Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Modern Family por arelii-ierOo

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Se conocieron por cuestión de trabajo. Él era militar y el otro experto en alta tecnología. Su nombre era Anthony, fue contratado para mejorar armamento y posteriormente capacitar a los mejores elementos. Quien se destacaba en habilidad era el Capitán Rogers, pero no era el mejor respecto a nuevos artefactos. Por lo que Anthony tuvo que brindar más ayuda a él que al resto.


Stark perdía la paciencia al tratar de explicarle, así no podía capacitarlos a todos, por lo que al Capitán se le ocurrieron clases privadas, ofreciéndose a pagar por ellas. Anthony rechazó la oferta de honorarios, pero aceptó las lecciones, ya que sería más fácil para todos.


Sus explicaciones se hacían en su hogar, donde contaba con un flamante taller en el cual realizaba sus proyectos. Steve no podía creer lo costoso y hermoso que parecía todo. Con el tiempo, el Capitán logró aprender sobre las nuevas armas: manejarlas, limpiarlas, incluso desmantelarlas para volverlas a ensamblar.


De forma inevitable, Anthony y Steve se volvieron muy cercanos. Al menos hasta que los servicios de Stark terminaron en la milicia. Después no volvieron a verse, puesto que el Capitán aún debía cumplir en su puesto al frente.


Anthony continuó, vendiendo sus prototipos a industrias de comunicación, seguridad y energía. Era alguien muy apuesto, por lo que las chicas no faltaban en su hogar. Pero se cansó por un tiempo. El dinero ya no era prioridad y sus proyectos ya no eran tan emocionantes. Claro, tenía amigos, pero sus problemas eran tan banales que su compañía llegaba a ser a veces molesta.


Aceptó el implementar un sistema de seguridad para una escuela secundaria. Su director había insistido demasiado, ya que era una institución con equipo nuevo donado por el gobierno y prefería invertir a que les robaran.


Stark debía visitar la escuela, inspeccionar los posibles peligros y evaluar cuáles serían las mejores opciones. No le entusiasmaba la idea de ir durante las clases, pero no le dieron alternativa, los fines de semana estaría cerrado hasta encontrarse en funcionamiento el sistema.


Era una instalación simple: cámaras, alarmas, bloqueo de puertas, comunicación directa a la policía y otros números de emergencia.


Contaba con personal para la instalación, pero siempre hacía de supervisor. Mientras era la hora del almuerzo, se apresuró en la sincronización de los aparatos. Lo último que faltaba era el panel principal. Conectó algunas pantallas a una computadora, pero su sistema era demasiado actual para el equipo de la escuela. Suspiró, no quería pasar otro día ahí tan sólo para tener que adaptar todo el software.


— Podrías conectarlo a la nube.


Escuchó una pequeña voz. Giró para mirar de quién se trataba. Un niño de cabello castaño y ojos azules le observaba desde la puerta, fuera de la cabina de seguridad.


— Sería muy fácil de hackear. — Le respondió, volviendo a mirar la pantalla del monitor.


— ¿Y si lo encriptas en la red profunda?


— Demasiados virus. — ¿No podía irse al patio a jugar?


El niño lo pensó, manteniéndose por un momento en silencio, pero continuó. — ¿Y si creas una aplicación? Cobrarías una cuota al mes o por ciclo. Los servidores externos se pagarían rápidamente. Si funciona, puede que otras escuelas te pidan el sistema y eso haría más seguras las escuelas de la ciudad.


— No terminé la universidad a los 16 y 5 posgrados a los 20 sólo para terminar creando una App que... — Se detuvo, volviendo a mirar al niño quien parecía tener ahora una sonrisa en el rostro. — ¿Quién eres?


— Yo... ahm... soy Peter Parker... Sr. Stark... — Jugueteó con sus manos.


— ¿De dónde sacaste la idea? — Cuestionó, inclinándose un poco en la modesta silla giratoria que antes estaba frente al computador.


