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JONGTAE ONE SHOTS (100% LEMON) por Caroand

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Notas del capitulo:

Nuevo one-shot,

Enjoy it :)

En los cuatro años que llevaba conociendo al Dr. Kim Jonghyun, Taemin nunca antes había estado en su casa, y no por falta de intentarlo. Taemin se habría cortado su huevo izquierdo para conseguir una invitación al interior de ese santuario. Pero ni siquiera el ayudante de posgrado de Kim había tenido ese privilegio, y es que Taemin lo sabía a ciencia cierta.

Sabía su dirección. La llevaba atesorando desde su segundo año. A pesar de lo mucho que le encantaba hacerse notar al profesor en clase, nunca había tenido suficiente valor para hacer una visita a los alrededores de su casa.

Hasta ahora.

Mañana era la graduación. Pasado mañana, Taemin iba a graduarse de la universidad, con altos Honores, y Kim Jonghyun sólo sería uno de los profesores que lo habían ayudado a sobresalir. Nadie podía decir que era inapropiado para Taemin ir a buscarlo fuera del campus de la universidad, especialmente al buen Dr. Kim. Podría probar otros argumentos, pero estos iban a tener que ser buenos para detener a Taemin ahora.

Se puso de pie en la puerta del modesto departamento y respiró profundamente. Se había esmerado mucho con su aspecto esta noche, aunque en honor a la verdad, él siempre tenía un cuidado especial cuando sabía que iba a ver a Jonghyun. Llevaba unos vaqueros largos y apretados que destacaban sus largas piernas y caderas estrechas. Cuando se hubo comprobado en el espejo antes de salir, Taemin pensó que parecía lo suficientemente bueno como para ligarse a cualquier hombre que quisiera.

Lástima que el que lo hacía volverse loco se negara a reconocer la química entre ellos, por lo que ese era el objetivo de Taemin para esta noche. No había malgastado los últimos cuatro años, apuntándose en cada curso que Jonghyun enseñaba, tomando cada posible confrontación en clase con la que debatir con él, como para tenerlo ahora negando la chispa que tenían.

La puerta se abrió antes de que Taemin tuviera la oportunidad de tocar el timbre. Jonghyun se situó en el otro lado de la puerta, una taza en una mano, un libro en la otra. Con su grisáceo pelo peinado hacia atrás, como si se hubiera pasado la mayor parte de la noche pasando sus dedos a través de él. Siempre llevaba corbata y chaqueta en clase, pero ahora tenía unos pantalones cortos color marrón y una camiseta azul.

— La fiesta no es aquí, Sr. Lee.

Taemin le sonrió perezosamente. — Eso podría ser una cuestión de opinión. — Inclinando la cabeza se detuvo a mirarlo deliberadamente, desde el amplio pecho, hasta el fibrado vientre, demorándose unos segundos más en las caderas antes de mover la vista hacia arriba. El hombre podría estar cerca de los cuarenta, pero era más delicioso que la mayoría de los hombres veinte años mayor que él. Cada vez que Taemin lo veía, tenía que reprimir el instinto natural de caer de rodillas y tragarse la polla de Jonghyun.

— No estoy interrumpiendo, nada, ¿verdad?

— Sólo estoy cenando. Si no te invito a entrar ¿vas a permanecer aquí y molestarme?

— ¿Podría hacer algo así? — Los dos sabían que lo haría. Taemin alguna vez había instigado una huelga en el campus durante los recortes presupuestarios que habían dado lugar a que más de un alumno de ciencias políticas fuera arrestado. Sólo había escapado de la misma suerte, cuando Jonghyun intervino y lo defendió. Por lo que era otra razón por la que Taemin estaba convencido de que había algo más ahí que Jonghyun le había insinuado —. No tienes que darme de comer, si me dejas entrar. Bueno. De todos modos, no iba a cenar.

Jonghyun empujó la mosquitera, permitiendo entrar a Taemin. — No voy darte a nada de comer, pero puedes ver la televisión conmigo, si quieres. Me gustaría preguntarte como encontraste mi dirección, pero no creo que quiera saberlo.

Contuvo su triunfal sonrisa mientras seguía a Jonghyun. Un obstáculo fuera. El resto sería fácil.

La decoración era la mezcla de un elegante soltero con toques de profesor despistado. Los libros cubrían dos de las cuatro paredes de la sala donde lo llevó Jonghyun, pasando a una tercera dominada con un enorme centro de entretenimiento.

Taemin lanzó un silbido. — Buena instalación. No era de extrañar que no desearas a ninguno de tus estudiantes alrededor.

Jonghyun resopló. — ¿No te has dado cuenta hasta ahora de que no le gusto a algunos de ustedes? — Hizo un gesto hacia el sofá, indicando a Taemin que se sentara —. Además, sospechaba que, si alguna vez te hubiera dejado venir, te lo hubieras tomado en el sentido de que podrías venir cuando quisieras.

Taemin se sentó deliberadamente en el medio. — No hay nada malo con querer un poco de intimidad. Personalmente, estoy muy contento de no tener que preocuparme que tengas más visitas esta noche. Lo significa que por fin te tengo todo para mí.

— Me has tenido para ti todas las semanas cuando monopolizabas mis horas de oficina, —dijo Jonghyun, sentándose en el brazo del sofá —. ¿Qué más quieres?

— Oh, se me ocurre una o dos cosas. — Cruzó las piernas, descansando el tobillo sobre la rodilla — Podemos empezar diciéndome que sí a una cita.

Jonghyun se echó a reír, aunque sin mala intención. — ¿Con quién? ¿Contigo? Sabes que estuve casado, ¿verdad? con una mujer.

— ¿Y sabes cuántos individuos casados que conozco desearían tener el coraje suficiente para salir y admitir que les gustan otros tipos? — Taemin se encogió de hombros —. Sólo significa que sabías la verdad todo el tiempo.

— ¿Saber la verdad todo el tiempo?

— Que no hay nada malo en ser gay. O tal vez bi. Aunque, francamente, me estoy inclinando hacia lo gay. Tú no tienes la misma chispa con ninguna de las chicas de tus clases como la que tienes conmigo.

— ¿Qué te hace pensar que es una chispa sexual? Tal vez te respeto por tu mente.

Taemin fingió contemplar esa posibilidad y a continuación negó con la cabeza. — No me habrías invitado, sino me quisieras físicamente cerca. Me habrías preguntado lo que quería, y si realmente no te hubieras preguntado cómo sería tenerme inclinado sobre tu escritorio, habrías rechazado mi oferta de una cita y me habrías enviado de vuelta por donde he venido.

Jonghyun ladeó la cabeza y estudió Taemin durante un buen rato. — O tal vez te he invitado porque quería tener la oportunidad de decir adiós a mi quebradero de cabeza favorito.

— ¿Adiós? Voy a graduarme, no me estoy muriendo. En todo caso, es en última instancia, una oportunidad para nosotros para atravesar la puerta abierta a un nuevo comienzo.

Jonghyun tomó un trago de su copa, y sus conocidos ojos cafés seguían fijos en Taemin. Tenía tendencia a hacer eso en la clase. Se limitaba a mirar con paciencia hasta que Taemin finalmente se daba cuenta de la respuesta o el concepto que Jonghyun estaba tratando hacerle entender. — ¿Vas a ir a la facultad de derecho y seguir adelante con tu vida? Ahora es un momento tan bueno como cualquier otro para decir adiós.

— Salvo que la facultad de derecho es sólo un paseo a Daegu. — Estiró el brazo en el respaldo del sofá, dejando que sus dedos rozaran el codo de Jonghyun hasta que se inclinó —. ¿Te he dicho que fue tu carta de recomendación la que atrajo su atención? No estoy seguro de haber conseguido entrar sin ti.

Jonghyun bajó la mirada, su mirada cayó brevemente sobre los dedos de Taemin antes de volver a centrarse en su cara. — Eso no es cierto, Tae. Probablemente podrías haber entrado en cualquier escuela de derecho del país.

Su garganta se apretó. Jonghyun no usaba su primer nombre muy amenudo; nueve de cada diez veces, era el Sr. Lee esto, o el Sr. Lee aquello. Cada vez que Taemin lo oía, el suave y característico tono de voz lo hacía descentrarse.

— Sólo porque me empujaste. — Con largos y lánguidos movimientos, dejó que sus dedos se deslizaran sobre la piel de Jonghyun, sin presionar demasiado fuerte, siempre dentro del tranquilo control de retirarse, debía provocar que Jonghyun hiciera algún ruido deseando que retrocediera — Nunca he conocido a nadie como tú.

Jonghyun permitió que el contacto continuara durante unos segundos más antes de enderezarse, moviéndose sólo para acercarse a Taemin. — La adulación no te va a llevar a ninguna parte. No voy a aceptar una... — Él negó con la cabeza, como si pudiera no creer del todo lo que estaba a punto de decir — ...una cita. O cualquier otra cosa.

— ¿Por qué? ¿De qué tienes miedo?

— Yo no tengo miedo de nada, Sr. Lee. Es sólo que no quiero tener una cita contigo. No salgo con estudiantes o exestudiantes.

Otro hombre podría haber tomado la negativa como una ofensa. Taemin había pasado cuatro años enamorado de él y no estaba dispuesto a renunciar a la primera señal de oposición.

— Entonces, ¿quién hace la cita? ¿Qué te hace intocable Kim Jonghyun cuando no estás invitando a los aspirantes a pretendientes a una no-cena?

— ¿Pretendientes? —La boca de Jonghyun se estiró en una sonrisa — ¿Has venido aquí para cortejarme?

— Si eso es lo que se necesita para que digas que sí.

— Probablemente me arrepentiré de preguntar esto, pero tengo curiosidad. ¿Cómo me cortejarías si digo que sí?

Taemin ocultó su entusiasmo levantando lentamente el pie. Siempre existía la posibilidad de que Jonghyun pudiera burlarse después, pero de alguna manera, no creía que lo hiciera. Incluso en el peor de los casos, hubo un trasfondo de respeto. Jonghyun nunca habría permitido que progresara hasta aquí, sólo para restregárselo más tarde.

— Puesto que ya has dicho que la clara adulación no funciona, tendría que mostrarte algo de lo que te ibas a perder. — Él caminó alrededor hasta que se paró detrás de Jonghyun, alegrándose cuando el hombre no se dio la vuelta, e inclinándose, aspiró el aroma de su piel, tomándose su tiempo para exhalar después. Con la boca en el oído del Jonghyun, susurró en voz baja: — ¿Cuándo fue la última vez que estuvo enterrado en una, dispuesta y húmeda garganta, doctor Kim?

Taemin no se perdió la forma en que Jonghyun se estremeció. Fue algo ligero, casi lo sintió, pero fue inconfundible. — Has sido acusado de muchas cosas en los últimos años, Tae, pero nunca de sutil, por lo menos desde hace dos semanas.

Sus entrañas se apretaron. Esa no era la respuesta que esperaba, ni la que él quería. — ¿Y era bueno? — Dijo, manteniendo su tono bajo. Había conseguido una reacción; e iba aferrarse a eso con todo lo que tenía — Cuando llegaste, ¿se tragó hasta la última gota? ¿O es que disfrutaste de alguna manera liberándote en su cara? Personalmente, me gustan las dos cosas. — Dejó que la punta de su lengua chasqueara apenas sobre la curva exterior de la oreja de Jonghyun — Tienes algo que decir acerca de un chico marcándote como suyo. Por otra parte, nada se siente tan bien como una gruesa polla caliente palpitando en mi boca. Bueno. A menos que sea en mi culo.

Jonghyun agachó la cabeza, moviéndose fuera del alcance de la lengua de Taemin, pero no se levantó ni puso ninguna distancia entre ellos. — Ella estuvo bien. Y creo que es necesario agregar un poco de finura a tu técnica. O tal vez un toque de misterio. — Miró por encima del hombro — ¿Por qué estás aquí, Tae? Podrías haber ido a uno de los cientos de fiestas y haber conseguido algo.

Taemin sonrió. — ¿Misterio? He estado tratando de conseguir tu atención desde hace cuatro años y el misterio se puso de rodillas. — Pero se alejó un poco, tanto como no hubiera querido — El hecho de que haya venido aquí en lugar de ir a cualquiera de las fiestas debe decirte que no estoy buscando sexo. Pero rechazaste mi oferta de otra cosa, ¿recuerdas?

Jonghyun se puso de pie y se frotó la parte posterior de su cuello. Parecía más sacudido por la honestidad de Taemin que de su anterior lenguaje explícito. — ¿Quién dice que nunca me has llamado la atención? Y ¿Qué harás después? ¿Cenar y luego echar un polvo?

— Compañía, — dijo sin pausa — No estaba loco cuando te dije que nunca había conocido a nadie como tú.

— Eres demasiado joven para mí.

Otro obstáculo que se había considerado. Excepto que usado como argumento significaba...

— Bueno, al menos estamos en el que soy un chico.

— Eres un chico, y eres demasiado joven para mí. Cuando seas una mujer de treinta y cinco años con un físico agradable, podremos tener esta conversación de nuevo.

Taemin sacudió la cabeza. — Eso hubiera sido mucho más creíble si me hubieras alejado antes. — Se aventuró un paso más cerca, aunque no trató de tocarlo de nuevo — ¿Es realmente tan difícil de admitir que te sientes atraído por mí?

— Sí. Debido a que durante los últimos cuatro años, si hubiera admitido haber estado atraído por ti en cualquier nivel, mi reputación profesional hubiera estado en juego. No puedes ser nada para mí salvo un estudiante y un amigo.

— No tienes que admitírselo a nadie fuera de aquí.

Otro paso. Esta vez Taemin sonrió suavemente. — Y después de mañana, ya no soy tu estudiante.

— Entonces tal vez deberías tratar de tener esta conversación de nuevo después de mañana.

Todo en la habitación se esfumó para Jonghyun. Fue más que el calor inteligente en sus ojos, o la pequeña línea de la sonrisa que Taemin quería besar. Era una pizca de esperanza de que existiera la posibilidad de que algo real podría florecer ahí. Taemin siempre había creído que podía, pero no estaba tan ciego como para no saber que Jonghyun lucharía contra ella el mayor tiempo posible.

— Así que... — Un tercer paso los llevó a la realidad de nuevo, y él miró hacia abajo para ver las manos de Jonghyun inquietarse a los costados — Si vuelvo mañana después de la graduación, y te invito de nuevo a salir conmigo, ¿dirás que sí?

— Si vuelves mañana por la noche, podría considerar cenar o tomar una copa contigo.

Taemin reprimió la oleada de triunfo a través de sus venas. — Ya veo, tengo la ligera sospecha de que te mantendrías firme con el asunto estudiantil. — Era demasiado tentador resistirse más. Él levantó la mano para tocar suavemente la boca de Jonghyun — Pero creo que estoy impaciente. Se siente como que he estado esperando una eternidad para lo que quiero.

