Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

JONGTAE ONE SHOTS (100% LEMON) por Caroand

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Olis, nuevo one-shot.

Enjoy it :)

Lee Taemin estaba nervioso.


Por afuera, no había ninguna razón para estarlo. La fiesta que había organizado para sus vecinos estaba yendo de maravilla. Todo el mundo había amado las carnes y las salchichas, dos personas habían insistido en que les diera la receta de su ramen, mientras que otro no había creído que él mismo había hecho las salchichas de pavo con ajo. Taemin se había reído y bromeado y que no tenía nada más que hacer ahora que su hijo había vuelto con su madre para prepararse para el año escolar, pero su risa le pareció hueca. Iba a extrañar a Jimmin.


No, la ansiedad de Taemin era por otra cosa. A través de sus pestañas, dirigió su mirada hacia su vecino quien estaba descansando en la tumbona, jugando con su botella de cerveza mientras hablaba con la señora de la calle de frente. Kim Jonghyun era tres años mayor que él, y siendo honestos, era su mejor amigo del barrio.


También era gay. Nunca escondió su sexualidad de sus vecinos, pero no lo alardeaba tampoco, lo que hacía a los conservacionistas, el poder aceptarlo en el círculo del vecindario. Taemin estaba consciente de sus dobles estándares, pero no estaban en Seúl, o en Daegu.


Esto era Busan. Las cosas estaban evolucionando, pero había sin duda algunas mejores ciudades en el país para un hombre gay.


Era una de las principales razones por las que Taemin mantenía su propia sexualidad en privado. Había destruido su matrimonio, pero nadie había descubierto la verdad. Ni siquiera Jonghyun, y había visto los peores momentos de Taemin. Le debía mucho.


Y esta noche, finalmente le diría la verdad. Si no se acobardaba.


Mientras el sol se ponía, la gente empezó a retirarse a sus hogares. Taemin terminó de raspar la parrilla y la tapó. Cogió su botella de cerveza vacía y se dirigió hacia el hombre que había estado consumiendo sus pensamientos todo el día.


-¿Me puedes ayudar con las botellas vacías? -Le preguntó, señalando con la cabeza hacia la bolsa al lado de la nevera de bebidas.


Jonghyun apresuradamente terminó de beberse lo último de su cerveza. - Me puedo quedar para terminar de limpiar, si me prometes que regresaré a casa con las salchichas que sobren.


-Solo si me prometes que las comerás tú y no se las darás a Roo. Es un perro maravilloso, pero algo me dice que no va a apreciar lo bien que me salieron.


-No, su paladar no es lo suficientemente refinado como para disfrutarlo - Cogió las cuatro botellas que estaban en la mesa al costado de su silla - ¿Quieres que lo separe para reciclaje?


-Sí, si puedes.


Trabajaron en silencio, pero en amigable cooperación, recogiendo todo lo que parecía abandonado. Taemin se despidió de todos sus invitados que se habían tomado la limpieza como señal de partida. Cuanto más pronto estuvieran solos, más pronto podría sacarse el peso del pecho.


-Todo salió bien, -dijo cuando estuvieron finalmente solos-. ¿No lo crees?


-La mejor comida en la que he estado - Volteó otra botella de cerveza y vertió el contenido restante en la grava al lado del patio con una mueca de disgusto-. Dios, odio cuando la gente hace esto.


-No es tan malo - Taemin hizo un círculo con la cabeza, e hizo una mueca de dolor cuando añadió: -aunque la próxima vez no seré tan terco y dejaré que me ayuden.


-Bien. Te dije que no era sano tratar de hacerlo todo por ti mismo. Prometo mi ensalada de patatas para la próxima. Y soy un campeón en lo que se refiere a cortar sandias, debo añadir.


-Claro, dices eso ahora. ¿No me lo podrías haber dicho hace dos horas cuando casi me corté mi pulgar?


Jonghyun sonrió. - Pero te veías bien, sosteniendo ese enorme cuchillo como si supieras que hacer.


-Ese es el problema. -Le devolvió la sonrisa mientras sostenía la puerta abierta para él-. Creía que lo hacía.


Le siguió hacia el interior, y juntos tiraron lo reciclable en sus respectivos cubos de reciclaje en el cuarto trasero.


-¿En serio tenemos que terminar el trabajo ahora? - Taemin merodeaba la puerta de la cocina, dándole una larga mirada al sillón reclinable de la sala de estar-. Solo quiero descansar un par de minutos.


-Si te sientas ahora, no te levantarás luego. - Jonghyun empezó a abrir y cerrar cajones, para finalmente agarrar una caja de bolsas de basura - ¿No sería más fácil limpiar el desastre ahora?


-Más fácil, sí. Más divertido, no. - Quizás haberle pedido que se quedara fue una mala idea. Habían pasado mucho tiempo junto sin que la verdad hubiera salido a la luz.-. Sabes, no tienes que hacer esto. Me puedo encargar yo. ¿Por qué no vas a casa?


-Sé lo que estás tratando de hacer. Hacerme ir a casa para que puedas tomar una cerveza delante de la televisión. No va a funcionar. - Jonghyun puso lo que quedó de las habas cocidas en el tupper y luego agregó bastantes salchichas-. Esto es mío, por cierto.


-No te lleves todo. Es mi almuerzo por el resto de la semana.


A regañadientes, Taemin se alejó del encanto del reclinable hacia la cocina, más cerca de Jonghyun, más cerca de la tentación. Desde que había hecho su decisión, se le hacía cada vez más difícil solo pasar el tiempo con el hombre mayor. Nadie lo conocía como Jonghyun. Nadie lo hacía sentir tan tranquilo. Pero finalmente la decisión de ser totalmente honesto había cambiado todo ligeramente fuera de su centro.


-. ¿Realmente quieres que me vaya? No me voy a quedar si estás cansado.


-No, no te vayas. -Las palabras salieron antes de si quiera pensarlas. Porque cuando Jonghyun lo veía de esa forma, le quitaba todo el aliento.


-Vas a poder tirarte en tu sillón dentro de muy poco. -Le prometió. Trabajaron en silencio por un par de minutos antes de que Jonghyun le preguntara-: ¿Cómo has estado? Tengo la impresión de que has pasado casi todo el día buscando a Jimmin.


-Lo hice. Olvidé lo grande que es esta casa sin él.


-Va volver en tres meses ¿no? No es mucho tiempo.


-Dos meses y medio. A veces me gustaría haberme mudado a Seúl cuando Seulgi lo hizo. Al menos así hubiera podido ver a Jimmin más seguido.


-Sí, tienes razón. Pero tienes derecho a tener tu propia vida, también. Creo que Jimmin es lo suficientemente mayor como para entender eso. Es un niño bastante inteligente. - Jonghyun sonrió con superioridad-. Debió haberlo heredado de su madre.


Taemin le salpicó con agua jabonosa en respuesta, sonriendo de lado cuando el hombre mayor se volteó para que cayera en su espalda. - Me alegra que no se quede suficiente tiempo como para que lo influyas más. Todo el camino hacia el aeropuerto se la pasó hablando de que ' Jonghyun dijo esto' y ' Jonghyun hizo lo otro'.


-Como dije, es un niño bastante inteligente. Reconoce la sabiduría cuando la escucha. Y afortunadamente, estoy lleno de información e inteligentes ocurrencias. -Tiró varios utensilios en el agua jabonosa-. Me quedaré contigo y te ayudaré a olvidarte de todo.


-De hecho... - Taemin tomó una respiración profunda - hay algo de lo que quería hablar contigo.


-No te vas a mudar a Seúl, ¿verdad?


Parpadeó. - No, por supuesto que no. Solo... no tiene nada que ver con Jimmin. Bueno, a lo mejor de una oscura manera, si cuentas el divorcio.


Jonghyun se secó las manos en sus pantalones y se paró con la cadera contra el mostrador. -¿Qué tiene que ver eso?


-El por qué Seulgi y yo nos divorciamos en primer lugar.


-¿Y quieres hablar de ello conmigo? Está bien. Soy todo oídos.


Otra respiración profunda. Aunque estas no hacían nada para suprimir la sensación explotando en su estómago. - ¿Podemos hacer esto en la sala? - Taemin trató de sonreír; se preguntó si se veía tan forzada como se sentía.


Taemin se limpió las manos en el trapo de la cocina y lo tiró encima del mostrador. Sintió cada uno de los pasos que tomó llegar hasta el sillón, y mientras el sentarse fue un gran alivio, ver que Jonghyun se sentaba en la esquina del sillón más cercano no lo fue.


-Fuiste una gran ayuda durante el divorcio, lo sabes, ¿verdad? -En vez de acostarse contra el respaldar, se inclinó en dirección del otro-. No podría haberlo hecho sin ti.


Jonghyun apoyó su pie derecho en su rodilla y jugó con los cordones de su calzado con un aire ausente. - Bueno, hice lo que pude para ayudar. Lamentaba tener que verte pasar por esa mierda.


-Sí, bueno, bastante de ello fue por mi culpa. Porque no fui honesto con nadie. Ni siquiera contigo, antes que nada, quiero que sepas que lo lamento.


Jonghyun se rio ligeramente. - Me estas asustando. Como si me fueras a preguntar por ayuda para esconder un cuerpo o algo.


La broma era bienvenida, y Taemin soltó una risa concordando. - No, nada como eso. Es más como... Seulgi me dejó porque finalmente le dije que era gay.


Los ojos de Jonghyun se abrieron con asombro. - Luego de once años eso debió de haber sido una gran conmoción.


-Um, sí, conmoción es probablemente un eufemismo. Pero es que estaba... cansado de tener que pretender. Y una vez que el shock pasó, ella se comportó muy bien. Probablemente mejor de lo que merezco.


-¿Por qué no me lo dijiste cuando sucedió? ¿Por qué esperar tanto?


Taemin se sobó la parte de atrás de su cuello. - Porque no quería decírselo a nadie. Ni siquiera Jimmin lo supo hasta este verano. Lo hice solo porque me cansé de que mi vida fuera una mentira fuera donde fuera.


-Y me estás diciendo esto ahora... ¿porque Jimmin lo sabe?


-Te lo digo porque mereces saber la verdad. Porque ahora que no tengo que preocuparme que Jimmin lo descubra accidentalmente, probablemente voy a tratar de salir, de tener algunas citas. Quizás... Aún no lo he decido.


Jonghyun inclinó su cabeza en un ligero asentimiento. - Bueno, sé que puede ser realmente tenebroso saltar al mundo de las citas. Si necesitas ayuda en algo, haré lo que pueda. Te diré dónde están los clubs. La comunidad gay de aquí no es muy grande, así que incluso te puedo decir que chicos debes evitar.


Taemin hizo una mueca. -¡Dios! Clubs. ¿No soy muy viejo para eso?


-¿Demasiado viejo para ir a bailar y divertirte? No creo que eso sea posible. Además, hay clubs que proveen un ambiente para la gente mayor. Te apuesto a que no sabías eso. ¿Ves? Me necesitas.


Algo recorrió sus venas por la forma en la que Jonghyun dijo lo último. - Está bien. Eres mis ruedas de entrenamiento gay ahora.


-Todo el mundo debería ser lo suficientemente afortunado como para tenerme como sus ruedas de entrenamiento gay. - Jonghyun inclinó su cabeza pensativo-. ¿Cuándo fue la última vez que tuviste una... cita?


-¿Nunca me hace sonar patético? -Se retorció ante la intensa mirada del otro-. Nunca he tenido una cita real. He tenido un par de enganches antes de conocer a Seulgi, pero eso es todo.


-Oh, no, yo no diría que es patético. Un poco triste, a lo mejor. Quiero decir, ¿eso significa que has vivido básicamente como un monje? - Jonghyun dijo lo último con una aguda pizca de horror.


Se rio. - Bueno, no creo que los monjes tengan acceso a la pornografía en internet. Pero sí, eso significa que no he estado con otro hombre desde Seulgi. - Se sentía ligeramente mejor acerca de hablar con Jonghyun.


-¿Cuánto es eso? ¿Quince años? - Jonghyun se quedó boquiabierto-. Eso es... wow. Supongo que el acceso instantáneo al porno ayuda, pero, aun así.


-Nunca tuve las agallas para admitir que realmente estaba interesado en los chicos además de para el sexo ocasional, así que siempre salía con chicas. De hecho, salir con Seulgi fue realmente fácil porque ella era gentil con todo. No le importó si no tuvimos sexo de inmediato. Nos graduamos y.... simplemente parecía que el matrimonio era el siguiente paso.


-Te preguntaría si te arrepientes de la decisión, pero dudo que te arrepientas de la opción que te llevó a Jimmin.


-No, no me arrepiento de nada. Y honestamente, Seulgi y yo éramos muy felices mientras no pensara en lo que me faltaba.


-Pero... No comprendo. Fuiste sincero con ella porque estabas cansado de vivir una mentira, ¿pero no has tenido ni una sola cita desde el divorcio? Taemin, eso ha sido hace mucho. ¿A qué esperas?


Un lento rubor reptó por sus mejillas. - Solo han sido tres años desde el divorcio. ¿Y cómo voy a empezar a salir a citas antes de decirle a Jimmin? Lo pudo haber descubierto en una de sus visitas, y luego esa charla hubiera sido más incómoda de lo que fue.


-Él solo está un par de meses al año, -apuntó Jonghyun gentilmente-. Entiendo que no lo quieras hacer mientras está aquí, pero... con todo respeto, pero me suena como una excusa.


Suspiró. - Sí, a lo mejor. Solo... Aún no sé cómo hacer esto. Nadie en el banco es gay. Al menos, eso creo. Y he visto algunos sitios de citas por internet, pero se siente un poco escalofriante.


Jonghyun resplandeció. - Bueno, me conoces. Y si hay algo en lo que soy bueno, es en conseguir citas. -Su sonrisa se desvaneció un poco-. No sé si eso es algo de lo que sentirse orgulloso. Pero mi punto es que puedo ayudar. Y lo haré.


-Quieres que vaya a un club. -Negó con la cabeza-. No creo que pueda hacer eso aún. ¿Hay una bonita y tranquila tienda de libros gay o algo así a la que pueda ir?


-¿Tienda de libros gay? A lo mejor el Log, si quieres ir por esa ruta. Pero quiero que sepas, que los clubs no son tan malos. Hay más hombres alrededor, y no todos están llenos de twinks y música ruidosa.


-¿Cómo conoces tú a los chicos? -Preguntó en cambio.


-Depende de lo que busco. Si solo necesito acostarme, reviso los sitios de citas. Los novios que he tenido los encontré a través de la universidad, o por el amigo de un amigo, un club una vez, e incluso hubo una vez en un supermercado. Tú sabes, lugares normales.


