JONGTAE ONE SHOTS (100% LEMON) por Caroand

Taemin salió del auto aún indeciso. Cerró la puerta y miró la casa de su padre. Había sido un largo viaje desde la universidad, pero tenía que hablar personalmente con su él. Tomó una profunda respiración. Era la decisión correcta. Pero estaba asustado.

Llenándose de todo el valor que fue posible, subió los escalones de la entrada. Necesitaba decirlo. Era un secreto que no podía seguir ocultando.

Desde que tenía quince años había sabido que era diferente. Miraba más a los chicos que a las chicas. Siempre se quedaba hasta al final en los vestidores para poder ver los cuerpos desnudos de sus compañeros en las duchas. Entonces supo quién era él en realidad, y lo había ocultado a su familia estos siete años. Quería decírselo de una vez a su padre.

Se detuvo junto a la puerta de la oficina y levantó la mano para tocar cuando oyó a su padre gritar algo desde el interior. Sabía que no debía hacerlo, pero la curiosidad pudo más. Bajó la mano y pegó la oreja a la puerta tratando de escuchar qué estaba sucediendo dentro.

─ ¿Y qué sucedió? â”€ escuchó a su padre preguntar a través de la puerta.

─ Uno de los maestros lo encontró en una situación muy comprometida con otro chico en la biblioteca. ─ Oyó a su tío responder.

─ Pobre Jungsoo. Tener que pasar por esa vergüenza. Su hijo le va arruinar la vida y los negocios si no hace algo rápido.

¿Jungsoo? ¿Hablaban de Park Jungsoo? ¿El nuevo socio de negocios de su padre? Taemin se alejó un poco de la puerta y se dio cuenta de la verdadera razón de que su padre y su tío estuvieran sorprendidos. Habían atrapado al hijo del señor Park con otro chico. No conocía al hijo del señor St. Park, pero estaba casi seguro que debía tener entre 16 y 17 años, y que estaba internado en un colegio de varones. Volvió a pegar la oreja a la puerta.

─ ...lo expulsaron.

─ ¿En serio? ─ dijo su padre.

─ Le aconsejé a Jungsoo que lo enviara lejos hasta que las cosas se enfriaran por aquí.

─ ¿Sólo eso? Si fuera mi hijo, le daría una paliza para enderezarlo. Y sino cambiaba, lo desheredaría y lo echaría a la calle. Jungsoo es un poco blando con ese chico. Yo nunca permitiría que algo así pasara en mi familia.

─ Si fuera Taemin. ¿En verdad lo echarías a la calle sin un centavo?

─ Claro que sí. No dejaría que nada arruinara el apellido Lee. Además, eso arruinaría la vida social de Sully. Ella ya es una señorita. Dentro de poco será presentada en sociedad y no quiero que nada perjudique su reputación. Pero no hay que hablar de eso. Mi hijo se casará con la chica adecuada y al final se hará cargo de mis empresas.

─ Tienes razón. Es una tontería pensar algo como eso.

Taemin no pudo seguir escuchando más. Se alejó tambaleándose fuera de allí. Salió por la puerta trasera y se sentó en los escalones.

Le importaba una mierda el dinero y la posición de la familia, pero no quería ser apartado de Sully. Ella era lo más importante que tenía.

Tenía que seguir ocultándolo. Tal vez para siempre. Cerró los ojos y trató de calmar el dolor en su pecho. No quería el desprecio de su padre. No quería que todos sus amigos lo miraran como si fuera un bicho raro. No quería ver el asco en los ojos de su hermana.

Se dio cuenta que nunca conocería el amor que tanto ansiaba. Se había estado conteniendo hasta encontrar al chico adecuado. Sólo había disfrutado de unos cuantos besos y unas cuantas caricias con algunos chicos, pero nunca había llegado más lejos.

Intentó tragar el nudo en su garganta. Tenía que dejar esos deseos en lo más profundo de su ser. Si quería seguir teniendo la familia que tenía, debía seguir con los deseos de su padre.

Una lágrima logró escapar de sus ojos. Era un cobarde. Y ahora estaba renunciando a una parte de sí mismo por evitar una dolorosa confrontación con su padre.

Se abrazó a sí mismo tratando de calmar los temblores en su cuerpo. A pesar que se decía que no le importaba la posición de su familia. Era mentira. Tenía miedo de que todo el mundo lo rechazara. Tenía miedo de que su familia y amigos le dieran la espalda. Debía tener cuidado de ahora en adelante. Alejarse de la tentación y centrarse sólo en sus estudios. Pronto terminaría la universidad y empezaría a trabajar junto a su padre.  

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Años más tarde...

Se estiró en la cama, tratando de calmar el cansancio. Se había levantado temprano para estar al día con las cosas de la oficina mientras esperaba la hora de ir a la reunión con los socios del hotel.

Cuando llegó a Londres había creído que sólo necesitarían unas pocas reuniones y luego firmarían el acuerdo, pero al parecer los socios del hotel habían estado arrepintiéndose de la venta. Se había pasado los últimos cuatro días de reunión en reunión y esos tipos aún no se habían decidido.

Se levantó de la cama y se quitó la ropa. Necesitaba una ducha urgentemente. Cuando entró en el cuarto de baño, se sorprendió al verse tan cansado como se sentía. Pasó una mano por su rostro y volvió a mirar su reflejo en el espejo. Las últimas semanas no había podido dormir bien. Sus sueños se hacían cada vez más calientes. Tal vez era su subconsciente diciéndole lo que de verdad deseaba. Gimió al recordar el último de sus sueños.

Se había despertado ardiendo. Las sábanas tiradas sobre el piso. Y él había estado caliente, sudoroso y duro como una roca.  

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Taemin llevaba casi media hora en ese lugar y aún no podía calmar el deseo febril que recorría su cuerpo. Miró al barman y pidió otro whisky. Necesitaba emborracharse.

Ya no podía seguir negando que era gay. Ya era hora de confesar la verdad y atenerse a las consecuencias. Estaba cansado de fingir algo que no era. Él no quería casarse y arruinar la vida de Sooyoung. Sería una crueldad quitarle a ella la oportunidad de conocer a alguien que la ame de verdad.

─ ¡Mierda! Estoy exhausto ─ dijo una voz a su lado.

Taemin tomó un trago de su whisky y se volvió para mirar al tipo que se había sentado a su lado. Cuando pudo por fin ver su rostro, se quedó embelesado mirándolo durante unos minutos. El chico era hermoso. A pesar que tenía los mechones de su cabello en distintas direcciones, se veía muy sexy. Observó detenidamente al hombre pasar sus manos por su rubio cabello. Algunos mechones le cubrían los ojos. Lo vio suspirar de cansancio.

─ ¡Hey Brian! Dame una cerveza ─ dijo el chico sacándose la chaqueta y colocándola en su regazo ─ Juro que si mi prima me dice que lo que he comprado no era lo que me pidió, voy a matarla.

Taemin despegó la vista de su rostro y paseó su mirada por el cuerpo del chico. Estaba muy en forma. Era unos centímetros más bajo que él.

─ ¿Encontraste el obsequio al fin? ─ dijo el barman en su acento inglés, sirviéndole un vaso de cerveza.

─ Sí, tuve que recorrer varias tiendas todo el maldito día ─ gruñó antes de beber unos tragos de su cerveza. ─ Mis pies me están matando.

Taemin observó los movimientos de la garganta del chico en cada trago. No podía apartar los ojos. Sentía una corriente eléctrica ir directo a su polla. Volvió a mirar su rostro. Las pestañas acariciaron sus mejillas cuando cerró los ojos y gimió por el trago de cerveza fría.

Taemin se tensó. Sintió a su piel calentarse y al deseo surgir en su interior. Su polla se engrosó y se apretó en sus pantalones. El chico dejó de beber, abrió los ojos y giró el rostro en su dirección. Al toparse con su mirada, Taemin se quedó sin respiración. Eran los ojos cafés más hermosos y brillantes que había visto en su vida. Soltó un profundo suspiro al ver que esos ojos lo examinaban unos segundos mientras el chico dejaba el vaso medio vacío en la barra y le dedicaba una sonrisa.

Taemin fijó su mirada en sus labios. Eran demasiado apetecibles. Rojos y llenos. Se quedó observándolo cuando el hermoso chico se giró en su asiento hacia él y se lamió los labios. Pudo observar el recorrido de su lengua al limpiar su labio superior. Nunca había deseado a nadie como lo deseaba a él. Creía que había enterrado esa parte de sí mismo hace mucho tiempo, pero había estado muy equivocado.

─ Hola. Soy Jonghyun.

Taemin volvió a mirar esos increíbles ojos. No podía creer el interés que veía en los ojos de Jonghyun. Nunca nadie lo había mirado con tanto deseo. Abrió la boca y ningún sonido salió de ella.

Taemin apartó la mirada y se tomó su bebida de un solo trago.

─ Y dime ¿te gusta Londres...? ─ Taemin se volvió a mirarlo y vio la pregunta no dicha en los ojos de Jonghyun. Quería saber su nombre. Tal vez estaba cometiendo un error, tal vez debería darle un nombre falso, pero no quería mentirle a Jonghyun.

─ Taemin, soy Taemin y sí, amo está ciudad ─ logró decir a pesar de estar nervioso.

Jonghyun se acabó de un trago su cerveza y se volvió a mirar al barman que en ese momento estaba atendiendo a otra persona.

─ ¡Brian! Otra cerveza ─ se volvió a Taemin ─ ¿qué estás tomando?

─ Whisky ─ logró susurrar Taemin.

Jonghyun miró otra vez al barman ─ Y otro whisky.

Una vez tuvieron sus bebidas, ambos se miraron en silencio. Taemin sabía que tal vez estaba cometiendo el peor error de su vida, pero quería por una noche ser él mismo.

Y el hermoso hombre que lo miraba con ojos sonrientes, al parecer era lo que estaba buscando para redescubrirse y disfrutar de su verdadero yo.

─ ¿Viniste de vacaciones?

Taemin seguía mirándolo a los labios y tardó en contestar.

─ ¿Taemin?

─ No. Estoy aquí por negocios. Aburridos negocios.

Después de otros minutos de silencio, la bebida empezó a hacer efecto en ellos. Comenzaron a charlar sobre sus gustos y otros tantos temas que tenían en común. Conversaron de cosas que nunca habían hablado con otras personas.

Jonghyun estaba asombrado de lo mucho que compartían en gustos. Aunque no hablaron de sus familias ni de sus trabajos, estaba empezando a sentirse muy cómodo con Taemin.

Charlaron y charlaron. Era como si se hubiesen olvidado del mundo que los rodeaba. Sólo existían ellos dos. Estaban en una especie de burbuja donde nadie más importaba, sólo ellos.

Jonghyun estaba asombrado. Era verdaderamente increíble que se llevara bien con una persona que acababa de conocer. Por lo general, tardaba mucho en congeniar con alguna persona. No podía dejar de mirar a Taemin. El tipo era atractivo que atraía la mirada de muchas personas en el bar tanto hombres como mujeres.

Después de la cuarta copa de whisky, Taemin se volvió más atrevido. Rozaba su rodilla con la suya, o acariciaba con su dedo índice el dorso de la mano que Jonghyun tenía en la barra.