Jonghyun agarró su muñeca, pero no la apartó. — ¿Una eternidad? Cuatro años no es tanto.

— Sólo te dije que se sentía así. Cuando algo es importante para ti, y no puedes tenerlo, no importa si son cuatro días, cuatro años o cuatro décadas. Ya sabes lo que se siente, ¿no? — Bajó la voz y se inclinó lo suficiente como para sentir el aliento del otro hombre a través de su pie — No hay nada peor que no tener lo que quieres, dentro del alcance de la mano, y no poder tenerlo.

Las fosas nasales de Jonghyun se dilataron mientras exhalaba, e inclinó la cabeza hasta que sus bocas casi se tocaron. Taemin automáticamente se preparó para el beso que nunca llegó. — ¿Y tú crees que es a ti a quien quiero?

— Creo que, si no lo hicieras, nunca me habrías dejado pasar de la puerta de entrada.

— Te lo dije. Dejé que entraras, así podríamos despedirnos y tomar caminos distintos.

— Y tal vez si lo dices lo suficiente, finalmente llegarás a creerlo. Pero te aseguro que no será así.

No pudo contenerse más. La proximidad con Jonghyun hizo que su cabeza diera vueltas y le hormigueara la piel. Sin esperar otra refutación, Taemin cerró el último atisbo de separación y selló sus bocas en un largo, lento y ansiado beso.

Jonghyun podría haber empujado fácilmente a Taemin lejos del único punto de contacto entre ellos que eran sus bocas y donde Jonghyun sostenía la muñeca de Taemin. Pero Jonghyun no lo alejó. Él se abrió a la caricia, permitiendo que Taemin degustara la débil dulzura del final de su aliento, probar el calor de su piel y buscar en las comisuras de su boca. El beso se desarrolló poco a poco, ninguno de ellos tenía ningún tipo de prisa para acabar con el beso.

Fantasear con besar a Jonghyun había llenado muchas de las horas de Taemin. El guión siempre era variado, a veces ocurría en la oficina de Jonghyun, otras en una sala de conferencias vacía. Una vez Taemin había imaginado a los dos tendidos en una manta en el parque, con un cielo impecable, un sol brillante calentándoles la piel. Era demasiado perfecto.

Él no se presionó por un mayor contacto. A pesar de sus procaces descripciones de antes, estaba agradecido sólo por esto. Mover las cosas a un nivel más físico sería genial, por supuesto, si eso fuera en todo lo que estaba interesado. Pero había sido honesto con Jonghyun. El sexo era bastante fácil de conseguir en cualquier lugar.

Quería más.

El beso terminó demasiado pronto, y no a causa de Taemin. Jonghyun levantó la cabeza y dio un paso atrás, saliendo de su alcance. — Eres mejor de lo que esperaba.

Taemin se pasó la lengua por el labio inferior, observando cómo Jonghyun lo miraba. — Tú no. Sabía que besarte seria increíble.

— Creo que probablemente deberías irte antes de que me sienta tentado a hacerlo por segunda vez.

— Yo no lo siento. ¿Y tú?

La boca de Jonghyun se desdibujó en una delgada línea sin aparentar enfado.

— Sabes, la primera vez que te paseaste por mi clase, actuando como si fueras el dueño del lugar a pesar de que no eras estudiante de primer año, sabía que eventualmente estaría lamentándome si dejaba que te quedaras, aunque eso no ha sucedido todavía.

El calor inundó su cuerpo. Su apuesta había dado sus frutos, y aún mejor, ahora sabía con certeza que Jonghyun no lo veía igual que un chico molesto. Había potencial para todo lo que había querido siempre, si sabía cómo jugar sus cartas.

— Eso es todo lo que pido — dijo con una sonrisa — Al menos, hasta que vuelva después de la graduación. Entonces, bueno... ya veremos.

— Sí, supongo que lo veremos — Jonghyun sonrió un poco — Te veré mañana por la mañana. No olvides que necesitas estar ahí para el ensayo a las ocho.

Taemin se retiró hacia la puerta principal, al tanto de cada paso de Jonghyun detrás de él. Cuando llegó se detuvo y miró hacia atrás.

— Supongo que pedir un beso de despedida sería tentar mi suerte — bromeó.

Jonghyun se adelantó y tomó Taemin por el hombro. Rozó sus labios sobre la mejilla de Taemin en una suave y deliberada caricia. — Ahí está tu beso de despedida.

Respiró el limpio aroma de Jonghyun una vez más antes romper el contacto. Con un movimiento rezó porque el temblor de sus dedos no lo traicionaran mientras se dirigía a su auto — Nos vemos mañana.

Y si tenía un poco de suerte, todos los días después de eso.

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Lee Taemin nunca había pedido nada a nadie, porque tenía completa fe en sí mismo. Cuando le pidió un favor, como una recomendación para entrar en la universidad, siempre lo hacía con un aire de superioridad, como si fuera a conceder un favor, y no pedir uno. Como si todo el mundo se limitara a esperar su oportunidad para finalmente servir a Lee Taemin y sus necesidades. A pesar de su actitud, él era un buen chico y simpático. Sorprendentemente tenía buen corazón.

Jonghyun había comprendido rápidamente que, si alguna vez dejaba de pensar en Taemin como algo más que un estudiante, estaría también tentado a cruzar los límites. Él ni siquiera consideró a Taemin un amigo, aunque vio a Taemin con más frecuencia que la mayoría de sus colegas y amantes. No podía pensar que podría gustarle ver a Taemin fuera de clase. No podía pretender que Taemin fuera un compañero. Ni siquiera podía recordar el cumpleaños de Taemin, aunque este siempre tuvo la curiosa tendencia de invitar a Jonghyun a sus fiestas de cumpleaños. Taemin fue primero, último, y siempre un estudiante, y Jonghyun nunca dejó olvidarse de este hecho.

Y ahora, después de haber enseñado a Taemin a través de los largos, y a la vez cortos cuatro años, finalmente se estaba graduando. Él iba a tomar el mundo por los cuernos. Y Jonghyun no lo podía detener. Ni siquiera sabía cómo.

El beso había sido sorprendente y sorprendentemente inesperado, incluso todo el extraño encuentro, había sido sorprendentemente inesperado.

Jonghyun no pensaba en los términos del destino, pero ¿realmente dudó alguna vez de que Taemin iba a aparecer en su puerta una noche? Realmente pensó que ¿alguna vez Taemin iba a permitir tranquilamente que las cosas terminaran entre ellos antes de que empezaran? La reunión era inevitable. Más inevitable que cualquier otra cosa en la vida de Jonghyun.

Miles de hombres y mujeres se graduaban, y Jonghyun no habría sido capaz de seleccionar una sola cara entre la multitud. Sus ojos no deberían haber ido directamente a los de Taemin. Pero no había nadie más en el estadio. Solo estaba Taemin, y lo estaba mirando, y mientras que el mundo podría haberse terminado, Taemin no apartaba la vista de él.

Taemin era un joven muy centrado.

Jonghyun finalmente perdió de vista a su antiguo alumno. ¿Cuándo fue que la ceremonia finalmente terminó, y la multitud se convirtió en un caos, perdiendo de vista a Taemin? Una parte de él esperaba que fuera una situación permanente. Taemin tenía ahí a su familia y amigos. Incluso si quería irse a buscar a Jonghyun, ¿realmente lo dejarían?

Se sentía demasiado nervioso.

¿Podría realmente darle a Taemin lo que quería? ¿Después de cuatro de años de negar que no quisiera darle nada a Taemin? ¿Después de cuatro años de fingir que no estaba al tanto de la manera en que Taemin siempre lo miraba?

Jonghyun sabía que debía enviar a Taemin a casa.

Y cuando se detuvo en su camino hacia el estacionamiento descubrió que Taemin ya estaba ahí esperándolo, su birrete y toga habían desaparecido en favor de un par de jeans azul oscuro y una camisa negra, sabía que debía enviar al muchacho a casa.

Él se levantó de donde estaba sentado, con sus largas extremidades desplegándose mientras se estiraba por completo y con su típica sonrisa. Jonghyun había presenciado como desarmaba hasta al más incondicional de los opositores de debate, sobre todo porque Taemin tenía algún sentido innato de saber cuándo era el mejor momento de ponerla en marcha.

El hecho de que lo supiera era una absoluta prueba más de que necesitaba alejarse de Taemin.

— Debiste de haberte quedado atrapado en mitad del atasco — dijo Taemin — Cuando volvía de regreso a mi departamento, parecían moverse por tandas.

— Si. Fue horrible. ¿Llevas esperando mucho tiempo?

— No mucho. — Levantó la vista hacia el cielo azul profundo — El día es demasiado agradable como para no aprovecharlo tanto como pueda.

— ¿Has dejado a tu familia y amigos esperando en tu departamento?

— Oh, no, ellos se fueron. Van a dar una pequeña fiesta este fin de semana en vez de esta noche. — Su sonrisa se suavizó — Lo que significa que estoy total y absolutamente libre.

Jonghyun casi esperaba que Taemin agregara una sugerencia obscena. Cuando no lo hizo, Jonghyun abrió la mosquitera y desbloqueó el cerrojo. — ¿Estás seguro de que quieres entrar?

Taemin cogió el borde de la puerta para mantenerla abierta. Para cualquier otra persona, simplemente podría haber parecido que estaba siendo útil. Para Jonghyun, se hizo demasiado consciente la forma en que fue encajado entre el joven y la puerta todavía sin abrir.

— Nunca he estado más seguro de esto — respondió Taemin.

—¿Quieres un trago?

— ¿Esta vez me vas a dejar que me quede por aquí el tiempo suficiente para terminarlo? —Cuando Jonghyun miró de nuevo, no hubo confusión en el brillo en los ojos de Taemin — Me encantaría una. Gracias.

Jonghyun se trasladó a través de la pequeña sala de estar a la cocina. Era demasiado mayor como para sentirse malditamente nervioso.

Pero se había pasado toda la noche soñando con el beso que habían compartido, y Taemin no lo iba a dejar hasta que tuviera más que solo un beso. Sacó dos cervezas de la nevera, abrió una, y se la entregó a Taemin.

— Voy a dejar que te quedes el tiempo suficiente para terminarlo. No hago promesas para luego no cumplirlas.

Sus dedos se aferraron ligeramente la botella de cuello largo cuando Taemin se apoyó en el borde de la encimera. — Si no me quieres por aquí, todo lo que tienes que hacer es decirlo. Yo no fuerzo a nadie. — Su boca se torció — Puedo ser enérgicamente sugerente para que me quieran cerca, pero ¿forzarlos? Nunca. Incluso cuando es alguien que significa tanto para mí como lo eres tú.

Jonghyun hizo una mueca. — No lo sé. Yo te quiero cerca de mí, Tae. Ese es el problema.

— ¿Y eso es un problema?

— Si, porque me pase cuatro años convenciéndome de que no lo era.

— Bueno, según tu propia admisión, tendrías que haberlo hecho. No pienses que voy a agarrarte para que no patees tus propios principios. — Sonrió antes de llevarse su cerveza a la boca — Aunque yo podría sostener otras cosas contra ti, si quieres.

Jonghyun puso su cerveza en el suelo sin interés. Se tensó contra la encimera con las manos a cada lado de las caderas de Taemin, creando una jaula alrededor de su cuerpo. — ¿Si yo quiero? ¿Qué quieres tú?

— A ti. — La diversión se había desvanecido de sus ojos chocolates. Ahora brillaban con una emoción interior—. Pensé que lo había dejado perfectamente claro ayer. Pero me he estado aguantando durante cuatro años para llegar a este momento y yo no voy a joderlo ahora.

— ¿Qué quieres de mí? No es sólo el sexo, supongo. Recuerdo esa parte de la noche anterior. Pero todavía no estoy seguro de que me entendieras muy bien.

— No, no es sólo sexo — Taemin estuvo de acuerdo — ¿Qué quieren todos cuando le preguntan a alguien? Compañía. Alguien que sepa cómo estimular con algo más que sus manos. Alguien para pasar el tiempo, sin aburrirse — Dejó la cerveza en el mostrador, y luego dejó que sus fríos dedos como el hielo acariciaran la muñeca de Jonghyun, todo sin apartar la mirada — Quiero el fuego que pones en nuestros debates en clase todo el tiempo. Quiero demostrar que tan bien lo podríamos pasar juntos. Quiero... bueno, quiero un montón de cosas. Incluyendo esa cita que rechazaste anoche.

El frío de los dedos de Taemin corrió por su brazo, creando que la piel se le erizara. Pero no se apartó del contacto. Quería que Taemin se mantuviera tocándolo, hasta que sus dedos se calentaran y enviaran fuego a través de sus venas. No le llevaría mucho más que una suave caricia para hacer que Jonghyun se excitara y no sería la primera vez que Taemin lo ponía duro.

— ¿Te importa si vamos a esa cita más tarde?

— ¿Más tarde esta noche? O ¿Más tarde en general? — Su pulgar se unió al acto, corriendo a lo largo de la palma de la mano de Jonghyun — Porque a mí no me importa si la cita no sale de la casa. Esta vez.

— Más tarde esta noche. Después de que haya tenido la oportunidad de hacer que tengas más apetito. — Dijo rozando sus dedos sobre el hombro de Taemin. Su carne era increíblemente cálida bajo la tela de su camiseta — Quiero saber lo bueno que te puede parecer el que estemos juntos.

La sonrisa volvió a aparecer, esta vez sabia y perversa.

— Después de que me fuera ayer, pensaste en esto, ¿no? ¿Pierdo credibilidad si te digo que me masturbé tan pronto como llegué a casa? —La mirada de él se desvió a la boca de Jonghyun. —Nadie me ha excitado tanto sin siquiera tocarme como tú. Nunca.

— No, no pierdes credibilidad. — Debido a que Jonghyun había hecho lo mismo. No tenía la intención de hacerlo, pero aun así había sido difícil casi una hora después de que enviara Taemin a casa. Cada vez que cerraba los ojos, sentía la boca de Taemin, y tenía el sabor de sus labios, había imaginado su flexible cuerpo duro contra él. Jonghyun pasando sus dedos a través de las puntas de los cabellos de Taemin, luego ahuecando la parte posterior de la cabeza—. Pensé en eso toda la noche.

Taemin no esperó a que Jonghyun se acercara más. Él se adelantó, soltando el puño de la camisa de Jonghyun y agarrando su muñeca mientras sellaba sus bocas. Su primer beso había sido cauteloso; éste fue lo contrario. Su caliente lengua trazó la unión, no pidiendo, pero persuadiendo sus labios a separarse. Cuando Jonghyun se abrió a él, Taemin hizo un sonido en la parte posterior de la garganta que era puro deseo.

