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REGRESA A MI por crystalwall

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, solo me gusta hacerles sufrir

Notas del capitulo:

Hola, les traigo un nuevo fic, este no es muy largo y está basado en una película que me gusta mucho, espero que puedan adivinar que pelicula es, uyyyyyyyyyyyyy

Capítulo 1.- Nuevas oportunidades

 

La mañana era un tanto fría, nada inusual para el mes de Noviembre en el campus de la Universidad de Surrey, Inglaterra, un muchacho rubio y muy apuesto caminaba al edificio de laboratorios, y en su paso miró al mismo muchacho que había llamado su atención hacía más de un mes, él siempre estaba allí en las mañanas, tenía un café humeante en las manos y un libro en la otra, se lo veía muy atrayente sentado allí, arrimado a uno de los gruesos árboles del jardín, usaba lentes finos que no le quedaban mal, se lo veía muy muy bien en realidad

- ¿Hyoga?, vamos que estamos atrasados – un muchacho de cabellos magentas y ojos verdes había llegado hasta él y lo jaló mientras caminaba con prisas hacia los laboratorios

- No me jales Sorrento que puedo caminar solo – se quejó el rubio pero siguió a su compañero volteándose una vez más para ver al muchacho castaño que se acomodó de mejor manera y estiró la pierna en el pasto mientras leía y tomaba su café

- No te distraigas en lo que no debes – advirtió Sorrento cuando se dio cuenta del destino de la mirada de su distraído amigo

- ¿Por qué no debo? – preguntó Hyoga conteniendo un suspiro cuando vio la vuelta la esquina, desde ahí ya no podía ver al hermoso castaño que leía en el árbol

- Porque tu ruptura es muy fresca, aún no lo resuelves, no lo asimilas ni lo superas, solo te has bloqueado y te niegas a pensar en ello, eso no es saludable amigo – Sorrento abrió la puerta del edificio y ambos muchachos entraron al iluminado pasillo

- No quiero pensar en ello, ¿es eso tan difícil de entender?, ¿estoy cometiendo el peor de los pecados en simplemente buscar olvidar lo que pasó? – respondió Hyoga con un suspiro y una cara de cansancio única, cada vez que pensaba en su ex se ponía así, triste y enojado

- No, pero eso no es lo que estás haciendo, yo creo que deberías pensar en ello para darle el cierre apropiado, estuviste con él muchos años, una relación así no se olvida tan fácilmente y tú estás en estado de negación, eso es muy diferente a superar lo que pasó

- No estoy en estado de negación – se defendió el rubio

- Si lo estás, y te lo repito, eso no es saludable, ¿hace cuánto tiempo es que rompiste con él? – Sorrento se adelantó en las gradas y las subió de dos en dos, Hyoga también lo hizo mirando su reloj, era cierto y si estaban algo atrasados

- Tres meses, pero quién lo cuenta

- Yo lo cuento porque odio verte así – Sorrento llegó al laboratorio en cuestión y abrió la puerta

- ¿Así como? – preguntó Hyoga todo molesto sin darse cuenta lo alto que estaba hablando, ellos ya habían entrado al laboratorio y con su charla interrumpieron el silencio en el que sus compañeros se hallaban

- Tarde otra vez, así es como están, busquen por favor sus asientos y por todos los dioses, traten de no seguir interrumpiendo mi clase – el docente los miró duramente, los dos chicos fueron a sus asientos en silencio y sacaron sus implementos para integrarse a la práctica

 

Al salir, Hyoga estaba algo inquieto, Sorrento había tenido razón, él no había enfrentado nada de lo que tenía que ver con su ruptura, desde que eso se dio había tenido unos cuantos revuelques por ahí pero nada serio con nadie, maldito Sorrento que también tuvo razón cuando dijo que una relación de años no se podía olvidar así de fácil o rápido, pero… él ya no quería pensar en eso, no quería recordar porque no quería sufrir, diablos…

- Oye, ¿quieres una cerveza? – Sorrento tomó el brazo de su amigo cuando dijo esto, Hyoga había estado inusualmente en silencio al salir de clases

- ¿No crees que es temprano para una cerveza?, la verdad tengo hambre, ¿por qué no vamos a comer?