— Ah... Netflix...


Anthony rió. Era una idea simple, pero el chico tenía razón, no se había usado antes. — ¿Cómo sabías que el software de tu escuela no sería compatible al mío?


— Yo... lo he estado observando desde que llegó. Es Anthony Stark, hijo de Howard Stark. Ha creado tantas cosas y yo quisiera ser algún día como usted... — Desvió la vista al suelo, temeroso de estar frente a uno de sus héroes.


— Olvidaste mencionar que también Howard me echó de la compañía familiar y ahora estoy por mi cuenta. — Cambió su semblante al del inicio, harto de encontrarse ahí. — Pero no has respondido mi pregunta.


— Es... un genio, señor. Cualquier cosa que cree, es sin duda superior a lo que podemos costearnos.


Anthony no pudo ignorar su tono lleno de tristeza. — Te importa esta escuela, ¿verdad? Tanto como para perder tu receso.


El chico asintió. — Queens no es tan glamoroso como el centro de New York, pero sigue siendo uno de los mejores lugares. Mis tíos trabajan muy duro para que yo no tenga que hacerlo y pueda estudiar. Si logro aprender lo más posible, podré ir a una mejor escuela y tal vez llegue a la universidad. Además, no me he perdido de mucho, siempre estoy solo en los descansos.


Stark logró notar su entusiasmo a pesar de que toda su historia era completamente deprimente. Se levantó de su asiento y le despeinó el cabello sin mirarlo.— Te daré el 1% de las ganancias, niño.


— Tengo 12 años...


— Sigues siendo un niño.


Peter no podía imaginarse lo mucho que esas palabras cambiarían su vida. La escuela obtuvo su sistema anti-robo, garantizándole acceso a geniales computadoras, pero lo más importante fueron los cheques que comenzaron a llegar.


— ¡¡¡CINCO MIL DÓLARES!!!


La voz de la tía May había despertado a su tío y a él le había dado un gran susto, derribando el modelo Lego que armaba en su habitación. Pero eso era sólo el comienzo, los ceros de los cheques se hacían cada vez más conforme avanzaban los meses.


El único problema era que se encontraban a su nombre y no podría cobrarlos hasta que tuviera edad para conducir. Aún así, estaba feliz de poder ahorrar para su universidad.


Cuando faltaba poco para concluir su secundaria, el tío Ben fue víctima de un robo, muriendo en el acto por un arma. Su tía May no pudo soportarlo y un infarto la mantuvo por un largo tiempo en el hospital. El dinero se agotaba y al cumplir los 16, Peter tuvo que utilizar todos sus ahorros para los gastos médicos. La tía May murió, dejando a Peter completamente solo.


Obtuvo un empleo como repartidor de periódicos. Ganaba lo suficiente como para mantenerse a sí mismo, pero las altas y bajas en el mercado eran demasiado crueles. Sino se hacía cargo de sus deudas, le echarían de su hogar.


Tenía una última esperanza, pero no sabía si su idea funcionaría.


No fue muy difícil hallar el lugar, pero tomó de mucho valor para lograr tocar la puerta. Una voz a través del comunicador le respondió, solicitando que esperara.


— Tiempo sin verte, niño.


— ¿Sr. Stark? ¿Aún me recuerda?


— ¿Quién crees que firma tus cheques? ¿Qué es lo que buscas? Si quieres más dinero, hicimos un trato. Y debo mencionar que he sido bastante generoso.


— No, no es exactamente eso. —Tomó aliento, la presencia imponente de Stark le hacía estremecerse al igual que hacía cuatro años atrás. Esperaba recortar la historia, pero terminó dando todos los detalles.— Y es por ello que necesito un préstamo... no será demasiado y prometo devolverlo por completo.


Anthony le miró, dubitativo. Podría ser todo una mentira, pero había algo en él que se sentía familiar, como la vez que Howard le desheredó y fue forzado a pedir ayuda. Llevó una mano hacia atrás, tomando su billetera. De ella obtuvo todo el efectivo y se lo tendió al chico. Parecía ser demasiado, ya que Peter no podía creerlo.