─ Jonghyun, ¿qué edad tienes? Pareces demasiado joven para estar en lugar como éste ─ murmuró Taemin sin dejar de acariciar su mano.

Jonghyun tardó unos momentos en comprender la pregunta. Las caricias en su piel lo estaban llevando a la locura. Su control se estaba debilitando.

─ No soy tan joven como parezco. Tengo 29 y puedo hacer cualquier cosa que yo desee ─ dijo en voz baja y grave.

─ Entonces no hay de qué preocuparse ─ la voz de Taemin se suavizó como una caricia.

Jonghyun lo deseaba. Su erección no había bajado desde que lo oyó gemir mientras lo observaba.

Sabía que le gustaba a Taemin, pero aún no entendía por qué no había actuado aún. Se quedó mirándolo un poco más y un extraño pensamiento se deslizó en su mente.

Tal vez era la primera vez que coqueteaba con un hombre. Tal vez recién había descubierto su verdadera sexualidad. Si era eso, él estaba dispuesto a enseñarle todos los placeres que se había estado perdiendo. Estaba dispuesto a enseñarle a disfrutar cada toque, cada caricia, cada beso.

Se acercó a Taemin, puso una mano en su pierna ─ ¿Quieres que vayamos a un lugar más privado? ─ le susurró al oído.

Jonghyun no se apartó de inmediato, se quedó unos segundos más disfrutando del aroma de Taemin. Se acercó a su cuello y respiró su almizclado olor. No pudo evitar gemir al desear deslizar su lengua por su piel para disfrutar también de su sabor.

Sintió a Taemin tensarse unos segundos y luego gemir cuando su respiración acarició la piel de su cuello.

─ Sí ─ jadeó Taemin.

Jonghyun pagó la cuenta y se puso su chaqueta. Salieron del bar uno junto al otro. Apenas habían caminado unos cuantos pasos lejos cuando pasaron por un callejón. Jonghyun empujó a Taemin a una pared y aprovechando la oscuridad, deslizó sus manos por el cuello de Taemin y lo jaló para un beso. Taemin se tensó, pero Jonghyun no se rindió. Empujó su lengua entre los labios de Taemin demandando entrar. Taemin sólo tardó unos segundos en relajarse. Abrió la boca y sus lenguas entraron en contacto. Ambos gimieron.

Jonghyun deslizó sus manos por el cabello de Taemin acercándose un poco más a su cuerpo. El calor del cuerpo de Taemin traspasaba su ropa, encendiendo más a Jonghyun. Taemin levantó las manos y se aferró a su cabello, profundizando más el beso.

Jonghyun acercó más su cuerpo al de Taemin, provocando que su polla rozara el muslo de Taemin y sintiendo la erección de Taemin presionando su estómago.

Jonghyun rompió el beso y miró el rostro de Taemin. Él había cerrado los ojos y respiraba con dificultad.

─ Más ─ gruñó Taemin, bajando la cabeza para otro beso.

Cuando Taemin encontró la boca de Jonghyun nuevamente, invadiéndola con su lengua sin tregua, Jonghyun gimió. Taemin era muy bueno besando. Nadie lo había besado así. Taemin tomó posesión de su boca, explorando profundamente y a conciencia. Jonghyun no dejaba de gemir. Algo en su interior se sentía completo. Y era una sensación increíble.

Sus pulmones dolían por la falta de aire, pero él no estaba dispuesto a dejar aún esa boca. Sintió una leve mordedura en su labio inferior y gimió. Dolor y placer mezclados en uno lo estaban llevando a la locura. Cuando sintió a Taemin chupar su labio inferior casi se corre en sus pantalones. Se aferró más a Taemin. Quería follarlo. Meterse tan dentro de él que su esencia se impregnara en su interior.

Cuando necesitó de aire para respirar, Jonghyun rompió el beso jadeando. Miró a Taemin y se maravilló al notar que sus ojos brillaban.

─ Este no es un buen lugar para lo que deseo hacer. ─ dijo con voz ronca.

─ Sí, tienes razón. ─ dijo Taemin con voz entrecortada.

─ Vamos, mi hotel no está lejos.

Jonghyun tomó la mano de Taemin y ambos salieron del callejón. 

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Caminaron en silencio hasta el hotel. Taemin se detuvo sólo un momento, tratando de calmarse. Jonghyun se hospedaba en el mismo hotel que él. Se volvió a mirar a Jonghyun, sus ojos estaban aún nublados por el deseo y el temor que Taemin sentía desapareció en un segundo. No iba a renunciar a esta noche. Quería saber cómo era hacer el amor con un hombre.

Cuando habían conversado en el bar, una sensación de calidez lo había inundado al estar junto a Jonghyun. Eso lo había asustado al principio, pero luego sólo se dejó llevar por lo que sentía.

Aunque Jonghyun lucía muy joven, era realmente un hombre maduro y agradable. Su conversación había sido natural. Sin esforzarse por tratar de llenar los silencios. Ambos se complementaban. Y estaba seguro que si pasara más tiempo con Jonghyun, terminaría enamorándose.

Movió su cabeza tratando de alejar esos pensamientos. Ahora lo único que quería era sentir a Jonghyun moviéndose en su interior. Quería sentir sus caricias, sus besos. Quería descubrir lo que se había estado negando a sí mismo por tanto tiempo.  

La cálida mano de Jonghyun agarró la suya y lo llevó por un pequeño pasillo, a una puerta cerrada. Una vez dentro de la habitación, Jonghyun encendió la lámpara de techo. Taemin apenas tuvo tiempo de mirar y ver una cama de matrimonio y dos armarios, antes de que Jonghyun le estuviese besando y patease la puerta para cerrar la habitación.

Dedos calientes se hundieron bajo su camiseta, recorriendo su piel desnuda, y entonces Jonghyun tiró para sacar la camiseta de Taemin por su cabeza. Jonghyun jadeó. ― ¡Mierda!

Taemin parpadeó, sintiendo como si le hubiesen arrojado un cubo de agua helada, por encima. Se había olvidado de las quemaduras, que cruzaban su abdomen superior. Avergonzado, fue a cubrirse.

―Espera, no ―, Jonghyun dijo. Agarró las manos de Taemin y las sostuvo ― ¿Cómo fue?

Negó con la cabeza. ― ¿Importa?

Jonghyun lo miró detenidamente. ― ¿Alguien te hizo esto? ¿Taemin?

―Mi padre ―, Taemin dijo las palabras, obstruidas en la garganta. ―Fue hace bastante. Cuando tenía ocho años. Me quemó, con agua hirviendo.

― ¿A propósito?

Taemin casi dijo que no. Pero por alguna razón, al ver la preocupación en los ojos de Jonghyun, no pudo mentir. ―Sí.

― Taemin -.

―Por favor, Jonghyun. ¿Podemos, no hablar de esto, ahora?

Un músculo, se retorció en la mandíbula de Jonghyun, pero después de unos segundos, asintió. ―De acuerdo. ―Atrajo a Taemin acercándolo y lo apretó, en una especie de abrazo de oso. ― ¿Qué quieres hacer? ¿Cuán lejos quieres ir?

Taemin sabía que Jonghyun esperaba su respuesta y también, por la mirada gentil en los ojos de Jonghyun, que no lo presionaría de ninguna forma. Pero la verdad era que quería esto, desde hace tiempo. No necesariamente con Jonghyun, pero con algún chico.

Tragó, más para humedecer su boca seca, que debido a las dudas. Estaba nervioso, sí, pero de una buena manera.

―Quiero todo. ― Taemin se mordió el labio. ― Jonghyun, quiero que me folles.

Jonghyun asintió, su expresión era muy seria. ―Voy a cuidar de ti.

Taemin envolvió sus brazos, en el cuello, de Jonghyun y llevó sus labios a los suyos, queriendo dejar de hablar e ir a por ello. Jonghyun gimió y comenzó a trabajar en la cremallera de los jeans de Taemin.

Sin darle tiempo a pensar, Jonghyun tenía sus pantalones desabrochados y los empujó bajo el culo, hasta sus rodillas. Una mano palmeó su erección, a través de sus bóxers negros, mandando un rayo de electricidad directo a sus bolas y tenía que luchar para evitar venirse como un virgen.

―Vamos a la cama, para que estés cómodo ―, Jonghyun dijo, en sus labios.

Se tumbó en la cama y vio como Jonghyun le quitaba los zapatos, luego los pantalones, y finalmente los slips. Cuando notó que aún tenía los calcetines puestos.

―Me gustaría ver más. ¿Crees que te podrás desnudar pronto?

―Mira quien está impaciente, ahora. ―Pero Jonghyun rápidamente se quitó la ropa, mostrando a Taemin, su piel ligeramente dorada por el sol. Jonghyun era delgado, pero estaba en buena forma y su rígida polla goteaba entre sus piernas. Se arrodilló, en la cama, junto a Taemin y este alcanzó la polla de Jonghyun, envolviendo una mano en la vara.

―Tranquilo, Taemin ―, Jonghyun dijo, sin aire. Gentilmente, apartó las manos de Jonghyun y las llevó a sus brazos. Jonghyun lo besó una y otra vez, sus labios y lenguas tocándose. Y sus manos recorriendo la desnuda piel del otro, mientras que memorizaban cada centímetro del otro.

Por un largo tiempo, es todo lo que hicieron y fue excitante, pero Taemin se encontró también impaciente por experimentar que Jonghyun lo follase. Había esperado bastante, para estar con un chico y ahora que estaba aquí, saborearlo era agradable, seguro, pero estaba más que listo para sentirlo todo.

―Por favor ―, dijo Taemin, separando los labios. ― ¿Podemos?

Jonghyun rió. ―De acuerdo, de acuerdo. Lo sé. Espera.

Vio a Jonghyun ir, al borde de la cama junto a una cómoda, cerca del cabecero. Jonghyun buscó dentro y sacó un paquete de condones y un pequeño tubo de lubricante. Rodó junto a Taemin y se montó sobre él, sus caras estaban lo bastante cerca, como para sentir cada uno, la respiración del otro.

Jonghyun lo besó de nuevo, cerrando sus labios, sobre los de Taemin, mientras que sus manos se deslizaban bajando el estómago de este hacia su polla.

Gimiendo, Taemin empujó su polla hacia el agarre de Jonghyun. Se preguntó cuánto podría durar, sin soltar su carga. No mucho.

Cerró los ojos y levantó el culo, cuando escuchó a Jonghyun exprimir lubricante, de la botella. Su pulso se aceleró, imposiblemente rápido y su corazón se sentía, como si fuese a salir de su pecho.

―Tranquilo, Taemin.

― ¿Huh? ―Abrió los ojos. Jonghyun se inclinó, la preocupación estaba escrita en su cara.

―Estás temblando como un flan.

―Oh. ―Se lamió los labios. ―Estoy un poco nervioso.

Jonghyun sonrió. ―Te prometo, que te va a gustar. ¿De acuerdo?

Taemin asintió. ―Lo sé. Una parte de mí sabe eso.

Jonghyun recorrió con su pulgar, el labio inferior de Taemin. ―No tenemos que hacerlo ahora. No tienes que hacer nada, para lo que no estés preparado. No hay un plazo de tiempo, para hacer esto.

Suspiró. ―No quiero esperar. Hagámoslo.

Taemin se alegró, de que Jonghyun no se riese o discutiese, o dijese algo.