- Tienes razón, ¿y qué se te antoja?

- Me da igual, solo vámonos – Hyoga tenía el ceño fruncido y caminó con las manos en los bolsillos, Sorrento lo miró y suspiró, de esto era precisamente de lo que estaba hablando y Hyoga no lo quería ver, sus cambios de humor, su estado de ánimo, todo él… todo era diferente en él y eso a ratos lo aislaba de la gente, no todos soportaban de buen humor sus cambiantes estados

 

Los muchachos se reunieron con otros chicos de su salón y juntos fueron a uno de los bares cercanos al campus universitario, buscaron una mesa y luego de comer varias rondas de alitas de pollo, se dedicaron a tomar cervezas.  El ambiente estaba bastante bien, a Hyoga se le pasó el mal humor que tenía al escuchar las historias que sus amigos contaban, él sentía envidia de la simplicidad de los males de amores de sus amigos, eso le hacía sentir como pez fuera del agua, a la final los chicos estaban hablando de revuelques sin importancia, el único que en serio estaba en una relación formal había sido él, pero no… ya no iba a pensar en ello, y en eso estaban hasta que el rubio fue al bar, iba a ordenar una nueva ronda de tragos pero mientras hablaba con el cantinero, vio al muchacho castaño de sus mañanas, estaba bebiendo una cerveza pero estaba solo al final de la barra sentado en uno de los taburetes altos del lugar, por alguna extraña razón acariciaba su mano izquierda y la miraba con dejo ausente

- Hola – Hyoga se acercó decidido al castaño y lo saludó todo alegre, el castaño no se lo esperó y dejó caer su cerveza la que se estrelló en el suelo, el castaño saltó asustado en su asiento y luego maldijo en un susurro al ver el desastre en sus pies, Hyoga se sintió fatal y se disculpó al decir: - Lo siento mucho, no quería asustarte, no pises… puedes cortarte o algo – Hyoga tomó la escoba y el recogedor de basura que el cantinero ya tenía en las manos y barrió los vidrios rotos del suelo, al parecer casi se había acabado su cerveza cuando se le cayó la botella

- No te preocupes, yo lo siento – el castaño no se había movido de su taburete alto y miraba algo extrañado al rubio que lucía afanado en lo que estaba haciendo

- Yo fui el que te asustó, ¿te puedo invitar otra cerveza?, por mi culpa se te rompió la tuya – Hyoga sonrió al entregar el recogedor de basura y la escoba al cantinero y se sentó en el taburete junto al del castaño

- Muchas gracias, pero no tienes que hacerlo – el castaño lucía algo incómodo, Hyoga pensó que era tímido y eso le pareció fascinante, primero porque era muy atractivo y luego no había conocido a nadie tímido en toda su vida

- Para mi es un gusto, mi nombre es Hyoga – el rubio estiró su mano y estrechó la del castaño que sonrió amablemente y respondió simplemente:

-  Seiya

- Mucho gusto Seiya, y dime, ¿qué estudias?

- ¿Por qué asumes que estudio?, este es un bar universitario pero eso no significa que yo vaya a la universidad – Seiya sonrió muy divertido cuando dijo esto, tomó la nueva cerveza que el cantinero le trajo y le dio un sorbito

- Porque si no eres tú al que veo todas las mañanas leyendo y bebiendo un café a la sombra de los árboles en el campus, es sin duda alguna tu gemelo maléfico – Hyoga dijo esto con mucha seriedad y eso le consiguió una risa muy sincera del castaño, el rostro se le iluminó  y el rubio pensó que era en verdad muy muy atractivo y tenía una sonrisa muy bonita

- Es mi gemelo maléfico el que estudia, yo solo tomo café – respondió Seiya meneando la cabeza

- ¿Y qué estudia tu gemelo maléfico?

