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JONGTAE ONE SHOTS (100% LEMON) por Caroand

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Notas del capitulo:

Olis, un nuevo one-shot,

Enjoy it :)

Su timidez había hecho imposible poder ver el cuerpo desnudo de esa chica y plasmarlo en su lienzo. Era muy difícil para él poder hacer eso, ni siquiera había visto a su novia así de descubierta. Sí, había tenido sexo con Seulgi, pero él prefería la privacidad de la oscuridad. Se sentía incómodo con la desnudez. Y ahora su proyecto era realizar una pintura de un desnudo para fin de mes.


"Si necesitas a alguien de modelo para tu cuadro, lo haré yo. Posaré desnudo para ti."


Subió las escaleras a su departamento.


No sabía cómo su conversación con Jonghyun en el desayuno terminó en esa promesa. Aunque tenía que agradecerle el gesto, y más ahora que no tenía a nadie más para pedirle el favor. Si Seulgi no hubiera terminado con él la noche anterior, tal vez ella podría haberle hecho ese favor. 


Llegó frente a la puerta del departamento, y pensó en cómo serían las sesiones de pintura con Jonghyun, esperaba no arruinar su cuadro y reprobar el curso.


Lanzó un suspiró de cansancio cuando entró al departamento que compartía con Jonghyun, miró alrededor y encontró el mismo desastre que dejó en la mañana al salir a clases. Suspiró cansado, puso su mochila sobre el sofá y se metió a la cocina.


Como siempre, Jonghyun había olvidado hacer las compras. Se sirvió agua en un vaso, y bebió todo el líquido en sólo dos tragos. Al menos no iba a morir de sed, escuchó el fuerte gruñido de su estómago.


Volvió a echarle un vistazo a la sala, y sacudió la cabeza, no entendía cómo es que Jonghyun podía ocasionar un caos así en tan sólo una noche. Su ropa estaba esparcida por el suelo en dirección a su cuarto, botellas vacías de cerveza estaban sobre la mesita de centro y el suelo, una caja de pizza descansaba sobre el sillón, y lo que parecía ser un pedazo restante de esa misma pizza estaba pegado en uno de los cojines del sofá.


Ayer cuando regresó de la desastrosa cita con Seulgi, ni siquiera había encendido las luces al entrar al departamento, así que no había visto el desorden. Pero al despertar, había lanzado un gruñido de fastidio. Era lo único que podía hacer.


Su hermanastro, Kim Jonghyun, o 'Jjong' como le gustaba que lo llamaran, era un don juan. El hombre era un adicto al sexo, nunca se acostaba dos veces con la misma mujer. Taemin aún no podía comprender cómo conseguía que las mujeres se tiraran a sus pies.


Bueno, su hermanastro era apuesto y con un aire sensual. También podría ser por ese cuerpo que se cargaba, delgado, pero con músculos definidos y un abdomen con un buen paquete de seis. O quizás esos ojos color cafés que con sólo una mirada hacía que las mujeres mojaran sus bragas. O tal vez, esa boca de labios sensuales que nunca dejaba de sonreír.


Frunció el ceño ante sus pensamientos. ¿Por qué demonios estaba pensando así de su hermanastro? Alguna neurona debía de estar defectuosa, o se cruzaron algunos cables en su cabeza para que haya tenido esa clase de pensamientos.


Él y Jonghyun se habían conocido hace ocho años cuando la madre de Taemin salía con el padre del mayor. Al principio la relación no era muy buena, pero con el pasar del tiempo arreglaron sus diferencias y ahora eran compañeros de habitación en la universidad.


Muchos de sus amigos no entendían cómo teniendo diferentes personalidades, se llevaran tan bien. Ni siquiera él lo entendía. Sólo se sentían como dos mitades de un todo. Volvió a sacudir la cabeza, sus pensamientos hoy estaban siendo muy extraños. El hambre lo estaba afectando más de lo que creía.


Cuando tuvo la sala limpia y ordenada, decidió ir a su estudio y limpiar las brochas a usar y poner un nuevo lienzo sobre su caballete. Aún no sabía con claridad cómo empezar, primero haría unos cuantos bosquejos.


El ruido de una llave abriendo la puerta principal lo hizo suspirar de alivio, al fin había vuelto Jonghyun, y esperaba que hubiera traído con él algo de comida.


— ¡Taemin!¡Traje la cena!


Cuando Taemin se acercó a mirar lo que había traído, el olor exquisito le hizo agua la boca.


— Se ve bueno, ¿Qué clase de comida es? —preguntó mientras tomaba una cuchara.


— Es comida tailandesa. No podrás creerlo, pero ese pequeño restaurante sólo está a unas cuadras de aquí.


Grrrr.


Jonghyun lo miró a los ojos, levantó una ceja y sonrió.


— Lo siento. Pero tengo hambre — susurró Taemin algo avergonzado.


— Come lo que quieras.


Taemin apenas dio un vistazo al postre, con cuchara en mano empezó a probar todos los platos con un apetito considerablemente grande. Con cada cucharada, gemía de placer. Estaba muy bueno.


Jonghyun se levantó y miró hacia la puerta de la tercera habitación del departamento, que era el estudio de pintura de Taemin. — Iré a darme una ducha para que puedas trabajar en tu cuadro. No tardo. — murmuró nervioso mientras se dirigía a su habitación.


De pronto, Taemin sintió un nudo en su garganta, y no tenía nada que ver con lo que había comido. Estaba nervioso, no sabía cómo actuar cuando viera desnudo a su hermanastro. Era algo extraño sentirse así de nervioso. A pesar de que había visto a Jonghyun caminar por varios años en ropa interior, ahora lo vería tal como vino al mundo, y ese hecho lo tenía ansioso y confundido a la vez.


