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JONGTAE ONE SHOTS (100% LEMON) por Caroand

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Notas del capitulo:

Olis, nuevo one-shot,

Enjoy it :)

— Mi amiga Irene me dijo que sus padres se divorciaron porque su papá descubrió que le gustaban los hombres — Jonghyun miró a su hija por el espejo retrovisor, ella le sonrió inocentemente.

— No te quieras pasar de lista Yeri — ser padre soltero era difícil, ser padre de una adolescente de dieciséis años mucho más.

— ¡Vamos papá! Sería solo una cita como amigos — Jonghyun gruñó y regresó su mirada a la avenida.

— Yo no estoy para citas, mucho menos con hombres elegidos por mi hija — en el último par de meses se había dedicado a buscarle citas. Hasta en una página de chat lo había inscrito.

— Tienes que volver al mercado papá, eres muy guapo todavía — Jonghyun estacionó frente al instituto, quitándose el cinturón de seguridad bajó del auto para abrirle la puerta a su hija — ¿Ves a lo que me refiero? Aparte de guapo, eres inteligente, caballeroso, respetuoso...

— Oh sí, soy todo un partido ¿no? — su hija frunció los labios — ¿Por qué tanto interés que tenga una cita? — conocía a su hija muy bien, vio cruzar algo en su mirada ¿Tristeza? ¿Nostalgia? Los primeros meses después de la muerte de Kibum había sido difícil, pero Yeri era una niña cuando la desgracia sucedió, había podido superarlo más rápido que él.

— Solo digo... que ya es tiempo que regreses al mercado papá — señaló con la cabeza a su alrededor — Todas las madres, padres, y hasta mis compañeras te miran, no tienes por qué seguir solo papá — Jonghyun ni siquiera miró a su alrededor.

— No estoy solo cielo, te tengo a ti — su hija rodó los ojos, acomodando su mochila sobre su hombro, colocó ambas manos en su pecho.

— Te amo papá. Eres un muy buen padre, pero sé que algo te falta, quiero verte feliz — Jonghyun abrazó a su hija.

— Soy feliz cariño — era una cruel mentira, él estaba muerto por dentro, pero eso no lo diría —¿Desde cuándo te hiciste tan madura? — la hizo que levantara el mentón, ella sonrió petulante.

— Tengo un padre muy inteligente, soy digna hija del mejor arquitecto de la ciudad — después de la muerte de Kibum, él se había dedicado al trabajo y a su hija, después del sepelio, tomó a Yeri y había salido de Daegu esa misma noche, en un intento de dejar todos los recuerdos dolorosos atrás, su hermana se había encargado de la venta de la casa y de la mudanza, aquí en Seúl había abierto su estudio, pero al superar una meta, se colocaba otra y otra, se exigía al máximo.

— Solo espero que no quieras estudiar arquitectura también — dijo divertido. Ella sonrió.

— Lo había pensado, pero me llama más la atención explorar el mundo — la cara de horror de Jonghyun hizo reír a Yeri — Te estoy tomando el pelo papá.

— Eres una pillina — le dio un último abrazo y se despidió de ella — Anda, a clases, has que me sienta orgulloso.

— Te quiero papá — ella le lanzó un beso y corrió hacia sus amigas. 

Suspirando regresó a su auto, antes de encenderlo se miró en el espejo retrovisor, ocho años habían pasado desde la muerte de Kibum, y a sus cuarenta años seguía solo, se le hacía una eternidad, sus ojos color café estaban cansados, tenía marcas en las esquinas de los ojos.  Jonghyun sobrevivía, no vivía, pero ¿cómo podría siquiera pensar que podría llegar a amar a otra persona? No era un monje, tenía aventuras de una noche, de horas más bien, puesto que solo tenía sexo y se marchaba. Nada sin importancia, sin ataduras, sin relaciones, ni siquiera le importaba los nombres de esos hombres. Él ya había amado una vez, y jamás volvería hacerlo.

*****************************************************

— ¡Oye, Taemin! Ha llegado tu amor platónico — Taemin dejo caer una cuchara al suelo del susto y fulminó a Yoona con la mirada, pero aun así se acercó a las puertas dobles.Era una estupidez, ni siquiera sabía el nombre del hombre, pero desde que inauguró la cafetería cuatro meses atrás, el hombre había llamado su atención inmediatamente.

Inconscientemente se limpió las manos en el delantal mientras lo observaba, siempre era lo mismo, él entraba, se sentaba en la mesa de la esquina, ordenaba café, un pastelillo, leía el periódico y veinte minutos después se marchaba. Yoona le había dicho que parecía un hombre frió y aburrido, pero Taemin pensaba todo lo contrario, había algo en él que le llamaba mucho la atención

Siempre estaba impecablemente vestido, su cabello bien peinado, era apuesto, su cabello oscuro con algunas pocas canas, estaba seguro que andaba alrededor de los cuarenta, pero lo que sin duda le llamaba más la atención eran sus ojos, pero había dolor y tristeza en ellos.

— ¿Por qué no vas a tomar su orden? — Taemin se forzó a apartar la mirada del hermoso hombre, para fulminar con la mirada a su amiga.

— ¿Estás loca? Soy el chef aquí — era su negocio, pero más que nada él había hecho esto para poder hornear, cocinar postres era su especialidad. Yoona rodó los ojos.

— Atender una mesa no te hará menos hombre. Quizás y averigües por lo menos su nombre, lo he intentado, pero cuando me mira con esos ojos...

— ¿Te asusta? — preguntó burlón.

— Claro, ríete de mí, pero te reto a que vayas a llevarle su café — Taemin miró hacia su mesa de trabajo, pronto tendría una nueva ronda de pasteles por meter al horno, tenía una entrega importante para esa tarde, pero ¿Cuánto podría tardar con el hermoso hombre? Además, valdría la pena ¿Qué malo podría pasar?. Tomando una respiración para calmarse, se quitó el delantal con manos temblorosas trato de alizar su ropa, era un desastre, llevaba puesta ropa sencilla ya que no sería practico cocinar con sus mejores prendas.

— Necesitarás esto — Yoona le entregó su libreta de apuntes.

— Te odio— susurró yendo hacia la barra, pero cambió de idea y regresó a lado de su amiga —¿Qué pasa si no es gay? ¿y si está casado? — su amiga bufó molesta.

— Es gay, solo falta ver la pinta perfecta que tiene, en mi experiencia todos los mejores siempre terminan siendo gay — dijo ella sarcástica — Y no creo que esté casado, si lo estuviera no vendría aquí todas las mañanas a tomarse su café, eso solo lo hace un hombre soltero que no sabe cocinar y no tiene a nadie en casa que lo mime, y no tiene un anillo en el dedo, me he fijado — Taemin enarcó una ceja.

— Eres buena en los detalles.

— Por supuesto, ahora deja de ser una gallina y ve — lo empujó, casi tropezó con el mostrador, hasta ahora solo había podido darse el lujo de poder contratar a dos personas a Yoona y a otro chico que le ayudaba más con los repartos a domicilio, su cafetería no era grande pero poco a poco se estaba haciendo de clientela. Con Yoona había conectado al momento, eran buenos amigos ahora, de hecho la única que tenía ya que era nuevo en la ciudad, fulminándola con la mirada se acercó a la mesa del hermoso hombre.

— Buen...Buen Día señor — odió el titubeo en su voz — ¿Qué va a ordenar?

— Buen Día, lo de siempre por favor — dijo sin levantar la vista del periódico. Taemin entrecerró los ojos.

— ¿Puede ser más específico? — entonces el hermoso hombre levantó la vista y Taemin contuvo el aliento; ya había adivinado que sus ojos eran color café, pero eran más hermosos de cerca, casi podía sentir que podían ver sus oscuros secretos.

— ¿Dónde está la otra mesera? — pregunto él fríamente, Taemin sintió que sus sueños y expectativas se quebraban en pedazos con un espejo roto.

— Ella está ocupada...

— ¿En serio? — la mirada dura de él lo traspaso — Creo que más bien está cotilleando desde la puerta a la cocina, ¿el dueño sabe que sus empleados no hacen su trabajo? ​— Taemin lo miro, en la punta de la lengua estaba por decir que se fuera a la mierda y que comenzara mejor por marcharse de su local y jamás volviera, pero se abstuvo, tomando la jarra de café, esbozo su sonrisa más profesional.

