Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Como enamorar a un idiota por Kuzuryuu-chan

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

No se permiten copias o adaptaciones, por favor, abstenerse de preguntar. 

Molestándolo

 

Narra Tsukishima:

No sé cómo paso, me molesta, es fastidioso, no me agrada nada ¿A quién le agradaría? Enamorarse de un idiota como Hinata. ¡Maldición! ¡Incluso es compañero del rey! Quiero creer que me he vuelto loco porque en verdad esto no puede estar pasando. De toda la gente que me he topado en todo este tiempo no puedo creer que me haya llegado a fijar en él. Digo, ¿qué podría ser tan atractivo en él como para enamorarme?

En primer lugar, es un chico. Segundo, es solo un chibi demasiado inquieto y chillón como para soportarlo, su cuerpo es muy delgado, creo que si atrapo su brazo con una mano puedo rodearlo. Sus ojos también, son muy grandes, su piel es estúpidamente suave, su cabello es revoltoso y a pesar de ello, tan malditamente esponjoso. Y sobre todo eso, lo que termina por matar esta tonta lista es su sonrisa, esa que muestra desinteresadamente y parece que de un momento a otro va a hacer brillar el mundo entero...

Mierda, estoy jodido, por pensar en bobadas en plena mañana ya quiero tocarlo.

Tch, ¿qué debería hacer con esto? No creo que de alguna manera pueda cambiarlo y tampoco sea buena idea pedirle consejo a uno de los sempais (no tengo mucha confianza en ellos, sobre todo en Tanaka y Nishinoya, ellos solo llevarían esto de mal a peor), bueno, excluyendo al resto el único que me queda ahora es Yamaguchi. Aunque él parece el menos experimentado de todos en lo que refiere este tema, no me queda nadie más a quien recurrir.

Me levante de mi carpeta y me gire para hablarle, no se encontraba atrás mio. ¿Qué? Lo busque con la vista por el salón; no estaba aquí. «¿Dónde se habrá metido?» No me quedo de otra. Pregunte a una chica del aula por él, la cual me dijo que al parecer fue a comprar su almuerzo ya que lo vio saliendo al tocar la campana.

Justo tuvo que elegir el peor momento para dejarme solo, bueno, no importa, yo mismo lo iré a buscar. Salí del aula caminando a lo largo del pasillo, saque mis audífonos de mi chaqueta y cuando estaba a punto de colocármelos me percate de un cabello pelirrojo ya muy conocido para mí por el rabillo de la ventana «Ese es...». No dude en acercarme a esta, me apoye en el marco y eche un vistazo. Hablando del diablo, tal como supuse Hinata estaba allí, aunque para mi mala suerte no estaba solo, como siempre el maldito rey estaba a su lado.

A veces me pregunto si esos dos estarán juntos, incluso en los partidos parecen demasiado "cercanos" como lo están siendo ahora.

— ¡Ahg! —Me golpee la cabeza con la palma de la mano— Como odio preocuparme por estupideces como estas, mejor vuelvo a buscar a Yamaguchi.

Iba de vuelta a las escaleras cuando veo al rey acercase a Hinata, primero tocó sus piernas, después tomo su cintura con ambas manos y finalmente, deslizo sus dedos en sus brazos de una forma que juro que si no es porque estuviera enamorado de ese enano hubiera pensado que era otra cosa. Creo que le está enseñando una mejor posición para recibir el balón, pero, «¿Realmente es necesario que toque tanto?» Lo mire durante un rato, me dan ganas de golpearlo, lo está tocando mucho.

También note que Hinata actuaba normal como si esto fuera pan de cada día, ese tonto, ¡no se da cuenta de nada! En cambio, Kageyama empezó a acercase mucho más a él a tal punto que parecía que se iban a besar, este tipo... ¡Hinata están a nada de atacarte estúpido, date cuenta! ¡Tengo que hacer algo!

— ¡Oye chibi! —Grite por la ventana, Hinata instintivamente dirigió su mirada hacia mí parecía querer preguntarme qué pasaba, pero me adelante a su pregunta y respondí: — ¡Daichi-san te está buscando! ¡Al parecer se enteró de que te robaste una pelota para practicar fuera de la cancha!

— ¡¿Q-Qué?! —Soltó un chillido y empujo a Kageyama por impulso, tirándolo al suelo. — T-Tengo que esconderme o si no me matara, nos vemos luego Kageyama, adiós.

Tan rápido como le dijeron, tan rápido como se fue. Hinata al igual que un conejo asustado, tomo el balón e hizo una carrera en busca de un escondite para resguardarse hasta que hubiera pasado el descanso supongo.

