Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Monocromatico por Jazzy Hitoum

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Nos leemos en el final!

 

Sábado 23 de junio de 2015;
En uno de los tantos burdeles de la ciudad.

 

Una vez más, impulsado por las insistentes suplicas de varios de mis amigos, me encontraba metido en esos lugares de mala muerte, donde ellos suelen venir en busca de... Bueno, lo que se busca por estos lugares.

 

Al decir verdad, ninguno de los "Bailarines" o "Servidores" lograba llamar mi atención, todos ellos presentan una actitud demasiado segura para mi gusto. Podré sonar exigente o "Sangrón", pero no me gustan aquellas personas que son demasiado seguras, son aquellas que siempre traen algo entre manos.

 

Las luces del extravagante club comienzan a parpadear, destellos color negro, blanco y gris comienzan a llenar las paredes del lugar. Humo comienza a salir del escenario principal. Dando a saber que alguien dará un espectáculo.
El presentador comienza a hablar extasiado, describiendo su figura como una maravilla mundial.

 

Entonces aquel hombre sale a la escena.

 

Unos altos tacones del color de la sangre, unas medias de red rotas que se adhieren a sus regordetes y blanquecinos muslos. Un bóxer ceñido al cuerpo que resalta aquel redondo trasero, a pesar de no tener un abdomen marcado, este es atractivo a la vista.
Porta unos pupilentes color miel, que puedo distinguir aún con el mareante cambio de las luces monocromáticas. Su cabello peinado en capas y planchado hacia arriba, sus ojos traen una combinación de sombras extravagantemente atractivas.

 

Sale con una sonrisa sacarrona, a la cual se le notan los nervios, parece ser su primera vez en los escenarios y en un lugar como este.

 

Camina coqueto por el escenario, cayendo de rodillas y bailando al compás de la lenta música, "Powerfull" de Ellie Goulding es la dulce melodía que acompaña sus erráticos movimientos y gestos obscenos con el rostro y manos.

 

Muerdo mi labio inconscientemente, aquella delicada figura posa sus ojos es mí, [debo estar con mil colores en el rostro...] Sonríe, llevándose un par de dedos a la boca y mordiendo estos...
Santo amor al Desorden.

 

Cuando menos pienso, la canción finaliza, y con ello, su acto.

 

-Oye.- escuché al cantinero detrás mío hablarme.- Ni siquiera lo pienses, está totalmente fuera del alcance de cualquiera de aquí.- una sonrisa se posó en sus labios.

 

-¿Disculpa?- dije algo confundido por sus palabras.

 

-Su nombre de Ruki, es nuevo, por lo tanto, no está al alcance de todos.- Dijo aquel misterioso hombre rubio.

 

-Nadie dijo que quería algo con el.- Dije algo indignado.

 

-Pues, creo que tendré que limpiar la baba que dejabas caer.- Sonrió de nuevo.- Es broma, pero es enserio, su precio es muy alto por el hecho de ser nuevo.

 

Asentí.

 

En realidad no estoy interesado en algo de una noche, en algo que pudiese olvidar de la noche a la mañana. En quedar solamente como un chupetón que con el tiempo se desvanecerá de su piel.

 

Quiero saber más sobre este misterioso chico, que aparenta ser lo que no es.

 

•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•

 

-¿Estás seguro de que te quedarás?- pregunta Kouyou, uno de mis amigos [El Cual, es el más sobrio. Yutaka y Miyavi están más que ebrios.]

 

-Sí, tú deberías llevar a este par a su casa.- Rio viendo a Yuta y a Miyavi comenzar a reír como locos.

 

-Si Insiste...- Dijo encogiéndose de hombros.- Solo llámame si necesitas que te recoja o cuando llegues a tu departamento.

 

-Claro.- sonrió, observándole meter a ese par al auto [Y ayudándole, por supuesto].

 

Veo el Sentra alejarse de la calle.

 

Ahora, a lo que me quedé.

 

"No es Acoso si solo lo espero y nos encontramos casualmente... ¿verdad?"

 

Me recargo en el edificio, la noche está un poco fría.
Saco uno cigarro mentolado de uno de mis bolsillos, mas no encuentro mi encendedor por ninguna parte.

 

-Mierda...- Digo rebuscando en todos los bolsillos de mi vestimenta.

 

-Eh, amigo.- una grave voz me sorprende, volteo, dios mío. Es el.- ¿Necesitas fuego?- Dice extendiéndome un encendedor dorado.

 

-Ah... gracias.- Dije tomándolo, encendiendo el cilindro entre mis labios, observando también uno entre sus labios pintados de rojo. Le extendí el encendedor. Él lo tomó y me sonrió al sacarse el cigarro de los labios, expulsando el humo.- Tu eres Ruki, ¿no?- Dije fingiendo que en realidad no me interesaba saber de él.

 

-Ahg, Dios si.- Sonrió.- No me enorgullezco de ello, pero si soy yo.- Dijo para después calar de nuevo al cigarro.

 

-Bueno, debo decirte que eres muy bueno en el escenario.- Dije ahora tratando de no escucharme muy ansioso.

 

Sus pálidas mejillas se encendieron.

 

-Gracias.- Rio un poco.- Tú eras el que estaba con el Bar tender, ¿no es así?- dijo acercándose insinuante, yo solo me sorprendí.- Dios amigo, sentí que te desmayabas ahí mismo.- Comienza a reír. Me le uno.

