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Sin miedo a quererte. por Girlyfairly

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El auto no se había detenido desde hace cincuenta minutos, y su emoción había desaparecido casi por completo luego de los primeros veinte. Había regresado a casa tan pronto como sus pies se lo permitieron, llegando hasta a correr para tener el tiempo suficiente, porque no quería vestir con lo primero que encontrase, no para esta ocasión que tanto había ansiado, su emoción era tal que a Sachiko ni siquiera le importó el desorden de prendas tiradas que su hijo dejó sobre la cama antes de partir con rumbo a la cafetería cercana donde había quedado de encontrarse con su cita. Sin embargo Light ya no reconocía sus alrededores, y no era que desconfiase de su novio ¿pero por qué tenían que ir tan lejos?

Shuunsuke mantenía una mano en el volante mientras con la otra acariciaba la pierna del castaño sin vergüenza sobre la tela del pantalón blanco, apretándole el muslo de vez en cuando, y aunque para Light era incomodo, solo había atinado a apoyar su cabeza sobre la ventana intentando reconocer algo familiar en aquella zona, hundiendo ambas manos en su entrepierna para evitar de cierta forma que los falanges de su novio siguieran subiendo, pero sin decirle nada, porque encontraba más incomodo el silencio entre ambos que las caricias del más alto.

—¿Dónde estamos exactamente?—. Se atrevió a preguntar dudoso cuando al fin el auto se detuvo frente a un establecimiento. La zona no lucía peligrosa o humilde en exceso, pero la cuadra parecía poco transitada.

—Hace mucho mis amigos me han recomendado este lugar —. Había rodeado el auto, ofreciéndole la mano luego de abrirle la puerta —No te dejes llevar por la apariencia, en verdad todos dicen que la comida aquí es la mejor —. Le besó la sien sobre los cabellos, tratando animarlo al notarle completamente desconfiado.

No era para menos, ni Shuunsuke pudo evitar arrugar la nariz con disimulo ante la pintura de un verde viejo descascarándose de las paredes del local, pero le sonrió a Light antes de tomarle la mano, atravesando con él la puerta de vidrio que estaba perdiendo su polarizado, adentrándose a un lugar donde la luz era tenue, y no de la manera elegante, más bien era que simplemente el restaurante  no tenía una zona destinada solo para los fumadores, creándose en el aire una extraña nube grisácea que junto a la mala iluminación volvía opaco el ambiente, tanto que a Light le fue difícil notar a la camarera apareciendo de repente por un lado, sonriente y con menús en mano invitándolos a pasar, llevándolos hasta una mesa de centro, pero Shuunsuke rápidamente había pedido una más cómoda, una de las butacas de equina, y Light simplemente suspiró con pesadez, dejándose arrastrar pues simplemente ya le venía dando lo mismo donde se sentaran, llegando así hasta una mesa redonda que se encontraba al fondo, casi inaccesible a la vista de los demás, acomodándose ambos sobre el asiento en semicírculo antes que la joven prometiese con una sonrisa que volvería en unos minutos.

—¿Algo se te apetece? —. Cuestionó el capitán unos segundos después sin despegar sus ojos de la lista de platillos, la cuál era muy poca.

—Yo quería ir a la taquearía de la esquina —. Refunfuñó, no disimulando su molestia se cruzó de brazos, sin ni siquiera abrir el menú que estaba sobre la mesa.

Shuunsuke bufó por lo bajo, no entendiendo porqué seguía en ese juego sin sentido, quizá porque él si se había ensañado en conseguir lo que meses atrás había pactado con sus amigos a manera de diversión, pero el tiempo se le había acabado hace mucho y todos lo habían dejado en el olvido, sin embargo el morbo y curiosidad de Shuunsuke seguía en pie, quien teniendo en mente lo que quería, se deslizó sobre el asiento y abarcó con uno de sus brazos  la cintura del otro, jalándolo hacia él de manera suave, e intentando comportarse como el novio más comprensible le tomó por la quijada, acercando su rostro al del castaño hasta besarle la mejilla, rápidamente intentando buscarle los labios.

—Espera... es mi celular —. Suspiró, alejándose un poco al sentir el aparato vibrando dentro de su bolsa, sonriendo de nuevo inevitablemente al leer el nombre del remitente.