— Como diría el dueño... El cliente siempre tiene la razón, en seguida viene a atenderlo — aseguró mientras se daba la vuelta y caminaba al mostrador, Yoona estaba tras las puertas dobles espiando lo que ocurría.

— ¿Qué haces? Vuelve allá — Taemin le entregó la libreta de notas.

— Quiere a su mesera de siempre, buena suerte — dijo mientras tomaba de nuevo el delantal y regresaba a su trabajo.

*****************************************************

— ¿Qué estabas pensando al entrar ahí? — Taemin apretó los dientes al escuchar la voz de Jonghyun.

— No es su puto problema señor...— ni siquiera había terminado de hablar cuando fue obligado a girarse y no le quedó más remedio que enfrentarse al hombre que había estado jodiendo su cerebro — ¡Está loco! Suélteme en este momento o no seré responsable de mis actos — Taemin no era una mujercita en peligro, si tenía que defenderse lo haría.

— Te advertí que te marcharas, tu no conoces a estos hombres.

— Lo que yo haga o deje de hacer no es su problema — gritó cuando fue agarrado de repente y luego estrellado contra la camioneta.

— Si tanto deseabas una follada rápida, me lo hubieras dicho — Taemin enrojeció de rabia.

— ¡Es usted un idiota! — lo empujó, pero el hombre ni se movió, era más pesado, no era gordo ni nada, era de cuerpo firme y musculoso, pero sin llegar a exagerar — ¡Suélteme! ¿Qué es lo que quiere? Ya entendí el mensaje de que a usted le soy indiferente así que déjeme en paz — el hombre no retrocedió, en cambio lo se pegó más a él

— ¿Qué es lo que quieres de mí? — preguntó en voz grave, Taemin lo miró.

— Reafirmo lo que he dicho — aseguró Taemin entrecerrando los ojos — Si no puedes ver más allá de tus narices es porque eres un idiota — ¿el hombre necesitaba un mapa o qué? ¿Qué no quedaba claro que a Taemin le interesaba? Pero Taemin no era de los que suplicaban, si Jonghyun no estaba interesado... Taemin se congeló cuando Jonghyun gruñó, no sabía si era una señal de disgusto u otra cosa, pero de repente estrelló sus labios contra los suyos. Todo el aire que había estado en los pulmones de Taemin quedó atascado en sus pulmones. El hombre devoró su boca, enviando llamas de deseo través de su cuerpo, Taemin no estaba seguro de si debía empujar al hombre fuera de él o tirarlo más cerca.

Nunca había sido besado tan agresivamente antes y eso hizo que su polla se engrosara y se levantara en cuestión de segundos. Los labios del hombre eran cálidos y suaves, sus dedos sostenían a Taemin firmemente. Cuando él profundizó el beso, Taemin juró que vio estrellas, protesto cuando al final Jonghyun levantó la cabeza, sus ojos se clavaron fijos en él, cuando sus dedos poco a poco disminuyeron el control. Taemin, tragó duro mirando nuevamente los labios del hombre, deseaba que no se hubiera detenido. Contuvo el aliento, esperando a ver la reacción del otro hombre. Taemin tenía claro lo que deseaba hacer ahora, pero, ¿y él?

El hombre parpadeó un par de veces, pareció cobrar conciencia de lo que acaba de hacer, a Taemin no le gustó ver la culpa en su mirada ¿Por qué? Como si el toque de Taemin lo hubiera quemado, así de rápido como lo había aprisionado contra la camioneta, así de rápido lo liberó dando varios pasos atrás, sin decir nada, se dio la vuelta y se alejó.

Taemin se quedó ahí, con el corazón palpitante mientras veía como el hombre se alejaba. Tal vez era lo mejor, desde que lo vio por primera vez Taemin lo deseó, pero no bastaba solo con eso ¿cierto? Estaba claro que no interesaba lo suficiente al hombre, ni siquiera como una follada rápida. Cerró los ojos, ¿desde cuándo se comportaba como una perra en celo? Tomó una respiración profunda, ya era hora que se centrara, tenía un negocio que atender y este tipo de distracciones no eran buenas.

No debió ir a esa fiesta que le invitó un cliente de la cafetería, además cuando llegó Jonghyun se le acercó para decirle que sería mejor que no entrara, dándole como una advertencia, pero a Taemin le valió muy poco lo que le dijo, por lo que terminó entrando sin esperar que el mayor lo siguiera, aunque minutos más tarde se dio cuenta que no encajaba en el tipo de fiestas de ricachones por lo que decidió salir.

Con un último vistazo hacia donde el hombre se había marchado, Taemin abrió la puerta de su camioneta, regresaría a casa, tomaría una ducha fría, y tal vez una botella de vino pudiera ayudar a que se sintiera mejor, no había nada que el alcohol no podía solucionar.

Subió a su vehículo, pero antes de cerrar la puerta algo en el suelo llamo su atención, se agachó a recogerlo, era una billetera de piel negra de una marca muy cara, la giró en su mano, automáticamente supo de quien era. Miró a todos lados, pero no pareciera que el hombre fuera a regresar por ella. Tal vez si la abriera podría averiguar su dirección y tener una excusa para pasarse... ¿Qué te pasa idiota? ¿un rechazo no te bastó? Negando con la cabeza guardó la billetera en su bolsillo, no iría tras el hombre, ni violaría la privacidad del tipo, él no era un acosador, ya estaba claro que el hombre no quería saber nada de él y eso debería bastar.

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Taemin no se sintió sorprendido cuando Jonghyun no apareció a la mañana siguiente, el mensaje de que no quería verlo de nuevo estaba claro, pero, aun así, tenían un ligero problema, Taemin seguía teniendo la billetera del hombre en su poder, bien podría tirarla a la basura y olvidar que alguna vez había conocido al arrogante hombre, pero él no era así. Tenía que encontrar la forma de devolverla, intentó averiguar con alguno de los muchos hombres bien vestidos que entraban a la cafetería a ver si alguno sabía dónde estaba su oficina o donde encontrarlo, pero la primera mirada de desconfianza lo hizo desistir.

Así que le quedaban dos opciones, uno: esperaba que el hombre alguna vez volviera a la cafetería. O dos: podría buscarlo en su casa, después de todo la dirección podría encontrarla en alguna de sus identificaciones. Tuvo que reunir todo su valor para poderse decidir a abrirla. 

Nada más abrirla se encontró con una fotografía al frente, era una pareja de hombres jóvenes, rápidamente identificó cual era Jonghyun; según sus cálculos bien podría tener unos veinte cinco como mucho en esa foto, a su lado un hombre castaño, con una hermosa sonrisa lo abrazaba con amor. Su corazón se rompió en mil pedazos, había estado pensando que no era lo suficientemente bueno para el arquitecto, cuando en realidad la renuencia del hombre era porque tenía parejaAhora se sentía culpable, había presionado demasiado, comprendía por qué el hombre se había comportado tan fríamente.

Taemin no era de los que se metía en medio de una relación, ¿por qué no se lo había dicho? Tan fácil y sencillo como eso habría dejado todo claro y no se habría montado tanto drama.

Fue por la tarde cuando al fin tuvo tiempo para ir a regresar lo que no era suyo, además tendría que limpiar su conciencia, se disculparía con Jonghyun por haberlo puesto en tan incómoda situación, esperaba que ya con eso pudiera zanjar el problema.

No le impresionó cuando llegó a la vivienda del mayor, después de todo el hombre tenía un buen trabajo, y si por naturaleza Jonghyun era arrogante, era lógico que el lugar donde viviera estuviera a la par con él. Al final se detuvo frente a una hermosa casa, no se había sentido nervioso hasta que bajó de la camioneta, tomó una profunda respiración para calmarse, tomó la caja con pastelillos que había horneado, había notado que eran los favoritos del hombre, hasta en ese pequeño detalle se había fijado todas estas semanas cuando lo admiraba desde lejos, era un obsequio de disculpas, solo esperaba que no se lo lanzara a la cara.

Tardó más de lo esencial llegar hasta la puerta, había tenido la esperanza que de casualidad alguien estuviera saliendo de la casa, quien fuera habría sido lo mejor, así habría dejado lo que tenía que dejar y se habría marchado.