Simplemente hundió sus labios en los de Taemin y lo besó duramente, hasta que estaba sin aire. Durante todo el tiempo que Jonghyun lo besaba, manos recorrían su piel desnuda, difundiendo escalofríos, por donde pasaban.

Cuando la mano de Jonghyun, una vez más envolvió la polla de Taemin, no pudo mantenerse quieto, alzándose en la cama, intentando acercársele todo lo que pudiese.

La mano de Jonghyun se deslizó brevemente a sus bolas, apretándolas, luego sus dedos se burlaron de la grieta de su culo. Entonces, sintió como un dedo frio, hábilmente, presionaba su agujero. Su cuerpo inmediatamente se tensó, los músculos de su culo se tensaron por la intrusión. Jonghyun hizo unos pequeños sonidos calmantes, mientras su dedo se presionaba dentro.

Se mordió el labio, por la ligera punzada, pero decidió que no era tan malo. Al menos aún. El dedo de Jonghyun sobrepasó el anillo de músculo, profundizando, yendo más adentro. El dedo moviéndose dentro de él, se sentía extraño y forastero, pero no resultaba para nada desagradable. Extendió las piernas separándolas más y lamió la lengua de Jonghyun, dentro de su boca, cuando éste añadió un segundo dedo.

Durante unos latidos, los dedos dentro suyo ardieron, dejándole sin respiración. Taemin se ordenó relajarse y tras unos pocos segundos, el ardor cesó y los dedos embistiéndolo, se sintieron agradables.

Con una mano, agarró a Jonghyun, arqueó su espalda y llevó su mano entre sus cuerpos, para alcanzar su dura polla. Su cuerpo entero temblaba de necesidad.

Jonghyun se apartó de él, una suave sonrisa formada en sus labios. ―Dame un segundo.

Taemin observó, como abría el paquete del condón y rodaba la goma en su larga y gruesa vara. Se lamió los labios y dio a su polla unas duras embestidas. Elevó el culo, cuando Jonghyun se posicionó entre sus piernas. Se resistió a la necesidad de cerrar los ojos, recordándose que quería esto.

Jonghyun se introdujo en su interior, casi con una lentitud dolorosa, apenas violando la entrada de Taemin, parando y observándolo. ―Relájate un poco.

Se contuvo un, fácil de decir para ti, y asintió. Soltó aire, y esperó a que más polla de Jonghyun, entrase dentro suyo. ―Estoy bien.

Y entonces, Jonghyun empujó más allá, del apretado anillo. Al estar preparado, con lubricante, la punzada de dolor no era tan malo como había anticipado y comprendió, que quería más.

―Más.

De repente, las manos de Jonghyun, agarraron el interior de los muslos de Taemin y embistió yendo hasta el fondo. Sus ojos se agrandaron, por la sensación de ser llenado, pero no era algo que fuera incómodo. Jonghyun esperó nuevamente. Esta vez, sonrió y dijo a Jonghyun que podía continuar.

Jonghyun salió prácticamente todo el camino y Taemin abrió la boca, para protestar, cuando embistió dentro de nuevo.

―Oh. ―Jadeó.

Ese, fue el ritmo que Jonghyun mantuvo, entrando, saliendo y embistiendo, unas veces suave, algunas despacio y otras veces duro y rápido. Cada vez que la polla de Jonghyun, rozaba un punto en su interior, Taemin estaba a punto de chillar. Ahora que ya no le preocupaba el dolor, envolvió en su puño su polla y la acarició al ritmo de las embestidas de Jonghyun.

Pronto su cuerpo se alzaba, sus bolas se apretaron y cosquillearon, señalando su inminente liberación. Gemidos salieron de sus labios y esperma salió cubriendo sus dedos. Jonghyun gritó su nombre, roncamente y se puso rígido dentro de Taemin.

Taeminfue vagamente consciente, de que Jonghyun se salía de él y se fue de la cama,un minuto, pero su mente estaba demasiado fracturada, para prestar muchaatención. Sus ojos empezaban a cerrarse, cuando la cama se hundió con el pesode Jonghyun una vez más. 

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Taemin observó el relajado rostro de Jonghyun al dormir. Era hermoso. Se sentía cansado, pero no podía dormir allí. Habían hecho el amor dos veces más hasta que Jonghyun cayó exhausto sobre la cama y no había vuelto a moverse.

No quería irse, pero tenía que hacerlo. La realidad en la que vivía era muy diferente y no podía permitir seguir mintiéndose. Aún no se sentía capaz de confesar la verdad de sí mismo a su familia. Pero viendo el rostro de Jonghyun tal vez...No, no había un tal vez. Lo que había experimentado con Jonghyun era sólo sexo. Sólo eso.

No podía haberse enamorado de él en una sola noche. Era imposible. Aunque sabía que, si se alejaba ahora, nunca más volvería a sentir la clase de conexión que sintió con Jonghyun.

Se levantó sin hacer ruido y se vistió. Miró hacia la cama y suspiro. Sentía una presión en el pecho y un nudo en la garganta.

Se acercó muy despacio a observar el rostro de Jonghyun. Quería guardar cada detalle en su memoria. depresión. Nunca olvidaría su sonrisa, ni su rostro cuando llegaba al orgasmo. Parecía increíble, pero sabía en el fondo de su corazón que se había enamorado. Se había enamorado de Jonghyun desde el momento en que éste le sonrió. Y recién se daba cuenta de eso. Pero eso no quitaba que él no tenía el valor suficiente para luchar por ese amor.

Miró una vez más el rostro de Jonghyun y una lágrima logró escaparse de sus ojos. Era un cobarde. Y Jonghyun no se merecía a un cobarde como él.

─ Te amo, pero no estoy listo para esto ─ susurró Taemin antes de dar la vuelta y salir de la habitación.

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Jonghyun cortó la llamada y volvió a mirar por la ventana. Ya no había rastro de oscuridad en Londres. Ahora todo tenía un brillo hermoso como siempre. Pero nada podía aún calmar el pesar que sentía. Cuán equivocado había estado creyendo que había encontrado a su alma gemela. Debería de dejar de pensar en esas tonterías y dejar de escuchar las locuras de Joy.

Se alejó de la ventana y entró en el baño. Tenía que quitar el olor de Taemin de su piel. Tal vez dejar de un lado el dolor y tenerlo sólo como un agradable recuerdo. Se había enamorado de un tipo del que ni siquiera sabía su nombre completo. Y ¿era Taemin su verdadero nombre?

Se metió en la ducha y abrió el grifo. Debía apresurarse si no quería perder su vuelo.

Cerró los ojos y vio los increíbles ojos chocolate de Taemin brillando con algo más de pasión. Nunca sabría si ellos habían desperdiciado su oportunidad. A veces el destino te hacía bromas pesadas, mostrándote lo que nunca podrías tener.

Te deseo una buena vida, Taemin. Espero que me recuerdes del mismo modo que lo haré yo toda mi vida. La noche anterior nunca podré borrarla de mi mente. Ya que por un instante fuimos sólo dos amantes disfrutando del amor.

─ ¿Por qué diablos me tuve que enamorar de ti, Taemin? ─ murmuró para sí mismo.

Movió la cabeza de un lado a otro y empezó a enjabonarse el cuerpo. Era una pérdida de tiempo seguir lamentándose. Era el momento de seguir adelante. Una casa y un trabajo nuevo lo esperaban en Seúl.

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Desde que dejó la cama de Jonghyun, había estado caminando de un lado a otro sin tener idea de a dónde ir. No había prestado ningún tipo de atención en la reunión de la compra del hotel. Gracias a Dios viajaba con uno de los abogados de su padre, sino todo habría terminado en un desastre.

Miró a través de la ventanilla del taxi. Había sido un estúpido y un completo imbécil al abandonar a Jonghyun.

El taxi se detuvo frente al hotel, pagó al taxista y bajó del auto. Caminó lentamente hacia la recepción. Tal vez tenía una oportunidad de ver por última vez a Jonghyun. Su corazón se agitó con sólo ese pensamiento.

─ Buenas tardes Sr. Lee ¿En qué puedo ayudarlo? ─ dijo la joven recepcionista mientras lo miraba con atención.

─ Quisiera dejar una nota para el huésped de la habitación 1807.

─ Lo siento señor, pero la habitación 1807 está desocupada desde el mediodía.

─ ¿Puede decirme quién la ocupaba antes?

─ Lo siento señor, pero no puedo darle esos datos.

─ Lo entiendo.

─ ¿Quiere que le entregué su llave, Sr. Lee?

─ Sí, gracias.

Tomó la llave y se encaminó hacia el ascensor. Jonghyun se había ido. Y lo peor de todo es que todas sus esperanzas se habían ido con él.

Entró al ascensor y recordó los minutos que pasó con Jonghyun en su interior. Cerró los ojos. Estaba aliviado que dentro de poco iba a dejar el hotel, porque todo en este maldito hotel le recordaba a Jonghyun.

El sonido del ascensor anunciando que estaba en su piso lo alejó de los recuerdos de la noche anterior, salió y se dirigió a su habitación.

Ya en su habitación empezó a dar vueltas sin poder detener los pensamientos que se agolpaban en su cabeza. Estaba enamorado y había sido lo suficientemente tonto para desaprovechar la única oportunidad que quizás le brindaba la vida para ser feliz.

Se detuvo junto a la ventana y observó la ciudad. En Londres había encontrado el amor, y también lo había perdido.

─ No puedo seguir con esto ─ murmuró para sí mismo.

Desde que tenía veintidós años había estado temeroso de defraudar a su padre. Había seguido su vida con miedo de que todo el mundo descubriera quién era en realidad. Todo lo había hecho por temor.

Había sabido desde que tenía quince que era diferente y lo había aceptado. Había aceptado esa parte de sí mismo, pero cuando descubrió que su padre despreciaba a los homosexuales, había ocultado su verdadera naturaleza. Pero por qué tenía que seguir ocultándolo. Era un hombre con dinero y éxito en los negocios. Su hermana tenía una mente abierta y tal vez podía aceptarlo tal cual era. En cuanto a su padre, no tenía por qué sentirse decepcionado, él había hecho que sus empresas tuvieran más beneficios y había ampliado la compañía.

No tenía por qué seguir fingiendo ser alguien que no era. Tampoco pensaba gritarle a todo el mundo que era gay. Eso era una estupidez, pero a su familia y amigos no tenía por qué seguir mintiéndoles. Mucho menos a Sooyoung.

Con esa nueva decisión, parecía que el peso que cargaba sobre sus hombros se había aliviado.

Se duchó y arregló las maletas para ir al aeropuerto.

Salió del hotel una hora antes de que saliera su vuelo. Miró por última vez el hotel, nunca olvidaría la noche maravillosa que pasó con Jonghyun. Había sido la experiencia más increíble de su vida.

Esperaba que el destino pusiera a Jonghyun otra vez en su camino. Sino era así, él forjaría su propio destino y buscaría a Jonghyun. Iría a por él hasta el fin del mundo si era posible.

Se giró y paró un taxi para ir al aeropuerto.

Seúl lo estaba esperando, así como una importante conversación con su padre.

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De pie junto a la gran ventana de su oficina, Taemin miraba la ciudad. Era lunes y había llegado temprano a la oficina para ponerse al día con los asuntos de la renovación del hotel.

