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JONGTAE ONE SHOTS (100% LEMON) por Caroand

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Notas del capitulo:

Olis, nuevo one-shot.

 

Enjoy it :)

Jinki y Kibum se quedaron con él la mitad de la noche después de que Minho se fuera. Taemin estaba en estado de shock. En realidad, esta situación estaba más allá de haber sido simplemente abandonado, Minho había anunciado que se iba después de seis años de relación. Jinki y Kibum habían sido sus mejores amigos por años y se encontraban igual de impactados.


Taemin alzó el vaso de whiskey que Kibum le había servido y sorbió un poco. Kibum le retiró el vaso y le trajo mejor un poco de té. Nunca había sido bueno para beber. — No puedo creer que ni siquiera eso me salga bien — gimió Taemin.


— Detente — Jinki le regañó — No tiene nada que ver con lo que hiciste. Minho sólo tiene una crisis de los seis años, eso es todo.


— ¿Una qué de los seis años? — preguntó Taemin arrugando la nariz.


— Ya sabes, una crisis... una crisis en sus pantalones.


Kibum suspiró mientras sacudía la cabeza.


— Dijo que tenía a otro hombre, ¿cierto? — Jinki protestó.


— Un hombre de ensueño — Taemin se burló — Dijo que era el hombre perfecto y que, si no iba tras él, siempre se estaría preguntando qué hubiera pasado.


— ¿Es alguien que conozcamos? — preguntó Jinki lleno de curiosidad.


Taemin inhaló y se removió las gafas, luego sacudió la cabeza en forma negativa. — Dijo que su nombre era... este... Jonghyun, creo.


— Bonito nombre, ¿Dónde lo conoció? — preguntó Jinki.


— Minho ha estado pasando el tiempo en ese famoso club de la ciudad, ya sabes el que construyeron el año pasado llamado Moon, toda la gente importante de va a ese lugar — Se sopló la nariz.


— Nunca nos mencionaste eso — Dijo Kibum sentándose a su lado.


— De vez en cuando, durante los fines de semana iba ahí a beber algo, se juntaba con algunos amigos del estudio. Se convirtió en un lugar de entretenimiento después del trabajo. No me importaba, porque siempre regresaba a casa a eso de las siete de la tarde. No quería que dejara de ver a sus amigos por mi culpa.


— ¿Y fue ahí donde conoció a este..., Jonghyun?


Asintió miserablemente. — Eso es lo que dice.


— Bueno, digo que estás mejor sin él — Jinki anunció inesperadamente.


— Cállate Jinki —le dijo su pareja — Lo lamento tanto, Taemin.


— No hay problema, es sólo que no sé cómo continuaré viviendo sin él. Será extraño, ahora terminaré solo.


— ¿Por qué dices algo así? — Jinki acercó su mano y le dio una palmada en la pierna — Pronto vendrá alguien más.


Taemin asintió con una leve sonrisa, pero sabía que las cosas serían distintas. Él y Minho se habían conocido en la universidad. Habían estudiado sus carreras juntos, Minho cinematografía y él comunicaciones.


Jamás se había considerado alguien extremadamente atractivo, aunque las personas le decían que tenía los ojos lindos. Después de haber formalizado con Minho y obtenido un empleo como editor de libros. No había nada llamativo en él. No tenía un cuerpo escultural, definitivamente no había forma en la que pudiera competir en el mundo gay de allí afuera, donde el énfasis estaba en la belleza. Ni tampoco quería hacerlo.


Lo que tenía con Minho era una vida bastante ordinaria. Tenían sexo ordinario, vacaciones ordinarias, trabajaban, veían la televisión y compartían sus problemas. Eso era todo lo que él quería. Ahora, de repente Minho quería algo más... un maldito chico de ensueño.


En el momento en el que Jinki y Kibum se fueron, la tristeza de Taemin se había transformado en enfado. Estaba furioso. ¿Cómo se atrevía Minho a tratarlo de esta manera después de todos estos años? Había estado a su lado cuando estuvo buscando un empleo, lo había mantenido, sostuvo su mano cuando descubrieron que uno de sus anteriores amantes había sido diagnosticado con SIDA y lo había acompañado a que se hiciera una prueba.


Ahora, ¿había tirado todo eso a la basura? Todo por una fantasía. Y un hombre de ensueño... apostaba a que todo lo que ese hombre quería era tener buen sexo. No le importaba lo que Minho y él habían construido juntos. No le importaba estar arruinando su vida y llevándose su futuro.


Bueno, si Minho estaba dispuesto a tirar sus vidas a la basura y todo por una fantasía, por lo menos averiguaría quien era ese chico de ensueño y le haría saber lo que pensaba acerca de él.  


*******************************************************************


Taemin ingresó titubeante. El lugar estaba lleno de personas. La pista de baile estaba llenísima y las personas estaban acumuladas en las diferentes barras intentando ordenar sus bebidas. Las personas chocaban contra él y lo empujaban para pasar. Les dijo, "con permiso" unas diez veces.


Cuando escuchó a alguien decir su nombre, se dio media vuelta. Era Kim Jongin, uno de los del personal de producción del estudio que trabajaba con Minho. — ¿Taemin? ¿Pero qué estás haciendo aquí? — se estaba riendo. Aparentemente algo le resultaba divertido.


— Bueno, vine a comprar una bebida, eso es todo. ¿Por qué? ¿Acaso no puedo estar aquí?


— Por supuesto que puedes, sólo que Minho dijo que esto no era lo tuyo.


La música era ruidosa, el bajo vibraba en sus tímpanos. Era difícil escuchar. Taemin encogió los hombros. — Por cierto, ¿se encuentra por aquí Minho? — trató de parecer normal.


— Aún no, no lo he visto. Vamos te compraré algo para beber.


Taemin siguió a Jongin a la barra. Algunos de los compañeros de trabajo de Minho ya se encontraban ahí. Todos le saludaron algo sorprendidos. El primer vaso de tequila que le dieron se lo tomó de un trago. Jongin picó las costillas de Taemin con su dedo. — Vamos — dijo—. Que estoy invitando yo, bebe con confianza.


El segundo fue más fácil. Taemin no estaba seguro de cuántos de esos pequeños vasos había bebido, pero la habitación comenzó a girar. — Entonces — tartamudeó — ¿Dónde se encuentra Minho? ¿Con su nuevo cualquiera?


Jongin se detuvo con la bebida a medio camino — ¿Lo sabes?


— Por supuesto — murmuró, levantando una de las pequeñas copas al aire — Mi expareja y su pequeño y adorable cualquiera pueden vivir felices para siempre... en el paraíso.


Todos en la mesa rieron.


Jongin se le acercó y le susurró al oído. — Así que ¿te dejó? Le dije que estaba siendo un idiota al dejar lo que tenía contigo que era algo seguro y estable, por algo que es...


— Entonces, ¿Dónde se encuentra esa prostituta? — gruñó Taemin interrumpiéndolo — El que me robó la vida, quiero verlo. Quiero ver su cara — luchó por ponerse de pie.


Jongin se levantó con él, colocó una mano en su antebrazo — ¿Por qué no lo dejas ir por esta noche, Taemin? Estás ebrio y no estás en condiciones para...


Taemin quitó su brazo violentamente. — ¿Se encuentra por aquí? ¿Dónde está? Señala en qué dirección se encuentra.


— Taemin, no — dijo Jongin —. No creo...


De repente uno de los otros miembros de la mesa dijo. — ¿Buscas al sueño húmedo de Minho? Acaba de entrar, se encuentra en la barra de whiskey. Su nombre es...


— Conozco su maldito nombre — dijo Taemin entre dientes—. Jonghyun. Su nombre es Jon...ng...hyun...


Los otros en la mesa rieron. — Su apellido es Kim, ve por él, tigre.


— Esto no es divertido, Baek — dijo Jongin molesto al otro hombre mientras estaba tratando de evitar que Taemin se marchara — Está ebrio y no está en condiciones para...


Taemin se alejó de Jongin, dio unos torpes pasos hacia atrás, derribando una silla en el proceso. Alguna canción amorosa se podía escuchar. — Déjame con él. — rugió Taemin, dirigiéndose a la pista de baile, chocándose contra cada persona que pasaba. No estaba seguro como era ese idiota, pero lo encontraría. ¿Cuántos Jonghyun podrían haber parados en la barra de whiskey?


Sin darse cuenta, había llegado a la barra de whiskey. Había unos cuantos hombres alrededor bebiendo. Taemin se acercó al primero que vio. —Busco a una rata — murmuró — Un tal Kimi Jonghyun, la rata... ¿lo conoces?


El tipo le miró de reojo. — ¿Quién?


Taemin movió una mano como si estuviese intentando espantar a una molesta mosca. Caminó unos cuantos pasos torpes, deteniéndose cerca de un grupo de tres hombres. Uno de ellos era un chico delgado y rubio. Ese podría ser él. — ¿Eres Kimi Jonghyun?


Los otros dos sujetos comenzaron a reírse. El rubio sacudió su cabeza en forma negativa. — Mi nombre es Jimmin ¿A quién es que buscas? ¿A una rata?


— Sí, una rata, la rata por la cual Minho me abandonó. Olvídalo — dijo, su estómago comenzaba a molestarle — Lo encontraré, no se puede esconder durante mucho tiempo.


— Buena suerte — le dijo alguien. Luego se escuchó una erupción de carcajadas.


Taemin colocó una mano en la barra y caminó hacia el otro lado. Había dos personas paradas ahí, uno era un hombre mayor alrededor de unos sesenta años, vestido en un traje fino. El otro era extremadamente atractivo. Estaba mirando hacia el frente, recostado sobre la barra mirando fijamente al caballero de mayor edad, estaban manteniendo una conversación seria. Era bien formado y musculoso, el cual Taemin sólo había visto en las revistas. Su cabello era oscuro. Tenía puestos unos jeans desgastados y una camiseta azul de algodón abierta y sin mangas, nada debajo de ella. Estaba riendo acerca de algo, el sujeto con el traje estaba riendo con él mientras intentaba encender un cigarrillo.


Taemin colocó sus manos en sus caderas. — ¿Alguno de ustedes conoce a Jonghyun Rata? — Sus gafas estaban mal colocadas y se las quitó de la cara, mirando fijamente a los hombres.


— ¿Quién? —preguntó el hombre mayor, inhalando humo de su cigarrillo.


— Jonghyun ... su nombre es Jonghyun Kimi o algo así. — Taemin caminó hacia la barra y colocó una mano sobre el mostrador para estabilizarse.


— Oye amigo — dijo el hombre más joven — Parece que ya has bebido suficiente.


— ¿Lo conoces o no? — su mirada se enfocó en los ojos más cafés que había visto en su vida.


— Mi nombre es Jonghyun, Kim Jonghyun, no sé si es a mí a quien buscas... — rió.


El rostro de Taemin se endureció. — Tú — Señaló al hombre, golpeándole en el pecho con su dedo. El sujeto hizo un gesto y dio unos pasos hacia atrás para evitar ser golpeado nuevamente por el dedo de Taemin — Tú — Le miró de arriba abajo, luego sacudió su cabeza moviéndose enfrente de él — Tú, destructor de parejas homosexuales...


— ¿Qué?


— Dije... que eres un rompe hogares... me robaste a mi Minho.


— ¿Te robe a tu quién?


— Minho — gruñó — No finjas que no lo sabes. Apuesto a que también tienes una zapatilla de bailarina entre tus pantalones... — Taemin observó el bulto en los jeans de Jonghyun.


Kim Jonghyun rió — Amigo, no tengo ni idea de lo que hablas.


- Zapatilla de bailarina —repitió señalando a su entrepierna.