— ¡Yo voy! — gritó una voz de mujer, Taemin se tensó y se preparó para la que fuera a ocurrir, una chica abrió la puerta, era joven, muy joven, y bonita, ella le sonrió, la reconoció, tenía parecido con la niña de la foto, por más que quiso no seguir indagando —¿Puedo ayudarlo? — tenía una voz angelical.

— Hola— saludo cortésmente — Busco al arquitecto Kim — en ese instante la sonrisa de la chica se borró.

— ¡Papá! Te buscan por trabajo — dijo desilusionada, él iba a aclarar que no iba por trabajo, pero al instante Kim Jonghyun apareció en la puerta, la sorpresa en su rostro al verlo ahí fue muy obvia, lo que le pareció extraño a él, ya que esperaba ira, desprecio, desagrado, cualquier cosa pero no sorpresa.

— Lo siento — fue el primero en romper el silencio incómodo, la chica los miraba sucesivamente el uno al otro, estudiándolos. Taemin buscó en su chaqueta y le extendió la billetera — Encontré esto el otro día... en el estacionamiento — no diría cual estacionamiento por respeto a la chica.

— Gracias — dijo el con tono serio — No debiste molestarte en traerlo hasta aquí — Taemin trató de que su rostro no reflejara nada, sabía que esto iba a pasar por eso no debería mostrarse dolido.

— Estaba claro que no tendría otra ocasión de dártela — entre ellos corrían mensajes silenciosos que la chica no podría descifrar, prácticamente Taemin le estaba diciendo que ya sabía que jamás lo vería por la cafetería de nuevo.

— Ya había dado de baja todas mis tarjetas, así que no importa — ¡Ouch! Golpe bajo, pero bueno, hora de la retirada.

— También traje esto, quería disculparme por cualquier cosa inapropiada que yo hubiera podido hacer — miró incómodo a la chica, tal vez esto resultara menos vergonzoso si ella no estuviera presente. Jonghyun enarco una ceja, pero aun así tomó la caja blanca — Bueno, ahora me marcho, que tengan buen día — miró a Jonghyun — Adiós señor Kim — se giró para marcharse.

— ¡Espera! — llamó la chica

— Yeri...— advirtió su padre, pero ella no le hizo caso.

— ¿De casualidad eres Taemin? — preguntó, Taemin se detuvo a mitad del camino y medio se giró.

— Si — dijo extrañado mirando a Jonghyun, ¿por qué ella sabía su nombre? El otro hombre hizo una mueca de dolor, y lo miró con ojos de disculpa. Taemin no entendía nada, observó de nuevo a la chica, ella había salido de la casa y sonreía enormemente.

— ¡Oh! Porque no me lo dijiste antes, soy Yeri — extendió la mano hacia él, Taemin correspondido el saludo —Me alegro conocerte. ¡No puedo creerlo! Jamás pensé que diría esto, pero que suerte que papá perdiera su billetera, y más suerte aun que tú la encontraras, es el destino sin duda — la chica lo sujeto del brazo y lo guió de nuevo hacia la casa —Estamos preparando la cena, papá y yo hacemos todo lo posible por no incendiar la cocina, ¿sabes cocinar? — Taemin miro a Jonghyun en procura de ayuda, el hombre lo miró con ojos de disculpa y se encogió de hombros — Papá dijo que eras chef ¿es verdad?

— Soy chef repostero — ella lo miró con ojos brillantes de emoción — Pero también se cocinar comida normal — Taemin aún seguía sin comprender nada, pero ahora mismo ya estaba en medio de una elegante cocina de última generación. Miró a Jonghyun que entró detrás de ellos.

— Yeri...— llamó su padre —¿Nos darías un segundo?, necesito hablar con Taemin — Yeri hizo un puchero.

— Pero... —

— Obedece Yeri — ella refunfuño, pero aun así salió de la cocina. El hombre mayor dejó la caja de panecillos sobre la encimera y se acercó a él — Lamento esto — Taemin miró hacia la puerta y después de vuelta a él.

— ¿Podrías ser más específico? Estoy llegando a pensar que me he golpeado la cabeza, cuando vine aquí, estaba seguro que arrojarías mi culo sobre la acera, lamento la intromisión, pero quería regresarte tu billetera, y como no apareciste esta mañana como siempre...

— La nana de Yeri tuvo que salir — explicó — No quería dejarla sola — no supo cómo, pero Taemin se dio cuenta que era mentira, estaba claro que él había querido evitarlo. Pero por ahora fingiría que le creía.

— De acuerdo — Taemin asintió — Ahora explícame porque tu hija sabe mi nombre — Jonghyun suspiro, miro hacia la puerta también, y después lo miro a él

— Yeri ha estado obsesionada buscándome pareja, es más que capaz de organizarme una cita a ciegas, por esa razón dije... — Jonghyun se movió incomodo — Dije que había conocido a alguien — la mandíbula de Taemin cayó.

— Y le dijiste mi nombre... —

— Me disculpo — dijo él — Quería distraer su atención y fue lo primero que se me ocurrió.

— Esto es raro ¿no crees? — interrumpió Taemin cruzándose de brazos — Después de todo dejaste claro que yo no te intereso.

— Yo no he dicho eso — dijo él, ambos se miraron fijamente, ahora menos que nunca entendía nada — Escucha — Jonghyun suspiró — No te sientas comprometido a quedarte, yo buscaré la manera de hacer entender a Yeri...

— No, es que el problema no es tu hija, el problema es que no entiendo que sucede — hizo una seña entre ellos dos —¿Qué es esto? ¿Qué ocurre entre nosotros? ¿ocurrirá algo al menos? — Jonghyun apretó los labios.

— No tengo idea, solo puedo decirte que esto no es fácil para mí, no quiero herirte, pero no tengo nada que ofrecerte.

— Yo no te he pedido nada — Taemin dio un paso hacia él, algo muy importante estaba sacando de todo esto, primero, se había dado cuenta que Jonghyun no era casado, o estaba comprometido, de ser así su hija no estuviera buscándole pareja, y segundo el hombre no estaba buscando un compromiso, de ahí su renuencia con él.

— Yo...

— ¿Qué tal si comenzamos por el principio?

— ¿Qué quieres decir? — Taemin le extendió la mano.

— ¿Qué tal si comenzamos por conocernos? Podemos ser amigos, ¿Qué te parece? — Jonghyun miró su mano como si fuese un bicho raro, aun así, al parecer llegó a un acuerdo consigo mismo, porque la estrechó para cerrar el trato. Taemin sonrió, ahora se sentía como si un peso hubiera abandonado sus hombros, era una amistad, no debería de hacerse ilusiones, pero un paso era un paso.

*****************************************************

Una vez fuera de su estudio, Jonghyun miró al cielo, tomó una respiración profunda, tenía que pensar con claridad, no confiaba en sí mismo en este momento, ¿por qué se sentía tan cansado? Desde aquella mañana en la cafetería sentía como si hubieran pasado veinte años, en lugar que unos pocos días.

Sin saber exactamente como, pasó de en un instante estar en el estacionamiento del edificio de su estudio, a estar estacionándose justo fuera de la cafetería de Taemin, ni siquiera se le había ocurrido pensar que ya pudiera estar cerrado, simplemente su mente lo guió ahí.

Primero vio a un chico salir, subirse a una moto y marcharse, pero no era Taemin, estaba tratando de no desesperarse, si lo hacía perdería el valor, daría la vuelta y se iría inmediatamente a casa. Dejó de respirar cuando en última instancia salió la mesera que siempre lo había atendido junto con Taemin, ella lo fulminó con la mirada y Taemin estaba más que sorprendido en verlo ahí. Su asombro dio paso rápidamente a la preocupación.

— ¿Ocurrió algo? — preguntó preocupado, Jonghyun negó con la cabeza, no dijo nada porque no sabía que decir. Taemin debió comprender que para él no era sencillo estar ahí porque despidió a su amiga, la mujer antes de marcharse le dirigió una muy dura mirada. Ella lo odiaba, estaba claro — ¿Quieres entrar? — preguntó Taemin llamando su atención. Los pies de Jonghyun se movieron por propia voluntad, entró sin pensarlo dos veces. Taemin cerró la puerta y bajó las persianas — ¿Quieres tomar algo? — preguntó Taemin mientras caminaba a través del mostrador hacia la cocina. Jonghyun lo interceptó, justo antes de que avanzara más, con una mano en su cintura lo atrajo hacia su cuerpo, se miraron por varios segundos, Taemin se sentía tan bien contra su cuerpo, Jonghyun estudió cada uno de sus rasgos, sus ojos chocolate lo miraban si perder detalle, estaba esperando, aguardando con expectación a que Jonghyun dijera algo o hiciera algo.