- Arte y literatura, está acabando la tesis de hecho y de paso está tomando algunas clases, tú sabes, para matar un poco el tiempo – el castaño bebió un poco más de su cerveza y pasó una mano por su cabello tratando de acomodarlo o algo, ese gesto bastante simple hizo que Hyoga sintiera un poco apretado los pantalones

- ¿Tomas clases para matar el tiempo?, si yo no tuviera que tomar clases, no tomaría ni una sola extra

- ¿Qué estudias Hyoga? – preguntó interesado el castaño

- Medicina, aunque aún me faltan un par de semestres

- Medicina, que genial, ¿y en qué te vas a especializar?, ¿ya lo sabes?

- No sé, psiquiatría tal vez – el rubio se encogió de hombros cuando dijo esto, el castaño arqueó una ceja y meneó la cabeza al suspirar, Hyoga no entendió este gesto y medio confundido preguntó: - ¿No te agradan los psiquiatras?

- No… lo siento pero creo que a nadie le agradan, tú no tienes cara de psiquiatra, hubiera pensado en… no sé… ¿cirugía?, si… te veo de cirujano, vestido con esos trajes verdes como se ven en la televisión, ese look te quedaría mejor que batas blancas, el blanco no es tu color – Seiya sonrió un poquito cuando dijo esto, eso tranquilizó a Hyoga que estaba entrando en pánico interno, nunca había pensado que su opción de carrera fuera un impedimento para el ligue

- No no no, eso no me gusta, pero bueno… todavía tengo tiempo antes de escoger especialidad – el rubio sonrió y le dio un nuevo sorbo a su cerveza, y eso dio pie a una muy fresca conversación, el rubio estaba sorprendido en cómo se dieron las cosas, para él nunca había sido fácil hablar con extraños en un bar, pero con Seiya se le hizo extremadamente fácil hacerlo, ambos reían de las cosas simples y superficiales de las que estaban hablando, se bebieron una cerveza más cuando acabaron la cerveza inicial, y en eso estaban cuando el rubio sintió movimiento en el taburete de junto, era Sorrento que le había traído su saco y su mochila, los otros chicos estaban ya totalmente ataviados con sus abrigos y bufandas listos para salir, fue Sorrento el que dijo:

- Hyoga, ¿te quedas o vienes con nosotros?, siento interrumpir pero ya nos vamos

- Ohhh… dioses, ¿regresas ya al campus Seiya o te vas a quedar?, muchachos él es Seiya – Hyoga hizo las presentaciones del caso y el castaño los saludó un poco cortado, eso a Hyoga le pareció muy divertido, no había conocido a un muchacho tímido en mucho tiempo

- La verdad debería regresar – respondió el castaño tomando la mano de Hyoga y girándola para ver la hora en su reloj de muñeca, aparentemente Seiya no tenía reloj, esto era por demás extraño pensó el rubio, pero bueno… no todos funcionamos igual

- Genial, adelántense un poquito, ya los alcanzamos Seiya y yo – respondió Hyoga con un guiño de ojo a su amigo que asintió y luego de despedirse del castaño salieron del bar, Hyoga sacó su billetera y pagó por las cervezas, se puso su saco y su bufanda, ayudó a Seiya a ponerse su saco, el castaño no solo tenía bufanda, sino que tenía además guantes de lana y gorrito, se lo veía absolutamente adorable y abrigado

 

La pareja salió del bar y podían ver a lo lejos al grupo de los amigos de Hyoga que caminaban entre risas y bromas, Seiya en cambio caminaba con las manos en los bolsillos y trataba de no mover la cabeza para que no se le desacomode la bufanda que cubría la mitad de su rostro

- Entonces… yo sé que lees en las mañanas mientras bebes tu café pero… ¿te gustaría tener compañía?, digo, para que no leas solito arrimado al árbol – propuso Hyoga como quien no quiere la cosa, Seiya tenía el rostro cubierto pero el rubio podría jurar que sonrió

- ¿Eres siempre tan directo Hyoga?