-Por supuesto, no te es demasiado difícil. Mírate. Probablemente caigan a tus pies.


Jonghyun se miró, como si no entendiera lo que le decía. - No creo que haya nada especial en mí.


Taemin esperó una broma al final de la respuesta, pero cuando no llegó, cuando se dio cuenta que Jonghyun iba en serio, sus cejas de fruncieron. - ¿Me estás vacilando? No necesitas que te diga lo sexy que eres ¿verdad? -S e rio ante lo absurdo que era la situación - Si no fueras mi mejor amigo en todo el vecindario, hubiera tratado de salir contigo apenas Seulgi se hubiera mudado.


Jonghyun parpadeó. - Oh, bueno. No tenía ni idea... Quiero decir, no creo que vayas a tener problemas en que los chicos caigan a tus pies. Estoy seguro.


Hizo un gesto despreciativo con la mano. - Eso es porque eres mi amigo. Estás entrenado para ignorar lo socialmente inepto que soy.


-No eres socialmente inepto. Además, si hablamos de apariencias... sí, no vas a tener problemas. Ya que aparentemente es hora de confesiones, lo admitiré, te... noté la primera vez que nos conocimos.


Su polla se revolvió, despierta por la mezcla de la declaración de la intensidad en la mirada del otro hombre. Sus ojos se veían incluso más brillantes, solo concentrado en el momento. Ese era el poder real que tenía. La habilidad de eliminar todo a excepción de él y de los alrededores más cercanos.


-¿Sabías que era gay? - Eso explicaría porque lo había aceptado con tanta facilidad.


-No lo sabía. Pero a veces sospechaba.


Sus ojos se abrieron con repentina alarma. - En mi defensa, tienes un muy buen trasero.


Jonghyun se rio entre dientes. -Me han dicho eso antes, pero siempre aprecio que alguien me revise. - Jonghyun se puso serio-. A parte de mí, Seulgi y Jimmin, ¿alguien más lo sabe?


-Le dije a mi hermana después del divorcio. Y mi madre lo descubrió la primavera pasada cuando decidí que Jimmin era lo suficientemente mayor como para saberlo. -S e encogió de hombros-. Aparte de ellos, nadie más. No he salido en el trabajo, y... no hay nadie más en quién confíe lo suficiente como para decirle.


Jonghyun se inclinó y le dio un apretón en su rodilla. - Gracias por confiar en mí.


Devolverle la sonrisa fue infinitamente más fácil que cuando se sentaron. -Gracias por hacerlo fácil.


******************************************************************************


No pasó mucho tiempo para que llegaran al Log. Cuando Jonghyun entró en el estacionamiento, Taemin se preguntó si se iba a sentir diferente de la última vez que entró. Para ser honesto, nunca había pensado en ella como una tiende gay, aunque sabía que era muy vocal y abierta acerca del tipo de personas que admitían.


- Así que, ¿cómo funciona? -Preguntó mientras caminaban desde el estacionamiento a la parte delantera de la tienda.


- Este es mi viaje mensual a la librería, así que voy a recoger un par de cosas. Vas a caminar por la tienda y ves si hay algo que quieras, libros u otra cosa. Y luego te presentas al afortunado.


El pánico comenzó a empujar la emoción que había estado sintiendo todo el viaje, empezando a dudar incluso antes de llegar a la puerta. - ¿Y si el chico que me gusta es heterosexual? ¿Cómo se supone que sepa la diferencia? No quiero hacer una escena si me equivoco.


- No le ofrezcas mamársela en mitad del pasillo y no será un problema. - Cuando Taemin no se rió, Jonghyun le apretó el hombro ligeramente - Si el tipo con el que hablas es hetero, te dejará saber que no está interesado. Los intolerantes no vienen a comprar aquí, ¿bien? Taemin resopló. -Correcto.


Como siempre, la tienda les dio la bienvenida como un viejo amigo perdido hace mucho tiempo, cálido y acogedor. Taemin dudó cerca del estante de gangas que estaba en la parte delantera. Con esta cantidad de gente, por lo menos sus probabilidades habían aumentado. Solo necesitaba averiguar dónde empezar primero.


Jonghyun le sonrió alentadoramente. - Estarás bien. Voy a empezar en la sección de misterio y seguiré desde ahí, así que, si me necesitas, sabes dónde estoy.


- Misterio. Lo tengo. -Observó a Jonghyun irse, su sonrisa de desvaneció - Estoy tan jodido, -murmuró.


A medida que le daba la vuelta a la parte frontal de la tienda, se dio cuenta de que no podía concentrarse en una sola persona.


En el asiento enfrente de los periódicos, un hermoso hombre con unos músculos para matar estaba hojeando una revista de automóviles, y por una fracción de segundo, se detuvo a verlo. Ni en un millón de años se acercaría a un tipo como él, pero por primera vez desde su decisión, la idea de conformarse con el sexo rápido y sucio no sonaba tan mal. Apartó la mirada y se acercó a la sección de viajes.


- Así que, ¿cuándo te vas a Europa? - Preguntó una voz profunda desde la izquierda.


Taemin levantó la vista para ver quién estaba hablando con él y casi dio un respingo. Ojos color negro brillaban desde debajo de unas cejas oscuras. Llevaba el pelo corto, pero el suéter casual y los rastrojos quitaban lo afilado de su apariencia. Era más alto que él, y definitivamente estaba en mejor forma. Apuesto ni siquiera comenzaba a describirlo.


- Desearía ir, -pudo decir - pero olvidé mi francés de secundaria hace años, así que por ahora...-Movió el libro que estaba hojeando-. Vivo soñando.


- Sí, sé lo que quieres decir. Este... -cogió un libro que tenía fotografías del mediterráneo- es realmente mi favorito. Ni siquiera tienes que saber francés o italiano para disfrutarlo.


Inclinó la cabeza para verlo mientras lo hojeaba. Los dedos del otro eran largos y fuertes, como el resto de su cuerpo. - ¿Así que ya has ido?


- Sí, es una pena que nunca hayas ido. - Levantó la vista del libro y lo miró fijamente a los ojos-. Creo que te verías muy bien tomando el sol en la playa. Soy Minho, por cierto.


- Taemin. - Su cerebro se quedó atascado con el cumplido, le dio una sonrisa sincera de satisfacción, pero sorprendida-. Y gracias. No creo que te haya visto por aquí antes. Eres el tipo de persona que sin duda recordaría.


- Oh, no vengo aquí muy a menudo. Vine con mi hermana de hecho. - Minho le dirigió una sonrisa encantadora - La pobre piensa que estuve de acuerdo porque quiero mejorar como persona, sea lo que sea eso.


Aunque sonrió junto a Minho, la voz de incredulidad susurrando en la parte de atrás de su cabeza no se callaba.


Miró a su alrededor de la manera más casual que pudo, pero incluso si Jonghyun estaba cerca, no lo podía ver. - De hecho, estoy con un amigo, pero parece que aún está entretenido mirando por ahí, ¿qué dices si vamos por un café o algo?


- Estaba pensando en cuánto me gustaría un café. - Dijo Minho, poniendo de vuelta el libro en su lugar-. Tu amigo no se va a molestar si vamos sin él, ¿verdad?


- Oh, no. En realidad, solo es un amigo. -aclaró poniendo lo último entre comillas con sus dedos.


Caminaron juntos hacia la cafetería, tomando su lugar en la línea. Su corazón golpeaba en su pecho. Lo estaba haciendo. Era todo. Le había pedido un café a un tipo con el único propósito de llegarse a conocer en un nivel más íntimo, y lo había hecho en público.


- ¿En qué trabajas? -Preguntó mientras esperaban su turno.


- Por terrible que suene, soy mesero. Aunque el trabajo en sí no es tan malo. Trabajo en The Dive. 


Su boca se abrió con asombro. - ¿The Dive? Amo ese lugar.


Minho sonrió. - Cuando me dieron la oportunidad de trabajar allí, salté, solo para tener una excusa para cenar allí cada noche.


- Oh, Dios mío, creo que subiría veinte kilos si comiera ahí cada noche. Nunca sé cuándo parar. - Solo debes tener un buen régimen de ejercicios para quemar las calorías. El chef Hay y yo somos bastante cercanos. Tal vez podría conseguir la receta para ti.


Taemin arrastró los pies hacia la derecha, siguiendo la línea, pero sin apartar la vista de Minho. - La única manera en la que te dejaría hacer algo así por mí es si me dejas cocinarte. -Su boca parecía haber desarrollado una mente propia-. En serio, la consigues y tenemos una cita. En mi casa, puedes elegir el postre.


- Diablos, si es así, también me consigo la receta del mousse de triple chocolate. Supongo que antes de aceptar ir a tu casa, debo conocerte un poco más. En qué trabajas, cuál es tu película favorita, si me dejarías devolverte el favor algún día, ese tipo de cosas.


Contó sus respuestas con los dedos. - En el banco. Haciendo préstamos comerciales. Los imperdonables. Y si devolverme el favor significaría ponerme en tus manos, puedes apostar a que lo haría. - Su audacia le sorprendió hasta a él mismo, pero se sentía demasiado bien para parar - En serio que cocino bien, tomé un par de clases hace unos años, y resulta que soy bueno en ello.


- Increíble, siempre es agradable encontrarse con compañeros gourmets. - Finalmente, llegaron a la barra y Minho sacó su billetera del bolsillo -. Yo pago.


Se sentía como un idiota sonriente mientras ordenaban sus bebidas. Quería buscar a Jonghyun, arrastrarlo con el magnífico tipo con el que acababa de arreglar una cita y gritar. Pero eso sería ir demasiado lejos, y Jonghyun no lo dejaría vivir por haberse preocupado tanto, pero aun así, el deseo de compartir sus logros no se disipó, incluso después de coger sus bebidas y sentarse en la mesa de la esquina.


******************************************************************************


Abrió la tercera botella. - Estás muy determinado a que me acueste con él, sin importar qué es lo que suceda en la cita, ¿no es así?


- ¿Si yo estoy determinado a que te acuestes con él? ¿Quién es que arregló esta cita? Tú. ¿Quién va a tener una íntima y romántica cita en la comodidad de su propia casa? Tú. Me parece que todas tus protestas deben ir en lado contrario, estás muy entusiasmado con la idea de echar un polvo.


Cuando Jonghyun lo decía, se escuchaba muy mal. - Solo quería esto porque pensé que así lo iba a controlar mejor. -La mirada inquebrantable de su amigo le obligó a confesar-. ¿Espero que pase algo? Sí, supongo que sí. ¿Estoy aterrorizado de ello de todos modos? Oh, puedes apostarlo. Ni siquiera he besado a otro hombre en un año, Jonghyun. Algo me dice que Minho va a esperar algo más que un beso.


- ¿Y qué si lo hace? - Jonghyun inclinó la botella recién abierta, vertió el vino justo en la parte superior de la copa - Sé que me dijiste que no quieres sólo sexo sin sentido. Y no sé por qué no quieres una serie de aventuras amorosas. Pero no puedes decirme que no deseas que alguien te toque, que no estás hambriento de tacto.


- Oh, lo quiero. No he dejado de pensarlo desde que decidí salir del closet.


- ¿De qué tienes miedo? ¿De equivocarte?


- ¿Honestamente? - Vació su copa. Hacía demasiado calor en la casa - Que termine antes de que siquiera empiece porque estoy demasiado emocionado.


- Después de ver a Minho, no te puedo culpar por los nervios. - Jonghyun se pasó la lengua por los labios, su rostro parecía sonrojado - Puedes encontrar la manera de solucionarlo.


- ¿Te refieres a masturbarme antes de la cita? - Taemin negó con la cabeza - Ya lo hice.


Jonghyun abrió y cerró la boca, y regresó a su vino - ¿Has estado masturbándote durante las últimas dos semanas para prepararte para tu cita?


- No, me he estado masturbando desde que decidí que iba a venir limpio contigo.


Jonghyun giró la silla para encarar a Taemin completamente, doblando su pie debajo de su rodilla para que pudiera caber con mayor comodidad. Taemin frunció el ceño, pero no se movió, o paró al otro hombre de sostener la parte de atrás de su cuello. Sus dedos casi se sentían fríos contra su sonrojada piel. Jonghyun se inclinó hacia adelante, su cara estaba a centímetros de tocar la suya cuando paró.


- Deberías pararme.


- Por Minho.


- No, aún no es tu novio. Pero si te beso, probablemente voy a querer besarte de nuevo. Y de nuevo.


Sintió un nudo en la garganta. - Has tomado tu vino demasiado rápido.


-Sí, a lo mejor. Pero no cambia lo que he dicho.


- Eres mi mejor amigo. -Por alguna razón, sentía como que eso debía hacer una diferencia.


- Quizás es por eso que te quiero besar hasta dejarte sin sentido ahora mismo. Quizás es eso y el vino.


Taemin lo podía oler. Y la colonia que a Jonghyun le gustaba, estaban combinadas en un cóctel que le hacía agua la boca, y tuvo que tragarlo antes de que hiciera algo estúpido.


En cambio, solo dijo algo estúpido.


- La mitad del tiempo que me masturbo, no es porque esté pensando en Minho - confesó.


Jonghyun contuvo el aliento solo un segundo antes de presionar su boca contra la suya. No dudó en entreabrir los labios cuando sintió la punta de la lengua del otro delinearlos. Tan pronto como lo hizo, Jonghyun invadió su boca y le pareció saborear las especias embriagadoras y el vino.


Hacía mucho tiempo que no había besado a nadie, mucho menos a un hombre. A Seulgi le había gustado los besos, y había sido capaz de fingir suficiente interés como para mantenerla satisfecha, pero esto, esto era diferente. Por un lado, el rastrojo. El suave y espinoso rastrojo, que podía imaginar corriendo por cada pulgada de su desnudo cuerpo. Rodeados por el rastrojo, firmes y determinados labios que sabían exactamente lo que querían, y exactamente cómo lo iban a tomar.


Nunca antes se había sentido tan bien. O así de correcto. Tan caliente, húmedo, hambriento, todo al mismo tiempo.


Hizo un ruido de queja. Tentativamente, su mano se deslizó sobre el pecho de Jonghyun, sus nudillos rozaban su camino hacia el abierto cuello y la piel desnuda. Su calor le sorprendió. Todo en esta noche le estaba sorprendiendo.


Se sentía como si el beso no tuviera fin. Ambos hicieron una pausa de vez en cuando para poder tomar aire, pero nunca se detuvieron más de un segundo o dos. Jonghyun no solo era hambriento, era insaciable. Pero su nivel de deseo era igualado por el de Taemin, y cada vez que profundizaba la exploración en la boca del otro, Taemin gemía dándole más ánimos.