— No puedo ofrecerte nada — dijo. Jamás había hecho esto con sus otros amantes, Jonghyun siempre tomaba lo que quería y necesitaba, después se marchaba sin mirar atrás, pero no sabía porque ahora era importante dejar las cosas claras, no quería hacerle daño a Taemin. Aguardó conteniendo el aliento, este sería el momento en que el hombre pateara su culo fuera de aquí, pero en cambio, el deslizo una mano por su brazo, hasta llegar hasta su hombro.

— Yo no te he pedido nada — esa era la respuesta que Jonghyun deseaba escuchar, pero aun así no supo por qué la rabia se precipitó a través de él ante las palabras de Taemin, no tenía que molestarse, ambos se deseaban, era sexo, eran adultos, y estaban consintiendo, debería estar feliz porque obtendría un alivio a un día de mierda, pero la indiferencia de Taemin lo molestaba de alguna forma que no podía explicar. Pero decidió apartar esos pensamientos y concentrarse en lo que lo había hecho ir ahí, agarró al hombre por la camisa y tiro de él más cerca. Había desafío en la mirada de Taemin, Jonghyun gruñó antes de golpear su boca contra la de él.

Al principio sintió la resistencia del hombre por un breve momento antes de que Taemin se fundiera contra su cuerpo, el gemido que provenía de Taemin, hizo que el poco autocontrol que todavía tenía desapareciera, ese sonido era sexy, bajo, necesitado, y lleno de deseo. Era el tipo de sonido que hacía que un hombre se sintiera como tal, sabiendo que había dado a su amante mucho placer.

Taemin se hundió en sus brazos en el momento en que Jonghyun levantó la cabeza. Sus ojos eran brillantes y aturdidos, sus ojos cafés eran hermosos, deseaba a este hombre, con desesperación, era de esas cosas que sólo pasaban en las fantasías, pero esta se estaba volviendo realidad. Buscando a su alrededor, Jonghyun decidió que no irían más lejos, simplemente, lanzó a Taemin contra el mostrador del local, el lugar estaba oscuro, así que dudaba que alguien pudiera verlos desde fuera, alcanzó la ropa del hombre e hizo un gran trabajo en liberarlo de sus ropas, Taemin rió cuando escuchó su camisa desgarrarse.

— Estamos un poco ansiosos ¿no? — pregunto burlón.

— No tienes ni idea — Jonghyun no estaba para chistes, tan pronto como Taemin estaba desnudo, Jonghyun lo giro y lo inclinó sobre el mostrador. Con una rodilla lo obligo a separar las piernas, Jonghyun agarró el culo del hombre levantándolo, tomó ambas mejillas y las separó, exponiendo su culo. Él gruñó cuando se inclinó hacia delante y lamió el orificio del hombre, repartiendo la saliva alrededor de la piel arrugada.

— Ah...sí... — los sonidos eróticos de Taemin no hacían más que encenderlo más, él necesitaba esto, necesitaba concentrarse en otra persona para poder dejar de pensar, ahora mismo lo único que necesitaba era sentir, así que Jonghyun aumentó la presión, manteniendo a Taemin en su lugar mientras seguía lamiéndolo. Él empujó suavemente su lengua contra el orificio del hombre, sonrió petulantemente cuando Taemin se volvió loco. Movió sus caderas, pidiendo más.

— Fóllame — poniéndose de pie, Jonghyun desabrochó sus pantalones al tiempo que sacaba un condón y un sobre de lubricante de su billetera. Sus pantalones se agolparon en sus rodillas, pero no le importaba, con los dientes abrió el sobre de lubricante, hizo gemir a Taemin al presionar dos dedos contra su agujero. Moría por enterrarse en ese culo apretado, pero lo menos que quería era hacerle daño. Era sensual ver como Taemin balanceaba las caderas contra su mano follando sus dedos. Su apretado canal se cerraba entorno a sus dedos haciéndolo gemir. Minutos después, apartando sus dedos presionó su erección contra el culo de Taemin y se empujó lentamente hacia adelante.

— Oh, Dios — Taemin se estremeció.

— Te sientes tan bien — dijo Jonghyun, Taemin miró sobre su hombro, sus ojos chocolate ardiendo con pasión. Inclinándose hacia adelante, Jonghyun cubrió la espalda del hombre y conecto sus labios en un beso que curvó los dedos de sus pies. Empujó su lengua en la boca de Taemin cuando empezó a deslizarse lentamente en su culo, Jonghyun construyó un ritmo lento. Abandonó los labios de Taemin se hundió en él poco a poco.

— Mierda... — exhaló Taemin. Entonces él empezó a moverse en serio.

Jonghyun movió su cuerpo hacia atrás. Sostuvo las caderas de Taemin en un apretado agarre mientras empezaba a moverse más rápido, tirando de su amante. Gruñidos, piel golpeando con piel, y fuertes gemidos de placer se hicieron eco en toda la cafetería. Estando aquí, conectado al otro hombre, sentía que todas las mierdas que estaba ocurriendo a su alrededor se desvanecían. Taemin estaba resultando ser una buena vía de escape. Jonghyun se aferró a Taemin como un salvavidas mientras empujaba sus caderas una y otra vez, perdiendo el control. Él era más bestia que hombre, tomando su placer y dando a Taemin todo lo que el hombre deseaba. Duro y rápido, Jonghyun folló a su amante ya que sus movimientos se hicieron erráticos, su clímax creciendo.

Él estaba cerca, así que deslizó una de sus manos para alcanzar la polla del otro hombre, eso fue todo lo que Taemin necesitó, el culo de Taemin se apretó, agitando alrededor del eje de Jonghyun. La sensación lo empujó sobre el borde. Rugió, su cuerpo se estremeció, mientras se vaciaba en el culo del hombre.

*****************************************************

Y sin importar cuantos años pasaran, Jonghyun seguían sin gustarle los hospitales, malos recuerdos, había venido en ocasiones, por fiebres altas de Yeri o cuando se fracturó la pierna, pero seguía sin superar los malos recuerdos. La habitación estaba a oscuras, solo iluminada por la luz del pasillo, desde la ventana donde se había encontrado pensando y lidiando con sus fantasmas, miró hacia a la cama, Taemin no había recobrado la conciencia. Estaba comenzado a desesperarse, la doctora aseguró que era normal, ya que Taemin había recibido un gran golpe en la cabeza debido al robo que hubo en su cafetería, y esperaban que con los medicamentos pudieran resolver lo de su leve hemorragia interna, pero para Jonghyun nada era leve. Sus temores de multiplicaban todo por un mil por ciento. Había perdido a Kibum a causa de un traumatismo craneal que le provocó muerte cerebral, no tenía la fuerza para pasar por lo mismo nuevamente. Apenas y conocía al hombre, pero sin saber cómo estaba comenzando a preocuparse por él.

Su teléfono vibró en su bolsillo, pero lo ignoró, sabía que tenía trabajo que atender, pero que esperaran.

La doctora de guardia entró en la habitación, solo lo miró antes de acercarse a la cama de Taemin. Había tenido una discusión con la doctora, no había querido darle información de Taemin puesto que no eran parientes, había dicho que era su pareja, eso pareció bastar para ella, además resultó ser conocida de su amigo Minho, así que también ayudó mucho las insistencias del detective.

— ¿Cómo se encuentra? — preguntó mientras la doctora revisaba sus constantes.

— Se encuentra estable por ahora, está reaccionando al medicamento sus pupilas responden a la luz, en un par de horas ordenaré estudios — eso no lo tranquilizaba para nada, quería ver a Taemin despierto.

— Despertará ¿cierto? — no se dio cuenta que su voz sonó como a una súplica. Ella lo miró.

— Tiene que mantener la calma, los golpes en la cabeza son impredecibles — Jonghyun apretó los puños, rabia lo inundaba, ya sabía cómo podrían ser los golpes en la cabeza, había perdido a Kibum a causa de eso. La doctora pareció que leyó algo en su rostro — Estoy segura que estará bien, el daño no es grave, solo hay que darle tiempo — Jonghyun asintió a regañadientes, poco después ella se fue. Jonghyun se acercó a la cama y sujetó la mano de Taemin entre las suyas.