Aún estaba sorprendido por la forma en que Sully había tomado su confesión en el fin de semana que pasaron juntos.

─ ¿Y qué es eso tan importante que tenías que decirme? ¿De qué se trata? ─ preguntó Sully, mirándolo con atención mientras dejaba a un lado los regalos que le había traído de Londres.

Taemin pasó sus manos por su cabello y empezó a caminar de un lado a otro frente al sofá dónde se encontraba sentada Sully. Se detuvo frente a ella y tomó una profunda respiración.

─ Soy gay. Y ya no quiero seguir ocultándolo. No lo dije antes porque temía que me rechazaras.

Sully lo miró unos instantes antes de levantarse del sofá y saltar a sus brazos.

─ ¡Tonto! Cómo pudiste pensar que yo podía despreciarte por ser quién eres. Te amo. Eres mi hermano. Eres el único con quién yo siempre he contado desde que nací. No me importa de quién te enamores, yo sólo quiero que seas feliz.

─ ¿En serio no te molesta? ─ preguntó unos momentos después.

─ ¡Claro que no! Además, ya lo sospechaba, es por eso que no quería que continuaras con la tontería del compromiso con Soo-young.

Taemin la apartó de sus brazos y la miró a los ojos. ─ ¿Cómo que ya lo sospechabas?

Sully se sentó otra vez en el sofá y jaló a Taemin de la mano para que se sentara junto a ella. ─ Sí, yo empecé a sospechar cuando en mi fiesta de quince te presenté al hermano de Yeri, una compañera de la escuela, y vi el modo en que lo mirabas. Nunca había visto ese tipo de mirada cuando conocías a una chica, así que pensé que él te gustaba. Pero cuando volviste de la universidad de vacaciones ese mismo año, tú empezaste a comportarte extraño. Estabas distante y reservado. ¿Qué fue lo que te pasó esa vez?

─ Eso ya no importa. ─ tomó la mano de su hermana ─ Gracias por aceptarme. Te quiero mucho hermanita.

Sully apoyó su cabeza en el hombro de Taemin y apretó su mano. ─ Y yo a ti.

Taemin sonrío, recordando lo bien que se la había pasado con Sully ese día. Movió la cabeza de un lado a otro. Su hermana era increíble. Ella lo había aceptado con una hermosa sonrisa. Cerró los ojos y suspiró. Ahora su padre era otro asunto muy diferente.

El sonido de golpes en la puerta lo alejó de la ventana y se sentó tras el escritorio.

─ Adelante.

─ ¡Hey, Taemin! ¿Cómo estás? Espero me cuentes todos los detalles del viaje ─ dijo Jinki entrando en la oficina y sentándose en la silla frente al escritorio.

─ Hola, Jinki. ─ dijo arreglando los papeles sobre el escritorio.

─ ¿Qué pasa, Taemin? ¿Cuál es el problema? ─ dijo Jinki mirándolo con preocupación.

─ Hay algo que necesito decirte, pero no sé cómo hacerlo.

Jinki se acercó más al escritorio. ─ Lo que sea que te preocupe puedes decírmelo, sabes que puedes contar conmigo.

Se puso de pie y se acercó nuevamente a la ventana. ─ No sé por dónde empezar.

Jinki sólo se limitó a observarlo, esperando a que Taemin hablara.

─ No sé cómo te sientas al respecto, pero ya no puedo seguir fingiendo algo que no soy. ─ Se giró y miró a Jinki a los ojos ─ Soy gay, y lo he estado ocultando desde hace mucho tiempo. Pero ahora es demasiado difícil para mí seguir con esto. Conocí a alguien en Londres que me hizo sentir muchas cosas. Creo que me enamoré. Pero tuve miedo y me alejé. Creí que no se merecía un cobarde como yo, pero ahora me estoy arrepintiendo de haberlo dejado. ─ dijo pasándose las manos por su rostro.

─ Taemin - Jinki se puso en pie y se acercó a él. ─ Mírame ─ dijo poniendo sus manos en los hombros de Taemin ─ Estoy feliz de que al fin hayas aceptado quién eres. Y no tengo ningún problema con eso, es tu vida. Además, yo ya lo sabía.

─ ¡¿Qué?! ¿Cómo?

Jinki se alejó de Taemin y se apoyó en el escritorio ─ Somos amigos desde nuestro primer año de universidad, y en esos días no eras muy bueno ocultando tus emociones. Además, cada vez que veías al profesor de economía, te brillaban los ojos. ─ dijo sonriendo.

Taemin sonrió. Todo era tan...bizarro. Años ocultando su sexualidad y ahora su hermana y su mejor amigo lo habían sabido. Siempre lo supieron. Debió haber confiado más en ellos y haberles dicho la verdad desde un principio.

─ ¿Quién es? ─ preguntó Jinki con curiosidad.

─ ¿De qué hablas?

Jinki se cruzó de brazos y lo miró. ─ Dijiste que habías conocido a alguien en Londres. ¿Quién es? ¿Y por qué lo dejaste?

─ Jonghyun ─ susurró antes de sentarte de nuevo en su silla.

─ ¿Jonghyun?

─ Sí, lo conocí la noche antes de regresar. Fue la noche más increíble de mi vida.

─ ¿Te enamoraste?

─ Yo...

─ Sr. Lee, el Sr. Kim ya llegó a su reunión de las 9:00. ¿Lo dejó pasar? â”€ dijo la secretaria a través del comunicador.

Jinki y Taemin se miraron unos momentos hasta que Taemin suspiró rendido. Tenía que hablar con el arquitecto. Se sentó en su silla y presionó el botón de comunicación.

─ Sí Yoona, que pase.

─ Entendido, Sr. Lee.

Jinki volvió a sentarse en una de las sillas frente al escritorio de Taemin. Ambos miraron hacia la puerta.

─ Siento llegar un poco tarde, pero tuve que pasar primero por el hotel para tener una idea sobre el trabajo.

Taemin se puso en pie en el momento exacto en que el hombre llenó de papeles en las manos levantó el rostro.

─ Jonghyun.

Jonghyun se quedó impactado al ver el rostro del hombre que le había quitado el sueño los últimos días.

─ ¿Taemin? ─ logró susurrar antes de que se le cayeran de las manos los papeles que traía.

Taemin se acercó rápidamente y se arrodilló junto a Jonghyun a ayudarle a recoger los papeles. Cuando Jonghyun tenía otra vez las manos llenas, ambos se pusieron en pie y se miraron fijamente.

─ ¿Qué haces aquí? ─ preguntó Jonghyun.

─ Yo debería preguntar lo mismo.

De pronto recordó que Taemin lo había dejado. Quizás su situación aquí en Seúl se complicaría. ¿Estaba Taemin feliz de verlo o fingiría que no lo conocía? ¿Y se supone que tendría que trabajar con este hombre los próximos meses? ¿O perdería el trabajo por haber tenido un encuentro con él?

Jinki los miró detenidamente por varios segundos, y luego sonrió y se acercó a ellos.

─ Taemin, te presentó a Kim Jonghyun, el arquitecto contratado para la renovación del hotel. ─ se giró a mirar a Jonghyun ─ Y Jonghyun, éste es Lee Taemin, el que da las órdenes por aquí ─ se encaminó hacia la puerta ─ Bueno los dejó solos para que hablen del proyecto, yo los veré más tarde. Tengo asuntos que atender.

El ruido de la puerta al cerrarse sacó a Jonghyun de su estupor. Taemin era Lee Taemin, su jefe. Cerró los ojos. Tal vez era un sueño y aún no llegaba a su primer día de trabajo.

─ Jonghyun ─ la voz de Taemin se suavizó como una caricia antes de tomar su boca con la suya, sintió la mano de Taemin levantar su mentón para un beso más profundo. Gimió. No pudo evitarlo. Su boca sabía tal como la recordaba y sus besos eran aún más calientes. Jonghyun dejó caer los papeles otra vez al suelo y levantó sus manos deslizándolas tras el cuello de Taemin, jalándolo más cerca. Exploró y saboreó su boca como si fuera la primera vez. Sus cuerpos se apretaron, pecho contra pecho y Jonghyun sólo quería sentir su piel desnuda.

─ Te extrañé ─ susurró Taemin contra sus labios.

─ Y yo a ti ─ Jonghyun lo jaló para otro beso. Lo quería, en estos tres días no había dejado de quererlo. Lo ansiaba. Su corazón se había detenido cuando lo vio, pero ahora latía desbocado.

Estuvieron varios minutos saboreándose y disfrutándose entre ellos. Su beso no sólo compartía pasión y lujuria, sino también un sentimiento más profundo que ambos intentaban en vano ocultar.

Taemin rompió el beso y lo abrazó fuerte.

─ Lo siento. Fui un cobarde al dejarte.

Jonghyun se alejó un poco y miró en las profundidades de esos ojos color chocolate. ─ ¿Por qué lo hiciste? Creí que habíamos pasado una noche maravillosa.

Taemin lo jaló y lo apretó junto a su pecho, besando su cabello. ─ Y así fue. Es sólo que aún tenía miedo de salir. Pero cuando no pude encontrarte en el hotel la tarde siguiente, decidí dejar de fingir y ser quién realmente soy.

─ ¿Y quién eres?

─ Soy gay y creo que estoy enamorado de ti.

Jonghyun deslizó sus manos por la espalda de Taemin, absorbiendo cada palabra. Tal vez ellos sí tenían un futuro después de todo.

─ ¿Crees?

Taemin acarició su mejilla y levantó su rostro. ─ Estoy seguro. ─ Le dio un tierno beso lleno de amor. Jonghyun cerró los ojos disfrutándolo.

─ También te quiero ─ susurró contra los labios de Taemin y perdiéndose en el brillo de sus ojos.

Esta vez el beso fue más caliente y hambriento. Se devoraron mutuamente. Ambos desesperados y con urgencia.

Jonghyun nunca pensó que alguna vez pudiera sentir esto que sentía por Taemin. Lo amaba.

─ Sr. Lee, la Srta. St. Park está aquí.

Ambos se separaron jadeando. Taemin se acercó a su escritorio mientras Jonghyun recogía otra vez los papeles del suelo.

─ Puedes dejarla pasar ─ dijo Taemin presionando el botón del intercomunicador, mirando a Jonghyun de una forma extraña.

Jonghyun se sorprendió al ver temor y angustia en los ojos de Taemin. ¿Qué sucedía? No tuvo tiempo de analizar más la situación, la puerta se abrió.

─ Hola Jonghyun, ya veo que conociste a Taemin. ─ dijo Sooyoung mirándolo con una sonrisa, se acercó a Taemin y lo tomó del brazo ─ Ahora las presentaciones, Jonghyun te presentó a Taemin, mi prometido y Taemin ─ dijo mirando a Taemin ─ Jonghyun es mi primo y estoy feliz de que ambos estén trabajando juntos. Sé que se llevaran muy bien.

Jonghyun miró a Taemin mientras sentía a su corazón romperse en mil pedazos. Taemin no podía ser el prometido de su prima. Era absurdo. Cerró los ojos tratándose de calmarse y resistirse al dolor que estaba sintiendo. Las palabras de Sooyoung fueron como un cuchillo clavándose directo en su corazón.