— ¡Hinata! ¡Ven aquí, estúpido! —Kageyama intento llamarlo mientras se levantaba, pero Hinata era tan veloz que ya no se le veía por ahí apenas terminó de pararse. Enfadado, se giró hacia mi dirección— ¡Maldito! ¡¿Lo espantaste apropósito, no es así?!

— No entiendo de que me hablas —comente despectivamente, «¡Te lo mereces! Más te vale no volver a acercártele» — Quizás deberías intentar no aprovecharte de tus súbditos, eso solo provoca que escapen como el enano de ahora. —Le dedique una sonrisa burlona que hizo que se enojara aún más, ya cometido mi objetivo me fui de allí.

Un minuto tarde y hubiera sido atacado, enserio, es que este tipo no tiene sensación de peligro. Voy a tener que vigilarlo mientras intento conquistarlo, aunque hay un problema, ¿cómo hago que caiga rendido a mis pies? Sé que soy guapo y eso, pero Hinata es un chico, tengo que hallar una manera de llamar su atención y alejarlo del rey todo lo que pueda.

Me metí en mis pensamientos en busca de una solución, pero una persona me tomo del brazo intentando llamar mi atención, era Yamaguchi.

— Tsukki, ¿estás bien? —Me miro con cierta preocupación, no era de sorprender, últimamente estaba muy pensativo desde mi choque de sentimientos por Hinata. — ¿Quieres un poco de jugo?

— No la necesito —Negué cuando me tendió la caja, no tenía tiempo para eso. Mire directamente a sus ojos, si voy a pedirle ayuda tengo que mostrarle que tan serio voy. — Yamaguchi necesito que me prestes ayuda.

— ¿Quieres que te ayude? ¿En qué cosa, Tsukki? —Él estaba sorprendido, pero luego sonrió como si hubiera ganado la lotería. Quizás le alegraba que le pidiera ayuda ya que normalmente me gustaba hacer las cosas a mi ritmo, solo y sin ayuda.

— Si, ayúdame a enamorar a Hinata —Fui directo al grano, aunque a pesar de toda la seriedad, creo que sentí mis mejillas arder un poco.

— ¿Eh...?

—... —Creo que lo sorprendí demasiado. Lo normal, estoy pidiéndole que me ayude a enamorar a alguien, ¡y ese alguien no es cualquiera! ¡No es nada más ni menos que Hinata!— Sé que te sorp-

— Enhorabuena, ¡así que finalmente admites tus sentimientos! —Yamaguchi me sonrió y palmeo mi espalda mientras me felicitaba— Me preguntaba cuando lo harías.

Me quede a media palabra de acabar. Lo observe atónito y no pude evitar decir: — ¿Admitir mis sentimientos?

— Sé que muchos no lo han notado pero te conozco de mucho tiempo, Tsukki. Te quedas mirando a Hinata siempre que puedes en las prácticas, en los partidos e incluso los vestuarios, difícilmente con una mirada como esa no me daría cuenta. —Dijo, mientras hacia un movimiento con los hombros— También haces de todo para provocar a Kageyama y alejarlo de él. A mis ojos eras muy obvio.

«¿Tanto miro a Hinata? No me había dado cuenta, quizás deba ser un poco más cuidadoso.» Evite su mirada y tosí un poco, es vergonzoso ser visto cuando espiaba a alguien, peor aún, recordando los pensamientos que tuve en ese momento.

— B-Bueno lo que sea, si ya lo sabes, —tome un poco de aire y volví mi mirada a él— ayúdame a conquistarlo.

— Por supuesto, no sé mucho pero te ayudare en lo que pueda. —Él asintió y se puso pensativo— Si hablamos de conquistar a alguien, según me han dicho, hay muchas formas. Por ejemplo: algunos dicen que molestándolo funciona, también siendo cariñoso, seduciéndolo, siendo sincero o por último un beso, al parecer una de todas esas hace que logres tu objetivo.

— ¿Todo eso? —Estaba un tanto impactado, no sabía que enamorar a un chico implicaría tanto, pero estamos hablando de Hinata, ese chico era tan tonto que no se daría ni cuenta. — Si eso que dices me ayuda a atraerlo, entonces está bien, usemos el primero.

— ¿Molestarlo? Aunque eso siempre lo haces, quizás deberías intentarlo de una forma diferente.

— ¿De forma diferente? —«¿Quizás debería solo llamar su atención?» — Creo que entiendo a lo que te refieres, déjamelo a mí.

— ¡Muy bien! ¡Entonces lo harás en las prácticas del club! Allí puedes ganar unos puntos.

Justo después de la charla toco el timbre. Asentí para finalizar y los dos caminamos a nuestra aula. Ahora toca ir a las clases«Solo espera, Hinata, pronto estarás en mis brazos» Camine decidido esperando con ansias las prácticas del club.

