Científicos e investigadores que trabajaban de forma clandestina, se reunían todas las noches en un pequeño laboratorio para realizar el análisis de extrañas células inteligentes que habían encontrado en el cuerpo de una mujer en medio de la carretera.
Aún no podían creer que aquella noche de copas en que se habían quejado por la explotación que sufrían por sus superiores al ser novatos, se convertiría en su as para el despegue de sus carreras. Habían acordado mantenerlo en secreto hasta que estén seguros de que se trataba, antes de exponerlo a la humanidad.
El equipo de profesionales estaba compuesto por ocho miembros, cada uno con personalidades compatibles, se conocían desde la secundaria por lo que llevaban muchos años de amistad solida. La mayoría ahora eran jefes de hogar, lamentaban que su proyecto oculto no les diera algo económicamente, tenían que robar de forma discreta artículos del laboratorio central E&S para tener algo que garantice la rapidez a su éxito.
Con ello pudieron hacer mejores revisiones, la anatomía de la joven seguía siendo un caso especial, parecía alguien normal sino fuera por sus brazos que se asemejaban a los de un cocodrilo, pensaban al inicio que podía tratarse de un problema de epidermis hasta que sacaron una muestra y quedaron estupefactos. Células inteligentes con una composición anormal que resultaba casi terrorífico. No era fácil llevar todo esto al ser inexpertos en el campo, tardaron varios años para que tengan conocimiento del mismo, y que al fin uno de los especialista desarrollara las misma células en base a las originales. Sabían que esto podía ser algo grande para la socidad a nivel global, alguna cura, como un medicamento para las enfermedades más fatales. El único obstáculo que faltaba era probarlo.
Encontrar a un voluntario era casi imposible, tuvieron que hacerlo en animales. Ratones, monos, gatos, todos mostraban la misma reacción, al segundo día mejoraban sus defensas inmunitarias, al tercer día se volvían hiperactivos y al cuarto fallecían por paro cardíaco. Se volvió más frustrante, especialmente para el mayor del grupo, que ya contaba con el dinero que podrían hacer para la operación de su hijo menor.
Siempre llevaba su foto en la billetera, amaba mucho a su pequeño, él era un niño muy sonriente y juguetón que ponía alegres a todos, éste le confesó que algún día sería una gran estrella. Se ponía melancólico al recordarlo, apenas tenia nueve años, y al ver que aquellas mejillas rosados se volvían con el tiempo frías y pálidas lo destrozaban. Ya no sentía la energía en su hogar, ni lo veía bailar por todos lados, su enfermedad lo había postrado en un cama. Él era el motivo primordial para que no abandonara el proyecto, a pesar de las reprimendas que llevaba con su esposa por lo mismo. No meditó lo necesario, solo había una alternativa para salvarlo, así que lo hizo.
Se llevó la muestra, y lo vendió al laboratorio central E&S.
Al día siguiente le contó su decisión a su equipo, pero antes de escuchar alguna palabra, habían aparecido militares en la zona, desmantelaron su escondite y se llevaron aquel cuerpo. Del equipo de ocho solo algunos lograron escapar y otros trágicamente murieron en el intento.
Aquel hallazgo fue como una maldición, todos vivieron varios años en la ilusión de un sueño inconcluso.