Muerte, palabra que se usa para indicar el momento en la que la vida llega a su fin, donde todo los sueños que alguna vez tuviste se detiene dando paso a un cuerpo inerte que se pudre hasta desaparecer esa situación natural de la vida para los seres humanos ahora era la cruel vida para cierto moreno quien miraba el extenso jardín de la mansión de su familia, familia quien ciertamente era una de las más poderosas del mundo por sus negocios haciendo que su apellido fuera respetado en lugar donde vaya, pero a pesar de tanto poder en sus manos la vida le dio un duro golpe donde ni todo el dinero y prestigio del mundo haría el milagro de devolverle el don de caminar, milagro que ya desde hace dos años perdió toda esperanza.
Aún recuerda como en su primer año sus padres y hermano lo sometió a los mejores tratamientos, cirugías y rehabilitación del mejor equipo de salud que a pesar de poner todo en su mejora los resultados fueron cero haciendo que poco a poco su ilusión y esperanza abandonara su espíritu, ya a mitad de su 2 año los esfuerzos que hacía a su persona fueron rechazado por el propio Sasuke quien en varias ocasiones causo intensas discusiones con su familia quienes se negaban a tirar la toalla y seguía en su búsqueda de una cura a su problema.
Medio año duro este proceso y a finales del segundo año su imponente padre se dio casi por vencido viendo que ni todo el poder del mundo lograba que las piernas de su hijo volvieran a su gloria donde era su orgullo por completo.
Ahora el amargado y frio azabache vivía encerrado en su mansión, lugar donde no recibía a nadie perdiendo todo contacto con los amigos que alguna vez tuvo ya que no deseaba la lastima de ellos, al igual que su hermano quien en todas las veces que trato de acercarse la sola mirada que le daba hacia que su relación pasara de ser cómplices a ser fría y distante por parte del menor quien se negaba a aceptar cualquier ayuda de itachi, quien a pesar de su rechazo seguía velando por el a la distancia.
Su vista seguía fija en el intenso jardín que ahora era un montón de hojas que al igual que él esperaban que su vida diera término y desaparecer de este cruel mundo, sus ojos seguían perdidos en el paisaje durante horas hasta que un sonido interrumpía sus pensamientos.
-¿QUIEN ES? –Grito hacia la puerta que se abrió revelando a su madre quien entro preocupada.
-Hijo soy yo –La mujer cerró la puerta acercándose al menor quien relajo un poco su expresión al ver a su madre frente suyo.
-Madre, ¿Qué haces aquí?
-Amor, ya llevas cuatro días sin salir de tu dormitorio
-¿y?
-Amor, eso te hará mal, por favor vamos salgamos vamos a dar una vuelta, vamos al museo si quie… -No siguió al sentir la sonrisa irónica de su hijo
-¿Salir? –Los helados ojos del moreno se posaron sobre ella- Madre no te das cuenta que no puedo salir, como quieres que un lisiado salga para dar pena a los que estén allí-
-H…hijo no digas eso tu n….
-Mírame y dime que no es verdad –Giro mostrando su cuerpo que estaba sobre una silla de ruedas dejándola en silencio- Vez, no necesitas de un pobre lisiado que no vale nada para que salgas
-Hijo no –No pudo seguir siendo interrumpida.
-NO QUIERO SALIR QUE NO ENTIENDES, YA DEJAME EN PAZ NO QUIERO SEGUIR VIVIENDO POR QUE NO DEJAN QUE MUERA DE UNA VEZ
-Por…porfavor hijo –Las lágrimas de dolor comenzaron a salir de sus ojos y es que ver a su amado hijo así le partía el alma- no digas eso tu tienes mucho que vivir vamos –
-VIVIR, DIME QUE PUEDE VIVIR UN LISIADO QUE NISIQUIERA PUEDE IR AL BAÑO SOLO DIME
-Hijo
-HIJO NADA ENTIENDE QUE ESE HIJO MURIO HACE DOS AÑOS, YA NO EXISTE MAS SOLO UN ESTORBO SIGUE VIVO, YA NO SIGAS TRATANDO DE CONVERTIRLO EN HUMANO
-y…
-VETE –Grito girándose bruscamente, su madre se quedó quieta en el mismo lugar- VETE MALDITA SEA
Con el dolor de su corazón Mikoto abandono el dormitorio mientras sus lágrimas corrían por sus mejillas, no podía evitar día a día tratar de levantar a su hijo quien perdió ese hermoso brillo y todo por un maldito accidente.