Los ojos del tipo se abrieron un poco con sorpresa y miró hacia abajo, hacia donde estaba señalando Taemin — ¿Cómo? — Comenzó a reírse nuevamente.


— Estuvimos juntos seis años, Minho y yo. ¿Sabes...? No, los hombres como tú no entienden una relación de amor, comprensión, compromiso... como sea... tú solo entiendes cosas como fornicar y chupar y... — se detuvo. Le miró con los ojos entrecerrados — Debería darte un puñetazo en la nariz. — Empuñó su mano y lanzó el golpe. Sintió que una mano atrapó su brazo en el aire y fue empujado contra algo duro. Era Kim Jonghyun.  


*******************************************************************


Caminó hacia afuera con cuidado, pasó por una sala y una cocina. Encontró otro dormitorio en el camino. Lo revisó y éste se encontraba vacío. La cama se encontraba tendida. Había una mesita de noche en una esquina. Sobre la cama se encontraba la pintura de un camión de bomberos. — Mmm, ¿Quién coloca una pintura de un camión de bomberos sobre su pared? —murmuró.


— Habrá sido un niño que nunca creció o un bombero — respondió una voz ronca desde atrás.


Taemin saltó del susto. Colocó una mano sobre su pecho y se giró a mirar, casi tropezándose con la sábana. Sus ojos se abrieron con sorpresa al ver al hombre que se encontraba de pie frente a él. Era ese tipo llamado Jonghyun de anoche. Hoy vestía un par de pantalones cortos y una camiseta. Su cabello parecía estar mojado. — No sabía que ya te habías despertado — dijo — Estaba haciendo ejercicio en el sótano. ¿Cómo te encuentras?


— Yo... ¿Dónde está Minho? — Quiso saber — Quiero que los dos sepan que él no necesita sentir lástima por mí.


Jonghyun cruzó sus brazos sobre su pecho. Dios, pero que cuerpo. Sin lugar a dudas a Minho le había dado "la crisis en los pantalones" como Jinki lo había descrito. — ¿Minho?


— Está intentando jugar al inocente, pero no importa. Cogeré mi ropa y me iré de aquí. Realmente no quiero tener una confrontación con él.


- No hay problema con eso — dijo.


— ¿Salió...? ¿Qué... se fue a hacer una permanente?


— Muy bien. — Sonrió.


— ¿Le parece gracioso? Acaso no se da cuenta... — los ojos de Taemin se llenaron de lágrimas, pero se las tragó — Puede que no sea perfecto, pero era mío. Ahora, voy a terminar solo y probablemente se canse de él y...


— Taemin.


— Así con que le habló de mí, ¿cierto? — se limpió las lágrimas de los ojos.


Jonghyun se acercó a la mesa del pasillo y le pasó un pañuelo desechable. — No, tu billetera se cayó de tus pantalones anoche cuando...


— ¿Me quitó los pantalones?


— Bueno, tenía que colocarlos en la lavadora... te enfermaste... en todas partes.


Taemin suspiró. — Oh, cielos. Bueno, los quiero y luego me iré. Sólo quería que supiera que Minho y yo habíamos construido una vida juntos y luego anunció inesperadamente que me dejaba por usted. ¿Sabe cómo se siente eso, Sr. Kini?


— Kim — le corrigió — pero es mucho mejor que Kimi. Y no Taemin, no sé cómo se siente. Nunca he tenido la buena suerte de encontrarme a alguien que haya querido pasar seis años a mi lado.


— Bueno, buena suerte con Minho — Pasó a su lado, rozándole — Y ronca, sólo para que lo sepa. Así que espero que esté preparado para unas noches en vela — se detuvo — ¿Puede devolverme mi ropa?


— Está en la secadora. ¿Quieres algo de comer?


Taemin sostuvo su cabeza entre sus manos. — No.


— ¿Café?


Taemin le observó con hostilidad. — No quiero nada de usted. ¿Acaso no se siente culpable?


— No — dijo.


— Sujetos como usted... hubiera dado lo que fuera para parecerme a usted, tener a toda clase de hombres cayendo ante mis pies.


— ¿Qué tiene de malo tu apariencia? Me parece que eres bastante bien parecido.


— Oh, no, no lo hará... — le golpeó nuevamente con el dedo — No le tengo miedo.


Jonghyun rió. — Bien, es bueno saberlo.


Taemin se tropezó con la sábana. Se le resbaló de los hombros e inmediatamente la colocó en su sitio. — Cree poder calmarme con halagos inservibles. Puede que funcione en los bares, pero no conmigo.


— Lo recordaré — dijo suavemente — Supongo que tendré que cambiar mi técnica. Así que háblame más acerca de ese Minho, me tienes intrigado.


— Acaso él no se lo dijo, ¿o tenía la boca llena?


— ¿Eres siempre tan hostil?


- Sólo cuando se trata de mi vida. Jamás pensé que terminaría en la casa del otro hombre. ¿Se mudará Minho con usted? ¿Le pertenece esta casa?


— Sí, ¿te gusta?


— ¿Cuándo?


— ¿Cuándo qué?


— ¿Cuándo se mudará con usted?


— No lo hará — sacudió su cabeza — Taemin, no conozco a ningún Minho.


— Oh, vamos cielito.... Minho me dijo todo acerca de usted.


— ¿Cielito?


— Oh, mi cabeza, —dijo Taemin —. ¿Dónde están mis gafas? ¿Sabe?


— Bueno, tengo unas malas noticias con respecto a eso. Te las quitaste anoche y se cayeron al suelo. Luego alguien las pisó.


— Oh, no. Me costaron una fortuna.


— Lo lamento.


— Muy bien, está siendo demasiado agradable. Vaya por mi ropa, no me importa si aún está mojada, quiero irme de aquí.


Jonghyun se encogió de los hombros. — Muy bien. Te llevaré...


— Tomaré un taxi.


Se dio media vuelta y desapareció por unas escaleras. Taemin esperó en la sala a que regresara. Sobre el televisor se encontraba una fotografía de Kim Jonghyun con su traje de bombero recibiendo un tipo de placa.


— Aquí tienes — dijo alguien de repente — Los pantalones aún están algo húmedos, pero...


Taemin se dio la vuelta y tomó su ropa. — ¿Algún papel en una película? — preguntó señalando a la fotografía.


— ¿Disculpa?


— ¿Es esa una película en la que actuó? Apuesto a que Minho le consiguió un papel en esa película de rescates en la que está trabajando. Estoy seguro que será un excelente extra. Lo único que quiero es que recuerde de qué manera obtuvo el papel. ¿Acaso no le da vergüenza?


— Ah, no. No es un papel, soy un bombero.


Taemin parpadeó. — Perfecto. Apuesto a que también se encuentra en un calendario.


— Ah — rió — Sí — Estaba algo avergonzado — Es por una buena causa, para el hospital pediátrico.


— Lo supuse. ¿Podría darse la vuelta mientras me coloco los pantalones? — Taemin le preguntó, tratando de colocarse los pantalones sin deshacerse de la sábana.


— De acuerdo. — Dijo, dándose la vuelta — Entonces, — continuó hablando mientras Taemin se colocaba los pantalones—. ¿Puedo volver a verte en otra ocasión? ¿Podríamos ir por un café o...? 


— ¿¡Está bromeando!? No tiene escrúpulos, ¿cierto? ¿Qué? ¿Acaso quiere compararme con Minho o algo así? Eso es asqueroso.


Jonghyun agachó la cabeza por un momento, cuando la volvió a levantar estaba intentando controlar su risa. — Taemin, de verdad no conozco a tu Minho. No sé porque pensaste que lo hacía, lamento que tu compañero de seis años no te haya apreciado, pero bueno, es su pérdida.


Taemin se quedó sin palabras. Había personas sin escrúpulos en este mundo y todos eran como él, hermosos sin moral — Por favor, llámeme a ese taxi, Sr. Kim — dijo cortantemente mientras se abotonaba la camisa.


— Muy bien — dijo mientras se dirigía al teléfono y marcaba.


— Esperaré afuera — dijo Taemin.


Jonghyun le entregó una tarjeta. — Toma, si cambias de opinión y quieres tomar una taza de café en el futuro.


— No me espere — Taemin le dijo cortantemente, arrugando la tarjeta y lanzándola dentro de su bolsillo.


— Bueno, al menos lo intenté — sonrió — Adiós Taemin.


Taemin ni siquiera se molestó en responderle. Caminó hacia afuera, cerrando la puerta de un golpe en su partida. Esperó justo afuera de la propiedad de la casa de Jonghyun, esperando que Minho no se apareciera y lo viera ahí. Comenzó a llover.


Unos minutos más tarde, Jonghyun salió. — La espera te llevará un buen rato — dijo — ¿Seguro que no quieres esperar adentro?


— Sí.


Abrió un paraguas y se lo entregó. — Tal vez te sirva esto.


- ¿Siempre es tan generoso?


— Ah, ¿estoy siendo generoso? ¿Es eso algo bueno? — sonrió.


Taemin le lanzó una mirada hostil. — Contésteme una pregunta. ¿Sabía que Minho se encontraba en una relación cuando lo sedujo?


— No lo seduje — dijo — Taemin, te dije que ni siquiera lo conozco.


— Lo sedujo entonces. ¿Qué quiere un tipo como usted con alguien como Minho? Él es como yo, simple, común y...


— Tú no eres ni simple ni común. ¿Por qué piensas eso de ti mismo?


— Yo... — se detuvo — Ya sabe a lo que me refiero. Tipos como usted no le hacen caso a tipos como yo.


— No estés tan seguro — dijo acercándosele.


Los ojos de Taemin se abrieron con sorpresa. Dio un paso hacia atrás casi cayéndose sobre la carretera. El taxi se detuvo justo detrás de él.


— El taxi ya vino — sonrió Jonghyun.


Taemin suspiró lleno de alivio. Luchó para abrir la puerta y se subió, diciéndole al taxista la dirección de su casa. No alzó la mirada hasta que ya habían dado la vuelta en la esquina y ya no podía ver a Kim Jonghyun.


*******************************************************************


Dos semanas más tarde, buscó la tarjeta que Jonghyun le había dado, la encontró aún arrugada en su lavandería. Debió haberla dejado ahí cuando la sacó de su bolsillo antes de lavar su ropa. Si alguien sabía dónde estaba Minho, ese cualquier novio suyo, seguramente lo sabría.


Taemin tomó el teléfono móvil y marcó el número en los botones.


Jonghyun contestó en el segundo timbre. — ¿Aló? — dijo.


— Muy bien, escuche — dijo Taemin — quiero que le diga a su inservible novio que todas sus cosas están aquí y que si no viene a recogerlas las tiraré a la basura.


Hubo silencio por un momento — ¿Taemin?


- ¿Quién más? ¿Está él ahí?


— Nadie está aquí, excepto yo. Estoy sorprendido de escucharte. Estaba pensando en ti la otra noche.


— ¿En serio? Estoy seguro.


— No, en serio lo estaba. Estaba pensando lo malo que era que estuvieras ebrio la noche que te desvestí.


— Es... increíble. ¿Está Minho con usted ahora?


— No, Taemin, no lo está. ¿Cuántas veces debo decírtelo? No conozco a ese sujeto llamado Minho.


— Sí, claro. Bueno, dele mi mensaje.


— Lo haré si vas conmigo a tomar una taza de café.


— ¿Qué?


— ¿Vamos a tomarnos una taza de café?


— ¿Ahora?


— ¿Por qué no?


— ¿Qué hay con Minho?


— ¿Qué hay con Minho?


— ¿Se lo dirá?


— No, ¿Debería decirle algo? ¿Vienes o no?


— ¿A dónde? — Taemin suspiró.


— La cafetería de la ciudad llamada "Timepiece". ¿La conoces?


