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Sin miedo a quererte. por Girlyfairly

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La relación de Light Yagami y Elle Lawliet no es un secreto para nadie, cada mañana se reciben con un beso de buenos días y durante los almuerzos caminan por los pasillos tomados de la mano, sin importar quien los vea. Es por ello que el profesor de matemáticas no se sorprende al notar la ausencia de ambos en el salón de clases, no es como si le emocionara que las parejitas se salten su aburrida asignatura para hacer de las suyas en el patio trasero o detrás de un árbol. Supone que el de la mala influencia es ese muchacho llamado Elle, pero Light Yagami es tan buen alumno que decide dejárselo pasar solo por esta vez, además no hay manera que ese inocente chico haga algo que pueda meterlo en problemas.


¿Quién pensaría que en este momento ambos se encuentran encerrados en los baños y que el de la idea fue precisamente Light?


Con las piernas semiabiertas y sentado sobre la taza del sanitario, Elle cierra los ojos y echa la cabeza hacia atrás mientras Light continúa saltando sobre su miembro, lo hace de manera inexperta pero con mucho empeño, gimiendo entre espasmos debido a esas sensaciones que son tan nuevas para su cuerpo.


Así ha sido durante las últimas dos semanas, es como si luego de aquella tarde, algo dentro de Light hubiera despertado de forma violenta debido a todos esos años en los que no exploró ni experimentó con su sexualidad como lo haría cualquier adolescente.


No es como si la primera vez hubiera sido perfecta, no fue como lo muestran en las películas, de hecho unir su cuerpo al de Light fue bastante incómodo por muchas razones, la principal fue su nula experiencia con otro chico, no sabía cómo empezar para no dañarlo ni cuando era el momento correcto para moverse, y era obvio que Light tampoco sabía cómo tocarlo. Sin embargo, aunque en ese momento hayan sido impulsivos, llenaron con dulzura cada inexperto roce, haciendo que cada instante valiera la pena.


Luego de la primera experiencia, los encuentros se han repetido más de lo que se atreven a admitir, lo han hecho tantas veces que Elle ha llegado a temer por la salud de su hombría, pero dicha preocupación pasa a segundo plano cuando las alborotadas hormonas se apoderan de su adolescente cuerpo y su herramienta responde ante la más mínima posibilidad de intimidad. Comienzan con besos subidos de tono y terminan, como en esta ocasión, encerrados en algún sitio sin pensar en los riesgos de no usar protección o en el peligro de ser descubiertos, y por increíble que parezca, es Light quien, casi de forma desesperada, suele tomar la iniciativa.


—Elle...— llama entre jadeos. Las piernas le tiemblan, de hecho le duelen, pero no se atreve a dejar de moverse, necesita más de esa explosiva sensación que provoca el miembro de su novio al chocar contra algo en su interior—. Ya no... siento l-las piernas... como una vez que... me caí de la bici porque...


Lawliet abre los ojos y sonríe de lado al escucharlo hablar con dificultad. Para cualquiera sería poco excitante que tu pareja comente cosas tan irrelevantes durante el acto, pero en estos últimos días ha ocurrido tantas veces que ya está acostumbrado, además ese detalle es tan característico de Light que no puede evitar adorar sus monólogos, sobre todo cuando su linda carita se sonroja y descoloca de tanto placer y gime entre cada palabra.


La anécdota de la vez que encontró una moneda en la calle queda a medias y lo único que repite de repente es el nombre de su novio, incapaz de formular otra palabra debido a la rebosante sensación que le nubla la mente. Elle sabe lo que significa, Light está cerca del orgasmo y él decide ayudarlo. Le sujeta la cintura para dirigir los movimientos y cierra los ojos, disfrutando de los electrizantes espasmos que dicha fricción provoca.


—Me gustas mucho, Light-kun— le susurra al oído mientras el otro solo gime, sintiendo como su pequeño y rojizo pene vibra en cada estocada.


No pasa mucho para que el placer sea más de lo que el principiante cuerpo de Light puede soportar, obligándolo a caer sobre el otro cuando su orgasmo se hace presente.


Elle le rodea la cintura con ambos brazos a la vez que le besa el cuello y detrás de la oreja, con una de sus manos sube por el torso del otro, trayendo la semi desabotonada camisa consigo hasta llegar al transpirado pecho, el cual sube y baja casi con la misma rapidez que su corazón.


—Sigue...— tartamudea Light casi sin aliento. Está exhausto, su cuerpo aún sufre de pequeños espasmos, pero sabe que el miembro de su novio sigue erecto, puede sentirlo.


Elle hace caso omiso, tan solo continúa acariciándole el abdomen y depositando castos besos a lo largo de su cuello. Sí, ciertamente siente su pene palpitar en busca de alivio, pero piensa en lo incómodo —o doloroso— que sería para Light continuar cuando cada ínfima parte de su ser está tan sensible al punto de convertir en suplicio un simple roce.