De: Elle ^-^

AhhhhhKjrwbiuvrwui

Light se quedó confundido por unos segundos, no era el primer mensaje que recibía ese día por parte de su amigo, mientras venia en el auto con Shuunsuke había recibido algunos cuantos cada que se detenían en algún semáforo, y Elle solamente le había escrito para cosas "extrañas". Como por ejemplo: "Light-kun ¿de qué lado debo de abrir la leche?", "Light-kun, una hormiga me picó el dedo, ¿qué hago?", "Light-kun, ¿crees que el azul sea un color que favorece a mi tono de piel?", y Light, con una sonrisa en los labios y el corazón a mil, le había contestado a cada uno de ellos, pero éste último carecía de todo sentido, preguntándose si lo ideal era escribirle o llamarle a su amigo para saber si algo ocurría, aunque prefirió asumir que se había equivocado, por lo que decidió guardar su teléfono, pero en lugar de regresar a los brazos de su novio, tomó el menú para ver que iba a comer ya que estaban ahí, aunque las opciones eran limitadas.

Sentado en una mesa, casi al centro del restaurante, Elle Lawliet bajó un poco la carta con la que cubría su rostro mientras fingía leer los precios de los platillos, viendo por sobre los lentes oscuros a la pareja que era su objetivo en estos momentos. Tomó su celular con cuidado, escribiendo con una sola mano.

Elle: ¡Estuvieron a punto de besarse!

Mello: ¿Queeeé?, ¿y te lanzaste contra él para detenerlo?

Elle: No, quise llamarle pero de haberlo hecho habría descubierto que estoy aquí, por lo que le mande un mensaje

Mello: ¿Y qué le escribiste?

Elle: ¡Nada!, entré en pánico, solo apreté todos los botones y lo envié.

Near: Elle, estamos en clases, deja de estar jugando al detective y vete a casa.

Matt: Además... ¿no crees que te estás pasando?

Elle: Pero si ustedes son los que me dijeron que intentará arreglar las cosas con él.

Near: ¿En qué momento dijimos que arreglar las cosas incluía que lo siguieras como un rarito?

Mello: ¡Ayyyy!, no les hagas caso Elle... pero ya que estás ahí, ¿por qué no los grabas con disimulo para ver?

Matt: ¡Mello presta atención que luego no entiendes la clase!

Mello: Pero tú tampoco la entiendes.

Matt: Si, pero tengo la esperanza de que tú si entiendas para que me expliques.

Near: No quiero a ninguno de los dos luego en mi casa preguntando sobre la tarea.

Elle: Ya, dejo de molestar pues, y no Mello, no te mandaré ni un vídeo, si Light me descubre creerá que estoy loco o que soy raro.

Matt: Es que si estás loco.

Near: Y también eres raro.

Mello: ¡No les prestes atención Elle!, pero creo que el profesor se ha dado cuenta que tengo celular escondido con el libro. ¡No sé te olvide contarme todo!, y escríbeme si necesitas otro buen consejo como el plan  de atiborrarlo de mensajes para evitar que haya acercamiento entre esos dos ;)

Near: Por los consejos de Mello estás donde estás, además sus mensajes fueron de lo más tonto, ¿quien le pregunta a otra de qué lado abrir la leche si el cartón lo trae señalado?, aunque más me sorprende que Light te haya contestado.

Matt: No entiendo cómo se toma el tiempo de contestarle al idiota este cuando debería estar disfrutando de su cita.

Mello: ¿Que no es obvio?, es porque Elle es el indicado *-* solo falta darles un empujoncito para que ambos se den cuenta <3

Elle: Ok Mello te has vuelto a desviar del tema.

Matt: Mihael está desviado desde que nació

Near: ¡Ya!, nos van a terminar confiscando los teléfonos -.- mejor dejemos que Elle haga lo que crea conveniente, y si necesitas un consejo, piensa bien a quién vas a pedírselo (aún no me puedo creer que vayas por la vida pidiéndole consejos a Mello), adiós.