Ese día Sasuke nuevamente no salió de su dormitorio, apenas si tocaba los alimentos que le servían y no aceptaba visitas de nadie, solo se quedaba a la espera que la maldita muerte terminara lo que empezó y se lo llevara de una buena vez.
Era ya pasada las 9 de la noche cuando Fugaku retorno a su hogar con una nueva ilusión que esperaba ansiosamente contarle a su mujer, al llegar la mucama le cogió el abrigo y entro encontrándose a su desdichada señora en un sillón al lado de la chimenea con sus ojos rojos muestra que claramente había llorado, dejo un momento su noticia de lado y se acercó con delicadeza sentándose a su lado y tocándole suavemente su cabello.
-¿Qué sucedió esta vez? –Pregunto y es que hace tiempo se repetía la misma historia encontrarse al amor de su vida sentada en la misma posición.
-Fugaku –Mikoto se abrazó a su pilar quien la recibió conteniéndola- Ya no sé qué hacer –Sus lágrimas comenzaron a aflorar- Mi pequeño ya no desea salir, desde hace 4 días está encerrado en su dormitorio, ya ni siquiera come toda su comida, solo desea morir y yo no puedo hacer nada para ayudarlo –Se aferró a su espalda llorando con dolor y es que se sentía un fracaso de madre al no poder dar sus piernas con tal de hacer que las de su hijo caminaran de nuevo.
El patriarca de la familia solo acariciaba con dulzura los negros cabellos de su mujer quien botaba todo su dolor, apretaba su frágil cuerpo trasmitiéndole todo su amor dejándola sacar todo de ella.
Cuanto tiempo estuvieron así no se dieron cuenta pero al separarse pudo verificar que su mujer estaba dormida en sus brazos con claros rastros de lágrimas en sus mejillas que seco gentilmente para luego trasladarla a su dormitorio, donde ambos se entregaron a Morfeo finalizando el último día de sus penas o eso creía el pelinegro mayor.
A la mañana siguiente Fugaku fue el primero en despertar al sentir los rayos del sol en su rostro, a su lado su amada esposa seguía en manos de Morfeo por lo que salió para afrontar a su hijo quien no vio desde la mañana anterior, golpeo la puerta esperando el permiso para entrar cosa que escucho a los segundos ingresando al dormitorio de su pequeño hijo quien se encontraba en la ventana como era costumbre.
-Padre
-Buenos días hijo –Cerro la puerta y es que frente suyo tenía una gran tarea y lo conseguiría aunque el menor no quisiera- Necesito conversar contigo
Sasuke giro para mirar con desinterés a su padre quien tomo asiento en su cama, espero a que dijera algo y es que lo que le dijera le daba lo mismo así que solo deseaba estar solo nuevamente en su mundo.
-Te escucho
-Te aviso que desde hoy vendrá un nuevo medico a casa especialista en rehabilitación –Dijo y es que sabía que la única manera de conseguirlo era usando su autoridad- Su nombre es Namikaze Uzumaki Naruto y es el hijo de un viejo amigo mío quien me recomendó sus servicios, llega a las 6 de la tarde y se quedara a vivir con nosotros.
Sasuke no podía creer lo que escuchaba, su padre traería a un nuevo inepto para decirle lo que otros ya le han dicho, está claro que su enojo creció y sin reparo dijo
-No tomare ningún tratamiento más es que no te quedo claro –Miro con odio a su progenitor- Desde el ultimo imbécil que trajiste ya no aceptaría a nadie más así que antes de que traigas a un inepto ve despechándolo porque yo no lo aceptare te quedo claro padre
-No te estoy pidiendo tu opinión sasuke –Fugaku se levantó encarando al menor- Te estoy avisando y tomaras este tratamiento quieras o no
-ES QUE NO ENTIENDES QUE NO LO HARE, YA NO QUIERO NADA MAS QUE MORIR NO TE DAS CUENTA
-Puedes hacer lo que quieras luego de tomar el tratamiento, pero ahora harás lo que te diga así que ve haciéndote la idea que comenzaras la terapia y no fue una petición es una orden –Exclamo saliendo del dormitorio dejando a un enfurecido sasuke quien comenzó a romper todo a su paso.