 

-Vale, tal vez me gustó un poco como bailabas.- Dije ahora yo, inhalando el humo del cigarro entre mis labios.- Pero sigo preguntándome, ¿Cómo es que puedes aparentar tan bien que este trabajo no te desagrada?- La pregunta le toma desprevenido.

 

-Valla, creí que serías como los demás asquerosos que vienen a este lugar de mala muerte.-

 

-¿Tan mal me veo?- dije fingiendo indignación.

 

Ambos reímos.

 

-No, pero el modo en el que me veías me hizo preguntarme muchas cosas.- respondió dando una última calada al cigarro, tirándolo al suelo y pisándolo. Repito su acción.

 

-No deberías juzgar a las personas por el físico, sé que soy feo, pero no creí que tanto como para asustarte.- Sonreí rendido. Escuché su risa.

 

-Takanori Matsumoto, mucho gusto.- Conocí el nombre de ese bello muchacho, le sonreí sincero.

 

-Yuu Shiroyama.- extendí mi mano y ambos la agitamos. Su sonrisa me emboba por un leve momento.

 

-Lo único que espero, es que no me quieras para algo de una sola noche gratis. Espero y tu amistad sea sincera.- dijo endureciendo algo sus gestos.

 

-Para nada, ¿Qué mejor modo de demostrar mis buenas intenciones que Invitándote un Café?-

 

Rio, llevándose una mano en la boca.

 

-Acepto, señor Shiroyama, Estoy libre el sábado de la próxima semana.- dijo sacando su móvil y me extendió su número.- Llámame.-

 

-¿Es una Orden? ¿O una sugerencia?- dije divertido

 

-Tómalo como quieras. Aoi.- Comenzó a caminar por la calle.

 

¿Aoi? ¿Cómo el Color?

 

•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

 

Han pasado 4 días desde que Takanori me dio su número, estamos a mitad de la semana.
Me encuentro en mi estudio, con mi guitarra, unos viejos versos [que encontré entre mis libretas de la preparatoria] están siendo escritos y modificados para poderme presentar esta noche en el Bar donde soy músico.

 

"Incluso si el mundo llega a terminar mañana...
Ten por seguro que solo estaré a tu lado...
De ahora en adelante y en todo momento, solamente me dedicaré a amarte..."

 

Comienzo a tocar con una lenta melodía.

 

"Todas esas mentiras que me has dicho, muy pronto saldrán a la Luz...
¿Por qué, aun sabiendo todo esto, sigo amándote?"

 

"Sé que las personas no cambian fácilmente, más aún así, solamente confío en tú.
No podemos seguir así, debemos parar."

 

"¡No te quiero Odiar!
Pero odio las mentiras..."

 

-Ugh...- Suspiré dejando la guitarra, al instante, "Rusty Nail" de mi banda favorita; X Japan comienza a sonar. Es Kouyou.

 

-Centro de atención a Clientes y quejas de Hot Line Toys, ¿en que puedo ayudarle?- respondo con una voz neutra, escucho las risas de él.

 

-Si bueno, quiero quejarme de un juguete que compré recientemente, he tenido que ir al hospital por que este se ha roto en mi interior.- respondió Mi mejor amigo, ahora yo estallo en carcajadas.

 

-Oh dude, ¿cómo estás?- respondo terminando de reír.

 

-Bien, muy bien. Quería ver si puedes venir a mi departamento el Sábado, Yuta, Miyavi y yo estamos organizando una fiesta. Vamos a comer y a jugar un poco, además de que Sirve y tocamos algo, por los viejos tiempos.- Suena tentador...

 

-Déjame ver si puedo, es que ya tenía planes para este sábado.-

 

-¿Planes? ¿Tu? ¿Yuu "El Friendzone" Shiroyama?- Se burla de mí.

 

-Claro que sí, cara de pato.- le contesté algo irritado.- Con un chico precioso...- Digo inconsciente, recordando sus labios rojizos.

 

-OhBoiiii, ¡te trae bien perdido! Bueno, entonces me avisas si puedes o si te irás a darte espadazos con el "Chico precioso"- rodé los ojos.

 

-Claro Claro, no te preocupes.-

 

-Okay; entonces nos vemos Yuu.- Colgó.

 

Observé la ventana.

 

Una lluviosa tarde de miércoles. Que agrio e insípido.

 

Me levanto de la silla, sacando una caja de cosas viejas. Cartas, fotografías, dibujos.
Una rosa marchita en medio de las páginas de un libro.
Sonrío con las memorias que me trae observar esta caja. Hay fotos de mi vieja banda, un par de álbumes de X Japan junto a Una foto conmemorativa de Hide.

 

-Forever Love... Forever Dream...- Comienzo a cantar en voz baja, observando una de mis fotos más viejas. Somos mi primera pareja y yo. Akira Suzuki.
Sonrío. ¿Qué habrá sido de su vida?
Qué horror, su cabello parece de puercoespín.

 

Devuelvo la fotografía a su lugar, guardando de nuevo la caja.

 

Sin darme cuenta, inconscientes lágrimas salen de mis ojos, dios Shiroyama. Ya han pasado 7 años. No puede seguir esperándote.

 

No debe seguir esperándote.

 

Seco de un tirón mis lágrimas, tomando mi celular y observando el número del chico de aquel burdel.
Decido llamarle.

 

Beep

 

Beep

 

Beep

 

-¿A-Aló?- respondió con una errática respiración.

