Subí las escaleras queriendo llegar a la última planta, esa que da a el techo. Una última puerta se alza frente a mí, al pasarla el cielo estrellado predomina en mi vista, un aire helado roza mi rostro, camino a la orilla, en ella, una pared de no más de un metro separa mi cuerpo de una larga caída de 6 pisos.
El viento sopla, moviendo mis cabellos mientras descanso mis brazos en la parte de arriba de la pequeña pared, mis ojos se cierran y la paz me inunda lentamente.
El día de hoy me decepciono, mi último intento para volver a casa había fracasado nuevamente. En esta ocasión se había tratado de un científico que soñaba con la existencia de mundos paralelos y una posible conexión entre ellos, en un inicio me había atraído la premisa, esperaba poder probar su teoría, así que le apoye, claro que sé que existen, pero no como llegar a uno, él no era el primero con esa idea o alguna similar, ya he visto muchos afirmar cosas así, y como todos ellos él también es un soñador con miles de teorías que no puede llevar a la práctica.
Aun así, sin importar a cuantos científicos haya visto no he podido conseguir nada realmente útil, siempre el mismo resultado, algunos ni siquiera lo llevan a la práctica quedando en la inútil teoría.
No sé si he de alegrarme a su falta de entendimiento que evita que lleguen a hacerle daño a mi mundo o entristecerme al no poder regresar, ya no sé cuánto más tendré que quedarme aquí, este lado de la puerta. esto es egoísta, sé que, si me equivoco, si les doy la manera de llegar allá gente inocente puede sufrir, solo debo encontrar como regresar sin que nadie lo note.
Debo regresar, mi hermano, mis amigos están esperando.
Suelto un suspiro, unos pasos se oyen de fondo, espero a que se acerquen, no suenan sospechosos, no son disimulados ni apresurados, se detienen a mi lado, ni siquiera abrí mis ojos.
Quien sea no dice nada, lo imito y espero a que hable o se vaya, se crea un momento de paz antes de que quien quiera que esté a mi lado hablo.
- Deberías dejar de desaparecer así…- dijo el calmadamente, pude identificarlo- es difícil saber cuándo has desaparecido, al menos deberías avisar.
- Heid, solo fue un momento, necesitaba… Alejarme un rato. –
Casi había olvidado que ese día él me había decidido acompañar, se había quedado hablando con unos profesores y le había dejado mientras salía.
- Ya veo… se trata de eso ¿no es así?
- Tal vez. - conteste, puede que él sea el único que sepa la razón por la que estoy aquí, no es que llegue a creerme… pero peor es nada. - no tienes que preocuparte ¿sabes?
Heid suspiro. - lo se Edward, aun así…- el me miro antes de continuar. - Tu puedes confiar en la gente, podrías confiar en mí.
- Vale, vale, tu ganas, tratare de avisarte la próxima. - conteste.
- Sabes que no se trata de eso… al menos es fácil suponer donde te encuentras.
Luego de eso quedo en un silencio, miramos las nubes.
Pero finalmente decidí contarle porque me había ido. – volvió a ser un fracaso, era una teoría que no podía seguir sustentando, de hacerlo solo perderé más tiempo.
El ríe ligeramente. - tu nunca cambias, deberías darle otra oportunidad, no es la primera vez que dejas a un científico por ese argumento, diciendo que sus proyectos no tienen futuro.
- Solo lo hago porque lo sé, además, sabes bien que quiero regresar lo más pronto que pueda. - fruncí el ceño a la par que mi boca se torcía.
- Lo sé, no es la primera vez que lo dices, adoras a tu hermano, y aun así no se mucho de él, no me has dado muchos detalles, aunque sigas diciendo que nos parecemos.
Eso era… cierto, supongo que contarle fragmentos de historias aleatorias no es como describir a la persona.
- Yo… bueno, no es como que tenga un problema para decirte, mmm ¿hay algo que te gustaría saber? - pregunte volteándolo a ver, descubrí su mirada clavada en mí, el volteo rápidamente y cambio su expresión a una de sorpresa, mientras parecía pensar.
- ¿De verdad? Oh, bueno, déjame pensar. - tartamudeo y se rasco la cabeza. - ¿qu-que tipo de personalidad tenia? Y bueno, ¿Qué le gustaba?
- ¿Solo eso? - alce la ceja, Heid agacho la mirada y asintió disimuladamente la cabeza con vergüenza.
- Si, por ahora, supongo que es lo que se pregunta normalmente de una persona de la que no se sabe mucho.