Itachi al sentir los destrozos se levantó saliendo de su dormitorio encontrándose con su padre quien salía del dormitorio de su tonto ototo, sin entender que sucedía le pregunto a su progenitor solo teniendo como respuesta que en el desayuno explicaría todo.
Ya reunidos Mikoto fue la primera en romper el silencio.
-Fugaku, ¿Que sucedió? –Pregunto y es que aún se escuchaba como sasuke rompía cosas.
-Cariño, hijo hace una semana me encontré con un viejo amigo Minato quien regreso hace un mes a Japón –Comenzó el relato
………Flash………
Uchiha Fugaku estaba tomando un pequeño descanso en el café cerca de su empresa y es que ya la presión de ver a su hijo como cada día se apagaba más le rompía el alma, ya no sabía que hacer contrato a los mejores médicos y sometió a su pequeño a las mejores terapias para que volviera a caminar pero ninguno de sus esfuerzos lograba que el menor sostuviera su propio peso, estaba sumergido en sus pensamientos hasta que un toque en su hombro lo saco de él.
-Sabia que era tu Fugaku –Comento una conocida voz para él, al girar se encontró con la sonrisa de un rubio quien se sentó frente suyo.
-M…m…minato –Dijo al reconocerlo
-Claramente –Cerrándole un ojo- Que coincidencia encontrarte aquí
-y que lo digas –Sonrió por primera vez sorprendido, se levantó abrazando a su mejor amigo quien hace 20 años se había ido al extranjero con su familia, aunque no perdió el contacto con el poco a poco sus comunicaciones fueron bajando hasta hace 4 años que perdieron toda comunicación- ¿Qué haces aquí?
-Bueno, mi esposa le ofrecieron un trabajo en Japón y como extrañaba mi tierra natal decidí regresar con ella y mis hijos, llegamos hace un mes-
-Woo que sorpresa, y por qué no me avisaste-
-Lo siento pero perdí mi móvil con mis contactos y como sabes soy pésimo recordando los números de mis conocidos
-Idiota –Sonrió golpeándole el hombro- Veo que no has cambiado nada
-Sabes que no, es parte de mi encanto –Le guiño un ojo- y dime como te ha tratado la vida hace años que no se de ti, ¿Cómo esta Mikoto y los niños?
Toda la alegría del momento se esfumo al recordar su presente situación, suspiro tomando un trago de su café antes de responderle al rubio
-La verdad es que hace dos años mi vida cambio, mina –Vio como el rubio borro su sonrisa ante su dicho.
-¿Que paso?
-Ufff –Se recargo sobre el asiento- ¿Te acuerdas de mi hijo segundo hijo, sasuke? –Pregunto mirando como el rubio entrecejo los ojos recordando
-Tu hijo menor ¿no? –El rubio conocía al pequeño itachi pero no logro conocer al segundo hijo de su amigo- Si recuerdo una foto que me mandaste hace años cuando nació, ¿porque lo mencionas?
-Veras hace dos años tuvo un accidente –Minato abrió los ojos
-N…no me digas que murió –Exclamo levantándose asustado
-¿Qué?, no no no –Corrigió al ver la mirada de terror del rubio- Gracias a dios no murió, pero –Bajo su mirada al café- a causa del accidente quedo parapléjico
-Lo siento amigo, yo no estuve contigo
-No lo sientas mina, no lo sabias –Sonrió ante la reacción de Minato quien apoyo su mano en su hombro
-Pero, ¿Que te han dicho los médicos?
-He consultado todo lo posible para recuperar su salud pero –Una pequeña lagrima caía en su mejilla y es que solo minato y mikoto habían visto alguna vez alguna lagrima, solo con ellos se derrumbaba- Nada de lo que he hecho ha devuelto la movilidad en mi hijo
-Fuku –Minato se levantó y abrazo al frágil amigo que desde hace años había perdido contacto para encontrarlo de ese modo, estuvieron así unos minutos y agradecían que donde se encontraban no habían personas cerca dejándolos escondidos de las miradas de los curiosos, cuando ya el moreno saco su pena se volvieron a sentar ahora Minato a su lado, cuando se secó las lágrimas mina con sutileza volvió al tema
-Fuku, lo siento por lo que estás pasando –Apretó la mano a su alcance- déjame ayudarte no estás solo tienes de vuelta, por ello ¿tienes los exámenes de tu hijo?