— Sí, ¿en una hora?


De acuerdo, nos vemos — dijo y cortó la llamada.


Taemin colocó unas cuantas cajas que le pertenecían a Minho en su auto. Podría bien dárselas a Jonghyun mientras iba, estaba cansado de jugar a estas cosas.  


*******************************************************************


- Hola, Taemin, ¿Qué haces?


Taemin se dio media vuelta y se topó cara a cara con Jonghyun. — Traje unas cuantas cosas de Minho. Pensé que se las podría llevar. Tiene un auto ¿cierto?


— Sí, pero no me llevaré las cosas de ese sujeto.


— ¿Por qué no?


— Primero que nada, no tengo espacio para guardarlas y segundo, he estado intentando decirte que ni siquiera conozco al sujeto. Vamos, entremos, te compraré una taza de café y puedes decirme todo acerca de ese sujeto Minho del cual parece estás obsesionado.


— No estoy obsesionado con él — se enojó Taemin siguiendo a Jonghyun al mostrador — ¿Cómo se sentiría si su pareja simplemente se va después de seis años de relación por alguien que es como usted?


Jonghyun le miro un momento, luego pidió dos tazas de café, la chica del mostrador no podía quitarle la mirada de encima a Jonghyun. Derramó el contenido de la primera taza que sirvió por todo el lugar y tuvo que servirles otra.


— La crema y el azúcar están ahí — dijo Jonghyun señalando con su pulgar en dirección a dos pequeños contenedores sobre un mostrador cercano mientras caminaba hacia su mesa.


— No lo tomo con ninguno — dijo Taemin aceptando su café — ¿Cómo se siente tener a personas cayéndose a sus pies todo el día?


Levantó la mirada de su taza — ¿Cómo?


— Esa chica, derramó el café por todo el lugar y...


— Algunas personas son algo torpes — sonrió.


Taemin se despejó la garganta.


— Entonces, háblame acerca de Minho. ¿Dónde se conocieron?


— En la universidad, nos enamoramos ahí, pensé que estaríamos juntos por el resto de nuestras vidas.


— Entonces, ¿fue una buena relación? — sorbió un poco de su café.


Taemin encogió los hombros — Algunas veces, era, ya sabe... ordinaria... pero cómoda.


— ¿Cómoda? ¿Qué significa eso?


— No lo entendería. Las personas como usted tienen un chico en su cama cada noche.


— ¿Por qué continúas refiriéndote a mí como "personas como usted" ?, como si fuera alguna clase de extraterrestre o algo así.


— En cierta manera lo es.


— ¿Por qué es así?


— ¿Ve a esas personas aquí?


— ¿Sí?


— No hay alguna que no haya pensado lo atractivo que es, incluso aquel hombre mayor heterosexual de la esquina. La mitad de ellos quieren irse a la cama con usted.


Jonghyun rió.


— ¿Qué?


— ¿Y te sorprendería saber que hay personas que están pensando en este momento en lo atractivo que eres y quieren irse a la cama contigo?


— Sí, apuesto a que no hay ni uno.


— Perderías esa apuesta — dijo viéndole directamente a los ojos.


Taemin tragó saliva — De acuerdo, otra vez lo está haciendo. ¿Le dirá a Minho que venga por sus cosas o no?


— Lo haría si pudiera. ¿Minho va a Moon por casualidad?


— Ahí fue donde se conocieron, ¿cierto?


— No. ¿Alguna vez Minho dijo que lo hicimos? ¿Qué nos conocimos?


— Bueno, me dijo que me dejaba por usted. Eso fue lo suficientemente claro.


— ¿Cómo es? ¿Ese Minho tuyo?


— Ah, ahora se burla de mí.


— No, ¿Tienes una fotografía?


— Sí — Taemin sacó su billetera y le mostró a Jonghyun la fotografía — Ahí, ¿lo recuerda? Ya terminaron, ¿cierto?


— ¿Qué cosa ya terminó?


— Usted y Minho, ¿tan rápido?


Jonghyun se acomodó en su asiento. — Conozco a ese sujeto.


Taemin le lanzó una mirada irónica. — Sí, ¿hábleme al respecto?


— Solía pasársela con esas personas de un estudio de cine. Un montón de pretenciosos.


Taemin entrecerró los ojos. — ¿Qué intentas decirme ahora, Jonghyun?


— Sabes que esta es la primera vez que dijiste mi nombre y ya no me trataste de usted. Fue agradable. Dilo otra vez.


Taemin se sonrojó. — Detente. Contesta la pregunta.


— Lo he visto varias veces en el club, pero nunca he hablado con él. No lo hubiese hecho. Una vez salí con alguien en el mundo de la cinematografía y era un patán, desde ese momento me alejé de esa clase de personas.


Taemin abrió la boca. — ¿Estás diciendo que Minho me dejó por un... digo... por ti y ni siquiera te conoce?


Se encogió de hombros. — No tengo idea. No conozco a Minho, pero de alguna manera estoy agradecido con él — Se inclinó hacia adelante.


Taemin entrecerró los ojos. — ¿Por qué?


— De lo contrario nunca te hubiese conocido.


Taemin estaba sin habla, un sujeto como Kim Jonghyun jamás podría estar interesado en alguien como él. Esas cosas no sucedían. Se puso de pie moviendo su silla. — Tengo que irme.


Jonghyun se puso de pie también. — ¿Por qué?


— Ne-necesito... hablar con Minho.


Jonghyun asintió. — Supongo que ahora que sabes que nunca te engañó conmigo, ¿quieres que vuelva? — Estaba viéndole directamente a los ojos esperando una respuesta.


— No sé. Necesito hablar con él, eso es todo. Gracias por el café. — Se apresuró a salir de la cafetería y se subió a su auto. No estaba seguro que era lo que sucedía.


Al llegar a casa, su contestador tenía un mensaje. Lo escuchó y la voz decía: — Taemin, soy Minho. Llámame, te extraño. Necesitamos hablar. — Dio un número telefónico a donde contactarlo y luego colgó.


Taemin agarró un pedazo de papel, un lapicero y escribió el número sobre un papel, luego sólo se quedó parado observando el teléfono. Después de unos segundos lo levantó y marcó.


*******************************************************************


— Sujetos como ese están podridos por dentro. Debí de haberlo sabido, Tae. No sé cómo fue que lo conociste, ¿me lo cuentas otra vez?


— Te lo dije. Pensé que estabas saliendo con él y estaba molesto. Me embriagué e hice el ridículo, luego finalmente lo entendí. Él ni siquiera te conoce. ¿Por qué me mentiste?


- No te mentí. Me enamoré de él a la distancia. Pensé que podríamos terminar juntos. Estaba pensando en invitarle a bailar, pero es tan presumido, ni siquiera les hace caso a hombres como tú o yo, piensa que es la gran cosa. Apuesto a que pasa cada noche con una persona distinta. Lo lamento cariño. Quiero regresar a casa. Cometí un error tan grande, tipos como nosotros están totalmente fuera de su liga. Estuvo en un calendario, ¡por Dios Santo!


Taemin suspiró. — Escucha, no puedo perdonarte tan fácilmente. Lo que hiciste, Minho, dolió. Dolió mucho. Y ahora descubro que me dejaste por un hombre al cual ni conocías.


Minho permaneció en silencio.


— ¿Dónde te estás quedando?


— Donde Jongin. Me deja quedarme en su sótano.


Taemin asintió. — Escucha Minho. No quiero lanzar seis años a la basura, pero necesito tiempo. Tomémoslo con calma, tal vez yo también tuve la culpa, nuestra vida comenzó a girar en torno a una rutina. ¿Aceptarías comenzar a salir nuevamente?


Minho asintió. — Sí, eso es un buen inicio. Tal vez podemos salir más. Me gustaría que salieras conmigo de vez en cuando, podríamos salir a bailar.


— Sí, claro.


— Y quizás yo podría volverme un poco más romántico. Sé que te gustan esas cosas.


Taemin sonrió y asintió.


Terminaron la discusión con un breve beso en los labios, luego Minho se marchó, prometiendo llamarlo pronto. Taemin se sintió bien con ello.


Mientras se sentaba frente al televisor, comenzó a pensar en Jonghyun. Fue en ese momento que se dio cuenta de lo mal que lo había tratado, de lo cruel que había sido. Pobre Jonghyun, no le había robado a Minho, al menos no con intención. Tenía que existir algo que pudiera hacer por él, por lo menos disculparse.


Buscó nuevamente la tarjeta y la encontró en el cubo de basura en el baño. Suspiró, tomó su celular y presionó las teclas. Escuchó el contestador — Hola, soy Jonghyun. Estoy trabajando o jugando. Deja tu nombre y te llamaré tan pronto como pueda, bye.


Taemin colgó sin dejar un mensaje. Estaba a punto de dormirse frente al televisor cuando el teléfono timbró. — ¿Minho? — observó la hora en la televisión mientras estaba buscando sus nuevas gafas en el sofá.


— Soy Jonghyun, lo siento.


— ¿Jonghyun?


—Tengo identificador de llamadas. No dejaste mensaje.


— Oh, sí lo siento. No sabía que decir. Escucha, hablé con Minho.


— ¿Y?


—Lo lamento, lo lamento mucho. Tuvimos falta de comunicación. Minho estaba enamorado de ti y eso fue todo. Nunca te había hablado. — Rió levemente — Dice que eres un presumido.


—Ya veo.


— Jonghyun, ¿estás enojado?


— No. ¿Así que lo has perdonado?


— No del todo. Técnicamente, no tuvo una aventura, pero teníamos algunos problemas con nuestra relación. Nos lo vamos a tomar con calma. No lo aceptaré todavía de vuelta.


— Lo harás sufrir.


— Algo así.


— Bueno, ¿supongo que eso significa que aún lo amas?


— Bueno, fueron seis años.


— Esa no fue mi pregunta.


— Supongo.


— Muy bien entonces... buena suerte con ello.


— ¿Jonghyun?


— ¿Sí?


— Me gustaría hacer algo para compensarte lo que hice.


La línea permaneció en silencio un momento, luego dijo: — ¿Qué tienes en mente, Taemin? —La voz era seductora y suave. Le provocó escalofríos por toda la espalda. ¿Que podría ser lo peor que pasase por coquetear un poco? Nunca había coqueteado con alguien como Kim Jonghyun y era totalmente inocente, por el teléfono. No había ningún peligro con eso.


Rió un poco — ¿Estás siendo un niño chico Jonghyun? —. Inhaló un poco de aire.


— Aún no.


Taemin sonrió. — ¿Qué es lo que significa eso exactamente?


— Significa que no me has dado la oportunidad.


— Es algo duro por el teléfono.


— ¿Qué es lo que está duro?


— Tal vez estoy algo duro. Vi la foto en el calendario de un amigo.


— ¿Lo hiciste? — Dios, tenía una voz tan sexy.


— Sí. Tienes unos lindos pectorales. ¿Alguna vez pensaste en posar desnudo? — dijo riendo —. ¿Lo harías?


— Depende.


— ¿Depende de qué?


— De quien esté tomando las fotografías. ¿Tienes una buena cámara?


— No posarías desnudo para mí. — Taemin estaba sonrojándose y eso que estaba a solas en su sala.


— ¿Cómo lo sabes?


— No soy tu tipo.


— ¿Cómo sabes eso?


— Vamos, Jonghyun. Me estás provocando.


— Pienso que tú eres el que me está provocando. ¿Por qué no me dejas ir a tu casa esta noche y me dices como me lo compensaras?


— Oye, oye, vaquero. — Taemin rió—. Si te apareces en mi puerta, deberás cumplir con tu promesa.


— ¿Cuál es tu dirección?


Sorprendido, Taemin tragó saliva fuertemente.