—Sigue...— pide de nuevo, un poco más exigente luego de unos minutos, cuando su respiración es menos errática. Su pequeña hombría está flácida, bastante encogida pero desea que su novio obtenga el mismo placer. Le gustaría que ambos fueran capaces de terminar al mismo tiempo y sentir que tocan el cielo como en el fanfic que leyó hace dos noches, pero siempre termina antes, mucho antes que Elle.


—¿Estás seguro...?— Suelta un largo suspiro cuando el otro comienza a mover las caderas de forma lenta, casi sin fuerzas. Light asiente, pidiéndole una vez más que por favor continúe.


Elle —no muy seguro pero afectado por toda la situación— lo rodea con ambos brazos y se pone en pie, trayéndolo consigo. Sabe que Light está agotado, así que lo coloca de espaldas contra la pared y le alza las piernas, indicándole que le rodee la cintura con ellas para ser él quien haga todo el esfuerzo.


Sin embargo ambos se quedan paralizados al escuchar la puerta principal abrirse y unos pasos haciendo eco al adentrarse en el baño, específicamente acercándose hasta el cubículo donde ellos se encuentran.


Un par de violentos golpes en la puerta les sonsaca un respingo. Las piernas de Light abandonan su posición y se separa de Elle una vez que sus pies tocan el suelo.


—Mi padre va a matarme...— susurra alarmado mientras toma un poco de papel higiénico para limpiar el sudor de su rostro y los fluidos en su abdomen y piernas antes de acomodarse el uniforme.


—No va a matarte...— contesta Elle con el mismo suave tono de voz, pretendiendo lucir apacible pero la palidez en su rostro y el temblor en sus manos lo delatan—. En todo caso, seré yo su principal objetivo— dice inaudible a la vez que, sin éxito, intenta abotonar su camisa.


Los golpes continúan, cada vez más bruscos, como si en lugar de usar los puños, la puerta estuviera siendo golpeada con los pies.


Sus mentes envían señales de alerta que los hace actuar por instinto, haciendo que Light sea capaz de acomodar la camisa y el pantalón de su novio aunque las manos le tiemblan, solo porque sabe que la mentira de que necesitaba vomitar y que Elle lo acompañó será menos creíble si uno de ellos tiene el uniforme mal puesto. Sin embargo la inquietud que los invade no les permite caer en cuenta que un profesor jamás se habría quedado en silencio como lo ha hecho la persona que está al otro lado, y solo lo comprenden al abrir la puerta.


Con los brazos cruzados sobre su amplio pecho, Shuunsuke sonríe divertido al ver la expresión de pánico en el rostro de esos dos, la cual cambia a una de coraje, sobre todo en Elle.


—Mira lo zorra que resultaste ser— dice con sorna, clavando su azulina mirada en Light, quien avergonzado y molesto se sonroja por la fea palabra que el otro usó para referirse a él—. Solo fingías ser inocente pero bien que te revuelcas con este...— ahora sus ojos se dirigen a Elle, escaneándolo de pies a cabeza en busca del peor defecto que ese pálido, ojeroso y encorvado muchacho pueda tener.


Sin embargo, su porte altivo desaparece un poco cuando nota el enorme bulto en el pantalón del otro. Siempre se ha sentido orgulloso de su tamaño, a veces hasta camina desnudo por las duchas luego del entrenamiento, sintiéndose confiado de su cuerpo y sabiendo que los otros lo miran, ya sea con envidia o admiración. Pero inconscientemente se pregunta qué tanto puede medir la verga de ese rarito para verse tan... grande.


—¿Podrías adelantarte, amor?— Pregunta Elle con un tono casi travieso, notando que Shuunsuke da un respingo, como si sus palabras lo hubiesen traído de nuevo a la realidad.


Light parpadea confundido, por alguna razón que no comprende, ve que Elle sonríe mientras que el muchacho que alguna vez fue su novio parece molesto.


—¿Estás seguro?


No quiere estar cerca de la persona que en los últimos días se ha encargado de burlarse de él frente a todos cada que tiene la oportunidad, usando nombres despectivos que hacen referencia a su orientación sexual. No obstante, tampoco cree que sea buena idea dejarlos solos, pero Elle le asegura que estará bien, que solo necesita hablar algo importante con él. Y aunque no está muy convencido, acepta luego de que su novio le pide que regrese a clases antes de que los dos estén en verdaderos problemas.


Shuunsuke los ve darse un beso en los labios, una muestra de afecto que le provoca asco por tratarse de dos chicos, pero también siente cierto rencor hacia ese desaliñado sujeto, quizá porque en pocas semanas logró lo que él no pudo lograr en meses.


Una vez Light sale, Elle se cruza de brazos y se yergue lo más que puede para imitar la arrogante posición del capitán, aunque claro, con su cuerpo mucho más delgado y escuálido.


—¿Así que quieres hablar conmigo?— Se acerca un poco, pecho inflado y mirada amenazante, pero Elle no retrocede.


—Sí, quería preguntarte si puedes dejar de molestar a mi novio. No me gusta— dice con tono amable, fingiendo una sonrisa inocente que hace estallar en carcajadas al otro.