Elle sonrió ladino antes de guardar su celular, tomando un poco del agua de cortesía que hace unos minutos le habían llevado, y alzó la vista para seguir con su labor, casi atragantándose al ver la escena frente a sus ojos, ¡se estaban besando!, ¿cuánto tiempo se habían distraído como para que Shuunsuke ya le estuviese comiendo los labios de manera tan... íntima...?, debía respirar y alzar más el menú porque había captado la atención de algunos comensales cercanos por el leve escándalo de su casi muerte ahogado. Tomó su celular rápidamente dispuesto a mandar el décimo mensaje con tal de interrumpirlo tal y como había hecho desde que comenzó a seguirlo. Si, los llevaba contados, sin embargo detuvo sus dedos, ¿por qué le molestaba verlos besándose en primer lugar? Es decir, era lo más normal que dos enamorados podían hacer...¡Argh!, ¿pero por qué tenía que ser con el imbécil de Shuunsuke?, ni siquiera era tan guapo, ¿qué le veía Light de todas formas?, ¡hasta Lawliet se consideraba más guapo que ese tipo...!, bueno... solo debíamos quitarle a Shuunsuke el perfecto cabello dorado cuyos sedosos mechones caían agraciadamente hacia dónde quisieran, su fornido cuerpo e impresionante altura de casi uno noventa y dos, sus perlados dientes junto a esos cerúleos ojos... Elle refunfuñó mientras arrugaba la nariz, no podía negar que el tipejo si parecía un Ken, no por nada la mayoría de chicas de la escuela mojaban bragas por él. Pero no, no y no. No estaba tranquilo de ver lo que veía, ¿es que acaso no les hacía falta el aire?, de seguir así tendría que llevar a Light al hospital por asfixia, ¡carajo!, ¿¡por qué le incomodaba tanto!?, comenzaba a creer que si estaba loco pero no le importaba, tomó su celular nuevamente, esta vez más decidido, pero no hizo falta su intervención, la camarera con charola en mano interrumpió a aquella pareja al momento que colocó los platillos sobre la mesa, haciendo una leve reverencia antes de partir.

Light, aún sonrojado, se removió sobre la butaca, alejándose un poco de su novio para tener comodidad al comer. Definitivamente a su madre no le iba a gustar saber la manera en la que esa mesera lo había encontrado, así que simplemente lo omitiría, ella estaba demasiado emocionada y él le había prometido contarle todo al llegar, pero omitir ciertos detalles no es mentir, ¿verdad?, además se sentía demasiado feliz como para pensar en ese vergonzoso momento, ¡Shuun lo había besado en público!, creía que en cualquier momento su corazón le saldría disparado por la boca de seguirle latiendo así, y ni hablar de sus labios, los cuales aún se sentían hinchados luego de semejante beso.

—¿Qué no piensas comer? —. Interrumpió Shuunsuke al ver que Light parecía andar en las nubes, y el mayor no pensaba pasarse toda la tarde en ese lugar de tan mal gusto. El castaño dio un leve respingo, tomando de manera apresurada su tenedor y cuchillo para repetir las acciones de su novio, cortar su carne y llevar un trozo a su boca.

—Sabes...hace unos días comencé a aprender inglés... con tutoriales de Internet —. Sonrió, diciendo lo primero que vino a su mente con intenciones de romper el hielo,  Shuunsuke pareció agudizar la mirada molesto porque instantáneamente sintió que aquel ojeroso estaba presente en esa oración, pero Light no notó el cambio en el semblante de su novio —... Inglés es la única materia que me cuesta, pero si logro aprenderlo tendré una perfecta calificación de diez en todas las clases, además Inglés lo hablan en casi todos los países, entonces tengo que saber hablarlo si algún día quiero viajar, imagínate que este año nos llevasen a otro país de campamento, es imposible pero sería genial, ¿no crees?

—Si, claro —. Contestó sin ganas, sacando su celular para revisarlo de manera aburrida.

—¿Te acuerdas del campamento del año pasado?, yo me divertí mucho, extraño estar ahí, podía verte todos los días, solo debía esperar a que todos se durmiesen y tú me esperabas afuera, recuerdo que andabas una camisa verde musgo la primera vez que te vi... se te veía muy bien —. Susurró sonrojado, llevando un poco más  de comida a sus labios —Ya no te la he visto puesta, ¡deberías usarla en nuestra próxima cita!, ¿puedo elegir yo nuestra próxima salida? —. Shuunsuke enarcó una ceja antes de dejar su celular de lado.

—¿Próxima salida?, a ver Light, no te confundas, esto no será de todos los días, hoy fue porque  te dije que el entrenador había suspendido el entrenamiento, pero recuerda que aún debemos ser discretos.

Light mentiría si dijese que eso no lo desanimó aunque fuese un poco, sin embargo tampoco permitiría que le afectase tanto, por lo que deslizándose sobre la butaca deshizo el poco espacio que había entre ellos, teniendo el acceso directo a abrazarlo, rodeándole la cintura con ambos brazos mientras apoyaba su cabeza sobre el hombro del otro.

—Aii, pero yo no digo que deba ser ahorita, podemos planearlo para salir de nuevo, quisiera que fuéramos a patinar, no puedo mucho pero...

—¿Entonces cuál es la gracia de ir si no puedes? —. Interrumpió burlón, su voz inyectada de sorna contrastando en gran manera con la melosa de Light.

