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Sin miedo a quererte. por Girlyfairly

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Esa mañana Light se había decidido a seguir el primer consejo que Mello le había dado hace varios días atrás, era bastante  común pero no por ello menos romántico, aún así pudo sentir el sudor haciéndose presente en su mano con la que sujetaba el lapicero muy cerca de la página en blanco. Se acomodó mejor en la silla frente a su escritorio y se aflojó un poco la corbata de su uniforme en un intento de sentirse menos sofocado; no era la primera vez que escribía una carta, la última vez que había escrito una la había encontrado hecha puño en el basurero de los baños de los chicos, sin embargo su nerviosismo no se debía al temor de que su nota de amor fuese a tener el mismo destino, sabía que Elle no era como Shuunsuke. Aun así no tenía ni idea de como empezar, la página seguía en blanco y lo peor era que no tenía mucho tiempo, debía partir en pocos minutos si no quería llegar tarde a clases.

"No todos pueden ser un poeta como yo, solo dile lo que sientes sin pensarlo tanto."

Suspiró nervioso al recordar las palabras de Mello. El motivo principal por el cual su amigo le había aconsejado escribir una carta es porque el plan A –dile que te gusta viéndolo a los ojos– no había sido tan sencillo, prácticamente había terminado balbuceando incoherencias sobre los emparedados de atún antes de salir huyendo cada vez que lo había intentado. Pensó entonces que escribir sería más sencillo, pero el rostro de su destinatario venía a su mente, acelerándole el corazón y revolviéndole las palabras en su cabeza aunque no estuviese presente.

"Conozco a Elle, aunque se vea simplón ama estas cosas. "

Light tomó valor y el lapicero finalmente llegó al papel.

"Querido Elle..."

Tachar. No, eso sonaba demasiado formal.

"Elle..."

Tachar. Demasiado simple.

Dio un leve respingo cuando su madre llamó a la puerta pidiéndole que se apresurase para no llegar tarde a la escuela. No quería pasar un día más sin llevar a cabo su plan, en la tarde tendría una vídeo llamada con Mello y no quería tener que decirle que nuevamente no había podido. Así que guiándose con los consejos de Mello comenzó a escribir lo primero que se le venía a la mente, no regresando ni una vez para leer si lo escrito, tenía sentido debido a que no tenía mucho tiempo, simplemente su lapicero se movía con rapidez mientras su corazón se aceleraba en cada palabra, intentando expresar con ellas todo lo que sentía.

"Sé que tú eres un poco... inocente, Light. Pero no te limites, a Elle le gusta lo picante."

___

Ya habían pasado unos días desde el baile, podría decirse que las cosas durante el almuerzo habían regresado a ser normales, sin tanto cuchicheo debido a los diferentes dramas que se habían generado durante el  evento, ahora el ambiente de la cafetería era menos denso, las enemistades que se podrían haber creado a causa de malos entendidos y exceso de alcohol habían quedado atrás, tanto así que hasta Elle había obtenido el perdón de Misa y ahora compartía el almuerzo con ella.

—Deberíamos salir un día de estos luego de la escuela, ¿no crees? — Propuso Misa antes de tomar un poco más del flan que Elle le había regalado.

—Me encanta la idea, ¿a dónde te gustaría que fuéramos? — Se apoyó un poco más sobre la mesa para poder verla de cerca mientras sonreía, una sonrisa que le sonsacó un sonrojo a la chica.

—Pueeees, no sé —. Murmuró encogiéndose de hombros mientras desviaba la mirada nerviosa —Mejor dime tú a donde te gustaría ir —. Estiró un poco su brazo con cucharita en mano para darle de su postre a Elle como si de una pareja de novios se tratase.

—Podríamos ir por un café, no sé si te parece la idea.

Misa asintió sin dudarlo. La verdad que la propuesta de invitarlo a salir se debía porque quería conocerlo un poco más, pasar los almuerzos juntos no era suficiente, sobretodo porque casi nunca estaban solos.

—¡Si, claro! Realmente me gustaría conocer más sobre lo que te gusta.

—Me gusta el café caliente con crema chantillí —. Misa sonrió emocionada, pensando en su cabeza cuándo podrían llevar a cabo su cita. Sin embargo su sonrisa se borró al momento que Elle continuó —A mí me gusta con chocolate mientras que a Light le gusta con pequeños malvaviscos. Cada que vamos él me da del suyo y yo le comparto del mío...