—¿O si no qué?— Le reta al situarse por completo frente a él, esperando, no, deseando que ese rarito lance el primer golpe para tener una excusa, porque de otra forma parecerá que él inició la pelea por celos.


Pero contrario a lo que espera, Elle no se mueve, tan solo da un paso hacia adelante antes de agregar:


—Estoy intentando ser educado y pedírtelo por las buenas. ¿Sabes? Sé que convenciste a tus amigos de que tu relación con Light fue parte de la apuesta que surgió en aquel campamento, que tú terminaste con él una vez las vacaciones acabaron pero que "el estúpido marica" quedó enamorado de ti y que no sabias como quitártelo de encima sin ser grosero— al decir lo último tensa la mandíbula y empuña las manos por el coraje que le causa recordar la charla que escuchó entre dos miembros del equipo de fútbol mientras éstos almorzaban—. Pero tú y yo sabemos la verdad, ¿no es así?


Shuunsuke sonríe con arrogancia, satisfecho de que sus palabras hayan llegado hasta oídos de Lawliet.


—¿Y qué esperabas? ¿Qué les dijera que fingía salir con él para que se abriera de piernas para mí? No soy gay— espeta con el entrecejo fruncido.


Quizá suene tonto pero él no se considera homosexual, la única razón por la que aceptó la apuesta de enamorar al mariconcito del salón fue porque alguna vez su hermano mayor le contó que él y sus amigos cada semestre escogen a un estudiante de primer año que claramente sea gay para convertirlo en su fuck buddy, las mujeres muchas veces son complicadas, en cambio los hombres no necesitan cursilerías para pasarla bien.


Si tan solo Light hubiese sido como esos chicos de los que su hermano habla, todo hubiese sido perfecto. Por un tiempo su mayor fantasía fue corromperlo, robarle su inocencia y volverlo adicto a su cuerpo...


—Pues no te veías muy heterosexual el día que tuvieron la cita en aquel feo restaurante— comenta de forma distraída mientras desliza su dedo sobre la pantalla del celular.


Shuunsuke parpadea confundido, estaba tan sumido en sus pensamientos que no se percató en qué momento Elle sacó el teléfono, también ignora si éste dijo algo más antes, pero las palabras recientes no le afectan, asume que fue Light quien le contó sobre esa estúpida cita. Sin embargo palidece al momento que Elle le muestra la fotografía guardada en su celular, en ella Light y él se están besando, y aunque solo se ve parte de su rostro debido a la posición, no queda duda de que es él.


—No me agrada la idea de exponer a mi novio...— acerca un poco más el aparato al rostro del otro, mostrándole que será muy difícil inventar una mentira cuando al pie de la fotografía se muestra la fecha en la que fue tomada —, pero me encargare de que tus amigos reciban esta y otras imágenes si sigues metiéndote con Light. Supongo que como capitán tienes una imagen que cuidar y no querrás arruinarla con algo que, según tú y tus amigos, es asqueroso.


El fornido muchacho se relame los labios nervioso, sin saber qué decir. No cree que Elle sea capaz de publicar algo que también pueda afectar a Light, aunque... ¿realmente le afectaría? Es decir, todos saben que Yagami es gay, no habrá nada de qué sorprenderse, ¡es de él de quien todos se burlaran!


Elle no tiene tiempo para esperar a que las pocas neuronas de Shuunsuke formulen alguna idea. Dicha su amenaza, decide dejarlo solo en los baños, sintiéndose seguro de que no volverá a meterse con ellos.


oOo


El día ha sido un suplicio para Elle a causa del dolor en su entrepierna. Sabía que el no eyacular le afectaría, pero pensó que no podía ser tan grave.


En un principio solo fue una leve sensación incómoda, es por ello que creyó ser capaz de sobrellevarlo, pero la incomodidad solo creció y para finales del segundo receso el roce de sus piernas con sus bolas al caminar ya era un martirio.


Ahora solo espera impaciente que sea la hora del almuerzo, solo cinco minutos más y saldrá corriendo a los baños. Para su buena suerte, la cafetería servirá tiramisú y Light lo adora, de hecho Light adora todo lo que sea comida, así que han decidido que en lugar de irse juntos, cada quien irá por su cuenta y el que llegue primero pedirá doble ración de postre para compartirlo, lo cual es conveniente, así se ahorrará la penosa explicación de su urgencia por ir a los sanitarios.


Tan pronto la campana suena, se pone en pie y camina lo más rápido que sus hinchados testículos le permiten, ni siquiera espera la explicación de la profesora sobre la tarea que deben presentar al siguiente día, total no entendería ya que no prestó atención a la clase. Tan solo sale y en el pasillo intenta abrirse paso entre los demás alumnos.


No avanza con la rapidez que quisiera, hay tanta gente que es imposible no chocar con más de alguno al caminar, además no quiere lucir sospechoso, paranoicamente piensa que todos lo miran como si supieran lo que está a punto de hacer.