Por otro lado, Hinata extrañamente sentía escalofríos en su cuerpo.

 

 

Narra Hinata:

Ha sido un largo día, gracias a alguien pensé que Daichi-san se había enterado sobre el balón de aquella vez, pero al parecer no sabía nada de ello, todo fue truco de Tsukishima. Lo bueno, es que no se dio cuenta de nada, pero aun así, ¿cómo él supo lo del balón? Recuerdo que no había nadie cuando me lleve aquel balón, ¿le estaré dando muchas vueltas?

Mire al reloj que estaba arriba del pizarrón, ya va a tocar el timbre para ir a las prácticas... Faltan 5 minutos, ¡por favor, toca ya! ¡Matemáticas me está matando!

 

 

Luego de unos eternos 5 minutos tocó el timbre, lo que significa una sola cosa... ¡Práctica del club! Emocionado, guarde mis cosas y me dirigí a la puerta para dar carrera al salón del club, pero para mi sorpresa, había alguien conocido parado frente a ella.

— ¡Tsukishima! —Grite, sorprendido— ¿P-Por qué estás aquí?

— ¿Acaso no es obvio? Vengo a caminar contigo hasta el salón del club, —«Si debo molestarlo, ¿así debe ser, no?— deja de estar ahí como tonto y ven.

— ¿E-Eh? ¡Y-Ya voy!

Corrí un poco y alcance la poca distancia que teníamos entre nosotros. «Esto es realmente extraño, Tsukishima normalmente estaría molestándome ahora. Nunca hemos hablado más de lo necesario, ¿entonces porque me recoge?» — ¡O-Oye, Tsukishima! ¿Por qué viniste a recogerme?

— Para molestarte.

— ¿Molestarme? ¡¿Qué clase de motivos son esos?! — «¿Cómo podía ser tan sincero con algo como eso?»

Me dirigió una breve mirada, antes de sonreír (de una forma que me dio escalofríos) y decir: Lo sabrás en el salón del club.

No sé porque, pero esto no me da una buena sensación.

 

 

Caminamos hasta el club pero no había nadie allí, al parecer los sempais salieron más temprano por lo que ya estaban entrenando. Mire a Tsukishima, pero él solo camino a su casillero, quizás debería cambiarme también.

Me acerque a mi casillero y empecé a quitarme el uniforme, primero la camisa, luego me coloque el polo que uso para entrenar. Quite el pantalón, pero a medio camino me detuve, algo extraño pasa... Tsukishima no hace ningún ruido por su lado, dirigí una pequeña mirada a él y me encontré con sus ojos, estaba sentado en una banca mientras me miraba fijamente. «¡¿Q-Qué rayos es esa mirada?!»

— Tsu-Tsukishima, ¿no vas a cambiarte? —Estaba nervioso y avergonzado, ni siquiera yo entiendo porque si los dos somos chicos.

— Lo hare, pero antes... —Se levantó y se acercó a mí. No pude evitar arrinconarme contra mi casillero al verlo acercarse.

— ¡¿Q-Qué haces?! — «Está muy cerca, demasiado cerca, ¿qué está pasando?»

Tsukishima me ignoro y continuo su andar, intente escapar pero tomo mi brazo y me acorralo en los casilleros. Acerco sus labios a mi oído, su aliento me producía escalofríos en todo el cuerpo.

— Solo te estoy molestando —susurro de una forma provocativa y beso mi oreja. Luego, me sonrió maliciosamente.

«¿Qué rayos es esa expresión? Siento que mi corazón empieza a latir rápido, no sé qué hacer, ¿lo pateo?» Intente moverme pero él fue más rápido, tomando mis muñecas acerco nuevamente su boca a mi oreja y la lamió haciéndome temblar.

— Así que tus orejas son tu punto débil —sonrió, empezando a morderla mientras le daba ligeros lametazos cada cuando.

— Espera... N-No las... ahn —Mi cuerpo temblaba demasiado, casi como si hubiera un terremoto en mi interior. No sabía cómo pararlo, «Esto es peligroso, muy peligroso, ¡incluso no tengo mi pantalón puesto! Espera... ¡No puede ser! ¡Dime que no es cierto!» — Ya... ¡para!

Lo empuje con toda la fuerza que tuve haciendo que cayera, tome mis shorts deportivos y me los puse lo más rápido que pude. Me fui corriendo con cierta dificultad, en el camino me encontré con Kageyama y Yamaguchi pero los ignore, no tenía tiempo, tenía que ir al baño rápido.

No podían verlo...

¡No podían ver la erección que tenía!

¡Maldito Tsukishima! ¡Estas me las pagaras!