***************************************************************


Jonghyun terminó de secarse el cabello y se miró en el espejo. Desde que le prometiera en la mañana a Taemin posar para su cuadro, había estado un poco nervioso, y no entendía por qué. No le molestaba en lo absoluto mostrarse desnudo a otra persona, pero nunca se había desnudado para un hombre. Sólo las chicas con las que había tenido sexo lo habían visto en ese estado.


Bajó su mirada y se sorprendió con la tienda de campaña que hacía su erección en la tolla alrededor de sus caderas. Estaba excitado con sólo pensar tener la atención de Taemin en su cuerpo desnudo, y eso era muy perturbador.


A él le gustaban las mujeres, y mucho. Tener una buena vagina húmeda y apretada succionando su polla era como estar en la gloria y más cuando podía chupar unos lindos pezones de unos grandes y bien formados pechos. Nunca había cuestionado su sexualidad, así que mirar su dura verga sobresalir bajo la tolla era bastante perturbador. Y más aún porque se estaba poniendo duro pensando en los ojos de su hermanastro recorriendo su cuerpo mientras plasmaba su imagen en un lienzo.


Cuando recién conoció a Taemin era tímido y de pocas palabras, creyó que Taemin era un perdedor, pero al ir con el tiempo conociéndolo de verdad, había descubierto a una persona y artista maravilloso.


Cada vez que veía una de sus pinturas terminadas, lo dejaba sin habla. Era un genio y quizás por eso quería que Taemin lo pintara a él en su lienzo. Quería ser el tema principal de uno de sus cuadros.


Respiró profundamente, y aliviado vio que su erección había bajado, se puso la bata y abrió la puerta del baño.


Era hora de cumplir su promesa. 


***************************************************************


— Adelante Jjong. Siéntate allí. —señaló el pequeño sofá cubierto con una sábana blanca que tenía junto a la ventana—. Deja la bata junto a la silla. Quiero hacer algunos bocetos antes de elegir la postura correcta para luego empezar con la pintura.


Jonghyun lo miró sonriendo. —Se nota que estás apurado por verme desnudo.


Taemin se detuvo con el lápiz en la mano a unos centímetros de la libreta a punto de empezar a dibujar y levantó la mirada con los ojos grandes por la sorpresa. —No...yo...no era eso...yo...


— Cálmate, sólo estaba bromeando.


— Ponte lo más cómodo posible — murmuró Taemin con nerviosismo — y haz de cuenta que no estoy en la habitación.


Jonghyun bufó antes de acercase al sofá. Le dio la espalda y se quitó lentamente el albornoz, dejándolo caer al suelo y descubriendo la piel de su espalda, los músculos definidos recorrían toda la longitud de su espalda hasta acabar en un duro y apretado trasero. Era imposible poder despegar su mirada de esa piel dorada. Nunca pensó que Jonghyun era así de hermoso.


No lo había notado antes, pero su polla si prestó atención. Taemin sintió el tirón de su erección en sus pantalones e intentó sentarse de tal manera que pudiera ocultarla. Tenía que ser profesional y sólo dedicarse a dibujar.


Jonghyun se sentó haciendo lo posible por no mostrar su polla y eso Taemin se lo agradecía. Ya se sentía extraño por verlo de esa forma, así que no quería seguir actuando raro si veía esa parte de Jonghyun que no tenía derecho a apreciar.


Se concentró en sólo pensar en dibujar, y tras un largo tiempo lo hizo. Era cómo siempre sucedía cada vez que dibujaba. Se abstraía del mundo y sólo pensaba en las curvas, líneas y sombras de lo que estaba dibujando. Era como si estuviera intentando captar el espíritu de Jonghyun con cada movimiento de su lápiz.


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Taemin había descubierto una parte de él que no había creído que existiera, y eso lo asustaba mucho.


Él no era gay. Nunca lo fue, pero no podía comprender porque tenía esa intensa necesidad de tocar a su "hermano". ¿Qué le estaba pasando? ¿Por qué se sentía de ese modo?


Taemin fijó la mirada en el lienzo. Sacudió disgustado la cabeza. Ninguna pintura sería fiel a la verdadera belleza de Jonghyun. Le estaba resultando muy difícil poder plasmar su fuerza, su alma.


— ¿Terminamos? — preguntó Jonghyun mirándolo con atención.


— Sí — suspiró Taemin levantando la mirada.


Como cada vez que terminaban, Taemin no pudo evitar recorrer el cuerpo de Jonghyun con la mirada, centímetro tras perfecto centímetro. Como envidiaba a todas las mujeres que durmieron con Jonghyun, ellas pudieron tocarlo, cosa que él no podía. Tragó el nudo en su garganta y desvió la mirada. Cubrió el lienzo y empezó a limpiar sus pinceles.


— ¿Puedo ver cómo va? — murmuró Jonghyun muy cerca de su oído. Taemin saltó sorprendido, dejando caer sus pinceles al suelo.


— ¿Qué? — logró susurrar antes de volverse a mirar a Jonghyun.


Sus rostros estaban tan cerca que la respiración de Jonghyun acariciaba su boca con cada exhalación. Sus miradas se conectaron y Taemin se perdió en el café de sus ojos.


Ambos respiraban agitadamente mientras se contemplaban.


Taemin bajó la mirada a la boca perfecta de Jonghyun, necesitando tanto probarla. Un leve gemido escapó de los labios de Jonghyun, sorprendiendo a ambos. Taemin volvió la mirada a sus ojos y un escalofrió recorrió su espalda cuando vio las pupilas dilatadas en los ojos de Jonghyun.


Fue Jonghyun quién cortó la distancia. Taemin gimió cuando Jonghyun tomó su boca, devorándolo. Su lengua se empujaba contra sus labios hasta que Taemin se abrió para su hermanastro. Sintió las manos de Jonghyun tomarlo de la parte trasera de su cuello para profundizar el beso.