- ¿Podemos movernos? -Preguntó Jonghyun contra sus labios.


La pregunta lo sacudió por un momento, recordando que todavía estaban sentados en la mesa del comedor, todavía había comida en sus platos que aún no se habían terminado. Tragó saliva y se pasó la lengua por el labio inferior hinchado, su piel se calentó aún más cuando Jonghyun rastreó con los ojos el simple movimiento de principio a fin.


- ¿Por qué estamos haciendo esto?


- Porque se siente bien. Porque es divertido. Porque yo también he estado fantaseando sobre esto. - Jonghyun puntuó cada explicación con un beso largo, diseñado para volver a lo que estaban haciendo antes, estaba seguro.


Se sentía bien. Y diversión no lo lograba explicar bien. Y si Jonghyun también había estado fantaseando...


Cortó las ramificaciones de sus pensamientos al comenzar otro beso. Y si no podía confiar en divertirse con Jonghyun, entonces, ¿cómo creía que podía hacerlo con un desconocido?


Cogió en un puño la parte delantera de la camisa de Jonghyun. Acercó su silla sin romper el beso. Tiró de Jonghyun para estar más cerca hasta que sus cuerpos se estrellaron juntos. Casi aulló cuando sintió la erección de Jonghyun frotarse contra su muslo, pero se tragó cualquier abismo de sorpresa en los gemidos de satisfacción cuando Jonghyun lo envolvió con sus brazos e inmediatamente palmeó su trasero.


No estaba seguro de que fue lo que lo impulsó, pero pronto ambos estuvieron de pie, y se enredaron cuando Jonghyun lo empujó contra la pared. Giró sus caderas, moliendo su polla contra su muslo hasta que le respondió con el mismo movimiento. Jonghyun gimió, sus dedos lo apretaban, su lengua era cada vez más exigente.


En sus fantasías, nunca había pensado en Jonghyun tan asertivo. O así mismo tan impotente. Pero cada empujón de su cuerpo solo hacía que doliera por más, cada hambrienta estocada, barrida y pellizco a lo largo de su carne sólo le hacía palpitar. Taemin agarró a Jonghyun con desesperación, necesitaba la fuerza del otro hombre para sostenerse, jadeó cuando sintió los calientes dedos en la desnuda piel de su espalda. No había sentido sus manos deslizándose por debajo de su camisa.


Jonghyun sonrió contra su boca antes de murmurar: - A este ritmo, no vamos a salir nunca del comedor.


- Tú eres el que comenzó. -Se forzó a separarse de los labios del otro, pero era demasiado para manejar, no con Jonghyun mirándolo como si fuera el postre - No... no puedo pensar cuando me besas de esa manera.


- Eso es justo. Porque yo tampoco puedo pensar cuando te beso así.


Jonghyun tomó la mano de Taemin y lo apartó de la pared. No se había dado cuenta de lo débil que sus piernas se sentían hasta que ya no estuvo apoyado en la pared con el peso sólido del cuerpo de Jonghyun para mantenerlo en su lugar. Fue conducido hasta la sala de estar, pero apenas tuvo tiempo para sentarse en el sofá antes de que se estuvieran besando, de nuevo.


Sin romper el contacto con esos deliciosos labios, tiró del otro hasta que cayó encima de él en la esquina del sofá. No quería distraerse con la sensación de mareos que cada roce de la lengua del otro le producía. Quería el firme peso de Jonghyun contra el suyo, un recordatorio de su excitación completa, el roce de su polla contra la del otro hacía sus bolas doler. Habían sido demasiados años desde que experimentó un contacto tan directo, y nunca se sintió así, nunca tan caliente y embriagador como Jonghyun lo hacía sentir. El hambre podía hacerle eso a un tipo, supuso. O la necesidad.


Jonghyun rompió el beso lo suficiente como para quitarle la camisa, desabotonándola y empujándola hacia abajo. Pasó sus manos por su pecho desnudo, sus dedos rozaban ambos pezones hasta que estuvieron duros. Agarró la camisa de Jonghyun y lo atrajo para otro beso, trabajando en los botones con dedos temblorosos mientras sondeaba la boca del otro con la lengua. Pronto piel se encontró con piel.


Se estremeció. No porque sintiera frío. Si no porque una pieza que había desaparecido desde antes de la partida de Seulgi había hecho clic en su lugar.


Aunque Jonghyun protestara, apartó su boca, lamiendo a lo largo de su mandíbula hasta que todas y cada una de sus papilas gustativas explotó. En un capricho, hundió los dientes en la piel del cuello del otro, y sintió más que oyó el gruñido de respuesta.


Ambos se enredaron con las cremalleras del otro, pero Jonghyun fue el primero que la abrió y empujó el material para agarrar su miembro. Se puso rígido, sorpresa y placer rodaron por su columna vertebral. El agarre de Jonghyun era firme, sus dedos eran un poco ásperos, un poco cortante. Cuando lo acariciaba, se sacudía, sentía como cien corrientes eléctricas fluían por su cuerpo a la vez.


- ¿Recuerdas lo que dije acerca de terminar antes de que realmente comencemos? -Dijo con voz áspera. En un intento desesperado por distraerse de las increíbles sensaciones, redobló sus esfuerzos para llegar a la polla del otro hombre, arañando el estómago de Jonghyun en el proceso. Sólo cuando finalmente envolvió su mano alrededor del eje de acero fue capaz de exhalar correctamente-. Dios, si hubiera sabido que se sentiría tan bien, hubiera encontrado la manera de saltar encima de ti hace tres años.


Jonghyun se estremeció. - No habría sido difícil. ' Jonghyun, quiero saltar encima tuyo' hubiera sido suficiente. Te voy a enseñar cómo funciona. - Se echó para atrás para poder clavarle la mirada con sus oscuros ojos - Taemin, quiero chuparte la polla.


Su mano temblaba cuando pasó por el pecho de Jonghyun -Sí, por favor, -susurró. Tragó saliva-. Y luego déjame hacer lo mismo por ti.


Jonghyun le sonrió antes de desliarse por su cuerpo hasta sus rodillas, llevándose los jeans con él.


Agachó la cabeza y ya no pudo ver el deseo bruto en su rostro o en sus ojos, pero lo recompensó cuando Jonghyun respiró hondo y chupó la corona de Taemin entre sus labios. Su cabeza cayó hacia atrás, y sus ojos se cerraron mientras Jonghyun guiaba su longitud más profundo en su boca, a un ritmo lento. Los rastrojos rozaron su suave piel y los fuertes dedos de Jonghyun lo mantuvieron en su lugar.


La mano de Jonghyun había sido un aperitivo que palidecía en comparación con la succión caliente de su boca. Arañó el hombro del otro, tratando de no luchar contra el agarre de Jonghyun. Era difícil, tal vez lo más difícil que jamás había hecho. No recordaba que alguna boca hubiera sido tan caliente, o que alguna lengua se burlara de la misma manera que Jonghyun lo hacía.


- Dios... Jonghyun... - Quería decirle lo bien que se sentía. Quería decirle que nunca antes había experimentado algo como esto antes, que no quería que parara, algo que transmitiera lo que en este momento estaba sintiendo su cuerpo. Pero las pocas palabras se le escaparon en un jadeo. Lo mejor que puedo hacer fue levantar la mano para acunar la mejilla de Jonghyun y sostener un lado de su rostro.


La otra mano de Jonghyun estaba tan ocupada como su boca. Hizo un recorrido sobre su estómago, sus muslos, sus bolas, y estaba lejos de ser suave. Le raspaba, apretaba, y en ocasiones en realidad podría producirle moretones. Pero nada realmente le dolía. Solo servía como un asombroso contraste entre la suave boca de Jonghyun, la caliente succión alrededor de su longitud y los gemidos que vibraban a través de su piel.


Todo estaba inundado con el deseo. Desde las plantas de sus pies, a sus bolas apretadas, a su cuello, que se había puesto de piel de gallina desde el segundo que la lengua de Jonghyun tocó su polla. Estaba envuelto en fuego, no sabía dónde terminaba y dónde Jonghyun comenzaba. Quería sentir esos labios en la base de su pene. Quería sentir esos rastrojos rascándole las bolas. 


Debió haber expresado su deseo, o tal vez era que Jonghyun podía entender su deseo sin necesidad de decirlo. De cualquier manera, no pasó mucho tiempo hasta que se hizo realidad. Su garganta se cerró alrededor de la polla de Taemin, contrayéndose cada vez que Jonghyun tragaba. Lo sostuvo por un imposiblemente largo tiempo, dándole la oportunidad para conocer a fondo el calor y la presión de su garganta.


Cuando se retiró, los dos estaban sin aliento. Luego Jonghyun volvió a bajar y Taemin perdió el control sobre sus pulmones, el mundo se puso rojo cuando el pasaje se contrajo contra su polla de nuevo.


Gritó. Su cuerpo se apartó del sofá, como si en realidad fuera posible adentrarse más en la boca de Jonghyun, y su orgasmo irradió a través de él, ola tras ola de calor se disparó en la garganta del otro hombre. Cuando Jonghyun tragó su corrida, las sensaciones solo se intensificaron. Nunca nada se había sentido así de bien. Se lo había estado negando a sí mismo. Pero nunca más. Se prometió en ese momento.


Jonghyun no liberó a su polla antes de captar cada gota. Se sentía sin huesos, como si simplemente pudiera fundirse en el sofá. Pero debajo de su satisfacción había un nuevo hambre - quería probar la salada piel del otro, sentir el peso de su polla contra su lengua-. Le sorprendió cuando Jonghyun se puso de pie y dio un paso hacia atrás, fuera de su alcance.


Le recorrió con la mirada. Su piel estaba enrojecida, tenía la camisa colgando, abierta, y revelaba un cuerpo firme y musculoso. Sus pantalones estaban abiertos también, y el líquido claro y brillante en la punta de su hermosa polla le hacía la boca agua.


- ¿Quieres ir a mi cuarto? - de alguna manera encontró fuerzas para medio levantarse, pero ese simple movimiento hizo a Jonghyun dar un paso más lejos - ¿Qué pasa?


- Lo... lo siento. - Jonghyun se subió la cremallera de sus pantalones, pero ignoró su camisa - No debería haber... debería irme.


El pánico sustituyó la satisfacción profunda en sus entrañas. - ¿Qué? ¿Por qué? ¿Hice algo mal?


- No. Pero estoy bastante seguro que me he equivocado.


Jonghyun se movía cada vez más cerca de la puerta.


Se puso de pie y casi inmediatamente se tropezó con sus pantalones. - No, fue increíble. No tienes ni idea...


- Eres increíble, Taemin. Pero aun así no debí... - Se frotó la frente - Creo que esto va a ser más fácil de hablar cuando mi cabeza no sea un desastre.


- ¿Y por qué ello significa que te tienes que ir? - Buscó sus pantalones, subiéndolos de modo que no había tanta piel expuesta - No se suponía que esto debía alejarte.


- Sé que no. Pero... necesitas que sea un amigo. No un imbécil que se aprovecha de la situación.


- No eres un imbécil.


Jonghyun resopló. - Si no lo soy ahora, lo seré si me quedo. Hablamos de esto más tarde, cuando haya menos vino involucrado y menos... todo.


Taemin no podía moverse mientras Jonghyun se dirigía a la puerta. La decepción sabía amarga. Claramente, Jonghyun tenía remordimientos, y el hecho de que ni siquiera quería quedarse el tiempo suficiente como para que pudiera devolverle el favor lo decía todo. La idea le revolvió el estómago, cruzó sus brazos por encima en un intento vano de calmarlo.


- Está bien, - concordó. ¿Qué más se suponía que debía hacer? -. Tal vez te llame mañana por la noche, después de la cita con Minho. Para decirte como fue.


Jonghyun abrió la puerta delantera. - Sí. No voy a salir o hacer algo mañana por la noche. Buena suerte con... todo.


Y luego se fue. Pero Taemin pensó en la expresión del rostro de Jonghyun mucho después de haber terminado de limpiar e irse a la cama.


******************************************************************************


Lo único que le impidió cerrar la puerta y fingir que no estaba en casa para su cita con Minho era el hecho de que la comida le había salido bastante bien.


Casi no había dormido después de lo acontecido con Jonghyun. Seguía reproduciendo el momento una y otra vez en su mente, preguntándose que había hecho para arruinarlo. Jonghyun había sido tan convincente. Así que, ¿dónde había estado el error? Habían expresado ambos el mutuo deseo de hacerlo desde que salió del armario. Ambos eran hombres adultos. Sabían lo que iba a pasar antes de moverse del comedor. Sus temores de arruinar su amistad no debieron haber sido un factor porque Taemin no tuvo oportunidad de devolver el favor.


No podía entenderlo. Lo único que se le ocurría era que a lo mejor Jonghyun se había dado cuenta de que no era tan satisfactorio o emocionante como lo había soñado. Era prácticamente un virgen en muchos sentidos. Y los vírgenes solo eran deseados en los cuentos de hadas.


Sus insuficiencias obviamente habían sido suficientes como para obligar a Jonghyun a pasar de un orgasmo, aunque no se escapó de su atención que lo más cercano que había estado de chupar a otro hombre había sido cuando mordió su cuello.


Cuando escuchó que tocaron la puerta, casi deja caer el vino que había estado sirviendo. Ni siquiera tenía ganas de beber después de lo que pasó la otra noche. Pero un plan era un plan, e iba a tener esta cita, de una manera u otra.


Había esperado encontrarse con la encantadora sonrisa de Minho, no los ojos cafés de Jonghyun y un ceño fruncido. - Minho todavía no llega ¿verdad?


Sacudió su sorpresa con un: - No, no, todavía no. -Abrió más la puerta, aunque no sabía si eso era invitar al desastre - Pasa.


- Bien, porque quería hablar contigo antes de que llegue. Y si tuviera que esperar hasta después de la cita, probablemente pierda los nervios.


El pánico que lo había asolado por la salida apresurada de Jonghyun la otra noche regresó. Iba a tener la explicación que no quería oír. Por la forma en que Jonghyun evitaba mirarlo a los ojos, no iba a ser nada bueno.


- Lo que quieras. -Tomó un medio paso hacia la cocina y se detuvo - Imagino que ofrecerte una copa de vino es mala idea, ¿eh?


- Tal vez después. El vino no se lleva bien con mi cabeza, al parecer. - Se pasó la mano por el pelo, viéndose distraído y más incómodo de lo que alguna vez le había visto - Mira, sé que no quiero que tengas esta cita con Minho. No quiero que lo veas en absoluto. Me hubiera gustado que no lo hubieras conocido.