— Despierta por favor — cerró los ojos y elevo una plegaria, tenía muchos años que no rezaba,  nunca fue creyente, pero ahora era cuando más necesitaba una señal divina de que Taemin saldría de esto; no podía tolerar perder a alguien más.

No supo cuántas horas transcurrieron, o si fueron minutos, o segundos, pero cuando vio el primer movimiento por parte de Taemin, sintió que la vida regresara a su cuerpo.

— ¿Taemin? ¿me escuchas? ¿Cómo te sientes? — preguntó acercándose más a él, Taemin estaba luchando por abrir los ojos. Gimió de dolor — Dime algo... lo que sea — sentía que no podría respirar hasta que lo escuchara hablar y lo mirara — Taemin ...

— ¡Ouch! — él se quejó, no era una palabra en sí, pero Jonghyun suspiró aliviado. Apretó el botón para llamar a la enfermera, él se apartó para permitir que el equipo médico hiciera su trabajo. La doctora llegó tiempo después y comenzó a hacerle una serie de preguntas a Taemin, quien parecía aturdido y cansado, pero trataba de contestar a todo lo que ella le preguntaba. Taemin le dirigía miradas de vez en cuando a él y a Yeri, le derritió ver como la miraba con cariño; su hija se despertó a causa de todo el ajetreo, y saltó hacia Taemin en cuanto lo vio despierto, pero su paz y calma terminó cuando vio a Minho entrar, sin decir nada lo sujetó del brazo y lo sacó de la habitación.

— ¡Vamos hombre! Sabes que tengo que hacerle las preguntas de rutina — Jonghyun empujó a Minho más allá y cerró la puerta.

— Tus preguntas pueden aguardar hasta más tarde — el detective se cruzó de brazos.

— Es mi trabajo...

— Esperarás a más tarde, tienes al hijo de perra que hizo esto, puede esperar — Minho suspiró y asintió.

— Muy bien, esperaré unas horas. ¿Cómo se encuentra?

— No he podido hablar con él — pues claro que no, inmediatamente había llamado a la enfermera, cualquier cosa podría esperar hasta que no comprobaran su salud. La puerta se abrió y salió la doctora acompañada de la enfermera.

— Doctora, podría por favor decirme como se encuentra Taemin — ella asintió.

— El coágulo de su cabeza parece haberse resuelto solo, se le hará una resonancia, si sale limpia podrá llevarlo a casa — Casa. Por qué esa palabra lo habría desconcentrado. Si Taemin ya se encontraba fuera de peligro, tenía la obligación de llevar a su hija a casa y no debía preocuparse por lo que Taemin haría ahora, pero regresando a la habitación encontró a Yeri sentada en la cama de Taemin, ambos estaban charlando, lo escucharon entrar y lo miraron.

— Mira papá, ya le está regresando el color al rostro — dijo su hija, Taemin había estado pálido desde que lo trajeron, tenía mejor color sin duda, pero no mejor aspecto, tenía una venda en la cabeza a causa de que el golpe que recibió había sangrado, además tenía el mentón inflamado, y bolsas negras debajo de los ojos, aun así, para Jonghyun seguía siendo hermoso.

— Ya lo veo — se acercó a la cama, colocó las manos en los hombros de su hija, eso impedía que sintiera el impulso de tocar al hombre — ¿Cómo te sientes?

— Mejor de lo que esperé — él sonrió, pero era una sonrisa cansada.

— ¿Hay alguien a quien quieras que llame? No contesta nadie en el número que aparece en tu licencia en caso de emergencia — Taemin asintió.

— Es el número de un amigo, pero está de viaje fuera del país — Jonghyun se abstuvo de preguntar por su familia, pero Yeri no era tan prudente.

— ¿No tienes papás, hermanos o algo así? — Taemin le sonrió tiernamente a su hija.

— No soy muy apegado a mi familia, me he valido solo desde que cumplí la mayoría de edad.

— ¿Cuántos años tienes?

— Yeri...— advirtió Jonghyun pero su hija siempre había sido curiosa e imprudente en muchos casos, agradecía que fuera segura de sí misma, pero un poco de prudencia de vez en cuando sería buena. Taemin sonrió.

— ¿Qué hora es? — preguntó a cambio, tanto a Jonghyun como a Yeri les pareció rara la pregunta.

— Las dos de la madrugada — dijo Jonghyun.

— Bueno, oficialmente hoy tengo treinta y uno — Yeri chilló.

— ¡¿Hoy es tu cumpleaños?! — preguntó mientras se lanzaba a sus brazos, Taemin se quejó de dolor, pero aun así sonrió mientras abrazaba a la chica.

— Sí, hoy planeaba tomarme el día libre por eso... — él se dio cuenta de algo y miró a Jonghyun — ¿Cómo está Yoona?

— El hombre la drogó, pero está bien, ella ya fue dada de alta hace unas horas, su esposo vino por ella, también pedí a un amigo que tiene un restaurante que nos ayudara con tu cafetería así no tendrás pérdidas si permanece cerrado.

— ¡Oh! Gracias por eso — él había salvado la vida de su hija, ¿pero le daba las gracias por hacerse cargo de su negocio? Poco después vino un enfermero con una silla de ruedas para llevar a Taemin hacerse los estudios, dejando a Yeri y a él solos. Se derrumbó en el incómodo sofá de la habitación, no se había dado cuenta de lo cansado que se sentía.

*****************************************************

Las siguientes semanas se sumergieron en una especie de rutina, durante la semana, Jonghyun llegaba a la cafetería como lo había hecho desde que inauguró su negocio, solo que, en estas ocasiones, entraba directamente a la cocina, desayunaban juntos mientras Taemin seguía horneando, platicaban de cosas sin importancia y luego él se marchaba, conforme pasaban los días esos encuentros fueron más naturales, y hasta en muchas ocasiones se despedía de él con un beso.

Durante la semana, también había ido un par de veces para cenar a su casa, para seguir con las lecciones de repostería de Yeri. Jamás se había quedado a dormir de nuevo, le parecía una falta de respeto para la chica, mientras Jonghyun y él no tuvieran ninguna relación formal, no le parecía correcto.

Por otro lado, Yeri lo presentaba en todos lados como el novio de su papá, y Jonghyun jamás la desmentía, así que Taemin mejor se quedaba callado, pensó que con eso tenía suficiente, pero ahora mismo ya no estaba tan seguro, había estado pensándolo mucho y Taemin siempre llegaba a la misma conclusión: Quería más, mucho más.

Pero no había querido presionar, además de que no sabía cómo tocar el tema con Jonghyun. Hoy era fin de semana, había quedado en preparar la cena, Yeri nuevamente estaba practicando un postre y ella estaba decidida que ese postre en particular le quedara bien, no le había preguntado el porqué, a lo mejor había un chico guapo al cual quería impresionar.

**********

Incapaz de dormir, Jonghyun se cuestionó nuevamente por sus sentimientos, y se preguntó por milésima vez que era lo que Taemin sentía por él. Una cosa era que podían ser buenos amigos y excelentes compañeros sexuales, y otra muy distinta eran los sentimientos que podían tener el uno por el otro.

Sabía que él mismo había trazado una línea al decirle desde un principio que no tenía nada que ofrecerle, pero Jonghyun no había imaginado que llegaría a sentirse tan inseguro. ¿Cuándo pasaron esa línea? No sabría decirlo, un día, dio paso a otro y a otro, y habían caído en una especie de rutina en la cual Jonghyun no sabía decir en qué punto se encontraban y lo que era peor, ahora mismo se sentía, confundido y frustrado porque no sabía cómo interpretar sus sentimientos hacia Taemin.

Descubrir eso no le había hecho gracia, además  no le agradó descubrir que quería que él lo amara. Taemin lo deseaba, pero eso ya no le bastaba. ¿Cómo podía ser tan idiota? Él no podía corresponderle. Jonghyun siempre amaría a Kibum, él fue el amor de su vida y el compañero perfecto para él.