- Usualmente no, pero necesito un cambio en mi vida, te voy a ser sincero al decirte que… bueno yo… acabo de salir de una relación algo larga y medio tormentosa, mis amigos están un poco preocupados porque he pasado deprimido algún tiempo y yo creo que me hace falta salir un poco más, hacer nuevos amigos, cambiar un poco de ambiente, amo a mis amigos y no me mal entiendas pero… a veces quiero boxearlos porque me miran como si me fuera a romper o algo, y con su preocupación lo único que hacen es recordarme que algo está mal en mi vida, no sé si me entiendes, ¿tiene sentido algo de lo que estoy diciendo? – Hyoga no sabía cómo explicarse pero para su sorpresa Seiya lo miró con algo de intriga pero luego se bajó la bufanda descubriendo su rostro, se acercó a él y lo besó suavemente en los labios para luego tomar su mano y jalarlo por la calle al decir:

- Entiendo perfectamente a lo que te refieres

- ¿En serio?

- Si… algo así me pasó a mí, hace no mucho tiempo

- Ohhh… ¿me quieres contar?

- No, no quiero hablar de eso, así como asumo que tú tampoco quieres hablar de tu ex, así que… ¿por qué no nos olvidamos de nuestros complicados pasados y tomamos café mañana junto al árbol?, ¿suena bien?

- Suena muy bien – Hyoga jaló a Seiya y lo volvió a besar suavemente en los labios

 

La pareja caminó en silencio el resto del camino, Hyoga iba a seguir hacia los edificios de los dormitorios, pero Seiya meneó la cabeza y dijo:

- Yo no vivo ahí, vivo en un departamento en las colinas – Seiya señaló la iluminada calle que terminaba en un conjunto de edificios residenciales, originalmente fueron hechos para estudiantes pero eran carísimos, por lo que usualmente los que los rentaban eran los docentes

- ¿En serio?, wow… no pareces niño rico – Hyoga bromeó y sonrió ante la cara de indignación de Seiya que contestó:

- No lo soy, ohhh… si lo soy, diablos… - Seiya se iba a quejar más pero bajó la cabeza y lució muy muy triste por unos momentos, Hyoga se arrepintió hasta la médula de decir lo que dijo

- Lo siento, no quise incomodarte, soy un estúpido

- No… no lo eres, es solo que… me cuesta acostumbrarme a todo esto otra vez, ha sido un tiempo algo complicado para mí, no solo tú has necesitado cambios, hay cosas que también han cambiado para mí y eso toma tiempo – Seiya contestó mientras se acomodaba el gorrito

- ¿Tienes que acostumbrarte a ser rico?

- No… pero si me ha costado el depender de mi padre otra vez – Seiya suspiró

- ¿Otra vez? – Hyoga frunció el ceño, pero Seiya sonrió y lo besó en los labios al decir:

- No me hagas caso, y ve tras tus amigos, ya te dejaron lejos

- No no no, yo quiero acompañarte hasta tu casa

- Mejor nos vemos mañana en el árbol, como tu compraste las cervezas hoy, yo te espero mañana con el café, ¿cuál te gusta? – Seiya empezó a caminar de retro por la calle dejando a Hyoga de pie en la esquina

- No se… ¿cuál te gusta a ti?

- Mockachino

- Ok., que sean dos, hasta mañana Seiya

- Hasta mañana Hyoga – el castaño sonrió una última vez y se volteó capa ir calle arriba en dirección a los edificios de departamentos, el rubio lo miró hasta que se perdió al entrar por el portón más cercano y luego sin más caminó lentamente hacia el campus, Seiya no era lo que estaba buscando pero si era lo que le recomendó el doctor, su encuentro fue mejor de lo que pudo haber esperado, Seiya tenía algo que lo atraía, solo esperaba que su suerte en el amor cambiara

Notas finales:

Este fic es todo dramático, algo romántico y muy sentido (según yo claro está?, espero que les guste y me lo cuenten.

Nos vemos el martes en la noche con el nuevo capítulo, muchas gracias por leer, bye


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