Era lo más delicioso que había probado en la vida. Se abrió al beso y respondió con una pasión que no creía que poseyera. La lengua de Jonghyun se empujaba en el interior de su boca, explorándolo a conciencia. Sus dientes rasparon su labio inferior, pero a Taemin no le importaba, sólo se dejó llevar. Rodeó sus brazos en la cintura de Jonghyun y se aferró a él.


Jonghyun rompió el beso y lo miró asombrado. Levantó su mano y se tocó sus labios, su mirada vidriosa desapareció en un instante. Se limpió la boca con el dorso de su mano y se alejó de Taemin.


— Lo siento — murmuró mientras salía de la habitación —. Fue un error...No volverá a pasar —susurró Jonghyun antes de cerrar la puerta.


Taemin se quedó ahí, mirando la puerta cerrada sin saber qué hacer. Se lamió los labios para confirmar que no había sido un sueño. No había sido una fantasía, de verdad Jonghyun lo había besado. Sonrió feliz.


"¿De qué sonríes idiota? ¿No lo escuchaste decir que fue un error?"


La sonrisa de Taemin murió en sus labios.


"Sabes que a partir de ahora, nada será como antes."


Eso era verdad. Sabía en lo profundo de su ser, que el beso iba a cambiar la relación entre ellos.


***************************************************************


La semana que estuvo de modelo para el cuadro de Taemin, habían sido los siete días más largos y jodidos de su vida. Sus emociones habían dado un giro de 180 grados. Toda su convicción de ser un hombre heterosexual que gozaba de las mujeres se había ido a la basura.


Cada minuto que pasó bajo la mirada atenta y perceptiva de Taemin había sido una tortura. Tuvo que ocultar su polla en todas las sesiones, y no era por pudor, era porque no podía evitar ponerse duro cada vez que sentía los ojos de Taemin puestos en su cuerpo.


Esos días había podido prestar más atención a Taemin, y se había dado cuenta que su "hermano" menor se había vuelto un hombre muy atractivo. Su cabello desaliñado lo hacía ver muy sexy, y su pálida piel parecía de porcelana, sus ojos chocolate eran los que provocaban que su erección saltara cada vez que su mirada se topaba con ellos. Cada noche había notado algo nuevo de Taemin que hacía que su excitación aumentara.


Había pensado que el estar sin sexo toda esa semana lo tenía caliente y que cualquiera bastaba. Pero ayer, al darse cuenta de la forma que Taemin deslizó su mirada por su cuerpo, como su pudiera tocarlo, había sido su perdición.


Al acercarse a preguntarle por el cuadro, no había planeado lo que pasó. Pero al ver el hambre y el deseo en los ojos de Taemin, había perdido el control. Había tomado su boca como un hombre hambriento y había sido el mejor beso de su vida. No sabía cuántos minutos habían pasado, sólo se había concentrado en devorar esa caliente boca. La respuesta de Taemin, al corresponder su beso, lo había encendido más que nunca. Nunca había besado a un hombre, pero el sabor almizclado y prohibido de Taemin había sabido a ambrosía para él. Su libido se había elevado a alturas inimaginables.


Nunca imaginó que besar a Taemin sería así de asombroso. Sus labios eran suaves, y su boca se había amoldado a la suya como si estuviera hecha sólo para él. Con cada toque de su lengua, su polla se había endurecido más. Había estado a segundos de correrse, y eso había sido sólo con un beso. Así que tuvo que alejarse. El miedo había recorrido su ser al percatarse de lo que había hecho. No era gay, así que no entendía por qué había disfrutado tanto de ese beso. Eso sumado a sus temores, lo habían hecho decir que fue un error. No había podido mirar a Taemin a los ojos, lo había aterrorizado lo que podía encontrar en ellos.


Ya no podía seguir posando para él. Esos sentimientos que le producía al estar desnudo frente a Taemin tenían que parar. Era un hombre, y le gustaban las mujeres. Quizás debería recordase eso, debería recordar el sabor, el calor y la suavidad de una mujer.  


***************************************************************


Miró su reloj y eran las 9:00 de la noche. Esperaba que Jonghyun ya estuviera en casa, necesitaba hablar con él.


No podían seguir evadiendo lo sucedido la noche anterior.


Cerró los ojos, y los recuerdos inundaron su mente. Podía recordar con exactitud cada toque de su lengua en el interior de su boca, el sabor adictivo de Jonghyun, su caliente respiración. La pasión que compartieron en esos pocos minutos, el fuego que recorrió sus venas con cada movimiento de sus bocas. Quería decirle a Jonghyun sobre los sentimientos que habían despertado en su interior, aunque no sabía lo que eran, quería que lo descubrieran juntos.


Quería decirle a Jonghyun lo que sentía cada vez que lo veía. Por primera vez en su vida, quería arriesgarse por los sentimientos que crecían en su corazón. Y deseaba con todo su ser que Jonghyun sintiera lo mismo, a pesar del beso, no estaba seguro de nada y tenía miedo.


Tomó sus llaves y abrió la puerta, la oscuridad en el pasillo lo desconcertó. Con pasos lentos caminó hasta la pequeña sala del departamento y se quedó inmóvil. Sólo una lámpara iluminaba la escena frente a él. Un dolor agudo golpeó su pecho y sintió a su corazón romperse en mil pedazos. Intentó moverse, hacer algún ruido, pero su cuerpo no respondió.


Cerró los ojos intentado creer que sólo era su imaginación, que Jonghyun no estaba en el sofá besando con desesperación a una tipa semidesnuda. Sus gemidos llenaron el ambiente, pero Taemin no pudo abrir la boca para detenerlos. Sólo se quedó allí, con el alma destrozada viendo al hombre que amaba a punto de tener sexo con una desconocida.


