo fruncir el ceño, cuando el auto retrocedía quedando al frente del suyo; al escuchar que el motor se apagó supuso que su ayuda había llegado. La puerta se abrió mostrando a un chico de cabellos castaños con un overall color verde y unos guantes amarillos.
El joven cerró la puerta del auto para acercarse al pelinegro, quien quedó en shock al ver a ese atractivo mecánico ya que pensó que sería un señor gordo o un viejito que iría a rescatarlo y no ese chico bajito que estaba más bueno que el pan.
- Usted es Lee Taemin ¿no es así? - sonrió y el menor asintió - Soy Kim Jonghyun, necesito que me explique qué le pasó a su auto.
Taemin le comentó lo que sucedió, por lo que Jonghyun comenzó a revisarlo y le dijo que la faja estaba a punto de romperse pero que no era algo de vida o muerte porque lo podía arreglar en el momento; también le dijo que el embrague estaba fallando y otras cosas más. El pelinegro le dijo que lo arreglara así sin más, por lo que el más bajo comenzó hacer su trabajo; al término, Taemin prendió el auto y sí arrancaba por lo cual esbozó una gran sonrisa que hizo que Jonghyun la imitara, pero esa sonrisa se borró cuando el castaño le dijo cuánto le costaba todo. El menor solo tenía cincuenta dólares en el bolsillo junto con sus tarjetas de crédito; se puso a pensar qué rayos podría hacer, tenía que pagarle a ese joven por haber arreglado su auto pero en eso se le prendió el foco por lo cual se acercó al mayor quien se encontraba anotando algo en una libreta.
- Hyung - dijo de manera sensual y el mayor lo miró - No... no tengo el dinero completo para pagarte - se mordió el labio inferior bajando la mirada.
- Debí decirte cuánto te iba a costar antes de arreglarlo - suspiró - Ahora ¿qué haremos? - levantó un ceja mirándolo serio.
Taemin pensó que con solo coquetearle un poco y hacerse el pobrecito se libraría de pagar, así que no supo qué hacer en ese momento, pero salió de sus pensamientos cuando vio al castaño relamerse los labios mirando hacia otro lado por lo que se vio tentado a besarlo. Se acercó un poco más observando su rostro; era bajito pero muy guapo pero el mayor giró el rostro chocando su nariz con la del menor quedándose mirando a los ojos. El pelinegro se olvidó que tenía novio en ese momento, así que cortó la poca distancia que había entre ellos y estampó sus labios dejándolo totalmente sorprendido; movió sus labios siendo correspondido después unos segundos, lo cual lo hizo sonreír sin saber por qué.
Ambos se separaron al mismo tiempo mirándose nuevamente a los ojos, esbozaron una pequeña sonrisa y se besaron de manera desesperada, enredando sus lenguas en todo momento y tratando de tocar todo lo que podían. Taemin rompió el beso para bajar el cierre del overall y sacar su miembro su miembro metiéndoselo a la boca mientras el mayor se mordía el labio inferior sacándose los guantes.
- Aahh... eso es pequeño - jadeó acariciándole las hebras negras, mirando como esa cabecita subía y bajaba.
Se sacó la parte de arriba del uniforme dejando mostrar su buen formado torso y éste resbaló para quedar en sus tobillos; el menor se colocó en cuclillas lamiendo ese gran pene, al mismo tiempo que acariciaba su cuerpo.
- Ngh... abre más esa boquita - dijo con voz ronca comenzándolo a penetrar despacio.
Gimió al sentirlo crecer más, lo cual nunca había sentido con su novio ya que cuando le hacía sexo oral no se excitaba tanto como ahora. Tomó sus caderas para que dejara de moverse y comenzó a lamer sus testículos, al mismo tiempo que lo masturbaba mirándolo a los ojos; Jonghyun estaba a punto de correrse, así que se separó para tomar un poco de aire mientras el menor comenzó a desabrocharse el pantalón para sacárselo junto con el bóxer. Caminó hacia el auto del castaño para abrir la puerta de la tolva y posicionarse para ser embestido mientras se preparaba.
- Espera - dijo el mayor sacándole los dedos de su entrada y el pelinegro bajó la rodilla que estaba en la tolva - ¿Estás seguro de esto? - el menor giró.
- ¿Por qué lo preguntas? - frunció el ceño.
- Es que... bueno... no quiero que pienses que me estoy aprovechando de ti - suspiró - y... así quisiera hacerlo - rió - no tengo protección - el menor rió.
- Ehh... quiero hacerlo - se acercó acariciándole el rostro - hazme tuyo... no me importa si lo hacemos así - susurró sobre sus labios antes de besarlo.