Una aventura de una noche. Una aventura de una noche con el hombre más atractivo que había visto en toda su vida.¿Cuántas oportunidades tendría de hacer el amor con alguien como Jonghyun?


— ¿Aún estás ahí?


— Sí.


— ¿Te acobardaste? ¿No crees que llegaré?


— ¿Pero por qué? ¿Por qué querrías...?


— ¿Podría ser porque quiero estar contigo? — su voz se tornó débil de repente — ¿Podría ser que es porque te encuentro atractivo? ¿Qué fantaseo con hacerte el amor?


Taemin tragó saliva nuevamente — Sería únicamente esta noche, porque... bueno, sería sólo sexo, ¿cierto?


— Puede ser lo que tú quieres que sea.


Taemin inhaló profundamente. — Muy bien — dijo — ¿Tienes un lapicero?  


*******************************************************************


Cuando abrió la puerta, Jonghyun estaba parado del otro lado con esa gran presencia que lo caracterizaba y se veía sensacional, vestido en jeans negros y una camisa de seda roja. Le entregó una rosa azul.


— Lo lamento — dijo con una sonrisa — Te hubiera traído una docena, pero a esta hora no hay muchos lugares abiertos.


Taemin se la acercó a la nariz. — Amo las rosas azules. ¿Cómo lo supiste? — Abrió la puerta y lo dejó pasar.


Jonghyun cerró la puerta al entrar. — No lo sabía — admitió — Era la única que tenían además de una amarilla y...


— Se supone que debías decir que son únicas como tú.


— Bueno, iba a hacerlo, pero supuse que lo considerarías como un cliché y entonces...


Taemin rió. — Sí, suena un tanto cursi, ¿no? Deja que la ponga en agua, vamos pasa — Taemin dijo dirigiéndose a la cocina.


Jonghyun le siguió silenciosamente.


— Jonghyun, escucha, estábamos bromeando en el teléfono, pero...— Al darse la vuelta Jonghyun se encontraba justo detrás de él, su corazón comenzó a latir salvajemente en su pecho.


— ¿Quieres que me vaya ahora?


— No, podemos tomar algo y... — Taemin tomó un florero de una mesa y lo llenó de agua. Trató de colocar la rosa dentro, pero su mano no dejaba de temblar y continuaba fallando, golpeándola contra la superficie de la mesa. Jonghyun se le acercó por detrás. Acercó su brazo y colocó su mano sobre la suya, después introdujo la flor en el florero. Taemin inhaló profundamente.


El cuerpo entero de Jonghyun estaba presionándose contra el suyo. Su erección estaba rozándose con su trasero. — Te deseo, Taemin. ¿Puedes sentirlo? — Movió el cabello de Taemin de su cuello y presionó sus labios contra él. Un escalofrío recorrió su espina. Las manos de Jonghyun se colocaron sobre sus caderas y puso su trasero contra su entrepierna. Volvió a colocar los labios en su cuello. — Bésame — le ordenó, dando la vuelta a Taemin entre sus brazos —. No temas, bésame.


— No tengo miedo, yo... — Taemin le miró a los ojos, totalmente indefenso —, yo... —alzó una de sus manos y tomó un poco de su cabellera entre sus dedos —. Eres increíblemente hermoso.


Una mano se acercó a la nuca de Taemin y la boca de Jonghyun se presionó contra la suya en un beso brutal, demandante y apasionado. Caminaron hacia atrás hasta que se chocaron contra un armario, la boca de Taemin se abrió ante el ataque.


Una mano se movió debajo de su camisa, acercándose a su pecho, acariciando ligeramente uno de sus tetillas, la otra se enterró en la cabellera de Taemin mientras el beso se volvía aún más profundo. La lengua de Jonghyun se movía peligrosamente alrededor de la suya. La mano que estaba en su pecho bajó hacia su estómago. Jonghyun gimió algo contra su cuello, luego se alejó un segundo, ambas manos comenzaron a desabrochar el cinturón de Taemin.


Taemin dejó caer su cabeza y lamió sus labios. Escuchó como bajaba su cremallera, dejó escapar aire cuando Jonghyun sacó la erección de sus pantalones y la apretó en su mano. —Tienes un bello pene, —lo dejó ir y luego le quitó la camisa, la lanzó a un lado—. Dios, eres tan sexy, te ves genial sólo con estar ahí parado.


Taemin estaba inmóvil, permitió que Jonghyun le quitara los pantalones, la ropa interior, que se deshiciera de los zapatos y los calcetines. Colocó sus brazos alrededor de él y comenzó a besarlo nuevamente, moviendo sus manos por la espalda de Taemin, tomando sus glúteos y prácticamente lo levantó del suelo.


Los besos se volvieron más intensos, las manos de Jonghyun acariciaba todo su cuerpo, su lengua lamía una tetilla, luego el otro, después siguió bajando hasta que éste se encontraba sobre sus rodillas.


Cuando llevó el pene a su boca, Taemin casi se corre en ese momento, el tener a este hermoso hombre sobre sus rodillas, succionando su pene, mientras él estaba de pie completamente desnudo, era indescriptiblemente sexy y Jonghyun ni se había quitado una prenda de ropa.


Taemin se corrió abruptamente con un grito, sus caderas moviéndose sin control y su cabeza chocándose contra el armario. Jonghyun se puso de pie, lo tomó y le dio la vuelta, presionándolo contra la mesa. — Oh Dios, —dijo Taemin mientras Jonghyun le cogía las piernas y las abría ampliamente. Lo colocó sobre sus rodillas y separó sus glúteos, comenzó a tocar su ano ligeramente con su lengua.


Taemin estaba nuevamente erecto y prácticamente rogándole para que le permitiera sentir otro orgasmo. La forma en la que este sujeto usaba su lengua lo estaba volviendo loco.


Al mismo tiempo, Jonghyun acercó la mano a la suya y entrelazó sus dedos con los suyos, permitiéndole a Taemin apretar su mano con todas sus fuerzas cuando se corrió.


Mientras Taemin descansaba sobre su espalda, su respiración estaba agitada, trató de controlarla, Jonghyun comenzó a quitarse la camisa. Taemin recorrió sus labios con su lengua y su órgano flácido comenzó a tomar vida una tercera vez, mientras Jonghyun hacía algo muy similar a un striptease. —Colócate sobre el suelo, —le susurró, llevando su mano al bolsillo de sus pantalones y sacando lubricante y condones—. Quiero follarte Taemin. ¿Quieres que lo haga?


Taemin se bajó de la mesa, lanzó la camisa de Jonghyun a un lado y acercó sus manos al cierre de sus pantalones. — Oh, sí — Taemin gruñó—, Nunca quise que alguien me follara tanto como quiero que tú lo hagas.


Taemin estaba teniendo dificultades para bajarle los pantalones.


Jonghyun sonrió, se acercó nuevamente y le besó ligeramente en los labios. —Quieres quitármelos con tanta desesperación, déjame hacerlo.


Taemin se puso de pie mientras esos pantalones se cayeron a la altura de sus tobillos, seguido de la ropa interior. —Tienes un bello pene, Dios, tienes un cuerpo espectacular, Jonghyun.


Taemin se sentó en el suelo, lamiendo la longitud de su pene. Nadie le creería si les dijera lo que estaba haciendo en este momento con un hombre tan atractivo. Ni siquiera ese calendario le hacía justicia a su belleza.


— Detente, —dijo Jonghyun riendo suavemente—. Harás que me corra. He estado esperando un buen tiempo y créeme que en el momento en el que te besé, casi me vuelvo loco.


Taemin lo miró con asombro en los ojos, lo que le decía era imposible.


— Vamos —dijo—, posición al estilo perrito. Agradable y duro, luego te daré la vuelta y miraré tus ojos.


La forma en la que hablaba, lo calentaba como un loco, hacía que su pene se pusiera muy duro. Las cosas que decía eran a la vez eróticas y románticas.


— Oh, sí, —dijo en el momento en el que Taemin se dio la vuelta y se colocó sobre sus manos y rodillas—. Ahora estoy excitado. Tan caliente, cielos nene —suspiró mientras colocaba lubricante a sus dedos—, te voy a preparar y me aseguraré que estés listo para recibirme, tienes un lindo trasero, —dijo moviendo un dedo aceitado alrededor de su ano, luego lo introdujo.


Taemin gimió cuando fue penetrado.


— Es tan suave, —le dio a su trasero una palmada—. Amo tu trasero — El dedo le estaba embistiendo y luego Jonghyun acercó su mano para acariciarle el pene—. Bésame, nene, —dijo besándolo apasionadamente—, ¿Me deseas?


— Sí.


— Dime: "fóllame, fóllame Jonghyun", di mi nombre.


— Jonghyun, — Taemin gruñó—, fóllame, fóllame, folla... oh cielos, sí... Jonghyun, fóllame...


Jonghyun le folló duro y rápido, luego sacó su pene únicamente para darle la vuelta y colocar a Taemin sobre su espalda, levantó sus piernas y volvió a penetrarle. Miró hacia abajo y sus ojos se encontraron, disminuyó el ritmo de sus embestidas. Taemin dejó escapar un largo gemido. — Estás tan duro, —dijo suspirando—, Dios, Jonghyun, mmm.... Justo así... justo en ese lugar.... Oh sí..., sí.... ¡SIIIIII!


Jonghyun le estaba penetrando nuevamente, fuerte y profundamente, luego dejó caer su cabeza y Taemin observó como el sudor recorría su hermoso y esculpido pecho, después Jonghyun se dejó llevar por la pasión y se corrió dentro de él mientras le daba pequeñas embestidas hasta que se calmó.


Dejó caer las piernas de Taemin con gentileza y se sentó sobre el suelo. Cerró los ojos, su lengua recorría sus propios labios como si acabara de terminar el más delicioso de los banquetes.


Taemin se sentó, limpió el sudor de su cara. Estaba contemplando la idea de levantarse del suelo cuando Jonghyun lo acercó hacia su cuerpo. Lo envolvió en sus brazos mientras recostaba su cabeza contra el armario. Luego besó su boca. Este beso fue gentil mientras lo abrazaba con más intensidad. Jonghyun acarició su cabellera. Taemin colocó una mano sobre su muslo y dejó que su mirada se enfocara en su bello pene. Luego dirigió su mirada a su cuerpo desnudo y se avergonzó un poco. — Eh... quieres algo... para... — comenzó a levantarse.


Jonghyun no le permitió moverse. — Aún no, — dijo — ¿Qué sucede? ¿No te gusta que te abracen después de tener relaciones?


Amaba el ser abrazado después de hacerlo y le encantaba esta situación, pero tal vez era demasiado. — No, si me gusta, yo...


Jonghyun le miró fijamente, luego lo dejó ir. — Déjame verte.


Taemin se sonrojó un poco. — No soy... tu cuerpo está en mejor forma que el mío y...


Jonghyun le quitó las manos de encima. — Detente, eres hermoso Taemin. — Volvió a acercarse y le besó la boca con gentileza—. No te atrevas a esconder tu cuerpo.


Taemin sonrió. — ¿Quieres tomar algo?


— Sí, pero no te cubras, ¿de acuerdo? ¿Lo prometes?


Taemin sonrió con mayor intensidad. — De acuerdo. ¿Qué eres? ¿Un nudista?


— Me gusta apreciar la belleza.


Taemin rió y se levantó del suelo. — ¿Qué te gustaría tomar?


— Agua estaría bien.


— De acuerdo.


Jonghyun también se levantó del suelo. Taemin lo observó caminar desnudo alrededor de su sala. Lo siguió con dos vasos de agua. Le entregó uno de los vasos. Jonghyun lo bebió de un solo trago, caminando alrededor de la habitación viendo todas las fotografías. Todas las fotografías eran de él y Minho.