¿El hombre que amaba?


Sí, amaba a su hermanastro, no sabía cuándo comenzó hacerlo, pero lo hacía. Y el imbécil estaba sobre el sofá, manchando el recuerdo de su beso con esto. A los gemidos de placer, otro igual al de un animal herido se escuchó en la habitación. Taemin no se percató que era él el que hacía esos sonidos, pero no pudo evitarlo.


Los amantes se detuvieron y lo miraron sorprendidos. Taemin sólo se fijó en los profundos ojos color café. El dolor en su corazón era demasiado intenso y le era muy difícil respirar. Sus ojos acuosos sólo miraron a Jonghyun unos segundos más antes de que Taemin diera la vuelta y saliera del departamento, lágrimas de dolor rodaban por sus mejillas. 


**********


— Taemin ...— susurró Jonghyun cuando lo vio salir del departamento.


No podía moverse, no podía apartar de su mente la mirada dolida en el rostro de Taemin. La angustia y el dolor en esos ojos lo hicieron estremecerse. Se levantó de un salto y se alejó de la chica sobre el sofá. ¿Qué mierda había hecho?


Se pasó las manos por los cabellos, le dolía el corazón cada vez que veía el dolor en los ojos de Taemin, y las lágrimas en su rostro lo hacían sentir peor.


— Ya se fue, Jjong. Además, no creo que sea la primera vez que tu amigo te ve en estas condiciones. — murmuró la chica, acariciando los pechos desnudos —. Ven aquí.


Jonghyun se quedó quieto un minuto, y luego se inclinó, tomó la blusa de la chica del suelo y se la tiró encima. — Vete. Ya termínanos.


— Vamos, ¿Por qué te preocupa tanto lo que piense ese tonto?


Jonghyun la asió de los brazos y la puso de pie. — No vuelvas a llamarlo tonto, y lárgate de una vez. — la arrastró hasta la puerta y la empujó fuera.


— Hey, ¿Cuál es tu problema?


— Vete.


La mujer se puso su blusa y lo miró con desprecio. — Si tanto te importa tu amigo, deberías dejar de hacer esto. Eres un imbécil. Y no entiendo por qué él se enamoró de ti, si a ti sólo te gusta jugar con las personas.


— ¿Enamorado de mí? ¿De qué demonios hablas?


La mujer se giró y lo miró por encima del hombro. — Si no te has dado cuenta al mirar el dolor en sus ojos, es que eres un completo imbécil — se alejó por el pasillo hacia las escaleras — No vuelvas a llamarme.


Jonghyun observó a Yoona alejarse, sin poder dejar de pensar en lo que ella dijo. ¿Taemin lo amaba? Al volver a recordar las lágrimas que nublaban sus ojos, lo supo. Había lastimado a la persona más importante de su vida.


Cerró la puerta y caminó hasta el estudio de pintura de Taemin. Quitó la tela que cubría el lienzo en el caballete y jadeó sorprendido. A pesar de que no estaba terminado, la pintura era hermosa. Miró atentamente, y sacudió la cabeza. No podía ser él el hombre del cuadro. El hombre pintado en el lienzo era hermoso. Acercó sus dedos al lienzo, y se detuvo a unos milímetros recordando lo que Taemin una vez le dijo. "Cuando pinto, dejó mi corazón en cada pincelada".


¿Taemin lo amaba? Se preguntó nuevamente. Miró otra vez el lienzo y asintió. Sí, él lo amaba, y lo había dejado claro en cada pincelada. Se sentó en el sofá y miró hacia la noche.


Recordó el beso, y lo que sintió cuando sus labios tocaron los de Taemin. Había sido algo más que pasión y deseo. Lo había sentido en cada fibra de su ser. Pero ¿lo amaba?


Pensó en Taemin y en el dolor reflejado en sus ojos, y su corazón se apretó con ese pensamiento. Imaginó no volver a ver a Taemin nunca más, y se sintió enfermo. No podía, no podía pensar en eso. Taemin era lo más importante que tenía en su vida. Y no podía perderlo, moriría si eso pasaba.


Lo amaba. Por fin podía ver con verdadera claridad los sentimientos que inundaban su pecho. Amaba a Taemin, y había sido un estúpido al hacer lo que hizo.


Recordó lo que sintió al tener a Yoona bajo él, y sacudió la cabeza. No había sentido nada, ni deseo, ni pasión, nada. Los besos habían sido desenfrenados porque él intentaba excitarse y no había pasado nada. No había podido tener una erección, había estado flácido. Había tenido bajo su cuerpo a una mujer hermosa y deseable, y él no había sentido ningún deseo por ella.


Volvió a pensar en el beso de Taemin, bajó la mirada y sonrió. Sólo Taemin podía ponerlo duro. Ese chico lo había estropeado para las mujeres. Sonrió. Le gustaba su "hermano" y le importaba una mierda lo que los demás pensaran de ello. Fijo su mirada en el lienzo, ahora necesitaba encontrar a su artista. Necesitaba encontrar a Taemin. Tenía que pedirle perdón, tenía que decirle que lo amaba.


Con esa nueva determinación, salió corriendo del departamento en busca de su hermanastro, y que esperaba se convirtiera pronto en su amante.


***************************************************************


Taemin no sabía cómo, pero había terminado en el parque cerca de su departamento, sentado bajo el árbol en que Jonghyun y él pasaban las tardes de los domingos.


No podía borrar las imágenes de Jonghyun con esa mujer. La escena se repetía en su mente, una y otra vez.


Una sonrisa vacía se dibujó en su rostro.


Cuán estúpido había sido al pensar que Jonghyun sentía lo mismo que él. A su hermanastro no le iban los hombres, y si así fuera, no se fijaría en un perdedor como Taemin.