Inspira aliviado al ver que está cerca de su objetivo, sólo unos cuantos pasos más y se la jalara pensando en el perfecto trasero de su novio...solo un poco más y...


—¡Elle, estoy embarazado!— Dice Light agitado luego de haberse situado frente a su novio. Y si aparecer de forma repentina no es suficiente para matarlo de un susto, la reciente noticia sí lo es.


—¿Qué...? Pe-pero...— balbucea confundido, sintiendo como unas gotas de sudor frío le bajan por la columna —¡Pero eres hombre!— Espeta cuando su raciocinio vuelve a funcionar.


—¡Ya sé! Pero la clase de la señora Fujimoto estaba taaaan aburrida que me puse a leer algo en internet y según eso yo tengo todo los síntomas.


Elle sonríe y menea un poco la cabeza, cada que piensa que las inocentes ocurrencias del castaño tienen un límite, éste le demuestra lo contrario. Le sujeta una mano y entrelazando los dedos, la lleva hasta sus labios para darle un tierno beso sobre los nudillos antes de preguntarle: 


—¿Y según tú, cuáles son los síntomas?


—Pues siempre tengo ganas de... de... ya sabes, hacerlo— susurra con las mejillas sonrojadas, acercándose un poco a su novio para que nadie más escuche —, y también tengo hambre todo el tiempo, el otro día tenía antojo de comer rosquillas con chocolate, ayer quería comer tacos y fuimos a comer tacos, hoy quiero comer pupusas y creo que más tarde voy a querer milanesas, ¡y mira!— Da un paso hacia atrás y lleva ambas manos hasta su abdomen, alisando la camisa del uniforme para mostrar una pequeña pancita —¡He ganado peso!


El otro suelta una suave risa ya que sus "síntomas" tienen explicación. Es normal que quieran hacerlo todo el tiempo, son adolescentes, ¡se les para solo con un beso! Y el adorable rollito que le rodea la cintura es porque adora la comida, y las últimos semanas ha comido más de lo usual, probablemente porque está nervioso por los exámenes que comenzarán en un par de días.


—Amor, no estás embarazado... los hombres no quedan embarazados— le asegura con un tono de voz dulce al notar que su reacción lo ofendió.


—Pues aquí no dice lo mismo— formando un mohín con los labios, saca su teléfono y le muestra la página que estuvo leyendo en clases —. Según esto puede que sea un doncel o un omega.


Elle parpadea confundido al no conocer los términos, y más al leer lo que muestra la pantalla. ¿Periodos de celo? ¿Nacer con órganos internos femeninos? ¿¡Parir por el culo!? ¡Ni siquiera es una enciclopedia en línea! Eso es... es... ¡una página de fanfics que su novio lee cuando está aburrido!


—¡Eso ni siquiera es real!— Espeta alarmado agitando los brazos, llamando la atención de los alumnos que están cerca.


—No lo sabremos hasta que no nos hagamos una prueba de embarazo...— murmura entre dientes y cerca del rostro del otro, quien vuelve a parpadear confundido.


—¿Hagamos...? ¿Los dos...?


—¡Sí!— Sonríe emocionado—. Leí que en los caballitos de mar, el macho es quien carga con los huevos— lleva ambas manos hasta el plano abdomen de su novio —. Es probable que tú seas quien lleve a nuestro hijo.


El pelinegro se tensa ante la caricia, sabe que es imposible pero el solo imaginarse con un abultado vientre lo deja sin habla.


A unos pasos de distancia, Misa nota la cercanía entre los dos, por el rostro de ambos, parecen estar hablando de algo importante. No cree que sea correcto acercarse en ese momento pero no puede seguir posponiendo las cosas, así que avanza hasta ellos.


—¿Interrumpo?


Light aparta rápidamente las manos de la cintura de su novio y Elle sacude la cabeza para sacarse la espantosa imagen mental de hace unos segundos.


—¡No, no interrumpes!— Reacciona el pelinegro agitando las manos. No ha hablado con Misa luego de su ruptura, y hubiese preferido que así fuera por mucho tiempo, sin embargo su repentina aparición lo alivia.


—Solo quería entregarles esto en son de paz— extiende ambos brazos hacia el frente, mostrando un recipiente transparente lleno de cupcakes que ninguno había notado hasta ese instante.


A Elle el detalle le parece agradable, no está seguro si puede confiar en la chica pero su sonrisa parece sincera. No obstante palidece al escuchar a Light.


—Seguramente están envenenados— dice con el entrecejo fruncido, cruzando los brazos.


—¡No lo dice en serio!— Sacude la cabeza casi con pánico y acepta los cupcakes antes de que Misa decida hacerles la vida imposible por rechazarla —¡Solo es el embarazo! ¡No! Quiero decir... 


—No importa— interrumpe con una sonrisa en los labios—. A decir verdad tiene razón, te lo mereces por volverme el hazmerreír de mis amigas...— Light está a punto de arrebatar ese feo recipiente de las manos de su novio y lanzárselo a la chica, pero los corajes son malos para el bebé, además ella continúa antes de que pueda decir o hacer algo—. Pero como miembro del equipo de animadoras debo dar el ejemplo y ser gentil con la gente.