— Eso fue en mejores épocas — dijo Taemin sentándose sobre el sofá y sorbiendo su agua.


Jonghyun se dio la vuelta y lo miró por un momento, luego dijo: — Espera un momento, —y desapareció en la cocina.


— ¿Qué? ¿A dónde vas? — dijo Taemin riendo.


Jonghyun regresó con la rosa en su mano. — Recuéstate.


Taemin le miró sospechosamente, pero colocó el vaso a un lado y se recostó. Jonghyun se acomodó a un lado del sofá y colocó la rosa entre sus dientes. Lentamente recorrió los labios de Taemin con la rosa, luego cada tetilla, después su pene, sus testículos. Levantó sus rodillas y lo acarició entre sus glúteos, por último, la pasó por el resto de su piel. Cuando llegó a su rostro, presionó sus labios contra los suyos, la rosa aún entre sus dientes. Se la quitó de la boca y luego le sonrió. — Le quité las espinas solo para ti.


— Estoy erecto otra vez, — susurró Taemin.


— Esa era la intención, —le respondió mientras Taemin colocaba sus brazos alrededor de sus hombros y se acercaba a besarlo — ¿Quieres follarme? — le susurró Jonghyun al oído.


— ¿Puedo?


— Oh, sí, —gruñó—. En la ducha, me gusta hacerlo en la ducha.


Taemin se levantó del sofá. — Hagamos una carrera.  


*******************************************************************


Al despertarse, Jonghyun aún continuaba durmiendo. En algún momento de la noche se había dado la vuelta y colocado en el lado de su cama. Taemin sonrió y salió de las sábanas. Miró el reloj en su mesita de noche. Éste indicaba que eran las diez treinta. Había dormido como un tronco, obviamente. Bajó por las escaleras hasta la cocina y comenzó a preparar el café. Cuando el teléfono sonó corrió hasta la sala y contestó inmediatamente. Esperando que fuera la editorial para la que trabajaba dijo: — Lo sé Siwon, no he estado en contacto, pero el trabajo está progresando y...


— No soy Siwon —dijo la voz — Soy Minho, cariño. Llamé porque quería escuchar tu voz.


Taemin miró hacia las escaleras y se dio la vuelta bajando su voz. — ¿Minho? No esperaba...


— Bueno, dijiste que podíamos volverlo a intentar y pensé que está noche podría ser la mejor opción. ¿Quieres ir a bailar?


— Ah, ¿esta noche? Bueno, tengo bastante trabajo que hacer y...


— Por favor Taemin, quiero hacer que esto funcione. Vamos, no me tortures.


— No te estoy torturando, yo...


— Por favor amor. No te presionaré para nada más que bailar, ¿de acuerdo? Podríamos ir a cenar a nuestro lugar especial...


Taemin sonrió — ¿La Casa de Bam?


— Aja, podríamos comprar de ese pollo que tanto te gusta...


Taemin suspiró. Lo habían pasado tan bien en ese lugar. — Muy bien, ¿a qué hora?


— Seis. ¿Quieres que vaya a recogerte?


— Sí, bien. Estaré listo a las seis.


— No puedo esperar a verte. Te amo, Taemin.


— Te-te amo también, Minho, — colgó el teléfono, al darse la vuelta pudo ver que Jonghyun estaba ahí parado. Tenía una toalla alrededor de la cintura.


— Me duché, espero que no te moleste.


— No, no te escuché.


— Esto, ¿sabes dónde está mi ropa?


— En la cocina, acabo de recogerla del suelo.


Asintió.


Hubo una larga pausa. — ¿Sabes que acepté darle otra oportunidad a Minho?


Asintió nuevamente.


— Y anoche, fue únicamente sexo, ¿cierto?


Jonghyun no contestó por un momento. — No sabría decirte lo que fue para ti.


— Iré... ah... a traer tu ropa.


De repente una mano se colocó sobre su hombro. Taemin se dio la vuelta y lo miró directamente a los ojos.


— Si en realidad amas a este sujeto, no te volveré a molestar.


— No me estás molestando, ¿podemos ser sólo amigos?


Jonghyun pausó un momento. — No lo sé. Tendré que pensarlo, ¿de acuerdo?


Eso dejó un sentimiento extraño en su estómago.


Asintió. — Muy bien.


Jonghyun caminó hacia la cocina y comenzó a vestirse.


Taemin vertió dos tazas de café. — ¿Tienes hambre? Podríamos...


— Estoy bien — dijo, su voz un tanto fría — tengo que irme.


Se dirigió a la puerta y Taemin lo siguió.


— ¿Jonghyun?


Se dio la vuelta y lo miró — ¿Sí?


— No sé qué decir.


— Lo mejor será que no digas nada.


— Pero... anoche fue increíble.


— ¿Lo fue? — Le miró directamente a los ojos — Aparentemente no fue lo suficientemente increíble, porque esta mañana le dijiste a Minho que lo amas.


— No lo entiendes. Minho es como yo, ordinario. Quiere una vida, tenemos una vida, pero con alguien como tú, yo...


— Escucha, si quieres acomodarte a lo que ves como ordinario, entonces tal vez te estás subestimando a ti y a Minho. No eres ordinario Taemin y yo no soy un dios. Soy solamente un hombre, un hombre que podría amarte si le dieras una oportunidad. Escucha a tu corazón en vez de a tu cabeza. Olvida lo que esas voces te dicen, lo que las demás personas te dicen que se supone deberías de hacer y con qué te deberías conformar.


Taemin suspiró — Te entiendo, pero...


Jonghyun se acercó y le dio un ligero beso en la mejilla. — Si alguna vez estás listo para amarme, dímelo, hasta ese momento dejémoslo como está, ¿de acuerdo? Me arriesgué y me quemé. Eso está bien cuando llevas todo el equipo que uso para el trabajo, pero duele cuando estás desnudo. Buena suerte con Minho, espero que sean felices.


Desapareció por la puerta.


Taemin se quedó de pie en ese lugar durante un largo rato, no sabía que pensar de lo que había escuchado o como interpretarlo. Trató de analizarlo, pero no pudo, decidió llamar a sus amigos. Más tarde ese día Jinki y Kibum fueron a visitarle.


No les dijo todos los detalles, pero les contó que había pasado una noche con Jonghyun y les dio un resumen de lo que éste había dicho en la puerta antes de retirarse. — ¿Qué creen que significa?


— Creo que era su ego el que hablaba — dijo Kibum — Tipos como a ese les gusta ser alabados y adorados. Para mañana ya te habrá olvidado.


— No estoy seguro de que él sea de esa manera.


— Es de esa manera, créemelo — dijo Jinki — todos seríamos así si pudiéramos. No puedo creer que lo follaste.


— Deja de decirlo como si fuera increíble — dijo Taemin molesto.


— Lo lamento, es sólo que...


— Sé que hombres como él no persiguen a tipos como yo.


— Eres lindo — protestó Kibum.


Taemin suspiró. — Sabes a lo que me refiero, tan sólo déjalo.


— ¿Sentiste algo por este tipo llamado Jonghyun anoche? — preguntó Jinki.


— Sí, creo que sí.


— Pura lujuria — anunció Kibum — esos tipos saben cómo hacerlo, pero una relación como esa no puede durar, mejor concéntrate en Minho.


Taemin asintió. 


*******************************************************************


El verano estaba a punto de terminar, el otoño estaba casi iniciado y Minho había comenzado a presionarlo para que regresaran a vivir juntos. — No puedo seguir viviendo con Jongin — se quejaba una tarde cuando salieron a cenar a un restaurante. Taemin le había dicho a Minho que estaba cansado de ese restaurante chino y que quería un cambio de menú. Minho pareció sorprenderse, pero aceptó. Continuó molestándolo y llamándole su "chico salvaje".


— ¿Por qué no dejas de llamarme así? —le preguntó Taemin mientras ingresaban al estacionamiento.


— Bueno, porque tú siempre has sido mi predecible Minnie — Se acercó y le dio un rápido abrazo.


Taemin lo empujó, — ¿En serio?


— Sí, te gusta ir al mismo restaurante todo el tiempo — sonrió y luego comenzó a susurrar — la misma posición en la cama.


Taemin mordió su labio. Ciertamente se le había olvidado todo acerca de ser predecible la noche que había dormido con Jonghyun. No había habido nada predecible con la manera en la que hicieron el amor. Desearía podérselo sacar de la cabeza, el cuerpo desnudo de Jonghyun, la manera en la que su pene se sintió, la forma en la que Taemin recorrió sus manos llenas de jabón por ese cuerpo desnudo tan espectacular.


Se encontraban en el auto, Minho estaba conduciendo por la calle dirigiéndose hacia Moon. — ¿Tenemos que entrar hoy aquí?


— Sólo debo decirle algo a Jongin, me llevará cinco minutos. Si quieres puedes esperar en el auto.


— No, iré, pero no tardaras, ¿cierto?


Minho estacionó el auto. Lo miró directamente, — ¿Podemos pasar esta noche juntos Taemin? — Su voz era suave, casi suplicante — Ha pasado mucho tiempo y bueno... yo...


— Ya veremos — dijo Taemin saliendo del vehículo.


Minho colocó un brazo alrededor de su cintura y juntos entraron a Moon.


La música estaba a toda potencia, cuerpos musculosos de hombres semidesnudos se movían por toda la pista de baile. Taemin observó a su alrededor y ahí estaba Jonghyun, justo frente a él, a unos cuantos metros de distancia. Estaba espectacular. Su cabello estaba peinado hacia atrás haciendo que su bello rostro luciera. Estaba recostado sobre la barra, mirando hacia el frente, con una bebida en la mano e inmediatamente localizó a Taemin.


Minho lo abrazó más fuertemente ya que él tampoco era capaz de dejar de mirar a Kim Jonghyun. — Ahí se encuentra el señor Maravilloso. Vamos, puedo ver a Jongin, — murmuró llevándose a Taemin con él.


Taemin quería saludarle, al menos decirle que lo había visto, pero no tuvo la oportunidad. Minho estaba apurado y antes de que se diera cuenta ya se lo había llevado a una barra del otro lado de la discoteca. Volvió a ver una vez más, pero lo había perdido de vista.


Minho lo dejó ir en cuanto vio a sus amigos. Comenzó a charlar con ellos, dejando a Taemin olvidado a un lado. Sus pies comenzaron a moverse y regresó por donde había llegado a través de la multitud de hombres y mujeres acumulados en pequeños grupos, se dirigió hacia donde Jonghyun había estado parado. Taemin miró a su alrededor, algo decepcionado. Jonghyun ya no se encontraba ahí. Estaba a punto de darse la vuelta y regresar con Minho y su grupo cuando una voz desde atrás le dijo — Hola Taemin, ¿me buscabas?


Taemin se dio la vuelta, su corazón latía salvajemente en su pecho. Sonrió al ver esos ojos cafés. — Hola Jonghyun, ¿Cómo estás?


— Bien, ¿y tú?


— Este... bien. — Taemin asintió.


Jonghyun lo agarró por el codo y se lo llevó a un espacio vacío en el bar. — Es más silencioso por aquí, no podía escuchar nada de lo que decías debido a la música. ¿Puedo invitarte a algo de beber?


— No, gracias.


— Este no es un lugar para hablar.


— Bueno, las personas por lo general no vienen a este tipo de lugares a hablar.


Jonghyun rió. — Tienes razón.


Sus cuerpos estaban muy cerca, demasiado cerca. Taemin se giró a un lado lo cual empeoró la situación. Finalmente salieron del bar y se quedaron unas pulgadas alejados.


— Veo que regresaste con Minho.


— ¿Alguna vez Minho te invitó a bailar?


— ¿Cómo?