Sus ojos se abrieron más con cada palabra que el otro decía. - Fuiste tú el que insistió en que fuera. A menos que... ¿sabes algo acerca de él que yo no sé?


- No, no sé nada, salvo lo que me contaste. Suena como un gran tipo. Y cualquiera con ojos puede decirte que es más caliente que el infierno. Pensé que podía hacer esto, pero me equivoqué. Pensé que podía ayudarte a conseguirte un par de novios, ayudarte con las citas, y animarte a salir al mundo. No puedo. Porque entonces me quedaré despierto todas las noches, preguntándome porque estás saliendo con los Minhos del mundo. En lugar de salir conmigo.


No era lo que esperaba. Al menos su comentario acerca de ser un imbécil tenía sentido ahora, aunque no estaba seguro de si estaba de acuerdo con él. Pero lo último que había pensado oír de la boca de su mejor amigo era el deseo de una cita. Había sido tan útil acerca de la necesidad de Taemin de ajustarse, dispuesto a estar ahí para responder a sus interminables preguntas y sus inseguridades. Había asumido que venía de la amistad, y tal vez lo hacía en su mayoría.


- ¿Es... es lo que quieres? ¿Qué seamos... más que amigos?


- Es lo que he querido por mucho tiempo. No quería decírtelo porque tenías que trabajar en tus asuntos primero. Pero mis sentimientos no se iban, y pensé que era justo decírtelo. Me puedes decir lo que quieres de mí, si quieres algo de mí.


A pesar de que no estaba hablando rápido, no podía seguir el ritmo con todo lo que le estaba diciendo. Su mente estaba teniendo dificultades para procesarlo todo.


- Pero ni siquiera sabías que era gay. ¿Cuánto tiempo te has sentido así?


- No me importaba si eras gay o no. Eres el hombre más apuesto que conozco. Eres inteligente. Eres un gran padre. Te pones nervioso cuando las cosas están fuera de tu control y creo que eso es lindo... - Se detuvo un momento antes de añadir - Desde antes del divorcio.


Jonghyun se había sentido así durante años. Y por supuesto que no había tratado nada porque eran amigos, porque era presumiblemente heterosexual, y porque Jonghyun era demasiado buen chico para hacer algo que no consintiera. Incluso la otra noche...


Se le ocurrió entonces la razón por la que Jonghyun se había detenido. Porque había querido solo una muestra de lo que pensó iba a ser divertido y probablemente se convenció a sí mismo de que podía parar. Solo que no pudo cuando las cosas se comenzaron a calentar. Y había hecho lo que era honorable y se alejó.


- No lo sabía. -Sonaba tonto incluso para él - Eres mi mejor amigo, Jonghyun. Has estado ahí cuando más lo necesitaba. Fuiste tan bueno cuando salí del closet. Nunca se me cruzó por la mente que estarías interesado en algo más.


- Lo sé. - Se movió hacia la puerta, luego hizo una pausa y suspiró - Tal vez no debía haber venido aquí ahora. Realmente no quiero hacer las cosas innecesariamente difíciles para ti, pero no quiero tener una repetición de la noche anterior tampoco. Ya sabes, la última parte no fue para nada divertida.


Taemin negó con la cabeza. - No es incómodo. Es solo que... - Se rio inesperadamente - Al parecer eres mucho mejor que yo con el manejo de noticias sorpresa. Es solo que me lleva más tiempo absorberlo. Pero no quiero que te vayas. Si no quieres que salga con Minho no lo haré.


- ¿Y saldrás conmigo en cambio?


Tragó con fuerza. - Pude haber subestimando mi atracción cuando hablamos de ello antes. No quiero asustarte, pero creo que eres absolutamente increíble.


- ¿En serio? ¿Absolutamente increíble?


Aunque no sonaba ni un poco como si se estuviera burlando, si había tonos de placer, como si acabara de decir las palabras mágicas. - Era en serio cuando dije que los chicos iban a caer a tus pies. Cuando estás cerca, tiendo a olvidar que los otros están si quiera ahí.


Jonghyun cerró el espacio entre ellos, tomándolo del brazo para acercarlo más a un medio abrazo - No quería dejarte la otra noche, pero honestamente no sabía si alguno de los dos estaba listo para lo que sabía iba a suceder.


- Tal vez necesitamos una cita real para estar listos - La fuerza de la mirada de Jonghyun le quitó el aliento - Estoy dispuesto a probar si quieres. Si piensas que no va a arruinar nuestra amistad.


- ¿A qué hora viene Minho?


- En media hora. - Lo más difícil que había hecho era dejar a ir a Jonghyun, pero lo hizo, aunque fuera solo para evitar tocarlo de una forma que pondría a ambos en un problema - ¿Hay algún lugar público en el que podemos tener una cita real? ¿Dónde no tengamos que ocultar que estamos en una cita? Como ir a cenar o bailar o algo así.


- Sí. ¿Por qué no vienes a recogerme en una hora? Me pondré todo elegante para ti.


Sonreír ante la sugerencia de Jonghyun fue la cosa más fácil que había hecho durante todo el día. - Es una cita entonces.


******************************************************************************


Todo el camino a casa, apenas pudo hablar. Su cuerpo zumbaba con anticipación, su cabeza estaba dispersa con las fantasías de lo que seguía. Luchaba contra la tentación de deshacerse del cinturón de seguridad y chupársela a Jonghyun mientras conducía, pero el escenario continuaba en su cabeza, siguiendo con la negativa bien intencionada de Jonghyun, para posteriormente quitarle la corbata, y atar las manos del otro al volante con ella para que no pueda evitar que tome lo que quería.


En el momento en que se detuvieron en la entrada de su casa, era un manojo de nervios y saltó del auto antes de que el auto terminara de parar.


- Hey, espera - llamó Jonghyun, caminando rápidamente detrás de él. Llegó a la puerta cuando ya la había desbloqueado - ¿Dónde está el fuego?


Cuando miró hacia atrás, se preguntó si Jonghyun podía ver cuanto lo deseaba. En caso de lo contrario, lo iba a sentir pronto. - Dentro. - Le tomó de la mano y tiró de él, sin soltarle la mirada hasta que la puerta se cerró detrás de ellos.


Jonghyun debía saber exactamente lo que estaba sintiendo, porque hizo el primer movimiento. Su brazo pasó a su alrededor, sus bocas se estrellaron juntas. Le dio un beso con la misma intensidad y hambre de la noche anterior. Solo que ahora no estaban embotados por los efectos de los excesos del vino.


Se estrelló contra la pared, ambos necesitaban del refuerzo que les proporcionaba, ya que atacaron con dientes y lengua. Taemin arañó la corbata de Jonghyun. Necesitaba que se la quitara. Necesitaba piel frotándose contra la suya. No era suficiente, no ahora que estaba en su poder el sentir la erección del otro frotándose contra su cadera


- Algunos de estos sábados por la noche son para quedarnos, ¿no? -Dijo sin aliento entre besos.


- Definitivamente. Y los viernes por la noche. Y los domingos por la noche. - Las manos de Jonghyun eran frenéticas mientras tiraba de los botones de Taemin, haciéndolos estallar. Sospechaba que sus ropas iban a ser destrozadas y destruidas para el momento en que llegaran a la habitación, pero no le importaba. Solo eran barreras, entre él y lo que realmente quería - Y cualquier otra noche que quieras.


En ese momento, quería todas las noches. No quería dejar que los toques fervientes se quedaran atrás. Quería fusionar sus cuerpos y nunca volver a salir de la cama. Quería borrar quince años de negación y pérdida y abrazar lo que se había perdido, lo que había anhelado. Pero más que nada, quería sacarle esa maldita corbata. Porque sus dedos habían perdido todo sentido de control en el momento en que tocaron a Jonghyun.


Su camisa se abrió, medio quitada por la cintura, cuando empujó por los hombros a Jonghyun para poder ver mejor lo que estaba haciendo. - Necesito que te lo saques, -dijo ante la confusión del otro. El hombre mayor sonrió y agachó la cabeza, fue en ese momento en que perdió todo control de sus manos cuando Jonghyun arrastró su lengua sobre su pezón expuesto - Y eso no está ayudando.


- Me ayuda a mí. - Jonghyun se enderezó, el tiempo suficiente para sacarse la camisa de sus hombros. Tan pronto como el material cayó al suelo, lo atrajo hacia sí, buscando la presión de su duro pecho y piel caliente. La boca de Jonghyun encontró el pulso en su cuello y chupó la piel entre los dientes.


Pasando sus manos sobre la espalda de Jonghyun, enterró su cara en el cuello del otro hombre, exigiendo su propia prueba del sabor de piel salada y pulso palpitante. Jonghyun se estremeció, y sus dedos se clavaron en su carne, lo suficiente para sentirlo incluso después de que se separaran. Juntos, besaron, chuparon y mordisquearon, arrancándose gemidos entre ellos. Ahora que se podían tocar, nada más parecía importar.


Nada podía distraerlo de la textura y el sabor de la piel de Jonghyun hasta que este le abrió la cremallera y metió los dedos en sus pantalones, acariciándole la polla a través del bóxer. Cada vez que una uña raspaba ligeramente su longitud, se crispaba, deseando empujar la ropa interior fuera del camino y tener esa mano caliente alrededor de su carne palpitante.


- A lo mejor deberíamos ir a mi habitación antes de que esto vaya más lejos - jadeó.


- Estaba a punto de sugerir lo mismo. Porque estoy dispuesto a tomar las cosas mucho más lejos.


También Taemin. Se sentía como si toda su vida hubiera estado dirigida a este momento. Tomó la mano de Jonghyun, se inclinó para recoger sus camisas antes de llevarlo a través de la casa a oscuras.


- Tengo todo lo que podemos necesitar - A pesar de mantener su voz baja, parecía sonar demasiado en la oscuridad-. Y cosas que tal vez no.


-¿Qué clase de cosas? -Preguntó Jonghyun mientras lo llevaba al dormitorio - Nunca se sabe. Podríamos necesitarlo - Encendió la luz del techo y lanzó sus camisas a una silla.


- No sé qué es lo que exactamente estás esperando. - Sentando en el borde de la cama, se sentó entre las piernas de Jonghyun y se inclinó para pasar su lengua a lo largo del estómago del otro hombre - Aun así, todavía te debo una mamada. No necesitamos nada más que mi boca para eso.


- Realmente no tengo ninguna expectativa. -Pasó sus dedos por el cabello de Taemin, y la parte posterior de su cuello. No podía dejar de temblar. La caricia era simple, y para nada excitante por sí misma, pero se sentía como el toque más íntimo de la noche hasta ahora-. ¿Qué más quieres hacer?


Mientras sus dedos trabajaban en el cinturón, Taemin lo miró a través de sus pestañas. -¿Tenemos límites?


- Yo no. -Trazó su mandíbula y oreja-. ¿Tú sí?


Taemin se inclinó ligeramente al tacto. - No sé. - La hebilla se soltó, rápidamente seguida por el botón y la cremallera-. Pero he estado soñando contigo desde hace años. Me gustaría... -Su garganta se secó, tanto por lo que estaba a punto de decir como por la deliciosa vista de la polla de Jonghyun -. Quiero follarte con mi lengua, si eso está bien.


- Dios, Taemin. Sí está bien. Está más que bien. Eso es... fantástico. - Los pantalones de Jonghyun cayeron a sus pies, permitiéndole finalmente la oportunidad de estudiar sus musculosos muslos, su gruesa polla, la línea de su cadera, sus pesadas bolas. Marcó cada detalle antes de tocarlo-. Sé que ha pasado mucho tiempo... y no sé lo que has hecho antes. Pero me gustaría follarte.


Las palabras resonaban en su cabeza. Había pensado en la posibilidad. Por la manera en que Jonghyun había tomado cargo la otra noche. Incluso se había preparado para ello, aunque no hubiera sido por Jonghyun quien había comprado los suministros. Tenía lubricante y condones en la remota posibilidad de que algo pasara con Minho. Pero era mucho mejor si era con su mejor amigo.


Rozó con los dedos la gruesa línea de la polla de Jonghyun. - Cuando estaba... antes, todo era bastante bajo y sucio. Mamadas. O trabajos de mano. - Llegó al saco y lo tomó casi con delicadeza en su palma, saboreando su peso - Nunca he tenido la oportunidad de hacer otra cosa con otro chico. Ni follar, o lamerle el culo, o ser follado.


Los ojos de Jonghyun se agrandaron. - Así que esta noche es, básicamente, tu punto de referencia para otros encuentros en el futuro.


- Sí. - Dijo con una pequeña risa nerviosa - Sin presión, ¿verdad?


- Sí, bueno, por suerte, no cedo bajo presión. - Enganchó su dedo debajo de su barbilla, lo que le obligó a levantar la cabeza de modo de que Jonghyun pudiera reclamar su boca en un beso lento - Pero si algo es demasiado para ti, dímelo.


Su piel chisporroteaba, incluso con el suave contacto del beso. - Confío en ti. Así que, si quieres follar conmigo, soy todo tuyo. - Sonrió cuando Jonghyun se enderezó, curvando su mano alrededor de la erección del hombre - Además, solo dije que nunca me han follado. No es como si nunca hubiera tenido algo en mi culo.


El aliento de Jonghyun se enganchó. - ¿Oh? ¿Qué has tenido en tu culo?


Taemin dobló la polla de Jonghyun hacia abajo para poder lamer la punta. - Oh, tuve una borrachera de porno después de que Seulgi se mudara. Así que pedí un consolador - Movió la cabeza, rozando sus labios hasta la mitad del eje, asegurándose de mantener los ojos fijos sobre Jonghyun -. El tuyo es mejor, sin embargo.


- Gracias. -Murmuró Jonghyun, mirándolo con los ojos entrecerrados, no estaba seguro de que fue lo que le complació más. Sus palabras o la forma en que movía su boca sobre la tensa piel, como si tuvieran todo el tiempo del mundo. Olía a sudor y almizcle -un olor totalmente masculino que le hacía la boca agua-.


Cuando llegó a la base, agarró la longitud de Jonghyun y la volvió a inclinar hacia atrás de nuevo, tirando con un poco de fuerza para dejar a sus bolas en mejor vista. Su nariz tocó el cobrizo vello, pero era la textura del saco contra su lengua lo que le hacía desear. Dejó caer su mandíbula para poder chuparlo. Quería que este hombre lo llenara. Sabía que esto era solo el comienzo.