Los labios de Elle continuaron moviéndose, sin embargo Misa dejó de prestar atención, la mano con la que sostenía la cucharita se cerró con fuerzas alrededor del utensilio. ¡Argh!, ¿¡Por qué carajo tenía que mencionar a Light Yagami!? Si de por sí ya era un milagro que ese chicle los hubiese dejado solos, ¿pero de que servía si al final de una u otra forma siempre estaba presente?

Y las cosas para Misa simplemente empeoraron cuando vio al castaño caminando hacia ellos, acercándose a Elle por detrás antes de pasarle los brazos alrededor de su cuello, ¡justo enfrente de ella!

—¡Elle, te estaba buscando! — Asomó su cabeza por uno de los costados de su amigo, quien sonrió mientras de forma rápida acariciaba los brazos que le rodeaban.

—Te dije que estaría aquí, ¿por qué tardaste tanto? — Light desvió la mirada y prefirió tomar asiento al lado de su amigo sin responder su pregunta. Honestamente el corazón aún le latía con demasiada prisa esperando que nadie lo hubiese visto deslizando su carta en el casillero de Elle —Justo estábamos hablando de ti —. Continuó el muchacho unos segundos después, un poco extrañado por verlo cabizbajo y a la vez tan callado, sin embargo Light no pudo evitar parpadear con rapidez y alzar el rostro sorprendido al escuchar lo último.

—¿¡De mi!?, ¿¡qué hablaban de mi!?

—En que deberíamos ir por un café un día de estos —. Elle prácticamente tenía el rostro de lado viendo directamente a Light, ignorando que la chica frente a él se había cruzado de brazos, notablemente molesta.

—¿¡De verdad!?, ¿¡ yo también puedo ir!? — Preguntó removiéndose emocionado sobre el asiento, no sabiendo interpretar el porqué Misa se había puesto tan roja.

"¡No, por supuesto que no!" Gritó en sus adentros.

—Sí, claro —. Contestó Elle sin más, sonriéndole a su  amigo con completa sinceridad. Y Misa se tuvo que aguantar cuando vio al castaño abrazar de nuevo a su Elle, no por nada se había ganado el sobrenombre de "el chicle Yagami"  últimamente, se la pasaba todo el tiempo encima del pelinegro, a quien Misa no le armó una escena ahí mismo solo porque aún quería llevar las cosas con calma, nada era seguro entre ellos todavía. Sin embargo Elle estaba muy equivocado si creía que ella iba a permitir que esa cita sea de tres.

_____

La última clase del día había sido la de educación física... y había sido un asco, no había atinado ninguna en el juego de tenis, simplemente no parecía estar concentrado. Elle había dejado caer la raqueta y corrido hacia él cruzando la red cuando lo vio caer al suelo luego que la pelota golpease su cabeza, le había ayudado a levantarse y de forma preocupada le había cuestionado si todo estaba bien ya que el día entero lo había notado "raro". Sin embargo Light había terminado inventando una excusa muy mala, supo por la mirada intrigada de su amigo que no le había creído ni una palabra, pero no había manera de explicarle que todo se debía a que el malestar estomacal causado por los nervios de saber que al final del día se encontraría una nota de su parte en el casillero iba en aumento mediante llegaba el momento.

Había suspirado sonoramente tan pronto la campana sonó, así no tuvo que inventar otra mentira que no hacían más que dejarlo al descubierto. En cambio se había dirigido aún con su uniforme de deportes a la zona de los casilleros asignados a los de su salón, ocultándose tras una fila de ellos que se encontraba casi al final mientras el resto de sus compañeros habían ido a las duchas. Él también sentía la necesidad de asearse, su uniforme de educación física consistía en una simple camisa blanca y un short azul que les llegaba a media pierna, claramente éste no cubría las rodillas, y las de Light lucían sucias por todas las veces que había caído sobre ellas intentando golpear la pelota, aún así la ducha podía esperar, no quería perderse el momento en el que Elle abriese su casillero y viese la nota, por eso trataba de mantenerse oculto donde sus demás compañeros no pudiesen o tuviesen dificultad para verlo, asomando solo un poco la cabeza mientras esperaba ansioso.

