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Sin miedo a quererte. por Girlyfairly

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Notas del capitulo:

Vocabulario con Fair-chan:
Yo creo que está palabra ya se las había dicho en el otro fic de No te enamores, pero bueno continuando, como recordatorio, Pisar aquí también significa Coger. Así que pisar a alguien puede tener doble sentido ;)  ;) 

 

 

El colegio Daikoku no había escatimado en gastos, o al menos esa es la impresión que dejaba el espacioso salón que habían rentado, con una decoración acorde y bastante juvenil que dejaría anonadado a cualquiera. Los globos con finas tiras onduladas topaban al techo debido al helio, luciendo divertidos pero a la vez elegantes por los colores de los mismos; dorado y plateado. La carencia de luces brillantes creaba un ambiente relajado, solamente un azul tenue iluminando el lugar, el cual resultaba perfecto para el efecto de cielo estrellado que los pequeños focos led inalámbricos creaban sobre el piso de cerámica. Una blanquecina luz irradiaba desde abajo de cada mesa, las cuales habían sido ordenadas a los costados del lugar, cubiertas con un fino manto blanco mientras al medio una delgada y alargada jarra de vidrio templado contenía unas finas ramas secas pintadas de color negro.

El director de la institución había dado las palabras de agradecimiento, al subirse a la tarima fue el único momento en el que todos por educación habían tomado asiento, aplaudiendo ante las palabras del presentable veterano, quien finalizó su discurso invitando a todos a tomar algún aperitivo de la larga mesa que estaba al fondo del salón. Sin embargo, aunque la mayoría se puso de pie para tomar algún canapé, algunos pocos se dirigieron hacia la parte trasera de la tarima, al espacio que quedaba entre ella y la pared, encontrándose con las muchas hieleras repletas de botellas de cerveza. Elle Lawliet ni siquiera entendía como la administración de la institución había sido engañada tan fácilmente, aunque tampoco podía culparlos, ¿quién creería que el presidente de todo el alumnado de bachillerato, un alumno de intachable reputación, ingresaría bebidas alcohólicas usando envases de refresco como camuflaje?, no obstante, Elle prefirió no juzgar ni cuestionar al chico, a sus diecisiete años aún no prestaba mucha atención a la frase "beber responsablemente", y es que la botella que tenía en manos en estos momentos no era la primera de la noche, y apenas eran las 20h10.

Se suponía que aquellos "refrescos" nada más eran para los amigos del mismo presidente, un muchacho de baja estatura cuyo apellido, según Elle, era Azuma o Aoyama, no estaba seguro, apenas habían cruzado algunas palabras en los meses que tenía como alumno de dicha institución, por ello le resultó extraño cuando el muchacho se acercó solo para decirle que él también podía tomar cuantos "regalillos" quisiera, seguido de un guiño antes de retirarse. Y no le tomó mucho tiempo entender que dicha amabilidad realmente era gracias a la compañía de Misa, la típica porrista amada por todos que en estos momentos lucía despampanante con su rubio cabello recogido y su vestido color salmón ceñido al cuerpo de prominente escote en la espalda, robándose la mirada de muchos con su atuendo y presencia, o al menos si había acaparado la de Elle, quien recordaba casi babear cuando la vio bajar las escaleras al ir por ella a su casa.

—¿No quieres ir a bailar? — Ronroneó la chica al oído de su acompañante al notar como las mesas iban quedando vacías, dirigiéndose todos al centro del salón.

—No soy muy bueno bailando —. Sonrió de forma coqueta, dejando su botella sobre la mesa para rodear con ambos brazos la estrecha cintura de su cita.

—Pero yo te puedo enseñar —. Contestó de forma aniñada mientras descansaba su cabeza sobre el hombro del pelinegro, haciendo un puchero que le pareció gracioso al muchacho.

—Te terminare pisando toda —. Rió, pero se detuvo abruptamente cuando los delgados dedos de Misa pasearon de forma juguetona sobre su pecho.

—Por mí no hay problema —. Le susurró de forma sugerente al oído —Pero ahorita solo quiero bailar.

Elle intentó mantenerse calmado, pero la manera apresurada con la que tomó de nuevo la botella y se la empinó por completo lo dejó al descubierto, atinando solamente a asentir despacio mientras se ponía de pie, brindando la mano a su cita para encaminarse con ella, pidiéndole primero que se dirigiesen hacia la parte trasera de la tarima bajo la excusa que necesitaba otro refresco para poder dejar la vergüenza y soltarse en la pista de baile, aunque más que nerviosismo por bailar, quería deshacerse de la extraña corriente eléctrica que las palabras y roces de Misa habían creado en su entrepierna, no quería quedar como un pervertido al ir por ahí con su amiguito despierto. El problema era que aunque estuviese bebiendo una nueva cerveza, no ayudaba mucho ya que Misa se había pegado a su cuerpo, restregándose de manera lenta al ritmo de la canción mientras le besaba con cierta lascivia el cuello. Y aunque su ritmo cardíaco se estaba acelerando, el sensual movimiento pasó a segundo plano cuando logró vislumbrar a Shuunsuke a unos metros de distancia, bebiendo y riendo con sus amigos, pero sin rastros de Light.

—¿Has visto a Light-kun? — Preguntó de repente, separándose de forma abrupta de las caricias de su cita, quien ante semejante cambio frunció el entrecejo extrañada.

—¿A quién?

—A mi amigo Light —. Contestó sin prestar mucha atención a las facciones de la rubia ya que su mirada estaba ocupada en recorrer el salón intentando localizarlo.

—No, no lo he visto. Tampoco es que importe, ¿verdad? — Elle regresó su vista automáticamente a ella luego de sus palabras, encontrándola cruzada de brazos y un rostro que denotaba fastidio. 

—No importa. Espérame aquí —. Contestó sin mucho interés antes de regresar su mirada a su objetivo, y estaba decidido a encaminarse hasta aquel grupo, sino fuese porque alguien le tomó de la muñeca posesivamente.

—Pero vienes conmigo —. Masculló entre dientes, intentando controlarse para no ejercer más fuerzas en la muñeca del muchacho ya que su furia interna quedaría al descubierto.

Aunque realmente no había necesidad de fingir, Elle no se hacía ni una idea de cuánto Misa estaba maldiciendo a su amigo en su cabeza, lo único que le estaba retorciendo el estómago al pelinegro en estos momentos era la ausencia de Light, porque ya se hacía una idea de cuál era el motivo.

—Y me la estoy pasando muy bien contigo, pero de verdad necesito ir —. Explicó de manera calmada, esperando lo peor al verla dar un infantil zapateo sobre el suelo.

Sin embargo Misa no permitió que todo lo que su mente gritaba fuese articulado por sus labios, porque tenía presente los consejos de sus amigas, quienes casi a diario le recordaban que Elle aún no era su novio, y que de actuar como la diva consentida que suele ser, solo terminaría ahuyentándolo. Así que de manera forzada se limitó a sonreír, diciéndole con mucha dificultad que lo comprendía y que ella estaría en la mesa junto a sus amigas un rato mientras él regresaba, un acto perfecto para quedar como la chica comprensiva e idónea aunque por dentro se estaba deshaciendo en coraje; no contra Elle, eso jamás, sino contra Light, porque admitía sentir celos de él, y la cereza en el pastel era que éste ni siquiera era una chica, ¡era un chico quien le robaba la atención de Elle! Quizá Elle no se hacía una idea de cuán importante era Light para él, pero era algo que no pasaba desapercibido para Misa, ella los veía a diario en el colegio, siempre tan unidos que hasta se atrevería a pensar que entre ellos había algo más que una amistad como los rumores decían, pero ella no podía aceptar que Elle fuese homosexual, ¡no podía serlo!, él le había dicho en algunos mensajes de texto que no había niña más bonita que ella en el salón. Así que para sentir su orgullo de mujer menos dañado, jaló posesivamente a Elle por el brazo cuando éste se disponía a irse, besándole los labios sin previo aviso, un beso al cual el pelinegro no supo cómo reaccionar, quedando como un idiota inexperto al haberse quedado congelado.

Tuvo que darse una cachetada él mismo para dejar de verle el trasero cuando Misa comenzó a alejarse luego de acariciarle coquetamente la mejilla; la bonita vista no le duró mucho, pronto ella se había mezclado entre el gentío que saltaba sobre la pista de baile, quedando ahora completamente solo. Así que recordando su objetivo, tomó una nueva lata de las hieleras para armarse de valor, controlarse para no agarrarlo a golpes, o simplemente porque le gustaba la cerveza antes de girar sobre sus propios talones y caminar de forma apresurada hacia el muchacho que parecía estársela pasando de lo lindo junto a sus amigos.