- Taemin... se siente... Dios. - Jonghyun palmeó la parte de atrás de su cabeza, masajeando suavemente su cuero cabelludo. Sintió sus dedos temblar, no podía dejar de maravillarse con el hecho de estar teniendo un efecto tan fuerte sobre otro hombre. Incluso mientras rodaba su lengua alrededor de las bolas de Jonghyun, parecía que el contacto hasta el momento había sido mínimo. Una prueba de lo que quería hacer, lo que quería experimentar.


Lo dejó ir, aunque de mala gana, y lamió por el otro lado del eje de Jonghyun. - Me negaste esa noche. - Rodeó la cresta detrás de la corona, luego mordisqueó alrededor - No he podido dejar de pensar en ello.


- No eres el único. Todo en lo que podía pensar era en... como sabías, y lo bien que se sentía tu boca cuando nos besamos. Cuando me quedé dormido, soñé contigo.


Esperaba que hubieran sido sueños frustrantes. Quería que Jonghyun lo deseara tanto como él lo deseaba, aunque si la goteándote polla era indicio de algo, probablemente estaban igualados. Pensar en la manera en que goteaba lo excitaba, y se dirigió de nuevo a la punta, lamiendo la ranura para poder probar más.


Una explosión de sabor estalló en su boca. La única cosa que podría ser mejor sería tragar el semen de Jonghyun. Que requería lamer más que solo la cabeza.


Separando sus labios, se tragó la longitud, manteniendo una estrecha succión. Se apoderó de la base para mantenerlo quieto, pero su otra mano rodeó el culo de Jonghyun. Solo el primer toque en la firme piel le hizo temblar, y succionó sus mejillas con fuerza, dejando que sus dedos se sumergieran en la hendidura.


La mano de Jonghyun que descansaba sobre su cabeza se volvió más pesada, una pista de lo quería hacer, aunque no se atrevió a arrebatarle el control. La polla de Jonghyun no era la primera que tragaba, pero bien podía serlo. No podía recordar alguna que supiera tan bien como la deliciosa piel de Jonghyun. Ni una sensación más suave que la de su eje, o que hubiera sido tan aterciopelada como su punta. Y supo que nada se oía como los ruidos que venían de la boca de Jonghyun. Una inhalación brusca, susurros de aliento, y gemidos cuando las palabras no eran necesarias.


Se lo tomó con calma, concentrándose en lo que estaba haciendo. Esto no era solo sexo, o por lo menos no el tipo que recordaba. El sexo antes de Seulgi había sido rápido y sucio, poco satisfactorio, al final, porque solo era una alusión a lo que quería. Jonghyun estaba dispuesto a ir tan lejos como necesitaba.


Le dejó parar de vez en cuando en la punta y dar pequeños besos por el lado de su eje. Gimió en apoyo cuando Taemin tenía que agacharse y saborear sus bolas de nuevo, experimentar la gruesa textura de sus pelos contra su lengua. Temblaba del esfuerzo de mantenerse quieto y coincidía con su boca cuando tragaba su longitud.


Jonghyun era todo lo que había deseado entonces. Y aún le sorprendía que hubiera estado delante suyo todo este tiempo - Taemin, no pares. Por favor, no pares.


Enredó su lengua alrededor de la polla de Jonghyun mientras sus labios descansaban en la base. No sabía muy bien lo que le estaba pidiendo, pero no tenía intenciones de parar.


- Quiero venirme en tu boca. Necesito sentirlo.


Se deslizó de vuelta, tomándose su tiempo para trazar la palpitante vena que corría a lo largo de la parte inferior. En la punta, se retiró, manteniendo quieto a Jonghyun mientras levantaba la mirada. El hambre en los ojos cafés envió un rollo de escalofríos a su columna vertebral.


- Considera mi permiso para correrte donde quieras dentro o fuera. - Con eso fuera del camino, se tragó la gruesa longitud de nuevo, sin parar hasta que todo estuvo dentro de su garganta y todo lo que podía oler era el olor almizclado de la base.


Jonghyun lo agarró de los cabellos con ambas manos, palmas cubriéndole los oídos, las yemas presionándose contra su cuero cabelludo. Lo mantuvo en su lugar mientras deslizaba su longitud en su boca. Empezó lento, al principio, cuando solamente la corona se quedaba entre sus labios empujaba hacia adelante rápidamente, llenando su garganta. Intentó moverse al ritmo de las embestidas, pero Jonghyun lo mantuvo quieto.


No podía hacer nada más que tomarlo. Dejarlo que follara su boca, enterrando su polla dentro de él, sacarlo de nuevo para burlarse con el sabor del pre-semen. Le sorprendió lo bien que se sentía. No podía negar lo mucho que Jonghyun lo quería de esta manera; la verdad pasaba por entre sus labios.


También le daba la libertad de hacer algo más. Para acunar las bolas de Jonghyun y apretarlas cada vez que tragaba todo el eje. Para buscar y trazar con los dedos temblorosos el agujero apretado. Para gemir con hambrienta satisfacción cada vez que Jonghyun iba más rápido.


- Eso es... mierda... eso es...


Las bolas de Jonghyun se apretaron en su mano, la única advertencia antes de que Jonghyun se enterrara a sí mismo en su garganta una vez más. Apenas tuvo oportunidad para prepararse antes de que el caliente semen inundara la parte posterior de su boca.


Tragó convulsivamente. No tenía otra opción. Seguía llegando, más rápido de lo que podía tomar, y un miedo horrible a ahogarse lo llevó a concentrarse aún más. Cerró los ojos. Respirando la esencia de Jonghyun. Sosteniendo el culo de Jonghyun, mientras ambos temblaban por la fuerza de la misma. Y justo cuando pensaba que ya no podía aguantar más, los músculos del otro hombre se relajaron, sus caderas retrocedieron para retirarse un poco de su garganta.


Le negó a Jonghyun su completo retiro. El peso de su polla en su lengua era casi tan bueno como sentir las réplicas del orgasmo ondulando bajo sus palmas.


Incluso si Taemin no quería dejarlo ir, Jonghyun gradualmente se salió de su boca, centímetro a centímetro. Tan pronto como estuvo libre, colapsó en la cama, su aliento aún salía en gemidos agudos. - No recuerdo la última vez que sentí algo como esto.


Se estiró a su lado, levantó su cabeza para poder ver cada centímetro de Jonghyun. Su piel aún estaba ligeramente rosa, y el sudor se amontonaba en su clavícula. Por capricho, se inclinó y lamió un par de gotas.


- Es bueno saber que no estoy tan fuera de práctica como pensé.


- Definitivamente no te llamaría fuera de práctica. - Envolvió sus dedos sobre su cintura-. Pero tienes demasiada ropa puesta.


Con una sonrisa, Taemin se apoyó en una mano. - ¿Quién ha dicho que he acabado? - Se levantó de la cama y dio una vuelta al final, sacándose los zapatos con los pies mientras terminaba de abrirse los pantalones - Me prometiste que podía tener tu culo. Y ya que aún no estás del todo preparado para follarme...


- Creo que no vas a ser feliz hasta que literalmente me vuelvas loco con tu boca.


- ¿Tienes algún problema con ello?


- Por supuesto que no. De hecho, te darás cuenta que estoy totalmente de acuerdo.


Se tuvo que doblar ligeramente para poder sacarse los pantalones y el bóxer, pero cuando fue a enderezarse para tirarlos a un lado, lo primero que vio fue la mirada de Jonghyun fija en su cuerpo. Su boca se secó y estaba bastante seguro que le temblaba las manos cuando lanzó las prendas.


- Me alegro que quieras que te vuelva loco. - Apretó los nudillos en el extremo de la cama y se arrastró hasta su longitud, incapaz de apartar la mirada del mayor mientras se acomodaba encima de él - ¿Así está mejor?


- Mucho mejor - Jonghyun pasó su mano por encima de sus costillas y sobre su espalda - Va a ser bueno, sabes. No tener que ocultar todo el tiempo que paso chequeándote.


- Esa se supone que es mi línea. - Pero le complacía bastante saber que alguien como Jonghyun lo deseaba.


- He tenido amigos heterosexuales que empezaban a actuar extraño porque pensaban que les estaba chequeando. No quería que lo mismo sucediera contigo. Sin embargo, eso no me impidió mirarte en cada oportunidad que tenía.


- He pasado la mayor parte de mi vida adulta sintiéndome como si me estuviera escondiendo detrás de una pared, y lo único que podía hacer era mirar por encima porque no quería que nadie notara como soy realmente. -Inclinando su cabeza, rozó sus labios a lo largo de la mandíbula del otro-. Esto es lo que realmente quiero. No tener que pretender cuando estoy contigo, ser yo mismo.


Vio un destello de la sonrisa de Jonghyun antes de que presionaran sus bocas juntas. La boca de Jonghyun jugueteaba con sus labios, su lengua revoloteaba sobre la comisura y sondeaba la esquina de su boca antes de finalmente profundizar la caricia. Taemin suspiró, abriéndose a la lenta embestida.


- Nunca tendrás que hacerlo de nuevo, - dijo Jonghyun contra su boca - No conmigo.


Aunque el deseo de Jonghyun podía ser saciado temporalmente, el de Taemin no. El toque de su lengua fue suficiente para encender el deseo de conseguir que su lengua se pasee por otras partes, se agachó para coger uno de los muslos de Jonghyun. Empujó la pierna hacia arriba y al lado, sonriendo en los besos cuando Jonghyun levantó automáticamente la otra pierna.


- Hora de trabajar en hacerme feliz de nuevo, -bromeó.


- ¿Trabajar? Creo que este es mi empleo favorito, - murmuró mientras comenzaba a moverse por su cuerpo. A pesar por su impaciencia por tener su boca en el culo del otro, no se apresuró. Mordisqueó la garganta de Jonghyun, luego trazó un perezoso patrón con su lengua en su pecho. Se desvió al oscuro pezón, arrastrando la parte plana de su lengua por la piel hasta que el otro arqueó la espalda -Dime cómo te gusta. -Cambió al otro pezón, lamiendo alrededor con sólo la punta de su lengua antes de chasquear sobre el tenso pico-. Si siento la necesidad de morder, ¿vas a pedirme que pare?


- Honestamente, no creo que puedas hacer nada que me haga querer detenerlo. Además, me gusta un poco áspero.


Tuvo que cerrar los ojos por miedo a que su alivio brillara en ellos. Era bueno saber que, hasta el momento, sus necesidades y deseos estaban igualados.


Taemin hacía el mismo movimiento con su boca que con uno de sus dedos, explorando los duros ángulos de la cadera de Jonghyun mucho antes de llegar a ellos. Le gustaba especialmente la línea de la pelvis, inclinada hacia su ingle. Desvió específicamente su lengua con el fin de lamer a través de ella, gimiendo de satisfacción cuando lo hizo de nuevo.


- No puedo esperar para follarte. -Las palabras de Jonghyun sonaban gruesas y bajas-. ¿Sabes cómo lo quieres? Porque quiero fijarte a la cama y montarte hasta que nos rompamos los dos.


La repentina imagen en su mente le hizo gemir. - Me gusta el plan.


Apoyó las manos a lo largo de la parte inferior de los muslos de Jonghyun y los empujó hacia arriba, dejando al descubierto el oscuro pliegue de su culo, la coloración más oscura de su apretado agujero. Cada constricción hacía eco en su cuerpo, y la necesidad de saber cómo se sentía meterse. Lamió la costura del muslo de Jonghyun, y luego un poco más cerca, parando en la piel aterciopelada detrás de sus bolas primero.


- Tengo la sensación de voy a estar pidiéndote que me folles cada vez que te vea, -suspiró-. Me haces sentir como un poco borracho.


- Eso... eso sin duda me va a dar un incentivo para visitarte más seguido. Voy a... oh. -Las palabras se cortaron cuando su lengua rozó el agujero de Jonghyun -. Oh, Dios.


Rodeó el estrecho agujero una y otra vez, Jonghyun jadeaba y maldecía cada vez. Abrió más las piernas, cavó sus talones en la cama y empujó contra su boca.


Llenó sus manos con la apretada carne y tiró de las mejillas para separarlas, sus dedos se clavaron con fuera en los músculos. Todo su cuerpo se estremeció con deseo. Su cabeza daba vueltas.


Su boca se hizo agua. Cada una de las respuestas de Jonghyun - incluso algo tan simple como el empuje de sus caderas- alimentó su necesidad, consumiendo cada pensamiento, cada impulso. Le encantaba la forma en que se contraía contra su lengua. Amaba el roce de vellos contra su mejilla. Era mucho mejor que cualquier fantasía que alguna vez hubiera tenido. Y solo había una forma de mejorarlo.


Con deliberado cuidado, dejó de bromear y se cernió sobre el agujero. Su lengua se aplanó contra el por un momento, calmando al músculo. Tan pronto como lo sintió relajarse, se movió de nuevo y empujó la punta de la lengua tan al fondo como pudo.


- Mierda. Mierda. Oh, mierda.


No podía ver la cara de Jonghyun, pero podía imaginársela. Sus ojos completamente sellados, su piel enrojecida, el placer reflejado en su cara. Sólo por el tono de su voz podía saber que el mundo de Jonghyun se había reducido a las partes donde movía su lengua. Taemin cerró la mandíbula ligeramente, lo suficiente para permitir que los puntos de sus dientes rasparan la sensible carne. Lo que desató otra onda de ánimos, sus caderas comenzaron a mecerse.


Su agarre empujó a Jonghyun más arriba, fuera de la cama, así podía meter su lengua más adentro. Una vez que quedó claro que Jonghyun estaba estable, saltó una mano y comenzó a jugar con la polla ablandada del hombre. Aún era demasiado pronto para que se excitara por completo, pero el beso negro parecía estar funcionando.


Trazó con su pulgar el camino entre las bolas de Jonghyun, acariciándolas suavemente. Solo ese suave toque lo electrizó. Con unas pocas embestidas, se encontraba meciéndose contra la cama, frotando su erección contra las mantas al mismo ritmo de Jonghyun.


La polla de Jonghyun comenzó a endurecerse gradualmente bajo su atención. Continuó masajeándolo mientras lo cogía con la boca, y no pudo evitar sonreír cuando el cuerpo de Jonghyun se volvió más duro, cada músculo se tensó. Taemin vibró con el deseo compartido, doliendo por ser fijado en la cama, pero no lo suficiente como para sacar su boca de la caliente carne de Jonghyun.


Las sábanas debajo de sus caderas estaban húmedas con su pre-semen, suavizando la fricción. Se deslizó un par de pulgadas a la izquierda, buscando un parche seco y resopló con diversión cuando Jonghyun lo siguió.


- Creo que te gusta esto más a ti que a mí. - Miró el agujero de Jonghyun, brillante y ligeramente abierto - ¿También te dejas follar, o siempre eres el de la parte superior?