 

-Takanori? Soy Yuu.- Dije algo extrañado, temiendo haber interrumpido "el trabajo" del bailarín.

 

-Ah; ya, como esta, señor Aoi.- Respondió más relajado.

 

-¿Aoi?- dejaré de lado ese extraño apodo.- pues bien, ¿y tú?- sonreí al escuchar como su tono de voz se normalizaba.

 

-No me quejo, a que debo el motivo de tan grata llamada.- Dijo ahora con un cortés tono de voz.

 

-Pues, esta es una cortés invitación a aquel café que dije que le invitaría hace aproximadamente 4 días.- Dije siguiéndole el juego.

 

-Oh cierto. Dejemos de hablar así, me colma la paciencia.- Rio leve.- Entonces, ¿en tu casa o la mía?-

 

-¿Casa? Yo pensaba ir en la tarde a un café muy bueno que conozco.-

 

-No quiero romper tus planes, pero no puedo salir antes del atardecer.- escuché algo de desánimo en su tono de voz.

 

-Valla... ¿Puedo saber por qué?- Algún día esta curiosidad me vendrá matando.

 

Le escuché dudar.

 

-¿Te parece si te lo cuento el día que nos reunamos?- me parece buena idea, así que le respondo con un leve -Mhm- en señal de afirmación.

 

-Estoy seguro de que podrás ir, el café cierra hasta las 11 de la noche.- Dije recordando el horario del establecimiento, dirigido por una de mis mejores amigas.

 

-Oh, mucho mejor. ¿El sábado a las 7:30 en el café?-

 

-El sábado A las 7:30 en el café. Te enviaré la ubicación.-

 

-Ok, te espero.-

 

Cuelga la llamada. Dios mío, estoy un poco nervioso.

 

El día pasó de ser Monocromático, frío y lluvioso, a llenarse de colores, cálido... soleado.

 

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

 

.:Viernes 29 de Junio de 2015:.

 

Voy en camino a la casa de Kouyou, como no estaba disponible el sábado, movimos nuestra pequeña fiesta al viernes.
Llevo en mi mochila una gran cantidad de botanas y distintos licores. Además de llevar el estuche de mi guitarra.

 

Esta será una buena noche, estoy seguro.

 

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

 

-¡Negro de mis amores!*- Hago un gesto de irritación cuando escucho que con esas palabras me recibe mi mejor amigo en su departamento.- Quita esa cara Shiroyama, sabes que es con amor.- Me toma de la mejilla y comienzo a reír.- Adentro.- me jala a su "Humilde" Morada.- Como sabrás, queremos revivir nuestros días de adolescentes mecos y volver a tocar uno que otro de nuestros grandes éxitos.- No puedo evitar reír ante lo que me dice.- PERO Por desgracia nos hace falta un bajista para estar completos, digo, Miyavi en una de las guitarras, yo en otra, y el señor "Corazón negro" en la batería, tú en la voz, es más que obvio, eres el que mejor voz tiene.- Sonreí.- Y, un amigo que es bajista y conocí en un bar de mala muerte.- Finaliza con una sonrisa triunfante. Pongo al lado el estuche de mi guitarra y mi mochila.

 

Sonreí resignado.

 

-¿Cuál es su nombre?, digo, si por lo menos se lo preguntaste. Ese exceso de confianza te traerá problemas un día de estos, Shima.-

 

-Su nombre es Akira, pero le gusta que le digan Reita.- por mi cuerpo pasa un escalofrío. Bueno, Akira es un nombre bastante común en Tokyo.- Oe, Te sientes bien Yuu?- puedo observar su rostro algo afligido, creo que se me han ido los colores del rostro.

 

-Sí, sí, solo que su nombre me resultó familiar.- Hice mis negros cabellos hacia atrás.

 

-Takashima-San, ¿Ya está aquí nuestro vocalista?- Al escuchar esa grave y familiar voz, la fuerza de mis piernas se va de repente. No hay duda alguna. Es el.- Espera...- POR FAVOR NO ME RECUERDES, NO. DIGAS. MI. NOMBRE.- ¿Yuu Shiroyama...?- Santo amor a Ithis.

 

-Akira...- Sonreí algo triste. No ha cambiado en nada...

 

Kouyou nos mira repetidas veces a mí y a él, recordando con claridad aquellas noches que nos embriagamos juntos y yo terminé contándole mis penas.

 

-Dios mío, Yuu, No tenía idea.- intenta calmar el tenso ambiente. Abre la puerta del departamento, dejando a un confundido rubio mal teñido aún algo sorprendido dentro, salimos por la puerta.-No tienes que quedarte si no quieres...- Le escucho decir comprensivo.- Dios mío, porque soy tan Imbécil. De haberlo recordado...-

 

-No Shima, tengo que enfrentarlo, tarde o temprano este día iba a llegar. Y tengo que hacerle frente.- Intento retener un par de lágrimas traicioneras.- Anda, vamos.- doy una de mis mejores sonrisas e ingreso de nuevo al departamento. Encontrándome con el de nuevo. Contrólate Shiroyama... Entierra todo rastro de su amor. Es solamente una persona más...- Hola Suzuki.- Dije sonriéndole, el me devuelve el gesto con una simple sonrisa de lado.

 

-Es bueno verte de nuevo Shiroyama.- se acerca a mí, me envuelve con sus largos brazos. Correspondo con algo de timidez al gesto. No te atrevas a llorar. Le has llorado muchísimo tiempo. No lo hagas frente a él.