—Yo opino que...


—¡Muchas gracias, en serio!— Dice Lawliet rápidamente, cubriendo los labios del castaño con una mano.


Misa sonríe y asiente antes de alejarse. No pretende ser amiga de ellos, mucho menos cuando aún se siente atraída por Elle, pero si decidió hacerlo es porque necesitaba liberarse del rencor para estar bien consigo misma.


Tan pronto la chica se aleja y Elle retira su mano, Light saca el primer cupcake, se ven tan deliciosos que no puede evitar desear comer uno.


—Los míos son más ricos— comenta con la boca llena, llevando un trocito hasta los labios de Lawliet antes de preguntarle— ¿Verdad que los míos son more good?


Better— corrige a la vez que saborea el esponjoso pan—. Y sí, los tuyos son mejores— es una pequeña mentira piadosa, los cupcakes de Misa están suaves mientras que los de Light ni siquiera estaban cocidos, pero jamás se lo diría.


El error de Elle es creer que el tema del embarazo quedará en el olvido al alimentar y adular a su novio. Desconoce aún que esa misma tarde, luego de clases, Light lo obligará a pasar por la farmacia para comprar dos pruebas de embarazo.


oOo


Soichiro no es tonto pero se siente como uno. Sospecha que su hijo y ese muchacho llamado Elle no son solamente amiguitos, sospecha también que su esposa lo sabe y le molesta sentirse excluido.


Hace no más de una hora Light llegó a casa con ese chico, ¿y qué es lo primero que hicieron? Correr escaleras arriba para encerrarse en su habitación.


Sachiko aparta la mirada de su lectura y contempla a su esposo mordiéndose las uñas y yendo de un lado a otro por la sala. Siente que su obligación es acercarse a él y pedirle que se calme, pero no quiere que la cuestione sobre la relación que Light tiene con Elle, porque desea que sea su hijo quien se lo diga, de lo contrario Soichiro se sentirá traicionado.


—¿Hoy es el último día de tus vacaciones, verdad?— Pregunta de forma casual a la vez que vuelve a colocar el libro paralelo a su rostro. Pero lo retira un poco y alza la vista al no obtener respuesta, y lo único que ve es la espalda de su esposo desapareciendo por el umbral del recibidor.


Inspira hondo, preguntándose si debería esperar o seguirlo. Y decide quedarse, Light no puede ocultar por siempre su relación y no está bien que ella le mienta a Soichiro. Él nunca ha sido un padre violento pero sabe que los primeros días estará molesto, probablemente le prohíba a Elle acercarse a esa casa por semanas, pero después de unos meses entenderá que su hijo ya no es un niño.


Soichiro ni siquiera toca la puerta antes de entrar, no quiere encontrarlos besándose pero cree estar preparado para lo que sea. Afortunadamente lo que encuentra es una recámara vacía, sin embargo esa sensación de alivio cambia a una de desesperación cuando su lado protector le hace pensar lo peor.


Una pequeña caja sobre la cama de su hijo le llama la atención, pero entre sus opciones no estaba encontrar algo como eso. Completamente pálido se acerca hasta la puerta de baño dentro de la misma habitación, no obstante se detiene y casi se desmaya al escuchar la voz de Light viniendo desde adentro.


—¿Cómo se supone que sabremos si estamos embarazados?— Pregunta el castaño mientras ambos orinan en el extremo de un aparato.


—No lo sé, las instrucciones quedaron en la caja— no cree que lo estén haciendo bien al menos que la idea sea llenar de orina toda la prueba y mojarse los dedos en el proceso.


Ignoran que su conversación es escuchada por alguien más y que ésta persona está al borde de sufrir un ataque al corazón. Solo lo descubren al abrir la puerta.


Para Elle toda la situación del baño es un déjà vu, la diferencia es que encontrarse con el rostro furioso de Soichiro es mucho más aterrador.


—¡Papá!— Exclama Light, ocultando la prueba de embarazo detrás de su espalda.


—¡Entrégalo!— Exige bastante molesto a la vez que extiende una mano hacia el frente. Esperaba que solo fuera una, pero termina con dos pruebas húmedas sobre su palma —¡Los quiero ahora mismo en la sala!


****


Hace mucho que Lawliet no era parte de una reunión familiar, la más memorable fue cuando sus padres le anunciaron que lo llevarían de vacaciones a Disneyland, ahora puede agregar esta a la lista, porque no hay manera en la que olvide los regaños de Soichiro en un buen tiempo.


—¿Me podrían explicar qué significa esto?— Pregunta de pie frente a ellos, mostrando ambas pruebas.


Los dos se encuentran sentados en el sofá más largo, y el único que se atreve a medio alzar la cabeza es Elle.


—Señor Yagami, yo...


—Tú no— lo interrumpe con tono severo, fijando la mirada en su hijo, porque necesita escucharlo de él.