Aún no podía creer lo que oía. Cuando Joy le había dicho que estaba comprometida, había omitido el nombre, pero le dijo que era el hijo de Lee Donghae, el socio de su padre. Nunca imaginó que el hombre que amaba estaba prohibido para él. Tenía que salir de ahí. No podía derrumbarse frente a Taemin. No quería que él supiera cuánto dolor le estaba infringiendo. No quería que viera en sus ojos la agonía que estaba sufriendo en estos momentos.

─ Yo...─ murmuró y tragó tratando de pasar el nudo que tenía en la garganta. ─ Te felicito primita, pero ahora tengo que regresar al hotel a supervisar unas cosas. Nos vemos después ─ dijo con voz gruesa y mirando a cualquier lugar menos a la pareja frente a él.

Se giró y salió rápidamente de la oficina.

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Taemin aún no despegaba la mirada del lugar dónde Jonghyun había estado unos segundos antes. El dolor que vio en los ojos de Jonghyun le dolía profundamente. Debió terminar su noviazgo con Sooyoung desde mucho antes.

─ ¿Taemin? ¿Qué pasó con Jonghyun? ─ De pronto los ojos de ella lo miraban sorprendidos ─ Londres...─ susurró y lo miró con el entrecejo fruncido ─ Háblame, Taemin. Dime por qué el primo que más amo en el mundo salió con el rostro pálido y sin mirarme a la cara.

─ Yo...lo conocí en Londres ─ murmuró, sin siquiera saber cómo decirle la verdad.

─ Tú...─ susurró ella sentándose en la silla antes ocupada por Jinki. ─ ¡Eres tú! el hombre que le rompió el corazón en Londres. Pero ¿cómo...?

Taemin se pasó las manos por su cabello, despeinándolo. Respiró profundamente. Era hora de hablar sin rodeos. Tenía que decirle la verdad a Sooyoung y luego ir a buscar a Jonghyun... Esperaba poder conseguir su perdón. No podía perderlo. Lo amaba profundamente.

─ ¿Qué le hiciste, Taemin? ─ preguntó Sooyoung mirándolo a los ojos ─ Porque el hombre que llegó de Londres no era el Jonghyun que conozco. Estaba demasiado triste y lo único que me dijo fue que se había enamorado pero que no había funcionado. ─ Se frotó las sienes ─ ¿Y por qué yo no sabía que te gustaban los hombres? ¿Eres gay?

─ Sí.

─ Y entonces ¿Por qué te comprometiste conmigo?

─ Yo...aún no estaba listo para aceptar esa parte de mí.

─ Y aún con esas dudas en tu corazón, ¿pensabas casarte conmigo?

─ Lo siento, en serio. Además, yo no pensaba llevar esto tan lejos, sólo no sabía cómo acabar con todo. Temía lastimarte.

Sooyoung suspiró. ─ Mira Taemin, esto también es mi culpa. Me dejé presionar por mi padre para aceptar este compromiso. Te quiero, pero sólo como un amigo, así que pensé que tal vez esto del matrimonio podía funcionar. Pero ahora sé que eso era una tontería. Sólo quiero saber una cosa. ¿Amas a Jonghyun?

─ Sí, pero no sé cómo hacer para que me perdone. Yo no sabía que era tu primo, si lo hubiera sabido hubiese hablado contigo el día que regresé de Londres.

─ Bueno es bastante difícil para las personas que no lo conocen relacionarlo con los Park de Seúl.

Taemin frunció el entrecejo. ─ ¿Jonghyun es un Park? Pero su apellido es Kim.

─ Ven aquí, siéntate Taemin. Hay algunas cosas que debes saber de Jonghyun antes de que ustedes lleguen a algo más serio. Lo digo porque si desean continuar lo de Londres, va a ser un poco difícil para ustedes.

Taemin se sentó en la silla junto a Sooyoung y la miró intrigado.

─ Jonghyun es en realidad Park Jonghyun, el hijo menor de mi tío Jungsoo. No sé si sabes sobre el rumor en torno a Jonghyun, de cuando era un adolescente.

Taemin recordó el día que llegó a decirle a su padre que era gay. La conversación que su tío y su padre habían tenido en su oficina, ¿había sido sobre Jonghyun?

─ Lo expulsaron del colegio por...

Seulgi lo observó y sonrió. ─ Sí, lo expulsaron porque lo encontraron besándose con otro chico. Luego mi tío lo envió a Italia a terminar sus estudios. No fue fácil para Jonghyun, sufrió mucho al ser alejado de sus seres queridos, pero nunca más ocultó su sexualidad. Antes de entrar a la universidad decidió usar el apellido de soltera de su madre, para que su padre no tuviera problemas por tener a un hijo abiertamente gay. Te digo todo esto porque si tus sentimientos no son verdaderos, quiero que te alejes de Jonghyun antes de que le hagas más daño.

Taemin movió su cabeza de un lado a otro.

─ No puedo alejarme. Yo lo amo.

Sooyoung tomó su mano y la apretó. ─ Si eso es cierto, te aconsejo que primero hables con tu padre antes de buscar a Jonghyun. Debes solucionar tus problemas antes de intentar empezar una relación con él. Te lo pido porque no quiero que Jonghyun sufra más de lo que está sufriendo ahora.

Taemin devolvió el apretón. ─ Tienes razón, además debo decirle a mi padre que nuestro compromiso se rompió. También debo hablar con el tuyo.

Sooyoung sonrió ─ No te preocupes por mi padre, ese asunto lo arreglaré yo. Ya es hora que él y yo tengamos una seria conversación.

Taemin besó la mejilla de Sooyoung. ─ Gracias. ¿Sabes? No te había visto así nunca.

Seulgi sonrió y un brillo perverso titiló en sus ojos. ─ Bueno, no siempre soy dulce cuando alguien importante para mí me necesita. Así que ahora lo sabes. Cuida de Jonghyun sino quieres vértelas conmigo.

Taemin sonrió. ─ Lo entendí. Nada de hacerte enfadar.

Ambos rieron.

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Detuvo su auto cerca de la casa de Jonghyun y observó la hermosa estructura de la casa. Ahora sabía por qué Jonghyun la había elegido, era hermosa y la vista de la playa era impresionante. Un hombre caminaba en la orilla y sus cabellos rubios ondeaban con el viento. Bajó del auto rápidamente y se encaminó hacía la playa.

Aún no podía entender cómo había sido tan idiota para alejarse de él en Londres. Era hermoso. Su cabello rubio con reflejos dorados, sus profundos ojos cafés, y su cuerpo fibroso y con músculos definidos hacían que su corazón se acelerara en su pecho y que la sangre se le calentara. Nunca olvidaría el brillo de humor que reflejaban sus ojos o la sonrisa perversa que dibujaban sus labios cuando sus ojos se oscurecían de deseo.

Su personalidad divertida lo atraía. Desde el primer momento que lo había visto, se había enamorado.

Jonghyun detuvo su andar y lo observó acercarse. Los pasos de Taemin vacilaron un segundo por el temor de haber perdido la oportunidad de estar a su lado, pero cuando vio los ojos de Jonghyun llenos de amor se apresuró a estar a su lado.

La arena metiéndose en sus zapatos no impidió que llegara a Jonghyun en unos segundos. No le dio tiempo a hablar, lo jaló a sus brazos y lo besó con hambre y pasión. Aún no entendía cómo era posible que con sólo ver a Jonghyun su cuerpo estuviera siempre al borde de la excitación. Tan sólo bastaba un toque, una mirada y él ya estaba ardiendo de deseo.

Se devoraron el uno al otro. No se cansaba de saborear esa deliciosa boca. Era como un adicto, era imposible dejar de probarla. No tenía suficiente, quería más con cada roce de la lengua de Jonghyun. Deslizó sus manos por su espalda, apretándolo a su pecho. Sintió los dedos de Jonghyun acariciando su cuello y su cabello. Estaba ardiendo. Quería más. No podía calmar el latido frenético de su corazón.

Jonghyun rompió el beso y le acarició el rostro. ─ Estaba esperando por ti. ─ susurró mientras lo miraba a los ojos ─ Sooyoung estuvo aquí hace poco y me contó todo.

Taemin no sabía que había estado conteniendo la respiración hasta que oyó su suspiro de alivio. Lo atrajo en un fuerte abrazo, sin saber qué decir.

─ ¿Taemin? ─ la voz de Jonghyun tenía rastros de incertidumbre. Eso hizo romper su silencio.

─ Tengo tanto que decirte, que no sé por dónde comenzar.

Jonghyun tomó la mano de Taemin y entrelazó sus dedos. ─ Sentémonos. Tenemos todo el tiempo del mundo para poder decirnos todo lo que queramos.

Taemin sonrió. El nudo que tenía en su garganta desapareció. Se sentó junto a Jonghyun sobre la arena y miraron el paisaje nocturno.

Estuvieron en silencio por varios minutos. Taemin disfrutó mucho de la presencia silenciosa de Jonghyun, que estaba dándole su espacio para aclarar sus pensamientos.

─ Te amo, Jonghyun ─ dijo con voz firme y segura, apretando la mano de Jonghyun ─ Te amo tanto, y lamento mucho haberte lastimado cuando te dejé en Londres. Yo...

Levantó la mano de Jonghyun y besó el dorso de su mano.

─ Yo aún no me sentía listo para afrontar la verdad sobre mí mismo. Siempre tuve de miedo de decirle a mi padre, yo sabía que él despreciaba a los hombres como yo y no quería perder su respeto. Pero estaba equivocado. Fingiendo ser algo que no era nunca iba a conseguir el verdadero respeto que buscaba.

Soltó la mano de Jonghyun y deslizó su brazo derecho por sus hombros, pegándolo más a su cuerpo.

─ Ahora lo único que me importa es tu respeto. ─ dijo besando a Jonghyun ─ ¿Sabes? Cuando tenía veintidós iba a decirle a mi padre que era gay, pero no pude hacerlo. Escuché a mi padre y mi tío hablar de otro chico que había sido descubierto con un compañero de colegio, y lo que mi padre dijo sobre ese tema me arrebató el poco valor que tenía en esos momentos. Creí que estaba haciéndolo por la familia y por Sully al ocultar mi sexualidad, pero lo hacía por temor al rechazo.

Cerró los ojos y disfrutó del refrescante aire que acariciaba su piel.

─ He hablado con mi hermana y mi mejor amigo, les he dicho que soy gay y lo único que obtenido como repuesta es amor y una incondicional aceptación. No me juzgan y me siguen queriendo incluso más que antes. Así que, aunque ellos no hubieran respondido de ese modo, yo continuaría luchando por ti. Eres parte de mi vida ahora, y no quiero ni un por segundo estar lejos de ti.

─ Yo tampoco quiero estar lejos de ti. Te amo, Taemin.

Sintió los dedos calientes de Jonghyun deslizarse por su cuello antes de que lo jalará para un beso.

Esta vez el beso fue lento, sensual y lleno de amor.

*******************************************************************************

Luego de escuchar sus palabras había estado feliz de aceptarlo de nuevo junto a él. Habían pasado una semana juntos, viviendo en su casa y compartiendo no sólo sus pensamientos y sentimientos, sino también su pasión y amor.

No habían podido mantenerse lejos uno del otro demasiado tiempo. Hacían el amor sin control y sin reservas. No podían saciarse aún de la pasión que ardía entre ellos. Parecía que sólo necesitaran una pequeña caricia para encenderlos al máximo en un torbellino de pasión.