-¿Para que los quieres? –Pregunto ante la extraña petición de su mejor amigo
-Quiero que una persona los vea, estoy seguro que si tu hijo tiene alguna cura él la encontrara, confía en tu hermano Fuku –Sonrió y es que más que amigos eran hermano no sanguíneos
-¿p…pero de que hablas?, ningún medico ha podido ayudarlo estás loco
-Lo sé, pero –Sonrió orgulloso- Mi hijo naruto es un médico genio por así decirlo, a pesar de tener 22 años es conocido en EEUU por su dotes ante casos difíciles consiguiendo que varios pacientes que fueron dados por perdidos volvieran a sus vidas normales
-¿E…en serio? –Pregunto y una pequeña ilusión se alojó en su corazón
-Creo en mi hijo, sé que el encontrara la cura si es que existe de tu pequeño, vamos iremos de inmediato –Dijo arrastrando al moreno quien no pudo y no quiso resistirse
Al cabo de tres horas ambos hombres entraron a una gran mansión de la familia Namikaze encontrándose con una hermosa pelirroja que al ver a sus invitados no dudo en abrazar al moreno.
-Tomatito cuidado –El moreno sonrió ante el abrazo de la mujer frente suyo
-Fuku tanto tiempo –Exclamo la pelirroja liberando al Uchiha- Moo cariño por que no me avisaste que vendría
-Lo siento amor –Beso la mejilla de su mujer- Me lo encontré de sorpresa en el centro, por ello no pude avisarte –Dejo su abrigo en el sofá.
-Te perdono, pasa Fuku estás en tu casa iré a preparar café –
-Amor espera, antes que vayas ¿Esta naruto?-
-¿Naru? –Se sorprendió ante la pregunta- Mmmm no está en estos momentos, fue con dei a comprar un nuevo juego que salió, pero deben estar por regresar, ¿porque?
-Necesito su ayuda para algo importante –Respondió dejando a la pelirroja intrigada, en las siguiente hora mina puso al corriente a Kushina de todo haciendo que la pelirroja llorara ante todo lo que estaba pasando sus mejores amigos, justo cuando Minato abrazaba a su mujer la puerta fue abierta
-Volvimos –Grito un Deidara feliz de obtener las compras que deseaba y de ganarle por paliza a su hermano nuevamente
-Dei-nii me debes la revancha –Exclamo un rubio quien entro detrás de su hermano que sonreía victorioso mientras el trataba de recuperar el aliento.
-Admítelo Naru no me ganaras en las carreras, tu resistencia es penosa
-¿Que dijiste?
-Vamos niños no peleen –Kushina paro a sus revoltosos hijos que siempre competían en todo reponiéndose como buena madre- Que tenemos visitas compórtense
-¿Visitas? –Dijeron al unísono mirando al azabache quien sonreía ante la escena frente suyo
-Tío Fuku –Dijo Deidara al reconocerlo, acto seguido se tiro encima del mayor que se cayó con sofá incluido por la fuerza del tacleo
-Fugaku –Exclamo alterada Kushina ante la impulsividad de su hijo mayor, se acercó para ver a ambos en el suelo- Deidara por dios contrólate, Fuku ¿estas bien? .
-P…perdón –Se levantó ayudando a levantar al moreno
-N…no te preocupes –Se sobo la espalda por semejante golpe- Sigues tan impulsivo como siempre dei –Le revolvió el cabello- Menos mal mi espalda resistió
Naruto quien seguía en la puerta vio todo con una sonrisa confusa y es que no se esperó esa respuesta de su hermano ante un extraño para él, Minato que se mantuvo al marguen lo observo acercándose mientras su esposa se encargaba del problema.
-Naru –Minato toco el hombro ajeno- Necesito pedirte un favor hijo
-Papa, ¿un favor? –Naruto observo a su padre quien asistió con una seria expresión.