Cerró los ojos tratando de borrar todo lo vivido la última semana. Él solito se había metido en esto, y se lo merecía. Pero, amaba a Jonghyun. Lo amaba demasiado, y no podía seguir viendo el desfile de mujeres que pasaban por su habitación. No podía hacerlo.


Dolía demasiado, se sentía vacío y muy solo.


Es por él que estar con Seulgi no se sentía correcto. Recibir el beso de Jonghyun se había sentido perfecto, como si todas las piezas encajaran. Como si hubieran nacido para estar juntos.


Pero todo era una tontería. Todo había sido fruto de su imaginación. Limpió las lágrimas de su rostro e intentó calmar los gemidos de dolor que salían de su pecho. El amor dolía demasiado.


No supo cuánto tiempo llevaba allí perdido en sus pensamientos cuando escuchó a alguien acercarse. Levantó el rostro y miró sorprendido a Jonghyun a unos pasos de él, inclinado y con las manos apoyadas sobre sus rodillas, intentaba calmar su agitada respiración. El sudor corría como ríos sobre su rostro, y su camiseta estaba húmeda por la transpiración.


— ¿Jonghyun?


— ¡Al fin te encontré! — jadeando se acercó a Taemin y se arrodilló frente a él —. Perdóname, por favor. — tomó sus manos en un firme asimiento —. He sido un idiota.


— ¿Ya lo notaste? —murmuró Taemin evadiendo su mirada.


— Sí, ya lo noté. — Jonghyun hizo una mueca de dolor por el comentario, dejó libre una de sus manos, y tomó suavemente la barbilla de Taemin, levantando su rostro—. Esta semana han sido los días más difíciles y confusos de mi vida. No sabía qué me pasaba, ni por qué no podía dejar de pensar en ti. — limpió las lágrimas y acarició la mejilla de Taemin —. Has vuelto mi mundo de cabeza. La forma en que me haces sentir, me aterró.


Jonghyun se acercó un poco más a Taemin.


— Lamento mucho haberte lastimado como lo hice. Pensé que estando con una mujer, podía borrar todo lo que siento por ti. Pero me equivoqué. Nunca podría olvidar los sentimientos que provocas en mí.


— Te vi con ella, Jjong. Y me dolió mucho.


— Lo sé, y lo siento. Pero no sentí nada con ella, tienes que saber eso, no sentí nada. No había el fuego que corre por mis venas cada vez que recuerdo tu beso. Ni siquiera estaba duro. Ella fue un error que prometo no volver a cometer.


Taemin asintió. — Te creo, pero aún no sé lo que sientes. Dices que estás confundido, pero yo no. Yo sé lo que siento por ti.


Jonghyun acercó su rostro al de Taemin, sus alientos se mezclaron, y ninguno apartó su mirada del otro. — Taemin, escúchame. Eso no es todo lo que tenía que decirte. Te amo, Taemin. Y he sido un estúpido al no darme cuenta antes. — besó suavemente los labios de Taemin —. Créeme, por favor. Te amo. — le dio otro pequeño beso —. Y te deseo con locura. — asió a Taemin del cuello y tomó su boca en un posesivo y hambriento beso.


Taemin no podía creer lo que estaba pasando, cada barrida de la lengua de Jonghyun lo hacía estremecer de deseo. Estaba demasiado aturdido para poder asimilar todo lo que Jonghyun había dicho. Pero, aun así, no podía evitar corresponder cada caricia de su lengua en su boca.


Se separaron por la falta de aire. — ¿En serio me amas? — preguntó Taemin mientras acariciaba el cabello de Jonghyun.


—Sí. Te amo, y nunca me cansaré de decírtelo. Nunca creí que podía enamorarme así. — acarició con el pulgar los rojos e hinchados labios de Taemin —. Te ves tan hermoso.


Taemin sintió su rostro calentarse, sabía que estaba más rojo que un tomate. — No digas eso, tú eres el hermoso. Tus ojos, tu piel y tu boca, son la perfección.


— Bueno, no puedo negar eso. — miró a Taemin con los ojos llenos de picardía y le sonrió con malicia.


Taemin abrazó fuertemente a Jonghyun, sonriendo, y disfrutando de su aroma y de la calidez que su cuerpo desprendía. — Nunca pensé que acabaríamos así.


Jonghyun besó su mejilla y susurró junto a su boca. — ¿Acabar? Pero si recién estamos empezando.


Cuando Jonghyun se apoderó de la boca de Taemin nuevamente, empujando su lengua en su interior, besándolo a conciencia, una oleada de placer se extendió por todo el cuerpo de Taemin. Quería más que un beso, quería sentir la caliente piel de Jonghyun, quería expresar con cada parte de su cuerpo el amor que sentía por él.


Jonghyun se apartó, respirando agitadamente y sin despegar la mirada de la boca de Taemin.


— Volvamos al departamento. Este no es lugar para amarte como quiero.


Jonghyun estaba nervioso, cruzaron la puerta del departamento y se miraron mutuamente. Con ojos pesados por la lujuria, Taemin miraba a Jonghyun con inconfundible deseo.


Jonghyun observó fascinado los labios de Taemin, abiertos y rojos esperando su beso. No lo hizo esperar mucho, jaló a Taemin de su camiseta y ambos cuerpos colisionaron en un beso lleno de fuego y electricidad.


Taemin sonrió, envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de Jonghyun, apoyándose en él. Jonghyun se movió acercándose a la cama, perdiéndose en el amor y el deseo que podía ver claramente en los bellos ojos de Taemin.


Atrapados en el momento, se sorprendió cuando de repente fue empujado hacia atrás y aterrizó en la cama, de espaldas, mirando hacia Taemin.


— Tae...


— Tienes el cuerpo más hermoso...


— Gracias.