Los dedos de Jonghyun se curvaron contra el cuero cabelludo, y dejó a Taemin saquear su boca. Cerró los ojos y se entregó al deseo, permitiéndole saciarse.

Jonghyun aprovechó todo el deseo que había dejado sin acuse de recibo, toda el hambre que había tratado de reprimir, y se olvidó de los años en que ni se pudo permitir que esto sucediera. Empujó Taemin contra la encimera, aplastándolo ahí mientras el beso se profundizaba.

Taemin abrió la mano para acariciar con la palma sobre el pecho de Jonghyun. Con cada caricia de sus dedos y su polla presionando la cadera de Jonghyun se endureció un poco más. Taemin desabrochó un solo botón y se deslizó debajo de la tela, antes de que encontrara un pezón. Cuando trazó círculos cada vez más enloquecedores, Jonghyun gimió, deseando que el joven parara de hacer eso y simplemente siguiera adelante.

Una mano ahuecó su polla y Jonghyun se quedó sin aliento. Había estado tan centrado en el beso y a una mano de Taemin que no había prestado atención a lo que estaba haciendo con la otra.

— Solía tener este sueño — Taemin mordisqueó su labio inferior, sin alejarse — Cada vez que estaba en tu oficina, imaginaba que estábamos haciéndolo, entonces alguien llamaba a la puerta y me escondía debajo de tu escritorio mientras ellos entraban, y cuando te sentabas, te la chupaba mientras el otro estaba sentado en la otra silla.

Jonghyun gimió suavemente ante la imagen. Sabía que Taemin había pasado suficiente tiempo en su oficina, y Jonghyun no podía decir honestamente que esa idea nunca se le había ocurrido. Él cambió su peso, rozándose contra la mano de Taemin.

— Me preguntaba... si habrías hecho algo como eso.

— ¿Quieres decir que sí podríamos haber estado teniendo sexo antes de ahora? — Taemin pretendió hacer pucheros, pero pasó los dedos bajándolos hasta ahuecar los testículos de Jonghyun — Creo que deberíamos hacer eso alguna vez.

Mientras Taemin siguiera tocándolo así, Jonghyun sospechaba que estaría de acuerdo en todo. — ¿Tienes algunas sugerencias?

— Bueno... —jadeó mientras arrastraba su lengua por el labio inferior, mojando toda la curvatura — si puedo llamarte Dr. Kim sólo una vez, estoy de acuerdo con casi todo lo que puedas desear.

Jonghyun se quedó sin aliento, con la atención fija en la boca de Taemin.

— Puedes llamarme como quieras, Sr. Lee.

Él sonrió, personificando la encarnación del pecado. — ¿Sabes cuántas personas morirían por estar en mis zapatos en este momento, Dr. Kim? Eso es sin contar las chicas que harían cualquier cosa para obtener un aprobado tuyo. Cuando te paseas por la clase, todos queremos la misma cosa. — Se inclinó y lamió por un lado del cuello de Jonghyun — Degustar cómo es tu sabor.

Los músculos de las piernas de Jonghyun se sentían débiles, y dejó caer su cabeza hacia atrás, animándose silenciosamente. Sus rodillas incluso comenzaron a temblar un poco mientras Taemin pasaba la lengua por el cuello de Jonghyun de nuevo. Tiró de la camisa de Taemin hacia atrás, buscando su calor, su tensa piel. — El sentimiento es mutuo, Sr. Lee.

Su risa lo atravesó. — ¿Quieres saber lo que toda la clase sabe? — Unos afilados dientes se hundieron en la curva de su hombro durante una fracción de segundo antes de que agachara la cabeza para permitir a Jonghyun tirar de su camiseta. Fue atrapado por sus brazos, pero cuando Taemin comenzó a alejarse con el fin de terminar de quitársela, Jonghyun agarró su muñeca y lo forzó a que siguiera donde estaba en su polla.

— Creo que estás exagerando acerca de toda la clase — Apretó la boca contra el cuello de Taemin, temblando ante el placer y la presión de su piel salada. Estaba a corta distancia de empujar a Taemin a ponerse de rodillas — Todos los demás sólo piensan que soy el idiota que arruina sus vidas.

— Oh, pero qué manera de pensar.

Taemin gimió cuando Jonghyun lo besó de nuevo, apartando su mano libre con el fin de empezar a desabrochar los botones de su camisa. Persiguió sus labios cuando Jonghyun se inclinó sobre su hombro esta vez, y cuando se hizo obvio que Jonghyun no iba a saborearlo, hundió el rostro en su piel ardiente con el fin de obtener una muestra por sí mismo.

La boca de Taemin estaba demasiado ansiosa contra su cuello, ya que lo tenía contra sus labios. Su mano se deslizó sobre el pecho de Jonghyun y sus dedos buscaron el duro pezón — Me alegro de que hayas esperado hasta la última noche para hacer un movimiento. No estoy seguro de que pudiera haber resistido tu... entusiasmo durante más años.

Trazó el pezón hasta que se tensó, luego lo tomó entre sus dedos. El agudo dolor se disparó directamente a la polla de Jonghyun y Taemin apretó su polla aún más duro.

— ¿Lo sabías desde antes de ayer por la noche? — Taemin levantó la cabeza. Sus labios estaban deliciosamente hinchados — ¿O no fui lo suficientemente obvio para hacerte saber que me hubiera puesto a cuatro patas para ti, Dr. Kim?

Jonghyun pasó la yema del pulgar sobre los labios de Taemin. — Lo he ignorado cuando estabas siendo evidente. Hubiera sido... demasiado peligroso de lo contrario.

Taemin giró la cabeza para tomar la punta de su dedo pulgar entre los dientes durante una fracción de segundo. — Porque tú no te involucras con los estudiantes. Incluso cuando piensan que estás ausente.

— Especialmente ahí. Porque habría sido demasiado fácil arrastrarte fuera del aula varias veces y haberte llevado a mi oficina. O a un rincón oscuro. O al cuarto de baño. O al armario de la limpieza.

— ¿O debajo de tu escritorio?

— Debajo de mi escritorio, por supuesto. — Jonghyun miró alrededor de la pequeña habitación — ¿Quieres que salgamos de la cocina?

Finalmente dejó apartarse a Taemin lo suficiente como para poder terminar de quitarse la camiseta. Los músculos lisos ondulaban, pidiendo ser tocados, pero Taemin lo presionó contra él una vez más durante un momento, su brazo alrededor de la espalda de Jonghyun, murmurando contra su boca — Iré a cualquier lugar, donde quieras que vaya.

— Entonces, ven conmigo.

Taemin asintió, y Jonghyun tomó su mano y lo condujo fuera de la cocina. El pasillo era corto y estrecho, y Jonghyun no se detuvo a pensar en lo loco que era llevar a Taemin a su dormitorio. Pateó la puerta detrás de ellos, y luego sus bocas se juntaron de nuevo. El beso fue tan ansioso como antes, con un borde de codicia desesperada. Como si Taemin estuviera envalentonado por su nuevo entorno.

Apartó la camisa de Jonghyun, rascando toda su piel con las uñas. Tan pronto como estuvo libre, lo empujó hacia la puerta, utilizándolo como palanca para frotarse contra él. Cada roce de sus pechos traía un nuevo sonido de la garganta de Taemin, hasta que fueron un flujo continuo que vibraba entre ellos.

— Deja que te chupe, Dr. Kim. Quieres saber lo que puedo hacer con mi boca, ¿verdad?

— Sí, — Jonghyun silbó. Las manos de Taemin regresaron a la polla de Jonghyun, pero esta vez, bajó la cremallera hasta que saltó libre. El primer roce de los dedos de Taemin contra su suave polla lo hizo silbar de nuevo. Las palabras de Taemin de la noche anterior iban a la deriva a través de su mente, y la idea de venirse en el hermoso rostro de Taemin hizo que le diera un tirón su polla. — Ponte de rodillas.

Se sentó en el suelo sin pensarlo, dejándose ir momentáneamente para darle un tirón a los pantalones de Jonghyun y su polla se balanceó libre. El aire era más frío en el dormitorio, pero no lo sentía. Tenía demasiado calor atravesándole el cuerpo, por no hablar del cálido aliento de Taemin abanicando a través de su piel. Taemin tomó su polla de nuevo, bombeándola. Cuando se pasó la lengua por los labios, la boca de Jonghyun se secó, imaginando como sería hundirse finalmente en su dispuesta garganta.

Excepto que Taemin no fue a por su polla. Aferrándose ligeramente, se levantó suavemente e inclinó la cabeza para arrastrar la lengua por los testículos de Jonghyun.

— Oh... — Jonghyun dejó caer la cabeza hacia atrás, con la respiración más acelerada con cada golpe de lengua de Taemin. Pasó sus dedos por el cabello de Taemin, dejando que su mano se detuviera en la parte posterior del cráneo de este, pero no trató de tomar el control. Su lengua era áspera y suave al mismo tiempo y lo suficientemente caliente como para enviar una oleada de escalofríos por su espina dorsal — Eso es todo, Tae. Eso es todo. Muéstrame lo mucho que lo quieres.

Taemin gruñó, pero no se detuvo. Su mano libre se deslizó entre los muslos de Jonghyun, estimulándolo para que abriera sus piernas un poco más, mientras que con la otra empezó a tirar de la polla de Jonghyun. Eran movimientos largos y lánguidos, nada como la aceleración de los gestos de la lengua de Taemin, o los diminutos mordiscos que empezó a dar por los sensibles testículos. Más de una vez se detuvo lo suficiente para rozar el pene sobre su sonrojada mejilla, pero luego volvió a sus testículos, con su hambrienta boca succionándolo duro.

La boca de Taemin no se parecía a nada que Jonghyun alguna vez hubiera experimentado. Duro y suave al mismo tiempo, exigente y entregada. Parecía feliz de centrarse en los testículos de Jonghyun, y este no podía pensar en una sola razón para distraerlo de su tarea. Cada roce de los dientes de Taemin sobre ellos lo hizo gemir. Y su ingle y su pene palpitaron.

— Dios, Tae... ahora siento... que no hayas hecho esto antes. — Mirándolo a través de sus pestañas, Taemin sacó los testículos de su boca con un chasquido audible.

— Eso significa que tenemos que recuperar el tiempo perdido. — Se sentó más atrás, sobre sus talones. Con su mano tomando el lugar de su boca, e inclinó la polla de Jonghyun hacia abajo, apuntando la punta húmeda directamente a sus labios. Se inclinó un centímetro inhalando y gimió mientras cerraba los ojos — Joder, hueles bien.

Jonghyun lo observaba con los párpados pesados, mientras los labios de Taemin se trasladaban más cerca de su polla. Tenía unos labios maravillosos y una perfecta boca. Jonghyun siempre había pensado que era perfecto, incluso cuando huía de Taemin en clase, dominando el debate. Quería esto. Quería la perfecta boca de Taemin. Finalmente, abrió los labios y guió la punta de la polla de Jonghyun hacia su boca. Jonghyun tragó aire bruscamente mientras la cálida y suave boca de Taemin se cerraba alrededor del glande.

Taemin gimió. Sus ojos se cerraron y su respiración se aceleró, como si estuviera luchando por contenerse. No rompió el sello de sus labios. En todo caso, chupaba incluso más fuerte, su agarre se apretaba a proporciones dolorosas alrededor del pene de Jonghyun mientras sus dedos acariciaban los testículos. El borde de los dientes se asentó detrás de la corona, mientras que su lengua se arremolinaba alrededor una y otra vez. Pareció pasar una eternidad antes de que finalmente se retirara, sólo para empujar suavemente en la ranura para conseguir el pre-semen.

La mano de Jonghyun se flexionó contra el cuero cabelludo de Taemin, hundiendo las uñas en la piel de Taemin. Cuando cerraba los ojos, se transportaba, fuera de su oscuro dormitorio a su iluminada y brillante oficina, con la espalda contra la puerta cerrada, mientras que Taemin prodigaba a su glande toda la atención.

Sabía que no debería pensar en Taemin de esa forma, no debía dejar su mente a la deriva en esa dirección, pero Taemin era el que había puesto el pensamiento en su cabeza.

Quien insistió en llamarlo Dr. Kim.

Taemin abandonó la punta para recorrer con sus labios toda su extensión, separando los dedos lo suficiente para despejar la vía de todo el camino a la raíz. Ahí, hizo una pausa, hundiendo la nariz en el oscuro vello durante una larga inhalación hasta que su respiración se calentó contra su piel. Apretando su agarre en la cabeza del joven era solo el impulso que necesitaba para lamer toda su polla, gimiendo todo el camino.

— Esto es mucho mejor de lo que imaginaba, Dr. Kim — murmuró. En el segundo siguiente, siguió chupando la punta de nuevo con su boca, sólo que esta vez, no se detuvo en la cabeza.

Los labios de Taemin se estiraron alrededor de su polla, y su lengua raspó sobre la piel de Jonghyun. Las puntas de los dientes rozaron brevemente contra su apretado sexo, y luego un gemido de Taemin vibró a través de su polla y en sus testículos. Cada sensación descrita fue exquisita y fuerte, y diferente a todo lo que Jonghyun había imaginado. Los límites entre las sensaciones desaparecieron en el momento que Taemin cerró los labios alrededor de la base de la polla de Jonghyun. Tragó saliva, con la garganta caliente constriñendo alrededor de su cabeza, y gimieron al unísono.

Acercándose, Taemin agarró el culo de Jonghyun, tirando de él aún más fuerte en su boca y una serie de escalofríos lo atravesaron, obligando a Jonghyun a hundir más fuerte aún sus dedos en Taemin. Él sospechaba que el chico se lo tragaría todo si pudiera, lo que sólo intensificó los escalofríos que le recorrían.

Cuando Taemin se deslizó por su polla, lo hizo muy lentamente sin confundir su renuencia. Jonghyun no iba a ser quien lo defraudara. Tan pronto como llegó a la corona de Taemin, Jonghyun comenzó a empujar, a reunirse con él hasta la mitad para establecer un ritmo mucho más perezoso de entrada y salida.

Jonghyun agarró la cabeza de Taemin con las dos manos, sosteniéndolo constante mientras seguía el ritmo.

Cada exhalación lo llevaba a una palabra de aliento. Sí. Más. Bien. Así que bueno.

Luces naranjas y amarillas entraban en el dormitorio desde la ventana iluminando el rostro y los hambrientos ojos oscuros de Taemin. Se mantuvo mirando a Jonghyun través de sus pestañas, con una obvia adoración en su mirada.