 

-Bueno, ¿venimos a abrazarnos o a hacer música?- Dije sacando de mi mochila la vieja libreta de mis composiciones.- Traigo nostalgia pura...- Dije riendo.

 

Bueno tal vez esto no sea tan malo...

 

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

 

-Dios Yuu, esto es tan deprimente.- Dijo Yutaka ojeando los versos de mi libreta.

 

-Los escribí hace 7 años, no esperes mucho del Shiroyama de 18 años que apenas descubría que le gustaban los penes.- Se suelta a reír junto a los demás.

 

-Ah, esta me gusta.- dijo Miyavi, leyendo la letra de una sin terminar.

 

-¿"Last Bouquet"?- Pregunté.- Está incompleta...-

 

-No importa, podemos improvisar.- Dijo sonriente Yuta.

 

Santo amor a Ithis, esta canción es la que escribí cuando Akira y yo nos separamos...

 

-Bueno, si Insisten...- La canción está a medias, le falta un coro por terminar y una parte al final.- Ahí mismo están los acordes para todo, prepárense.- Dije yendo a la cocina, necesitaba tomar un poco de agua.

 

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

 

Tomé el micrófono. Los demás ya tienen sus hojas de acordes y tonos, pasé algo de saliva. Humedecí mis labios.

 

Oh, ahora sabrás todo lo que pienso de tú, Akira. Todo el puto mal que me causaste.

 

La batería de Kai comienza, el sonido de la guitarra y las bajas notas del bajo comienzan a darle ritmo a mi agridulce canción. La batería me avisa que está a punto de comenzar la línea vocal...

 

-Hey, de nuevo, meticulosamente, observas, mis expresiones
Observo, que escoges, muy cuidadosamente, todo lo que me dirás...

 

Nunca hubo confianza entre los dos...
¿Por tu Culpa?
En mí nunca pudiste confiar...
¿Por mi Culpa?

 

Siempre mi sonreír, tristezas te traerá, nunca pude entender, por qué fue así...
Es que verme sufrir, ¿te hacía feliz?
Solo quiero saber por qué...-

 

Las lágrimas comienzan su amenaza, no. Trágatelas. No puedes llorar frente a él.

 

-Por eso, escapo, de las crueles palabras, que dices, sin siquiera verme...
Te he, alejado, de aquel lugar donde, te sentiste, pleno y feliz...

 

¿Es que no lo puedes entender? Nunca hubo amor...
Tus palabras pretendí no oír...
Alejándome más...

 

En aquel cruel, y frágil llorar, mi nombre entre tu voz, logré escuchar...
Solamente pretendí, que no era hacia mí y a lo lejos solo decir...
Lo siento.-

 

La guitarra de Shima me avisa que hemos llegado a la parte incompleta.
Pienso rápido, enfocándome en el pasado. En el cruel día de su despedida.

 

-Siempre que dices que, tu amor pertenece a mí, mi corazón solo busca alejarse de ti.
Desesperado, buscas lo correcto decir, porque solo a mi lado te sentiste feliz...

 

Siempre que dices que, tu amor pertenece a mí, mis sentimientos buscan alejarse de ti.
Hoy en tu corazón, solamente sentirás, que a mi lado únicamente podrás vivir... Ah~.-

 

Bueno, no quedó tan mal, no quiero voltear, porque estoy seguro de que está observándome con cierta sorpresa...
La guitarra vuelve a avisarme que estoy a punto de entonar de nuevo, Miyavi toma la guitarra acústica y comienza a tocar.

 

-Ah... puedo ver que la confusión, Sigue en ti.
Aún... cuando el hilo que nos unió, se ha roto...

 

Decido repetir los coros en esta parte, dejando incompleta la última parte de uno de ellos. Saca todo lo que piensas. No temas.

 

-Una y otra vez escucho mi nombre en tu voz...
Tus crueles lamentos piden mi contestación...
Hoy solo deseo que todo aquel amor, que me tienes se desvanezca...

 

No quiero seguir mirando tu llanto caer- No puedo retener más las lágrimas en este punto, comienzan a deslizarse por mis pálidas mejillas.- Al saber que no soy yo quien te pueda Querer...

 

Solo quiero, solo quiero, verte convertir...
El cariño que me tienes, en fastidio.

 

Que no puedas ni siquiera recordarme...
Quiero que llegue el día en que me Odies...
Que no puedas ni siquiera recordarme...
Quiero que llegue el día en que me Odies...
- mi voz se quiebra en las últimas palabras, seco con rapidez las lágrimas que comienzan a salir ahora sin retención alguna.

 

La música termina después de 20 segundos, Kouyou se acerca a mí. Detrás de él, viene Akira.

 

-Estoy bien. Solo... Necesito un trago.- Dije sacando una de mis mejores sonrisas, mis mejillas y ojos rojizos me delatan, pero antes de ser regañado, salgo a toda velocidad por una cerveza.

 

Me recargo en la lava manos de la cocina, respiro hondo, siento que me está faltando el aire.
Ok, tranquilo, respira profundo

 

1...
2...
3...

 

Listo...

 

Me dirijo al refrigerador y saco de ahí un par de las Corona que compró Yuta con una mano, con la otra hago lo mismo.

 

Debo volver con los demás.

 

Me acerco a la sala [que es donde nos encontrábamos tocando] y ofrezco las bebidas a todos. Kouyou la rechaza, ya que él se encuentra tomando Saque.