Taemin alzó la voz, — ¿Alguna vez Minho te invitó a bailar?


— No lo sé.


— ¿No lo sabes?


—No, no puedo recordarlo. Muchas personas me invitan a bailar.


— Apuesto a que sí —rió—, no los culpo.


— ¿Quieres bailar conmigo? — una canción lenta comenzó a escucharse y las personas comenzaron a bailar al ritmo de la música.


— No, digo... no lo dije por eso.


Jonghyun colocó su bebida en el bar y tomó su mano. — Dímelo en la pista de baile, podré oírte mejor.


Taemin trató de protestar, pero Jonghyun ya se lo estaba llevando a la pista de baile. Le colocó las manos en la cintura y lo agarró contra su cuerpo, — Ahora sí, dime, ¿Cuál era la pregunta?


Miró a esos ojos cafés y se le olvidó lo que había preguntado. Jonghyun había dejado una distancia razonable entre sus cuerpos, pero Taemin la cortó. Alzó sus manos y enterró sus dedos en la suave cabellera de Jonghyun. Sus cuerpos se movieron al ritmo de la música, Jonghyun acercó su rostro al suyo y lo presionó contra su mejilla, sus brazos se aferraron más a la cintura de Taemin. Las manos de Taemin apretaron esos bíceps y luego se movieron hacia sus antebrazos. De repente, ya no sabía dónde debía colocar sus manos, aunque sí sabía dónde quería colocarlos — ¿Rechazaste a Minho cuando te invitó a bailar? — preguntó nuevamente, su boca estaba muy cerca de su oído.


Jonghyun le miró, — ¿De qué se trata todo esto?


— Nada, no sé. Es solo que Minho dijo que te creías demasiado como para bailar con él.


— Con honestidad, no lo recuerdo. Puede ser que estuviera cansado cuando me preguntó, no me gusta mucho bailar. — Dijo riendo.


— Lo estás haciendo muy bien. Casi te llamo por teléfono un par de veces.


— En serio, ¿Por qué no lo hiciste?


Taemin le miró nuevamente a los ojos. Colocó más distancia entre ellos. — Porque... — sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas. ¿Qué pasaba con él?


— ¿Por qué...? — Jonghyun dejó de bailar y lo soltó. Le estaba mirando fijamente a los ojos.


— No lo sé — sacudió su cabeza, — supongo que no quería que me rompieras el corazón. Minho me lastimó cuando se fue. —Tragó saliva—, pero tú —inhaló profundamente, —si me permitiera enamorarme de ti... y tu... tú no eres para mí, Jonghyun. No podía dejar de pensar en la noche que pasamos juntos. Si permito que siga, se saldría de control. No sería capaz de vivir sin ti.


Jonghyun tomó una de sus manos, — ¿Qué te hace pensar que yo podría vivir tan fácilmente sin ti?


— Si Minho me vuelve a dejar, estaría bien. Eso lo sé ahora —Lágrimas comenzaron a caer de sus ojos. — No lo amo.


Jonghyun se acercó y comenzó a limpiarle las lágrimas con su pulgar.


— Esa noche que pasamos juntos, bueno, supongo que fue en esos momentos cuando me di cuenta.


— Entonces díselo, — le rogó acercándosele más — Díselo Taemin y démonos una oportunidad. Tampoco puedo dejar de pensar en ti.


Cuando estaba a punto de tocarlo, Taemin sacudió su cabeza. — No puedo permitir que me toques o perderé el control.


— Entonces, piérdelo, — gruñó Jonghyun, alcanzándolo y tomándolo entre sus brazos. Lo tomó violentamente y le dio un beso apasionado.


Al principio Taemin se resistió, pero luego su cuerpo perdió fuerza y su boca se abrió al beso. Permitió que sus brazos rodearan el cuello de Jonghyun. Su beso se tornó más apasionado mientras la canción lenta terminaba y una melodía más movida comenzaba a escucharse. Estaban ignorando al resto de personas, ya no se estaban besando, se estaban tragando, sus manos recorrían libremente sus cuerpos.


— ¿Qué diablos está sucediendo? — Gritó alguien inesperadamente, lo que asustó a los dos y se separaron inmediatamente.


Taemin observó a Minho algo sorprendido. Jonghyun le saludó con la cabeza cortantemente y miró a la pista de baile.


— Hablaremos al respecto de camino a casa, — le dijo Taemin casi sin aliento, luego observó a Jonghyun, — Lo lamento, yo... — caminó dejando a Minho detrás y dirigiéndose a la puerta.


Estaba parado en el estacionamiento cuando Minho lo alcanzó. Ninguno de los dos dijo algo por un momento, luego Minho explotó. — ¿Puedo preguntarte qué hacías besándolo?


— Estábamos bailando y... — Taemin suspiró mordiendo su dedo pulgar.


— A eso sí que le llamo bailar. Me pareció que estaban a punto de follarse. ¿Qué está pasando? — Tomó a Taemin por el brazo y tiró.


— ¡No me agarres! — protestó Taemin.


Minho lo dejó ir. — Contéstame. Ese maldito no me hizo caso a mí y aquí te encuentras, ¿besándolo? ¿A qué se dedica ahora? ¿Trabaja en las calles, cobra por beso?


— ¿Crees que le pagué? — preguntó Taemin ofendido.


— Tipos como él no van besando a tipos como tú solo porque sí.


— Muchas gracias, eso demuestra lo mucho que piensas de mí.


— Estamos hablando que era Kim Jonghyun al que andabas manoseando —dijo furioso, sus ojos llenos de ira — Ni siquiera quiso... bailar conmigo y ahora...


— ¿Sabes que creo que es lo que realmente te enoja Minho? No soy yo. No estás celoso porque estaba besando a otro hombre, estas enojado porque era tu "hombre de ensueño", el hombre que nunca pudiste tener y él me estaba besando a mí, no a ti.


— Eres un presumido. Se supone que regresaríamos y...


— ¿Y sabes qué? — siguió hablando Taemin, ya enfurecido. — Hicimos más que eso. Follamos. Vino a mi casa un día y lo hicimos toda la noche, y jamás, jamás en los seis años que estuvimos juntos, fuiste capaz de excitarme de esa manera.


Taemin ni siquiera vio venir el puño de Minho. Le pegó en la cara y luego se preparó para hacerlo nuevamente, pero antes de que pudiera lograrlo otra vez, una mano apareció y lo bloqueó. —Necesitas ayuda, ¿Taemin? — Jonghyun preguntó parado entre los dos.


Minho dejó caer su puño. — Este no es asunto tuyo, es entre Taemin y yo. Así que quítate del camino.


— Lo siento — dijo — no puedo hacerlo. Ves, me estoy enamorando de este sujeto y cuando decida dejarte, haré todo lo que pueda para hacerle saber que hablo en serio.


Taemin inhaló aire. Minho se fue a su auto y colocó la llave en la cerradura. — Te llamaré luego, — dijo mirando a Taemin.


— No —le respondió — terminamos Minho, no quiero volver a verte.


— Cambiarás de opinión después de que lo pienses. Hablaremos.


— No hay nada de qué hablar. No estoy interesado en hablar con tu puño. Adiós Minho.


Minho se subió a su auto y se fue. Jonghyun le miró hasta que desapareció y luego colocó sus manos sobre sus hombros. — ¿Estás bien? Déjame ver tu ojo — Movió su cabeza para examinarla—. Ay, necesitaras hielo. Vamos — Revisó los bolsillos de sus pantalones hasta que encontró las llaves de su auto.


— ¿A dónde vamos?


— A mi casa para que pueda cuidar de tu ojo.


— Jonghyun, — Taemin dijo, — no estoy realmente de...


— No hay presión — dijo —, solo quiero cuidar de ti, no tengo motivos ocultos.


Taemin asintió y lo siguió a su vehículo.


*******************************************************************


Jonghyun le entregó a Taemin una bolsa de hielo envuelta en una suave toalla y Taemin la presionó contra su ojo. Estaba comenzando a dolerle bastante. — Mantenlo ahí, —dijo Jonghyun mientras se sentó a su lado en el sofá.


— Sabes —dijo Taemin molesto, — estaba más enfadado por ti que por mí.


— ¿Cómo? No lo entiendo.


— Bueno, porque — Taemin comenzó a reírse algo sorprendido al ver lo bien que se sentía a pesar de su ojo—, le hubiese gustado estar en mi lugar.


Jonghyun sacudió su cabeza. — Ese es un idiota de primera clase. Lo lamento, Taemin, pero...


— Sí, tienes razón —dijo Taemin asintiendo—, no tienes que disculparte. Gracias por ser mi héroe. ¿Por qué nos seguiste?


— Bueno tu Minho estaba demasiado molesto y pensé que si estaba lo suficientemente enojado como para golpear algo, no quería que ese algo fueras tú. Desearía poder haber llegado antes, pero los perdí por un momento al llegar al estacionamiento.


Taemin acercó una mano y acarició su mejilla. — Lamento las molestias.


— Valieron la pena.


Taemin alzó una ceja.


— Estás aquí, ¿cierto?


Taemin sonrió levemente. — Dios, desearía creer en cada palabra que sale de tu boca.


— Puedes hacerlo. ¿Por qué no lo haces? ¿Por qué quieres pintarme como una especie de canalla frívolo... un tipo de Romeo con un tipo distinto en su cama cada noche?


— Correspondes a esa imagen, querido — dijo suavemente, riendo, mientras levantaba la bolsa de hielo.


— Déjala ahí, querido — protestó en un tono burlón—. Qué fantasía la que has creado.


— Probablemente. Todos queremos ser como tú, tener hombres cayéndose a nuestros pies y...


— Prefiero tener a un solo hombre cayéndose a mis pies.


Taemin sonrió. — Estoy comenzando a creerlo.


— Mis padres han estado casados por casi cincuenta años y están totalmente enamorados el uno del otro. Esa es la clase de amor que busco, es lo que deseo.


— Me estás asustando.


Rió y se levantó del sofá. — Te prepararé la cama en el estudio.


Taemin asintió, — Puedo llamar un taxi si...


— No y Taemin, prometo que seré buen chico, ¿de acuerdo?


— De acuerdo, gracias. — Se sentó a solas durante unos minutos, tratando de averiguar por qué le estaba agradeciendo.


Se puso de pie y caminó por el pasillo. Jonghyun se encontraba colocándole una sábana a la cama. Le observó cuando entró. Pero qué lindo es. — Hey.


— Hey.


— Esto... ¿puedo dormir contigo? —Le miró directamente a los ojos. — No haremos el amor ni nada, solo me gustaría...


— Sí, —dijo antes de que Taemin pudiera terminar de hablar—. Me gustaría eso —dejaron el estudio y caminaron en dirección al dormitorio—. Iré por unas toallas y cosas. Puedes asearte si gustas. ¿Quieres un pijama? No los uso, pero mi tía continúa comprándomelos cada navidad. —Rió.


— ¿Por qué no se lo dices? —preguntó Taemin ya más relajado.


— No quiero herir sus sentimientos.


Taemin sacudió su cabeza observándole con detenimiento mientras le pasaba una toalla del baño. — Eres demasiado dulce —. Había algo en el interior de ese hombre que igualaba su exterior.


Jonghyun estaba algo avergonzado, — No, yo... — comenzó a decir.


Taemin extendió una mano y la apretó. Dios, había estado tan ciego.


— Vamos a la cama —dijo suavemente —, debes de estar cansado.


— Sí, —dijo Taemin caminando a su dormitorio.


— Los pijamas están en el último cajón si lo deseas, — dijo, doblando las sábanas.


Taemin observó el camión de bomberos encima de la cama.