—Pero podrías tomarme de la mano y enseñarme —. Sugirió aún de manera mimada, sin embargo podía ver a su novio  más ocupado en contestar un mensaje con la otra mano que en prestarle atención.

—Mejor aprende y después vamos, sería demasiado aburrido para mí hacerla de niñero.

—Entonces vamos a otro lado, ¿dónde quieres ir? —. Se mordió los labios cuando la única respuesta que recibió fue un encogimiento de hombros, no más. ¿De qué se supone que debía hablarle ahora?, era la primera vez que estaban solos uno al lado del otro sin que Shuunsuke le estuviese metiendo mano, y podía asegurar que se sentía como estar junto a un extraño en lugar del chico que había sido su novio los últimos cuatro meses, aunque realmente solo podría decirse que eran  dos ya que el capitán se había desaparecido durante las vacaciones, el problema es que Light si había marcado en su calendario el día que cumplían un mes más aunque no estuviesen en contacto —Shuun, ¿qué te gustó de mí en el campamento como para que quisieras hablarme? —. Se atrevió a preguntar de manera apagada cuando pasaron unos segundos sin que alguno dijese algo.

El aludido despegó si vista del teléfono antes de rodear a su novio con un brazo y sonreír de manera galante.

—Te lo dije desde el primer día, ¿no...?, siempre me gustaron tus labios —. Contestó decidido, acercándose al rostro del otro para consumar con un beso su cursi acto.

—Dijiste que te gustaban mis ojos, ¿lo recuerdas? —. Ladeó el rostro, manteniéndose cerca del muchacho solo porque Shuun aún le rodeaba la cintura, pero que sus propios brazos habían dejado de abarcar a su novio, notablemente decepcionado —Decías que te gustaba como la luna se reflejaba en mis pupilas mientras sentados frente al muelle no nos despegábamos la vista.

—Ah, si claro, lo recuerdo —. Sonrió nervioso, intentando una vez más cumplir su cometido de atrapar aquellos labios con los suyos.

—¿Y que más me decías? —. Lo rechazó de nuevo, escuchando claramente el bufido que el mayor no pudo retener al haber quedado la boca del otro cerca del oído de Light.

No quería besarlo, de hecho hasta la cercanía entre sus cuerpos le incomodaba en estos momentos cuando su corazón ya no latía con la misma emoción de hace unos minutos. Quería escucharlo decir las de cosas que en esa excursión le susurraba al oído cada noche, quería idiotizarse con el brillo que se formaba en aquellos ojos color zafiro cada que su dueño hablaba de fútbol, quería tomarlo de la mano y platicar caminando por la vereda mientras comen un helado, llevarlo a cenar con su madre, presentarlo con su padre, quería que su noviazgo y amor también existiese fuera de las cuatro paredes que conformaban la habitación de su novio. Sin embargo los pensamientos de Shuun distaban mucho de lo que Light esperaba, y es que fingiendo indignación se cruzó de brazos, frunciendo el entrecejo sin desear disimular su molestia.

—¿En serio vas arruinar nuestra cita por lo que te dije el año pasado?, ¿cómo esperas que lo recuerde? —. Espetó, porque le convenía más hacerse el ofendido antes de cometer el error de decirle a Light algo que posiblemente se lo había dicho a alguien más. No obstante el castaño no reaccionó como él creyó, y es que el Light no cambió su rostro de aburrimiento y decepción por uno de desesperación y súplica.

—¿Esto es una cita? —. Masculló mordaz, apoyando su quijada en la palma de su mano —Yo si recuerdo hasta como olía tu cabello.

—Recordar insignificantes detalles no significan que ames más —. Molesto, tomó de nuevo su teléfono celular, ambos pulgares comenzando a deslizarse sobre la pantalla táctil.

—Claro, podría atesorar más recuerdos, saber tus miedos, sueños y anhelos, pero estoy limitado a aferrarme solamente a esos detalles que llamas insignificantes... — masculló lo último, no pudiendo evitar estirar el cuello al saberse ignorado, intentando así  ver lo que su novio escribía —¿Con quién hablas?

—No es de tu incumbencia, y termina de comer que ya nos vamos.

—No tengo hambre —. Contestó con rapidez apartando el plato, sintiéndose molesto al no haber captado la atención del otro con el intencional ruido de los cubiertos chirriando sobre la porcelana —¡Guarda eso cuando hables conmigo! —. Su mandíbula se tensó al momento que llevó una mano al dichoso aparato, no arrebatándoselo pero si tomándolo con fuerzas.