 

Me siento en el sofá, destapando la botella con uno de mis anillos. Doy un largo trago.

 

-Bueno, no hemos perdido el toque.- dijo Miyavi sentándose al lado de Yutaka, quien sonrió.

 

-Es cierto, tocamos muy bien aún. Mas por que no ensayamos antes.- Responde ahora Tanabe. Afirmé con la cabeza sonriendo.- De algo tenía que servir esa cabezota tuya Yuu.- Sonreí, sentí que Akira se sentó a mi lado.

 

-Ha pasado un tiempo Shiroyama.- Dice con una pequeña sonrisa de lado, le miro, sus profundos ojos cafeces... Oh dios...- ¿Que has hecho con tu vida?- Pregunta, para después darle un sorbo a su bebida.

 

-No mucho, trabajar, salir de vez en cuando.- Sonrío.- No tengo pareja actualmente, así que vivo Relajado.- Di un segundo sorbo a mi bebida.

 

-Qué suerte tienen algunos... Yo tengo pareja, es un pequeño chico precioso, parece un ángel... Pero es muy exasperante y frío, solo espero el momento exacto para terminarle. Sabes bien que una relación sin sexo no sirve.- Dijo, bebo de nuevo. Definitivamente no ha cambiado en nada.

 

-Valla, que pensamiento tan primitivo sigues teniendo, Suzuki.- algo exasperado le digo, recordando mi desastrosa primera vez con el.- No puedes ir obligando a diestra y siniestra a las personas. No todos se sienten seguros de hacerlo, ¿sabes?- Me muestra un gesto confuso.

 

-Oh dios, no me digas que...- Se levanta de su asiento.- Enserio, ¿después de siete putos años me reclamas eso? Despues de siete años, ¿me dices que te Obligué?- levanta la voz, tomando la atención de mis tres amigos.

 

Me he quedado callado, siento un nudo horrible en la garganta. Bajo la mirada.

 

-Ah... Ya veo.- Sonríe malicioso.- No creo que fuera del todo desagradable. Después de todo, siempre me rogabas por más, como la perra sucia que eres.- Enfurecido, me levanto de mi asiento, golpeando su rostro con mi mano.

 

-¡No sabes nada! ¿¡Acaso sabes lo que es sentirse como mierda después de que doblegaran tu pensamiento!?- Alterado, observo que se soba la mejilla, algo sorprendido.- ¡Claro! Se te hizo tan fácil largarte de mi lado en cuanto tuviste la oportunidad, ¡maldito cobarde! Te esperé por SIETE putos años. ¡Ni siquiera pudiste mandar una jodida carta o un E-mail!- las lágrimas comienzan a caer por mi rostro.
-¿Sabes cómo la pasé? Has sido el único hombre en mi vida. El primero y el último a quien le he abierto mi corazón. No sé con cuantas más Zorras te habrás acostado después de que te fuiste. Pero ten por seguro que nadie, escúchame bien, NADIE, va a quererte como yo lo hice.- Está a punto de devolverme el golpe, pero la Firme mano de Kouyou se lo impide.

 

-Creo que es hora de que te vallas, Akira.- Una espectral voz sale de los labios de mi amigo. Suzuki mira impresionado a Shima, rio sin gracia.

 

-Ahora veo. Entre perras sucias se complementan.- Toma su bajo y sale de la casa dando un fuerte azote.

 

Ya se ha ido.

 

Comienzo a sollozar dolorosamente, cubriendo mi rostro. Siento los cálidos brazos de Shima abrazarme en un intento de consolarme, pero solo causa que me aferre a él. Sollozando aún más fuerte.

 

-Puta madre, todo esto es culpa mía.- dijo el, culpándose por todo lo que pasó.

 

-No. Todo es culpa de ese estúpido.- Enfaticé, separándome de su abrazo.- Te juro que creí que ya lo había superado.- Río un poco por lo que acabo de decir.

 

-No dejemos que este mal trago nos arruine la noche.- Dice Yutaka.- Mejor recordemos cuando Miyavi se calló frente a Lucy.- El recuerdo de ese día me hace sonreír.- Si recuerdan a Lucy, ¿no?-

 

-Cómo olvidarla, fue nuestra mejor amiga hasta que se marchó.- Dijo Kouyou, sonrío ante los hermosos recuerdos que me traen sus palabras.- Ya no llores Yuu.- Tomó mi rostro, secando las lágrimas que caían por mis sonrosadas mejillas.

 

Tratando de acatar a lo que mi amigo me pide, asiento. Tomando de nuevo la botella de vidrio con mí liquido embriagante.
Creo que ahora las cosas irán mejor...

 

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

 

Ha llegado el día en que me reuniré con Takanori, he llegado a las 7 al establecimiento "Shinin" de una de mis mejores amigas, Hayashibara Ito.

 

La campanilla del establecimiento avisa a los trabajadores mi entrada, ella, que se encontraba atendiendo a un chico en el mostrador, me mira y al momento me brinda una gran sonrisa.

 

-¡Yuu Shiroyama!- termina de atender y sale del mostrador a darme un gran abrazo.- Ha pasado mucho tiempo, Bribón.- es como 20 centímetros más baja que yo, tiene unos grandes ojos Cafeces y por más que su nombre suene Asiático, es de descendencia Americana. Su piel color canela lo evidencia.

