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PERDONA NUESTROS PECADOS por Shadow of love

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Notas del fanfic:

Este es el primer fic que publico y espero que en verdad les agrade, aunque sea un poco. 




Gracias por tomarse el tiempo de leerlo. 

Notas del capitulo:

Gracias por leer este fic, este capítulo es algo corto y talvez no les parezca muy entretenido, pero si les agrada subiré el segundo muy pronto.  




Este fic tiene como protagonistas a la pareja egoísta, pero si tendrá participación muy activa de las otras parejas. Sin más que decir los dejo leer en paz. 




 

 




Pese al dolor sus pasos eran rápidos, no sabía cuan profundas eran sus heridas ni qué tan graves eran, pero su instinto de supervivencia era más fuerte que cualquier cosa. La profunda oscuridad de la noche en este momento era su aliada para poder escapar de sus atacantes. 




-Malditos! -bufo Nowaki al notar que aún no lograba perder a los tres hombres que lo perseguían casi pisándole los talones. 




El estrepitoso sonido de una bala resonó en sus oídos y un dolor agudo entumeció su cuerpo por un instante robándole el aliento. Una bala avía atravesado  su hombro derecho pero esto no detuvo su paso, no le daría a esos malditos la satisfacción de matarlo. 




A estas horas de la noche no había lugar donde ocultarse y en especial Nowaki jamás había andado por esta zona de ciudad así que no estaba seguro de que haría para perder a los malditos que lo seguían, su fuerza poco a poco lo abandona y podía sentir como su ropa se empapaba rápidamente con sangre; talvez sus heridas estaban peor de lo que pensaba. Para la buena suerte de Nowaki, había un parque al cruzar la calle; así que decidió entrar a él ya que entre los árboles y matorrales talvez podría perder a los que lo seguían. 




Otra bala fue dispara en medio de la persecución, pero por suerte solo golpeo una de las luminarias del parque. Un golpe de adrenalina llegó a Nowaki y fue capaz de acelerar su paso y adentrase más en el parque, al ver por detrás de su hombro se dio cuenta de que había perdido a sus atacantes, sin confiarse  Nowaki no paro siguió caminando hasta llegar a una especie de castillo grande. Tenía varias puertas grandes y Nowaki esperaba que al menos una estuviera abierta.  




Al empujar dos pesadas puerta de madera estas se abrieron. Al entrar se sorprendió al ver que en realidad este lugar era una gran iglesia o algo así, era increíble como la luz de luna se filtraba por un gran ventanal e iluminaba el altar de este lugar, a su parecer este lugar lucio aterrador, aunque a decir verdad a Nowaki no le agradaban los lugares como esté o más bien él no creía en ninguna religión y pare el estos lugares solo estaban llenos de hipocresía. 




Unas voces se escucharon desde el exterior, Nowaki corrió a esconderse al altar y las puertas se abrieron con un horrible rechinido.   




-Sabemos que estás aquí Kusama!! -grito uno de los hombres que lo seguían -Escondiéndote aquí nos demuestras que solo eres un maldito cobarde!! 




Los tres hombres que lo seguían ríen con las palabras de su compañero. 




-SÍ jajaja!  Él es un cobarde -Afirmo otro tipo. 




-¡¡Aun que tienes suerte de haber entrado a este lugar ya que aquí mismo podrán velar tú cadáver está noche, jajaja!! -Todos los hombres volvieron a reír. 




Después escucho pasos acercándose hacia donde estaba. Este era el final de Nowaki y lo aceptaba, saco el arma que tenía en el bolsillo de su chaqueta y la puso a un lado; esa cosa no servía ya que se había quedado sin balas. 




Se recostó en el suelo y con su mano sintió algo húmedo, puso su mano frente a sus ojos y con la luz de la luna vio cómo su sangra la había manchado de rojo escarlata. 




-Mierda! -susurro Nowaki al notar que estaba recostado sobre un charco de su propia sangre. 




Al parecer en verdad estaba peor de lo que creía; de repente el frío se extendió por todo su cuerpo y sintió escalofríos, su mirada comenzó a desenfocarse, parpadeo dos veces y su mirada se en foco en la imagen de Jesús crucificado en la gran cruz que era el centro de esta iglesia, su mirada se plantó en el rostro de esta imagen tallada con expresión de serenidad y piedad que lo desconcertó porque ¿cómo alguien que atraviesa por tanto dolor podría llegar a tener esa expresión?  




Sin darse cuenta de que lo hacía Nowaki estaba rezando, ni si quiera recordaba que supiera hacerlo, era algo que si no estuviera delirando no lo haría. Rezaba aún sin creer en lo que pedía; sin duda la muerte era insignificante para él, pero no quería morir a manos de sus enemigos, este no debía ser su final, no aquí no ahora, no así. 




-Prepárate para morir Kusama que de hoy no te salvas, nuestro clan espera con ansias tu muerte -los pasos de los matones resonaban es sus oídos. 




-Hoy te esperan en el infierno, allí no reinará tu voluntad como en las calles de esta sucia ciudad, hay no eres jefe de nada -Pronuncio otro de los matones y las risas no se hicieron esperar. Nowaki cerró los ojos con fuerza y no paro de rezar. 




-Dios ten piedad de mí, por favor no me desampares… -Rogo por última vez cuando los pasos se detuvieron a sentimientos de él. 




- ¡¿Por qué hacen escándalo en la casa de Dios?! -una nueva voz pronunció de la nada haciendo eco con severidad. 




- ¿Cómo entraron aquí? 




- ¿Qué las puertas de la iglesia no siempre están abiertas para quienes buscan a Dios, Padrecito? 




-Eso no lo niego, pero les pido que se retiren ya que ustedes no vienen buscando paz sino bien a alterar la paz de este lugar -dijo con voz firme el religioso. Los ampones rieron  




-Quien nos obligará a marcharnos? 




-Eh llamado a la policía en cuanto escuché el escándalo que estaban haciendo -En ese momento se escuchó las sirenas policiales. 




-Nos la pagarás!! -grito uno de los delincuentes mientras comenzó a huir de ahí. 




La policía hablo un rato con el religioso y después de cerrar la puerta con seguro empezó a ver que todo estuviera en orden dentro de la iglesia. 




-Santo cielo! -exclamo el sacerdote al ver a Nowaki. 




Casi sin fuerzas Nowaki entre abrió los ojos, frente a él había un hombre iluminado por la brillante luz de la luna, sus ojos eran de un brillante y profundo color miel, su cabello de castaño claro, era muy apuesto; estaba seguro de que frente a él solo había una ilusión. 




-P-por favor a-ayúdame… -alcanzó a decir antes de que todo se tornará negro. 




 




 

Notas finales:

Gracias por leer mi fic, no se olviden de un review para saber si les ha grado o de plano es una pésima idea, jejeje e.e recuerden que sus comentarios me ayudaran a mejorar. 




 


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