—¿Disculpa? — Interrumpió picoteándole el hombro con los dedos para llamar su atención, pero Shuunsuke no giró, y Elle dudaba que siquiera lo hubiese escuchado, la música estaba demasiado alta, el ritmo había cambiado de uno suave a otro más movido, por lo que Elle aclaró su garganta —¿¡Qué no escuchas que hablo, pedazo de imbécil!? — Vociferó poniendo su mano completa sobre el hombro del más alto para hacerlo girar en contra de su voluntad.

—¿¡Quién mierdas te crees!? — De forma despectiva, Shuunsuke fingió quitarse la mugre que los dedos de Elle podrían haber dejado sobre su ropa, sonsacando una divertida risa a sus tres amigos que estaban con él —¿¡Y a quién llamas imbécil, imbécil!? — Empujó al pelinegro por el pecho, un empujón bastante tonto que apenas logró que Elle retrocediera un paso, y es que la forma en la que Shuunsuke arrastraba las palabras dejaba claro que sobrio no estaba.

—¿Dónde está Light? — La pregunta fue directa, aunque deseaba deshacerle esa perfecta sonrisa con sus puños, no tenía interés en crear una estúpida pelea con ese tipo, al menos no por el momento.

—¿Quién? — Enarcó una ceja fingiendo confusión, más cuando pudo ver los ojos de sus amigos abrirse de par en par, curiosos.

—Ahora resulta que nadie lo conoce —. Masculló más para él mismo mientras rodaba los ojos fastidiado —¡Light Yagami, cabello castaño, ojos del mismo color, uno setenta y cinco de estatura...!, ¡tu novio!, ¿te suena? — Espetó mordaz lo más alto que pudo, sonriendo con suficiencia cuando vio aquel rostro palidecer.

Y lo único que trajo de vuelta a la realidad a Shuunsuke fueron las risas burlescas de sus amigos, cuyos insultos o bromas no lograba entender por completo, ya fuese por el volumen de la música o porque su cuerpo entero temblaba queriendo matar a Elle, ¡no esperaba que el rarito ese fuese a abrir la boca!, ¿qué no se suponía que no diría nada? Sin embargo trató de controlarse, agarrarlo a golpes solo lo dejaría en evidencia, por lo que irguiéndose lo mejor que pudo se giró dándole la espalda.

—¿¡Y yo por qué he de saber dónde está el marica de tu amigo!? — Espetó por sobre su hombro, logrando que las burlas de sus amigos cesaran al verlo tan serio.

Elle apretó molesto la lata de cerveza, provocando que el contenido de la misma se escurriese por su mano, pero no hizo amague por limpiarse, ni mucho menos por recuperar la atención del capitán, porque sabía que lo único que lograría sería terminar con la garganta dañada por gritar tanto, o golpeando al imbécil, lo que ocurriese primero, pero ninguna de ellas contestaba su pregunta: "¿dónde jodidos estaba Light?"

Así que decidió retirarse, total, aquellos muchachos habían vuelto a reír y bromear como si él no estuviese ahí, por lo que rodeando la pista para no adentrarse al gentío se dirigió hasta la entrada principal, donde un elegante caballero de saco negro y corbata roja era el encargado de dar la bienvenida a los alumnos.

—¿Disculpe? — Interrumpió luego de cerrar la puerta corrediza de la entrada, al menos aquí no tenía que gritar, todo el bullicio había quedado adentro.

—¿Si? — Sonrió de manera amable sin moverse de su estrado donde debía estar para marcar la asistencia de los alumnos en la lista que se le había entregado.

—Es que ando buscando a un amigo, pero no sé si ya vino —. Se acercó hasta quedar frente al joven, sin dejar de ver curioso los folios que estaban sobre el buró.

—Claro, ¿cuál es su apellido y nombre?

—Yagami Light —. Contestó sin más, comenzando el otro a pasar las páginas hasta llegar a la letra Y, donde Elle agudizó su mirada para intentar encontrar el nombre de su amigo entre tantos otros.

—¡Aquí está! — Emocionado, colocó su dedo índice sobre el nombre del muchacho, borrando su sonrisa al ver que al lado hacía falta una equis que marcase su asistencia —Oh, pero tal parece que aún no contamos con su presencia en la fiesta.

—Bueno, no importa. ¿Podría ver si ya vino otro de mis amigos?, así puedo estar con él mientras viene Light —. Elle dio un nuevo sorbo a su cerveza oculta bajo una desfigurada lata color rojo, esperando respuesta por parte del otro muchacho, quien asintió sin ningún problema —Bien, mi otro amigo se llama Takahashi Shuunsuke.

—Él es el capitán del equipo de fútbol de tu escuela, ¿verdad? — Preguntó emocionado sin ni siquiera ver los papeles. Elle estuvo a punto de rodar los ojos, ese hombre no era parte de la institución, seguramente había sido contratado solo para esa noche, ¡y aún así conocía al idiota ese!, sin embargo solo sonrió, después de todo se suponía que era su amigo —Él fue de los primeros en venir.

—¿En serio? — Fingió asombro antes de continuar —Lo he buscado y no lo encuentro por ninguna parte, ¿puedo saber a qué hora vino?

Esta vez el muchacho del estrado si tuvo que revisar los papeles para verificar la hora que había puesto al lado del chico.

—Hace cincuenta y cinco minutos, para ser exactos a las 19h35. ¿Estás seguro que no lo encuentras?, no creo que su presencia sea algo fácil de ignorar basándome en el alboroto que creó su llegada.

—Iré al parqueo para llamarle, allá adentro hay demasiada bulla y gente —. Sonrió ignorando lo último, Shuunsuke no era su tema de conversación preferido, así que simplemente se limitó a agradecer y hacer un ademán de despedida con la mano.

Dejó caer su lata una vez se alejó lo suficiente, llegando  hasta llegar a la escalinata de la entrada que se dirigía al parqueo. Pateó el recipiente de forma frustrada, el cual bajó rebotando por las escaleras. ¡Casi una hora! Es lo único que pensaba mientras molesto caminaba de un lado a otro, ¡ese idiota había llegado a la fiesta hace casi una hora dejando a Light esperando en casa!, y con esa verdad en mente, comenzó a bajar, apresurando los pasos mediante avanzaba.

Se suponía que debía estar bailando o riendo con la linda chica que lo había invitado como pareja, pero aún sabiendo eso, no dudó en encender el motor y poner en marcha el auto que su abuelo le había prestado. No iba a permitir que Light se quedara ilusionado en casa esperando la llegada de un idiota que jamás aparecería, tenía claro lo que haría, lo que no entendía era el porqué... o bueno, el motivo lo entendía, Light era su amigo, ¿no?, haría lo mismo por cualquiera de sus amigos, ¿verdad?, sus actos eran completamente justificables y no tenían nada que ver con algún sentimiento más allá de la amistad, ¿o sí?

-_-_-_-

Elle llevó dos dedos al cuello de su camisa negra aflojando con disimulo la corbata color salmón que su cita le había comprado. Tenía pocos minutos de haber llegado a la casa Yagami, hasta había sido raro entrar por la puerta principal cuando últimamente solo entraba a escondidas por la ventana de Light, y aunque la primera vez no había causado una buena impresión en Sachiko, las cosas entre ellos habían mejorado luego de haber asistido al cumpleaños de su hijo, por lo que la mujer no dudó en rodearlo con los brazos al saludarlo, ofreciéndole algo de tomar mientras lo dirigía a la sala, donde él tomó asiento en el sofá individual, y aunque amablemente pidió un vaso con agua, hubiese preferido acompañar a Sachiko hasta la cocina, ya que en el sillón más largo frente a él y sin quitarle la mirada de encima se encontraba el señor Yagami.

—¿No hueles algo extraño, Lawliet? — Interrumpió el mayor de aspecto serio sonsacándole un respingo al muchacho, quien inhaló con rapidez intentando percibir el aroma del que hablaba Soichiro, negando lento y temeroso con la cabeza al no sentir ningún olor raro —¿No?, yo huelo a un niño de diecisiete años bebiendo y conduciendo irresponsablemente.

Elle agachó la cabeza automáticamente al no haberle podido sostener la mirada. Aún podía caminar y el mundo no le daba vueltas por completo, pero admitía que había sido una imprudencia manejar cuando había bebido. Estaba a punto de comenzar a disculparse, porque aún podía sentir los ojos de Soichiro perforándolo, pero Sachiko apareció en ese momento con un vaso de agua para Elle y una taza de té para su esposo en manos. La vio encorvarse un poco dándole un beso en la mejilla al señor Yagami al tiempo que le susurraba algo al oído, el pelinegro no había escuchado por la distancia pero no podía tratarse de algo bueno pues Soichiro bufó molesto rodando los ojos, y luego, para mala suerte de Elle, Sachiko dijo que iría por Light, dejándolo de nuevo solo en ese lugar.