 

-Es bueno verte de nuevo, Bara-Chan.- bara, como las rosas. Porque ella es tan bella como una.

 

-¿Quieres ordenar algo? ¿Un café? ¿Un pastelillo? Mamá Ito me dejó la receta de sus brownies bañados en caramelo.- Esa señora vendrá matándome con una sobredosis de dulces.

 

-¿En cuanto tiempo pueden estar?- pregunto sumamente interesado en aquel dulce postre que solía comer en la secundaria.

 

-En una media hora.- responde Bara sonriente.- ¿Tienes prisa?- pregunta.

 

-En realidad, estoy esperando a alguien. ¿podrás tenerlos listos cuando llegue?- Veo que sus ojos se iluminan.

 

-¡Seguro!- anota en la pequeña liberta que lleva en manos mi pedido.- ¿Algo que tomar en lo que esperas a ese Alguien?-

 

-Ya deberías saberlo...- le respondo mirándole juguetonamente.

 

Ríe despreocupada.- Brownies de Caramelo y un Latte Mocha cargado, en camino.- se despidió dándome una cálida sonrisa, volviendo al mostrador.

 

Observo por la ventana el atardecer, el sol se comienza a meter entre las nubes, perdiéndose entre los edificios de la gran ciudad.
Al instante, pienso en la razón por la cual el bailarín que me acompañará hoy no puede salir durante el día. ¿Talvez es Fotosensible?* ¿Tal vez tiene enfermedad de Piel de Mariposa?*
Al pasar del tiempo [Y con un delicioso café a medias],  Veo por la gran ventana un pequeño con una gran sudadera blanca, unos pantalones negros que se le ciñen a las piernas y un par de converse rojas. Lo que me extraña es que porta unos lentes con los cristales rojos.

 

Al entrar al establecimiento, parece buscarme con la mirada, cuando levanto la mano, el sonríe y se dirige hasta mi mesa.

 

-Señor Aoi, que gusto en verle.- saluda cortés, me levanto del asiento y le doy un abrazo, queda algo perplejo al principio, siento como se sobresalta cuando le aprieto un poco en la espalda, pero termina correspondiendo.- ¿Cómo estás?- pregunta al separarnos, tomando asiento frente a mí.

 

-Bien, ¿Y tú? ¿Sigues trabajando en ese lugar de mala muerte?- pregunto bromeando, me regala una gran sonrisa.

 

-Claro que sí. Sin mí, ese lugar no es Nada.- Dijo egocéntrico, aún sin quitarse las gafas. Sonreí.

 

-Te iba a Preguntar... ¿Por qué usas esas gafas? Digo, no son nada feas, pero me parecen curiosas.- sonrió.

 

-Por la misma razón por la que es peligroso para mí salir de día. Por la misma razón por la que trabajo de noche y en un lugar con poca luz. Tengo una enfermedad que causa una anomalía de mi visión. Es producida por una alteración en las células foto receptoras de la retina, y por ella, solo puedo percibir los colores en escala de grises.- Dijo algo triste.- Nací con esta enfermedad. Uso estos lentes desde que tengo uso de la razón, no salgo porque la luz del sol me lastima demasiado la vista.- Se quita con brevedad los anteojos. Puedo ver sus profundos ojos negros por un segundo, ya que los achica debido a las luces el lugar.

 

-Valla... No me lo esperaba.- estoy sin palabras.- ¿Es difícil?-

 

-Bastante.- Bara se acerca de nuevo a mi mesa, trae un plato muy bien decorado con los postres que ordené. Takanori mira algo extrañado, lo cual me causa risa.

 

-Aquí están Yuu, espero te gusten.- Saca su libreta de nuevo.- ¿Que vas a ordenar, Joven?- Preguntó al pequeño.

 

-Ah, un Frapucchino con chispas de chocolate... ¿Se puede?- pregunta sonriendo.

 

-Claro, en un momento te lo traigo.- Estoy a punto de tomar uno de los pastelillos.- Shiroyama.- me mira negando.- Espera a que el caramelo se endurezca un poco. Acaban de salir del Horno.- ríe cubriendo su boca un poco.- No querrás quemarte la boca como cuando éramos niños, ¿o sí?- Escucho a Takanori reír, siento el rostro caliente.

 

-Gracias Vara-Chan.- dije resignado, riendo por igual. La castaña se retira, dejándonos solos de nuevo.

 

-Creo que se conocen muy bien.- dijo "Ruki", mirándome.

 

-Su familia llegó a Japón cuando ella era apenas un bebé. Su mamá es como una segunda madre para mí. Llevamos juntos desde que ella comenzó a hacer amigos y a tener uso de la razón...- sonrío al recordar como Jugábamos de niños.

 

-Wow... Yo pude disfrutar muy a duras penas mi niñez, ya sabes, "No salgas mucho", "No te juntes con él". Bah, a final de cuentas, mi pareja es uno de esos niños de los que mi madre siempre quiso alejarme.- Rio sin ganas.- Ironías de la vida.-

 

-¿Tan mal la pasas?- pregunté algo consternado.