Cuando Taemin deslizó sus dedos detrás de sus testículos y empezó a acariciar en su entrada, Jonghyun se tensó. Estrellando su polla más fuerte en la garganta de Taemin, delineando un gemido que vibró hasta llegar a él. Lo hizo de nuevo. Y otra vez. Y otra vez. Y cada vez, Taemin gimió, con pequeños sonidos suaves que no deberían haber ido directamente a la cabeza de Jonghyun.

Pero lo hicieron. Lo hicieron agarrarlo con resbaladizos dedos para ver con fascinación, querer con más ganas de las que había sentido por cualquier cosa desde hacía mucho tiempo. Taemin siguió jugando con su culo y cuando presionó con cuidado en la entrada, Jonghyun se estrelló contra la puerta y su mano.

— Hazlo, Dr. Kim. — Él agarró la mano de Jonghyun y la dobló sobre la propia polla de Jonghyun. Lamiéndose sus labios hinchados, e instó a Jonghyun a comenzar a bombear—. Dispara por todo mi cuerpo.

El deseo de hacer precisamente eso era lo más primordial que jamás había sentido Jonghyun. Había follado un montón de gente en los últimos años -hombres y mujeres- pero nunca había querido marcar a nadie como quería marcar a este brillante y hermoso muchacho. Tiró de su muñeca más rápido, forjando una fricción entre la palma de Taemin y su polla. Esta palpitaba en la mano de Taemin, y estalló en un grito ronco. Se vino salpicando contra la cara de Taemin, encadenando después la mejilla y recubriendo a Taemin, la comisura de los labios, el mentón.

Taemin echó la cabeza hacia atrás para mirar a Jonghyun todo el tiempo. Su lengua salió para recoger lo que se reunió debajo de su labio inferior y gimió cuando llegó a sus papilas gustativas. 

—Oh, Dios... —se enderezó de repente y presionó a Jonghyun contra la puerta. Sus bocas se estrellaron uniéndose, sin hacer caso del semen en su piel, agarró las caderas de Jonghyun, mientras iban desapareciendo los temblores. Jonghyun arrastró su mano entre ellos con el fin de encontrar su polla, pero en cuestión de segundos después del agarre de Taemin a su palpitante polla, el muchacho gritó mientras se besaban y su polla se agitó con espasmódicos movimientos mientras disparaba contra sus estómagos.

Jonghyun continuó acariciando su polla, ordeñando su orgasmo, hasta que Taemin se dejó caer contra él, respirando con dificultad. Jonghyun volvió la cabeza para rozar su boca contra la boca temblorosa de Taemin.

— Supongo que estuviste un poco nervioso.

Taemin soltó un bufido. — Sólo un poco — Él se sorprendió al ver un enrojecimiento en el cuello de Taemin. ¿Estaba avergonzado? Su tono y la forma en que mantuvo los ojos evitándolo sugirieron que sí — Cuatro años de escarceos sexuales para hacer de esto una mamada.

— Supongo que sí — Jonghyun arrastró su boca hacia la mandíbula de Taemin, recogiendo los restos de su semen que aún permanecían ahí. Empujó suavemente Taemin atrás, hacia la cama, pero lo mantuvo envuelto con su brazo — Debemos echarnos en la cama antes de que me desplome.

Taemin volvió la cabeza, encontrando su mirada con unos oscuros y brillantes ojos. No luchó contra la intención de Jonghyun, ni siquiera hablaría hasta que ambos estuvieran tendidos en la cama y Jonghyun estuviera a su lado.

— ¿Qué pasa con nuestra cita? —Por alguna razón, la cuestión parecía mucho más inocente de la intención que Taemin le hubiera dado — Realmente me gustaría invitarte a salir.

Jonghyun acarició su rostro contra el pelo de Taemin. Este era sorprendentemente suave y olía como a algo picante. — Vamos a salir esta noche. Pero ha pasado mucho tiempo desde que me hicieron una mamada como esta y soy un viejo. Necesito descansar.

Taemin acarició el pecho de Jonghyun — ¿Mucho tiempo? ¿Qué pasó con la chica de hace dos semanas?

— Mentí. ¿Me odiaras ahora?

— Sí. Terriblemente. — La esquina de su boca se levantó — Vas a tener que darme un beso para que te perdone.

Jonghyun ahuecó la mejilla de Taemin y luego tocó sus labios.

La caricia era clara, casi casta, pero Jonghyun se dio cuenta que podía besar felizmente a Taemin así por el resto de la noche. Especialmente cuando Taemin abrió los labios con un suave suspiro y permitió que sus lenguas se enredaran juntas. 

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Aunque no había nadie más alrededor, la puerta estaba cerrada. Durante un momento, Taemin se debatió por si entraba directamente, pero eligió no hacerlo. Después de todo el hombre estaba en la oficina.

— Adelante —gritó Jonghyun, casi tan pronto como Taemin tocaba en la puerta. Abrió la puerta para revelar a Jonghyun recostándose en su silla, vestido con su camisa color crema, corbata gris y pantalones largos. Tenía un lápiz en la oreja, una mano apoyada en el teclado de su laptop, y la otra sosteniendo un libro abierto al lado de él — Me alegra verte aquí.

— El culpable siempre vuelve a la escena del crimen. — Dejó que la puerta se cerrara detrás de él y se sentó en la esquina del escritorio — ¿Tienes mucho trabajo o apenas estás empezando?

— Tengo mucho trabajo — A pesar de las palabras de Jonghyun, nunca desvió su mirada de Taemin — Teníamos planes para una cita esta noche, ¿verdad?

— Por supuesto, aunque tenía la esperanza de que podría conseguir distraerte antes — Él asintió con la cabeza hacia la ventana, aunque con lo pequeña que era y el enorme árbol en el otro lado, no le iba a ayudar a terminar sus planes — Es una magnífica vista. Creí que podría conseguir al hombre más interesante que conozco.

— Eres una mala influencia, Sr. Lee. Una muy mala influencia. — Asintió con la cabeza al portátil, aunque su atención todavía estaba centrada sobre Taemin — No tengo tiempo para salir a la calle y jugar.

Taemin miró la pantalla — ¿En qué estás trabajando? Incluso no tienes ninguna clase en este momento.

Jonghyun se rió entre dientes. — La enseñanza es la más pequeña de mis responsabilidades. Esta es una profesión de publicar o perecer, Tae. Estoy haciendo un poco de investigación y tratando de comenzar este artículo. Es más fácil hacer eso cuando no estás sentado en mi escritorio.

Taemin desvió la mirada hacia abajo. Apenas estaba en el escritorio. Tenía medio culo como máximo. Pero su pierna colgaba junto a Jonghyun, y si se movía un poco a la izquierda...

Él sonrió mientras rozaba su pie hacia arriba y abajo del lado de la pantorrilla de Jonghyun. —Eso no es exactamente animarme a salir de aquí, ya sabes.

La mano de Jonghyun se mudó de su libro a la rodilla de Taemin. —¿Hay algo que pueda hacer para animarte a que salgas de mi escritorio?

—Ven conmigo.

Jonghyun negó con la cabeza. —No puedo. Tengo trabajo que hacer. Y si no termino ahora, voy a tener que terminar esta noche. —Eso no era una opción

— ¿Cuánto tiempo más vas a estar con eso? ¿Hay algo en que te pueda ayudar?

Taemin se inclinó mientras hablaba, y no se perdió como la nariz de Jonghyun se dilataba mientras inhalaba. — Puedes ayudar. Busca en este libro y encuéntrame alguna información.

Sacó el libro de la mano de Jonghyun y empezó por la página que estaba el profesor. En realidad, estaba demasiado distraído mientras Jonghyun estuvo acariciando su rodilla, con su pulgar moviéndose en perezosos círculos a lo largo de la parte interior.

—Parece aburrido. —Lo cerró de golpe y lo dejó fuera de su alcance, en la pequeña mesa al lado de la puerta. Jonghyun tendría que hacerle frente para conseguirlo ahora, y eso era la mitad de la batalla para conseguirlo fuera de la oficina— ¿Qué más tienes?

Los labios de Jonghyun se retorcieron, como si estuviera luchando contra una sonrisa. —Eres es un mocoso. Debería haberte puesto una suspensión cuando tuve la oportunidad.

—Probablemente. Excepto que entonces te habrías quedado atascado conmigo mientras tuviera que asistir a tus clases una y otra vez, tratando de aprobar, y qué tipo de derrota hubiera sido tenerte que deshacer de mi, ¿verdad?

—¿Quién dice que he estado tratando de deshacerme de ti? Sólo habría tenido la satisfacción de tenerte.

Taemin se inclinó de nuevo, consciente de que Jonghyun lo estaba siguiendo. Se detuvo a pocos centímetros de su cara y se acercó aún más para agarrar el lápiz de detrás de la oreja.

—¿Tienes alguna idea de lo que habría sido esa pérdida? —Bromeó en voz baja y ronca—. Piensa en todas las otras maneras que podrías haber obtenido satisfacción de mí.

Jonghyun tomó su muñeca y le dio un fuerte tirón, tirando de Taemin para pegarlo a su pecho. —He estado pensando en las otras formas durante todo el día. Es por eso que no he conseguido terminar ningún trabajo.

La silla no era lo suficientemente grande para los dos, pero eso no detuvo a Taemin para retorcerse contra el regazo de Jonghyun. Sintió la dura longitud de su pene inmediatamente y sonrió. —Estoy adivinando que el trabajo no puede ser una distracción para cuál de las habitaciones de tu casa sea más propicia para follarme, ¿eh?

—No, por desgracia. — Jonghyun pasó los dedos por la parte posterior de los muslos de Taemin —. Aunque por lo menos ahora, cuando los pensamientos sobre ti me lleven a distraerme, puedo hacer algo al respecto.

Taemin pasó la punta de la lengua por el labio inferior de Jonghyun, aspirando su olor. —Así que finalmente admites que siempre me has querido follar. Era cuestión de tiempo.

—En realidad, nunca lo has dudado, ¿verdad?

—No, pero siempre es bueno escuchar.

Lo besó, lento y casi dulce. No debería haberse sentido como la primera vez, pero de alguna manera, cada vez que volvían a estar juntos después de estar separados por uno o dos días, besar a Jonghyun se sentía siempre como la primera vez.

Jonghyun se abrió al beso, con la mano yendo a la parte trasera del cuello de Taemin. Se besaron hasta que Taemin estuvo sin aliento, y aún así, Jonghyun no lo puso en libertad. Sus labios eran dóciles y calientes, su aliento cálido y un poco amargo. Cuando Taemin finalmente levantó la cabeza, los ojos de Jonghyun eran oscuros. —No deberíamos estar haciendo esto en mi oficina.

La boca de Taemin ladeada en una sonrisa. —El no deber no es lo mismo que el no hacer. O no querer. —Sus dedos recorrían el rostro de Jonghyun mientras lo acariciaba. Le encantaba estar muy cerca de él. Vio la historia de la vida del hombre en cada línea—. El edificio está vacío. No hay ningún estudiante. Ningún profesor. Sin interrupciones. Es el momento perfecto para disfrutar de una o dos de nuestras fantasías.

Jonghyun pasó su boca sobre la de Taemin, y luego por su mandíbula. —No es que yo esté haciendo alguna promesa acerca de aceptar, ¿pero qué fantasías, exactamente?

Cerró los ojos, ahogándose en el asalto suave. —Oh, está la fantasía de la mamada bajo el escritorio. Y la de la mamada contigo sobre el escritorio. Y la de ti follándome sobre el maldito escritorio. —Se rió entre dientes—. Tal vez pueda ser que no esté claramente interesado en ti, pero es tu escritorio él que me obsesiona.

—Es un sólido escritorio. —Tiró de la camisa de Taemin, y luego acarició el trozo de piel expuesta—. Cuéntame más sobre follarte en mi escritorio.

—No hay mucho que contar. —Inclinó la cabeza hacia atrás dándole a Jonghyun más espacio para saborearlo. Taemin se aferró a sus brazos ya que cada bocado le enviaba un nuevo escalofrío que le recorría por toda la espalda—. Tú. Yo. Follándome. Una vez, soñé que me habías esposado a él para utilizarme como tu juguete sexual cada vez que querías. Lo cual, por suerte para mí, era a menudo.

Jonghyun gimió, su aliento pasó rozando a través de la garganta de Taemin. —Y yo sin mis esposas. ¿Tienes un condón?

—No salgo de casa sin ellos.

—Siempre supe que eras un chico listo. —La lengua de Jonghyun se movió por la columna de su garganta, y luego fue en busca de la boca de Taemin de nuevo. Este beso fue mucho más duro, con labios exigentes, sus dientes raspando contra la boca de Taemin —. Tengo que admitirlo. He pensado en ti inclinándote sobre el borde de mi escritorio y follándote hasta que no pudieras siquiera recordar mi nombre.

Taemin deslizó una mano entre sus cuerpos para agarrar la erección de Jonghyun. —Me gustaría verte intentarlo. Haría falta mucho para que me olvidara de ti.

Jonghyun agarró la cintura de Taemin, levantándolo a la mesa mientras se levantaba de la silla. —Creo que me gustaría probar eso ahora mismo. A menos que tengas alguna objeción a eso.

—¿Objetando con mi culo? —Él se retorció contra su excitación y sonriendo cuando Jonghyun gimió—. Puedo ser un mocoso, pero no estúpido.

—Bueno. —La boca de Jonghyun volvió sobre el cuello de Taemin de nuevo, pero esta vez no se detuvo en la garganta, sino que siguió rozando sus dientes por el pecho de Taemin, capturándole el pezón a través de la camisa. Tiró de la polla de Taemin mientras bajaba la cremallera del pantalón y se entretenía excitándole el pezón.

Echándose hacia atrás sobre sus manos, Taemin cerró los ojos mientras una serie de escalofríos lo atravesaron. Esto se sentía como una de esas veces que había considerado como el humor salvaje de Jonghyun. Ya había ocurrido un par veces en la última semana, momentos en los que el profesor parecía más áspero, más exigente y más posesivo. Mordiendo el cuerpo de Taemin, se apoderó de él un poco más fuerte, lo miró con un amplio y enorme deseo. Todo lo que Taemin quería cuando vio los deseosos y ennegrecidos ojos de Jonghyun era que se pusiera de rodillas y le diera lo que quería.

Él levantó sus caderas cuando Jonghyun tiró de sus pantalones cortos. El escritorio estaba fresco debajo de su culo desnudo, pero se calentó rápidamente, incluso más aún cuando Jonghyun tomó su dolorida polla. — Mierda — murmuró. — Estoy empezando a pensar que tenía que haber venido a tu oficina a principios de esta semana.