Taemin sonrió, inclinándose sobre Jonghyun, y con dedos ágiles, desabrochó la camisa de Jonghyun y luego se dedicó a desabotonar y desabrochar sus pantalones.


Cuidadosamente, Taemin tiró de los pantalones por las piernas de Jonghyun, dejándolo caer al piso con otra sonrisa. — ¿No llevas ropa interior? Me gusta eso.


— ¿En serio?


— Totalmente. De fácil acceso, ya sabes.


Jonghyun se rió. — ¿Y tú? ¿Llevas puesta la tuya?


— Por supuesto. Lo vas a ver muy pronto.


Él realmente quería ver ahora, pero se contuvo, mientras Taemin se arrastraba hasta la cama, a horcajadas sobre él, moviendo lentamente las manos por el pecho, los dedos rozando sus sensibles pezones. Jonghyun quedó sin aliento, la espalda arqueada ligeramente.


— Tae.


— ¿Te importa si disfruto un poco?


— Por favor, no dudes en disfrutar todo lo que quieras.


Una vez más, Taemin sonrió, una hermosa sonrisa despreocupada y amorosa que hizo saltar el corazón de Jonghyun, mientras el rubio se inclinó y capturó sus labios en un lento y sensual beso. Él abrió la boca con mucho gusto, con entusiasmo devolvió el beso, su lengua chocando con Taemin en una danza erótica.


Besar a Lee Taemin era el cielo en la tierra, sin ninguna duda de ello.


Levantando una de sus manos, Jonghyun la enredó en el espeso pelo rubio, gimiendo mientras Taemin rompía el beso y deslizaba sus labios lentamente por el cuello de Jonghyun, besando y lamiendo y mordisqueando juguetonamente. Parecía muy concentrado en su tarea, que parecía estar conduciendo a Jonghyun hacia un loco deseo, y Jonghyun era feliz de que Taemin se permitiera ser libre de hacer lo que quisiera.


— El sabor de tu piel es tan bueno, — Taemin susurró, deslizándose un poco más bajo.


— Dios, Tae.


— Tus pezones se ven tan bien, Jjong. ¿Te importa si juego con ellos un poco?


Sin esperar una respuesta, Taemin chupó el nudo de la izquierda en su boca, lamiendo y chupando hasta que estaba dura, raspando felizmente con sus dientes y Jonghyun arqueándose nuevamente, sus caderas elevándose de la cama. Podía sentir el deseo consumiéndolo, dejándolo sin aliento. Fue la más increíble e intensa sensación vivida en su vida, diferente a todo lo que Jonghyun había experimentado nunca antes, y rogó que no terminara, mientras Taemin dirigía su atención hacia el pezón derecho, sometiéndolo al mismo sensual deleite del de la izquierda.


No era un sueño, no era una ilusión, ni una fantasía, comparado con la realidad de Taemin tomando placer en complacerlo, pero Jonghyun quería que todo fuera en ambos sentidos.


Pareciendo leer su mente, Taemin se deslizó fuera de la cama, y Jonghyun abrió los ojos, empujándose sobre los codos.


Lamiéndose los labios con anticipación, vio a Taemin empujar sus pantalones debajo de sus caderas y piernas, dando patadas para arrojarlos a un lado, y Jonghyun tomó aliento, viendo el ya duro y erguido pene que sobresalía del nido de rizos.


— Estás mirando, — Taemin se burló y Jonghyun lo miró a los ojos con una sonrisa.


— Más bien admirando.


Taemin hizo un sonido con su lengua. — La adulación te hará conseguir... bueno, todo lo que quieras. — Incluso mientras lo decía, Jonghyun podía ver claramente la tensión que se alejaba de él, ver sus ojos oscurecerse un poco.


Admitiendo que lo amaba, que él lo quería, que había sido fácil, en comparación con permitir que Jonghyun lo viera —Tae...


— Lo siento. Quiero esto, Jjong. Te quiero. Sólo que...— Sacudió la cabeza y Jonghyun se sentó, sosteniendo las dos manos de Taemin entre las suyas.


Levantó una mano, besándola. Jonghyun notó que las manos de Taemin temblaban ligeramente cuando comenzó a empujar la camisa de sus hombros, poco a poco dando la espalda a Jonghyun.


La camisa cayó al suelo y Jonghyun dejó que sus ojos lentamente viajaran hasta la parte posterior de las piernas de Taemin, los muslos, el maravilloso culo como un sueño húmedo, finalmente, levantando los ojos al ver lo que Taemin al parecer no quería mostrar.


Las cicatrices en su espalda y hacia debajo de la parte de atrás de su brazo izquierdo.


La piel estaba arrugada y descolorida, algunas zonas más que otras, pero Jonghyun no encontraba la visión horrible. Sólo hacía que le doliera el corazón al imaginar el dolor que Taemin había sufrido, y eso hizo aún más que se decidiera a darle el amor y la felicidad que se merecía.


De pie, envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Taemin, dejando caer un beso en el hombro, y Taemin tembló ligeramente en sus brazos.


— Jjong...


— Soy muchas cosas, Tae, pero un tonto no es una de ellas, así que no voy a ir a ninguna parte, y tendrás que aceptarlo.


Taemin giró un poco la cabeza, sin mirar a Jonghyun, pero cerca. — Quieres decir que me quieres, ¿no?


— Con todo mi corazón.


Poco a poco, Taemin se giró en sus brazos, los ojos en busca de él, y Jonghyun sonrió cuando él movió la cabeza con incredulidad evidente.


Fácilmente jalando de Taemin cerca, Jonghyun lo besó nuevamente, un largo y profundo beso que Taemin tuvo que aferrarse a él mientras Jonghyun se dejaba caer sobre la cama con Taemin tendido encima de él, cada centímetro de su cuerpo en contacto directo.