Shuunsuke tardó unos segundos en reaccionar, quizá porque le había sorprendido la manera de actuar tan exasperada de Light. Sin embargo esos ojos llenos de rabia no le hicieron temer, en cambio, y por mera reacción natural de su cuerpo, tomó de manera brusca la muñeca de Light.

—¡Jamás me ha gustado que tomen mis cosas sin permiso así que suéltalo! —. Farfulló con suficiente disimulo como para no llamar la atención de los demás.

—¡Elle dice que es de mala educación prestar más atención al celular cuando estás hablando con alguien!

Error... el entrecejo de Light se apretó más dejando cualquier molestia y formando una mueca de dolor al momento que Shuunsuke ejerció más fuerzas alrededor de su muñeca.

—¿¡Dijiste Elle!?, ¡claro!, ¡Elle esto, Elle lo otro!, ¿¡es lo único que tienes en la cabeza, verdad!?

—Suelta... —. Pidió cabizbajo apenas con un hilo de voz, jalando su brazo disimuladamente para librarse del agarre, pero sin querer llamar la atención de los demás, aunque había notado alguna que otra curiosa mirada.

—¡Te gusta el ojeroso ese!, ¿verdad? —. Le tomó de la barbilla haciéndolo alzar el rostro con cierta rudeza —¿Te anda cogiendo? —. Los ojos de Light no pudieron abrirse más, olvidando el dolor en su muñeca negó frenéticamente con la cabeza, pero a Shuunsuke no le pareció creíble, cegado por los celos y con su ego herido lo soltó de forma grosera antes de retirar algunos billetes de su bolsillo y aventarlos sobre la mesa —¡Vámonos!

-_-_-_-

Intentó ser lo más cuidadoso al abrir la puerta de su casa, sin embargo el ligero chirrido de ésta llamó la atención de la mujer que veía televisión en la sala, quien dejando sobre el sofá el control remoto se puso de pie de manera apresurada, llegando hasta la entrada y abrazando al recién llegado.

—Tu padre piensa que te pasaste la tarde en la biblioteca —. Susurró Sachiko, viendo con disimulo hacia las escaleras para asegurarse que el hombre mencionado no aparecía por ellas —Soichiro debe estar durmiendo, dijo que se sentía cansado, así que podrías acompañarme a la sala mientras me cuentas todo, ¡muero por saberlo! —. Juntó las manos emocionada.

Light esbozó una leve sonrisa, la mejor que pudo, sabía lo que le había prometido, y esperaba estar el doble de emocionado que ella al regresar. Sin embargo en estos momentos no se sentía capaz de mentirle diciéndole que todo había estado perfecto,  pero también sabía que ella se preocuparía si le decía que no quería hablar de ello.

—¿Y si mejor te lo cuento en mi habitación? —. Sonrió, Sachiko asintió con rapidez, le venía dando lo mismo donde fuese —Pero antes quisiera tomar una ducha y ponerme  la pijama, ¿está bien? —. Preguntó suave buscando la aprobación de su madre.

—Claro que si, mi niño —. Enternecida, le enmarcó el rostro con ambas manos antes de ella ponerse de puntilla y besarle la frente —Ponte cómodo, yo terminaré de ver mi película y luego subo.

Light asintió antes de subir a su habitación, en la cual se encerró bajo llave con rapidez, y quedándose de espaldas contra la puerta subió el manga de su chamarra, viendo sobre su muñeca las tenues líneas que los dedos de Shuun habían dejado en su piel. Dejó salir el aire por la boca a manera de sentir su pecho menos cargado, quitándose luego la ropa y colocándose un pijamas manga larga antes de lanzarse bajo las sabanas con el Sr. fluffy en brazos, cerrando los ojos por un momento.

Y ya sentía sus ojos anegarse bajo sus párpados cuando su celular sobre la mesita de noche comenzó a vibrar, dejándolo ahí por varios segundos sin ánimos de contestar, tomándolo con pereza al momento que se dio cuenta que éste no se detendría si no contestaba, y Light sabía de quién se trataba, de la única persona por la cual su celular funcionaba para algo más que tomar fotos.

—¿Light-kun? — Habló Elle con premura tan pronto escuchó la llamada ser conectada, pero sin que la persona del otro lado dijese algo —¿Puedo ir a tu casa para hablar?, quiero saber cómo te fue —. Se mordió el pulgar nervioso, escuchando a su amigo suspirar con un poco de pesadez.

—¿No podríamos dejarlo para después?, te cuento lo que quieras mañana en el colegio —. Moduló la voz lo mejor que pudo, pero su respuesta provocó el silencio entre ambos.