—Debería dejar que te vistieras, — Jonghyun murmuró contra el cuerpo de Taemin — y dejar de alentar este tipo de cosas. —Sus palabras eran débiles, y se debilitaron aún más cuando Jonghyun quitó la camisa de Taemin y lamió su liso estómago.

—Deberías. — Taemin gritó cuando los dientes arañaron fuerte, encontrando un tenso pezón—. Pero no lo harás. Te encanta esto tanto como a mí.

Jonghyun tomó la mano de Taemin y la arrastró a su erección. Taemin apretó con fuerza la polla a través de la ropa y cuando Jonghyun sólo aumentó la presión sobre la muñeca de Taemin, comenzó a desabrocharle la cremallera. Se sentía como si la boca de Jonghyun estuviera en todas partes, degustando y mordisqueando el pecho, el estómago y el cuello -se sentía que Jonghyun no iba a estar satisfecho hasta que hubiera cubierto cada centímetro del cuerpo de Taemin.

Tan pronto como Taemin bajó la cremallera, Jonghyun dio un paso atrás y empujó sus pantalones abajo de sus caderas, agrupándolos sobre sus tobillos y su polla se levantó de debajo de la camisa, gruesa y firme. El culo de Taemin se apretó ante la visión de la misma.

—Colócame el condón.

Él no pudo apartar los ojos. Girándose a un lado, buscó sus pantalones cortos, tratando de encontrar su billetera. Con su boca completamente ensalivada, ¿lo dejaría Jonghyun chupar primero? Él no tenía ningún lubricante, por lo que sería una excelente alternativa. Excepto que una vez que tuviera la polla en sus labios, no sabía cómo podría dejarlo ir de nuevo. Y quería follar. Eso era todo lo que quería.

De alguna manera, sacó el condón. Deslizándose por el borde de la mesa, se arrodilló delante de Jonghyun y tomó su polla por la base, moviendo la lengua por la punta mojada. Su esencia le explotó dibujando un gemido de su garganta.

Jonghyun apoyó la mano en la parte superior de la cabeza, pero Taemin ignoró el impulso de recorrer con su boca toda la longitud de su polla. Enrolló el condón tras él, pero mantuvo las cosas con calma, no dejando que el caucho se asentara en su lugar hasta después de que tuvo los testículos de Jonghyun en su boca.

La mano de Jonghyun se tensó sobre la cabeza de Taemin, sosteniéndolo para que pudiera continuar con la succión en sus testículos. Acercó la polla de Jonghyun contra su estómago, dándole espacio para acariciar y morder sus pesados testículos. Taemin pensó que podía permanecer ahí durante el resto de la tarde, incluso aunque estuviera tenso y ansioso por ser follado.

Jonghyun retiró el cabello de Taemin de su frente y lo obligó a mirar hacia arriba. —No tenemos ningún lubricante. Voy a tener que estirarte.

De mala gana, Taemin se sentó y luego se puso de pie. Sacó su camisa por la cabeza, empujó los libros a un lado de la mesa y se inclinó. Su nueva posición se abrió camino hacia su erección, el borde de la madera dura rozaba con la base de su polla. El leve dolor agudizó su excitación, provocando que rezumara pre-semen. Tuvo que respirar profundamente antes de mirar por encima de su hombro y decir: —Hazlo.

Jonghyun se agachó detrás de él y extendió sus nalgas. Taemin recuperó el aliento, pero no tuvo que esperar mucho tiempo para sentir la lengua caliente de Jonghyun rastrear su fruncido agujero.

Lamiendo en círculos y mojando completamente la entrada antes de empujar la punta más allá del apretado anillo. Jonghyun metió la lengua en el cuerpo de Taemin hasta que se retorció contra el escritorio, y luego su boca caliente estaba alejándose, deslizándose a sus testículos. Taemin casi protestó hasta que sintió la presión de los dedos de Jonghyun, que se extendían lentamente por su agujero.

Su primera reacción fue apretar, pero cuando Jonghyun metió más fuerte los dedos pasando la estanqueidad, Taemin se relajó de nuevo. —Oh, Dios...—gimió. Metió la mano hacia atrás y trató de acariciar el rostro de Jonghyun, pero este se había movido más abajo de nuevo, recorriendo toda la polla de Taemin con la punta de su lengua. Taemin se conformó con empujar hacia atrás para cubrir el dedo de Jonghyun, suspirando de satisfacción cuando se convirtieron en dos, y estos se convirtieron en tres.

—Basta, basta, —suplicó—. Fóllame. Por favor, necesito que me folles.

Jonghyun lo dejó gemir y rogar por unos segundos más antes de que finalmente se enderezara. La pérdida de los dedos de Jonghyun lo hicieron jadear, y su culo se apretó mientras que el otro hombre se presionaba contra sus muslos, empujándolo con más fuerza contra el borde afilado del escritorio. El calor que irradiaba del cuerpo de Jonghyun, hizo que su coloreada piel cosquilleara. Arrastró la punta de su polla por las nalgas de Taemin, en busca de su estirada entrada. Jonghyun acarició la flexión de su muslo, luego acarició la palma de su mano sobre el culo.

Agarró la cadera de Taemin con la otra mano, sosteniéndolo en su sitio mientras se empujaba en el cuerpo de Taemin.

Él se arqueó alejándose del escritorio dando la bienvenida a la intrusión, sólo para que Jonghyun lo agarrara por la parte posterior del cuello y lo forzara a volver abajo de nuevo. Volvió la cabeza, pero no pudo ir muy lejos. Presionó su mejilla contra la madera y alcanzó a ver la imagen de la felicidad en el rostro apuesto de Jonghyun por el rabillo del ojo.

—¿Es esto lo que habías imaginado? —Su voz era ronca, y estaba falto de respiración por el exquisito ardor filtrándose a través de su cuerpo—. Porque todavía estoy esperando a que me des fuerte, profesor. Enséñame la lección por todas esas veces que has deseado que me callara.

Jonghyun se inclinó sobre su cuerpo, presionando su pecho contra la espalda de Taemin. Jonghyun mordió el lóbulo de su oreja suavemente antes de murmurar: —Nunca quise que te callaras.

Antes de que Taemin pudiera responder, Jonghyun se enderezó y se estrelló en el culo de Taemin. La palabra que se formó se convirtió en un grito agudo, y apenas tuvo la oportunidad de recuperar el aliento antes de que Jonghyun comenzara un ritmo palpitantemente fuerte.

Cada golpe era abrasador. Supo que iba a ser áspero, pero la declaración de Jonghyun lo había agarrado con la guardia baja. Una táctica deliberada, tal vez, para hacer que lo que siguiera fuera mucho más intenso. Taemin no lo sabía. No le importaba. Estaba perdido en el apretado agarre de los diez dedos clavándose en sus caderas, sosteniéndolo mientras Jonghyun lo envestía una y otra vez.

Sus dedos se apresuraron a aferrarse al filo del escritorio, tratando de mantenerse firme, pero sus rodillas temblaban. En cualquier momento esperaba que no le respondieran por completo, pero de alguna manera, nunca cedieron a esa amenaza. El sudor corría por su culo, por lo que el repiqueteo de piel contra piel era aún más intenso y nada de lo que pudiera hacer para respirar era algo fiable. Tragó aire, luchando por conseguirlo y ni siquiera pudo entender si era mejor tener los ojos abiertos o cerrados. Cada vez que los cerraba, la habitación giraba, pero cuando los volvía a abrir, era imposible concentrarse en nada.

Las manos de Jonghyun estaban ocupadas, vagando sobre la sudada espalda de Taemin y el cuello, y sus afiladas caderas. Finalmente volvió a la cabeza de Taemin, enterrando los dedos en su pelo, forzándolo a que bajara con un poco de demasiada fuerza. Trató de concentrarse en el rostro de Jonghyun, viendo cómo se retorcía de placer. Se preguntó si Jonghyun estaba tratando de romperlo en dos, tratando de romperlo por la mitad contra el borde de la mesa. Sus músculos se flexionaron y tensaron cada vez que Jonghyun empujaba contra él.

—Dios... Tae... te sientes tan bien...

Lo único que podía hacer era rendirse a las sensaciones. Los golpes en su cuerpo empujaron su polla dolorida contra la mesa, alejándolo del abismo al que Jonghyun rápidamente se precipitaba. Entonces se apresuraría de nuevo a la búsqueda de aliento cuando la presión se aliviara, hasta convertirse un poco más inestable. Hasta que no tuviera idea de donde terminaba él y comenzaba Jonghyun.

La mendicidad comenzó cuando Jonghyun cambió su ángulo, su polla llegó a lo más profundo de Taemin, más de lo que lo había hecho antes.

Perdiéndose en la próstata, pero ahora sus testículos estaban recibiendo descargas e iba a entrar en shock, por lo que fue suficiente para descontrolarse por completo.

Jonghyun tiró de él hacia atrás, apartándolo del escritorio y dando a Jonghyun suficiente espacio para agarrar la polla de Taemin. Sus dedos tenían un agarre de acero sobre su polla, y masturbó su longitud con cada embestida hacia adelante de las caderas. Cuando Jonghyun habló, Taemin se sorprendió de que aún pudiera formar palabras. —¿Te quieres venir, Tae?

Cada vez que estaban juntos, Taemin encontraba alguna nueva forma de amar al hombre. El sonido de su nombre en la lengua de Jonghyun, la ironía de su boca cuando Taemin se arrastraba hasta su cuerpo después de darle una mamada.

Esta vez, fue la determinación suave en su voz. El especial cuidado que se tomó para asegurarse de que Taemin recibía la mayor cantidad -si no más- de placer de él. No tuvo que dejarlo venirse primero, sino que probablemente habría sido mucho más fácil para él correrse y luego dejar terminar a Taemin después. Pero sabía desde el tiempo que habían pasado juntos esa semana, lo mucho mejor que era para Taemin que Jonghyun se viniera en su interior. No había nada en comparación.

Un golpe, dos, y en el tercero, los espasmos azotaron su cuerpo. Su culo se apretó alrededor de la longitud de Jonghyun, y su polla se sacudió en la mano del profesor. Podría haber gritado su nombre, pero no podía estar seguro, de hecho no le importaba en absoluto. Nada de eso había cambiado la forma en que el fuego atravesaba sus venas, o cómo se aferraba desesperadamente a la mesa mientras se acercaba.

Jonghyun no aflojó su agarre, incluso cuando Taemin terminó y empezó a ablandarse contra su palma. La habitación estaba girando y sumergiéndose a su alrededor cuando sintió la polla de Jonghyun contra el interior de Taemin. Jonghyun gritó con voz ronca, su otra mano presionando en el centro de la espalda de Taemin mientras su polla era ordeñada, llenando el condón. Jonghyun cayó hacia adelante, sujetando a Taemin con la mayor parte de su cuerpo, y buscó su boca.

El beso fue lento y sensual, un agudo contraste con el feroz acto. Taemin dejó que continuara durante todo el tiempo que pudo, lamiendo los labios de Jonghyun por última vez cuando por fin se salió de él.

—Para que conste, —dijo— esto ha sido mucho mejor que cualquier fantasía que haya tenido.

Jonghyun sonrió y lentamente se apartó. —Creo que para mi también. —Se quitó el condón, lo anudó y luego miró la papelera e hizo una mueca—. Lo último que necesito es que alguien encuentre un condón usado en mi papelera.

Taemin soltó un bufido. —Sabes que serás probablemente el único profesor de aquí, que no haya teniendo sexo en su oficina, ¿verdad?

Jonghyun miró a través de sus pestañas mientras se ponía los pantalones. —Mientras sea el único profesor de aquí que está teniendo relaciones sexuales contigo en su oficina.

Un rubor complacido se extendió por el cuello de Taemin. Lo ocultó mientras recogía su ropa y se la colocaba de nuevo. —Dame el condón, —dijo, tendiéndole la mano—. Voy a acercarme al cuarto de baño y volveré con algunas toallas de papel para limpiar lo que he manchado. —Hizo un gesto hacia una mancha de humedad en el suelo de madera.

Jonghyun le entregó el condón. —¿Vas a seguir por aquí después de que hayas terminado de limpiar?

—¿Seré capaz de convencerte para que hagas tareas por el resto del día si lo hago?

Jonghyun miró su reloj. —Me ayudas durante una hora, y no haré nada después de eso.

—Trato.

Con una amplia sonrisa, Taemin salió de la oficina y se encaminó por el pasillo hasta el cuarto de baño. Se limpió rápidamente, tirando el condón usado y luego se lavó las manos. En el momento en que agarró algunas toallas de papel para llevárselas, silbó por lo bajo.

Se detuvo en seco al oír voces procedentes de la oficina de Jonghyun. El profesor no estaba solo.

Taemin se acercó en silencio a través de la puerta, tratando de llamar la atención de Jonghyun sobre el hombro del intruso. Taemin la reconoció -ella era otra profesora del departamento- pero que no le había dado clases nunca.

Jonghyun finalmente lo miró, pero su rostro estaba centrado. Profesional.

—Oh, Sr. Lee. ¿Le importaría esperar en el pasillo mientras acabo de hablar con la Sra. Park?

Él frunció el ceño.

—Creí... —Pero Jonghyun ni siquiera parpadeó. Ni siquiera parecía reconocer que sólo habían tenido una sesión de sexo alucinante ahí mismo, en su escritorio sólo momentos antes. Taemin volvió a intentarlo—. ¿Qué pasa con nuestros planes? —Preguntó con una pequeña sonrisa.

Jonghyun miró hacia donde estaba sentada la Sra. Park y ofreció una pequeña sonrisa de disculpa antes de centrarse en Taemin de nuevo. —Estoy en mitad de un asunto ahora mismo. Usted puede esperar y volver cuando hayamos terminado.

En realidad, no tuvo más opciones que murmurar una disculpa por interrumpir y volver a salir del despacho. Cuando cerró la puerta, él la miró durante largos segundos mientras su inicial confusión y vergüenza cambiaron a algo más duro, algo más oscuro.

Jonghyun lo había llamado por su apellido. Lo despidió como un desafortunado estudiante de primer año que no sabía lo suficiente como para respetar aún las horas de oficina del profesor. Había actuado como si no se estuvieran viendo de ninguna otra manera más que como estudiante y profesor, un humilde e insignificante estudiante.

Taemin se apoyó pesadamente contra la pared. Tal vez no era un descuido que todavía no hubiera salido juntos en público. Jonghyun apreciaba claramente la atracción física entre ellos, pero nada más.

Él cerró los ojos. Fue un poco sorprendente lo mucho que dolía el reconocer eso. No tenía ningún deseo de ser ningún juguete sexual, especialmente no para el hombre al que había admirado y amado durante cuatro años. Quería ser igual o al menos tener a Jonghyun considerándolo como tal. Pero, al parecer, todo lo que significaba para él era solo un buen polvo. Jonghyun o no lo respetaba lo suficiente como para algo más, o no tenía ganas de salir de la intocable y heterosexual apariencia en la que se había envuelto.