—Papá, Elle y yo somos novios...— la voz de Light es irregular al igual que su respiración, y necesita de todo su auto control para no soltarse a llorar ahí mismo.


—Eso ya lo sé— es tajante, con el mismo severo tono de voz que quisiera nunca usar con su retoño —. Quiero que me expliques por qué decidiste hacerte una prueba de embarazo.


Light empuña las manos sobre sus rodillas y aprieta los labios, buscando el valor para contestar. Sachiko se remueve nerviosa en el sofá individual pero no dice nada, está decidida a intervenir solo de ser necesario.


—Es que hay un chico que se llama Luke— comienza agitado —, en el fanfic está embarazado porque... porque... bueno, porque tú sabes... antes les llamaban donceles, pero ahora lo que está de moda es el omegaverse, pero yo solo lo leo porque la historia es muy linda, una vez Mike le llevó flores a Luke al hospital luego de que...


—¡Light!— Vocifera tan alto que sonsaca un respingo a todos los presentes.


—Amor, lo bueno es que la prueba dio negativo— comenta Sachiko con una sonrisa en un intento de tranquilizar el ambiente, sobre todo al notar dos gruesos lagrimones descendiendo por las mejillas de su niño.


—Creo que no entiendes cuál es el verdadero problema aquí— dice mirando a su esposa y luego regresando la vista a los dos chicos —. No solo están teniendo sexo, lo hacen sin protección y el hecho de que compren estas cosas siendo hombres demuestra lo ingenuos que son.


Por supuesto que Sachiko entiende, de hecho está igual de preocupada que él, pero no está de acuerdo con la forma en la que Soichiro está abordando el tema.


—Pero no es necesario que les grites— dice con el entrecejo fruncido antes de ponerse en pie y acercarse a los muchachos, frente a quienes se acuclilla para captar sus miradas —. Soichiro tiene razón— comienza con un tono de voz dulce, como si estuviese hablando con dos niños pequeños que acaban de ser llevados al salón de detención por tirarle tierra a otro—. No es posible que ustedes queden embarazados pero eso no significa que no deban utilizar un preservativo— con una sonrisa lleva sus manos hasta el rostro de ellos y con el pulgar les acaricia las mejillas, la pálida piel de Elle está fría y la de Light está húmeda —. Hay muchas enfermedades a las que están expuestos si no se protegen...


—Quiero a Elle fuera de esta casa— indica Soichiro, cruzado de brazos.


Sachiko menea la cabeza antes de erguirse. No le gusta saberse interrumpida pero sabe que es lo mejor, así que soltando un suspiro se hace a un lado, asintiendo levemente para indicarle al muchacho que lo mejor por ahora es obedecer la petición de su esposo.


Light abre los ojos de par en par y de forma impulsiva se pone en pie al escuchar a su padre y ver la reacción de su progenitora. Está dispuesto a reclamarle, a llevarle la contraria o a pedirle a su madre que lo haga entrar en razón, pero siente los dedos de su novio alrededor de su muñeca, y cuando sus miradas se encuentran es como si éste le dijera con ella que todo está y estará bien.


Elle es consciente que su sola presencia molesta a su suegro y que mientras continúe ahí, no hay manera en la que el señor Yagami se calme. Así que acepta marcharse, no sin antes situarse frente al malhumorado hombre y pedirle disculpas.


—Señor Yagami...— dice con apenas un hilo de voz. No sabe exactamente qué palabras utilizar pero siente la necesidad de decir algo—. Sé que es mi culpa que usted tenga una mala imagen de mí pero le juro que quiero mucho a su hijo.


Soichiro no responde, Elle no esperaba que lo hiciera, tan solo besa rápidamente la mejilla de su novio y le susurra un "hablamos en la noche" antes de salir por la puerta.


Light agacha la cabeza, sollozando lo más bajo que puede. Tiene miedo, no quiere que le pidan que se aleje de Elle, pero también está triste, no le gusta ver a su padre molesto y menos saber que es por su culpa. Así que cuando siente los brazos de su progenitor envolverlo en un abrazo rompe en llanto.


—No llores...— le pide con un tono suave de voz a la vez que le acaricia la espalda. Aún está molesto, pero admite que no hubo razón para perder los estribos; su hijo tiene diecisiete años y está enamorado, no hay nada malo con ello. Es parte de crecer aunque a él no le guste pensar que en un par de años ya no lo tendrán en casa.


Elle Lawliet no le desagrada, en lo absoluto, pero todo era más fácil cuando su pequeño solía pensar que los chicos eran feos y asquerosos. Por ello piensa que su reacción de hace unos momentos es entendible pese a no ser la correcta. Deben entender lo difícil que es para él asimilar lo que sucede; no solo acaba de enterarse que su hijo —el niño que ponía cara de asco cuando mamá y papá se besaban en la boca— tiene novio, sino que ahora también sabe lo que realmente hacían cuando se encerraban en la habitación y decían que harían tareas.