 

Le escuché suspirar resignado.- Ayer llegó con un fuerte aroma a alcohol.- Paró un momento, como si estuviera organizando todo lo que iba a decir.- Está consiente de mi trabajo, y por lo mismo, no soy como los demás chicos del bar. Yo no me vendo.- Abrí los ojos con algo de sorpresa.- Esperaba esa reacción. Como sea, ayer llegó ebrio, diciendo estupideces. Yo soy un fiel creyente de que, la primera vez no se le entrega al primer Zángano que se te cruce en frente.- Ahora me siento más sorprendido.- Si amigo, soy un Bailarín Virgen. Me desvío del tema, perdón.
Llegó reclamándome, y lo cito; "Por qué no te has acostado conmigo, Taka-chan?"- Arquee la ceja. Mirando como comenzaba a jugar nervioso con sus manos.

 

-Espera... ¿Acaso él te Obligó?- Dije notablemente consternado. Me miró, sus ojos se volvieron cristalinos por un momento.

 

-Casi lo logra, como me resistí, comenzó a golpearme en la espalda con, no sé qué cosa.- Me cubrí la boca.- No he ido al hospital, y siento que me arde horrible.-

 

-Oye, pues vamos de inmediato.- estuve a punto de levantarme de mi asiento. Pero su mano sosteniendo la mía me detuvieron.

 

-No. Hui de mi casa porque detestaba el control de mi madre sobre mi vida. Si voy al hospital, se les notificará a ellos.- me acomodé de nuevo en mi asiento.

 

-Dios... Entonces, ¿Pretendes que te deje la espalda herida?- dije.

 

Solo desvió la mirada algo avergonzado.

 

-De ninguna manera.- Respondí, Veo a Bara acercarse con el frappe de Takanori, lo deja y se retira de nuevo.- Que te parece, ¿Si vamos a mi departamento después a ayudarte a curar esa espalda?- dije mirándole suplicante.

 

Lo pensó por un momento, como si aquel monstruo que tiene por pareja fuese a darle una reprenda más tarde.

 

-Seguro... Solo me iré a casa antes de las 12 de la noche, quiero dormir a gusto esta noche.- Dijo después de sorber a su bebida.- Uy, esto está rico.- Sonrió como un niño pequeño y después dio un sorbo más largo.- ¡UGH!- se tomó la cabeza con la mano, haciendo una mueca rara.- Duele, Duele, Duele.

 

No pude evitar reír con esto, tomando uno de los [Ya tibios] pastelillos. Me lo llevo a la boca. El sabor sigue siendo el mismo...

 

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

 

Son las 9:16 de la noche, nos dirigimos a mi departamento. Conduzco por las ya oscuras calles de mi distrito, puedo observar al pequeño a mi lado en su celular, parece estar mensajeando con alguien.

 

Un tenue tono de llamada interrumpe el silencio, es su celular.

 

-Aló?- Contesta al cabo de unos segundos y con una notable cara de asco.- Salí. Te lo había dicho desde hacía ya 3 días.- Dijo algo irritado.- No. No creo volver tan tarde, pero si vas a estar como anoche, será mejor que ni siquiera te quedes en casa esta noche.- escucho un fuerte grito dentro de la bocina.- No. Nada de "No me puedes echar", claro que puedo. YO pago ese piso por mi cuenta. El único que debería irse eres tu.- escucho su voz cortarse.- Ah, ¿Por qué? BROOKE, ¿Te suena ese nombre? Oh, o tal vez, ¿LILIA, REILA? Solo te haces tonto a ti mismo. Se sobre todas ellas. No te molestes en llegar a casa esta noche, porque además de que no habrá nadie, las cerraduras no servirán para tus llaves.- cuelga. Se cubre el rostro con ambas manos, pero se niega a llorar.

 

-Hiciste lo correcto...- pongo una mano en su hombro. Me mira. Sonríe.

 

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

 

Llegamos a mi edificio, estaciono el auto y bajo, el baja también.
Me adelanto hasta las escaleras, siento sus pasos detrás de mí. Al llegar a mi departamento, saco las llaves.

 

-No te asustes si encuentras algo fuera de lugar.- Dije advirtiéndole, no recuerdo si dejé limpio.

 

Asiente sonriendo.

 

Abro la puerta, encendiendo las luces. Escucho que pasa detrás de mí. Y después cierra la puerta.

 

-Ponte cómodo.-dije dejando mi abrigo en la percha al lado de la puerta.- Iré por mi botiquín.- pude observar una cara de disgusto en el.- Quita esa cara, sabes que es por tu bien.- Camino hasta el baño de mi habitación. Abro el pequeño cajón del espejo y saco la caja blanca con una cruz roja encima.
Regreso sin prisa a la sala, le observo quitarse la chaqueta, dejándose una holgada camiseta interior, que tiene en la espalda unas pequeñas, pero notables, manchas color carmín.

 

Se da cuenta de que le estoy viendo y sonríe.

 

-¿Te gusta lo que ves?- pregunta meneando despacio sus caderas. Comienzo a reír.

 

-Claro, soy tan sanguinario que me encanta ver la sangre traspasarse en tu espalda.- Me hace una cara confusa, tomando los extremos de su playera.- No te la quites rápido, te va a doler.- Muy tarde, se la quitó de tirón e hizo una mueca de dolor.- Te lo dije.- me acerco al adolorido pequeño.- Siéntate.- comandé sereno, solo atinó a sentarse en el sillón.

 

Abro la pequeña caja, saco un pequeño pote que lleno con alcohol. Tomo un frasco de Agua oxigenada y un par de torundas de algodón que están envueltas en gasas.- Va a dolerte un poco.- dije poniéndome un guante y estirándolo, haciendo que golpee mi muñeca, como en una película de terror que miré hace ya varios años.