- Versátil. Me gusta las dos cosas.


Taemin se quejó. - Así que si te sugiero que te des la vuelta...


- No tienes que sugerirme nada. Dime lo que quieres.


Su corazón se detuvo. Las cosas habían salido tan bien hasta ahora. Había tomado muchos pasos. De alguna manera, se sentía como un hombre nuevo. En otras, se sentía como siempre. En medio de ello estaba Jonghyun, que lo impulsaba sin hacerlo tropezar.


- Quiero follarte también, -se las arregló para decir - Dios, no puedo creer que haya dicho eso en voz alta.


- Estoy muy feliz de que lo hayas hecho. Porque de lo contrario, hubiera tenido que rogar. Todavía puedo, si quieres.


- No necesitaba oírlo. Solo necesitaba saber una cosa. ¿Lo quieres ahora? -Lamió un camino por el cuerpo de Jonghyun, desde sus bolas a la garganta-. Lo que quieras dime.


Jonghyun lo envolvió con sus brazos y lo volteó, aplastándolo contra el colchón en un movimiento rápido y fluido. - Ya te lo dije. Quiero fijarte en la cama. -Movió sus caderas, apuntando con su erección al abdomen de Taemin -. Sigues bien con ello, ¿verdad?


- Oh, Dios, sí. -Aunque no podía romper el contacto con esos ojos cafés, hizo un gesto con la cabeza a la mesita de noche-. Está todo en el cajón de arriba. Usa lo que quieras.


Jonghyun se sentó sobre sus rodillas y rebuscó en el cajón, sacó varios condones y el lubricante. Había pensado que iba a parar en ese punto, pero él siguió hurgando en el cajón hasta que levantó un consolador.


- Creo que esto va a ser bueno para estirarte.


Sus cejas se alzaron ante la posibilidad. No había pensado en ellos como un juguete que podía ser usado entre amantes. Parecía un poco extraño cuando ya tenías dos pollas para jugar.


- Puedo... - Tragó y trató de nuevo - ¿Quieres hacerlo tú o lo hago yo?


- Oh, voy a hacerlo. Quiero ver como se ve tu culo cuando está siendo abierto. - Mientras hablaba, cubrió el juguete con lubricante, extendiéndolo sobre la punta hasta la base. Buscó el agujero de Taemin con sus dedos resbaladizos, burlándose del estrecho agujero antes de meter su dedo índice en el canal-. De hecho, recuerda eso. Creo que quiero verte hacerlo más tarde.


La intrusión era bienvenida, querida, y apretó alrededor del dedo con la esperanza de conseguir más. - Cuanto más hablas, más me convenzo de que nunca saldremos de esta cama.


- Eso es una locura. Tenemos que ir por comida. - Jonghyun giró la muñeca a un lado, luego al otro, extendiendo el lubricante antes de añadir otro dedo - Ya sabes, para reponer la energía.


Taemin agarró sus rodillas para poder levantar su culo un poco más alto para Jonghyun. - Y esos sábados por la noche que me prometiste. Salir y divertirse, dijiste. - Se quedó sin aliento cuando un tercer dedo se unió a los otros dos. Eran del mismo grosor del consolador, pero los nudillos y las uñas marcaban una sensación diferente - Aunque creo que esto sin duda cuenta como diversión.


- ¿Tú crees? Supongo que voy a tener que asegurarme de que sepas lo que es diversión cuando termine. - Sacó sus dedos y colocó el consolador en su apertura. La punta estaba tan fría, se tensó y trató de resistirse a la intrusión. Jonghyun respondió cogiéndole la polla y dándole unas lentas sacudidas. Tan pronto como se relajó, Jonghyun empujó el grueso consolador más allá del apretado músculo.


Había jugado unas cuantas veces, por lo general cuando estaba tan caliente que las pajas no eran suficientes. Pero en las manos de Jonghyun se sentía diferente. Más grande. Más grueso. Imposible de tomar. Su sangre latía rápidamente. Incluso ahora, su primer instinto era empujarlo fuera, pero si lo hacía, nunca estaría listo para Jonghyun. Por esa gruesa y magnífica polla, tenía que estar lo más estirado posible. No quería que su primera vez fuera arruinada porque estaba un poco ansioso.


Ayudaba que Jonghyun siguiera acariciándole la polla. Parecía que todo lo que hacía era para hacerlo sentir mejor.


Taemin estaba jadeando para el momento en que Jonghyun finalmente se detuvo, había sudor en su frente. - ¿Eso es todo?


- Sí. Todo. -Giró el juguete lentamente. Una cascada de placer bajó por su columna vertebral y sus ojos se pusieron blancos mientras el consolador comenzó su segunda vuelta, y luego su tercera - Dios, Taemin... te ves increíble así.


- Ahora ya sabes cómo se siente. - La quemadura bajó a algo más manejable, una llama que lamía su cuerpo en lentas y largas ondulaciones. Sin pensarlo, empujó contra las manos de Jonghyun, listo para follarse en el consolador si el otro no lo hacía - Puedes ir más duro ahora. Puedo soportarlo.


Contuvo la respiración mientras Jonghyun retiraba el juguete, y con el mismo ritmo lento lo empujó dentro de nuevo. Jonghyun estaba cautivado por sus propias acciones, su mirada estaba fija en el eje que desaparecía al bombeo de su muñeca. Su otra mano se movió al mismo tiempo, sentía como si estuviera siendo empujado en dos direcciones diferentes, su polla palpitaba, sus músculos hormigueaban, su sangre corría por sus venas.


- No voy a ser capaz de ir lento cuando finalmente este dentro tuyo.


- No lo espero.


La respiración de Jonghyun se aceleró. - ¿Te sientes bien y abierto?


- Dios, sí. - Soltó uno de sus muslos para agarrar la muñeca de Jonghyun, empujándola hasta sacar el consolador - No más. Te deseo.


Jonghyun buscó a tientas el condón, y arrancó el envoltorio. Probablemente no tomó más de cinco segundos antes de desenrollar el condón en su eje, pero se sentía como una eternidad. Taemin temblaba, su piel picaba por el sudor y el calor. Una vez que Jonghyun se colocó entre sus muslos, se aferró a él con sus uñas, tratando de acercarlo más.


A pesar de su advertencia, Jonghyun se tomó su tiempo inclinando su cuerpo. Se apoyó, firme contra la desesperación, y arrastró su polla a lo largo de la de Taemin, a través de sus bolas, hasta su agujero. Pero incluso allí, no entró de golpe. Ambos se estremecieron con necesidad, pero aun así Jonghyun se tomó su tiempo, alineándose perfectamente antes de finalmente dejarse llevar.


Taemin lo miraba, embelesado, sosteniendo el aliento. Lo sostuvo incluso cuando Jonghyun empezó a empujar. Lo sostuvo hasta que sus oídos le palpitaron y sus pulmones ardieron, pero eso no era nada en comparación al exquisito dolor de su culo. Sus piernas se engancharon automáticamente alrededor de las caderas de Jonghyun, sus manos tocaron cualquier lugar que pudo. No le importaba mucho su propia polla. Solo necesitaba que Jonghyun vaya tan profundo como pudiera.


Jonghyun se detuvo una vez que estuvo completamente dentro, podía sentir cada contracción del ritmo constante del pulso del otro. - Taemin... oh Dios mío... voy.... - Se cortó al estrellar sus bocas empujando su lengua a la boca de Taemin mientras empezaba a retirarse.


No lo dejo ir lejos. Envolvió sus brazos alrededor de su cuello. Chupó la lengua de Jonghyun, pasó sus uñas por la espalda y le clavó los talones cuando Jonghyun trató de separarse demasiado. Si lo dejaba ir, se acabaría demasiado pronto, y no estaba dispuesto a eso. No por ahora. Incluso con su polla adolorida atrapada entre sus estómagos, y sus bolas prácticamente azules por la necesidad de correrse, no estaba preparado para que acabara.


A pesar de las palabras anteriores, cayeron en un ritmo insoportablemente lento, Jonghyun sujetaba su culo deliberadamente. La única vez que levantó la cabeza fue para jadear en busca de aire, y luego sus bocas de fundieron de nuevo. No había ni una pulgada de espacio entre ellos. No podía recordar la última vez que estuvo tan cerca de otra persona, tanto que podía sentir el corazón del otro golpeando contra su pecho, compartir oxígenos, con sus pulmones expandiéndose y contrayéndose al ritmo de Jonghyun.


¿Es realmente así de fácil? La pregunta cayó dentro de su cabeza. Las respuestas estaban ahí también, pero no se atrevía a creer en ellas. Nada era fácil. Había pasado mayor parte de su vida en una mentira. Compartirse con Jonghyun se suponía que debía ser una lección, no una puerta de entrada a todo lo que siempre quiso.


Pero con cada golpe en su cuerpo, se convencía más. Cuando tocaba a Jonghyun, los sonidos de placer eran puros, y resonaban a través de su cuerpo. Y cada vez que Jonghyun encontraba un nuevo lugar que reclamar, se decía que no podía ser mejor. Sus labios estaban sensibles, su piel resbaladiza por el sudor y en lo único que podía pensar era qué hacer para volver a Jonghyun loco.


- Taemin...


El tono suave lo tomó por sorpresa. Principalmente porque Jonghyun apenas separó sus labios de Taemin. Se esforzó por escuchar sobre el sonido de su corazón latiendo y las respiraciones perfectas.


- Eres perfecto. Dios. Eres tan perfecto.


- No lo soy, -negó, sin estar del todo seguro de que Jonghyun le escuchara. Deslió una mano para acunar la cabeza del otro y deliberadamente movió su boca más cerca al oído del otro - Creo que esto es como debe ser.


- Tienes razón. Te lo demostraré, cada día si me dejas.


Todo en Taemin se estremeció. Presionó los labios en el cuello de Jonghyun y apretó su agarre, sujetando tan fuerte como podía la polla que pistoneaba en su interior.


- Desde hoy. Ahora. - Se quedó sin aliento cuando electricidad disparó a través de sus venas, y de nuevo cuando Jonghyun se estrelló contra su agujero y su próstata - Oh, mierda, no te detengas. Hazlo, así.


Jonghyun no cambió el ángulo, pero aceleró el ritmo. No tuvo más remedio que aferrarse a Jonghyun, abrazándolo tan fuerte como pudo mientras su polla raspaba el estómago del otro. La fricción creada entre sus cuerpos era intensa, pero apenas se sentía en comparación a la fuerte presión contra su próstata.


- Taemin... necesito que te vengas... necesito sentirlo...


Quizás fue el permiso que había estado esperando; no lo sabía. Todo lo que sabía era que ese fuego lo lanzó adentro y afuera, apretándolo y sofocándolo hasta que no sabía la diferencia entre arriba y abajo, derecha e izquierda. La boca de Jonghyun se apoyó sobre su hombro, e imitó el movimiento, esperando que algo de su control volviera, o a lo mejor se fue para siempre por este increíble hombre.


Pero no fue así. Solo se intensificó y salió corriendo fuera de su alcance, tuvo que morder el cuello de Jonghyun para no gritar cuando su orgasmo atravesó su carne.


Las uñas de Jonghyun se clavaron en su piel, sosteniéndolo con fuerza mientras se estremecía. Ambos estaban temblando con tanta fuerza, gimiendo tan alto, que por un momento pensó que estaba experimentando el mismo clímax. La polla de Jonghyun tiró contra sus paredes, y semen recubrió sus estómagos y pecho, mezclándose con el sudor, difundiéndose entre sus pieles mientras Jonghyun continuaba meciéndose en su cuerpo.


- Yo... yo.... Dios, Jonghyun... si hubiera sabido que podía ser así... - Tragó. Su garganta estaba demasiado seca para hablar, su cabeza demasiada aturdida para formar un pensamiento coherente. Lo mejor que pudo hacer fue besar sobre la piel que acababa de morder.


- Caray, ni siquiera yo sabía que podía sentirse así.


Se rio entre dientes. - Se supone que debes ser mis ruedas de entrenamiento.


- No estoy tan mal con la materia física. Pero puede que tengas que ser mis ruedas de entrenamiento en otras cosas.


Sus manos se detuvieron de la caricia del cuerpo de Jonghyun. Lentamente desenvolvió sus piernas y gimió del dolor en su cadera. - ¿Otras cosas?


- Sí. El lado emocional de una relación. Ya sabes. Nunca había estado enamorado de nadie antes.


- Es... - Taemin le dio un empujoncito a Jonghyun hasta que su blanda polla salió, y contuvo una mueca de dolor cuando se volteó a un lado. Había un resplandor saciado en los brillantes ojos de Jonghyun, uno que no había visto antes. Uno del que no podía apartar la mirada - ¿Es esto lo que creo?


- Sí. Lo es. Y no necesitas decir nada ahora. Porque he estado pensando en esto mucho, pero tú no. Pero he decidido ser honesto contigo, así que...


Así que. No podía mentirse y decir que Jonghyun se estaba dejando llevar por el momento. Sabía que era verdad. Había sido más que claro cuando vino a negar su no-cita con Minho. Su noche había ido fabulosamente bien. El sexo fue fenomenal. Tenía sentido que Jonghyun fuera a hablar de ello.


- No, la honestidad es buena. - Y era sincero - Lo que significa que probablemente tenga que decirte que este fue el mejor sexo que he tenido en mi vida.


Jonghyun se detuvo un momento, su mirada clavada en su rostro, antes de asentir. - Bueno, ya me conoces. Encantado de servirte.


Descansando su cabeza sobre la almohada, Taemin acarició la cadera de Jonghyun, bebiendo cada detalle. - Eres más que eso, - murmuró antes de acercarse. El beso fue suave y casi dulce en comparación frenetismo anterior, y suspiró ante lo bien que realmente se sentía.


Se preguntó si demasiado bien.


******************************************************************************


Jonghyun lo amaba. Nunca había dicho las palabras, pero las pruebas estaban ahí, en cada beso, en cada toque. Se habían quedado dormidos alrededor de las tres, mientras su cuerpo estuvo satisfecho, sus emociones habían estado inquietas. No dudaba en cuanto que Jonghyun fuera su mejor amigo, o que hubieran tenido un gran tiempo juntos.


Pero ¿cómo se podía comprometer a algo tan grande como el amor cuando había estado en la escena solo unas semanas? Es cierto, nunca había buscado una aventura. Pero no estaba en si ser tan casual.