Pero lo cierto era que Jonghyun se había olvidado de Kibum en las últimas semanas, la presencia de Taemin estaba espantando sus fantasmas. Taemin ahora era una constante en su vida y en la vida de su hija. De repente, se sintió culpable. Se había engañado a sí mismo al creer que mantendría a Kibum en su corazón para siempre, menos ahora que había aparecido alguien en su vida que poco a poco estaba comenzando a importarle más de lo que había esperado. Jonghyun le había jurado a Kibum amarlo siempre y ahora estaba rompiendo esa promesa.

De repente, le resultó imposible permanecer en la cama, la respiración de Taemin era regular. Jonghyun miró la hora en el reloj y calculó que llevaba tumbado unos veinte minutos. Taemin había caído profundamente dormido, seguramente no se daría cuenta que se había marchado.

Con movimientos lentos, se levantó de la cama y descolgó el albornoz que guardaba colgado detrás de la puerta del baño. No encendió ninguna luz hasta que no llegó a su despacho del piso de abajo. Era una ventaja que Yeri no se encontrara en casa esa noche, necesitaba un momento de paz.

Una vez allí, sacó el álbum de fotos que guardaba en un estante, se sentó en el amplio sillón y abrió el álbum sobre el regazo. En la primera página, había fotografías de cuando todavía eran novios. Ambos habían sido tan jóvenes, llenos de esperanzas y sueños.

Kibum siempre había sido un hombre apuesto, pero lo que lo enamoró de él fue su sonrisa, deslizó los dedos por su cara iluminada por la risa y recordó el día en que se conocieron en la cafetería, ese día sin saberlo se había enamorado de Kibum solo al verlo y lo había amado hasta el día de su muerte. Incluso después, cuando había tenido que criar solo a su hija.

— Todavía lo echas de menos — levantó la cabeza tan rápidamente que se mordió la lengua, ¡Maldición! Taemin estaba de pie en el umbral de la puerta pero no lo estaba mirando a él, sino al álbum. Jonghyun resistió la tentación de cerrarlo. 

— No. Al menos no la mayor parte del tiempo, no pienso mucho en él últimamente — "porque estás tú" pensó, pero no lo dijo. Parecía más bien una acusación. No podía pensar que por su culpa y su constante presencia estaba olvidando al hombre que tanto amó, era injusto, lo sabía, pero ahora mismo ya no sabía que pensar.

— ¿Por qué esta noche?

— ¿Cómo? — lo miró con valentía.

— ¿Por qué has bajado a ver sus fotos precisamente esta noche? — Jonghyun quería rehuir el tema, pero sabía que Taemin no se lo permitiría.

— Lo estoy olvidando y juré que no lo haría jamás.

— Está muerto — dijo Taemin seriamente, la furia se desató en su interior, Taemin no tenía ningún derecho de juzgarlo.

— ¿Crees que no lo sé? — dijo con amargura, Taemin lo miraba con ojos luminosos, demasiado penetrantes.

— A veces, no estoy seguro.

— ¿Qué quieres decir?

— Lleva muerto más de ocho años y todavía lloras su pérdida como si hubiera ocurrido hace pocos meses.

— ¿Te gustaría que te olvidaran tan pronto? — Taemin lo pensó un momento antes de contestar, sus ojos mostraron determinación.

— No me gustaría que lo hicieran, pero si mi presencia pudiera perjudicar a las personas que amo... — Jonghyun se puso en pie y arrojó el álbum al suelo.

— ¿Perjudicar? Yeri perdió a su familia, la adoptamos y rápidamente perdió a uno de sus padres, y mírame a mí, estás aquí ¿no? ¡Maldición! hoy estaba tan cachondo que ni siquiera podía apartar mis manos de ti. En cuanto Yeri se marchó salté sobre ti como un semental en celo ¿Eso es perjudicar? — Taemin siguió mirándolo, Jonghyun sintió que los nervios se aferraban a su estómago y cerró los puños a los costados. Lo que oyó a continuación, era lo último que esperaba.

— Te amo — dijo Taemin en voz baja, Jonghyun exhaló el aire que tenía en los pulmones como si le hubieran dado un puñetazo.

— Me amas — repitió tontamente, no era una pregunta, estaba más tratando de convencerse a sí mismo de sus palabras. "Me ama" pensó, su extraño estado de ánimo no había significado nada.

— ¿Me amas tú? — preguntó Taemin con el mismo tono de voz bajo, todavía no había recuperado el aliento. En su cabeza no se formó ninguna palabra. Ni siquiera sabía que había hecho para ganárselo, el pensamiento de que Taemin estaba enamorado de él por algún milagro inexplicable, se cruzaba al mismo tiempo que en su cabeza aparecía la promesa hecha a Kibum el día de su funeral. Pero Kibum se había ido y Taemin estaba allí, y su corazón se inflamó al darse cuenta de que no querría que las cosas fueran distintas — ¿Lo ves? — dijo Taemin con suavidad — No puedes decirlo, ¿verdad? Ni siquiera algo parecido — Jonghyun balbució algo sin sentido. Taemin rió con tristeza — No debería haberte puesto a prueba. El amor no entraba en el trato. Me lo advertiste. Pensé que no importaría, pero no me había dado cuenta de que ya me estaba enamorando de ti.

— Me... me preocupo por ti — incluso él mismo se daba cuenta de lo inadecuada que era su respuesta.

— Lo sé — dijo Taemin con la misma aterradora suavidad — Eres un buen padre, y un buen... ¿amante?... eres atento y cariñoso, no creas que no lo valoro — Jonghyun nunca se había sentido tan torpe, ni siquiera con Kibum. Sabía que tenía que decir algo, pero seguía eludiendo la cuestión principal, ¿lo amaba? ¿Era amor lo que sentía hacia él? ¿Por eso necesitaba que él lo dijera, y pensaba en él constantemente? ¿Era por eso por lo que había empezado a imaginar un cuadro donde Yeri y él siempre estaban solos y ahora Taemin aparecía en él? Taemin entrelazó las manos — Pensé que podría estar contigo, aunque todavía estuvieras llorando la muerte de Kibum, pero no puedo. No... — lo detuvo antes de que él pudiera decir nada — No es por él, sino por el hecho de que no me amas y dudo mucho que algún día lo hagas. No soy un mártir ¿sabes? ¿Es tan egoísta de mi parte el hecho de que no quiero compartirte?

— Taemin... — había tantas cosas que Jonghyun quería decir, pero no sabía bien por donde comenzar. Taemin sonrió con una pequeña sonrisa de gratitud que le desgarró el corazón, a pesar de lo idiota que Jonghyun estaba siendo Taemin no lo miraba con odio.

— Creo que es momento de que terminemos con esto de la mejor manera, es lo mejor para los dos, quiero recordarte con cariño.

— Yo no estoy pidiendo eso — las lágrimas brotaron de los ojos de Taemin.

— No es necesario que lo hagas, ambos sabemos que es lo mejor.

— No quiero perderte — dijo Jonghyun con la voz llena de angustia.

— No voy a irme muy lejos — repuso Taemin, con las mejillas húmedas — Tal vez... Tal vez podamos ser amigos.

— ¿Amigos? — repitió Jonghyun con incredulidad — ¡Maldita sea! no quiero que seamos solo amigos — Taemin hizo una mueca.

— Lo siento, no puedo ofrecerte nada más — y se alejó escaleras arriba.

Las palabras Te amo brotaron de los labios de Jonghyun. Demasiado tarde.

*****************************************************

Taemin no supo cómo hizo para llegar arriba sin caer por las escaleras, los ojos le ardían a causa de las lágrimas no derramadas. Se sentía tan miserable, ¿cómo pudo haber sido tan idiota? Había añorado algo que no podía tener.

Había jugado con fuego y se había quemado. Creyó que le bastaría con que Jonghyun lo tomara en cuenta, pero ahora que había llegado a la conclusión que estaba enamorado del hombre,  deseaba más. Lo quería todo.

Sabía que Jonghyun no estaba listo para escuchar que lo amaba, pero aun así había presionado, se había jugado todo por el todo y no había ganado. Al contrario, había perdido lo poco que había logrado obtener ¿Debió de haberse conformado? No, claro que no. Taemin se valoraba como hombre y como persona, deseaba una pareja, tenía mucho que ofrecer. Tal vez se condenaría en las llamas del infierno, pero tenía celos de una persona que hacía casi nueve años había muerto.