Cuando Jonghyun miró hacia donde estaba dirigiendo la mirada, dijo, — Mi abuela lo pintó para mí cuando era un niño. Sabía que siempre quise ser bombero y dijo que algún día lo sería. Y lo soy, — rió.


— Esa es una historia agradable. ¿Estaban unidos?


— Mucho, era una mujer increíble, fue una enfermera y se fue a África a ayudar a la gente más necesitada. Mi madre pasó cinco años creciendo en África.


— Cielos, esa debió de haber sido una gran experiencia.


— Sí, la llevé ahí el año pasado y fuimos a visitar la aldea en la que vivió, es un mundo totalmente distinto.


— Apuesto a que sí, — Taemin observó como Jonghyun se desvestía a excepción de la ropa interior y se subía a la cama. El pene de Taemin se endureció. Sintió como se le resecaba la garganta.


— ¿Vendrás a la cama? Prometo que no... que seré un buen chico.


Taemin tragó saliva. Se quitó la ropa y se colocó en el otro lado de la cama, luego se metió entre las sábanas y se cubrió.


Jonghyun apagó la luz. — ¿Cómo está tu ojo?


— Está mejor, gracias.


— Bueno — dijo suavemente —, buenas noches Taemin.


— Buenas noches, — dijo Taemin moviendo su mano y colocándola sobre su adolorido pene.


Oh, Dios, deseaba tanto a Jonghyun y a la vez temía tomar este gran paso, especialmente después de que se había despedido de Minho. Cerró los ojos y trató de dormir, pero era totalmente consciente de la presencia del cuerpo semidesnudo de Jonghyun recostado a su lado. Se movió en la cama escuchando la respiración tranquila de Jonghyun, ¿estaba dormido?


— Estás bastante intranquilo, cariño. — Dijo Jonghyun inesperadamente, contestando su silenciosa pregunta—. ¿Te duele el ojo?


— No, — Taemin rió un poco.


— ¿Entonces qué?


— Mi ojo no —contestó.


— ¿Taemin?


Taemin se dio la vuelta y se acostó sobre un costado luego le colocó el brazo encima. — Mi ojo está bien, pero mi pene está...


Jonghyun lo arrastró contra su cuerpo y acercó la cara a la suya, besándole tiernamente en los labios, de una manera suave e hipnótica, provocando que un gemido escapara de sus labios. Taemin bajó una de sus manos y se quitó la ropa interior. Esas cosas lo estaban volviendo loco, dejó de besarlo y se movió lo suficiente como para quitárselas a Jonghyun también. —Enciende la luz, —dijo. Con Minho no le gustaba hacerlo con las luces encendidas, pero Oh Dios, con Jonghyun, tenía que exponer todos sus sentidos a ese hermoso cuerpo.


Se abalanzó, aterrizando a horcajadas de Jonghyun, su peso sobre sus manos y rodillas. Jonghyun se rió de él, llegando y tomando la cara de Taemin en sus manos, acercándola a la suya. Taemin fue de buena gana, pero se resistió al tirón en la cabeza justo cuando llegó a la boca de Jonghyun. Estaba a milímetros de los labios perfectos, respirando, tomando el aliento de Jonghyun, convirtiéndose en uno con él. Taemin sacó su lengua suavemente, tocando apenas el labio superior de Jonghyun, deslizándose a lo largo de la comisura de la boca de Jonghyun. La lengua de Jonghyun salió a jugar, sólo rozando la punta de Taemin. Taemin bajó, tomando su peso sobre los codos y descansando suavemente sobre Jonghyun, sin querer poner todo su peso sobre él.


— Está bien, ven aquí, amante. Quiero sentirte sobre mí, —susurró Jonghyun en la boca de Taemin.


Taemin hizo que sus labios rozaran el uno contra el otro de nuevo. Taemin tomó la palabra a Jonghyun, y se sentó para encajar perfectamente sobre el cuerpo de Jonghyun. Simultáneamente, se retorcieron un poco, moviéndose uno contra el otro. Taemin se inclinó un poco más y tomó la boca de Jonghyun plenamente.


Tomó gran placer en el gemido hambriento de Jonghyun. Taemin movió su lengua dentro y fuera de los labios abiertos de Jonghyun, rastrillando en contra de sus dientes, deslizándose sobre la lengua de Jonghyun, debajo, a su alrededor, a un lado y a otro. Casi gruñó con su repentina necesidad incontrolable de tener a Jonghyun.


— ¿Qué es, Taemin? Puedo decir que hay algo... — Jonghyun trató de preguntar, pero Taemin simplemente le tapó la boca otra vez, sin querer expresar con palabras la sensación que tenía. Tenía a su amante en sus brazos, pero pudo haberle perdido esa noche.


— Te quiero, — Taemin logró sacar, tomando la boca de Jonghyun otra vez, bruscamente, antes de que Jonghyun pudiera decir nada.


— Me tienes. Dime. ¿Qué te tiene tan molesto? —dijo Jonghyun.


Taemin dejó caer la cabeza a la de Jonghyun por un momento y luego puso sus brazos alrededor de los hombros de Jonghyun y rodó con él, tirando de Jonghyun en la parte superior de él.


— Casi te perdí esta noche, yo sólo... — Taemin se detuvo, temeroso de que no pudiera explicarlo bien—. De repente me di cuenta cuando estábamos besándonos, que podría haber terminado de manera tan diferente.


Jonghyun puso sus manos sobre la cama junto a la cabeza de Taemin y se detuvo a mirar abajo a Taemin. — No tenemos que averiguar qué harías sin mí. No va a pasar, cariño. Estás pegado a mí, realmente pegado. Al igual, que nunca voy a dejarte. Es mejor que estés seguro de que realmente me quieres cerca. — Jonghyun estaba obviamente, tratando de cambiar las tornas y hacer que Taemin admitiera que los dos estaban muy bien.


— Tienes razón — Taemin se sintió avergonzado de que hubiera dejado que sus emociones se salieran de control cuando había estado a punto de hacer el amor con Jonghyun — Estoy bien. ¿Ahora, podrías sólo follarme hasta el olvido? Me siento estúpido por ser tan sensiblero cuando podríamos estar haciendo el amor. Hazme callar, por favor.


— ¿Taemin?


— ¿Sí?


— Cállate. — Jonghyun se inclinó para cubrir la boca de Taemin, y Taemin cedió por completo.


Jonghyun se puso serio entonces y se dedicó a mostrar a Taemin lo condenadamente feliz que estaba de contar con él en su vida. Le acarició cada centímetro del cuerpo de con los dedos, los labios y la lengua. Su corazón empezó a latir más fuerte, y su respiración era más fuerte a medida que avanzaba para tomar la caliente y dura polla de Taemin en su boca y comenzaba a lamer desde la base hasta la punta. Taemin se sacudió, moviendo su mano para acariciarle cariñosamente la parte posterior de la cabeza de Jonghyun.


— Me encanta tu boca en mí, Jonghyun. Tan caliente. Tan bueno. — Se quejó Taemin mientras empujaba arriba en la cama, lo que le obligó a más profundizar más en la boca de Jonghyun. Jonghyun acaba de abrir más ampliamente para que fuera más fácil. Taemin comenzó a moverse arriba y hacia atrás, follando la boca de Jonghyun, mientras que Jonghyun sostenía la base de su pene, ayudándole a guiarlo. Con la boca comprometida, Jonghyun alivió la otra mano hacia abajo a las bolas de Taemin, y detrás, al pliegue entre las nalgas. Oyó a Taemin comenzar a jadear cuando llegaba cada vez más cerca del clímax.


Taemin extendió su brazo sobre la mesilla de noche por lubricante y un condón. Se las arregló para apoderarse de ellos y ponerlos sobre la cama y luego se perdió de nuevo en la sensación cuando Jonghyun introdujo su dedo dentro de su agujero.


— Ah, Dios, Jonghyun. Eso se siente tan bien. — Jonghyun aguantó apretado cuando Taemin trató de extenderse por él, levantando una pierna para abrirse un poco más, haciéndole más fácil que Jonghyun trabajara. La combinación de la boca de Jonghyun en su pene y su dedo entrando y saliendo lentamente, tenía a Taemin a punto de estallar. Jonghyun volvió el dedo más largo y profundo en el interior de Taemin y encontró ese lugar que tenía a Taemin sacudiéndose y gritando. Jonghyun lo tocaba una y otra vez mientras Taemin disparaba grandes montones de esperma en la boca de Jonghyun que esperaba. Jonghyun tragó rápidamente, con avidez tomando la esencia de su amante.


Finalmente, Taemin volvió a bajarse de la cama del apretado rizo en el que había sido detenido cuando se corrió. Jonghyun miró abajo a la mirada de satisfacción en el rostro de Taemin. Vio cómo la cabeza de Taemin rodó un poco y sus ojos se centraron de nuevo. Jonghyun le sonrió, rozando su mano sobre el pecho de Taemin, dejando que tuviera unos segundos para bajar de su obvia altura. Jonghyun estaba contento con sus esfuerzos. Le gustaba la sensación de cómo había terminado así para Taemin.


— Fóllame... ahora... por favor. Jonghyun, me has derretido, me has amado, ahora sólo fóllame. Dime cómo me quieres.


— Me encantaría follarte en tus manos y rodillas, pero esta vez quiero ver tus ojos todo el tiempo. — Jonghyun se inclinó para besar a Taemin, compartiendo su propio sabor con él—. Te quiero, Taemin. —Alcanzó el lubricante y el condón, preparándose rápidamente.


Taemin se inclinó hacia arriba y llegó para agarrar debajo de las rodillas y luego las volvió hacia atrás lentamente. Sonrió cuando no sintió sino una punzada pequeña. Miró a Jonghyun y le asintió, haciéndole saber que estaba bien. Jonghyun bajó la cabeza, observando muy de cerca mientras aplicaba el lubricante en el dulce agujero de Taemin. Se cubrió y se aseguró que estaba bien y lubricado, listo para tomar a Taemin en la forma que ambos necesitaban.


Se inclinó y cuidadosamente colocó la punta de su pene en el orificio expuesto de Taemin. Empujó lentamente, y los dos suspiraron mientras entraba en el interior.


— Es bueno, cariño, muy bueno. Vamos, fóllame como tú deseas.


Eso es lo que Jonghyun había necesitado. Retrocedió y se estrelló dentro, mirando quieto. Estableció un ritmo que tenía a ambos gruñendo y gimiendo mientras se estrellaba contra Taemin una y otra vez, apuntalando la reclamación que había necesitado hacer. Nunca apartó sus ojos de Taemin. Taemin parecía saber lo que esto significaba para Jonghyun. Él sólo daba y daba, todo lo que Jonghyun necesitaba.


La letanía continuaba cada vez que Jonghyun se deslizaba dentro de Taemin. Taemin simplemente lo miró arriba con la sonrisa más hermosa que Jonghyun había visto en su vida. Sentía que esto que estaba ocurriendo, venía desde sus bolas, apretándolas, quemando y doliendo cuando se dejó ir después de embestir dentro una vez más. Chorro tras chorro de crema espesa llenó el condón mientras Jonghyun se mantuvo inmóvil, profundamente dentro de Taemin.


Jonghyun se agachó y salió de Taemin, sujetando el preservativo. Se hizo cargo de él, llegando a una de las toallas que había tomado dejándola en la mesita junto a la cama. Se limpió y frotó la toalla sobre Taemin, quitando el exceso de lubricante. Por último, se acostó al lado de Taemin y suspiró profundamente.


— Necesitaba eso, —dijo Taemin, en voz baja.


— ¿Sí?


— Jonghyun, voy a tener cuidado y no correr riesgos y tienes que prometerme que tú vas a hacer lo mismo. Lo único que nos va a separar... es el final de nuestras vidas. Vamos a trabajar en todo lo demás que la vida nos lance. Tengo fe en nosotros... juntos. —Se acurrucó en los brazos de Jonghyun que esperaban.