Taemin había retrasado una semana el proyecto de renovación del hotel. Y habían pasado esos días conociéndose mutuamente. Pero aun así tenía miedo. Taemin aún no había hablado con su padre. El Sr. Lee llegaría en dos días de Taipei, y eso le tenía contando los minutos.

Sabía que Taemin lo amaba, pero aun así no podía quitarse el temor de ser abandonado otra vez. No quería continuar con esa incertidumbre. Parecía que estaba viviendo un sueño maravilloso que pronto podría convertirse en una horrible pesadilla.

─ ¡Jonghyun! ¿Qué sucede? ─ dijo Taemin acercándose y sentándose junto a él en los escalones de la casa ─ Pareces preocupado.

─ No. Sólo estoy aquí, extrañándote ─ Jonghyun se giró y le sonrió a Taemin.

Sintió la mano de Taemin deslizando bajo su camiseta, y dejando un rastro de calor sobre su piel. Sus caricias estaban enviando fuego a través de sus venas. Gimió cuando la caliente mano de Taemin se deslizó hacia abajo y acarició su trasero.

Lo necesitaba, no sólo su cuerpo sino también su corazón. No podía seguir viviendo con el temor de perder a Taemin de nuevo.

Taemin rompió el beso y sostuvo su cabeza entre sus manos. ─ ¡Hey! ¿Qué te sucede? ─ deslizó sus dedos por su mejilla derecha ─ Dímelo.

Jonghyun suspiró cansado ─ Es una tontería. Yo...

─ ¿Tú...?

─ Yo tengo miedo que pase algo y tú te alejes otra vez. Sé que es una estupidez sentir algo así, es sólo que no puedo evitarlo.

Taemin lo miró unos minutos sin decir nada y luego suspiró con pesar. Bajó las manos y sostuvo en un fuerte agarre las manos de Jonghyun.

─ Jonghyun, sé que he cometido muchos errores, pero por favor necesito que confíes en mí. Confía en mi amor por ti. Esta vez no voy a defraudarte.

Jonghyun se sintió culpable por el obvio dolor que sus palabras habían causado a Taemin. Pero no podía evitar sentirse así. Tenía que confiar en Taemin. Lo sabía. Se soltó del agarre de Taemin y lo abrazó con fuerza. Lo amaba, y si quería seguir teniéndolo en su vida debía de vencer sus temores. Necesitaba confiar en el amor que se tenían.

─ No sé cómo hacerte entender todo lo que siento por ti ─ murmuró Taemin junto a su oído.

─ Tal vez sí sepas de qué modo mostrarme tus sentimientos ─ susurró Jonghyun, lamiendo y chupando la piel del cuello de Taemin.

─ ¿Cómo? ─ jadeó Taemin.

Jonghyun se apartó y se puso de pie, desabotonando sus pantalones cortos. ─ Vamos Taemin, estoy ansioso por saber qué métodos usarás para mostrarme con tu cuerpo tus más profundos sentimientos.

- Muy bien, oficialmente declaro tu casa como genial, —declaró Taemin, saltando en la cama tamaño King cubierta por el cubrecama. Se enterró en la suavidad de la sábana de plumas.

Jonghyun rió. —Me alegra que la apruebes.

Jonghyun al principio estaba parcialmente vestido, sin embargo, ahora se había deshecho de toda su ropa y se encontraba desnudo al lado de Taemin, se le acercó y comenzó a quitarle los pantalones.

Taemin se levantó un poco para ayudarle a que le quitara los pantalones. Colocó sus labios como si fuera a darle un beso.

—Maldita sea, eres adorable.

Taemin sonrió ampliamente. —Lo sé.

Jonghyun colocó el bote de lubricante en la mesa de noche junto con unos condones, luego se arrodilló en la cama. Se dejó caer al lado de Taemin y luego lo besó apasionadamente. Taemin colocó sus brazos alrededor del cuello de Jonghyun para acercarlo a su cuerpo.

Taemin deslizó su lengua adentro de la boca de Jonghyun, saboreando y explorando. Esto era lo que siempre había deseado. Bueno, al menos por una buena cantidad de años. Jonghyun colocó sus manos alrededor de su rostro y profundizó el beso. Concluyó que no le molestaría si pasaban el resto de la noche de esta manera, pero suponía que Jonghyun tenía algo más en mente.

Colocó una de sus piernas alrededor de Jonghyun, usándola para colocar al hombre sobre su cuerpo. Podía sentir el pene semi-erecto contra su muslo y este envió una onda de lujuria a través de su propio miembro.

Jonghyun finalmente rompió el beso y fijó su mirada en Taemin. La pasión que vio en los ojos de Jonghyun era tan poderosa que su cuerpo tembló por la necesidad.

—¿Te encuentras bien, Taemin? —preguntó Jonghyun, recorriendo el labio inferior de Taemin con su pulgar.

—Sí, es solo que eres tan extremadamente caliente —admitió Taemin.

Jonghyun sonrió. —Tú eres el único hermoso aquí. —Colocó una mano entre sus cuerpos y tomó el pene erecto de Taemin. —Antes que nada, voy a probar esto. Luego después de haberme tragado cada gota de tu semen, voy a follarme ese dulce y redondo trasero tuyo una y otra vez.

La respiración de Taemin se aceleró. —Cielos, harás que me corra solo con hablarme así.

Su amante le dio un rápido beso y luego comenzó a frotar su miembro de una manera tentadora.

Con el pulso acelerado, Taemin vio como Jonghyun bajó por su cuerpo hasta que su exquisita boca se encontraba justo arriba de su pene. El solo ver la cabellera de Jonghyun en ese lugar era casi demasiado. Gimió sin control.

—¿Estás bien? —preguntó Jonghyun, viendo hacia arriba mientras sus ojos color café brillaban intensamente.

Taemin no se creía capaz de hablar por lo que solo asintió con la cabeza. Agarró el cubrecama fuertemente, la anticipación casi lo mataba.

La húmeda y caliente boca de Jonghyun se posicionó sobre la punta de su miembro y Taemin no pudo evitar que un grito escapara de sus labios. Era tan malditamente delicioso. Jonghyun se alejó un poco y circuló con su lengua la abertura. Taemin cerró los ojos y volteó la cabeza, agarrando aún más fuerte el cubrecama.

—Oh, cielos.

No podía quedarse quieto. Sus caderas se levantaron, presionándose contra la boca de Jonghyun, buscando volver a entrar. Jonghyun abrió los labios y se lo permitió, succionando más allá de la punta y dirigiéndose hacia debajo de la longitud. Luego tomó sus testículos presionándolos.

—Ah, mierda, Jonghyun. —Jadeó Taemin, temblores recorriendo su cuerpo entero. Se contuvo de penetrar la boca de su amante, por temor a causarle molestias, pero Jonghyun lo metió en su boca aún más profundo. Soltó el cubrecama y movió sus manos hacia la cabeza de Jonghyun. Recorrió sus dedos por la cabellera rubia.

Su orgasmo cosquilleaba en la base de su espina dorsal. Gemidos se escapaban de su boca mientras sus testículos se contraían por el contacto de Jonghyun. Trató de alejarse para evitar que su amante tuviera la boca llena de semen, pero este no se lo permitió hasta que ya había expulsado hasta la última gota.

Jadeando fuertemente, Taemin quitó la boca de Jonghyun de su pene, demasiado sensitivo para tener algún otro contacto.

Jonghyun rió ligeramente y se acercó hasta que su rostro estaba cerca del de Taemin. —Sabes delicioso, ¿quieres probar?

Taemin únicamente pudo asentir.

Jonghyun presiono sus labios contra los de Taemin, embistiendo su lengua. Taemin probó el ligero sabor amargo de su propio orgasmo.

Jonghyun se acercó a la mesita de noche y tomó uno de los paquetes. Taemin vio como este lo abría.

—Espera, —dijo Taemin inclinándose hacia adelante. —Quiero ponértelo.

Con manos temblorosas, Taemin tomó el paquete y sacó el condón. Antes de colocarlo en la erección, pasó su dedo por la prominente vena de su miembro.

Jonghyun gimió y cerró los ojos.

Taemin se mordió el labio y quitó una gota de pre –semen que se encontraba en la punta del pene de Jonghyun luego colocó el condón sobre el miembro.

Cuando Jonghyun abrió los ojos, sus miradas se encontraron. La pasión reflejada en los ojos de Jonghyun casi logra que su piel se derrita. Su amante tomó el lubricante. —¿Estás seguro? ¿No estás demasiado sensible para esto?

Taemin le mostró una mirada que esperaba luciera exasperada. — Sí, santo cielo. Solo hazlo ya.

—Como desees —Vertió lubricante en sus dedos y luego lo usó para esparcirlo en su despierto miembro.

Taemin lamió sus labios y se recostó sobre su espalda en la cama. Casi hubiera podido ponerse erecto nuevamente, lástima que no era un súper hombre.

Jonghyun levantó las piernas de Taemin e introdujo un dedo lubricado en su interior. Fue inmediatamente seguido por un segundo dedo. Su amante los sacó y metió una y otra vez, penetrándole y abriéndolo.

Justo cuando Taemin pensó que jamás sería penetrado por aquel miembro, Jonghyun se introdujo con un solo movimiento.

Taemin dejó escapar la respiración. —Oh... Dios... mío...

Jonghyun se detuvo y su cuerpo entero se tensó. —¿Estás bien, bebé?

Taemin asintió. —Sí, solamente estoy un tanto sensible.

—¿Deseas que me detenga? —preguntó Jonghyun, su expresión una llena de dolor.

—No.

—Bien, porque en realidad necesito moverme. — Jonghyun levantó las piernas de Taemin un tanto más arriba y envolvió sus brazos alrededor de sus pantorrillas.

Cada nervio del cuerpo de Taemin parecía estar al borde, electrificado y pulsando. Era demasiado. Resistió la necesidad de cerrar los ojos mientras su amante lo penetraba una y otra vez, tocando su próstata, se rehusaba a cerrar los ojos ya que quería ver a Jonghyun correrse.

Las embestidas de Jonghyun se aceleraron y se tornaron más violentas. Gotas de sudor se formaban en su frente y sus ojos café se encontraban llenos de lujuria. Taemin acercó su mano a una de los pezones Jonghyun y la pellizcó.

—Ahh, mierda. —Jadeó Jonghyun, tensándose y temblando antes de colapsar. Recostó su cabeza sobre el abdomen de Taemin. —Dios, eso fue genial.

Taemin removió unos mechones sudorosos de los ojos de Jonghyun, — Continúas diciendo eso.

—Porque es verdad, eres increíble, Taemin. Tan ajustado, caliente y receptivo. —Su aliento caliente pasó por encima del estómago de Taemin.

Taemin rió. —Detente. Harás que me vuelva a excitar.

Jonghyun recostó su barbilla en sus manos y vio fijamente a Taemin. —¿Podrías?

—No, —dijo con honestidad. —¿Tú?

—Tal vez en unas horas. — Jonghyun bostezó.

─ Eso fue increíble.

─ Sí, lo fue.

─ Te amo.

Sintió las manos de Jonghyun acariciar su espalda. ─ También te amo. ─ escuchó a Jonghyun decir antes de quedarse dormido. 