—Y... supongo que las cortinas las eligió la señora Yagami, ¿verdad? — Comentó intentando romper el hielo, dando un sorbo al vaso para ocultar sus nervios mientras sus ojos se paseaban por todas partes de la sala para mantener la conversación acerca de la decoración de la misma, todo con tal de no encontrarse con esos fieros ojos marrones.

—Mi mujer me ha dicho que no sea pesado contigo, que eres un buen muchacho —. Ignorando al pelinegro, se acomodó sobre su asiento —Pero si quiero dejar algo claro, yo iré a dejarlos y a traerlos —. Sentenció dejando la pequeña taza sobre la mesa de centro luego de darle un sorbo.

—Eso n-no es necesario —. Titubeó nervioso, no por miedo a tener que pasar más tiempo con el mayor al ir en el auto, sino más bien por lo incómodo que sería para él que alguien lo fuese a dejar y traer como niño chiquito cuando ni sus padres lo hacían.

—Oh, no te lo estaba preguntando, solo te aclaro que no permitiré que conduzcas en tu estado —. Elle estaba a punto de contradecirlo, tampoco estaba tan ebrio, ese hombre simplemente estaba siendo un exagerado, seguramente esa era la razón por la que Light aún era un poco infantil para muchas cosas. Sin embargo no pudo decir nada al verlo hacer sus manos puños con demasiada fuerza, casi temblando —No me importa si quieres beber y aún así conducir, pero mi deber es proteger a mi hijo... no quiero que de nuevo le pase algo por culpa de alguien más —. Masculló lo último, restregando un poco el nacimiento de sus ojos con su dedo gordo y medio para disipar las lágrimas que se habían formado en ellos.

—¿De nuevo? — Preguntó con suavidad pero intrigado mientras dejaba su vaso sobre la pequeña mesa, recibiendo un leve asentimiento con la cabeza como respuesta.

—Hace años tuvimos un accidente en nuestro auto, y el más afectado fue Light, por mi culpa, por mi descuido, mi hijo quedó en coma —. El serio semblante de Soichiro cambió a uno de pesadumbre.

—¿En coma?, Light nunca me ha dicho nada de eso —. Comentó Elle consternado, dejando su renuencia de lado.

—Pues es que él no recuerda mucho sobre el accidente, para él son dos años de su vida sin recuerdos.

—¿¡Dos años!?, ¿¡estuvo en coma por dos años!? — Exclamó levemente exaltado, sonsacando un respingo al señor —pero... ¿¡cómo pasó!? — Cuestionó de forma apresurada, relajando sus facciones y bebiendo un poco más de agua al momento que se percató que su pregunta era imprudente —Perdón...

—No pasa nada, total, fui yo quien empezó a contarte —. Soichiro suspiró profundamente antes de continuar —Él tenía diez años, iba en los asientos traseros jugando con sus carritos, Sachiko y yo discutíamos, debe haber sido por algo irrelevante pues no recuerdo el motivo, sin embargo esa discusión fue suficiente para descuidarme, para no percatarme que el semáforo había cambiado de color, solo reaccioné cuando escuché el claxon de la camioneta que venía hacia nosotros, y aunque intenté acelerar, el mayor impacto fue recibido en la parte de atrás del auto... — Elle se llevó una mano a la boca para contener su asombro, pero a Soichiro, quien aún le dolía el solo recordarlo, no le fue posible retener las lágrimas, por lo que sacando su pañuelo de su pantalón se secó algunas que habían bajado por sus mejillas —Realmente creí que perdería a mi hijo, los días pasaban y él no despertaba, mi mujer iba a diario al hospital a platicarle y realizar ejercicios de movilización con su inerte cuerpo, yo veía como ella desmejoraba, y a mí también me estaba consumiendo la culpa...

—No creo que debería martirizarse por eso, señor. Eso ha quedado atrás, y Light jamás lo culparía —. Opinó cuando el mayor se quedó callado por dificultad de continuar.

—Creo que el haber recibido la llamada por parte del doctor diciéndonos que había reaccionado fue la segunda mejor noticia recibida en mi vida, la primera fue cuando mi esposa me dijo que estaba embarazada de Light —. Sonrió de manera sincera aunque su nariz aún lucia roja —Claro que no todo fue volver a la normalidad al regresar a casa, para empezar mucha de su ropa ya no le quedaba, tuvo que someterse a exámenes adicionales para descartar algún daño en su cerebro mientras también comenzaba con su rehabilitación, y si no fuese suficiente, no había día en que no insistiese sobre querer volver a la escuela, quería volver y jugar con sus amigos, pero no podíamos enviarlo así por así, estaba muy atrasado por lo que contratamos a alguien para que le diese clases aquí en nuestra casa.

—Por eso es que me dijo que pasó ausente del colegio —. Comentó Elle interesado, recibiendo un asentimiento con la cabeza por parte de Soichiro —¿Por cuánto tiempo fue?

—Alrededor de dos años. El año que cumplía quince empezó de nuevo en el colegio Daikoku, donde había estudiado desde pequeño, no te imaginas lo emocionado que estaba luego de su primer día, se pasó la tarde entera hablando de todo lo que había hecho, siguiéndonos hasta nuestra habitación en la noche para seguir contándonos.

—Si, sé lo que es eso —. Rió, sonsacándole una sonrisa igual al mayor.

—Ojalá todos los días hubiesen sido como ése, pero cada vez se le veía menos emocionado, una vecina nos contó que todos sus compañeros lo ignoraban porque creían que era raro, quisimos cambiarlo de colegio pero Light no quiso, dijo que tampoco eran tan malos con él —. Arrugó levemente la nariz, incomodo de recordar los días en los que Light les contaba que pronto sería el cumpleaños de algún compañero, en un principio les compraba los regalos con anticipación, pero su invitación nunca llegaba —Sin embargo desde que te conoció lo he visto más feliz, sé que te quiere mucho y me va a odiar si le prohíbo ir a ese dichoso baile, pero espero que me comprendas que no pienso dejarlo salir si no soy yo mismo quien se asegure que vayan y regresen con bien.

—Está bien señor Yagami, será como usted quiera —. Se relajó sobre su asiento, comprendiendo que realmente no tenía otra opción.

—Me alegra escuchar eso. Cuando te vi, no entendía que te veía mi hijo, pero veo que al menos eres inteligente —. Bromeó luego de dar el último sorbo a su té, más relajado de haber obtenido lo que quería.

—Si, sé que mis ojeras asustan a cualquiera, así como yo estaba asustado de estar a solas con usted —. Comentó riendo, atreviéndose a bromear al sentirse más en confianza.

—Puedo ser atemorizante si me lo propongo, pero no quiero quedarme sin yerno antes de tiempo —. El comentario de Soichiro logró que los ojos de Elle se abriesen de par en par, pero intentó controlarse, después de todo los señores Yagami creían que él era el chico que andaba cortejando a su hijo, ignorando el hecho de que Light ya tenía un novio, el cuál era todo un patán.

—Jamás pensé que usted se tomaría la sexualidad de Light tan bien, es decir, no es que esté mal, pero no todos los hombres lo aceptan como usted — Comentó nervioso intentando desviar el tema sobre la posible inexistente relación sentimental entre él y su amigo.

—Lawliet, estuve frente a la posibilidad de perder a mi hijo, ¿crees que me va a importar si a él le gustan los chicos o las chicas?, yo solo quiero cuidarlo y que sea feliz. ¿Es que acaso tú no le has dicho a tu abuelo de tus preferencias? — Cuestionó intrigado al ver el leve nerviosismo en el más joven.

Elle dio un leve respingo antes de esbozar una leve sonrisa, irónicamente las cosas eran al revés, su abuelo lo creía gay desde que lo vio en la cama con Light cuando no lo era.

—No, aún no lo saben. ¿Cómo fue cuando Light se los dijo a ustedes?

—No lo ha hecho —. Contestó sin más, riendo Soichiro al ver el asombro reflejado en el rostro del menor —Lo que se ve no se pregunta. Además, para mí último cumpleaños mi esposa me regaló un certificado para ir a la barbería, ¿sabes que me regaló mi hijo? — Elle negó lentamente con la cabeza —Un set de cremas rejuvenecedoras, hasta me puso tutoriales en la computadora para entender el orden en el que se usaban. Realmente quería alguna caja de corbatas, pero no me quejo, mi piel jamás se había sentido más suave —. Se tocó con los dedos su mejilla antes de soltar una sonora carcajada, haciendo reír al más joven, quien se hubiese seguido riendo sino fuese porque en ese momento se puso de pie al ver a Light cruzar el umbral de la sala.

