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Te odio, te amo por lizergchan

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Disclaimer: Los personajes de Marvel no me pertenecen, sino a Marvel Estudios, Disney y a Stan Lee. Este fanfic lo hice solo y únicamente como diversión.

Personajes: Dr. Strange/Tony Stark.

Aclaraciones y advertencia: Romance, algo de Ooc, omegaverse y lo que se me vaya ocurriendo, kesesesese.

 

Beta Reader: Samantha_Myarrow

 

Resumen: Tony se ofrece a casarse para que el reino Místico se una a la alianza conocida como los Vengadores, siendo un omega mayor, sus oportunidades de tener una familia son casi nulas, está podría ser su última oportunidad   de ser feliz, aunque viva en un matrimonio sin amor, pero tal vez su nueva vida le dé más libertad de la que soñó jamás.

 

—f

 

 OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

 

Te odio, te amo

 

 

Capítulo 2.- Místico

 

 

Viajar en dragón fue una experiencia totalmente diferente. Si bien no era la primera vez que Tony volaba, las veces anteriores fueron en artefactos wakandianos en el que ninguno era tan veloz como esas bestias aladas.

 

Durante el viaje se detuvieron tres veces para descansar y esos momentos fueron aprovechados por Stephen para mostrarle algunas de las maravillas del mundo exterior. Lo que más llamó su atención fue el secreto que ocultaban los dragones: resultó que, aquellos reptiles alados no eran más que el resultado de la magia y la alquimia.

 

—Pero se ven tan reales —dijo Tony acariciando la cabeza de su dragón, que comenzó a producir un sonido parecido a un ronroneo.

—Los maestros artesanos hacen un estupendo trabajo moldeando sus cuerpos, los alquimistas les infunden algo parecido a un alma y los hechiceros encienden el fuego, que es su corazón —explicó Stephen. —Puedes aprender, si así lo deseas.

 

Tony le miró sorprendido. Acaso… ¿le estaba ofreciendo enseñarle? ¿A él, un omega?

De pronto, se topó con su nueva realidad. Desde que inició el viaje con ellos, ninguno de los miembros del reino místico lo trataban diferente o lo miraban con inferioridad, o como algo que tenían que proteger, que estaba ahí para lucir bonito y ser presumido por un alfa, como un adorno o un mueble que decora alguna habitación.

 

 ¿Qué clase de lugar sería su nuevo hogar?

 

 

El reino Místico se encontraba más allá del mar vacío, cuyas aguas eran casi imposibles de navegar, y que a su vez colindaba con el mar blanco, formando parte del reino de Asgard.

Pasando el mar vacío se encontraba una cadena montañosa, tan altas que se creía que unían la tierra y el cielo <<y no estaba tan lejos de la realidad>>: atravesar la cordillera resultaba imposible y ni hablar de sobrevolarla, pues el aire era tan liviano que no se podía respirar. Incluso los artefactos aéreos de Wakanda no podían atravesarlas, entonces, ¿cómo llegarían a su destino?

 

—Capitán —dijo Ancestral, el aludido asintió con la cabeza. Hizo una señal e inmediatamente, los soldados hicieron movimientos sincronizados mientras que al instante un enorme círculo dorado apareció, del otro lado, se podía ver un hermoso paisaje: un campo de flores.

 

Atravesaron el portal. Tony se maravilló con todo lo que sus ojos veían sobrevolando la ciudad que rodeaba el palacio.

El hogar de la familia real era diferente a cualquier otra cosa que Tony hubiera visto antes: para empezar, no era un castillo de piedra fría y estéril. En su lugar, era una serie de edificaciones de madera colorida y hojas de oro, su forma era rectangular y rodeada de inmensos jardines. El edificio central (el más grande) tenía una enorme plancha hecha con bloques de piedra, donde estaban reunidos cientos de personas enfundados en armaduras cuyas pecheras asemejaban las escamas de un reptil, sus cascos asemejando cabezas de dragón.

 

Cuando la comitiva real descendió frente a los soldados, estos se arrodillaron, pegando la frente al suelo.

 

—¡El norte les da la bienvenida a sus majestades! —habló un hombre de armadura verde, de su casco sobresalía dos plumas color jade, de sus hombros caía una capa blanca. Era el general Invierno, su nombre era Loki.