Alce los hombros - bueno, si es lo que quieres saber, no es como que sea difícil contestarlo. - me acomode mientras hacía memoria. - sus gustos, creo que uno en particular, tenía una obsesión con los gatos, ni yo ni mama lo dejábamos tener uno, incluso una vez escondió uno y este maulló mientras hablaba con alguien sobre el último trabajo que habíamos hecho, cuando le dije que lo dejara él se echó a correr y termine persiguiéndolo mientras otros miraban. – una sonrisa se apodero de mí y por lo que note de alguna manera él también lo imagino tomando la misma expresión. - en cuanto a cómo era, pues el… era todo lo contrario a mí, yo siendo impulsivo y el más calculador, pero como yo era quien actuaba primero él se veía arrastrado a seguirme. Él era bastante amable y social, además es increíblemente inteligente. - mis palabras morían de a poco, cada vez más bajas de tono hasta terminar.
- ¿Cuántos años tendría ahora? - mi ánimo se desplomo, un nudo se hizo dentro de mí, no pude contestar de inmediato, no sé si él está completo, si está vivo.
Evite mis pensamientos y me concentre en responder. - bueno… han pasado años desde que lo vi, pero si tengo dieciocho él debe de tener uno menos que yo.
Heiderish noto mi desconexión al parecer y cambio de tema. - en todo caso, antes de que me olvide, ¿no deberías avisar a aquel científico que dejaras el proyecto? Además, ¿Qué harás ahora?
- Supongo que debería decirle, en cuanto a lo otro… ¿Qué te parece si voy contigo a la universidad? En lo que encuentro algo más, seguro les puedo ayudar en algo.
- Apuesto que no habrá ningún problema, seguro el profesor estará feliz al saber que estarás con nosotros durante una temporada. - declaro con alegría.
Trato de sonreír logrando una sonrisa sutil, luego doy la vuelta y regreso al interior del edificio con Heid a mis espaldas. - será mejor que le diga pronto que voy a dejar de apoyarle.
- Probablemente, eres un prodigio, le pegara duro perderte.
- No es para tanto, solo le di un par de ideas y le dije algún punto débil de su teoría, seguro lo hubiera hecho aun sin mí.
Mientras bajamos escaleras Heid negó con la cabeza. - eso es lo que tú dices Edward, pero el mismo se puso a presumir un poco de ti mientras no estabas.
Venga ya, no bromees, no ha sido para tanto. - pasé el marco de la puerta que llevaba al salón donde todos se reunían, me dirigí a un grupo donde se encontraba el hombre que buscaba mientras dejaba a Heid atrás.
A su lado llamé su atención y fui el primero en hablar. - disculpe, ¿podría permitirme decirle algo?
Su vista fue dirigida directo hacia mí, ligeramente sorprendido exclamo. - joven Elric, justamente quería hablar con usted, ya que el trabajo está casi terminado me gustaría que acabáramos lo antes posible y necesito su ayuda para eso.
Trague saliva antes de tomar algo de valor. - realmente, quería decirle algo con respecto a eso.
- ¿De qué se trata? - se notó desconcertado- ¿tiene algún inconveniente?
- Uno en realidad, ¿podríamos hablar en privado? - señale a una puerta no muy lejos del sitio donde estábamos.
Él se despidió, entramos a un cuarto elegantemente adornado con una gran puerta por la que pasamos y termine por cerrar para evitar curiosos.
- Dejare el proyecto. - El hombre algo canoso se quedó el silencio mirando con incredulidad, pasando a una mirada acusadora hasta que continúe hablando. - sé que es repentino. - dije. - y debo disculparme por ello, no se trata de un mal trabajo, aun así, yo debo continuar con mi propia investigación me temo, que está ya no va a corde con la suya.
- Edward Elric, yo sé que usted es un prodigio, un genio y que de seguro tendrá mucho más que hacer que ayudarme en la investigación, pero, de todas maneras, me parece que aún tiene mucho que dar a la misma, no logro comprender como puede decir esto, así como así, sin siquiera un aviso previo ¿realmente está usted seguro de hacer esto, no es una razón externa? De ser así seguro podría ayudarle joven. -insistió, con algo de desesperación.
- Estoy seguro, no hay razón más que la que ya le he dicho.
- Dígame la verdad, ¿Quién lo ha influenciado?
- Nadie, se lo puedo asegurar, pero si en algún momento quiere ayuda para ver otro punto de vista le ayudare en lo que pueda.
Aquel hombre suspiro y derrotado no parecía querer luchar contra mí. - supongo que sí es así no tengo nada que hacer al respecto… y agradezco su ofrecimiento, le digo lo mismo, de necesitar ayuda puede acudir a mi como primera opción.
-Gracias. - conteste con una pequeña reverencia antes de salir por donde entre dejándole solo en el lugar y busque a Heiderish para poder irnos de regreso al apartamento.
No tomo mucho verle, él se despidió y regresamos a pie mientras le decía lo ocurrido.
Luego de eso pasaron unas semanas sin encontrar ningún hallazgo manteniéndome así en la universidad como apoyo en la construcción del cohete, no me quedo de otra que vagar en busca de cualquier cosa para volver, desesperante sí, pero siendo la única manera de volver no me quedo de otra.
Solo puedo pensar que tarde o temprano volveré… Al, espérame.