*******************************************************************************

- Hola Taemin ─ dijo su padre entrando a su oficina ─ Supe que querías hablar conmigo, ¿hay algún problema con el hotel? - Se acercó a la silla frente al escritorio de Taemin y se sentó, mirando con atención a su hijo. ─ ¿Taemin?

Taemin miró a su padre y respiró profundo. No podía seguir evitando esta conversación. Se levantó y empezó a caminar de un lado a otro, tratando de encontrar las palabras adecuadas para decir todo lo que tenía que decir.

─ Papá, hay algo que necesito confesarte. Es un secreto que pensé nunca revelar, pero conocí a alguien en mi viaje a Londres que me hizo cambiar de opinión. Yo...

Se detuvo frente a su padre y lo miró a los ojos.

─ Soy gay, papá. Y espero que puedas aceptarlo.

Su padre apartó la mirada y la situó en la vista de la ciudad a través de la ventana. Un largo silencio se instaló en la habitación. El miedo empezó a recorrer la sangre de Taemin. Cerró los ojos y trató de tragar el nudo en su garganta. Sentía una horrible presión en el pecho por la angustia que los largos minutos de silencio de su padre le estaban provocando.

─ Taemin, esto es una broma ¿verdad?

Taemin suspiró con pesar. Había esperado una respuesta distinta a esa. Se pasó las manos por el cabello.Miró nuevamente a su padre y se aclaró la garganta.

─ No, padre. No es una broma. Soy gay, y estoy enamorado de un hombre amable y cariñoso que me ama del mismo modo que yo a él.

Su padre se puso en pie rápidamente.

─ Estoy seguro que toda la culpa la tiene ese hombre. A él puede que le guste que le den por el culo, pero no puedo creer que a ti también te gusten esas porquerías. No es natural. ¡Eres mi hijo, y te exijo que dejes a ese desviado ahora mismo! ─ gritó llenó de ira.

Taemin retrocedió, sintiendo cada golpe en las crueles palabras de su padre. Su corazón dolía por todo el tiempo que creyó conocer al hombre que tenía frente a él, y que no podía ver que, por primera vez, su hijo era realmente feliz.

─ No voy a permitir que te expreses así de Jonghyun, papá. Puedes decirme todo lo que quieras, pero no metas a Jonghyun en esto.

─ ¡O claro que lo harás! No pienso permitir que sigas en esta compañía si te aferras a ese tipo. ─ gruñó Lee Donghae con el rostro desfigurado por la furia.

─ No puedo creerlo, papá. Fui yo quien te ayudó a expandir esta compañía. ¡Por Dios! Soy tu hijo. ¿Cómo puedes tratarme de este modo? ─ dijo Taemin con los ojos cargados de dolor.

Donghae respiró profundo. ─ Hijo, no puedes entender que decirle a todo el mundo esta tontería de ser gay, hundirá a la familia. Perderemos muchos socios en nuestros negocios. Recapacita, hijo. Y deja a ese hombre.

Taemin movió la cabeza de un lado a otro. No podía entender por qué rayos su padre se comportaba de ese modo. Le importaba más el maldito dinero que su propio hijo.

─ Está bien, papá. ─ dijo Taemin acercándose a su escritorio ─ En este momento voy a redactar mi carta de renuncia...

─ ¡No! Eso no es lo que quiero.

─ Ésa es la única alternativa que me das. No pienso dejar a Jonghyun. Mucho menos por un puesto en tu compañía.

─ Hijo, no puedes...

─ Sr. Lee, hay una llamada de la policía en la línea 2. Se trata de su hermana. â”€ dijo la secretaria a través del intercomunicador.

Padre e hijo se quedaron paralizados por la interrupción.

¿La policía? ¿Qué estaba sucediendo? Taemin estiró la mano, levantó el auricular rápidamente y tomó la llamada.  

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Se levantó de la silla de la sala de espera. Su padre se encontraba con él, pero desde que recibieron la noticia no habían intercambiado ni una palabra. Se acercó a la gran ventana de la sala. No sabía lo que haría si algo le pasaba a su hermana. Sully era una de las personas más importantes de su vida. No quería perderla.

Una mano en su hombro lo sacó de sus pensamientos, giró su cabeza y los increíbles ojos cafés de Jonghyun lo miraron con ternura. Acercó a Jonghyun junto a él y lo envolvió en un fuerte abrazo. Lo necesitaba. En este momento necesitaba con urgencia el calor de Jonghyun.

─ ¿Taemin? ─ murmuró Jonghyun mientras acariciaba su espalda.

Taemin lo apretó más fuerte ─ Sólo déjame abrazarte un poco más ─ susurró Taemin.

Cuando Taemin al fin pudo encontrar fuerzas para afrontar la situación, se alejó de Jonghyun, lo tomó de la mano y juntos se sentaron lo más lejos posible de Donghae, quién estaba ignorándolos.

─ ¿Alguna noticia?

─ No, aún está en el quirófano ─ murmuró Taemin.

Jonghyun apretó la mano de Taemin. ─ ¿Cómo sucedió?

Taemin le contó todo lo que la policía le había dicho del accidente. Ya habían detenido al conductor ebrio, quien sólo tenía un pequeño corte en la frente. Pero su hermana aún no salía de cirugía.

─ ¿Uds. son parientes de Lee Sully? ─ una enfermera se acercó a ellos.

Taemin y Jonghyun se levantaron rápidamente, oyó a su padre hacer lo mismo tras ellos y acercarse a la enfermera también.

─ Sí, ¿qué sucede? ¿Mi hermana está bien? ─ Taemin preguntó angustiado.

─ La cirugía aún no termina, pero se necesita dos unidades más de sangre urgentemente, y eso tardará un poco en llegar de otro hospital, por eso necesitamos un donante en este momento. Sr. Lee, ¿tiene usted sangre O negativo?

Taemin sintió a su sangre helarse en sus venas. Ni él ni su padre tenían el mismo tipo que Sully, ella había heredado el tipo de sangre de su madre. El miedo recorrió su cuerpo.

─ No, ni mi hijo y ni yo tenemos ese tipo de sangre ─ murmuró con pesar el padre de Taemin.

─ Yo puedo donar sangre. Soy O negativo ─ escuchó decir a Jonghyun. Eso sacó a Taemin de su aturdimiento.

─ ¿En serio donarías sangre para mi hermana? ─ preguntó Taemin, tomando las manos de Jonghyun en un fuerte agarre y mirándolo directamente a los ojos.

Jonghyun le dio la sonrisa más hermosa y brillante del mundo antes de contestar. ─ Por supuesto, Taemin. Sé lo importante que ella es para ti, y yo haría todo lo necesario para ayudar en este momento.

─ Acompáñeme, señor. ─ dijo la enfermera girando y caminado por el pasillo.

Jonghyun le dio un suave y corto beso a Taemin antes de seguir a la enfermera.

Taemin lo observó alejarse, y lo amó más por estar con él en este momento. No creía que existiera un hombre mejor que Kim Jonghyun.

─ ¿Ese es el hombre del que me hablaste? ─ escuchó decir a su padre tras él.

Taemin se volvió y vio el rostro pálido y agotado de su padre. Sabía que su padre estaba sufriendo, pero no estaba seguro de que su apoyo fuera bien recibido.

Taemin se sentó en una de las sillas junto a la pared, y apoyó su cabeza en la pared. Cerró los ojos. No quería discutir con su padre en este lugar, no cuando Sully se debatía entre la vida y la muerte.

─ Sí, ese es el hombre que amo. ─ murmuró con cansancio.

─ Es el hijo de Jungsoo ¿no es así?

Taemin abrió los ojos y miró a su padre. ─ Sí. ¿Cómo lo supiste?

─ Es idéntico a su madre cuando tenía su edad.

La voz calmada de su padre al hablar de Jonghyun lo desconcertó. Ahora su padre parecía un hombre completamente distinto al que había gritado en su oficina todas esas horribles palabras.

─ Hijo, lamento mucho haber reaccionado de la forma en que lo hice. Es sólo que me sorprendió tu confesión. Tenía mis sospechas con respecto a ti, pero pensé que eran sólo figuraciones tontas de un viejo como yo. ─ empezó a restregarse las manos con nerviosismo. ─ Preferí fingir que sólo era mi imaginación. ─ Taemin levantó el rostro, abrió la boca intentando decir algo, pero su padre lo silenció con un gesto. ─ Déjame terminar. Es muy difícil para mí aceptar quién eres. Yo fui criado para seguir las reglas de la sociedad y rechazar cosas como la homosexualidad.

Su padre dio un suspiro de cansancio. ─ No quise decir todas las cosas que dije en tu oficina, perdóname por eso. ─ se aclaró la garganta ─ Algunas veces actúo sin pensar, aunque suene como una excusa. Tal vez me tome más tiempo aceptar que mi único hijo varón es gay. Pero con esto de Sully, me he dado cuenta lo frágil que es la vida, y no quisiera perder la oportunidad de estar presente en cada etapa de la tuya.

Taemin le sonrió a su padre con cariño. Ahora sí podía ver al padre que conocía. A pesar de la situación en que estaban, su corazón se sentía libre. Lo único que le faltaba para ser completamente feliz, era saber que Sully estaba fuera de peligro.

─ Gracias, papá. ─ dijo Taemin abrazando a su padre.

Diez minutos después, Jonghyun se sentó a su lado, pálido y un poco tembloroso. Taemin no sabía cómo recompensar al hombre que amaba por el apoyo que le estaba dando, pero empezaba a tener algunas ideas interesantes de cómo agradecérselo.

Algunas veces creía ser el hombre más afortunado del mundo al haber encontrado a Jonghyun.

Jonghyun lo miró a él y luego a su padre. Taemin sabía que ya era hora de derribar las barreras. Tenía que unir a su familia si quería ser verdaderamente feliz.

─ Papá ─ dijo Taemin mirando a su padre. ─ Quiero presentarte a Jonghyun, mi novio.

Su padre los miró unos segundos y luego les sonrió. No era una sonrisa muy carismática, pero era una sonrisa después de todo.

─ Mucho gusto, Jonghyun. ─ dijo Donghae mientras estrechaba la mano de Jonghyun. ─ Y gracias por donar sangre para mi hija.

─ El gusto es mío señor. Y no tiene que agradecerme. Yo haría hasta lo imposible por no ver sufrir a Taemin. ─ dijo Jonghyun, devolviendo el saludo.

Unos pasos por el pasillo los interrumpió. Los tres se giraron y vieron que un doctor se acercaba a ellos. Se pusieron de pie, y encontraron al doctor en el camino.

─ ¿Sr. Lee? ─ preguntó mirándolos.

Su padre se acercó más, la preocupación reflejada en su rostro. ─ ¿mi hija está bien, doctor?

El doctor asintió.

─ La operación fue un éxito. Pudimos parar la hemorragia interna. En este momento está en cuidados intensivos, mañana la pasaremos a una habitación.

─ ¿Podemos verla? ─ preguntó Taemin.

─ En unos minutos enviaré a una enfermera para informarles, pero sólo podrán pasar por unos pocos minutos. ─ dijo el doctor antes de alejarse.

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Taemin no podía calmar los nervios que sentía. Ya estaba anocheciendo y Jonghyun no regresaba aún. Aunque lo había llamado para decirle que sus padres lo habían recibido muy bien, él no podía quitarse el temor de que algo hubiera pasado.