—¿Elle...? — Masculló el recién llegado, sin poder creer lo que sus ojos veían, reaccionando solo hasta que su madre lo alcanzó.

—Por supuesto que es Elle, amor. Me dijiste que me darías una sorpresa con tu cita de esta noche, y vaya que me la has dado, mira que jamás me imaginé que el joven Lawliet se pudiese ver tan elegante —. Comentó adentrándose a la sala, dándole una leve palmada en la espalda al pelinegro como aprobación.

Light se limitó a asentir, no diciendo que a lo que él se refería por sorpresa era al hecho que pensaba presentarles a su verdadero novio, pero el ver a su amigo ahí le hacía entender que Shuunsuke realmente se había atrevido a dejarlo plantado. Y Elle pudo notar esa leve decepción en los ojos de Light, sintiéndose molesto inevitablemente.

—La señora Yagami me dijo que la espera valdría la pena —, comentó captando la atención del castaño, quien sonrió avergonzado al verlo acercándose —veo que no mentía —. Finalizó con una sonrisa coqueta, pasando un brazo sobre los hombros de su amigo para pegarlo a su cuerpo.

—Light, le he dicho a tu cita que yo los llevaré —. Mencionó Soichiro a manera de recordatorio, provocando que Elle retirase su brazo del castaño al ver al mayor con su semblante serio de nuevo —Así que podemos irnos si están listos —. Soichiro caminó hasta la entrada, tomando las llaves del auto que colgaban de un pequeño clavo. Light se sonrojó de vergüenza, pero no se atrevió a contradecir a su papá, además Elle le había asentido levemente con la cabeza indicándole que él estaba de acuerdo.

—No, no, no. De aquí nadie sale sin que yo les haya tomado una fotografía —. Interrumpió Sachiko al ver a los dos muchachos dispuestos a seguir a su esposo, quienes se detuvieron automáticamente al verla correr hacia un mueble de madera que yacía  en la esquina opuesta de la sala, sacando una cámara digital de una de las gavetas —Elle, acércate un poco más a mi hijo —. Indicó mientras veía la imagen en la pequeña pantalla, haciendo que el aludido se moviese con timidez acercándose un poco al castaño.

—¿Qué tal si yo también me sumo a la foto del recuerdo? — Interrumpió Soichiro colocándose en medio de los dos jóvenes, alejando ambos cuerpos.

—¡No seas ridículo y quítate! — Soichiro no se movió, las cosas se hacían como él decía y cuando él decía... y si Sachiko le daba permiso, por lo que bufó molesto cuando se encontró con los fieros ojos color miel de su esposa, los cuales le hacían saber que le iría muy mal al estar solos si no se quitaba. Y al haber logrado su cometido, el rostro de la mujer resplandeció como el de un ángel, sonriendo y enfocando con su cámara nuevamente —A ver Elle, vuelve a acercarte —. El aludido hizo como se le dijo, pero sin dejar de ver al señor Yagami, quién se mantenía unos metros detrás de ellos —Anda, Light. ¡Abrázalo! — El castaño rodeó la cintura de Elle con timidez, ladeándose para hacerlo sin problemas —¡No me decepciones, Elle, demuéstrame que de verdad quieres a mi hijo! — Lawliet dio un leve respingo, creía que la señora Yagami realmente se estaba emocionando con esto de la foto, pero sin interés de llevarle la contraria, también se ladeó y pasó sus brazos bajo los brazos de Light para abrazarlo, quedando los cuerpos de ambos frente al del otro pero sus rostros de lado viendo a la cámara —¿Por que no juntan sus mejillas para que salgan mejor?

—¡Solo toma la fotografía para podernos ir! — Espetó el señor Yagami incómodo con la cercanía de aquellos dos.

—¡Tú no te metas y ve a calentar el auto!

El corazón de Elle latía con fuerza, pero se pegó por completo a Light sin rechistar al ver al señor Yagami cruzarse de brazos molesto pero sin decir ni una palabra, y si Sachiko lograba callar a un hombre como él, Elle prefería no contradecirla. Light sonrió, el aire le hacía falta, pero sentir que fue su amigo quien se acercó sin problemas lo había emocionado, por lo que dejándose llevar abrazó con más fuerzas a Elle, pero en lugar de pegar su mejilla a la de su amigo, lo besó sobre ella, no importándole el gruñido emitido por su padre, y los ojos de Elle se abrieron de par en par, su  corazón acelerándose  a niveles preocupantes de tan solo sentir los labios de Light sobre su piel, quedándose ese momento inmortalizado cuando la señora Yagami presionó el botón, y el afamado sonido de la cámara se dejó escuchar.

-_-_-_-

El camino desde la casa de Light al salón donde se llevaba a cabo el baile no era tan largo, aunque a Elle le estaba resultando eterno, el señor Yagami no había dicho una palabra desde que ingresaron al auto, y podría ser más incomodo, pero por primera vez agradecía esa incapacidad de Light de mantenerse callado, al menos no iban sumidos en un extraño silencio.

—...Y entonces el gatito siempre llegaba a mi casa a pedir comida, tenía ganas de adoptarlo pero mi madre es alérgica, lo sé porque ella se la pasaba estornudando todo el tiempo, así que le daba de comer y lo metía a mi cuarto a escondidas de ella, leí en internet todo sobre cuidar gatos, ¿sabías que puedes bañar a un gato? — Sus ojos se abrieron de par en par mientras giraba su torso sobre su asiento para ver a su amigo.

—¿Qué no se supone que se acicalan solos? — Cada vez se sorprendía más de lo fácil que le era llevarle el hilo a las conversaciones de Light, aún y con sus cambios bruscos de tema. Recordaba que le había preguntado sobre la tienda en la que compró su ropa, y ahora estaba relatándole sobre un gato adulto que parecía perdido.

—¡Pero si puedes bañarlos...! Claro, deben ser acostumbrados desde pequeños y yo ignore ese pequeño detalle, así que termine con todo el pecho y el rostro arañados... — Masculló haciendo un leve puchero —Y mis papás descubrieron lo del gato que tenía escondido, el cual resultaba que era de nuestra vecina, quien me acusaba de ladrón y de haber secuestrado a su mascota, mis padres le prometieron que ya no lo volvería a hacer para dejarla tranquila, y ya jamás vi de nuevo a trébol segundo...

—¿También creías que era un animal de la suerte? — Vio con disimulo por la ventana para saber cuánto faltaba antes de reír, pero quedamente porque Light realmente parecía tomarse en serio el tema del gato.

—Si, mi papá dice que la suerte si existe, y mi papá no miente.

—Tu papá también dijo que yo era feo —. Opinó, no se sentía ofendido, sabía que el señor Yagami lo había dicho bromeando, pero le causó gracia ver a Light frunciendo el entrecejo.

—¿Queee?, papá ¿en serio le dijiste eso?, olvida lo que te acabo de decir, entonces mi papá si miente, tú no eres feo, tienes una linda nariz, ¡pero eso fue descortés, papá!, ¡dile que no es feo! — Ordenó serio mientras se arrastraba sobre su asiento para tomar el respaldar del asiento de adelante, asomando su cabeza por uno de los costados de su padre, quien ignoró la mirada de desaprobación de su hijo —Dile que no es feo o le diré a mamá —. Susurró agudizando la mirada, sonriendo cuando lo vio haciendo un mohín de molestia.

—Elle Lawliet no es feo. Él sabe que yo solo bromeaba —. Contestó entre dientes el mayor sin despegar su vista del camino.

—¡Ves!, mi papá solo bromeaba —. Emocionado se giró sobre su asiento, subiendo una pierna sobre él para quedar frente a su amigo. Y aunque Elle quería abrazarlo por la ternura que le causaba, prefirió contenerse, quería llegar con todas sus partes pegadas a su cuerpo.

—Está bien Light-kun, sé que el señor Yagami solo bromeaba, aunque hay quienes me lo han dicho en serio, pero sabes que no me importa, no es algo que me acompleje —. Se encogió de hombros restándole importancia antes de dirigir su vista a la ventana de nuevo.

—Dice Elle que no le importa lo que los demás piensen, papá —. Anunció el castaño abrazando el respaldar del asiento de su padre para pegarse a él.

—Lo sé, puedo escucharlo Light —. Masculló, era su hijo pero admitía que muchas veces quería callarlo, más cuando Light no entendía cuando parar.