Por otro lado, Jonghyun se sentía como una piltrafa, Taemin se había marchado sin que Jonghyun hubiera hecho el intento por detenerlo, claro que, todavía seguía sin hallar una respuesta completa a su pregunta.

Sí, se sentía culpable porque Kibum estaba muerto y él no. Se había sentido como un gusano porque su amor no iba a durar toda la eternidad, porque, al parecer, podía trasladar su afecto a otra persona en un abrir y cerrar de ojos. Tal vez, amar a Taemin había sido tan fácil que no había dado crédito a sus sentimientos. O tal vez, todo había ocurrido de una forma tan gradual, que no se había dado cuenta de en qué momento el deseo y el afecto se habían transformado en amor y pasión profunda.

Cuando Taemin había abandonado su despacho, no parecía angustiado, ni triste, ni dolido, sino resignado. "Tal vez podamos ser amigos" le había dicho.

— ¡No! — el sonido de su propia voz, ronca y feroz, lo sorprendió. Se puso en pie y empezó a dar vueltas. Él no quería ser solo su amigo, no lo permitiría. Taemin lo amaba, él mismo había pronunciado las palabras. Jonghyun no pensaba dejar que él se marchara de su lado. Iría tras él.

Subió a su habitación donde no encontraba a Taemin, pero el menor no podía haberse ido tan rápido porque no se había cambiado, además que no había escuchado el sonido de la puerta.

— ¿Taemin? — llamó mientras salía de la habitación para saber si Taemin aún seguía en la casa, porque caso contrario se alistaría para irlo a buscar.

— ¿Jonghyun? – el nombrado volteó sintiéndose aliviado.

— Necesito hablar contigo — parecía enfadado. Brusco. Jonghyun dio un paso hacia él. En cuanto lo abrazó el alivio que sintió Taemin fue abrumador. 

— Lo siento — intentó decirle.

— ¿Tu? ¿Por qué? Yo soy el que debe arrastrarse para conseguir tu perdón, tienes que perdonarme, Taemin... Quiero hablar, he estado pensado — reconoció con voz ronca.

— Yo también he estado pensado... — aseguró — Estaba equivocado. Lo que te dije... Yo...

— ¿No me amas? — lo interrumpió, su rostro se tornó inexpresivo.

— Si te amo, pero no debería habértelo dicho — le corrigió Taemin — Te estaba presionando. Tu desde el comienzo dejaste las cosas claras, yo me equivoque al pensar que podría haber algo más. Yo... — bajó la cabeza — Me asusté.

— ¿De qué? — preguntó Jonghyun entre dientes.

— Sé que te gusto y que... me deseas. Al menos eso creo... — le lanzó una mirada y siguió hablando — Tenía miedo de que, pasado un tiempo, ya no te atrajera. Y no podría soportarlo, si es simple sexo lo que buscas en tus amantes ¿Qué me aseguraba que seguirías conmigo cuanto de aburrieras? Sin amor, sin lazos personales, nada te ataba a mí —cerró los ojos con fuerza — Pero no me amas. Ni siquiera pudiste pronunciar las palabras. Solo dijiste que te preocupabas por mí —finalmente, Jonghyun lo tocó, poniéndole la mano en la mejilla. Con voz grave y lenta dijo:

— Te amo con locura. Pero he sido un idiota al no darme cuenta antes.

— Al no darte cuenta... — aquello parecía surrealista. Un final demasiado fácil. Taemin no se atrevía a creerlo.

— Empecé a enamorarme desde el primer día — sin saber cómo Taemin tenía los dedos unidos a los de Jonghyun. Con la mano que tenía libre, Jonghyun empezó a acariciarle el pelo — Anoche, cuando hicimos el amor, dijiste que me deseabas, pero no me pareció bastante. Me sentía como un canalla, pero necesitaba oírte decir que me amabas. Aunque no entendía por qué.

— Pero cuando te lo dije...— Jonghyun lo asió con más fuerza.

— ¿Sabes lo que sentí? Triunfo. Solo que tardé cinco minutos en darme cuenta de que yo también te amaba.

— Pero no intentaste detenerme — dijo con evidente dolor.

— Tenía que asimilarlo. Soy un hombre reflexivo. Necesitaba estar seguro.

— ¿Y ahora lo estás? — Jonghyun hizo una pausa

— Kibum — dijo — fue mi primer amor de verdad. Me gustaría creer que todavía seguiríamos felizmente casados, si estuviera vivo. En parte, lamento que no tuviera la oportunidad de ser el padre que tanto soñó. Le hacía tanta ilusión. Pero la realidad es que yo he salido ganando. Te tengo a ti y tengo a Yeri. No volvería atrás, aunque pudiera. Quiero despertarme contigo todas las mañanas durante el resto de mi vida, hacerte el amor todas las noches y que juntos nos enfrentemos a los chicos que perseguirán a Yeri, quiero discutir contigo, limpiar contigo la cocina y hacerme viejo contigo. Si... — tragó saliva — Si puedes perdonarme por haberte hecho tanto daño — Taemin se arrojó en sus brazos.

— Jonghyun — murmuró junto a su cuello — Yo soy el que, por poco, meto la pata. No me sentía cómodo. Me gusta controlarlo todo, y saber siempre a qué atenerme. Mi familia me botó por ser gay, y si tu familia hace eso, te deja sin confianza.

— ¿Y ahora? — la apartó para mirarlo con ojos sombríos — ¿Confías en mí?

— Estas últimas semanas han sido los más felices de toda mi vida.

— Quiero llevarte a la cama para hacerte ver fuegos artificiales - Jonghyun susurró.

Su mano acarició la mandíbula de Taemin e inclinó su cabeza hacia atrás un poco más antes de sellar sus labios sobre los suyos. Taemin gimió y cerró sus brazos en su cuello, cerrando desesperadamente la pequeña porción de distancia entre ellos.

Las manos de Jonghyun bajaron agarrando el trasero del menor a través del albornoz. Sus dientes mordieron el labio grueso inferior, y entonces Jonghyun los succionó dentro de su boca. Estuvieron así separándose por aire y Jonghyun apoyó su frente en la del menor.

― Te amo tanto Taemin.

Comenzaron a besarse de nuevo. Una y otra vez, no podían conseguir lo suficiente. Taemin enredó sus dedos en el cabello de Jonghyun y trató de trepar por su cuerpo.

Jonghyun rompió la cerradura de sus labios y se rió un poco. ― Alguien está ansioso. Acuéstate. Necesito conseguir el lubricante y los condones del baño.

Taemin se sacudió todo, dejando caer la bata al suelo y luego se quedó desnudo de espaldas en la cama, su mente nadaba con las palabras de lubricante y condón.

Mientras esperaba que regresara, envolvió sus dedos alrededor de su polla, frotando el pulgar a lo largo de la ranura.

― Hey, hey, no te pongas demasiado por delante de mí ― dijo Jonghyun cuando salió sosteniendo una tira de condones y una pequeña botella de lubricante ― Quiero hacer eso.

― Desde luego no voy a detenerte.

Observó a Jonghyun quitarse el albornoz, dejándola en el suelo mientras se acercaba a la cama mirándolo como un depredador.

Cuando llegó a la cama, Jonghyun se arrodilló a su lado, y justo cuando pensaba que iba a inclinarse y besarlo, se deslizó entre sus piernas y envolvió sus manos alrededor de su pene, llevándolo hacia su boca.

― Oh, mierda.

Su lengua era un poco fría, ya que birló la pequeña gota de líquido pre seminal en la punta, y luego giró por el eje, trazando las venas mientras lamía su camino hacia las bolas del menor. Taemin pensó en ese momento que había muerto e ido al cielo.

La lengua de Jonghyun lamió sus bolas por un momento antes de que hiciera su camino de regreso a la ranura y luego abrió sus labios y tragó la polla dentro del calor húmedo de su boca. Taemin resistió el impulso de empujarse por su garganta, no quería ahogarlo. Pero maldita sea, se sentía bien. Agarró la base de su polla y avanzó más profundo. Justo cuando pensaba que estaba en lo profundo de su garganta Jonghyun sacó su polla con un ruido fuerte, un chasquido húmedo, antes de chupar debajo de nuevo.

Taemin cavó sus dedos en las sábanas de la cama, sus piernas temblando, ya que la succión se hizo más intensa, algunas veces Jonghyun añadía un roce con sus dientes en contra de la carne caliente.