No sabía que carajos le pasaba por la cabeza en ese momento, seguro era la calentura o algo por el estilo, solo quería que ese chico se lo haga de mil maneras; en el caso del mayor no pensó que sea correcto engañar a Kibum, pero ese chiquillo lo estaba volviendo loco, además no se iban a volver a ver, pero salió de sus pensamientos cuando lo besó y se alegró por ello.
- Vamos hyung... te necesito - jadeó al volver a colocarse en la posición anterior.
Jonghyun perfiló su miembro para penetrarlo despacio, sintiendo esas paredes estrechas aprisionarlo y moldeándose perfectamente a su miembro; esperó unos minutos hasta que el menor comenzó a autopenetrarse, con lo cual el mayor gruñó agarrándolo de las caderas y moverse al mismo ritmo. Ambos aceleraron sus movimientos jadeando y gimiendo todo el tiempo, sintiendo como se daban placer; Taemin abrió más la pierna posicionando el pie en la tolva para sentirlo más profundo y con una mano se aferró al cable de la puerta, para con la otra poder masturbarse.
- Aaahh... siii... más... más fuerte - casi gritó de placer.
- Eres... ngh... muy estrecho.
El menor se levantó un poco para sacarse la chaqueta por el calor que se sentía; Jonghyun lo embestía muy rápido, pero como no quería correrse salió de su interior pidiéndole que se sentara en la tolva. Taemin se recostó separando las piernas pero no esperó que el mayor se agachara para hacerle sexo oral, con lo cual tiró la cabeza hacia atrás emitiendo un gemido agudo. Mientras se engullía el miembro del menor, Jonghyun lo dilató un poco más y se excitó al escucharlo rogar que lo penetrara, por lo cual se separó para tomar su caderas penetrándolo lento.
- Mmgh... qué bueno eres... acelera - gimió retorciéndose de placer.
El castaño cumplió su deseo embistiéndolo más rápido, haciéndolo encorvar la espalda y colocar los brazos a los costados sintiendo que se correría por lo que, como pudo, se sacó la camiseta para aventarla por ahí quedando totalmente desnudo, mientras era penetrado por ese sexy mecánico. Jonghyun se acercó sin dejar de moverse para besarlo y chuparle los pezones haciéndolo gritar; al retomar su posición, Taemin se sentó apoyándose en sus manos mientras movía las caderas al mismo ritmo que lo embestía.
- Así... fóllame así - jadeó relamiéndose los labios.
- ¿Te gusta así? - se movió en círculos haciendo que rodara los ojos de placer.
- Mierda - dijo entre dientes - Oh Dios... fóllame como quieras - gimió abrazándolo del cuello.
- Eres tan caliente bebé - sonrió ladino antes de besarlo - Agárrate bien cariño.
Comenzó a embestirlo de una manera inhumana la cual el menor nunca había experimentado, así que se aferró a las hebras castañas sin dejar de gemir, sintiendo que lo partiría en dos en algún momento; Jonghyun dejó su autocontrol al escucharlo decir que haga lo que quiera, quería demostrarle qué tan bueno era en el sexo y lo estaba logrando, aunque ese pequeño no se quedaba atrás ya que después de unos segundos movió las caderas al mismo ritmo que lo penetraba, lo cual le sorprendió un poco porque nunca antes nadie le seguía el ritmo cuando lo hacía de esa manera.
- Jong... me... me corro - dijo como pudo.
- Yo... yo también.
Taemin volvió a recostarse en la tolva dejando de moverse y Jonghyun siguió con el mismo ritmo colocándose encima para besarse ahogando sus gemidos; el menor llegó primero gimiendo fuerte y encorvando la espalda, con lo cual el castaño salió para correrse en el abdomen de Taemin quien aun seguía con los espasmos del orgasmo. Se acercó para darle un pequeño beso pero al separarse el pelinegro tomó su rostro entre sus manos para darle uno más largo, el cual correspondió al instante.
Al ya estar totalmente vestidos, el castaño lo llamó para entregarle un recibo y esto descolocó un poco al menor quien lo miró un poco molesto; al ver su expresión el más bajo sonrió para luego decirle que tenía que hacer eso porque sino su jefe le gritaría, ya que es muy obsesivo con las cuentas. Taemin se sintió aliviado al escuchar esas palabras pero antes de subir a sus respectivos autos, se quedaron mirándose por unos cortos minutos antes de darse un largo beso de despedida, el cual no querían que termine nunca.