Con un movimiento de su cabeza, se apartó y tiró las toallas de papel a una papelera cercana. No necesitaba quedarse. Jonghyun tenía trabajo que hacer.

Y Taemin no quería que viera lo mucho que el rechazo le dolía.

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Había llamado a Taemin el día después de que hubieran tenido sexo en su oficina. Taemin había contestado el teléfono y fue lo suficientemente amable, pero había rechazado la invitación de Jonghyun para ir a cenar. Jonghyun no había llamado de nuevo, ya que no creía que debiera hacerlo. Si Taemin iba a seguir con esa clase de actitud sólo porque Jonghyun estaba ocupado con una colega, entonces tal vez lo mejor era si las cosas terminaban ahora. Sin duda no tenía ni tiempo ni la inclinación como para tolerar ese tipo de comportamiento infantil.

Un comportamiento infantil que no esperaba de Taemin, incluso cuando Taemin sólo había sido un estudiante.

Pero Taemin ya no era su alumno.

Ese pensamiento, más que cualquier otro, lo persiguió durante la semana. Taemin no era infantil. No era un estudiante. Era un adulto, era inteligente y divertido, y Jonghyun disfrutaba de su compañía. Él lo extrañó. Le costó bastante hacer reservaciones en Moon. Por desgracia, no pudo hacerlas para esa noche porque era un humilde profesor, y no conocía a nadie. Sólo esperaba que Taemin estuviera impresionado cuando Jonghyun pasara por su departamento para que aceptara la invitación.

Había estado en el departamento de Taemin antes. Pero esta vez era diferente, porque cuando llamó a la puerta, no tenía idea de cómo lo recibiría. ¿Estaría Taemin feliz de verlo? O lo que había entre ellos -sea lo que fuera- ¿se había acabado?

La música retumbaba desde la casa del vecino, pero no llegó a enmudecer el "¡Ya voy!" desde el interior de la casa de Taemin. La cerradura sonó como si alguien hubiera echado el cerrojo a la puerta desde dentro, pero esta no se abrió inmediatamente.

Jonghyun miró directamente a la mirilla. No sabía que esperar, pero no iba a parecer un cobarde al respecto.

—Hola, —dijo Taemin cuando contestó. Llevaba una raída camiseta con unos holgados pantalones cortos, sus pies descalzos y el pelo despeinado—. ¿Qué pasa?

- Sólo me preguntaba si estabas libre para invitarte a cenar dentro de dos semanas. — Jonghyun sonrió—. No he conseguido reservaciones antes en Moon.

Sus oscuras cejas se alzaron ante la mención del prestigioso restaurante —¿Moon? ¿Cuál es la ocasión especial?

—Cenar contigo, espero.

La esperanza que brilló en los ojos de Taemin fue suficiente para encender a Jonghyun. Sin embargo, tal como vino se esfumó viendo a Taemin derrumbarse de nuevo.

—La gente podría vernos juntos —dijo con cautela— ¿Es eso lo que quieres?

Jonghyun frunció el ceño, confundido. —Sí, la gente nos verá juntos. Después de todo es un restaurante público.

La boca de Taemin se abrió y luego se cerró. Dio un paso atrás y mantuvo la puerta aún más abierta. —¿Tienes tiempo para entrar y hablar un momento?

Jonghyun pasó por la puerta con alivio. —Sí, tengo tiempo. De hecho, toda la noche.

El departamento era muy pequeño y estaba casi meticulosamente limpio. Taemin se cernió sobre el extremo del sofá, mirando hacia la cocina.

—¿Quieres algo de beber?

- No, gracias. Estoy bien. ¿Por qué estás preocupado acerca de que nos vean los demás?

—¿Yo? — Taemin lo miró sorprendido—. Tú eres el que me llamó Sr. Lee frente a ese otro profesor y luego me echaste como si fuera el único que no debía estar ahí en ese momento. Eso dice muy claramente que no te sientes cómodo con nuestra situación. Lo cual está bien. Me gustaba el sexo, también, pero eso nunca fue lo que quise para mí.

—No, fui bastante claro que estaba en medio de una reunión. MI colega quería hablar de la programación de otoño, ya que hemos tenido que reorganizar las clases de posgrado. No debería haber hablado contigo de la manera que lo hice, pero estaba en el trabajo.

—También estabas en el trabajo cuando me follaste. No se puede tener todo.

—Mi colega estaba en la habitación tratando de hablar de horarios.

Con el ceño fruncido, Taemin se metió las manos en los bolsillos. —Entonces, solicitaré una cita antes. Mira, Jonghyun, agradezco el esfuerzo y el sexo de verdad fue fenomenal, pero realmente no quiero ir por este camino. Todo lo que siempre he querido es tu respeto. Bueno. Pero has puesto el listón demasiado alto.

—Te dije que lo sentía por el tono en que me dirigí a ti. ¿Qué más quieres de mí?

—Dime lo que crees que somos. Dime si estoy siendo ridículo, por pensar que podríamos tener algo especial.

- Si no creyera que tenemos algo... especial... No estaría aquí. Podría haber descartado la fantástica semana que tuvimos y haber seguido adelante con mi vida.

El primer signo de Taemin cediendo vino al sacar las manos fuera de los bolsillos. —Yo no quiero estar escondido como algún pequeño y sucio secreto, —dijo en voz baja—. Sé que bromeamos con todo el asunto de estudiante/maestro, pero duele, llegar a ser tratado como un niño otra vez. No quiero que pienses de mí de esa manera. —Suspiró y se sentó en el brazo del sofá—. Significas mucho para mí. Y es que... me sentí como si no te importara.

Jonghyun aún no estaba seguro de lo que Taemin quería de él. Comprendió que no debería haber hablado con Taemin como si lo hubiera hecho con un estudiante de primer año, incluso si se hubiera molestado por haber sido apartado de un estúpido problema que en realidad tenía muy poco que ver con él y todo que ver con la política del departamento. Pero seguía sin entender por qué Taemin se había precipitado diciendo eso de pequeño y sucio secreto.

— Tae, sinceramente, no entiendo por qué piensas eso. O ¿por qué podrías pensar que no quiero ser visto contigo?

La comisura de su boca se elevó con una sonrisa irónica. —Bueno, en realidad nunca hemos estado saliendo, ¿verdad? Lo cual es tanto mi culpa, lo sé.

—No, creo que todavía no nos han visto juntos. Pero no ha sido intencionado, Tae. Es sólo una especie de... sucedió de esa manera.

—Lo sé. Ahora lo sé. —Él se miró las manos. Fue lo más sombrío que Jonghyun le había visto nunca—. Es simplemente al relacionarlo todo y tú sabes cómo me pongo cuando me pongo a pensar en teorías de conspiración, y... estoy tratando muy seriamente esto, ¿verdad?

Jonghyun no pudo tolerar que la distancia entre ellos fuera más y más grande. Él se movió lo suficiente para poner una mano vacilante sobre el hombro de Taemin. —Tal vez uno de nosotros tendrá que tratar de tomarlo muy en serio. Yo no soy muy bueno en este tipo de cosas. Me parece que nunca lo hago bien.

Estuvo agradecido cuando Taemin no lo apartó. — Bueno, yo tampoco es que tenga mucha experiencia. —Miró hacia Jonghyun través de sus espesas pestañas—. Si esa oferta para ir a cenar a Moon sigue en pie, me gustaría aceptar. Ya que todavía no lo he hecho.

—Si sigue en pie. Sólo desearía que pudiera haber hecho las reservaciones para esta noche. — Jonghyun se colocó directamente delante de Taemin y tomó su otro hombro—. No estoy avergonzado de ti, Tae. Sí, la gente murmurará cosas como "no sabía que era gay, probablemente estarían follando antes de la graduación, y es por eso que Taemin siempre se vio favorecido en clase. Bla, bla, bla". Por esas cosas no me preocupo.

El cambio en su cara se produjo a mitad del discurso de Jonghyun. En el momento en que sucedió, Taemin casi sonreía.

—No me favoreciste. Me trataste más duro que a los demás.

—No, te favorecí. Siempre te presté más atención que a los demás en clase.

—Porque nunca me callaba. —Ahora había un brillo en sus ojos—. Era la mejor manera de conseguir tu atención.

Jonghyun sonrió. —En el futuro, no tienes que buscar pelea para llamar mi atención. —Agachó la cabeza para inhalar el familiar olor de la piel de Taemin —. Prefiero disfrutar dándote atención.

Taemin volvió a acariciarlo, rozándole la mejilla. Durante un momento, simplemente se quedaron así, cálidos y cercanos y curiosamente más íntimos que toda la tarde en su oficina. Entonces Taemin agarró la parte posterior del cuello de Jonghyun y lo sostuvo dándole un largo beso en su mandíbula.

—¿Así que te puedes quedar esta noche? Sin ataduras. Sólo pasar algún tiempo juntos.

Jonghyun sonrió. —¿Tienes por lo general ataduras?

Él se rió y lo dejó pasar. —Ha sido demasiado tranquila la pasada semana sin tenerte para poder conversar. Lo he extrañado.

Jonghyun se sentó en el sofá, apoyando su mano sobre el muslo de Taemin. —Yo también te extrañé. A pesar de que terminé un montón de trabajo atrasado. Me gusta más cuando estás cerca para distraerme.

**********

—¿Viejo? — Jonghyun se levantó y lo siguió—. Tal vez soy demasiado viejo para ti, ¿no?

Taemin se puso de pie delante de la nevera y sacó dos botellas de cerveza. Su arrogante sonrisa todavía la tenía cuando abrió las botellas y le entregó una.

—Nah. Tal como yo lo veo, me necesitas para conservarte joven. —Se apoyó en el mostrador, tomó un trago largo y parpadeó de forma sugestiva—. Y yo sólo te necesito.

—Yo...— Jonghyun apartó la mirada— tú no me necesitas.

Al menos Taemin no se acercó. —Bueno, si te convence pensar eso, adelante. Salvo que podrías estar equivocado.

El tono de Taemin seguía siendo claro, pero al mismo tiempo, Jonghyun nunca lo había visto tan serio. Le inquietaba. — ¿Por qué crees que me necesitas?

—¿Por qué crees que no?

Jonghyun se encogió de hombros y tomó un sorbo de su cerveza. —Simplemente no estoy seguro de que podrías necesitarme. Eso es todo.

—No, —dijo Taemin en voz baja—. De verdad no lo sabes. —Con un movimiento de cabeza, puso su botella en el mostrador, se apartó para abrir un cajón y rebuscar en su interior—. Bueno, ¿entonces que es lo que te apetece? Tenemos mexicana, pizza, china. Bueno. Excepto que los chinos siempre llegan tarde. —Lanzó un menú de comida para llevar a un lado y procedió a sacar más del cajón—. Casi todos tienen comida para llevar, pero si quieres salir, también podemos hacer eso.

Jonghyun se movió lo suficiente para mirar por encima del hombro de Taemin, estudiando los menús que sostenía con los dedos. Se sentía como que había dicho algo malo de nuevo. Al igual que si hubiera algún tipo de cortocircuito entre ellos y sin duda era su culpa.

—Me apetece mexicana. Pero podemos salir y recoger la cena, si lo deseas. Hay un pequeño restaurante a unas cuantas manzanas.

Taemin lo miró con una desconocida quemazón en sus ojos. —Mexicana entonces, pero prefiero quedarme. No me siento como para compartirte esta noche.

Jonghyun tragó saliva. Su primer impulso fue seguir resistiéndose. Había tenido subidas las defensas durante demasiado tiempo simplemente como para ignorar el hábito. Pero casi tan pronto como el impulso lo golpeó, desapareció. Ser capaz de sonreír a Taemin fue una de las mejores sensaciones que había experimentado alguna vez.

—Prefiero quedarme en casa también. Será más fácil besarte cuando el deseo se apodere de mí. —Inclinó la cabeza y rozó sus labios a través de los de Taemin.

Antes de que pudiera echarse hacia atrás, la mano de Taemin había regresado a la nuca, sosteniéndolo cerca para devolverle el beso. Sin tratar de profundizar la caricia, su boca se quedó, suave y dispuesta, más que de lo que Jonghyun había previsto.

- Me haces sentir que puedo hacer cualquier cosa, — dijo Taemin en un murmullo—. Me empujas a esforzarme más, trabajar más, a ser mejor de lo que soy. Me despierto y pienso en ti. Me voy a la cama y me pregunto cuándo voy a verte al día siguiente. —Suspiró cuando finalmente liberó a Jonghyun, volviéndose hacia la pila de menús en su mano para coger el de comida mexicana—. Esta semana ha sido un infierno. Yo sé que no captas por qué te necesito, pero... — sus palabras se apagaron, sus manos se calmaron. Pasaron varios segundos, luego puso los menús en la encimera y se enfrentó a Jonghyun de nuevo— estoy más feliz cuando estoy cerca de ti. Tal vez soy sólo un competitivo hijo de puta, o tal vez sólo soy un depravado sexual, o tal vez simplemente me encanta la forma que funciona tu mente, pero es lo que hay. Ya está. ¿Responde eso mejor a tu pregunta?

—Definitivamente ayuda. Creo que sólo me tomó por sorpresa porque ser argumentativo y combativo por lo general no hace que mis compañeros sean felices. Por lo general, esas son cosas negativas. — Jonghyun tocó su mejilla brevemente—. Pero tú también me haces feliz. Lo haces siempre. Admito que, al principio era sólo porque era emocionante tener a alguien tan inteligente como tú en mis clases.

**********

Lo primero que hizo Taemin cuando inclinó la cabeza hacia atrás fue una exhalación, larga e insonora. —Dios, esto se siente bien, —dijo en voz baja.

—Sí,—murmuró Jonghyun, pasando suavemente los dedos por el brazo de Taemin — se siente bien. —Su mirada se lanzó por la habitación, deteniéndose en los pequeños detalles de la vida de Taemin —. ¿Cuándo te mudas para la escuela?

Sus ojos se cerraron. —No me mudo. Me desplazo hasta la universidad. Es más barato.

—No lo es. ¿Cómo es posible que sea más barato que quedarte aquí y conducir todo el trayecto a Daegu? Debes pagar mucho por este departamento.

—Y mudarme cuesta dinero. Pagaría más por el mismo departamento. Si pagara menos, tendría que tener un compañero de cuarto, y eso no va a suceder.

—Hay cosas peores que tener un compañero de cuarto, ¿sabes? Bueno, si no vas a mudarte, ¿qué vas a hacer este verano?