—Si ya sé, solo quería recalcarlo —. Sonrió dejándose ir hacia atrás para pegarse a su amigo, colocando su cabeza sobre el hombro de éste —Elle me contó que cuando era pequeño los niños solían decirle feo y que eso le hacía sentir muy mal —. Comenzó a relatar, ignorando la fija mirada de su padre a través del retrovisor —Pero que ahora ya no le toma importancia, además dice que no importa si los demás creen que es feo, que tiene una herramienta muy grande que sirve para perforar —. El auto se detuvo abruptamente, comenzando Elle a ahogarse con su propia saliva al tiempo que se alejaba de Light —Aunque no entiendo que tiene que ver eso con la belleza —. Opinó frunciendo el entrecejo, llevándose el pulgar al mentón de forma pensativa  —Papá, ¿por qué tú y yo no tenemos una de esa?

—Se lo juro que solo bromeaba señor Yagami —. Comenzó Elle a excusarse removiéndose nervioso sobre el asiento al encontrarse con la mirada de Soichiro por el retrovisor, cuyo silencio lo atemorizaba más.

—Porque son peligrosas, hijo —. Contestó intentando lucir calmado mientras ponía en marcha de nuevo el auto —Así que espero que el joven Lawliet sepa mantener su herramienta guardada.

—Si, si, si, se lo juro señor, por nada del mundo pienso sacarla —. Explicó apresurado, suspirando aliviado al divisar el salón del baile, solo un poco más y lograría salir con bien de esta, con todas las partes de su cuerpo pegadas a donde se supone que deben estar, solo un poco más y...

—Pero tú dijiste que me la ibas a enseñar —. Comentó Light decepcionado cruzándose de brazos mientras el auto se detenía frente a la escalinata, ignorando que su comentario había hecho sudar más al pelinegro.

—¡No!, yo hablaba de otra herramienta, ¡de la que mi abuelo usa para reparar el auto! — Explicó con rapidez agitando los brazos —No de mi herramienta para perforar agujeros, ¡aii dios!, ¿¡por qué mierdas dije agujeros!?, le juro que no es lo que cree señor Yagami, por nada del mundo se la enseñaría a Light-kun, puedo jurarlo, además...

—¡¡Joven Lawliet!! — Interrumpió vociferando, sonsacando un respingo a ambos jóvenes.

—¿Si, señor? — Masculló como un gatito tragando saliva.

—¡Solo salga de mi auto! — Espetó, y el joven no necesito que se lo dijesen dos veces, Soichiro no había terminado la frase cuando ya estaba afuera, seguido por Light —Llámame para venirte a traer —. Indicó sonriendo solo a su hijo.

—Claro, papá —. Sonrió asintiendo, ignorando la tensión que sus palabras habían creado entre su padre y su supuesta cita.

—Y joven Lawliet —, el aludido se encogió levemente al escuchar su nombre, esperando lo peor —eres bienvenido de llegar a casa cuando gustes —Lawliet enarcó una ceja confundido, pero aceptó la invitación asintiendo levemente —creo que no tuvimos suficiente tiempo para que te enseñase las pistolas que tengo, mi hijo te ha comentado que fui policía, ¿verdad?, ahora soy jefe pero la puntería no la pierdo —. Le guiñó el ojo al muchacho que ahora lucia más pálido, provocando que Light bufase por lo bajo, realmente había creído que saldría de esta sin que su padre mencionase sus dichosas armas.

—No le hagas caso Elle, solo vámonos — . Indicó tomando a su amigo del brazo para alejarse de ahí, el pelinegro se dejó llevar, agradeciendo que Light lo guiase porque de otra forma creía que no habría podido caminar, apenas y sentía las piernas —Ignora a mi papá, no es tan malo —. Opinó unos segundos después, cuando el auto ya no estaba y habían llegado hasta el principio de la escalinata, y Elle, con un poco más de aire en sus pulmones y fuerzas en su cuerpo, asintió sonriendo.

—Light-kun...— Llamó suavemente mientras empezaban a subir, captando la atención de su amigo —Sabes el porqué fui yo por ti, ¿verdad? — Light asintió agachando la mirada pero sin detener sus pasos —Pues quiero que esta noche la pases bien, no dejes que te afecte.

—Está bien Elle, no debes preocuparte por mí, de verdad estoy feliz de venir contigo —. Sonrió tomándolo de la mano, y aunque Elle sabía que sería cuestionable el que los dos entrasen así, no hizo el amague por soltarlo, ni cuando notó la mirada curiosa del muchacho que marcó la asistencia de Light en la entrada.

Y lo decía en serio, no iba a mentir diciendo que el desplante de su novio no dolía, pero recientemente comenzaba a comprender que no podía esperar mucho de él, aún así había tenido la esperanza de que al menos cumpliese tan solo una de sus promesas, lo cual no ocurrió, sin embargo ver a Elle esperando por él en la sala de su casa le había acelerado mucho más el corazón que la vez que tuvo la cita con su novio, por lo que estar entrando a ese lugar tomando la mano de su amigo realmente parecía un sueño, más cuando vio la asombrosa decoración, sintiéndose emocionado y a la vez anonadado.

Pero como no todo es perfecto, tenían pocos segundos de entrar cuando de repente alguien se lanzó sobre Elle, quien se desequilibró un poco ante tan repentino abrazo, tomando a Misa por la cintura para no caer ambos al suelo.

—¿Dónde rayos te fuiste? — Se quejó mientras hundía su rostro en el cuello del pelinegro, su voz sonando dolida, Elle en ningún momento le había dicho que dejaría el lugar, y menos para regresar con el raro del salón, a quien tuvo ganas de agarrar del cabello al verlo entrar tomando la mano de SU Elle.

—Fui por Light-kun, él estará con nosotros en nuestra mesa —. Explicó cómo si de lo más normal se tratase, ignorando el revoltijo de emociones negativas que se crearon en el interior de la chica.

—¿¡Cómo que estará con nosotros!?, ¡es nuestra cita! — Espetó sin poder controlarse. Elle la tomó con suavidad del brazo para alejarse un poco junto a ella, a fin que Light no los escuchase.

—Pero él es mi amigo, te aseguro que si te dieras la oportunidad de conocerlo te agradaría mucho —. Esbozó una sonrisa torcida, quería estar con Misa, pero tampoco quería dejar a Light solo.

—Lo dudo. Realmente no puedo creer como puede agradarte. ¡Light es tonto! — Se cruzó de brazos, dejando en claro su desaprobación, y esperando que Elle la apoyase.

—¿Tonto? — Sin embargo no ocurrió lo que ella hubiese esperado, y es que las facciones de su cita se tornaron duras —Lleva mejores calificaciones que la mayoría del salón...incluyéndote.

—No, no me refería a eso —. Intentó explicar con premura sosteniéndolo del brazo al verlo dispuesto a alejarse —Me refería a su forma de ser, sus conversaciones son tan... — Se detuvo, su voz temblaba y Elle la veía con rencor, por lo que rascándose nerviosamente la mejilla decidió asentir con la cabeza —Está bien, puede estar con nosotros —. Finalizó fingiendo una sonrisa, tranquilizándose al momento que el pelinegro también sonrió, acercándose a ella y rodeándole la cintura.

—Gracias por entender —. Le susurró al oído, finalizando con un beso en la mejilla de la chica.

Y aunque para Light fue incomodo presenciar dicha escena, se dejó llevar al momento que Elle tomó la mano de cada uno, guiándolos por uno de los extremos del salón hasta llegar a la parte trasera de la tarima, de donde tomó una ansiada cerveza, recordaba que le había prometido a Misa que bailaría con ella, pues ahora debía bailar con dos que ni por cerca se llevaban bien, porque Elle estaba consciente que a Light tampoco le agradaba Misa, así que un poco de alcohol en su sangre era necesario para salir vivo de dicha situación.