Luego de esta escena y que Kushina pusiera en orden todo, los 5 tomaron asiento en el salón mientras recibían el té que Sango les trajo.
-Bueno señor Fugaku –Naruto tomo la palabra y es que su padre le explico a grandes rasgos lo que estaba pasando el moreno antes que su madre terminara de regañar a Deidara- Ya mi padre me puso algo al corriente de su situación, se por el que su hijo sufrió un accidente y ya ha sido sometido a diversos tratamientos e intervenciones estoy en lo correcto.
-Así es –Se sorprendió por el cambio de actitud, hace unos momentos era un niño a sus ojos pero ahora ese niño irradiaba un aura completamente profesional.
-¿Trajo los exámenes de su hijo?
-Si –Saco de su maletín todos los exámenes y ficha clínica del menor- Están todos desde que tuvo el accidente.
-Gracias –Saco los sobres y puso a observarlos
-¿Y tío Fuku? –Deidara saco de su sorpresa al mayor quien como siempre se sorprendían del cambio de aura de su hermano cuando entraba en modo médico idiota como él lo llama- ¿Cómo está la tía Miko y el estúpido itachi?
-Ellos –Suspiro recordando todo el sufrimiento de su familia- desde el accidente Mikoto está haciendo de todo para sacar adelante a sasuke al igual que itachi, pero estos últimos meses ha sido imposible para todos acercarnos a mi hijo, hasta itachi quien era su lazo más cercano es expulsado por mi hijo quien no quiere nada más que morir –termino bajando su mirada
-Por dios Mikoto debe estar destrozada –Kushina apretó su boca horrorizada ante el sufrimiento de su amiga
-Ese idiota –Murmuro preocupado por el mayor de los hijos Uchiha, si bien cuando su padre los saco del país tuvo contacto con su amigo por unos años pero al igual que su padre perdió contacto con el
Siguieron conversando de todo mientras naruto leía los informes de las diversas cirugías y procedimientos a los cuales el menor de los Uchiha se había sometido, al pasar a las radiografía vio como las vértebras de gran parte de su lumbar sufrieron daños serios, pero al seguir leyendo el informe confirmo que la cirugía realizada había logrado reparar ese daño, además de liberar los nervios atrapados en discos intervertebrales que causo la paraplejia, siguió leyendo por unos 15 minutos y termino viendo la radiografía actual que revelaba que no solo el daño a nivel óseo fue reparado sino que también a nivel nervioso.
-Ya veo –dejo la radiografía en la mesa atrayendo la mirada del cuarteto.
-Naru terminaste –Deidara que veía todo movimiento de su hermano noto como levantaba la mirada
-Señor Fugaku, efectivamente su hijo sufrió serios daños a nivel óseo que fue reparado por las diversas cirugías que le realizaron, además del daño nervioso que fue también reparado por una de sus últimas cirugías.
-¿E…entonces?
-A nivel medico se ha hecho todo lo posible para devolver a su hijo a lo normalidad para que su cuerpo resista cualquier movimiento futuro, por ello ya ninguna cirugía habrá un cambio ahora ya que esta todo lo medicamente posible realizado.
-Naru, entonces no hay nada que puedas hacer –Minato vio como el moreno perdía la pequeña luz que se había albergado por su propuesta
-Yo no he dicho eso –Respondió el rubio asomando una pequeña sonrisa- Como mencione a nivel estructural y nervioso está recuperado al 100% teniendo las condiciones óptimas para que regrese a caminar.
-Pero mi hijo no camina
-Así es –Se levantó un poco- vi los resultados de las rehabilitaciones y todos pueden concordar en algo –Alzo el último informe visto- Todos y cada uno de los especialistas no han notado como el propio paciente se bloquea a si mismo para lograr algo, le han practicado terapias base para estos casos de daño, pero no han logrado que el propio paciente a nivel psicológico se saque ese bloqueo que lo imposibilita dándose ellos por vencido al ver que es un caso imposible de curar.