Llegó a la casa de sus abuelos con dos horas de retraso y les tuvo que explicar lo que pasó; esa noche no pudo sacarse a Jonghyun de la cabeza pero no podía hacer nada, no lo volvería a ver además que había engañado a Minho, aunque no se sentía mal por haberlo hecho con un extraño.
A la noche siguiente, que era la fiesta de aniversario de sus abuelos, estaba totalmente aburrido en la cocina conversando con sus tíos acerca de haber encontrado a la persona con la cual pasarían el resto de su vida; al escucharlos se preguntó si Minho sería el amor de su vida, pero llegó a la conclusión que no, ya que nunca lo amó, solo aceptó estar con él porque no quería estar solo además que era el capitán de la selección de basquetball de la universidad. Salió de sus pensamientos cuando escuchó la voz de su abuela, quien lo llamaba desde donde era la fiesta, la cual ya estaba en las últimas.
- Dime abue... - no continuó la frase ya que quedó sorprendido al ver a Jonghyun con su abuelita y éste tenía la misma expresión.
- Minnie, te quiero presentar a Jjongie. Es un chico muy bueno, nos ha ayudado mucho a tu abuelo y a mí últimamente.
- Hola... me llamó Jonghyun, Kim... Jonghyung - dijo sin salir de su asombro.
- S...soy Lee Taemin, mu... mucho gusto - hizo una reverencia totalmente nervioso.
- Minnie - la miró - ¿Por qué no llevas a Jjongie al cuarto de huéspedes? La fiesta aun no acaba y supongo que estará cansado... además podrían empezar a conocerse y entablar una amistad.
No pudo refutar a lo que su abuela le pedía, así que solo asintió para ir con el mayor a esa habitación y luego irse a la suya.
- Esta es la habitación - dijo abriendo la puerta para entrar con él y ver que no faltara nada - Bueno... si no necesitas nada, me ret...
- Si necesito algo - interrumpió por lo cual el menor se acercó un poco.
Se quedaron mirando a los ojos como el día anterior cuando se despidieron pero antes de poder salir de la habitación, ya que no le decía nada, el mayor lo jaló de la cintura para besarlo desesperado siendo correspondido de la misma manera.
- No... no podemos - jadeó en el beso - Tengo... tengo novio.
- Yo... también tengo... novio - susurró sin dejar de besarlo - No dejo de pensar en ti - dijo besándole el cuello.
- Aah... yo... tampoco - jadeó aferrándose a su cuerpo.
Esa noche volvieron a estar juntos, en la cual Jonghyun lo marcó como suyo haciéndolo sonreír ya que no se lo había pedido, además que nadie se enteró de lo que hicieron dado que la fiesta seguía en todo su esplendor; al término de su entrega total se acariciaron dándose pequeños besos como si en realidad fueran pareja. Taemin le preguntó cómo conoció a sus abuelos, por lo que el mayor le dijo que a veces iba a cuidarlos, pero sobre todo a la señora Lee ya que su esposo salía de vez en cuando de viaje para ver unos negocios importantes. También le dijo que para el siguiente mes iría a vivir a Seúl, así que el menor le sugirió que podían compartir departamento pero el castaño le dijo que no porque su novio viajaría con él y que ya tenían dónde vivir; esas palabras le dolieron un poco pero no podía hacer nada, así que se levantó para ir a su habitación.
Al verlo pararse, el mayor se dio cuenta que cometió un gran error por lo que imitó su acción y le dijo que todo era mentira, que solo lo había dicho para ver como reaccionaba porque él pensaba terminar con su novio pero por otros motivos. El pelinegro lo miró con los ojos cristalinos y le pegó en el hombro diciéndole que era un tonto por decirle algo así, pero que por una parte se alegraba ya que se dio cuenta que lo que tuvieron no significaba solo sexo y que también terminaría con su pareja porque no lo quería. Se dieron un beso antes de regresar a la cama y volverse a entregar como hacía unos minutos.
Cuatro meses después le comunicaron a los abuelos del menor que estaban juntos, por lo que ambos se alegraron mucho ya que sabían que el mayor era una buena persona; Jonghyun trabajaba en una de las empresas de la familia de su novio por lo que era un alivio para el pelinegro que no siguiera yendo a auxiliar algún extraño que podría insinuársele, aunque él confiaba plenamente en el mayor, pero en realidad el castaño había aceptado ir a Seúl debido a la propuesta del señor Lee quien le ofreció para trabajar ahí. Taemin se sentía feliz con su novio al lado por lo que quisieron empezar una nueva vida juntos en China, alejándose de los problemáticos de sus ex novios que no dejaban de molestarlos todo el tiempo.