Rodando a su lado, Jonghyun deslizó una mano entre ellos, acariciando el pecho y el estómago de Taemin, llegando finalmente a su pene y sonriendo cuando Taemin jadeó al sentir los dedos fuertes envolver alrededor de su sensible carne.


— Jjong.


— Amo la forma como te sientes en mi mano, Tae. Sé que voy a amar la forma en que me sentiré al estar dentro de ti.


Taemin se arqueó ante el toque, abriendo los ojos cargados de pasión. Jonghyun saboreó la expresión, saboreaba el conocimiento de que podía hacer esto para el hombre que amaba, que podía hacerlo temblar con necesidad y deseo.


— ¿Es eso lo que quieres, Tae? ¿Quieres que esté dentro de ti?


— ¡Dios, sí! ¡Por favor!


Riéndose, Jonghyun empujó a Taemin sobre su espalda, lo besó mientras lo hacía, gimiendo de placer cuando Taemin le devolvió el beso con necesidad hambrienta, sin dudas en lo absoluto.


Dando besos bajando por el pecho de Taemin, se deleitaba en el aprendizaje de lo que hacía gemir a Taemin o jadear o llamarlo por su nombre.


Quería conocer cada centímetro de él, pero la mano de Taemin estaba enredada en su pelo y su cuerpo le dolía con la necesidad de liberar su deseo.


— ¿Confías en mí? — preguntaba sin aliento a Taemin mientras éste asentía.


— Con todo mi corazón.


— Nunca te arrepentirás de eso, — murmuró Jonghyun, de pie mientras Taemin lo miraba. — ¿Puedes acostarte sobre tu estómago para mí? Si te sientes cómodo, es decir...— Con una sonrisa y sin titubeos, Taemin fácilmente hizo lo que se le pidió y Jonghyun se sintió como si hubieran conseguido una nueva victoria.


— Estoy empezando a pensar que tienes algún tipo de fascinación por mi culo.


— De hecho, tengo una fascinación por tu culo... y cualquier otra parte de ti.


Taemin se echó a reír, descansando su cabeza en sus brazos, mientras que Jonghyun abrió la mesita de noche y sacó el lubricante que Taemin tenía allí.


— Bueno, ¿piensa mirar toda la noche?


— Bueno, tan divertido como lo es para mí mirar, prefiero jugar.


Con eso en mente, puso una rodilla sobre la cama, inclinándose para besar la parte posterior del cuello de Taemin, deslizando una mano por su cadera.


— Jjong...


— Confía en mí, bebé. Voy a hacer esto bueno para los dos.


Taemin gimió nuevamente y Jonghyun sonrió, tomándose su tiempo, para besar cada centímetro de la espalda de Taemin, susurrando palabras gentiles, diciéndole una y otra vez lo mucho que lo amaba.


Lo mucho que siempre lo amaría.


Deslizándose hacia abajo más allá, acarició el culo de Taemin, sintiendo los músculos tensos con la anticipación.


— Qué culo tan bonito...


— Jjong...— Lo dijo con un gruñido de advertencia en su voz y Jonghyun se rió.


— De acuerdo, de acuerdo. No más burlas, bebé.


Para demostrar que hablaba en serio, tiró suavemente de los firmes globos del culo de Taemin, separándolos e inclinándose para lamer con la lengua el agujero de color rosa fruncido. Las caderas de Taemin empujaron contra la cama, las manos se enredaron en las sábanas mientras él gritaba.


— ¿Te gusta esto?


— ¡Por favor, Jjong!


— ¿Otra vez?


— ¡Sí!


Excitado, pero también divertido por cuán demandante podía ser su Taemin, Jonghyun hizo lo que le pidió, con los labios y la lengua saboreando y jugueteando mientras que Taemin se retorcía y jadeaba palabras demasiado confusas para ser coherentes.


Agarrando el lubricante, Jonghyun rápidamente cubrió sus dedos, dejándolo a su lado junto a Taemin, que seguía sobre su estómago.


Al presionar un beso en la mejilla de Taemin, sonrió. — ¿Aún estás de acuerdo?


— Estoy mejor cuando me estás tocando.


— ¿Es una invitación?


— Por supuesto.


Besándolo otra vez, mordisqueando el oído de su amante juguetonamente, Jonghyun permitió que sus dedos viajaran a la zona que acababa de explorar con entusiasmo, deslizando lentamente un dedo en el apretado agujero. Su propio pene se sentía como si estuviera a punto de explotar, estaba tan excitado que era doloroso, pero estaba decidido a tomarse su tiempo, para hacerlo perfecto para Taemin, porque Taemin merecía eso.


Cuidadosamente, permitió que un segundo dedo se uniera al primero y mientras lo hizo, Taemin levantó sus caderas, mordiéndose los labios, los ojos cerrados.


— Por favor, Jjong. Más.


— Lo que tú quieras, bebé.


Deslizando un tercer dedo, lentamente empujó más profundo, doblándolos lentamente, y Taemin volvió a gritar, mientras Jonghyun tocaba sobre sus sensibles terminaciones nerviosas.


Repitiendo la acción varias veces, se preguntaba si podía venirse simplemente observando las caderas de Taemin empujando hasta encontrarse con su mano.


— Jjong, yo.... Dios, te necesito ahora.


— ¿Qué necesitas, bebé? — Mordisqueó su cuello nuevamente y Taemin lloriqueó.


— A ti. Maldita sea, ¡te necesito dentro de mí!


— No hay otro lugar donde quisiera estar.


Retirando sus dedos, Jonghyun suavemente rodó a Taemin sobre su espalda, casi perdiéndose en esos increíbles ojos chocolate.


Dejó caer sus labios en un rápido y duro beso que hizo a ambos jadear mientras él se ajustaba, odiando romper el contacto físico, incluso por un momento.