Era favorable que la música que el DJ tenía por el momento fuese bastante movida en lugar de algo lento que se baila solo en parejas, así que aunque no era muy bueno bailando, se dirigió con sus dos citas hasta el centro del salón, moviéndose lo mejor que podía, haciendo girar a Misa para luego hacer girar a Light y por último dando él una vuelta entre los dos, ya ni siquiera sabía muy bien qué hacía, quizá eran las cervezas, lo único que sabía es que se la estaba pasando muy bien junto a Misa y Light. El lugar estaba tan lleno que de vez en vez alguien chocaba contra ellos, pero era divertido, o al menos lo era en un comienzo, y es que entre las canciones pasaban, las cosas entre aquellos dos se encendían más, Misa bailaba con cierta sensualidad, y aprovechando esos movimientos, muchas veces empujaba al castaño con sus caderas para alejarlo de Elle, quien ni siquiera se percataba de las miradas de odio que su cita y su amigo se lanzaban, él seguía bailando, si es que a eso se le podía llamar bailar, más que nada saltaba como todos los demás, deteniéndose solamente para beber de la cerveza que el presidente del salón le había regalado al verlo en la pista. Y para sorpresa de Misa, Light no se quedó atrás ni huyó llorando como ella hubiese esperado, y es que tuvo que afianzar bien sus pies al suelo para no caer cuando el chico también la empujó con las caderas para hacerla a un lado, dejando el camino libre para acercarse a Elle, a quien Light tomó de ambas manos para intentar ayudarlo a coordinar sus movimientos, sintiéndose Misa furiosa al verlos a ambos riendo con tanta naturalidad. Pero ella no se quedaría a un lado, y pudo ver en los ojos de Light que él tampoco estaba dispuesto a hacerlo, aunque seguían bailando tomando la mano de Elle en algunas ocasiones, de vez en vez ambos se empujaban, ya ni siquiera se preocupaban en divertirse, lo único que querían era ver quién podría obtener la atención del pelinegro. El problema es que entre el tiempo más pasaba, las cosas entre ellos se tornaba peor, empujones más bruscos que Elle ya no pudo ignorar, por lo que se colocó en medio de ambos para separarlos, pero todo empeoró cuando a Misa se le ocurrió la brillante idea de estirar su brazo por sobre el hombro del pelinegro, alcanzando con sus uñas el rostro de Light, quien rápidamente llevó una mano a su mejilla al sentir el escozor en su piel, y él no era de reaccionar con violencia, pero estaba tan molesto que sin pensarlo y sin que Elle pudiese evitarlo, pisó con fuerzas los descubiertos dedos del pie de Misa, quien lanzó un alarido cuando éstos se doblaron en el borde de sus sandalias debido al peso que ejercía el castaño.

—¡¡Ya basta!! — Vociferó Elle alejándolos a ambos, el grito de Misa había sido tal que el DJ había detenido la música, y todas las miradas caían sobre ellos.

—¡Él empezó! — Señaló sin descaro a Light, quien debido a su fama de raro junto a lo importante que era Misa en el colegio, se ganó los murmullos y miradas asqueadas de todos.

—No importa quién empezó, vamos a sentarnos —. Le sugirió en un susurro acercándose a ella para que nadie escuchase. Realmente no le importaba, solo quería salir de ese incómodo momento.

De hecho todos se dirigieron a sus mesas cuando el DJ anunció que era mejor tomar un descanso, que continuarían luego de la cena. Y esta vez Elle de verdad decidió sentarse en medio de ambos para que nada más ocurriese, y mientras la cena avanzaba, las cervezas y las risas también le acompañaban. Misa bebió un par junto a su cita, pero Light rechazó amablemente cuando su amigo le ofreció una, en cambio se dedicó solo a comer mientras contaba la vez que sus padres lo habían llevado a un parque jurásico, aunque el único que le prestaba atención era Elle, el resto —amigos de la porrista— hablaban entre ellos. Pero Misa se estaba desesperando, ¡se suponía que una cita es de dos, no de tres!, por lo que sin pensarlo mucho pasó sus brazos alrededor del cuello del pelinegro, y al estar éste un poco más ebrio, no mostró resistencia al momento que Misa comenzó a juguetear con sus labios sobre su mejilla, buscándole los labios.

—Voy al baño —. Interrumpió Light poniéndose de pie con premura al no soportar verlos tan cariñosos.

Se cruzó de brazos mientras refunfuñaba en su caminata hacia el sanitario, sin embargo algo capto su atención al ir caminando por el costado del salón, y es que en las mesas más alejadas de todos estaba Shuunsuke, comiendo y riendo con sus amigos, Light estaba consciente que él estaría ahí, por lo que sabía que no debía afectarle debía actuar como si nada e ignorarlo, pero como si sus pies tuviesen vida propia cambiaron de dirección hasta llevarlo a aquella mesa, quedándose detrás del capitán, quien no notó la presencia del castaño pero si el cambio en sus amigos ya que todos dejaron de reír.

—Tenemos que hablar —. Dijo con seriedad, provocando una risilla en los presentes.

—¿Yo por qué tendría que hablar contigo? — Girándose sobre su asiento, Shuunsuke lo vio despectivamente, esperando que con eso Light entendiese que más le valía alejarse.

—Terminamos —. Sentenció manteniéndose erguido, intentando girar en ese momento antes que la valentía se le acabase, pero en ese instante uno de los amigos de su ex novio se puso de pie y se colocó frente a él, impidiéndole avanzar.

—¿Qué dijiste? — Preguntó el chico moreno cuyo nombre Light desconocía, si Shuunsuke alguna vez lo hubiese presentado con sus amigos quizá lo sabría.

—Deja que se vaya Kai —. Interrumpió el rubio intentando no lucir nervioso, aún con el alcohol en su sangre era consciente del mal presentimiento.

Shhh, cállate Shuunsuke, estoy hablando con Yagami —. Continuó, pasando un brazo sobre los hombros del castaño a manera de amistad o confianza —Entonces... ¿tú y Shuunsuke son novios?

—Éramos, acabo de romper con él —. Refunfuñó cruzándose de brazos, Kai hizo un esfuerzo sobrehumano para no lanzar una carcajada, aunque los demás en la mesa ni siquiera trataron de contenerse, sin disimulo señalaron al capitán burlándose de él.

Shhhh...— Siseó nuevamente Kai, llevándose un dedo a los labios para calmar a sus amigos —¿En serio?, ¿y cuándo tuvieron sexo?

—¿Ah...? — Los ojos de Light se abrieron completamente confundidos mientras intentaba alejarse del chico.

—Ya deja eso Kai —. Shuunsuke se puso de pie tambaleándose, intentando acercarse a Light, manteniendo el tono de voz bajo para que los demás no los escuchasen, pero necesitaba sacar a Light de ahí, lo único que lograría es que sus amigos comenzasen a burlarse y la atención de todos caería sobre ellos.

—Cálmate Shuunsuke, solo estamos hablando —. Colocó una mano sobre el pecho de su amigo para mantenerlo alejado, lo cual no fue difícil por el efecto que causaba el alcohol sobre el otro, sonriendo con picardía al notar la desesperación en el rostro de éste —Y tú no te hagas el desentendido, queremos saber si este idiota logró ganar la apuesta o si es que acaso de verdad tenía algún tipo de romanticismo contigo.

—¿Apuesta? — Masculló con un hilo de voz, y la sonrisa en el rostro de Kai se amplió, porque no se esperaba que su amigo se hubiese mantenido viendo a Light luego de la excursión, se suponía que solo sería un juego durante ese viaje, al cual Shuunsuke se mostró renuente porque juraba no ser gay...

—No me digas que Shuunsuke no te dijo nada —. Se llevó una mano a la boca fingiendo asombro —Pero si él fue el que apostó que lograría llevarte a la cama en menos de una semana.

—¿Y por qué apostaría algo así...? — Masculló sin fuerzas, no haciendo más el amague por alejarse del brazo de Kai.

—¿De verdad vamos a hablar de esto aquí? — Shuunsuke tomó la mano de Light completamente nervioso, pero no contaba con que éste lo rechazaría automáticamente, clavándole esos ojos llenos de odio.

—Muy bien Light, y a ti ya te dije que te calmes que nadie nos presta atención —. Contestó serio viendo hacia las demás mesas, todos en sus asuntos —Deja te explico Yagami, tú no le agradas a nadie, no pareces encajar en ningún sitio —. Comenzó a susurrarle muy cerca del oído, pudiendo Light percibir el incómodo aroma a alcohol, pero no se movió, estaba inerte —Eres... diferenteraro ¿sabes?, a veces hasta un poco tonto que cualquiera creería que tienes algún tipo de retraso, sin embargo llevas excelentes calificaciones, así que ... o no eres un idiota, o te hacen el favor, todos nos inclinamos más por la segunda opción luego de lo ocurrido con aquel profesor...

—Esos solo eran rumores —. Interrumpió con un hilo de voz, sintiendo como su cuerpo comenzaba a temblar.

—Pues nunca nadie lo supo, así que todos prefirieron asumir que eran ciertos, pero nosotros queríamos quitarnos la duda, realmente queríamos saber si de verdad eras alguien a quien todos llamarían fácil, y ahí es donde entraba Shuunsuke, ¿no te parece divertido? — Finalizó dándole suaves codazos de complicidad al menor, quien conteniendo las lágrimas se escabulló del brazo de Kai, caminando lo más rápido que podía para alejarse de ese grupo.