—Lo siento...— dice con la respiración agitada. Sonoros hipidos acompañan a sus lágrimas, las cuales humedecen la camisa de su padre al ocultar su rostro en su pecho.


Sachiko se acerca y también abraza a su hijo. Reconoce ese llanto como el de un niño consentido al que sus padres le acaban de alzar la voz por primera vez, pero no puede evitar sentirse triste al escucharlo sollozar.


—Light, tu padre no está enojado contigo, ninguno lo está— le acaricia el cabello a la vez que voltea en dirección a su esposo, como pidiéndole que diga algo.


—Prométeme que no volverás a ocultarme nada y que si alguna vez tienes dudas sobre algo, nos preguntarás a nosotros primero.


Light asiente y como respuesta, los brazos de su padre lo estrechan de nuevo.


Soichiro sabe que, muy a su pesar, su hijo ya no es un nene de cinco años y que deberá tener una plática sobre sexualidad con él, sobre todo luego de lo sucedido esa tarde, el no hacerlo sería como querer tapar el sol con un dedo.


Pero por hoy han sido suficientes emociones fuertes. Luego de la cena, cuando los ánimos se han calmado, sube hasta la habitación de Light y comen helado mientras su esposa —quien piensa que lo mejor es que sea un plática entre padre e hijo— se queda en la sala viendo televisión. Hablan de todo un poco hasta que, armándose de valor, le pregunta sobre Elle. En un principio Light duda, no quiere que se enoje de nuevo con él, pero sonríe al notar que el interés de su padre es sincero. 


—Pueeees, nació en Inglaterra— comienza con un leve sonrojo en las mejillas —, le encantan los dulces pero no le gustan los emparedados, no entiendo como no puede amar los emparedados, a mí me gusta mucho cuando mamá me los hace con huevito, ¿a ti no? El otro día le dije que... ¡No, espera!— Exclama con los ojos abiertos de par en par a la vez que menea la cabeza de lado a lado— ¡Tengo que hablar de Elle! ¡Sí! Ummmm, pues creo que nunca se peina y cuando está nervioso se muerde el pulgar así— imita el gesto y Soichiro ríe un poco —, yo creo que se ve muy lindo cuando lo hace— al decir lo último, su sonrisa se ensancha y el sonrojo en sus mejillas es más notorio.


Light continúa con su relato, desviándose una y otra vez del tema, sin notar que su padre luce tenso. Soichiro siente como si le retorcieran el estómago cada que escucha a su hijo utilizar palabras como "lindo", "adorable" y "perfecto" para referirse al otro muchacho, la única razón por la que no lo interrumpe para cambiar de tema es porque verlo sonreír lo vale.


Se siente aliviado tan pronto deja la habitación de Light, nunca pensó que llegaría el día en que quisiera pedirle a su hijo que cerrara la boca por un momento, su viejo corazón no está para ese tipo de conversaciones. Sin embargo el tema de Elle aún no finaliza, le falta hablar con el muchacho en cuestión para dejarle en claro un par de reglas que debe cumplir si quiere que su herramienta siga intacta.


oOo


Acostado en su cama, Elle al fin suelta un suspiro y cierra los ojos un momento. El día ha sido demasiado largo. Parece ser que la señora Yagami habló con su abuelo para ponerlo al tanto de la situación porque tan pronto llegó a casa el viejito ya lo estaba esperando con una caja de condones y un libro sobre educación sexual. Tuvieron una charla de "hombre a hombre" según él y le contó cómo eran los noviazgos en su tiempo, nada de pensamientos impuros ni toqueteos antes del matrimonio. Fue la plática más aburrida y senil que Elle ha tenido en su vida, y como si eso fuera poco, el rumor había llegado hasta Inglaterra. Hace unas horas, cuando su abuelo le leía la página 67 sobre enfermedades venéreas, recibió un mensaje desde el número de Near, aunque el remitente era Mello, cosa que no le sorprendió ya que, según Matt, esos dos andaban acaramelados últimamente.


Ahora tiene que esperar a que esos idiotas salgan de clases para hacer una videollamada y contarles lo sucedido, de lo contrario lo amenazaron con contarle a Light cosas vergonzosas de su pasado, como la vez que se quitó los zapatos porque creía andar una piedrita y terminaron evacuando el salón por el hedor. El problema es que no sabe qué tanto les contó Light, a veces su novio habla más de la cuenta pero no lo hace de mala fe, es solo que en su inocencia cree todo lo que Mello le dice y termina contando cosas que se debería guardar.


Lo único que se le ocurre es llamarle y preguntarle directamente para poder estar preparado para todas las posibles preguntas de ese trío de tarados, pero no sabe si es un buen momento luego de lo ocurrido, así que decide olvidarlo, ya pensará qué excusa inventarle a sus amigos y hablará con Light mañana si es que acaso para ese entonces el señor Yagami no se lo ha llevado del país.