—¿Estás bien? — Preguntó despacio algunos segundos después. Sabía que con lo despistado que era, en otra ocasión probablemente no habría notado la inusualmente apagada voz de su amigo.

—Sí, estoy bien, solo tengo sueño —. Elle chasqueó la lengua, también sabía que en otro momento esa respuesta le habría sido suficiente, ¡pero él había estado presente, joder!, la única razón por la que no se había dirigido a aquella mesa para interrumpirlos cuando Shuunsuke se puso pesado fue a causa de la camarera, quien por octava vez llegaba a preguntar si estaba listo para ordenar. Aún  se recordaba saliendo del restaurante con rapidez para tomar su motocicleta y seguir el auto que iba a toda prisa. Así que luego de todo por lo que había pasado esa tarde, una simple respuesta a través del teléfono no le era suficiente, ¡necesitaba verlo y asegurarse que si estaba bien!

—No me importa, ya estoy en tu patio, no vine desde mi casa como para que no me atiendas —. Espetó, mentiría si dijese que no se sentía un poco exasperado, pero se relajó cuando luego de un bufido, escuchó un suave "está bien".

Guardó su celular y esperó a que la ventana se abriese antes de comenzar a escalar, ésta no era la segunda vez que lo hacía, y cada vez era más fácil, ya ni siquiera necesitaba la ayuda de Light para pasar un pie sobre el marco de la ventana y adentrarse a la habitación, lo cual era una suerte ya que el castaño había regresado a su cama en lugar de esperarlo emocionado de pie como otras veces.

—¿Y bien? — Se sacudió un poco el pantalón a la altura de sus rodillas antes de tomar asiento junto a su amigo al borde del colchón —¿Cómo te fue? — Light se encogió de hombros, abrazando al oso contra su abdomen —¿No fue como esperabas? — El castaño negó con la cabeza —¿Discutieron? — Asintió, Elle se acercó un poco más y le pasó un brazo sobre los hombros —¿Y por eso estás así? — Asintió de nuevo.

—Elle...¿Tú te aburriste el día que fuimos a patinar? — Preguntó suave separándose un poco de su amigo para poder verlo a los ojos, viéndolo enarcar una ceja levemente confundido.

—¿Qué...?, ¿por qué me habría aburrido?, a mí me encanta patinar —. Sonrió, pero esa respuesta no pareció animar al menor.

—Si, a ti te encanta pero yo no puedo, ¡fue una mala idea sugerir hacer algo que no puedo! — Farfulló, pero que su sobresalto no perturbó la calma del pelinegro.

—¿De qué carajos hablas?, ¿crees que yo fui la primera vez y solo de pisar el hielo ya podía patinar?, a mí también me enseñaron Light-kun, de hecho fue más divertido cuando me acompañaste que hacerlo solo —. Insistió, envolviéndolo de nuevo con los brazos en su intento de hacerlo sonreír, porque era extraño verlo tan-no-él  —A ver, ¿qué te hizo el imbécil de tu novio?

—Nada... — Susurró, ocultando su rostro en el cuello del otro.

—No puede ser nada, sino fuese nada no estarí... — Se detuvo abruptamente y tomando a Light por los hombros lo separó de su cuerpo al momento que sus oídos captaron algo parecido a un sollozo —¿Estás llorando...?, ¿Por qué lloras? — Preguntó consternado mientras Light se limpiaba rápidamente las mejillas con el dorso de la mano, haciendo un esfuerzo sobrehumano por no dejar escapar más lágrimas.

—Porque estoy triste...

—Respuesta inteligente... — Sonrió de nuevo, enmarcándole el rostro y limpiándole las mejillas con los pulgares — Es obvio que estas triste, pero dime el motivo.

—No lo sé... — Desvió la mirada, y Elle se acercó un poco más sin soltarlo, haciéndolo regresar la vista de manera suave.

—Si sabes Light-kun, dímelo —. El aludido suspiró antes de morderse los labios, no creyendo poder retenerse más.

—Es que... Shuun siempre me ha dicho que debemos ser discretos —, masculló —y nunca me había importado porque siempre decía que no sería así por siempre, ayer no pude dormir pensando en cómo sería salir con él, pero nada fue como pensé... — Se restregó los ojos de manera brusca con sus manos hechas puño antes que Elle lo tomase con suavidad por las muñecas para evitar que se hiciese daño.

—¿Y qué esperabas de él?

—¡No lo sé!, ¿¡pero por qué ir a un lugar tan feo que además estaba lejos!?

"Porque es un maricón de closet que jamás admitirá que tiene algo contigo aunque te lo haya prometido" pensó, sin embargo no permitió que esas ideas se articularan en sus labios, porque aunque era la verdad, ni él se creía tan cruel como para decirla.