El hormigueo se había iniciado en la columna vertebral, la indicación de que estaba cerca de su liberación. Tocó su cabello ― Me voy a correr ― le advirtió.

Jonghyun asintió y chupó duro, más profundo, llevándolo hasta el final sin poder evitar gritar su nombre, probablemente lo suficientemente fuerte como para que los oyeran los vecinos. Durante mucho tiempo después de haberse venido, Jonghyun seguía chupando y tragando hasta que Taemin era una masa de gelatina temblorosa.

Finalmente lo soltó, mirándolo con una malvada sonrisa de satisfacción.

― ¿Orgulloso de ti mismo? ― Taemin se las arregló para decir con una voz entrecortada después de un momento.

― Lo estoy ― Jonghyun tomó el lubricante y roció una gran cantidad en sus dedos ― No puedo esperar para estar dentro de ti.

Taemin inclinó en su culo por lo que sería más fácil para que lo preparara. Deslizó dos lisos dedos dentro de él, extendiéndolo y explorando. A pesar de que sería un rato, antes de ponerlo lo suficientemente duro todavía se sentía bien.

Después de varios minutos de estiramiento y tocar su próstata, Jonghyun retiró sus dedos y rodó un preservativo sobre su erección. Levantó las piernas del menor en el aire, colocándolas en sus hombros, y luego empujó lentamente dentro de él. Cuando empujaba profundamente, rozó la próstata de Taemin una y otra vez quien no pudo evitar sentirse emocionado cuando estaba desparramado en la cama de Jonghyun siendo totalmente follado. El mayor se inclinó y lo besó, metiendo su lengua en la boca de Taemin para que coincidiera con sus embestidas.

Y luego aceleró, golpeando duro y profundo, fusionando sus labios mientras Taemin sentía su cuerpo temblar con el poder de su orgasmo. Jonghyun gimió su nombre y colapsó sobre él.

Taemin envolvió sus brazos alrededor de él, queriendo sentir esa cercanía.

― Debo de estar aplastándote ― dijo Jonghyun después de un tiempo. Él se retiró de y le dio un beso suave en la boca antes de salir de la cama. Un par de minutos más tarde regresó y se acostó a su lado.

*****************************************************

Un año después...

Jonghyun miró las fotos de la repisa. Tantos recuerdos, en especial le gustaba mucho una foto donde aparecían Kibum y él abrazando a Yeri, fue su primera foto de familia tomada justo el día que la adoptaron.

Taemin había sido comprensivo y no le molestaba que conservara esas fotos, al contrario, decía que Yeri no debía olvidar a su padre Kibum. Sonrió, conocer a Taemin fue lo mejor que pudo haberle sucedido.

— No porque Yeri tenga novio ahora, dejara de ser tu princesa — se giró hacia Taemin. Suspiró y señalo con la cabeza al estante llena de fotografías.

— Que te puedo decir, es mi bebé — Taemin rodó los ojos, llegó a su lado, lo abrazó inmediatamente sintió que sus dedos empezaron a acariciar su cabello. Jonghyun se apoyó en su toque.

— Nuestra hija ya es una señorita, con los sentimientos de una mujer, y nuestro apoyo es lo mejor que podemos darle — Jonghyun miró a Taemin con amor "Nuestra" ¿Cómo había cambiado su vida en un año? El vacío que llegó a sentir durante años ya no estaba, tenía un compañero de vida excepcional, hasta ahora Taemin se había negado en casarse con él.  Jonghyun no dudaba de sus sentimientos, pero quería legalizar su compromiso, Taemin era renuente al matrimonio, y todo porque se le había metido a la cabeza que si se hacía público su preferencia sexual de alguna manera eso lo afectaría en su carrera.

Jonghyun siempre había sido abiertamente gay, pero era paciente, esperaría el momento preciso. Por lo menos había logrado que viniera a vivir con ellos; Taemin dudó un poco, pero aquí estaban, un año después. Jamás era fácil convivir con una persona viviendo bajo el mismo techo, pero ellos se esforzaban y estaba funcionado.

— Ojalá no hubiera crecido — dijo Jonghyun mirando nuevamente las fotografías, en el centro lucía la foto más reciente, era una de los tres juntos en su primera navidad.

— Pero creció, y hoy es su primera cita — dijo Taemin burlón, Jonghyun gruñó.

No habría sobrevivido este año sin Taemin, con una chica de diecisiete, con curiosidad por los chicos y todo eso. En Taemin, Yeri había encontrado al cómplice perfecto. Hace una semana se había aparecido un chico en su puerta y había solicitado permiso para ser el novio de su hija. Jonghyun casi alcanzó a llamar a Minho para que viniera a hacer un buen trabajo de intimidación policial, pero Taemin intervino nuevamente. Hoy era su primera cita y Jonghyun no quería pensar más allá de eso.

— Anda papá, busca la cámara, Yeri parece una reina esta noche, seguro querrás una foto para tu colección — Jonghyun refunfuñó.

— No creo que pueda hacer esto.

— Tranquilo— dijo Taemin yendo hacia la puerta — He tenido con ella la charla responsable sobre el sexo seguro — Jonghyun cerró los ojos e hizo una mueca de dolor.

— ¡Dios!

— Y también le he dado una gran dotación de condones.

— ¡Taemin! — su pareja rió.

—Tranquilo hombre, es solo una cita, has hecho un buen trabajo educando a Yeri, tienes que confiar en ella, recuerda que pronto se irá a la universidad.

— No me lo recuerdes — negando con la cabeza, Jonghyun tomó su cámara, segundos después llamaron a la puerta. Taemin decidió el mismo abrir la puerta. Llegando al pasillo Jonghyun fulminó al chico con la mirada. El chico nerviosamente saludó a Jonghyun con una inclinación de cabeza, él solo le dedicó miradas duras y penetrantes, el mensaje estaba claro si algo le pasaba a su hija, él no viviría para contarlo. Poco después apareció Yeri y Jonghyun tragó saliva al verla bajar por las escaleras, estaba realmente hermosa. Justo antes de que ella descendiera los últimos escalones, Jonghyun salió de su aturdimiento y fue hacia ella para ayudarla a bajar.

— Estás bella hija — su princesa le sonrió, se puso de puntillas para rodearlo por los hombros con sus brazos.

— Te quiero papá — Jonghyun tragó el nudo que se formó en su garganta.

— Yo también mi amor — ella se separó, después abrazó a Taemin, casi a último momento se acordó de tomarle una foto. Después de tomarle una foto a ella sola, Taemin insistió que le tomara una foto con su cita, a regañadientes lo hizo, ya después se ocuparía de borrarla. Juntos desde la puerta vieron a la pareja marcharse.

— Vamos papá celoso, por qué no abrirnos una botella de vino y nos relajamos, después de todo es nuestro aniversario — Jonghyun se sentía culpable porque no pudo darle a Taemin una verdadera celebración de su primer año, pero hoy no quería salir de casa por si su hija se metía en problemas. Taemin no se lo reprochó, al contrario, le dijo que lo que más deseaba era relajarse en casa esa noche. Este par de meses había sido difícil y cansado para él, estaba expandiendo su negocio, como ya no necesitaba su departamento en la parte superior de la cafetería y como estaba yéndole muy bien con su servicio de eventos, ahora podía contratar más gente para ayudarlo. Antes que Taemin pudiera dar un paso más Jonghyun lo envolvió en sus brazos.

— ¿Sabes cuánto te amo? — Taemin se pegó a su cuerpo.

— Me hago una idea, pero no está de más que me lo demuestres — sacudió la cabeza con una sonrisa y se inclinó para besarlo con avidez.

— Creo que un soy capaz de hacerle ver fuegos artificiales señor Lee.

— Jamás he dudado de su capacidad señor Kim por eso y más es que estoy irremediablemente enamorado de usted — Jonghyun volvió a besarlo.

— Feliz día Aniversario mi amor.

— Nuestro primer año juntos — susurró Taemin justo en su boca, sus manos ya estaban impacientes desabotonando su camisa.

— El primero de muchos — Taemin lo miró a los ojos.

— Esa es la mejor promesa que han podido hacerme.

FIN

Notas finales:

Espero haya sido de su agrado,

Gracias por leer :)


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