Sin embargo en pleno drama juvenil, su teléfono comienza a vibrar sobre la mesita de noche. En un principio piensa que es Mello pero retiene el aliento y como acto reflejo se sienta sobre el colchón al ver la foto de su novio en la pantalla.


—¿Ho-Hola...?— Inevitablemente tartamudea al pensar que la persona al otro lado de la línea es su suegro y no Light.


—¡Hola, amor! ¿Estás ocupado? Porque yo no estoy ocupado y tengo taaaantas cosas que contarte.


Elle suelta un suspiro aliviado al escuchar su voz en vez de la del señor Yagami. De hecho él también tiene cosas que contarle, o más bien preguntarle, pero decide, como siempre, dejarlo hablar.


—¡Tienes el mejor suegro de todos!— Anuncia notablemente feliz aunque Elle duda de la veracidad de esas palabras—. Ya hasta te quiere. Luego de la cena hablamos de ti, le conté que eres de Inglaterra y que hablas bien bonito el inglés, no como nuestra vecina que piensa que por vivir dos meses en Estados Unidos ya puede, creo que hasta mi inglés es mejor que el de ella, ella ni siquiera se sabe el verbo to be, yo tampoco ¡pero es que es muy difícil! ¿Por qué rayos tienen que agregarle una S a la tercera persona!?


El pelinegro escucha atentamente y tiene la intención de corregirlo, de explicarle que está mezclando dos temas distintos pero prefiere no interrumpirlo, solamente se acomoda en su cama y continúa escuchando como la tarde del otro fue mejor que la suya.


—¿...Amor...?


Elle frunce el entrecejo al notar la voz de su novio más suave, casi preocupada.


—¿Qué sucede?— En un principio piensa que es algo relacionado al señor Yagami y lo enojado que estaba cuando dejó esa casa, pero lo que escucha lo deja sin habla.


—No estoy embarazado...— dice con notable tristeza. Lawliet sostiene el aliento, preguntándose por cuánto tiempo ese tema lo perseguirá — ¡Lo que significa que solo estoy gordo!


—¿¡Qué!?— Exclama alzando las cejas. Ciertamente su novio ha ganado peso los últimos días y los pantalones del uniforme le quedan más apretados en la zona de los muslos y glúteos, pero no entiende cuál es el problema, a él en lo personal le encanta —¡Light-kun es lindo tal y como es!


—¡Pero yo hasta ya sentía las pataditas!— Se lleva una mano hasta su pancita y la acaricia como si tuviera un bebé adentro, aunque sabe que lo único que tiene es la cena y el postre de su mamá.


—Seguramente son los diez tacos que te comiste ayer, amor. Te dije que no les pusieras tanto chile.


—Yo tenía antojos de ir a comer baleadas o arepas— dice haciendo un puchero —. Pero ya no podemos porque no son antojos, o sea si son antojos pero no de esos antojos, quizá solo es una solitaria que...


—Amor...— lo interrumpe — vamos a comer lo que quieras mañana, ¿te parece?


—¿¡De verdad!?— Sonríe y a su mente vienen todas las posibles opciones —¡Sí, me parece buena idea! ¡Tengo ganas de yuca frita con chicharrón! ¡O nuegados con chilate! Aunque no me gusta el chilate. ¡También escuché que las crepas están al 2x1 los martes y jueves! Podríamos ir por unas luego de comer y...


Como es usual, Light se desvía un poco del tema y termina contando sobre la vez que fue a comer con su familia a un puesto de la esquina y su padre tuvo diarrea una semana completa. Elle sonríe, esa facilidad para emocionarse hasta por el detalle más simple le parece adorable; y se pregunta que si la idea de ir a comer lo hace feliz, ¿cómo será su reacción cuando le proponga ir de vacaciones a Inglaterra? Aún no se lo dice porque no está seguro de si Light querrá acompañarlo cuando le diga el verdadero motivo del viaje. Claro que quiere tomarlo de la mano y caminar por las calles de su ciudad natal, mostrarle sus lugares favoritos y pasarla bien junto a sus amigos, pero también desea visitar la tumba de sus progenitores y no cree que a alguien le emocione la idea de ir a un cementerio, aunque posiblemente Light lo comprenda cuando le explique cuán importante es para él presentarlo como su novio en ese lugar en especifico, donde ahora yacen los restos de sus padres.


Pero para ello aún faltan algunos meses y todavía tiene que pensar en cómo ganarse a su suegro y sobrellevar las ocurrencias de su novio sin morir en el intento. Estar junto a Light es un peligro constante para su integridad física, sin embargo no existe nadie más con quien quisiera estar que no sea su Light-kun, su chico de ojos bonitos y pláticas infinitas.

Notas finales:

Me llena de emoción poder completar una historia más, aunque admito que estos dos me harán mucha falta T.T


Este fic lo inicié con la idea de hacer algo simple, relajado, lejos de tanto drama al que estoy acostumbrada (y que amo) y nunca pensé que fuera a gustar tanto :')


¡Muchas gracias por haber leído hasta acá y espero que lo hayan disfrutado tanto como yo adoré escribirlo!


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