—Fastidiarte. Ayudarte con tus clases y si estas demasiado ocupado, dedicaré más horas a mi trabajo.

—Suena como un horario muy ocupado. ¿Vas a tener tiempo para ir a Seúl conmigo?

Taemin se giró ligeramente, con una suave sorpresa en sus ojos. —¿Cuándo vas a Seúl?

- En aproximadamente un mes. Para el cuatro.

—Oh. —Hizo una pausa, debatiendo claramente algo antes y agregó—: Oh, qué demonios. Mi padre sólo va a darme la lata si voy a su estúpida barbacoa. Me encantaría ir.

—Confía en mí, tendrás más diversión en Seúl de lo que tendrás en la barbacoa de nadie.— Jonghyun estudió el cuerpo tendido de Taemin. Incluso vestido, era totalmente precioso. Parecía extraño que pudiera ser perfectamente feliz simplemente tumbado ahí con Taemin. Sus manos ni siquiera iban a la deriva buscando la cintura de Taemin —. ¿Por qué tu padre te daría la lata?

—Porque eso es lo que hace. Siempre hay algo que puedo hacer un poco mejor. —Se echó hacia atrás con una sonrisa—. Al parecer, no soy ni siquiera lo suficientemente gay. Si lo fuera, sería mucho más activo en las causas de los homosexuales. En realidad me dio una lista de ello.

—Bueno, eso es sin duda diferente, ¿no? Pero imagino que debes ser activo en algunas de las causas. No podrías haber guardado toda esa energía para mi clase.

—Lo soy con unas cuantas. Pero lo creas o no, no lo son todo sobre ser gay. Simplemente te lo he dicho para hacerte enfadar.

—¿Solo por eso?

—Y para ver si podías llegar a admitir que te gustaban los chicos. —Él acarició el dorso de la mano de Jonghyun casi distraídamente—. Podría haberme hecho ilusiones desde el principio.

- Yo diría que fue una ilusión. No creo que alguna vez diera alguna razón para que pensaras que me gustaban los chicos. ¿Cuándo te aseguraste que me gustaban los chicos?

—El segundo año. No fue una sola cosa. Simplemente pensé que no había manera de que te enteraras de que me gustabas si no recibías algo a cambio.

Jonghyun se echó a reír. —¿Y eso tenía que haber sido con algún tipo de satisfacción homosexual?

—El juego sexual comienza con la mente.—Él entrelazó ambas manos y atrajo la de Jonghyun a la boca para pasar la punta de la lengua a lo largo de la palma—. Y llevamos cuatro años con eso. Estaba bastante seguro que daría algún resultado.

Jonghyun se tragó un suave gemido mientras la boca de Taemin se trasladaba a su pulso. —Y ese algo tenía que ser mi fuerza de voluntad. Me alegro que no te estés mudando.

—Yo también, —respondió aspirando ligeramente sobre la piel sensible—. Porque el estar yendo y viniendo para verte descuadraría mis horarios.

Jonghyun cerró los ojos, unos escalofríos corrieron por su brazo. —Ahora que sabemos la verdad. En realidad estaba un poco preocupado por el que estuvieras yendo y viniendo y que eso pudiera romper también mi agenda.

Sintió a Taemin sonreír el momento antes de sentir sus dientes raspar por la base de su pulgar. Su lengua bailó sobre la inclinación antes de deslizarse hacia atrás hasta su brazo de nuevo, esta vez moviéndose un poco más alto.

- Siempre eres bienvenido. Aunque debo advertirte que casi siempre estoy oyendo música.

—¿Por qué necesito una advertencia acerca de la música? No soy tan viejo como para gritarte que apagues la música.

Taemin se quedó quieto y se movió un poco, mirando de nuevo a Jonghyun por encima del hombro. —Sé que he estado bromeando contigo, pero, honestamente, nunca he pensado acerca de que tu edad fuera algo malo. Tú sabes lo excitante que eres, ¿verdad? A la mitad de la escuela les gustaría estar donde estoy en este momento.

—Creo que estás exagerando. ¿A la mitad de la escuela?

—¿Entre estudiantes y profesores? Oh, sí.

—Supongo que debería advertirte que la adulación la conseguirás en todas partes.

Sonriendo suavemente, Taemin se acurrucó más contra su cuerpo, su cálida mejilla contra el pecho de Jonghyun. Era un poco inquietante qué tan bien encajaban entre sí, la naturalidad con la que Taemin se movía para ocupar el espacio que Jonghyun le daba. Cuanto más tiempo pasaban juntos, más fácil era de aceptar.

—Un chico podría acostumbrarse a esto, —dijo Taemin, haciéndose eco de sus pensamientos no expresados—. Siento que me tomara todo esto tan sumamente personal. Perdimos toda una semana de estar juntos.

—Eso está bien. — Jonghyun jugó con el pelo que tapaba la oreja de Taemin —. Es... era probablemente lo mejor. Tuve que pensar sobre algunas cosas.

- ¿Cómo si vale o no la pena involucrarse con un mocoso como yo?

—Yo no lo pondría en esos términos, no. Más como si no quisiera involucrarme con nadie. O si hay algo más entre nosotros que buen sexo.

—Un sexo impresionante —le corrigió Taemin.

—Fantástico, alucinante, un sexo increíble.

—¿Y el hecho de que apareciste en mi puerta con una invitación a cenar a un lujoso restaurante significa que podrías estar listo para algo más?

—Sí —dijo Jonghyun suavemente—. Eso es lo que he querido decir. Creo que estoy listo para tener algo más contigo. Mientras tú dejas de ser un mocoso.

Taemin se rió entre dientes. —Cierto. Porque no te gusta para nada cuando me comporto como un mocoso.

Jonghyun apretó su agarre sobre Taemin. —No. En absoluto. Es desesperante.

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Cuando el mesero colocó sus postres delante de ellos, sus ojos se abrieron. Toda la experiencia había sido increíble, pero esto no era nada como él esperaba. —Cuando dijo manzana crujiente, me esperaba algo como lo que hacía mi tía Jean. —Él hundió la cuchara en el sorbete que venía con la silueta de una manzana crujiente y gimió de placer por la explosión de sabor en su lengua cuando la probó—. Creo que vas a tener que arrastrarme para sacarme de aquí.

—Creo que tienen sillas de ruedas especiales para las personas que son incapaces de caminar por su cuenta después de comer aquí.

A través de sus pestañas, vio la boca de Jonghyun curvarse sobre la cuchara. Su polla había estado dura desde que vio a Jonghyun hundir sus dientes en un pedazo de pichón. Él nunca se había considerado un fetichista de los alimentos antes, pero después de esta noche, iba a tener que reconsiderar esa postura.

—Bueno, en caso de que pierda la capacidad de hablar cuando suceda, esta ha sido la cita más increíble de mi vida. — Taemin sonrió—. Definitivamente valió la pena esperar dos semanas por esto.

Jonghyun lamió un poco de sorbete de la comisura de su boca. —Me alegro de que lo hayas pasado bien. Tuve la sensación de que te encantaría.

Se volvió hacia su postre, combatiendo contra el satisfecho rubor del hielo en su lengua. Ellos se habían visto muchas veces desde la noche que Jonghyun se había presentado en su apartamento, cada noche de esa primera semana, y a continuación, cinco de los últimos siete días. Mientras que el sentido de compañerismo se asentaba con cada encuentro, todo había sido casual y en su mayoría privado, pasando las noches acurrucados delante de la telesión de Jonghyun. Una tarde de vez en cuando paseaban por el parque cerca de la oficina de Jonghyun. Dos desayunos con los que Jonghyun le sorprendió cuando se pasó por su casa con rosquillas y café y esta cena fue la cita más tradicional que habían tenido por el momento.

Estaba disfrutando cada segundo de ella.

**********

El resto del viaje pasó con las mismas bromas ligeras, aunque Taemin trató de evitar que fueran demasiado sexuales. En otras circunstancias, habría sido divertido convencer a Jonghyun que se detuviera, pero esta noche, él los quería en la cama. Cálidos y envueltos el uno alrededor del otro. Ese era su lugar favorito.

Taemin medio esperó que Jonghyun lo aprisionara contra la puerta cerrada y reclamara su boca como había amenazado en el auto. Pero no lo hizo. Mantuvo una distancia casi casta entre ellos mientras abría la puerta y hacía pasar a Taemin al interior. Pero él no se molestó en encender la luz, o pasar por la farsa de ofrecerle a Taemin algo de beber. Jonghyun envolvió sus dedos alrededor de su mano y tiró suavemente de él hacia el dormitorio.

Una de las cosas que amaba de la habitación de Jonghyun era que olía a él. Cuando Taemin le había preguntado al respecto, Jonghyun había admitido que no le gustaba prepararse en el baño. Eso significaba que los olores de su colonia o su desodorante siempre permanecían en el aire. Taemin siempre había querido hacer una pausa como cuando cruzó el umbral y respirar. La única cosa que lo detuvo ahora era saber que todo iba a llegar en cuestión de segundos.

—Esta noche ha sido increíble, —murmuró, dando un paso hacia los brazos de Jonghyun. Le acarició en el cuello y una lenta y caliente lluvia de besos cubrió su mandíbula—. Muchas gracias por esto.

El beso de Taemin era firme y sabroso. Sus brazos enrollados alrededor de la espalda de Jonghyun. Jonghyun se abrió a él, dando la bienvenida a la lengua de Taemin en la boca. Las manos de Taemin estaban inquietas sobre su espalda, tirando del dobladillo de su camiseta hacia arriba. Jonghyun enterró sus dedos en el cabello de Taemin, inhalando los aromas frescos de cítricos y almizcle de su colonia.

Se negó a liberar a Taemin, incluso el tiempo suficiente para retirar la ropa que los separaba. Jonghyun frotó la lengua contra Taemin, reencontrándose con el sabor. El cabello de Taemin era cálido y sedoso entre los dedos.

Tentativamente, Jonghyun rodó sus caderas contra Taemin, satisfecho cuando Taemin empujó contra él. Las manos de Taemin en su camisa se hicieron más insistentes, tratando de sacar el dobladillo a lo largo de la cabeza y los hombros de Jonghyun.

—Vamos, vamos a deshacernos de nuestra ropa, — Taemin murmuró contra la piel de la mandíbula de Jonghyun. —Quiero sentirte contra mí.

A Jonghyun le gustó esa idea. Levantó los brazos para que Taemin le pudiera quitar la tela. Taemin se enredó en su propia camisa cuando ambos trataron de quitarla. La risa se sentía bien. La boca de Taemin estaba de nuevo en Jonghyun. La polla de Jonghyun se hinchó y se endureció. Taemin presionó contra la longitud de su cuerpo y encontró que Jonghyun estaba igualmente duro.

Pasó las palmas de las manos sobre los hombros de Taemin. Jonghyun se sacudió ligeramente cuando los dedos de Taemin rozaron contra su bajo vientre. Se quejó con entusiasmo cuando Taemin le abrió la bragueta de los pantalones vaqueros. Jonghyun frotó sus dos palmas hacia abajo, por el estómago de Taemin, mientras los músculos se tensaron y ondularon por debajo de la piel cálida y suave. Él hizo un trabajo rápido con el cierre de Taemin, deslizando los dedos de una mano en el interior de la mezclilla y algodón.

Cuidando del cabello grueso, Jonghyun encontró la polla de Taemin y la agarró con firmeza. Se tragó el gemido vicioso de Taemin.

Suavemente, Jonghyun sacó la erección de Taemin de su confinamiento. Se retorció en la palma de su mano, dando varios rebotes robustos. Jonghyun la acarició lentamente desde la base hasta la cabeza y hacia atrás de nuevo.

La garganta de Jonghyun apretó. Él iba a tener que mostrar a Taemin que era lo mismo para él. Agarrando la cintura de los pantalones vaqueros de Taemin, Jonghyun los bajó sobre sus caderas. Taemin trabajó frenéticamente a Jonghyun, sus manos chocando y poniéndose en el camino del otro.

Cuando Taemin empujó el algodón de los calzoncillos de Jonghyun hacia abajo de su culo, la polla de Jonghyun saltó libre. Rebotó un par de veces, el aire más frío apretando el escroto de Jonghyun. El breve roce de la piel de Taemin contra la cabeza de la polla de Jonghyun forzó una oleada de sangre en ella. Jonghyun gimió, empujando su erección contra la cadera de Taemin y balanceándose.

Taemin se retiró un poco. Miró hacia abajo entre sus cuerpos humedecidos por el sudor, deslizando sus pollas endurecidas uno contra el otro. Jonghyun bajó la vista, así, con ganas de ver la mano de Taemin en los dos.

La presión era agradable. El deslizamiento de la erección satinada de Taemin contra la suya era tan excitante, Jonghyun jadeó con fuerza a través de los labios entreabiertos. Con una mano, agarró el pelo en la base del cráneo de Taemin. Con la otra, se agarró con fuerza al hombro de Taemin.

—Joder, se siente bien, — susurró Jonghyun. Flexionó sus caderas en un ritmo rápido. La sensación de Taemin contra él después de tanto tiempo fue casi todo lo que necesitaba. Las bolas de Jonghyun ya estaban endureciéndose. Su enrojecido y sensible pene se deslizó contra el púrpura de Taemin, deslizándose dentro y fuera del puño de Taemin.

El ritmo de Jonghyun se volvió más lento cuando Taemin le agarró el culo.

—Suave, suave, suave, — dijo con una sonrisa tranquila, pellizcando la barbilla de Jonghyun. —Si te vienes demasiado rápido, no voy a conseguir mi paseo.

Las palabras de Taemin y el roce de su lengua en la boca de Jonghyun casi le hicieron explotar en ese momento.

—Lo que quieras, — dijo con una voz áspera. —Te daré lo que quieras.

Cuando Taemin dio un paso atrás, la pérdida de su calor provocó un escalofrío a través de Jonghyun. Lo siguió, necesitando a Taemin contra él de nuevo. Jonghyun se envolvió alrededor de la espalda de Taemin, presionando su pene en la hendidura del culo de Taemin mientras tiraba hacia abajo sus pantalones.

Jonghyun los hizo caer a los dos sobre la cama cuando Taemin trató de girarse de nuevo hacia él. La sensación de Taemin retorciéndose contra él, el sonido de su risa ronca, fueron a la cabeza de Jonghyun directamente como un trago de tequila. El cuerpo de Taemin era cálido contra él, trató de presionar tanto de su piel junta como pudo. Jonghyun enterró su cara en el lado del cuello de Taemin e inhaló. La piel caliente, colonia, y el leve almizcle del sudor de Taemin envió una nueva ola de sangre fluyendo a su pene.