Según Mello, Elle no había tenido muchas novias y quizá eran muy pocas las que alguna vez le habían dado una carta, razón por la cual Light se sentía el doble de nervioso, realmente no quería estropearlo porque tampoco se había esforzado mucho en escribir algo más decente debido al poco tiempo que tenía. No obstante su pequeño conflicto interno se vio acallado cuando a lo lejos lo vio cruzar la puerta, su corazón dio un vuelco al verlo colocando la combinación en su candado, estaba completamente nervioso, las piernas le temblaban y las manos con las que se aferraba al borde de la fila de casilleros sudaban por la inquietud. Esperaba que al estar casi al final, nadie más pudiese verlo pero tampoco quería perderse la reacción que tendría su amigo, ¿le gustaría?, ¿le sacaría una sonrisa?, ¿la leería ahí enfrente de los demás?, ¿la guardaría con mucho cariño para leerla en casa? Sin embargo los planes de Light se vieron truncados cuando una mano cubrió su boca antes de jalarlo hacia atrás.

—Tenemos que hablar. Vamos a la azotea —. Ordenó susurrándole al oído mientras con el otro brazo le rodeaba la cintura pegándose a su cuerpo. Light reconoció al instante la voz del muchacho detrás de él, por lo que frenéticamente negó con la cabeza intentando alejarse, haciendo que Shuunsuke rechinase los dientes molesto —¿¡Por qué no!? — Cuestionó tensando la mandíbula, haciendo un esfuerzo sobrehumano para mantener la voz lo más bajo que podía —¿¡se te hace justo que me dejes así porque sí!?

Light tuvo el tremendo deseo de morderle la mano por semejante descaro, sin embargo la atención de todos fue captada por una escandalosa tos repentina, los dos muchachos que se encontraban ocultos pudieron escuchar a los presentes removerse agitados y algunos hasta jadear preocupados. Solo bastó que Light forcejease un poco para intentar asomar su cabeza de nuevo en un intento de ver a que se debía tanto escándalo, abriendo sus ojos de par en par al vislumbrar que era justamente alrededor de su amigo donde se había formado un semicírculo. Elle se estaba...¿¡ahogando!? Light se revolvió con más ímpetu impulsado por la necesidad de llegar hasta su amigo, no obstante Shuunsuke no estaba dispuesto a desperdiciar la oportunidad de haberlo encontrado solo, por lo que no le fue difícil sujetarlo con más fuerza, después de todo le llevaba ventaja al ser más alto y con un cuerpo más trabajado, un hecho ante el cual Light se rindió luego de unos segundos de forcejeo. Aún así no estaba dispuesto a irse con Shuunsuke y mucho menos dejar a Elle, seguía teniendo la boca cubierta por lo que gritar no era una opción, pero golpear los casilleros para llamar la atención de los demás si lo era. Pateó un par de veces el casillero frente a él armando un escándalo mayor al de Elle, ante el cual Shuunsuke lo soltó rápidamente antes de que alguien llegase a ver de qué se trataba, y a Light no le importó si el capitán seguía ahí o si había salido huyendo como un cobarde por miedo a que los viesen juntos, lo único que le importó es correr lo más pronto que pudo hacia su amigo, intentando abrirse paso entre el círculo que se había formado alrededor de él.

_____

Light dejó caer su bolsón al lado de la puerta de su dormitorio tan pronto se encerró en él, avanzó con desgano hasta caer sentado en su cama y tomó la laptop que había dejado sobre ella esa mañana, no emocionándose ni cuando una pequeña luz verde parpadeando a un costado del aparato le hacía saber que debía tener una notificación. Aún así se dirigió a la aplicación de mensajerías contestando el correo escuetamente, y no pasó mucho para que el destinatario de dicho correo cambiase de "ausente" "disponible".

Necesito que me digas cuando, cómo y dónde —. Dijo Mello dándole una mordida a su chocolate tan pronto la llamada conectó mostrándose en su pantalla la imagen de su amigo japonés.

—Hola, Mello —. Light suspiró sonoramente mientras se acomodaba mejor en su cama.

—Si, si, si. Hola, Mello. Hola, Light. Yo estoy bien, tú estás bien —. Agitó una de sus manos desesperado, ansioso por pasar a lo siguiente —Saltémonos eso ¿quieres? Mejor dime ¿le entregaste la carta o no?

—Si... bueno, algo así —. Se rascó una mejilla nervioso mientras desviaba la vista.