—¡El sur les da la bienvenida a sus majestades! —dijo una mujer, su armadura era de color rojo, las plumas magenta y la capa blanca. Wanda, la general Verano.

—¡El oeste les da la bienvenida a sus majestades! —el general Otoño, cuyo nombre era Mordor, llamó moderadamente la atención de Tony. Su color de piel era la misma que la de los wakandianos, ¿acaso él pertenecía a dicho reino?

—¡El este les da la bienvenida a sus majestades! —la general Primavera usaba una armadura celeste con plumas color turquesa, su nombre era Hope.

 

Tony se vio maravillado con las dos mujeres generales; aunque existían miembros femeninos en el ejército, era poco común que alcanzaran altos puestos oficiales, mucho menos ser generales.

 

Los cuatro generales se inclinaron ante ellos, la mano izquierda en puño tocando su palma derecha a la altura del pecho con los dedos apuntando a su barbilla.

 

 

Tony se dejó caer en la mullida cama. Sus ropas habían sido reemplazadas por algo llamado hanfu, que consistía en una túnica de anchas mangas que le llegaba hasta las rodillas de color rojo, sobre un pantalón amarillo holgado. A su lado descansaba el libro que Stephen le había dado como regalo de compromiso.

Se trataba de un compendio del reino Místico que, cuando comenzó a leerlo, se sorprendió al saber que su nuevo hogar era incluso más grande que Asgard y Wakanda juntos, siendo estos los países más grandes en el continente.

El reino se dividía en cuatro estados dirigidos por Gobernadores (los generales), cada estado se conformaba por doce regiones a cargo de líderes regionales y estos, a su vez, eran conformados por aldeas.

La corte de la reina Ancestral contaba con 24 eruditos que no necesariamente eran de familias nobles <<para sorpresa de Tony>>, un gran ejemplo de era el enviado Celestial de Primavera que, increíblemente, se trataba de un omega y padre de la General Wanda. Él había nacido en una familia de humildes comerciantes, sin embargo pudo acceder a la educación que en otros reinos le sería vedada por su nivel social y, peor aún, por su casta.

 

 

Tony tenía ya una semana en el reino Místico y solo faltaban unos días para la boda. Ya tenía memorizado el libro de Strange y, gracias a eso, comprendía que los prejuicios de las castas que predominaban en el mundo no existían en ese lugar. Ahí, no importaba si nacías siendo omega, beta o alfa, todos tenían los mismos derechos y podían aspirar a cualquier clase de trabajo o incluso a convertirse en un rey.

 

Aun le costaba creer que la reina Ancestral, no fuese una alfa o beta, sino una omega que había usado supresores especiales para no “ofender” a sus futuros aliados.

 

Supresores. Tony sabía que existía un tipo de medicina especial para disminuir el celo en los omegas, era algo que los wakandianos habían creado, pero poco usado; aun entre ellos dado que era algo que ofendía a los alfas. Él había experimentado con algunas mezclas que, si bien no evitaban su celo, sí lograban controlarlo y saber que, en su nuevo hogar, existían unos tan avanzados que podían suprimir su aroma por completo, lo llenaba de felicidad.

 

 

 

 

 

Tony se dirigió al palacio Sanctum Santorun, una pequeña residencia al este de Kamar-Taj, el hogar principal del gobernante y su familia. Había ido en compañía de Virginia (a quien bautizo como Pepper), quien era una hermosa beta pelirroja con temperamento de alfa pero que aun así, se llevaban bien y era casi como si se conocieran de toda la vida.

 

—Es hermoso —comentó Tony mientras caminaba por los pasillos del palacio en compañía de Pepper. Los sirvientes que se topaban con ellos, se apresuraban a arrodillarse ante ellos, casi pegando la frente al suelo.

—Fue construido por el rey Agamotto, para su heredero, quien fue un omega —explicó Virginia—, aquí no pueden ingresar alfas sin recibir castigo, ni siquiera los miembros de la familia real están exentos a dicha regla.

Tony asintió, cada vez le gustaba más ese reino.