Trató de poner a Taemin sobre su espalda para que Jonghyun pudiera empezar a amarlo. Él quería hacer todas las cosas de las que Taemin disfrutaba, sacarlo de su mente con el placer. Taemin se resistió. Ellos forcejearon juguetonamente en la cama, su desnudez deslizándolos uno contra el otro. Su piel se volvió más resbaladiza con su sudor y Jonghyun perdió el control varias veces.

Jonghyun finalmente se rindió. Dejó a Taemin darle la vuelta de espaldas, apoyado en las sábanas de algodón fresco. No pudo ocultar su sonrisa mientras Taemin se deslizó sobre su cuerpo, a caballo entre sus caderas. Jonghyun pasó las manos por los lados de Taemin. Observó cómo Taemin lo observaba con una mirada ardiente. Jonghyun deslizó sus palmas hasta las caderas de Taemin y se sostuvo, anclándose a sí mismo a la solidez de Taemin.

Cuando Taemin se inclinó sobre él para tomar un beso, Jonghyun enroscó los dedos en su cabello. Sus labios se deslizaron húmedos, sus lenguas frotándose agresivamente una contra la otra. La respiración de Taemin estaba caliente contra la mejilla de Jonghyun. Su pecho se movía mientras jadeaba de deseo.

Taemin sorprendió a Jonghyun, agarrando almohadas y apilándolas detrás de la cabeza. Jonghyun se movió obedientemente hacia la cabecera de la cama hasta que estaba casi sentado. Estaba muy cómodo, rodeado de suavidad, con la longitud de Taemin y su cuerpo firme sobre él.

Su agarre en el culo de Taemin era duro y Jonghyun lo utilizó para extenderlo rudamente. Taemin gimió cuando Jonghyun le extendió abierto.

Sus cuerpos se sacudieron juntos cuando Taemin flexionó sus caderas. Los frotis húmedos en el estómago de Jonghyun dejados por el pre semen del pene de Taemin, se enfriaron rápidamente en el aire. La erección de Taemin se deslizó decadentemente contra Jonghyun, haciéndolo temblar de nuevo.

Tirando abierto un cajón lateral, Taemin retiró su botella de lubricante.

—¿Quieres que lo abra? — Jonghyun murmuró contra la mejilla de Taemin.

—Uh huh. — Taemin presionó su mano libre en el pecho de Jonghyun, los dedos curvándose en el músculo.

Retrocediendo lo suficiente para hacer lo que necesitaba, Taemin abrió la botella de lubricante con el pulgar. Jonghyun tendió una mano y Taemin la recubrió con la grasa. Arqueando la espalda, Taemin se apoyó en el pecho de Jonghyun, y sopló contra la concha de su oreja. Movió las manos sin descanso sobre los hombros de Jonghyun y la parte superior de los brazos.

Jonghyun llegó a la cadera de Taemin con su mano lubricada. Con la otra, agarró la mejilla del culo de Taemin, manteniéndola extendida. Jonghyun rodeó el dedo lubricado por el borde del agujero distendido de Taemin. Taemin se retorció en sus brazos y prácticamente ronroneó. Impulsó sus caderas para que su pene se deslizase a lo largo del eje de Jonghyun y su vientre.

—Abrázame, — susurró Jonghyun. Extendió lubricante una vez más a lo largo del borde de Taemin antes de empujar la punta de su dedo en el agujero de Taemin.

Taemin se arqueó hacia arriba, siseando su placer y agarrando los hombros de Jonghyun. Jonghyun tiró de la mejilla del culo de Taemin, sujetando el tramo de su agujero. Sumergió la punta de los dedos en el interior, una vez más, ampliando el agujero de Taemin mientras continuaba lubricándolo.

Jonghyun empujó su dedo más profundo. Dando una vuelta de tuerca, extendió el lubricante dentro del agujero de Taemin. Jonghyun oyó tragar saliva. El estremecimiento de Taemin rodó a través de él y hasta Jonghyun.

El arco en la columna vertebral de Taemin se afiló, su culo agarrando con avidez los dedos de Jonghyun.

Se deslizó fuera y Taemin se balanceó ligeramente. Con un movimiento rápido de su pulgar, Taemin añadió lubricante a dos de los dedos de Jonghyun. No provocó en este momento. Jonghyun tiró del culo de Taemin abierto y empujó dos dedos en él. Taemin se tumbó contra él, jadeante, el pene de Jonghyun atrapado entre sus cuerpos. La erección de Taemin se deslizó a lo largo de Jonghyun, sus ejes deslizándose suavemente hasta que las crestas de sus cabezas chocaron y quedaron atrapadas.

Jonghyun movió sus piernas, presionando sus pies contra el colchón acunando a Taemin contra sus caderas y muslos. Metió dos dedos tan profundamente en el cuerpo de Taemin como podía alcanzar. Jonghyun folló el agujero de Taemin con sus dedos lubricados, acunándolo con su propio cuerpo.

—¿Listo para más? — Preguntó Jonghyun, la voz tensa.

—Uh huh, — respondió Taemin. Se movió hacia atrás, contra los muslos de Jonghyun, en busca de la botella de lubricante.

Con tres dedos lubricados, Jonghyun tiró del culo de Taemin ampliándolo, deslizando los tres dedos dentro de su agujero. Taemin gimió fuerte y largo, su cuerpo tensándose, los músculos de su canal apretando los dedos de Jonghyun. El borde de la apertura de Taemin se flexionó cuando Jonghyun empujó los nudillos contra el músculo estirado.

Taemin puso su cabeza en el hombro de Jonghyun. Dejó su cara pegada a la garganta de Jonghyun mientras jadeaba. Taemin yació pasivo y dispuesto en los brazos de Jonghyun, su culo se extendió y se llenó con los dedos de Jonghyun.

—¿Dijiste que me querías montar? — Preguntó Jonghyun entre respiraciones duras. Necesitaba dar a Taemin todo lo que quisiera esta noche.

—Sí. Mierda sí — dijo Taemin en una exhalación. Se incorporó con languidez, empujando el pecho de Jonghyun y descansando contra sus muslos. Cogió la botella de lubricante una vez más.

Jonghyun observó el claro revestimiento de líquido viscoso en la cabeza de su pene y cómo se deslizaba hacia abajo de su eje, calentado por el calor de su cuerpo. Jonghyun silbó entre dientes por el choque del frío, empujando sus caderas hacia arriba por reflejo. La risa de Taemin se fundió con la suya, calentando el corazón de Jonghyun.

Taemin envolvió sus dedos alrededor de la polla de Jonghyun. Jonghyun apretó la mandíbula, luchando para controlarse. Él quería follar el puño de Taemin. Las bolas de Jonghyun se estiraron y se elevaron, su clímax arremolinándose en el interior de su vientre y desembocando en su ingle. El sonido húmedo del lubricante sobre su erección era ruidoso en la habitación, a pesar de la mezcla de sus respiraciones ásperas. Su oscura y roja cabeza emergió del puño de Taemin, brillante con la grasa. Cuando su pene desapareció en el interior del agarre de Taemin, el calor lo envolvió. El placer era insoportable.

—Está bien, sujétame firme, — dijo Taemin, elevándose hacia delante para colocar el pene de Jonghyun en su agujero.

—Te tengo, — Jonghyun respondió en un susurro ahogado. —Haz lo que necesites. Yo me ocupo de ti. — Él agarró las caderas de Taemin apretadas. No le importaba si dejaba moretones, a Jonghyun le gustaba la idea de Taemin marcado como suyo una vez más.

Los músculos del vientre de Taemin se apretaron, los muslos flexionados cuando se empujó hacia abajo alrededor de la polla de Jonghyun. Su agujero cedió fácilmente, el cuerpo de Taemin abriéndose y tomando a Jonghyun. Una vez que la cabeza de la polla de Jonghyun estaba dentro de él, Taemin soltó su eje y se agarró a los bíceps de Jonghyun con las dos manos. 

Sus oscuros ojos estaban muy abiertos y fijos en Jonghyun. El rostro de Taemin estaba enrojecido, sudor brillaba en la frente y el labio superior. El cabello de Taemin estaba húmedo de sudor, aferrándose a las mejillas y la garganta. Sus rojos labios hinchados de morder se abrieron en un gemido silencioso de éxtasis. El pecho de Taemin jadeaba mientras se quedaba sin aliento.

Jonghyun ajustó su agarre sobre las estrechas caderas de Taemin. Plantó los pies en el colchón, empujando hacia arriba, incluso mientras empujaba a Taemin ligeramente hacia abajo. La expresión de Taemin creció con los párpados pesados mientras sostenía la mirada de Jonghyun, gimiendo cuando las caderas de Jonghyun golpeaban su culo con una palmada tranquila.

El calor de Taemin envolviéndole produjo un cortocircuito en el cerebro de Jonghyun. Hundió sus dientes en el labio inferior, luchando por controlarse. El culo de Taemin era tan apretado alrededor de él. Los músculos de su canal agarraban la polla de Jonghyun, ondulando cada vez que la polla de Jonghyun se deslizaba profundamente dentro.

Taemin deslizó sus manos acunando la cabeza de Jonghyun.

Encontraron su ritmo. Jonghyun clavó los dedos en los firmes músculos del culo de Taemin y tiró, abriendo a Taemin ampliamente. Él empujó hacia arriba duro mientras Taemin empujaba hacia abajo, sus cuerpos uniéndose con un golpe fuerte.

El pecho de Jonghyun se llenó de afecto. Se sentía tan bien, estando muy dentro de Taemin. Observó el rostro de Taemin, en busca de todas las pequeñas señales que significaba que estaba trayendo placer a Taemin. La polla de Jonghyun llegó a lugares íntimos. Taemin se balanceaba contra él, bajando duro en el regazo de Jonghyun. Parecía mirar a Jonghyun tan de cerca, su rubor seguía siendo alto en las mejillas. Los ojos de Taemin brillaban con el placer y el afecto mientras se trabajaba a sí mismo en el eje de Jonghyun.

—¿Se siente bien? — Jonghyun preguntó sin aliento, su creciente vulnerabilidad bajo el intenso escrutinio de Taemin. —¿Lo estoy haciendo bien? ¿Es esto lo que te gusta? — Él sabía que esta era la forma en que a Taemin le gustaba, pero Jonghyun necesitaba escucharlo.

—Sí, lo es, — dijo Taemin, arqueando una sonrisa de complicidad. —Siempre lo es. Siempre lo haces bien.

Liberándolo bruscamente, Taemin sorprendió a Jonghyun. Se agarró al bíceps de Jonghyun de nuevo, inclinándose hacia atrás en su regazo. El ritmo de Jonghyun vaciló cuando Taemin cambió. Mantuvo su agarre en las caderas de Taemin, sin embargo, con la promesa de aferrarse a él y no dejarlo ir.

Taemin se folló vigorosamente sobre la polla de Jonghyun, bajando con fuerza y rodando sus caderas ligeramente. Los ojos de Jonghyun se agrandaron, su boca se abrió mientras dejaba que sus piernas cayeran sobre la cama. Estaba a merced de Taemin ahora. Lo observó, asombrado, mientras Taemin utilizaba el pene de Jonghyun para traerles tanto placer.

Curvándose adelante, Taemin alteró su ángulo. Jonghyun observó los ojos de Taemin perder el foco. La cabeza de la verga de Jonghyun se deslizó a lo largo de la parte delantera del canal de Taemin, empujando su glándula con cada empuje hacia abajo de su cuerpo.

—¿Estás cerca, Taemin? — Preguntó Jonghyun, justo por encima de un susurro. —¿Vas a disfrutar?

—Tú tienes que disfrutar también, — respondió Taemin. Él arqueó su espalda, liberando uno de los bíceps de Jonghyun.

Jonghyun ajustó su agarre, el placer haciéndolo lento. Rodeó la cintura de Taemin, poniendo sus dedos unidos en la espalda baja de Taemin. Taemin se tomó a sí mismo con su mano libre. Él acunó su escroto, presionando su miembro rozando contra su vientre. Taemin se levantó a sí mismo, dando a Jonghyun una visión clara de sus cuerpos unidos.

—Oh, mierda, — dijo Jonghyun con dureza, viendo su brillante polla dentro y fuera del cuerpo apretando y caliente de Taemin.

Taemin tembló mientras montaba la polla de Jonghyun. Sus músculos del muslo tensos cuando se forzó hacia abajo, teniendo la erección de Jonghyun en el interior de sí mismo. El borde del culo de Taemin se extendía alrededor de la anchura de Jonghyun, agarrándolo desesperadamente. Los dedos de Taemin se clavaron en el brazo de Jonghyun. Su otra mano sostenía su propia excitación de forma segura mientras se mecía vigorosamente en la polla de Jonghyun.

Un estremecimiento violento sacudió el cuerpo de Taemin. Sus ojos se cerraron de golpe, la cabeza cayendo hacia atrás en un grito. Su grito lo tomó por sorpresa y Jonghyun miraba con fascinación la garganta vulnerable de Taemin, simplemente pidiendo sentir el aguijón de los dientes de Jonghyun.

—Jesús-jodido-Cristo, — gritó Taemin. —¡No te vayas, Jonghyun! ¡No me dejes!

Cuando las bolas de Jonghyun se apretaron, el agarre de la cintura de Taemin se hizo más fuerte.

—Te tengo. No vas a ninguna parte. — No había ninguna duda en el corazón de Jonghyun acerca de lo que estaban hablando.

Taemin se agarró de pronto su propio pene, su mano un borrón de movimiento. Jonghyun observó con fascinación cómo la mano de Taemin se movió vigorosamente en su eje. Su propio clímax apretó su estómago, derramando el calor en sus bolas.

El culo de Taemin sujetó apretada la polla de Jonghyun. La presión y la fricción arrastraron a Jonghyun hacia el precipicio de su propio placer. El gemido de Taemin se convirtió en un gemido de lamento cuando la primera hebra de su espeso semen estalló desde el extremo de su pene.

El esperma caliente se derramó de la cabeza púrpura, descendiendo sobre los dedos de Taemin, revistiendo su eje. Hebras aterrizaron en el vientre de Taemin y el pecho de Jonghyun.

El olor del esperma de Taemin, el culo ordeñando la polla de Jonghyun, arrastró el clímax de Jonghyun fuera de él. Se aferraron el uno al otro, mientras que Jonghyun derramó su semilla dentro del cuerpo de Taemin.

Ninguno de los dos se movió después. Jonghyun sostuvo a Taemin contra su pecho. Fue divertido cuando Taemin tomó la mano de Jonghyun, colocándola contra el corazón de Taemin.

Jonghyun se quedó en silencio durante un largo rato. Por último, colocó la palma de Taemin sobre su propio corazón.

—Me alegro de que vinieras a buscarme.  

FIN

Notas finales:

Hasta la proxima,

Gracias por leer :)


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