— Te quiero, también, Taemin. 


*******************************************************************


- Ven aquí —dijo Taemin —, y dame un beso.


Jonghyun sonrió y se subió a la cama. Se dieron un dulce beso, luego acercó la bandeja y comenzaron a desayunar. — Bagels, lo siento, me dio pereza.


- Perfecto, ¿Cómo está mi ojo esta mañana?


— Como si alguien te hubiera golpeado.


Taemin le dio una palmada en el brazo, — ¿No me digas?


— Si te digo.


Taemin suspiró. — ¿Está mejor?


— Un poco. ¿Estás seguro que no quieres que le dé un puñetazo?


— No, lo dejarás inconsciente durante una semana. Olvídalo.


Jonghyun se encogió de hombros, — Muy bien.


— Oye, que te parece si hoy... — comenzó a decir Taemin.


— Lo siento, hoy no puedo, —dijo, — le prometí a un amigo que le ayudaría a mudarse y mañana comienzo con un turno de cinco días.


— ¿No podemos cenar juntos?


— Me encantaría hacerlo amor, en serio, pero le prometí a mis padres que cenaría con ellos esta noche. No los he visto en semanas — Rió—. Realmente he sido el hijo prodigo.


— Está bien, no hay problema.


— Escucha, te llevaré a tu casa en aproximadamente una hora y luego me iré a la casa de mi amigo.


Taemin asintió. Después terminó de comer, Taemin se duchó rápidamente y se marcharon. Jonghyun lo dejó en la puerta de su casa con un beso y la promesa de llamarlo la próxima semana.


Taemin lo vio marcharse y luego entró a su casa. Había varios mensajes en su contestador, uno de la editorial para la cual trabajaba, tres de Jinki y seis de Minho. Taemin adelantó los de Minho, no quería escuchar sus tonteras, luego escuchó los de Jinki. Jinki y Kibum estaban preocupados por él, y como para que no, Minho los había llamado y dicho su versión de la historia.


Cuando Jinki contestó la llamada sonaba desesperado. — ¿Dónde estabas? ¿Estás bien? ¿Te golpeó ese bruto?


— ¿Qué bruto? Cálmate, Jinki.


— El bombero.


— Jonghyun no me golpeó, fue Minho.


— ¿Minho? Minho está bastante preocupado por ti. Dice que estás siendo utilizado por ese...


— No estoy siendo utilizado — Taemin le respondió molesto—, he terminado con Minho. Se acabó. Se enfadó porque estaba besando a Jonghyun cuando él era quien deseaba tenerlo. No estaba celoso por mí. Luego me golpeó en el estacionamiento, Jonghyun no permitió que lo hiciera una vez más. Vi al verdadero Minho ayer por la noche. Se terminó todo.


— ¿Y te darás prisa para involucrarte en otra relación con este... este... bombero?


— La palabra bombero no es sucia Jinki, sí es un bombero y sé que eso lleva todo tipo de implicaciones sexuales, pero el trabajo de Jonghyun no es sexy, es peligroso. Le importo, realmente creo eso ahora y no sé qué es lo que ve en mí, pero ve algo.


— ¿Estás seguro que es...?


— Jinki confía en mí. Sé lo que hago y si todos están celosos porque estoy durmiendo con él, entonces tendrán que fastidiarse. Creo que me estoy enamorando, enamorando de verdad por primera vez en mi vida.


— Podrías salir herido.


— Sí, lo sé, pero me dolerá más si no le doy una oportunidad.


— ¿Está contigo ahora?


— No, está ayudando a un amigo a mudarse y luego saldrá a cenar con sus padres. Lo veré como en una semana porque le toca turno en la estación.


— No te sorprendas de que no te vuelva a llamar.


Taemin suspiró. — Sabes, es agradable que mis amigos piensen tan bien de mí...


— No es eso, nos importas mucho.


— Bueno, si les importo entonces déjenlo ir y confíen en mi decisión, ¿de acuerdo?


— Está bien, si nos necesitas, entonces...


— Estaré bien. Saluda a Kibum de mi parte. — dijo al colgar. Esta vez no escucharía a esas voces en su cabeza las cuales le decían que un hombre como Kim Jonghyun no deseaba a alguien tan sencillo como él. Las iba a acallar y confiar en Jonghyun.


*******************************************************************


Se sentía un poco solo mientras regresaba a casa, preguntándose si Jonghyun se encontraba en casa de sus padres. Miró la calle cerca de su casa y se percató de que Minho había venido a recoger sus cosas. Eso era un alivio. Cuando entró en la casa, miró su teléfono, tenía un mensaje. Esperaba que no fuera Minho otra vez. Realmente quería una ruptura limpia, sin más comunicación. Cuando escuchó la voz del mensaje, sonrió. Era Jonghyun.


— Hola amor —dijo—, acabo de regresar a casa, terminé de ayudar a Taeyeon con su mudanza. Tenía muchas cosas. — Taemin sonrió, era una mujer. Eso lo hacía sentir mucho mejor. — Como sea, estaba en la ducha y pensé, ¿por qué no te invité a venir a cenar a la casa de mis padres? Me encantaría que los conocieras, especialmente porque espero que aceptes pasar el resto de tu vida conmigo.


Taemin tragó, — Oh, Jonghyun, —susurró.


— Como sea, no te pregunté antes porque es un tanto intenso y no quiero asustarte, pero ¿quieres venir conmigo? Como sea, ahora son las seis treinta así que si regresas antes de las siete llámame e iré corriendo a buscarte. Te extraño. Nos vemos.


Taemin suspiró algo decepcionado. Eran casi las nueve treinta, demasiado tarde, pero el hecho de que quisiera presentárselo a sus padres lo conmovía. Sabía que Jonghyun tenía un celular, pero no se sabía el número y aparte no lo molestaría en la casa de sus padres.


El timbre de la puerta sonó unos minutos después, al abrir se encontró con Jinki y Kibum. Los invitó a pasar y estos montaron un gran escándalo al ver su ojo. — Está bien, ¿Café?


Kibum se dirigió inmediatamente a la cocina y comenzó a prepararlo. Era bastante quisquilloso con su café.


Cuando el café estuvo listo, se sentaron a hablar. Taemin les contó que Minho había ido por sus cosas y lo que Jonghyun le había dejado en el contestador.


— Escucha, si él es a quien quieres, aun cuando sea sólo una aventura y si te hace feliz... —dijo Jinki.


Kibum se le acercó y apretó la mano de Taemin. — No lo escuches, dejó de creer hace mucho tiempo en cuentos de hadas, pero yo aún lo hago.


Taemin rió, estaba a punto de ir por más café cuando el timbre volvió a sonar. — Oh, si ese es Minho prométanme chicos que me apoyaran en todo lo que diga.


— Por supuesto, —dijo Jinki.


Kibum se puso de pie, — No volverá a tocarte un solo pelo.


Taemin caminó hacia la puerta y la abrió. Era Jonghyun y los labios de Taemin dibujaron una enorme sonrisa, — ¿Jonghyun?


— Oye, te extrañaba demasiado, — dijo envolviéndolo entre sus brazos y besándolo apasionadamente.


— Jonghyun — Taemin rió—, tengo visita.


— Oh — lo soltó con una gran sonrisa — lo lamento.


— Está bien, solamente son mis amigos Jinki y Kibum. Vamos y entra a conocerlos.


— Bien.


— Recibí tu mensaje demasiado tarde, estuve fuera, me hubiese gustado conocer a tus padres.


— Bien, —dijo guiñándole el ojo. — Será la próxima, les conté todo de ti.


Taemin se acercó y besó su mejilla, tomó su mano y lo guió a la cocina. — Chicos, este es Kim Jonghyun. Jonghyun, Jinki y su pareja Kibum.


— Casi me hace desear estar soltero, ¿cierto? — bromeó Kibum mientras sacudía la mano de Jonghyun.


Jinki estaba emocionado y también le dio la mano. — Eres mucho más guapo en persona.


Jonghyun observó a Taemin.


— Tiene el calendario.


— Oh, —dijo sonriendo —. Gracias, aunque ahora soy un poco más mayor.


— Los años te sientan bien, —dijo Jinki.


— Cariño —dijo Kibum —, la forma en la que te está mirando ha borrado todas las dudas de mi mente. Realmente te importa Taemin, —dijo a Jonghyun.


— ¡Kibum! — Taemin le llamó la atención.


— Oye, no me molesta — dijo Jonghyun —, tiene toda la razón y tal vez algún día declare como me siento frente a todos. Fácilmente podríamos ir a Estados Unidos.


La boca de Taemin se abrió junto con la de Jinki y Kibum.


— Ustedes podrían ser los testigos. Podríamos hacer una gran festividad.


— Una festividad, —dijo Jinki con los ojos bien abiertos.


— Bueno —le dijo Kibum a Jinki —, tenemos que irnos.


— ¿Tenemos?


— Sí, tenemos. Vámonos, y ¿los dejamos a solas?


— Oh, sí, adiós Jonghyun.


— Adiós chicos, —dijo Jonghyun.


— Los acompañaré a la puerta, — dijo Taemin, estaba irradiando felicidad extrema.


Al llegar a la puerta, Jinki tenía lágrimas en los ojos. — Realmente te ama.


Taemin sonrió, — Eso parece.


Kibum le besó la mejilla. — No lo dejes ir, está muy bueno.


— No te preocupes, no lo haré. Los llamo luego.


Los vio partir, después cerró la puerta tras su partida. Jonghyun se había servido un poco de café y se encontraba sentado a la mesa. — Buen café.


— Sí, Kibum lo hace. Es un especialista. Pensé que tenías que trabajar.


— Mañana, estaba pensando en acostarme temprano, dormirme un buen rato antes...


— No te preocupes — Taemin dijo—, yo...


Se puso de pie. — Te comencé a extrañar al minuto de separarnos. — Se le acercó - múdate conmigo Taemin. No desperdiciemos más tiempo. Cuando regresaste con Minho casi me muero. No podía dormir, ni comer. Y ahora al parecer te gusto un poco.


Taemin lo besó en los labios. —Me gustas un poco, sí.


Sonrió, — ¿Es eso suficiente para que te mudes conmigo? No te pertenece esta casa, ¿cierto?


— No, rento.


— ¿Te gustó la casa? Podemos venderla, encontrar otra mejor.


— La casa es perfecta y sabes amor, no me importa donde vivamos mientras vivamos juntos.


Lo abrazó con fuerza. — Eso es todo lo que quería escuchar.


— ¿Sabes que es gracioso? — preguntó Taemin.


— No, ¿qué cosa? — preguntó examinando su ojo y luego besándolo.


— Que comenzaste como el otro hombre.


— ¿Cómo?


— El otro hombre. Tú fuiste la razón por la que Minho me dejó, ¿recuerdas?


— Casi no, —dijo riendo.


Taemin sonrió. — Pero ahora, ya no eres el otro hombre, eres mi hombre, — lo abrazó fuertemente. 


 


FIN

Notas finales:

¡¡¡FELIZ AÑO A TODOS!!! Estoy super feliz porque ya se confirmó que nuestro chicos regresan este año. Por otro lado debo decirles que este será el último one-shot por ahora ya que no he tenido mucho tiempo para redactar los demás. Espero volver en Febrero o Marzo como máximo aunque quizás lo haga este mismo mes, lo cual voy a tratar de sacar tiempo como pueda :)


Espero sigan apoyando esta serie de one-shots después de la pausa que me daré, pero voy a subir una historia la próxima semana la cual espero la apoyen.


Muchas gracias por su atención y por seguir apoyando esta OTP; feliz 2021 :) 


 


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