-¿A que te refieres hijo? –Mina al igual que el resto no entendían lo que decía
-Sasuke ha pasado por diversas intervenciones y al ver que ninguna de ellas ha causado efecto a puesto que su único resultado es vivir como un paralitico, en su última intervención se logró que el nervio volviera a su correcta función pero su hijo ya perdió toda fe en una cura encimándose en darse por un muerto viviente, aunque haga las rehabilitaciones a medias no conseguirá caminar si su espíritu y mente se convencen de ello, en todas las terapias los encargados no le han dado el correcto tratamiento solo se han enfocado de que sus músculos no se estropeen aún más, pero más allá de eso no se han involucrado con el paciente no notando que su propia mente no lo deja avanzar.
Fugaku abrió los ojos antes lo indicado por ese rubio que claramente era igual de joven que su hijo, por un momento su corazón vio una luz en esa intensa oscuridad
-M…me dices que sasuke puede volver a caminar –Se levantó temblando- ¿tú puedes curarlo
-¿yo? –Miro los orbes ónix del mayor quien se notaba todo el sufrimiento que tiene su alma, suspiro con una sonrisa- Si usted me lo permite, puedo intentarlo
-Naruto –Minato se levantó tomándole el hombro a fugaku- Estas seguro de lo que dices, crees que puedas lograr lo que los médicos han declarado ya imposible
-Padre –Sonrió el rubio ante el dicho- tu sabes que no soy de hablar sin fundamento, este es un desafío el cual pongo mi orgullo en el –Camino ante Fugaku- Señor Uchiha, que me dice, acepta que me encargue de su hijo –Ante de recibir la respuesta un abrazo lo rodearon sacándole todo el aire
-P…por favor, lo dejo en tus manos hijo
-Gracias, confie en mi –Respondió correspondiendo el abrazo ante la familia Namikaze que observo todo con una sonrisa, si alguien podía lograrlo era su hijo de eso estaban seguro.
…………Fin del flash…………
-y eso sucedió –Termino de relatar Fugaku notando como su hijo y señora estaban atónitos por lo escuchado, ambos estaban en shock y es que era imposible ya les habían dicho reiteradas personas que el menor de los Uchiha volviera a caminar.
-F…fuku…n…no mientas –Mikoto estaba con lágrimas en los ojos
-No es mentira –Sonrió y es que el mismo no se lo cree aun, pero al ver la determinación de naruto un rayo de luz lo contagio- Naruto vendrá a quedarse con nosotros
-Padre –Itachi no se podía creer esa noticia, es que ya hasta el mismo había dado por perdida la esperanza de que su hermano caminara nuevamente, al mirar esos ojos sintió como la fe que sentía su progenitor lo invadiera- Si tu crees en el yo lo hare –Se unió en el abrazo
Y así la esperanza de la familia Uchiha se depositaba en ese rubio quien no dejaría que este desafío lo derrotara como se llamaba Namizake Uzumaki naruto
Pasaban las horas y el ruido de cosas rompiéndose se pagaron, itachi quien se dirigió a su dormitorio noto como la puerta estaba entreabierta, con un suspiro se armó de valor y golpeo la puerta de su hermano
-NO QUIERO VER A NADIE –Grito la inconfundible voz de su hermano, itachi en otra circunstancia se hubiera largado, pero debía ayudar a preparar el terreno para la última esperanza que tenían de que su hermano caminara, así que ignorando el reclamo entro a la habitación
-Ototo –Vio como todo el dormitorio estaba destruido, los pedazos del despertador, hojas amontonadas, pedazos de floreros nada en ese lugar se había salvado de la furia azabache
-ES QUE NO ESCUCHASTE, NO QUIERO VER A NADIE -Sasuke aparto su mirada llevándola al jardín- VETE
-Sasuke –Itachi avanzo esquivando los pedazos de vidrios esparcidos- Hablemos un poco si, ya se lo que papa te dijo
-Si lo sabes de que quieres hablar ¿eh? –Se giró encarándolo- Para ver que tan rápido me dicen nuevamente que soy un maldito caso perdido y que se vayan de nuevo, sabes muy bien que no tengo cura y solo falta que me muera para dejar de estorbarles, ya les dije que no quiero tratamiento alguno solo morir de una puta vez.