 

Por los movimientos de su blanquizca espalda, sé que se está riendo.- ¿Me vas a meter un dedo en el culo o me vas a curar la espalda?- Dijo calmando sus risas.

 

-Soy el proctólogo Shiroyama Yuu, abra bien el Culo.- dice haciendo una voz aún más gruesa, vuelve a reír y aprovecho su distracción para comenzar con una de las heridas más grandes. Pongo un poco de agua oxigenada en la torunda y la esparzo.

 

Sisea ante el ardor. Palpo despacio la zona, la gasa se torna carmesí. La herida no es tan profunda, pero si se llegase a infectar, hubiera sido peor.- Calma, llorón.- Dije desechando la gasa, tomando una nueva, la sumerjo en Alcohol.- Esto te dolerá mas.- dije antes de volver a esa herida.

 

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

 

Han pasado varios minutos, estoy envolviendo su espalda en una venda [que reguarda las heridas cubiertas con gasa y cinta médica]. Al terminar, sonrío satisfecho.

 

-Ya terminé, puedes levantarte.- Asiente y se levanta despacio.

 

-"Te va a doler un poco", Arde como los mil diablos, mentiroso cabrón.- reí ante su comentario.

 

-de nada.- veo el reloj de la sala.- son las 10:05, ¿quieres quedarte otro rato? ¿O prefieres que te lleve a tu casa?-

 

-¿Me puedo quedar a Dormir?- pregunta después de pensarlo un poco, le veo un poco sorprendido.- Estoy seguro que ese imbécil estará ahí y no quiero enfrentarle... No aún.- dijo bajando un poco la cabeza.

 

-Claro, deja te preparo la habitación de huéspedes.- dije sin pensarlo, levantándome del asiento y dirigiéndome a la habitación antes dicha.

 

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

 

-Takanori...- Cuando estuvimos dentro de la habitación, le hablé suave.- ¿Es la primera vez que tu pareja te golpea así?- me quedé pensando en esas crueles cicatrices de su espalda. El piensa un poco.

 

-No...- Sus ojos comenzaron a aguarse, se quitó las gafas al sentir que la luz de la habitación  no le molestaba, se sentó en la cama.- Me golpeó hace un par de meses, cuando descubrí sus infidelidades.- le miré con algo de coraje contenido.

 

-Pero, ¿Por qué no te alejaste de él?- dije.

 

Suspiró resignado.

 

-Él sabe muchas cosas de mi pasado.- Dijo con un tono de voz caído.- No estoy del todo limpio, ¿sabes?- Sonrió con Ironía.

 

Sequé con mis manos las prófugas lágrimas de sus mejillas, él se acurrucó a mis caricias.
Miré a sus hermosos ojos cafeces. Oscuros, profundos. Cautivadores.

 

Siento sus manos posarse en mis brazos, haciendo que cada vez más la distancia entre nosotros disminuya, nuestras respiraciones chocan. Un suave roce entre nuestros labios causa una gran corriente eléctrica que recorre toda mi anatomía.
Rosamos nuestros labios. Despacio, con miedo. Como si fuésemos un par de adolescentes primerizos.

 

Al pasar de un par de segundos, nos separamos. Nuestras respiraciones nerviosas chocan. Nuestros ojos se encuentran.

 

-Quiero quererte. Déjame hacerlo, por favor...- Susurré cerrando los ojos, sus labios vuelven a los míos, pero ahora con más pasión...

 

Pude sentir su cuerpo temblando entre mis labios al abrazarle.

 

No hagas lo mismo que Akira hizo contigo...

 

Me separo, veo su sonrojado rostro, me mira y me sonríe...

 

-Quiero que hagas mi vida de Colores... ¿Sabes porque te digo Aoi? Por el color… porque eres una persona cálida… porque aunque no conozca el color, sé que es cálido, hermoso… como tu…-

 

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

 

Han pasado 3 días desde que decidimos cambiar lo monocromático de nuestra vida, a un panorama lleno de colores...
Estoy esperando a Takanori, quien está en su departamento, sacando sus cosas y cambiando las cerraduras.
Al terminar, pega en la puerta una pequeña nota.

 

Gracias por enseñarme que mi enfermedad no haría más que llenar de escalas grises mi vida.
Gracias por nunca iluminar mi vida.
Hoy te dejo en libertad.
Gracias por ser el mejor error de mi vida, Akira Suzuki.

 

Matsumoto Takanori.

 

Al terminar, le ayudo con sus maletas y ambos salimos sonriendo a la salida. Subo las maletas a mi auto y después subimos ambos. Me sonríe con ternura.

 

-¿A dónde vamos?-

 

-A donde el sol nos lleve...-

 

FIN…

 

 

 

Notas finales:

como nota adicional: 

Negro de mis amores: es un delicioso postre de mi ciudad y uno de los tantos apodos a mi mejor amigo gg. (Claro que no está tan rico como nuestro negro bb picioso ahr)

Fotosensiblilidad: Enfermedad que hace a su afectado sensible a la luz. su piel comienza a enroncharse y a irritarse (son por así decirlo, alergicos al sol y la luz)

Enfermedad de piel de mariposa: Es una enfermedad que hace que las personas que la padecen, no puedan regular su temperatura.

Este pequeño escrito fué realizado con mucho cariño, no soy la mejor escritora del mundo, y talvez esta cosa esté toda fome y sin sentido, pero solo espero que lo disfruten <3

baish baish <3<3<3<3<3<3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).