Pero apenas había tenido, literalmente, una cita como un hombre gay. El café con Minho no contaba. Jonghyun había sido su único encuentro en quince años, y el hecho de que habían sido amigos durante los años anteriores, simplemente hacia el hecho casi inevitable. No tenía forma realista de saber lo que era ser gay si se comprometía con Jonghyun tan pronto. ¿Y si había reaccionado al sexo tan fuerte sólo porque era su primera vez? ¿Porque había esperado demasiado tiempo? ¿Por qué Jonghyun podía leerlo bien y sabía cómo empujar sus botones?


Pero se sentía como un imbécil por si quiera preguntarse sobre ello. Jonghyun había sido honesto con él desde el principio, y ahora se encontraba aquí, haciéndole un gran desayuno al hombre con la esperanza de sobornarlo para no quedar tan mal cuando lo rechazara.


- Creo que podría comer una vaca entera - dijo Jonghyun mientras entraba en la cocina. Su brazo lo rodeó por la cintura y apoyó la barbilla en el hombro - ¿Estás friendo una vaca?


- Demasiado fuerte a primera hora en la mañana. Me imaginé que las tortillas iban a ser mejor. - Hizo un gesto con la espátula hacia el otro extremo del mostrador - Hay café recién hecho si quieres. Terminaré en un minuto o dos.


Jonghyun apretó el brazo y presionó la boca en el cuello de Taemin. Se resistió a ponerse rígido, pero no devolvió la caricia.


Cocinar le daba algo que hacer con las manos, y una excusa para no mirar directamente a Jonghyun mientras se centraba en la comida. Sin embargo, la mirada de Jonghyun seguía cada uno de sus pasos.


Lo peor era que esto era lo que le estaba preocupando antes, cuando había retenido deliberadamente la verdad a Jonghyun. No quería perder a su mejor amigo, pero parecía que iba a suceder de todas formas.


- ¿Quieres ver las noticias de la mañana mientras comemos? - Preguntó mientras servía.


- No, de hecho, no. Es domingo por la mañana. Solo hay entrevistas políticas y no puedo ver a esos idiotas y comer al mismo tiempo.


- ¿Puedes traerme mi café, por favor?


- No hay problema.


Jonghyun lo siguió. Lo suficientemente cerca, que, si se detenía, Jonghyun probablemente se chocaría con su espalda.


Tan pronto como ambos estaban sentados en la mesa, Jonghyun inhaló con un claro aspecto de apreciación. - Se ve muy bien. Gracias. Me moría de hambre después de lo de ayer.


- Igual yo. Definitivamente hemos quemado toda la cena.


- Por decir lo mínimo.


Hubo silencio mientras comían. Intentó ignorar la rígida distancia que había entre ellos.


Cuanto más se extendía el tiempo, peor se ponía. Sabía que tenía que decir algo. Jonghyun merecía honestidad. Se merecía mucho más que eso, pero no había manera de dárselo en estos momentos.


Se aclaró la garganta. - ¿No es noche de solteros en Cocktail? Estaba pensando en ir.


Jonghyun había estado masticando, pero su mandíbula se ralentizó, para luego quedarse quieta cuando habló. - ¿Por ti mismo, solo?


- Sí. Creo. Quiero decir, me parece una buena idea. - Trató de sonreír, pero sabía que no funcionaba-. Las ruedas de entrenamiento se tienen que ir en algún momento, ¿no?


- Sí. -Tomó un sorbo de su café - Sí, quiero decir, si te sientes cómodo con ello, deberías hacerlo.


- Bueno, no creo que alguna vez me sienta cómodo, pero si no lo hago ahora, nunca lo haré. - Miró a su tortilla a medio comer.


- No, supongo que no. - Jonghyun dejó caer su tenedor y empujó su plato - Tengo algunos asuntos pendientes que me debo encargar esta mañana. Voy a cambiarme.


Cuando Jonghyun se levantó y se giró, sus instintos le dijeron que lo detenga. No te vayas, quería decir. Hablemos de esto. Pero no quería hablar. En primer lugar, no había querido mencionarlo. Vio a Jonghyun desaparecer por el pasillo, escuchó la puerta abrirse y cerrarse, y todo mientras se preguntaba ¿Por qué me tenías que decir que me amas?


Porque eso hacía la diferencia.


******************************************************************************


Iba a ser una larga noche.


Se abrió paso entre la multitud, tratando de mantenerse fuera del alcance de las manos que trataban de empujarlo. Suspiró con alivio cuando llegó a la barra, pero su alivio duró poco. Casi tan pronto como encontró un taburete libre, un chico de su misma edad se acercó. Como si le hubiera estado acechando.


- ¿Eres nuevo aquí? Permítame pagarte una copa.


El tipo parecía bastante agradable, con fino pelo oscuro y ojos oscuros. Pero sonrió y negó con la cabeza, metiendo la mano en su bolsillo. - No, gracias. Estoy bien.


- Como quieras hombre.


Se apartó de la barra, probablemente para encontrar a alguien más receptivo a sus encantos. Parecía como si todo gay en Busan estuviera ahí. Menos uno. Una parte de él quería buscar el familiar rostro de Jonghyun entre la muchedumbre, pero dudaba que estuviera.


Otros dos hombres se ofrecieron a pagar por su recarga, y ambos se fueron decepcionados. Captó la mirada curiosa del mesero de nuevo, pero no tenía ganas de explicar por qué estaba pasando el rato en el club si no iba a hablar con nadie.


El siguiente tipo que se acercó no habló con él de inmediato. Se deslizó entre él y el taburete, se inclinó y ordenó antes de mirar en su dirección. Ojos negros. Hombros que hacían imposible ver a su alrededor. Antes de poder apartar la mirada, el hombre le dijo al mesero que llenara su vaso vacío.


La negativa se murió entre sus labios. Tal vez fue la cerveza. O tal vez estaba cansado de no saber lo que hacía aquí sin siquiera saludar a alguien.


- Gracias, - dijo, y aunque su estómago amenazó con rebelarse, extendió la mano-. Soy Taemin.


- Jongin, - el otro hombre tomó su mano en un fuerte agarre - ¿Has estado aquí antes? Lo pregunto porque te ves cómo me siento.


- Es mi primera vez. - Taemin sonrió -. ¿Realmente me veo fuera de lugar?


- Sólo un poco incómodo. Y te entiendo.


- No me pareces incómodo. - Se atrevió a escanear de arriba a abajo, bebiendo como el denim se extendía por los poderosos muslos de Jongin - En absoluto.


- Soy bueno fingiendo. Creo que, si sigo viniendo aquí, hay una remota posibilidad de que pueda conocer a alguien de mi edad. Pareciera como si todos... -hizo un gesto a la llena pista de baile- se volvieran cada vez más jóvenes.


- No estoy seguro de lo que hago aquí, - confesó - No es mi tipo de lugar.


Jongin sonrió, y notó sus perfectos dientes. Realmente perfectos.


- ¿Cuál es tu tipo de lugar?


Una imagen se cruzó por su cabeza, miró su cerveza, el olor y el sabor de Jonghyun de repente inundó sus sentidos.


- Casa, en realidad. - Cuando se dio cuenta de cómo sonaba, se apresuró a añadir: -O restaurantes italianos. Ellos también funcionan.


La sonrisa de Jongin se ensanchó. - También me gustan los restaurantes italianos. ¿Has comido hoy?


No, porque no quería vomitar en caso que sus nervios le fallaran, pero no tenía ganas ahora. Hablarían un poco y se conocerían, ¿pero qué si Jongin tenía los mismos sentimientos hacia los niños que Minho?


Jonghyun amaba a Jimmin.


Necesitaba parar de pensar en Jonghyun. Había venido a probar su punto, incluso si se preguntaba cuál era exactamente.


Bebió hasta la última gota de su cerveza para fortalecer sus nervios y se levantó. - ¿Qué dices si le mostramos a esos chicos como bailar primero? - La música había cambiado a algo más lento, algo que incluso él podía bailar. Y tal vez bailar era lo que necesitaba para borrar a Jonghyun de su memoria.


- Creo que aprenderán una cosa o dos. - Dijo Jongin, dejando su vaso casi vacío. Por un momento pensó que iba a tomar su mano y arrastrarlo por la pista, pero se detuvo. Lo llevó a un pequeño espacio antes de tocarlo. Con una firme mano en su cadera, lo acercó.


No le daba la oportunidad de guiar, si es que esta clase de música llamaba a ese tipo de asociación, y el agarre fuerte enviaba señales confusas a su cerebro. Por un lado, un chico caliente sosteniéndolo. Un chico caliente con músculos. Y una polla gruesa poniéndose más dura con cada segundo. Había esperado toda su vida para este momento.


Por otro lado, el chico caliente era casi un extraño.


Más importante, no era Jonghyun.


Jonghyun, quien no sentía la necesidad de arrebatarte el control cuando claramente se sentía tan fuera de lugar.


Jonghyun, quien amaba a su hijo y lo dejaba pasar la noche sin una sola palabra de protesta y se ofrecía a ser sus ruedas de entrenamiento cuando sentía que se hundía.


Jonghyun, quien dejaba un agujero tangible en su vida cuando no estaba.


Se retiró antes de que la canción terminara, pero cuando Jongin trató de detenerlo, Taemin negó con la cabeza. - Me tengo que ir. Lo siento.


- Espera, ¿sucede algo?


- No eres tú. Hay alguien que necesito ver. - En un capricho, se acercó y besó la mejilla de Jongin. Incluso eso estaba mal. Demasiado suave - Gracias por el baile.


Se presionó contra la multitud, se escapó de la pista de baile con la cabeza más clara de lo que la había tenido en toda la noche. Había estado tratando tan duro de ser gay, que se había olvidado de un hecho simple.


No se trataba de encajar en un estilo de vida. Se trataba de ser finalmente él mismo.


******************************************************************************


Su mano temblaba mientras tocaba la puerta de Jonghyun. Cuando se dio cuenta que también estaba sudando, se apresuró a frotar su palma contra sus pantalones. Había empezado a sudar mientras practicaba delante del espejo durante la tarde. Había esperado que no tuviera ninguna gota de sudor por su cuerpo.


Había una buena oportunidad de que Jonghyun hubiera salido, pero le abrió la puerta a los pocos minutos y parpadeó. - Oh. Hola. Entra.


La invitación lo tomó por sorpresa. Había pensado que tenía que humillarse para poder entrar. No lo rechazó, sin embargo. Iba a tomar todas las ventajas que pudiera conseguir.


- Espero no interrumpir nada.


- No te preocupes. Solo me estaba preparando algo de cena. -Hizo un gesto distraído hacia la cocina - Afortunadamente llegaste antes de añadir el elemento crítico. Leche.


- ¿Leche? ¿Qué cocinas?


- Cereal con plátanos. ¿Quieres un poco?


Lo miró fijamente durante un largo rato antes de parpadear y sacudir la cabeza. - No, gracias. De hecho, um...- Tomó una respiración profunda - A lo mejor podemos salir a por algo un poco más sustancial. Yo invito.


- Oh... bueno... ya he echado el cereal y partido los plátanos, pero salimos otro día.


La decepción lo recorrió. Había esperado... pero claro que Jonghyun no querría salir. No podía decir que el estaría dispuesto a siquiera dejar entrar a alguien que había sido tan desconsiderado.


- ¿Puedo cambiar mi oferta, entonces? Me gustaría hablar contigo, si pudiera.


- Sí. Hablar. Claro. - Jonghyun sonaba menos que entusiasmado con la perspectiva, pero al menos había aceptado en vez de tratar de empujarlo por la puerta - Supongo que teníamos que sacar esto de alguna manera, tarde o temprano.


Le cogió del brazo antes de que se retirara a la cocina. - No es eso. Quería disculparme, no apartarte más.


Jonghyun sonrió, pero gesto no alcanzó a sus ojos. - Realmente no tienes que hacerlo. Sé que cometí un error.


- No fue un error. Soy yo el que se equivocó, no tú. Me asusté y exageré. - Se aventuró a dar un paso más, aunque no se atrevió a soltar a Jonghyun. Era la primera cosa que se sentía correcto en toda la semana - Durante todo este tiempo, he estado pensando en cómo encajar, pero no me di cuenta que lo estoy sobre evaluando. Sólo quería ser feliz. Quería dejar de fingir. Pero nunca tuve que hacerlo contigo. No antes, y definitivamente no después. El sábado pasado fue... la noche más increíble de mi vida. Sin mentir. Y tal vez no merezca otra oportunidad por la forma en que te traté. Pero si no soluciono esto, me quedaré despierto todas las noches, preguntándome por qué salgo con todos los Minhos del mundo. En lugar de salir contigo.


- ¿Estás seguro que quieres salir conmigo ahora? Sé que fui muy rápido y probablemente te empujé demasiado. Realmente entendería si quieres que retroceda un poco y... no sé... comenzar en algún lugar antes de la declaración.


- Si no quisiera una cita, ¿por qué iba a venir a nuestra noche especial de citas? - Trató de sonreír, pero cuanto más tiempo se demoraba Jonghyun en hacer un movimiento, más difícil era mantenerla - Noches de sábado. Quiero mantener esa promesa.


Jonghyun se humedeció los labios. - ¿Qué hay de las otras? Ya sabes, viernes y domingo para empezar.


- Puedes tener todo lo que tú quieras. Todo lo que pido a cambio eres tú.


- Taemin... - Por un momento, la mano de Jonghyun revoloteó entre ellos, como si no supiera que hacer con ella. Su nombre colgaba, y contuvo el aliento, sabiendo que este era el momento decisivo. No respiró hasta que Jonghyun lo cogió de la parte de atrás de su cuello y rozó sus labios contra los suyos.


En ese momento, sabía más allá de cualquier duda que había tomado la decisión correcta.


- Dime que hacer para que me perdones, - dijo, sus palabras salieron precipitadas -. Cualquier cosa. Lo que sea.


- No te preocupes. No tienes... que hacer nada. A menos que te quieras quedar y recompensarme la semana perdida.


Se ahogó en los brillantes ojos de Jonghyun, ojos con los que había soñado cada noche durante los últimos seis días. - No me quiero ir, - murmuró - Parte de la razón por la que me asusté la semana pasada fue porque todo lo que me parecía imposible había sucedido tan fácilmente. Parecía que habías estado ahí todo el tiempo y que yo solo tenía que decir por favor y tendría todo lo que quisiera.


Jonghyun resopló. - Imagina lo asustado que estaba cuando me enamoré de mi vecino casado con tan solo verlo.


- Lo escondiste bien.


- No lo hice. Solo te traté como merecías. No quería que pensaras que era tu amigo solo porque quería acostarme contigo, ¿me entiendes?


- No lo hago. - Su mirada cayó a la boca de Jonghyun. Quería otro beso, pero no quería presionar su suerte - ¿Vas a dejarme llevarte ahora?