—¿Sabes algo? Cuando te dije que a Elle le gustaba lo sucio no era tan literal —. Comentó arrugando la nariz al ver la camisa de su amigo llena de polvo junto a los rastros de sudor que se habían secado sobre su rostro —Pero bueno, eso no importa. ¡Dime que te dijo! — El castaño se sonrojó y agachó la cabeza, en parte por lo que Mello acababa de decirle referente a su aspecto y a la vez porque no sabía cómo explicarle que no le había entregado la carta directamente tal y como habían quedado. Sin embargo sus facciones cambiaron a unas llenas de pesadumbre al recordar lo que ocurrió a la salida, un cambio que Mello notó fácilmente —Oye... ¿qué te pasa...? — Preguntó con más suavidad dejando su barra de chocolate sobre el escritorio, tragando saliva y acomodándose sobre su asiento temiendo que las cosas no hubiesen salido como lo esperaban.

—Es que Elle está enfermo y no sé que le pasa —. Farfulló con la voz quebrantada, comenzando a desesperarse de nuevo.

—¡Hey!, mantén la calma —. Le pidió con seriedad al verlo hiperventilar en un intento de retener las claras lágrimas en sus ojos —Primero dime que fue exactamente lo que pasó —. Su entrecejo se mantuvo fruncido, sin embargo eso no quería decir que no estaba preocupado por Elle.

—Es que... no sé, él estaba bien y luego ya no —. Se restregó nervioso los ojos con el dorso de sus manos antes de continuar —¡Tosía mucho...! Estaba rojo, s-sus labios estaban hinchados...y y ¡estaban morados! Y jadeaba... ¡parecía no poder respirar!, y luego la enfermera... ella llegó y se lo llevó... y-yo quería verlo, ¡pero ella no me dejó!, ¡Mello, realmente Elle se veía mal! — Se encorvó un poco y ocultó el rostro entre sus manos. El muchacho al otro lado de la pantalla no tuvo el valor de decirle que se calmara, de hecho su propio corazón ya palpitaba agitadamente de solo escucharlo —Me dijeron que regresara a casa... que ellos llamarían al abuelo de Elle...no quisieron decirme nada...y entonces ellos... yo quería...

—Light... — Interrumpió pero intentó hacerlo sin esa tosquedad que a veces le caracterizaba. Sabía que el castaño podía seguir y seguir... y seguir hablando pero estaba tan agitado que simplemente tiraba ideas sin ordenar —¿Ya intentaste llamarle? — Negó con la cabeza —Bien, le vamos a llamar para que te quedes tranquilo pero necesito que te calmes —. Explicó, recibiendo un asentimiento como respuesta mientras el muchacho se limpiaba las mejillas e intentaba modular la respiración para recuperar un poco la compostura.

Mello tomó su celular mientras buscaba a su amigo entre los contactos al no saberse el número de memoria debido a que recientemente Elle se había comprado su teléfono nuevo. Puso la llamada en altavoz y ambos la escucharon repicar.

—I'm busy. What you need? (Estoy ocupado. ¿Qué necesitas?)

—Si, yo también te extraño Elle, oh me alegra mucho escucharte querido amigo que solía compartirme de su chocolate ¡en kinder! — Espetó Mello ofendido ante el saludo tan simple de su amigo.

—Hablo en serio Mello, no estoy de humor. ¿Necesitas algo? — Light trataba de mantenerse lo más quieto que podía para no interrumpir, lo cual era muy difícil pues la emoción de escuchar que Elle seguía con vida era grande. Sin embargo al igual que Mello, él también escuchó la seriedad en el tono de voz del pelinegro.

—Te escucho... ¿molesto?, ¿ocurre algo? — Enarcó una ceja intrigado, aún con su brazo estirado para mantener el celular entre él y los parlantes con el fin que Light escuchase todo con claridad.

—Parece que alguien intentó envenenarme —. Bufó, sonsacándole un jadeo de asombro a Light, quien automáticamente se cubrió los labios luego de la señal que Mello le hizo con el dedo índice para que se mantuviese callado.

—¿Envenenarte...? Eso... o sea, ¿cómo pasó? — Elle suspiró fastidiado antes de dejarse ir de espaldas sobre su cama.

—Escucha Mello, te contaré luego ¿sí? Acabo de llegar a casa, en la enfermería de la escuela me dieron algo pero aún siento hormigueo en parte del rostro.

—Bueno... — Contestó no muy convencido —Supongo que al menos escuchando que estás bien puedo quedarme tranquilo, ¿verdad? — Hizo cierto énfasis en lo último con su vista fija a la cámara, a lo que Light asintió sonriente al comprender que lo decía por él.