El ruido de un auto estacionándose en la entrada lo sacó de sus turbios pensamientos. Se levantó del sofá y se dirigió a la puerta.

Jonghyun se encontraba en la entrada, lleno de paquetes en las manos y con una brillante sonrisa que le llegaba a los ojos.

─ Hola Taemin, ayúdame un poco ─ dijo Jonghyun pasándole algunas bolsas. Entró a la casa y se dirigió a la cocina. ─ Mamá te envía un pedazo de su tarta de fresas. Le dije que no se molestara, pero insistió en hacerlo.

Taemin lo observó entrar a la cocina y sonrió. No había nada que temer. Jonghyun era suyo, desde ahora y para siempre. Cerró la puerta y lo siguió a la cocina.

─ ¿Cómo te fue?

Jonghyun cerró la puerta de la refrigeradora y se volvió a mirarlo. Un brillo perverso chispeaba en sus ojos. ─ Bien, mis padres me recibieron con los brazos abiertos. ─ se acercó a Taemin con una mano tras su espalda como si estuviera escondiendo algo ─ Ah, les conté sobre ti y están impacientes por conocerte, así que nos invitaron a cenar mañana. ─ dijo Jonghyun mientras lo miraba de pies a cabeza, con una sonrisa maliciosa en su rostro.

Taemin se le acercó lentamente. ─ ¿A qué se debe esa sonrisa?

Jonghyun se lamió los labios. ─ Verás, no pude comerme el postre en casa de mis padres. El sólo ver la crema chantilly sobre la tarta llenó a mi mente de pensamientos muy traviesos en torno a ti.

Taemin tragó, su polla se había endurecido sólo con la mirada de hambre que Jonghyun le dedicaba. ─ ¿Pensamientos traviesos?

─ Mhmm.

─ ¿Qué tipo de pensamientos?

─ Oh, no te preocupes. Lo sabrás enseguida. Ahora desnúdate y recuéstate sobre la mesa. ─ dijo Jonghyun con voz gruesa y cargada de deseo.

Taemin sintió a su polla latir con deseo. Jonghyun en su modo alfa era malditamente sexy. Se desvistió rápidamente y subió sobre la superficie de la mesa.

Jonghyun se encaminó hacia él, con la mirada salvaje y la respiración agitada, como un depredador rodeando a su presa.

─ Cierra los ojos. ─ susurró al oído de Taemin.

La tensión era insoportable, su estómago estaba húmedo de las gotas de pre-semen que cubrían su erección. Su respiración se hizo difícil y sus bolas se sentían más pesadas que nunca. Escuchó a Jonghyun acercarse más y luego algo frío cubrió su erección. Arqueó la espalda, desesperado por abrir los ojos y ver qué estaba haciendo Jonghyun.

─ Mmm. Te ves delicioso, aunque tal vez un poco de chocolate te haría más apetitoso. ─ susurró Jonghyun contra sus labios antes de besarlo duro con hambre y pasión mezclados.

Jonghyun rompió el beso, lo sintió alejarse y luego algo líquido y pegajoso cubría sus pezones. La sensación era indescriptible, su pecho subía y bajaba con la agitada respiración.

Cuando una húmeda lengua limpió uno de sus pezones, gimió fuerte y alto. Sus manos se deslizaron por el cabello de Jonghyun.

─ No ─ dijo Jonghyun, liberando su pezón ─ No puedes tocarme aún ─ gruñó antes de tomar el otro pezón con su boca. Una mordida y una lenta lamida lo hicieron jadear.

Jonghyun chupó y lamió sus pezones por varios minutos. Taemin no podía resistirlo más. Se iba a correr si Jonghyun seguía con eso.

─ Jonghyun ...por favor.

─ Shh. Aún no termino de degustar mi postre, así que no hables.

La caliente lengua de Jonghyun empezó a limpiar su polla, de lo que él creía era crema chantilly. Gimió. Si Jonghyun seguía con eso lo iba a matar.

Jonghyun lamió muy lentamente toda la dura longitud y luego tomó una de las bolas de Taemin en su boca, chupó y jugó con ella antes de tomar la otra.

─ Jonghyun ...oh...

Taemin levantó las rodillas y abrió las piernas, dándole mejor acceso a Jonghyun. Quería que lo follara ya. Su agujero latía necesitado.

─ Te quiero dentro, ahora mismo

─ Sí ─ gruñó Jonghyun antes de lamer su agujero y meter la lengua.

─ Oh...mierda...

Taemin no podía soportarlo más, abrió los ojos y levantó la cabeza. Era demasiado excitante ver a Jonghyun entre sus piernas comiendo su culo. Se miró el pecho, tenía rastros de fudge aún en sus pectorales, y un poco de crema chantilly en los vellos de su polla.

─ Jonghyun ...ahora ─ gruñó desesperado.

Jonghyun se levantó y lo miró con los ojos nublados de pasión. Se giró y se acercó a la gaveta a buscar algo.

─ ¡Jonghyun! ¿Qué haces?

─ Yo...no te preocupes, ya lo encontré.

Taemin rió cuando lo vio acercarse con un frasco de aceite de oliva. Jonghyun se volvió a posicionar entre sus piernas y embadurnó sus dedos con aceite antes de meter dos de un solo empuje.

─ Oh...Dios...sí

Jonghyun le sonrió y movió los dedos dos veces más, dentro y fuera y luego se desnudó. Taemin nunca se cansaría de ver el increíble cuerpo de Jonghyun, era hermoso. Cuando sus miradas se conectaron pudo ver amor y deseo por igual.

─ Esta vez no quiero que nada se interponga entre nosotros ─ murmuró Jonghyun, observándolo.

Taemin sonrió. Ellos habían hablado de eso, de dejar de usar condones, por eso cuando Sully había pasado el peligro, ellos se hicieron análisis de sangre. Sus resultados los habían recibido el día anterior, pero no lo habían hecho aún. Pero hoy, él lo quería. Quería sentir cada centímetro de Jonghyun moviéndose en su interior.

─ Sí.

Jonghyun no perdió tiempo, aplicó aceite a su polla y de una sola estocada se metió profundo dentro de Taemin. Ambos gimieron. Taemin se sentía lleno y muy amado. Rodeó las caderas de Jonghyun con sus piernas y ambos empezaron a moverse juntos.

─ Más...más duro ─ jadeaba Taemin mientras sacudía la cabeza de un lado a otro.

─ Amo cómo tu caliente agujero me toma más profundo.

Taemin ya no entendía qué estaba diciendo Jonghyun, el placer era demasiado intenso. Su cuerpo temblaba por el increíble éxtasis que recorría sus venas.

Con cada empuje, Jonghyun rozaba su glándula de placer, haciéndolo ver puntos de colores. Sus respiraciones se volvieron más agitadas. Cuando sintió los dedos de Jonghyun rodear su polla se perdió en el placer, la fuerza del orgasmo fue tan violenta que sintió a su corazón pararse por un segundo. Un sonido gutural escapó de su garganta y se corrió fuerte. El rugido de Jonghyun lo sacó de su nube de placer y abrió los ojos que había cerrado cuando se corrió.

Jonghyun se veía incluso más hermoso, con el rostro cargado de placer. Sintió chorro tras chorro llenar su agujero y por primera vez en su vida se sintió completo.

─ Te amo.

Jonghyun apoyó su frente contra su pecho, tratando de calmar su respiración. Levantó su rostro y le sonrió. ─ Yo también te amo ─ susurró antes de besarlo con ternura.

Taemin era inmensamente feliz. Al fin podía decir qué era el verdadero amor. Ya que lo estaba viviendo justo en esos momentos. Amaba a Jonghyun y nunca se alejaría.

Recordó Londres y suspiró. Jonghyun era su destino. Si no fuera por su amor, nunca hubiera tenido el valor de revelar su secreto, y nunca hubiera descubierto la felicidad. Ahora tenían una vida por delante e iba a hacer lo imposible por disfrutarla cada instante de su vida.

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Un año después...

Cuando abrió la puerta casi tropieza con sus propios pies al detenerse frente a la visión frente a él. Jonghyun estaba desnudo sobre la cama, sus brazos bajo su cabeza, su polla cubierta por una capucha de terciopelo negro, y envuelta en un lazo rojo. Sonrió.

Se acercó lentamente. Miró otra vez el cuerpo cincelado de Jonghyun. Era un dios. Se lamió los labios, quería delinear cada músculo con su lengua.

─ ¿Te gusta lo que ves? ─ preguntó Jonghyun, sonriéndole.

─ Oh, sí. Me encanta. ─ dijo Taemin, desnudándose. Se acostó junto a Jonghyun en la cama y acercó su boca para un beso. Lo devoró. Amaba el sabor único de Jonghyun. Bajó una mano a deshacer el lazo rojo cuando la mano derecha de Jonghyun lo detuvo. Lo miró desconcertado ─ ¿Qué pasa?

Jonghyun lo miró un poco avergonzado. ─ Antes de disfrutar de tu regalo, quiero primero darte algo. ─ Sacó la mano izquierda que estaba bajo la almohada y le dio una cajita negra, mirándolo detenidamente.

─ ¿Y esto? ─ dijo Taemin, sabiendo exactamente qué era, pero tratando de ocultar su sonrisa.

Jonghyun se removió inquieto sobre la cama. ─ Ábrelo.

Taemin abrió lentamente la caja y vio encantado el par de anillos dentro de ella. Eran de diseño simple y elegante, pero significaban el mundo para Taemin.

─ ¿Intentas decirme algo? ─ dijo Taemin con humor en los ojos.

Jonghyun lo miró exasperado. ─ Mierda, quieres las palabras ¿verdad?

Taemin asintió sonriendo.

Jonghyun suspiró y se arrodillo en la cama y tomó la mano de Taemin en un fuerte agarre. ─ ¿Quieres casarte conmigo?

Taemin lo miró con amor en los ojos antes de besarlo con pasión. ─ Sí.

Se besaron sin parar por varios minutos hasta que se separaron por aire.

Taemin acarició la mandíbula de Jonghyun y luego se bajó de la cama. Jonghyun lo miró preocupado hasta que lo vio recoger su chaqueta y sacar un sobre.

─ Toma ─ dijo Taemin entregándole el sobre antes de recostarse en la cama otra vez.

Jonghyun frunció el ceño.

─ Ábrelo, Jjong. Es tu regalo de aniversario ─ le dijo Taemin sonriendo.

Jonghyun se encogió de hombros y abrió el sobre. Había dos boletos de avión en él. Leyó el destino y sonrió. Australia. Al parecer ambos habían pensado en lo mismo.

─ Dios, eres perfecto para mí ─ dijo riendo.

Taemin le quitó el sobre y lo puso sobre la mesa de noche junto con la cajita de los anillos. Mañana mismo los usarían cuando estuvieran en Australia casándose, pero hoy había cosas igual de importantes por hacer.

Disfrutar la larga noche de aniversario.

─ Lo sé ─ dijo Taemin tomando la boca de Jonghyun en un profundo beso. ─ Y tú lo eres para mí. Ahora quiero abrir mi regalo ─ susurró junto a la boca de Jonghyun.

Jonghyun lo miró con amor y deseo antes que él mismo desanudara el lazo.

Taemin le devolvió la mirada con la misma emoción en ellos ─ Te amo, para siempre.

Jonghyun asintió. ─ Para siempre.

FIN