— Jjong.


— Casi, bebé.


De rodillas, con sus piernas entre las piernas de Taemin, Jonghyun acarició con sus manos los muslos de su amante. Con todas sus fuerzas mantuvo su aliento, tratando de controlar su deseo.


La necesidad se mezclaba con las emociones creadas haciendo que todo sea más intenso y los ojos de Taemin le decían que sentía lo mismo, mientras se ajustaba en las piernas de Taemin sobre él, lentamente levantó las caderas de Taemin.


— Te amo, Tae.


— También te amo, Jjong.


Con las manos sosteniendo las caderas de Taemin, Jonghyun lentamente, con cuidado, comenzó a introducirse por primera vez en el interior del hombre que amaba y la sensación no se parecía a nada que él hubiera conocido. Se quedó sin aliento al sentir que Taemin se extendía para hacer espacio para él, para darle la bienvenida, templada y caliente y tan increíble que desafiaba las palabras. Iba más allá de lo que Jonghyun hubiera sentido antes.


Gimiendo, Taemin arqueó su cuerpo a su encuentro, con las manos agarrando los muslos de Jonghyun, empujándolos más cerca, sosteniendo a Jonghyun hasta que estuvo completamente dentro de él.


— ¡Jjong!


— Tae, yo...


— ¡Muévete! ¡Por favor! Dios, por favor, muévete, Jjong.


Sin poder negarse más a hacerlo, o más importante, a Taemin, Jonghyun comenzó a moverse, lentamente al principio, perdido en la sensación, en la realidad de que por fin tenía lo que quería. Taemin se apoderó de las caderas de su amante con una fuerza suficiente que Jonghyun estaba seguro que le dejaría moretones, pero a él no le importaba. Amaba los ojos de Taemin enrojecidos, los labios separados hinchados, los ojos fijos en Jonghyun, expresando abiertamente su deseo y el placer mientras Jonghyun envolvía una mano firmemente alrededor de la longitud del eje palpitante de Taemin.


Empujando, bombeando, el mundo se volvió boca abajo mientras él y Taemin fueron jalados dentro de un vórtice donde lo que ellos sentían y lo que querían era todo lo que importaba.


— Jjong, estoy tan... tan cerca, Jjong...


— Lo sé, bebé. Ya lo sé. Simplemente déjalo ir. Déjame ver cómo te vienes, bebé.


Con un grito, Taemin se vino, derramando su semilla sobre sí mismo y en la mano de Jonghyun, en el instante antes de que Jonghyun lo siguiera, sobre el borde, cayó en un abismo de luz blanca, con sorprendente placer que le dejó sin aliento, su cuerpo agotado, pero vibrando con una carga eléctrica. Su corazón golpeó contra su pecho y su piel estaba húmeda de sudor, pero él nunca se había sentido más vivo, más completo, mientras que lentamente se retiraba del cuerpo de Taemin para caer a su lado en la cama.


Temblando, Taemin se acurrucó junto a Jonghyun, y luego cada uno de ellos rodó de lado para quedar uno frente al otro.


Se apoyó en su codo y siguió admirando a Taemin, Dios, su piel brillaba, sus tetillas estaban duras y rojas, y su pecho aún tenía su esencia. Pero nada era tan hermoso como sus ojos, profundos pozos chocolates en los que podía ahogarse sin problemas. Ellos irradiaban tanta devoción y ternura.


Estaba completamente enamorado, era una locura, lo sabía, pero nada en el mundo iba impedir seguir disfrutándola. Se reprendió a sí mismo, había sido un necio por no darse cuenta hace tiempo que Taemin era su mitad, era la única constante en su vida, las mujeres iban y venían, pero Taemin siempre estuvo junto a él.


— Te amo —susurró Jonghyun tomando la mano de Taemin en la suya, entrelazando sus dedos.


— Te amo —murmuró Taemin sonriendo, asió a Jonghyun del cuello y lo acercó muy cerca de él—. Te ves tan hermoso, que me estoy conteniendo las ganas que tengo de pintarte. De plasmar en un lienzo el brillo de tu mirada, y el fuego de tus ojos. — suspiró de placer—. Te amo tanto.


Se besaron dulcemente, saboreándose con ternura.


— Ve por tu libreta y tus lápices. — acarició la mejilla de Taemin —. Puedes utilizarme como modelo las veces que quieras.


Taemin lo observó aún sin decidirse.


— Anda, ve por tus cosas. — deslizó sus manos por el pecho de Taemin, pellizcando levemente su tetilla izquierda—. Quiero ver tu mirada de concentración cuando te centras en tu arte, me excita mucho el modo que tomas un lápiz o un pincel.


Taemin gimió y tomó la boca de Jonghyun en un seductor y lujurioso beso. — Dios, con sólo decir eso te deseo otra vez. Mi arte puede esperar.


Jonghyun rió con malicia. — Si así lo deseas.


Taemin se inclinó sobre Jonghyun y sonrió. — Sí, así lo deseo. Pero ahora soy yo el que quiere estar en tu interior.


Jonghyun gimió con sólo imaginarlo si era tan bueno como Taemin lo había sentido. Él también lo quería, y lo quería mucho.


— Sí, hazlo.


Taemin se movió rozando sus pollas, ambos jadearon por el delicioso placer. — Ahora eres mío, Kim Jonghyun, y no te compartiré con nadie.


— Nadie.


— Te amo. Para siempre.


Jonghyun balbuceó un 'te amo' también, abrazó a Taemin y se perdió en las redes del placer.


— Para siempre — respondió en un jadeo antes de besar a Taemin con fervor.


Para siempre, fue la promesa de sus corazones mientras volvían a fundirse en su amor.


 


FIN

Notas finales:

Gracias por leer :)


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