Elle no perdió tiempo en despedidas absurdas, con Mello no tenía que andar con mucho tacto, tan solo le dijo un simple "hasta luego" antes de desconectar la llamada y dejar caer el celular a un lado sobre la cama. Quizá había exagerado al decir que habían tratado de envenenarlo, pero estaba tan molesto que dijo la primer estupidez que vino a su mente, el susto que pasó cuando sintió la dificultad para respirar no quería volverlo a pasar en su vida, y ni hablar del susto que se llevó cuando se vio en un pequeño espejo de la enfermería, la enfermera encargada le había dicho que no se preocupase, que la inflamación bajaría y que las erupciones desaparecerían al cabo de unos días, aunque eso no era consuelo suficiente para un adolescente, lo único que Elle podía pensar es que se veía como un monstruo con su rostro  enrojecido e inflamado al igual que sus labios mientras esas asquerosas ronchas pequeñas estaban presentes alrededor de su nariz. Sin embargo recordó la carta que había dejado pendiente y la cual había guardado en su bolsillo antes del ataque, la cual desdobló de nuevo con cierto temor pero a la vez intrigado por leerla.

"Mi Elle...

La verdad no sé muy bien cómo empezar, simplemente estoy escribiendo lo primero que viene a mi cabeza pero todo es un revoltijo dentro de ella. Me hubiese gustado decirte todo en persona, pero solo de estar escribiendo esto me sudan las manos mientras sonrío de forma bastante tonta, imagínate entonces como me pongo cada vez que te tengo enfrente, solo sonríes y las piernas se me debilitan, el corazón se me acelera y las palabras simplemente no salen. ¿Sabes? Creía que me gustaba alguien más, pero de repente llegas tú y me muestras lo que es querer de verdad, debe ser una locura que me gustes tanto pero no miento al decirte que me dejas sin aliento cada vez que me miras, que si ahora la escuela me gusta más es porque sé que te veré en ella.

P. D. 1 Sé que el tema del baile ha sido un tema del cual no hemos querido hablar mucho por las cosas que ocurrieron, pero no ha habido día en el que no quiera agradecerte por haber ido conmigo, fue una de las mejores noches de mi vida... me da un poco de pena decir lo siguiente pero seguiré el consejo de alguien acerca de no cohibirme, no sé si tú pienses en el beso que nos dimos pero yo no puedo dejar de recordarlo, esperando el día en el que pueda volver a sentir tus labios contra los míos...

P. D 2 Aún siento las mejillas calientes por lo que acabo de decir.

P. D. 3 Solo quería pedir perdón si esta es la carta más fea que te han dado en tu vida, te prometo que algún día te haré una más linda.

P. D. 4 No creo que sea correcto dejar tantas posdatas, pero es que no quisiera dejar de escribirte, quisiera que todo lo escrito pudiese decírtelo a la cara, perdón por mi cobardía.

P. D. 5 Prometo que esta es mi última posdata, es que se me olvidó decirte antes que te quiero mucho <3

Forever yours."

Elle sonrió suspirando un poco más calmado mientras mantenía la carta aún abierta frente a él, a la cual le dio vuelta en busca de alguna firma pero no encontró nada, regresando luego al frente para leer de nuevo intentando encontrar alguna palabra clave, notando que pese a que la letra era muy bonita con sus perfectos círculos sobre las "i" junto a los colochos al final de algunas "L", aún así habían ciertas marcas de letras que ni siquiera estaban en la carta, dando a entender que probablemente el lapicero había sido presionado con fuerza sobre las páginas previas, las cuales seguramente fueron arrancadas, demostrando el nerviosismo que había conllevado el escribirla. Pese a ello no podía dejar de leerla, ¿qué esta era una carta fea? ¡Pufff! Era la única que había recibido en su vida y la encontraba perfecta. En Inglaterra no había tenido muchas relaciones formales, y las chicas con las que había andado nunca eran de regalar cartas, básicamente era él quien tenía que escribirles cuando se sentía romántico, así que definitivamente guardaría ésta, lo único que no entendía es porqué Misa decía no poder decirle todo eso en la cara cuando ella no era así de cohibida, de hecho había sido ella quien lo había besado en el baile... aunque realmente su principal duda era el porqué Misa le había dejado una carta llena de pimienta adentro del casillero...


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