-eso no es cierto sasuke –Itachi se sentó en la cama- Nunca nos estorbaras, por favor intenta hacer el tratamiento, papa está muy seguro que será diferente
-o si claro será distinto –Sonrió con amargura- Ahora no solo dirán “lo sentimos, su hijo es un paciente con cero posibilidades de recuperar sus piernas” ahora dirán “dejen de joder no ven que su hijo es un parasito deberían sacrificarlo”
-Idiota no digas eso, sabes que te amamos y queremos lo mejor para ti
-Lo mejor mírame itachi, lo mejor para mi sería dejar de dar lastima y morirme de una vez
Itachi no podía soportar esas palabras de su hermano, le dalia que solo pensara en la muerte cuando antes era un chico lleno de metas a cumplir, ahora es solo un amargado y frio ser humano sumergido en su dolor y si lo que dijo ese chico es cierto el propio sasuke se negaba a curarse, por eso el confiaría en las palabras de su padre y guardaría las esperanzas que el hermano de Deidara su viejo amigo lo sanara, aunque no conocía al menor aun si era igual de decidido que ese rubio cabeza hueca sabia que no se dejaría derrotar.
-Ototo –Suspiro pensando y con una fugaz idea corrió en su mente- Hagamos algo –Dijo llamando la atención del menor- Apostemos ya que no pierdes nada volvamos esta situación en algo mas divertido que te parece
-No necesito apostar ya se el final de esto es una pérdida de tiempo
-Entonces si ya lo sabes no tienes miedo de perder ¿no? –Sonrió con burla- A menos que pienses que puedas perder
-No lo hare –Miro con odio a su imbécil hermano quien no borraba la estúpida sonrisa de su rostro haciéndolo enojar- Esta bien, que propones
-Veamos cuanto te demoras en hacer que este especialista se rinda y largue de la casa –Dijo sabiendo que eso atraería su atención con eso.
-¿Que gano si lo logro?
-Hare lo que tú quieras
-ok –Sonrió ya que vería algo bueno de todo esto, al fin dejaría de ser un estorbo- si gano me ayudaras a matarme sin decir nada para impedirlo –Itachi abrió los ojos espantado, escucho bien que lo ayudara a matarse estaba loco, pensó que era una broma pero la intensidad de su mirada dejaba en claro que no lo era, frunció el ceño- ¿Que dices? –Sonrió ya que sabía que su hermano se retractaría de inmediato, ya termino el puto juego
-E…esta bien –Itachi se levantó- Pero si yo gano tendrás que realizar algo que yo te pida sin quejarte
Sasuke abrió los ojos tan grande que de milagro no se le cayeron, el amable de su hermano estaba aceptando la apuesta, miro como la mano se la extendía a su altura.
-¿Tan confiado estas del inepto que llegara?
-Completamente, confió en que no podrás ganarle y te sacara de esto de una vez
-De acuerdo –Sonrió con prepotencia- Al fin me dejaran en paz al terminar con tu esperanza en ese médico, acepto
Cerrando el trato itachi se retiró a su dormitorio esperando no arrepentirse de lo reciente realizado, tomo su móvil y marco al número que su padre le había entregado necesitaba escuchar a la persona quien más confiaba a pesar de los años que no estaba equivocado y podía soñar
Tu…tu…tu (No tengo presupuesto para sonidos decentes, asi que sigamos >w<)
-¿Hola?
-D…dei –Itachi escucho la inconfundible voz de su mejor amigo y porque no decirlo de su persona más importante
-¿Itachi?
-D…dei… -Suspiro- Dime que no me equivoque, dime que tu hermano curara a sasuke por favor –Pidió llorando mientras se deslizaba en la puerta llegando así a sentarse
-Ita, ¿que sucede?, espera estoy por llegar con naruto, por favor recíbeme y hablaremos
-Ven dei –Agarro el móvil- te necesito
-Estamos llegando
Itachi corto la llamada y es que no podía más con todo lo que estaba pasando, apostar con su querido hermano sobre su vida y si naruto no lograba curarlo el mismo debía ayudar a matar a su pequeño ototo
Deidara guardo su móvil ante la atenta mirada de su padre y su hermano quien ya había conversado de cómo ayudar a la familia Uchiha.