—Creo que no le pareció divertido —. Opinó otro de los que estaba en la mesa, apoyando su mentón sobre la palma de su mano, intrigado de qué excusa inventaría Shuunsuke.

Sin embargo el rubio no dijo nada, apretó los puños mientras veía a Light alejándose hasta adentrarse al pasillo que llevaba a los baños. Shuunsuke sabía que ir detrás de él sería muy sospechoso, pero quedarse sería peor, sería atiborrado de preguntas y burlas, porque podía percibir ese brillo en los ojos de Kai junto a los murmullos de sus otros dos amigos, quienes de manera burlesca hablaban sobre cómo se tomaría el entrenador la noticia. Y solo escuchar eso molestó más al capitán, porque él no estaba dispuesto a perder su puesto en el equipo, y sabía quién era el culpable de todo esto, por lo que decidido se encaminó siguiendo los pasos del castaño.

Light se encorvó sobre el lavamanos, ahuecando sus manos tomó un poco de agua del grifo y se refresco el rostro, ya sea por el baile previo, o por lo ocurrido hace unos minutos sentía sus mejillas calientes y éstas estaban tan rojas que ni se notaban las finas líneas que las uñas de Misa habían dejado en su piel... debía ser por lo último, el escozor en sus ojos se lo confirmó, y es que aunque estaba haciendo lo mejor que podía para contener las lágrimas ya que quería convencerse que no valía la pena derramarlas por él, dolía entender que la única razón por la que alguien le había hecho caso era debido a una estúpida apuesta.

—Ya estarás contento, ¿verdad? — Interrumpió Shuunsuke cerrando la puerta detrás de él —Acabas de arruinar nuestra relación, ¿te das cuenta? — Continuó unos segundos después cuando Light parecía ignorarlo.

—No entiendo a qué vienes —. Se mantuvo erguido, sin voltear, solo viéndolo a través del espejo, notando que el mayor tenía dificultad para mantenerse de pie.

—¿Como que a qué?, ¡a que me expliques que fue eso de allá afuera!, ¡tú y yo habíamos quedado en mantener esto en secreto! — Espetó tomándolo del brazo, obligándolo a girar.

—¡Yo no tengo nada que explicarte!, ¿¡Olvidas que ya no somos novios!? — Vociferó sin miedo.

—¡Por favor!, ¿qué te crees?, ¿te haces una idea de quién soy yo?, ¿de lo afortunado que deberías sentirte? — Aún ebrio, tuvo la fuerza suficiente para sostenerlo, haciendo jadear al castaño, su ego no le permitía que alguien rompiese la relación con él, menos alguien como Light, le gustaba que las cosas saliesen como él decía, no se había mantenido fingiendo una relación para ni siquiera obtener lo que quería.

—¡Yo sé la respuesta a la segunda pregunta! —. Irrumpió Elle con voz alegre, la mirada de ambos chicos se dirigió al pelinegro que se mantenía aferrado a la puerta, ojos completamente rojos, notablemente ebrio sosteniendo aún una lata de cerveza, apenas pudiendo mantenerse en pie —Eres un idiota de músculos grandes, ¿a qué adivine? — Rió de manera graciosa mientras hacía el mejor de sus esfuerzos para adentrarse por completo al baño, tambaleándose —¡Hey!, ¡Aléjate de Light-kun! — Ordenó arrastrando las palabras, señalando con su oscilante dedo índice al mayor, nada amenazante debido a su estado.

—¿¡Por qué éste siempre tiene que aparecer donde tú estás!? — Le gruñó a Light mientras fruncía el entrecejo.

—¡PIUM! — Elle lanzó su lata de manera boba, derramando el poco contenido de ésta por los aires, y aún con su ebriedad la puntería no le falló, bufando Shuunsuke cuando el envase golpeó su cabeza de manera suave —¡Él ya te dijo que no son novios!

—¡En serio que te la has andado ganando todo este tiempo rarito! — Espetó soltando de forma grosera a Light, decidido a arreglarse de una vez por todas con Elle, más cuando vio a éste tomando posición de pelea, alzando sus puños mientras se tambaleaba.

—¡Hey!, ¡con Elle ni se te ocurra meterte! — Shuunsuke retrocedió al momento que Light lo había empujado de forma violenta, interponiéndose entre él y Lawliet.

—¡Si!, ya oíste a Light-kun, ¡conmigo no te metas! — Vociferó por sobre el hombro del castaño, manteniéndose detrás de él.

—Elle, tú cállate —. Masculló nervioso pero sin intenciones de quitarse, no iba a permitir que Shuunsuke le pusiera un dedo encima a su amigo.

—Hazte a un lado Light, si tu amigo es tan valiente que se defienda solo —. Se dobló su camisa manga larga hasta dejarla abajo de sus codos, haciendo tronar su cuello como quien se prepara para destruir a su oponente antes de acercarse hasta Light, quien retrocedió manteniendo a su amigo detrás de él, pero pronto se quedaron sin espacio al topar con la puerta, la cual era su única salida y la estaban obstruyendo ellos mismos. Y para Shuunsuke fue fácil tomarlo del cuello de la camisa al tenerlo acorralado,  dispuesto a quitarlo por las fuerzas.

—¿Vas a golpearme? — Preguntó serio cuando el otro lo zangoloteo, por lo que tomó los brazos de Elle para rodear con ellos su cintura a fin de mantenerlo junto a él. Sabía que los dos estaban ebrios, pero el más afectado era su amigo, por lo que para Shuunsuke sería fácil destrozarlo de tener la oportunidad.

—¿¡Por qué lo defiendes a él!? — Indignado, tomó con más fuerzas a Light para alejarlo de su objetivo, pero el castaño no cedía, molestando e hiriendo más su ego.

—¿Qué no es obvio?, ¡porque a mí si me quiere! — Anunció divertido aún desde atrás, colocando su mentón sobre el hombro de su amigo sin apartarle la mirada al rubio, quien agudizó la mirada —¿Verdad Light-kun que a mí si me quieres?

—¡Elle ya te dije que te calles! — Murmuró, cada palabra que salía de los labios del pelinegro hacían que Shuunsuke temblase completo furioso, y si bien Light no iba a permitir que golpeasen a Elle, tampoco era un tonto para creer que podría ganar una pelea contra el capitán —Muévete o me encargo de que todos se enteren del noviazgo que mantenías conmigo a escondidas — Ordenó con cierto dolor, y el mayor acató luego de pensarlo por unos segundos.

—Esto no ha terminado, tú y yo tenemos que hablar —. Susurró retrocediendo, permitiendo que Light se moviese junto al chico que ya parecía un parásito aferrándose.

—Por supuesto que acabó, jamás quiero volver a cruzar alguna palabra contigo —. Intentando mantener la calma tomó la perilla dispuesto a salir, pero sus palabras incomodaron al mayor, quien no se sentía contento de no tener a Light en la palma de su mano como siempre, y quien colocó su brazo sobre la puerta cerrándola de nuevo.

—Soy yo quién decide cuando se termina esto, dame una sola razón para creer que tú puedes hacerlo —. Light chasqueó la lengua, no creyendo posible lo descarado que era ese tipo. Y estaba a punto de contestarle, de gritarle o lo que fuese porque ya lo tenía harto, pero antes de que pudiese decir algo, sintió los dedos de Elle hundiéndose en sus hombros, haciéndolo girar abruptamente.

—Yo te doy una razón —. Arrastrando las palabras, lo miró con picardía, no dándole tiempo a Light de reaccionar ni de prever lo que ocurriría, tan solo se acercó al castaño uniendo sus labios, sin estar completamente consciente de lo que hacía —¿Te parece motivo suficiente? — Sonrió con suficiencia al ver que había logrado lo que quería, poner a Shuunsuke rojo de cólera, ignorando lo que había causado en su amigo, quien con los ojos abiertos de par en par se mantenía inerte.

Y cuando el capitán del equipo iba a avanzar para desquitarse de una vez por todas el coraje acumulado, la puerta se abrió, entrando un chico que por unos segundos se quedó quieto bajo el umbral de la puerta al ver a los tres chicos junto al extraño ambiente hostil entre ellos.

—Con permiso —. Murmuró cabizbajo al entrar con rapidez en busca de los urinarios.

Shuunsuke estaba dispuesto a esperar a que ese chico se marchase para continuar con lo suyo, pero ya había sido demasiado, no pensaba con claridad debido al alcohol, sabía que golpear a Elle es algo que ha querido hacer desde hace mucho sin necesidad de estar ebrio, pero no quería hacerlo estando Light de por medio, quería que solo fuesen él y Lawliet para poder disfrutarlo, el problema es que en estos momentos el pelinegro casi que se había colgado del cuello del castaño por su dificultad de mantenerse en pie.