—A lo mejor él no es el indicado —. Intentó animarlo sacudiéndolo suavemente de los hombros.

—¿¡Pero entonces quien...!? — Farfulló, no pudiendo retener más los dos espesos lagrimones que descendieron desde sus ojos, los cuales dejaron inerte a Elle —Es decir... —, masculló intentando mantener la calma en vano —tú empezaste a estudiar ahí este año, y ya tienes a alguien que suspira como tonta cada que te ve, ¡Misa obligó a sus amigas a practicar un rato luego de clases por una semana completa para poder darte la sorpresa de la presentación!

—¿Quieres que no vaya con ella al baile? — Preguntó dudoso rascándose la mejilla con el dedo índice.

—¡No! — lo interrumpió con rapidez —¡Solo quisiera que alguien me viera como ella te ve, alguien que va por ahí diciéndole a sus amigos todo lo que le gusta de mi, alguien sin miedo a quererme aun cuando probablemente se gane las burlas del resto por tratarse de mi! — Elle se mordió los labios, y es que Light siempre sonreía tanto que escucharlo desear algo con tanta desesperación realmente dolía.

—¿Y crees que ese "alguien" es Shuunsuke? — el castaño relajó sus facciones antes de que sus ojos se llenasen de decepción, agachando la cabeza —Estoy seguro que tú siempre, o al menos la mayoría del tiempo, has sabido que él no va a cumplir ni la mitad de las cosas que promete, también me atrevería a decir que la única razón  por la que aceptaste ser su novio junto a las condiciones que conllevaba era porque de alguna manera te sentías menos solo pero... ¿por qué sigues con él?,  eres demasiado para conformarte con tan poco, Light-kun —. Tomándolo por la barbilla le alzó el rostro al decirle lo último.

—Porque me gusta —. Masculló, quedándose completamente inerte al percatarse de la cercanía que había entre ambos rostros, los labios delgados pero suaves de su amigo habían captado su atención.

—¿Y?, puede gustarte alguien más —. Guiñó un ojo intentando animarlo, de aquellos ojos color miel ya no seguían descendiendo más lagrimas, pero sus mejillas aún se sentían húmedas junto a los surcos que se habían formado en ellas, y la actitud del castaño seguía sin ser la de siempre.

—Es que ya me gusta alguien más —. Confesó, sintiendo sus pulmones quedarse sin aire antes de desviar la mirada —Pero con él tampoco sería posible, ya le gusta otra persona.

Elle entreabrió los labios para decirle cualquier cosa para intentar hacerlo sonreír y preguntarle de quién se trataba el afortunado con tal de mantenerlo distraído del imbécil de su novio, pero ambos dieron un respingo sobre el colchón cuando alguien llamó a la puerta, y Elle creyó palidecer más cuando escuchó la voz de Sachiko.

—¡Si mami, aún estoy despierto! — Vociferó mientras se ponía de pie como un resorte, tomando a su amigo de la muñeca para jalarlo consigo, viendo hacia todas partes de su habitación, desesperado —¡Solo... me estoy cambiando!, ¡ya voy! — Sonrió cuando vio su closet entreabierto —Tengo una idea... — Susurró mientras jalaba a Elle, quien se detuvo en seco al entender las intenciones del otro.

—Light-kun, ahí es muy pequeño, simplemente bajaré por donde subí —. Intentó soltarse del agarre de su amigo pero éste no cedió.

—¡No podrás bajar a tiempo!, solo será un rato, ella no estará mucho —. Murmuró de nuevo, acercándose al pelinegro para asegurarse que solo él lo escuchase.

—¿Y cómo esperas que entre ahí? — Vio con desconfianza el pequeño y oscuro lugar sobre algunos zapatos de su amigo, entre las prendas colgadas en ganchos del mismo, recordando que tampoco le gustaba mucho la oscuridad.

—Solo abraza tus piernas, debes encogerte lo más que pueda, no será tan difícil, lo prometo, ¡por favor!, luego yo hago lo que tú quieras —. Juntó las manos en señal de súplica, haciendo aquellos ojos que al menos con su madre funcionaban bien.

Elle estaba dispuesto a renegar otra vez, pero un nuevo golpe en la puerta lo hizo tomar la posición que Light le había dicho con una velocidad que él mismo desconocía, viendo a su amigo una última vez antes que éste cerrase la puerta corrediza. Light se dirigió con premura hasta la entrada de su habitación, limpiándose las mejillas y tomando aire antes de tomar la perilla.