 

En el Sanctum Santorun había un lugar especial, una gran piscina de aguas termales que eran traídas directamente de las montañas Azules, famosas por sus propiedades medicinales y purificadoras y que por esto último fue que Tony se encontraba ahí: debía preparar su cuerpo para unirse con su alfa.

 

—Anthony, me alegra verte —dijo Ancestral. El omega hizo una reverencia. Aún le era difícil creer que ella perteneciera a su misma casta y gobernara todo un reino.

—Majestad, disculpe, no fue mi intención interrumpir su descanso —ella le sonrió con cariño, acariciándole la mejilla con gesto maternal.

—Al contrario, soy yo quien pide disculpas por irrumpir en tu ceremonia de purificación.

 

Ancestral no se encontraba sola, con ella estaban tres de los cuatro generales, Loki y Mordor, ambos omegas y Hope, una beta, el miembro faltante era la única alfa entre ellos.

 

—Aún faltan unas horas para iniciar la ceremonia —dijo Loki sin interés—. ¿Le apetece acompañarnos a tomar el té, majestad? —Mordor miró a su compañero con odio, gesto que no pasó desapercibido por Tony.

—Es una estupenda idea, maestro Loki —dijo la reina, ajena (o tal vez no) de la tensión que poco a poco se creaba, gracias al omega de piel oscura.

 

 

 

 

Steve y los otros miembros de la alianza observaron a la mujer delante de ellos. Se veía joven, no parecía tener más de 26 años, sus largos cabellos cobrizos caían con gracia sobre sus hombros y espalda, su armadura carmesí tenía brillo casi místico. La alfa se había presentado ante ellos para guiarlos al reino Místico.

 

—Soy la General Verano y se me ha dado el honor de guiarlos al reino Místico —dijo Wanda.

—Pensamos que llegarían mañana —dijo Thor con cierta desconfianza. Wanda sonrió.

—La boda del príncipe Stephen y el príncipe Anthony será mañana, por cuestiones de seguridad.

—¿Qué? —Steve casi gritó. ¿Tony se casaría en unas horas?, ¿cómo llegarían antes de que contrajera nupcias?

Deseaba poder decirle a Tony que lo amaba, que deseaba ser su alfa. Ya no le importaba la alianza, solo quería tener a su omega entre sus brazos.

—¿Cómo llegaremos a tiempo? —Cuestionó Natasha, Wanda sonrió y les dio la espalda, movió la mano y al instante, un anillo rojizo se hizo presente. Ante sus ojos se abrió un portal que mostraba un paisaje que jamás habían visto antes.

—Adelante, sus majestades —dijo Wanda haciendo una caravana—. Bienvenidos al reino Místico.

 

Los Vengadores ingresaron al portal, quedando completamente maravillados. Frente a ellos se encontraba un palacio como no habían visto antes, con columnas de madera forradas con láminas de oro.

 

Los reyes extranjeros fueron recibidos en la plaza principal del palacio. Strange mismo les dio la bienvenida. Les llevaron a las habitaciones que habían preparado para ellos.

 

—¿Crees que sea buena idea? —dijo Wanda una vez ella y Stephen se quedaron solos—. Los habitantes de su mundo son bestias…

—Lo son, pero por desgracia les necesitamos para combatir a Dormmamu y sus aliados.

—Solo espero que el remedio no sea peor que la enfermedad.

—Lo sé —Strange se llevó la mano al cuello—. Mi madre murió a manos de Dormammu, no puedo dejar que más gente muera por su culpa.

 

Wanda asintió, aunque no podía evitar preocuparse. Ella sabía de los prejuicios a los omegas, de las injusticias, Loki y Mordor, eran un ejemplo claro de ello.

 

—No estoy de acuerdo con esto, pero confío plenamente en el buen juico de su Alteza y por supuesto, en el tuyo.

—Gracias…

—Sin embargo, si esos extranjeros hacen algo que pueda dañarlos a ustedes o al reino; no dudaré ni por un momentos en enviarlos al mar Vacío, para que sus cuerpos no sean encontrados jamás.

 

Stephen sonrió, por supuesto que él tampoco permitiría que lastimaran a su familia o a su pueblo, primero tendrían que matarlo.

 

Continuará…

 

 

….

 

 

Espero les gustara el capítulo, nos vemos en la siguiente.

 


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