-¿Que sucede dei? –Naru vio como apretó los labios su hermano
-Naru –Acaricio la mejilla del menor- No sé como pero confió en que ayudaras a ese chico, si tú no puedes nadie lo hará
-No te preocupes –Tomo la mano en su mejilla- Estoy seguro que ese chico puede lograrlo solo hace falta un poco de mano distinta y veras que lo lograre.
-Confiamos en ti hijo, ya estas advertido de cómo es ese chico así que ten cuidado –Minato estaba agradecido pero preocupado por su retoño y es que Fugaku se encargó de decirle con lujos de detalles como era la hermosa personalidad del menor
-No te preocupes, papa que no es el primer paciente que atiendo –Sonrió- Además no dejare que un teme con personalidad de perro me la gane
-Asi se habla hijo –Kushina sonrió- Muéstrale la sangre uzumaki que corre por tus venas
-Llegamos chicos –Minato llego a un gran portón que protegía una inmensa mansión- Bueno es hora de cumplir lo dicho Naru vamos
Con una confirmación del menor ingresaron estacionándose en la entrada a la mansión siendo recibidos por Fugaku y una esperanzada Mikoto, que al ver a su antigua amiga no dudaron en abrazarse y es que sin duda la pelinegra necesitaba a esa pelirroja que tantas veces la había ayudado y nuevamente lo hacía entre sus hijos, entraron a la sala donde lo esperaba un pelinegro que sin esperar abrazo a uno de los rubios que ingresaron sorprendiendo a todos.
-I…Ita –Deidara se sonrojo ante el abrazo que el mayor de los hijos le brindo, sin dudarlo le devolvió el abrazo al sentir como una humedad se alojaba en su hombro- Vamos Ita calma que ya llegamos, ven muéstrame la casa –Dijo sacando al pelinegro de ahí ante la mirada de los demás que entiendo la indirecta del pelirrubio mayor
-Bueno Miko-chan –Kushina hablo mirando a su amiga que maltratada se veía por el dolor- Como te abra contado fuku inicialmente naruto se quedara con ustedes mientras dura su tratamiento
-Kushina –Las lágrimas salieron de sus hermosos ojos- No puedo agradecerte que nos ayuden, ya no sé qué más hacer –Abrazo a la pelirroja
-Vamos calma –Acaricio el sedoso cabello- Confía en Naru que él nunca ha roto su palabra y si la dio es que es capaz de lograrlo
-Gracias –La pelinegra miro al causante de su esperanza- Naru chan –Se acercó acariciando al hermoso hijo menor de los namizake- tu traes la fe a nuestro hogar –Lo atrajo abrazándolo- Eres bienvenido y no dudes en pedir cualquier cosa que necesites, eres de la familia mi niño
-Señora Uchiha-
-Mikoto –Se separó- Dime Mikoto como dije eres de la familia así que nada de honoríficos –Le beso la mejilla
-Miko-san –Sonrió y es que sabía por su hermano lo cercano que eran a esa familia, aunque debía admitir tenia vagos recuerdos y verlos tan destruidos más ganas de sacarles ese nubazon que los rodeaba.
-Bueno chicos –Minato sonrió al ver como la pelinegra sonreía desde que la volvió a ver- Como les dijo al inicio solo Naru se quedaría, pero –Miro a la pareja- Deidara se quedara también con ustedes –Sonrió ante la sorpresa de la pareja- Mi hijo no quiso dejar a su hermano solo en esto además que se preocupa por itachi, espero no les moleste
-C…claro que no –Dijo la pelinegra- Encantados los alojamos pero, ¿y ustedes?
-Amiga –Kushina le toco el hombro- No nos podemos quedar pero si vendremos los fines de semana para alojar con ustedes, ahora que volvimos no los dejaremos solos
-Minato
-No digas nada Fuku –Interrumpió el rubio- Ya tomó la decisión mi mujer –Alzo los hombros- Suerte si quieres hacerla cambiar de opinión –Sonríe y es que nadie podía llevarle la contra cuando algo se le mete en la cabeza
-Cambiar al tomate –Retrocedió al sentir la mirada- Olvídalo.
Naruto observaba todo en un rincón con una sonrisa, no podía sentirse feliz ante la escena y es que algo así recordaba en su mente
“Sasuke Uchiha, no dejare que mates esto te sacare de ese hoyo así que prepárate que naruto llego y no se ira”
continuara