Corrí hasta el baño y me encerré en una de las cabinas. Me senté en el inodoro, no podía ir así a la práctica, estaba realmente avergonzado.

No baja, ¿qué hago? Ya va a comenzar.

...

En verdad, no puedo creer que esté a punto de hacer algo como esto en la escuela y todo por culpa del tonto de Tsukishima, ¡maldito!

Mire un rato mis shorts y me los quite, no quería mancharlos, suspire bajándome los calzoncillos. Esto era un serio problema, mi erección sigue sin bajar a pesar de la situación en la que me encuentro. Lo tome con una de mis manos soltando un ligero suspiro y empecé a moverla de a poco, se siente extraño, ¿quizás deba pensar en una cosa pervertida? Apenas me dije esto empecé a recordar sin querer la voz de Tsukishima cerca de mí.

— Ngh... ¿Qué rayos ando pensando? —Sacudí la cabeza intentando sacármelo de la mente mientras me masturbaba.

Sin embargo...

— Hinata, ¿te gusta aquí? —La voz sexy de Tsukishima seguía haciendo eco en mis pensamientos.

— N-No, yo... —De forma inconsciente moví mi mano más rápido, soltando vergonzoso semi jadeos que esperaba nadie escuchara— D-Detente, no me... susurres... ah... ahí no.

— Sé sincero, —Sonó una risita maliciosa que para mi sorpresa provoco que me estremeciera— se siente bien, ¿no es así?

— Tsukki... mn... p-para... —No sabía qué hacer, recordar esa voz hacia que una parte de mí se calentara de manera incontrolable. Incluso aún puedo oír un eco en mis oídos, «¿Cómo se vería él cuando se masturbaba? ¿Su voz sonaría así de seductora?» —Yo... ya no puedo.

 

— Córrete, Hinata —susurro esa voz imaginaria en mi por última vez y yo obedecí. Después de unos movimientos rápidos de mi mano, llegue a un clímax que nunca antes habia sentido, corriéndome en mi mano mientras arqueaba la espalda.

Intente recuperar el aliento mientras observaba el líquido blancuzco en mi mano un tanto mareado. Sin embargo, poco a poco que recuperaba mis sentidos, un rojo intenso comenzó a cubrir mi rostro.

«Acabo de masturbarme en la escuela...

No solo eso...

¡Lo hice pensando en Tsukishima!

¡Maldición! ¡Me he vuelto un pervertido!

¡Todo por culpa de Tsukishima! ¡S-Si tan solo no me hubiera hecho nada!

¡Debo alejarme todo lo que pueda de él!»

 

 

Por otro lado:

Los participantes del club estaban en la práctica. Casi todos no podían evitar mirar extrañados alrededor, ya que Hinata, el ser más serio con respecto a la asistencia del club, el cual no importaba que nunca se perdía un entrenamiento y sin dudas, él más fiel a este no estaba por ningún lado.

Mientras los otros se carcomían con dudas sobre lo que pasaba, Yamaguchi aprovecho en acercarse a Tsukishima que tenía un aura alegre por algún motivo (que evidentemente para él, seguro Hinata estaría involucrado).

— ¿Paso algo en el salón del club? —Dijo, cuando estuvo lo suficientemente cerca a su amigo. — Vi a Hinata salir corriendo de allí.

— Bueno, lo moleste de forma diferente como dijiste.

— Por "diferente", ¿qué hiciste? —Esta vez se preocupó, a pesar de la expresión tranquila de su amigo que Hinata saliera corriendo podría significar una cosa no muy buena.

— Lo acorrale y le mordí la oreja —respondió como quien no quiere la cosa mientras una sonrisa traviesa se asomó a su rostro.

— Tsukki... eso no es molestar, eso es "atacar" —Ahora ya lo entendía todo, olvido que Tsukishima tenía menos tacto que una cabra— Creo que asustaste a Hinata...

— ¿Qué cosa? —Dirigió su mirada a él, no con mala intención, solo que no lo escucho porque volvió a recordar lo que había pasado hace casi nada con su chico.

— Nada, nada... —Suspiro, solo quedaba esperar que Hinata no huyera de él sino la iban a tener difícil.

Al menos pasaron 10 minutos más y Hinata apareció, Daichi-san le pregunto lo que paso, pero solo dio la excusa de que el profesor pidió que le ayudara, él pareció no creerle mas decidió seguir con la práctica. Hinata al terminar su charla, se volteo e inesperadamente se encontró con la vista de Tsukishima, inmediatamente un sonrojo apareció y evito la mirada.

— Supongo, que no le fue tan mal... —susurro Yamaguchi, mientras escuchaba a su amigo reír por lo bajo ante la actitud de Hinata mientras que este corría hacia Kageyama para continuar la práctica.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).