—¿Por que habías cerrado con llave? — Fue lo primero que Sachiko cuestionó antes de adentrarse a pasos lentos y dudosos al lugar.

—Estaba cambiándome —. Sonrió intentando ocultar su nerviosismo al verla pasear sus ojos por toda la recámara como buscando algo fuera de orden, rogando que no se le ocurriese fijarse en el armario.

—Últimamente cierras tu puerta con llave, antes no lo hacías —. Enarcó una ceja, cruzándose de brazos como quien espera una explicación.

—Lo siento —. Murmuró cabizbajo —No pensé que eso te molestaría.

Sachiko relajó su entrecejo, debía estar exagerando, Light jamás le había dado problemas como para desconfiar de él, admitía sobre protegerlo desde que unos años atrás creyó que lo perdería. 

—Tú discúlpame a mí, solo estoy actuando como una madre paranoica —. Sonrió antes de tomar la mano de su hijo y dirigirse con él a la cama —Mejor hablemos de lo que teníamos pendiente —, lo codeó suavemente mientras le guiñaba el ojo, haciendo realmente sonrojar al menor —¿qué tal te fue con Elle?

El pelinegro tuvo que llevarse ambas manos a la boca para evitar emitir el jadeo de sorpresa que casi escapa de ellos, solo tenía pocos minutos ahí metido y ya no sentía las piernas, ansiando que la señora Yagami se marchase pronto, pero jamás esperó escuchar lo que escuchó. Y Light se mordió la lengua molesto consigo mismo por haber olvidado que según su madre la cita había sido con su amigo.

—Bien... fuimos a comer —. Contestó nervioso y completamente sonrojado, sabiendo que Elle los estaba escuchando.

—¿Solo bien?, anda cuenta todo que no me quedé desesperada por tu regreso como para que solo me digas eso —. Dio un leve brinquito, emocionada, intentando animarlo a hablar.

—Bueno... — Desvió la vista, recorriendo con ella toda la habitación, hasta que recordó algo que él mismo había guardado con cuidado en una de las gavetas de su escritorio, por lo que poniéndose de pie se dirigió hasta él con rapidez —primero me regaló estas flores de cerezo que encontró por ahí —. Dio un leve respingo ante el gritito que su madre ahogó entre sus manos, pero decidido a seguir con su farsa regresó al colchón junto a ella para entregarle la rama.

—Las flores están muy bellas aún... ¿y a dónde te llevó? — murmuró sin poder dejar de verlas, no notando a su hijo llevándose el pulgar a la barbilla de manera pensativa.

—¡Fuimos a comer hamburguesas! — Exclamó al fin con los ojos completamente abiertos, y casi olvidando al muchacho que aún estaba en el closet, soltó la lengua —Elle es tan gracioso, aunque creo que no es su intención serlo —, frunció el entrecejo de una forma que enterneció a la mujer —¡ah!, luego fuimos por un helado.

—¿En serio? — Se acomodó mejor sobre la cama, ansiosa por seguir escuchando, sonriendo al verlo asentir con tanta emoción.

—Siii, estar con él siempre es tan divertido, ¿sabías que siempre se lleva un pulgar a la boca cuando se encuentra pensativo...?, como la otra vez que fuimos a la biblioteca juntos, hablábamos muy suave para que la bibliotecaria no nos regañase, pero muchas veces lo descubrí mordiéndose el pulgar al concentrarse en su libro, ¡también le gustan los dulces!, la vez que fui a su casa su abuelo tenía una sección llena de pasteles solo para él, en los almuerzos siempre me regala su manzana si yo le regalo mi cupcake, como una vez que...

—¿Entonces si? — Interrumpió sonriente, aunque sabía que la pregunta que estaba por hacer quedaba de más, el brillo en los ojos de su hijo le daban la respuesta.

—¿Si qué? — Dejó caer el rostro hacia un lado, confundido.

—¿Te gusta tanto Elle?

Light lo dudó por unos segundos, recordando de pronto a quien tenía encerrado aún en su armario, pero Sachiko esperaba una respuesta, por lo que asintió despacio.

—Sí, si me gusta mucho —. Confesó completamente sonrojado, pero lo hacía solo para seguirle el juego a su madre, porque había tenido que mentirle y decirle que saldría con Elle, porque de haberle dicho que sería con Shuunsuke ella no lo hubiese dejado sin antes conocer al muchacho, solo por eso había dicho lo que dijo para hacer feliz a su madre, pero en todo momento estuvo pensando en su novio... o al menos eso es lo que le haría creer a Elle.

 


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