—Te veo el lunes en el colegio y hablamos —. Susurró al momento de pasar al lado de Light, y aunque el menor quiso contradecirlo, prefirió quedarse callado, no retenerlo más porque lo único que quería era salir de ahí.

Light suspiró al verlo dejar el lugar, ya ni siquiera estaba molesto con él, lo único en lo que podía pensar era en ese beso, el cual había sido escueto, apenas rozando los labios, pero beso al fin y al cabo. Y aunque se moría de ganas por preguntarle el porqué lo había hecho, otro de sus compañeros entró al baño, deteniéndose extrañado al verlos tan abrazados, Elle rodeando el cuello de Light mientras descansaba su cabeza sobre el hombro de éste, y Light rodeando la cintura de su amigo manteniéndolo junto a su cuerpo. Demasiada cercanía para cualquiera que los viese, cuando más que nada era uno de ellos colgándose de su amigo y el otro sosteniéndolo para que no cayese, sin embargo estar así junto a Elle no era algo que a Light le molestase, pero tampoco quería causarle problemas a su amigo o que éste se viese víctima de burlas por parte de los demás, por lo que sacando su celular con dificultad se dispuso a llamar a su padre.

-_-_-_-

—Como dije, un niño de diecisiete años bebiendo irresponsablemente —. Espetó el señor Yagami mientras empujaba con su pie la puerta de la habitación de Light, entrando a ella sosteniendo a Elle en brazos.

No había tenido problemas en salir en pijamas cuando recibió la llamada de su hijo, lo que no aprobaba era el estado en el que venía el otro muchacho. Light por su parte venía callado detrás de su padre, seguido luego de su madre, el beso aún le daba vueltas en la cabeza junto a lo difícil que había sido sacar a Elle del lugar sin que Misa los viese.

—Usted también me cae bien, señor Yagami —. Habló arrastrando las palabras y acariciando la mejilla del mayor, dejando en evidencia lo afectado que estaba.

—¡Cielo, no seas tan brusco! — Regañó Sachiko al momento que Soichiro dejó caer sin ningún cuidado el cuerpo del joven sobre la cama de Light, sonsacándole un jadeo al pelinegro.

—Bien Light, deja que tu amigo duerma aquí, tú vienes a dormir con nosotros —. Indicó mientras acomodaba a Lawliet boca abajo sobre el colchón, dejando un pie del mismo un poco fuera de la cama, ignorando los ojos de súplica que su hijo le hizo a su esposa al estar él de espaldas.

—No seas tonto amor, ¿cómo esperas que quepamos los tres en nuestra cama? Light ya no tiene cinco años —. Entendiendo el mensaje Sachiko se acercó a su esposo, aferrándose de forma cariñosa al brazo de éste para encaminarse junto a él hacía la puerta.

—Entonces yo dormiré aquí y que Light duerma contigo —. Se detuvo antes de llegar al umbral, indicándole a Light con una mano que se fuera junto a su madre mientras también intentaba soltarse del agarre alrededor de su brazo, pero Sachiko se aferró más a él por complicidad con su hijo.

—Soichiro, ¿no crees que estás exagerando? — Susurró abrazándolo por el cuello, acariciándole los hombros de forma casi erótica —Deja que Light duerma aquí con Elle, son amigos, Light podrá hacerse cargo si Elle necesita algo —. Sugirió pero Soichiro bufó cruzándose de brazos.

—¿Sabías que Elle prometió enseñarle su herramienta a tu hijo? — Susurró a fin que Light, quien estaba al pie de la cama viéndolos con intriga, no lo escuchase. Sachiko tuvo que morderse los labios para no carcajearse.

—¿Eso es lo que te preocupa? — Preguntó con calma sin dejar de acariciarle el hombro y el pecho intentando relajarlo, realmente Soichiro lucia tenso —Mira a Elle amor, dudo mucho que su "herramienta" sea funcional en su estado, y no creerás que tu hijo lo va a violar, ¿verdad?

—Está bien... — Bufó mientras rodaba los ojos antes de soltarse de Sachiko y acercarse a Light, quien dio un leve respingo nervioso al tenerlo enfrente, esperando que éste lo mandase a dormir con su madre ya que no había podido escuchar la conversación que entre susurros llevaron a cabo —Si pasa algo tú solo grita, ¿está bien? — Indicó no muy convencido aún mientras llevaba una mano a la parte trasera de la cabeza de Light, jalándolo hacia él de manera un poco brusca antes de darle un beso en la frente de buenas noches.

Sachiko repitió las mismas acciones que su esposo, acercándose a su hijo para desearle buenas noches, aunque a diferencia de Soichiro ella lo llenó de besos por todo el rostro, Light también la abrazó agradeciéndole al oído para luego acompañarlos hasta la puerta, bajo la cual se quedó de pie esperando que sus padres se encerrasen en su habitación antes de él poder cerrar y poner llave.

Se encaminó de nuevo hasta el pie de la cama, viendo a su amigo acostado boca abajo pero aún despierto a un lado de su colchón, el cual era mucho más pequeño del que tenía Elle en su casa, así que dormir realmente pegados era inevitable, y aunque eso lo emocionaba, también estaba nervioso de meterse a la cama luego del beso.

—Estoy muy orgulloso de Light-kun —. Masculló de repente, sonsacándole un respingo al castaño al haber estado distraído en sus pensamientos —Ese idiota merecía que lo mandases a volar hace mucho...

—Elle... — Murmuró caminando hasta uno de los costados de la cama, acuclillándose frente a su amigo —¿por qué me besaste? — Preguntó con un hilo de voz, sin despegar la mirada de esos ojos que se mantenían abiertos con dificultad.

—Pero lo malo es que nos arruinó el baile —. Continuó con su arrastramiento de palabras mientras intentaba ponerse de pie, ignorando en su ebriedad la inquietud de su amigo.

—No creo que debas pararte —. Se levantó para intentar detenerlo colocando las manos sobre el pecho de su amigo con el fin de regresarlo a la cama, pero lo único que logró es que el otro se aferrase a su cuello de nuevo.

—Tonterías... ves como si puedo —. Rió, comenzando a mover sus pies torpemente de un lado a otro —Bailemos, Light-kun —. Le susurró al oído, bailando de manera graciosa porque aunque Elle era más delgado, Light no podía con todo su peso, tambaleándose los dos.

—Elle... no contestaste mi pregunta —. Intentó una vez más conteniendo la respiración, sin cortar la distancia entre ellos, porque aunque la duda lo estaba matando, no podía controlar el latido acelerado de su corazón cada que lo tenía cerca.

Sin embargo antes de que el pelinegro pudiese decir algo, sus pies se enredaron, logrando desestabilizar también a Light, quien debido al peso adicional cayó de espalda sobre el colchón, su amigo cayéndole encima, quien comenzó a reír más que nada por efectos del alcohol, pero sin retirarse del cuerpo de Light, ignorando el revoltijo de emociones que su cercanía causaba en el castaño.

—¿Sabes algo...? —, comenzó mientras se arrastraba hacia arriba para acomodarse mejor sobre el torso del cuerpo que estaba bajo el suyo, juntando su frente con la de Light para mirarlo a los ojos —jamás había conocido a alguien tan lindo... — Susurró, robándole a Light el aliento con sus palabras antes de que se lo robase de nuevo con su boca.

Y esta vez Light no se quedó inerte ni con su mirada llena de asombro, en cambió cerró los ojos y separó un poco sus labios, jugando tímidamente con los de su amigo, quien intensificó el beso al subir una mano por el pecho del castaño y llevarla hasta la nuca de éste, tomándolo posesivamente al momento que su lengua se vio implicada, buscando con ella la de Light, la cual respondía de manera insegura mientras que la de Elle le invadía cada recoveco de su cavidad, separándose unos segundos después inhalando sonoramente el aire que les hacía falta, uniendo Elle por última vez sus labios a los de Light, un casto beso, apenas rozándolo antes de deslizarse por el cuerpo de su amigo y caer sobre el colchón, sonriendo antes de girar y cerrar los ojos. Y el ya no sentir los labios de su amigo sobre los suyos lo regresó a la realidad, esos mágicos segundos se habían acabado y ahora era consciente de lo rápido que latía su corazón.

—Elle... — Le llamó rozándole la espalda con sus trémulos dedos — ¿Por qué me besaste? — Susurró esperando que su amigo le diese la cara, pero no obtuvo respuesta.


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