Jonghyun comenzó a caminar, empujándolo hasta que sus hombros tocaron la pared. - ¿Qué tal si te mantengo aquí?


Tragó con fuerza. Cuando Jonghyun tomaba el control de esa manera, cada una de sus terminaciones nerviosas gritaba por más. - Sí, por favor. - Puso una mano temblorosa en la cadera de Jonghyun -. Solo quiero estar contigo. No importa dónde.


- Bien. -Reclamó la boca de Taemin con un beso que dejaba ver su hambre - Porque te he extrañado esta semana.


Deslizó el agarre hacia abajo, tomando el culo de Jonghyun y apretó, gimiendo contra los labios del otro. - ¿Lo suficiente para olvidarte de tu cereal por mí?


- Ya lo hice. - Empujó su mano bajo la camisa, sus nudillos cepillaban sobre sus costillas. Su boca vagaba por sus labios, burlándose del lóbulo de la oreja antes de trasladarse hacia la garganta - Hueles bien.


Inclinó la cabeza hacia un lado para facilitarle el camino, sus pestañas revoloteaban cerradas ya que cada roce le ponía la piel de gallina. Su otra mano bajó para tomar el otro lado del culo de Jonghyun, y lo utilizó como punto de apoyo para moler sus erecciones juntas.


- Te sientes bien. Dios, te sientes bien. - A ciegas, volvió a reclamar otro beso, esta vez más duro, más desesperado que su predecesor. Ahora que tenía a Jonghyun de vuelta en sus brazos, no podía dejar de temblar de alivio y necesidad. No lo iba a dejar ir esta vez. Jamás lo dejaría irse de nuevo.


- Voy a quitarte la ropa, - murmuró Jonghyun, pero se distrajo de la tarea por otro largo y hambriento beso - Me alegro tanto de que estés aquí... - Agarró la camisa de Taemin pero se negó a retroceder. Gimió con frustración - Vamos a la cama primero.


Sonaba como el mejor plan del mundo, pero la ejecución era más difícil de lo que se había imaginado. No paraban de besarse, no quería, y no era capaz de dejar ir su culo, no es que Jonghyun se hubiera quejado tampoco. Se golpearon contra una pared, y luego otra, hasta que finalmente entraron a la habitación oscura con las prendas tiradas por el camino.


Taemin lo empujó contra la cama y se subió encima de él, apoyando sus rodillas a los lados del cuerpo de Jonghyun. Dios, este hombre era todo para él, y finalmente estaba justo debajo de él. Jonghyun lo trajo hacia él y lo besó con ternura. Se besaron por largo tiempo. Besos suaves que significaban amor, consuelo y calidez, y nada más. Cuando las caderas de Jonghyun empezaron a presionarse contra él y entre los besos se oyeron pequeños jadeos, él se sentó.


- ¡Mierda!


No estaba seguro cuál de los dos lo dijo, pero estuvo de acuerdo inmediatamente. Taemin se movió hacia abajo, hacia los muslos de Jonghyun y miró al hombre acostado debajo de él. Jonghyun estaba duro y había sido mucho tiempo. Taemin no quiso perder tiempo jugando. Se inclinó hacia adelante y lamió el pre semen que estaba deslizándose por la punta, y metió la cabeza del pene dentro de su boca.


- Oh, Dios, Taemin. - Los dedos de Jonghyun escarbaban el corto cabello de Taemin, sus caderas se levantaban.


Taemin sacó su pene, ignorando las súplicas de Jonghyun. Hundió su cara entre sus muslos, lamiendo y besando la suave piel, chupando y haciendo rodar su saco y lamiendo el perineo. Jonghyun abrió más las piernas para darle mejor acceso.


- Diablos, eres más hermoso que cuando nuestro primer encuentro. - La boca de Taemin se secó cuando vio la imagen delante de él. Empujó las piernas para apartarlas todavía más y miró. Jonghyun se sonrojó un poco, avergonzado de la flagrante admiración en la cara de Taemin, pero no había forma de confundir el sonrojo que se espació por su cuello y pecho.


- ¿Vas a sólo mirar o vas a hacer algo?


- Sólo déjame ver lo que es mío. - Taemin dijo y se sentó sobre sus tobillos. Vio una gota de pre-semen deslizándose fuera de la abertura y cayendo por el glande - Dios. - Suspiró y tomó la gota con su dedo y lo llevó a la boca de Jonghyun. El hombre mayor chupó el dedo y la sensación fue directamente al pene de Taemin.


Taemin apoyó su cabeza sobre el pliegue del muslo de Jonghyun, lamiendo el sudor. Despacio volvió loco a Jonghyun con suaves lamidas y besos. Ellos tenían toda la noche. No iba a apurarse. Levantó la vista para ver a Jonghyun y lo vio tirado hacia atrás con un brazo sobre sus ojos.


- Jjong, mírame. - Le pidió.


Jonghyun hizo lo que le pidió.


- Quiero que mires.


- ¡Querido Dios! - La oración de Jonghyun cayó de sus labios cuando la boca de Taemin tomaba su pene - Taemin, por favor.


Taemin sacó su pene de su boca y el obsceno sonido hizo gemir a Jonghyun de nuevo. - ¡Folla mi boca! - puso sus labios alrededor de la protuberante cabeza del pene y esperó. Quería que Jonghyun tomara la iniciativa, que quisiera esto.


- Taemin... yo...


Taemin apretó sus manos en el culo de Jonghyun y lo trajo más cerca, sin soltar su pene.


Las manos se enredaron en el cabello de Taemin y Jonghyun miró hacia abajo, a él, encontrándose con su mirada. Los ojos de Taemin estaban claros y firmes mirándolo. Jonghyun movió las caderas hacia arriba y Taemin lo tomó, eso parece que desató algo en él y estableció un ritmo constante follando la boca de Taemin gentilmente mientras que Taemin trataba de llevarlo más cerca de él.


Jonghyun estaba cantando una liturgia de "porfavorporfavorporfavor" hasta que estaba subiendo y bajando las caderas incontrolablemente. La saliva estaba corriendo por la barbilla de Taemin y casi no podía respirar, pero no se iba a detener, no hasta que... con un estrangulado gemido, Jonghyun disparó dentro de su garganta.


Taemin se tendió a su lado jadeando mientras Jonghyun se recuperaba de su orgasmo.


- Eso fue... Cristo, Taemin...


Taemin sonrió. Había sacado la capacidad de pensar coherentemente a Kim Jonghyun. Se sintió malditamente satisfecho.


Rodando hacia un lado Jonghyun lo miró, el pene de Taemin estaba duro y esperando contra su estómago.


- Tócame.


La voz de Taemin sonaba áspera, apenas podía hablar, pero su orden era inconfundible. Jonghyun tragó fuerte y se inclinó hacia adelante para poner una mano en la piel caliente sobre el corazón de Taemin. Se estremeció debajo de su toque.


Se movió hasta que quedó alineado al cuerpo de Jonghyun y sus labios presionaron un beso contra el cuello de Jonghyun, sintiendo el pulso debajo de sus labios. Jonghyun se estaba recobrando de su monumental orgasmo porque ya estaba medio duro de nuevo contra la pierna de Taemin.


Quedaron trabados juntos por unos minutos, incapaces de hablar más allá de "así" y "ahora". Jonghyun pasaba sus manos sobre Taemin tomando sus tetillas con sus pulgares y deslizando sus dedos a lo largo de su firme pecho.


- Dios. - Taemin estaba temblando bajo sus manos - Por favor, Jjong, quiero que me folles.


- Lo que tú quieras, bebé, - acordó Jonghyun.


Jonghyun lo levantó y le dio vuelta, empujándolo, con su cara contra la cama. - ¡Voy a follarte, voy a llenarte tan duro que te voy a hacer gritar!


- Un montón de palabras, Jjong, pero nada de acción - Taemin dijo con voz ronca, presionando fuerte contra Jonghyun, su cuerpo suplicaba que Jonghyun hiciera algún movimiento.


Sintió una mano de Jonghyun en su baja espalda, tocándolo, conociéndolo, y la otra mano empezó a trazar círculos sobre su agujero. Taemin no podía dejar de gemir y suspirar cuando los dedos de Jonghyun lo follaban lentamente.


- ¿Mejor?


- Uh, huh.


- ¿Quieres que yo...?


Taemin miró sobre su hombro. - Jonghyun, quiero ese enorme pene en mi culo en los próximos dos segundos.


Jonghyun empujó hacia adelante, su verga abriendo el cuerpo de Taemin.


- Oh Dios mío... - El deseo de Taemin creció mientras empujaba hacia atrás contra Jonghyun, su cabeza su cabeza cayó entre sus hombros - Por favor, Jjong, estoy cerca, tan cerca. -Volvió a presionarse contra el pene de Jonghyun, buscando alivio de la presión que se construía dentro de él.


Las manos de Jonghyun se cerraron sobre los hombros de Taemin, trayéndolo hacia su pene, haciéndolo aullar. - Mi turno de hacerte gritar.


- ¡Dios, sí, quiero eso! - Rogó Taemin.


La palmada de Jonghyun cruzó su culo, e hizo apretar fuerte el pene de Jonghyun, provocando siseos de parte de los dos.


- Tú eres mío.


- ¿Lo soy? - Taemin lo miró sobre su hombro - No digas eso si no lo dices en serio.


- Lo digo en serio. Tú eres mío, sólo mío. No va a haber ningún otro, nunca. - Jonghyun lo empujó contra el colchón cubriéndolo completamente.


- Sólo tuyo - Acordó Taemin.


- No quiero a nadie más.


- No más juegos ni noches en el club, nada.


- Sólo tú, para siempre - Fue un voto solemne -Tú eres mío. - Jonghyun repitió. Él podría haber trazado una marca en el corazón de Taemin.


- Siempre lo he sido.


Jonghyun sacó su pene hasta que su cabeza quedó justo en la abertura. Taemin lloriqueó fuertemente por la pérdida. - Está todo bien, bebé. - Lo calmó Jonghyun mientras acariciaba el lado del cuerpo de Taemin.


- Por favor.


- ¡Mío! - Sus caderas se adelantaron mientras reclamaba su derecho.


- ¡Tuyo! - Como si hubiera habido alguna duda.


Una de las manos de Jonghyun enfundó el pene de Taemin, sosteniéndolo firmemente.


Taemin sintió a Jonghyun mordiendo su cuello, y presionó fuerte contra el ardor. - Quiero tu cuerpo, quiero tu mente, y te quiero cada minuto de cada día.


- Tú no tienes que seguir pidiéndolo. Tú me tienes. - Taemin le aseguró y entonces encontró difícil respirar cuando Jonghyun gruñó: - No lo pedía.


Por primera vez Taemin veía completamente claro lo que él quería. Sin esconderse, sin culpa, sabía malditamente bien qué quería. Los dedos de Jonghyun se clavaron cruelmente en las caderas de Taemin, ambos gritando mientras golpeaba la próstata de Taemin una y otra vez. No fue una gentil forma de empezar su relación, eso vendría después. Este era una dura cogida y era lo que los dos necesitaban.


El orgasmo de Taemin rompió dentro de él, sus bolas se tensaron dolorosamente y Jonghyun lo siguió después con una última y profunda estocada dentro de Taemin que les hizo gritar a ambos. Taemin movió sus brazos de manera que ambos cayeron a la cama, en un enredo de brazos y piernas, sudorosos por el esfuerzo y cubiertos de semen. Taemin se dio cuenta de que se olvidaron de usar un condón, una omisión estúpida, pero eso solo decía mucho de su estado mental.


Obviamente lo mismo había pensado Jonghyun mientras llevaba la mano hacia abajo y tocaba su semen caliente escurriéndose de Taemin. - Ni siquiera pensé en eso. - Comentó.


La mano de Taemin bajó y tomó la de Jonghyun, sus dedos se entrelazaron. -Quizás ambos debamos hacernos la prueba, sólo para asegurarnos.


- Okay, - Jonghyun acordó - No quiero nada entre nosotros. - Era una forma de atarlos juntos, sabiendo que no debía haber nadie más.


Taemin se dio vuelta buscando la boca de Jonghyun, se besaron, descuidados, torpes y desesperados dulces besos. Sintió a Jonghyun acostarse de espaldas y lo llevó con él para acomodarlo sobre su pecho. Se relajaron cada uno en los brazos del otro por unos minutos, pero Jonghyun podía, obviamente, sentir la presión presente en el cuerpo de Taemin.


Suspiró en el beso y apretó sus brazos alrededor de las costillas del otro.


Permanecieron así hasta que sus respiraciones se calmaron.


- ¿Qué tal fue eso? -Los labios de Jonghyun se movieron en contra de la comisura de la boca - ¿Igual que la última vez?


- ¿Hubo una última vez? - Ambos sonrieron a su pequeña broma, aunque ahora era él quien buscaba besos, suaves y lánguidos que coincidiesen con sus desgastados cuerpos - Es una locura lo bueno que fue. Lo bueno que somos.


Jonghyun enterró su rostro en el cuello de Taemin, su peso estaba mejor asentado en su pecho. No le importaba. Le gustaba el calor y la presión. Lo necesitaba. - Somos tan buenos como esperaba.


- Debí haber confiado en ti - Taemin besó la sien de Jonghyun - Lamento no haberlo hecho.


- Está bien. Has pasado por mucho. Prefería que estuvieras seguro... en vez de ir por el camino fácil.


- No eres el camino fácil. Eres el mejor. - Sus brazos se apretaron alrededor de su espalda, y cerró los ojos contra la oleada de emociones que lo embriagaron - No puedo decirte lo que quieres, pero puedo decirte... que va a ser fácil amarte, Jonghyun.


- ¿Cómo sabes que eso no es lo que quería oír?


Sonrió. Rodando a un lado - Me vas a mantener alerta, ¿no?


- Voy a tratar. Necesitas a alguien para que evite que te pongas demasiado cómodo.


- Me gusta mi comodidad.


- A eso me refiero. No te preocupes. No voy a sacudir demasiado tu mundo.


- No. - Rozando con su pulgar los hinchados labios de Jonghyun, pensó que debía ser imposible estar tan feliz, tan contento y satisfecho por algo tan simple como unas pocas palabras. Pero no había nada simple en Jonghyun, o en su camino. Este hombre lo había clavado desde el principio, y se dio cuenta mientras se inclinaba para otro beso que sus palabras anteriores acerca de lo fácil que sería amar a Jonghyun había sido una gran subestimación - Lo has sacudido lo justo.


 


FIN

Notas finales:

Hasta la próxima.

gracias por ler :)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).