— Tómalo. No tienes que devolverlo. Úsalo bien.


Peter tomó los billetes, los contó y devolvió la mitad a Stark. — Gracias. — Se marchó, pero Anthony reconocía una sonrisa rota cuando la veía.


Un mes transcurrió, Peter no había vuelto. Anthony observaba su nuevo cheque y en vez de dárselo ya firmado a su asistente, decidió seguir la dirección de envío.


No llevó uno de sus autos, inclusive se sentía mal porque su chofer le llevara y tuviese que aguardar afuera. Se detuvo en un gran edificio de departamentos. Era tan alto que parecía torcido y se veía inseguro. No fue necesario tocar, no existía un timbre ni mucho menos la puerta principal cerraba en su totalidad. Se adentró, buscando el departamento, subiendo decenas de escaleras, ya que el elevador no funcionaba en años. Al llegar, se sentía exhausto y sólo quería marcharse, pero también sentía lástima por el pobre chico que debía vivir en esas condiciones.


— ¿Sr. Stark? ¿Qué hace aquí? — Peter le abrió la puerta llena de cerrojos y se apresuró en hacerle entrar sin que los miraran.


— Esto es... — No pudo disimular el disgusto en su rostro. A penas había dado unos pasos y creía ya haber visto todo en el departamento.


— Es mi hogar. Es... acogedor. — Peter trató de sonreír. — ¿Ocurre algo?  — Anthony se sentía extraño. La apariencia de Peter no era como la del lugar. A pesar de sólo repartir periódicos que ya nadie leía o utilizaban sus hojas para envolver comida y jarrones antiguos, siempre intentaba estar presentable, probablemente ropa de su tío. Su diminuta mesa en lo que parecía ser el comedor, estaba llena de libros amarillentos y anotaciones. Peter supo qué era lo que miraba Anthony. — Oh... son mis apuntes. Estoy tratando de estudiar en línea, pero no sé si pueda tener más tiempo. Conseguí un segundo empleo y tal vez necesite un tercero.


— Vine a entregarte personalmente tu cheque, pero... — Sacó el papel de su traje y lo rompió a la mitad frente al rostro de Parker. — Vámonos. — Haló al chico del brazo, saliendo del departamento.


— ¿Qué pasa? ¿Sr. Stark? ¿Por qué hizo eso? ¿A dónde vamos?


— Camina. — Le llevó a rastras por las escaleras. Al encontrarse fuera, su chofer también se apresuró en abrirles y así salir pronto de ahí.


— ¿Está molesto porque no le he pagado? Si consigo un empleo más tendré el dinero. ¿Me está secuestrando? ¿Me utilizará para sus experimentos?


— ¿Quieres callarte? — Anthony alzó la voz, dejando a Peter aún más asustado. — Vas a renunciar, nunca volverás a ese sitio. Y no. No te estoy secuestrando.


— Pero...


— Eres huérfano dos veces y tienes 16 años. Legalmente puedo adoptarte antes de que cumplas los 17. Así podrás ir a la universidad y dejar de vivir como una rata. — Peinó su propio cabello, intentando tranquilizarse a sí mismo por lo impulsivo que estaba siendo.


El auto se detuvo ante el tráfico del centro de New York. El silencio se prolongó hasta el punto de ser muy incómodo.


Anthony finalmente volvió a mirar a Peter, quien tenía el rostro cubierto en lágrimas. El chico se abalanzó, abrazándolo con fuerza. — Gracias, Sr. Stark... — A penas podía escucharlo entre sus sollozos. Se mantuvo petrificado, pero se sentía bien. Posó una mano sobre su espalda, dándole palmadas.


— Llámame Tony.

Notas finales:

Perfil: Areli-iero

Página: HAIL Stony Armour & Shield


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).