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Three Songs por AleHoku

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Notas del fanfic:

Este fic es corto y esta inspirado en diferentes canciones o lo que yo siento de estas. 

Espero les guste, estare actualizando los domingos hasta que termine estos escritos. 

Notas del capitulo:

Espero les guste. 

 

Habían pasado ya más de dos semanas desde la desaparición de Stiles, hacía tiempo que avistamientos de criaturas con cuerpo humano pero con cabezas de perros o chacal; dependía de a quien le preguntase. Aunque claro la desaparición del chico no era del todo adjudicada aquellas criaturas, sino que aquel mismo día Derek y él tuvieron una pequeña discusión durante la mañana de ese día, el chico le gritó “Preferiría irme de la ciudad antes de seguir con alguien como tú, estúpido Hale”.

El hombre lobo no esperaba que sus palabras fueran ciertas, hasta que horas después, el jeep de Stiles había sido encontrado a las afuera de la ciudad.

-Derek- el sheriff entró a la habitación de Stiles, estaba desordenada como siempre, aunque ahora lo único nuevo era la capa de polvo que cubría todo el lugar y el lobo recostado sobre la cama, el hombre se cruzó de brazos y se recargo en el marco de la puerta, el mencionado se levantó con mala gana; con muy mala pinta. - ¿Has dormido?

-No- dijo este poniéndose de pie, suspiro con pesadez mientras miraba el suelo sucio de la habitación. -Necesito encontrar Stiles- el lobo se disponía a salir por la ventana pero Noah lo detuvo y le obligó a sentarse de nuevo.

-Debes descansar, Scott me dijo que llevas noches buscando algo sobre Stiles- el Hale se sorprendió de sus palabras, realmente salía cada noche tratando de que nadie lo notara, al parecer no había sido muy discreto después de todo. -Todos estamos preocupados por Stiles, yo más que nadie - Derek sintió cierta vergüenza por aquello - Pero no pudo permitir que en el proceso ustedes se maten del cansancio.

 

El lobo salió de la casa Stilinski después de que comiera algo, ceno junto con el Sheriff, la comida era obra de Melissa, después de todo Noah no comía bien si el adolescente no se encontraba para cuidar su dieta, al fin y al cabo Stiles era el pilar de la vida de muchos en la manada, hermano, hijo, “madre”, confidente, amante. Y eso era lo que acrecentaba el temor de todos.

Cuando Derek pensaba acatar la orden del sheriff y regresar al loft para dormir un poco, un aullido llamó su atención, pero este no era de un hombre lobo era una de esas cosas, estaba aullando para reunir a su manada. El hombre sacó su teléfono y marcó a Scott -Sé donde están- fue lo que le dijo a un adormilado alfa que antes de poder cuestionar al mayor le colgaron de golpe.

El sheriff salió de casa al escuchar esos sonidos y vio como la figura de Derek entraba al bosque - ¡Derek!

 

El bosque se encontraba en penumbras total, era luna nueva y apenas había un poco de luz que irradiaba la ciudad que mostraba el límite de altura de los grandes árboles, pero lo que sí era notable eran los aullidos; cada vez eran más y más, se estaban congregando en un solo lugar. Derek podía escucharlos retumbando en sus oídos y no sabía si aquellos gritos humanos eran parte de los bramidos o solo habitaban en su cabeza debido a la culpa y la desesperación.

 

Las ramas y hojas se rompían a cada paso que daba, percibía como su espalda se curvaba, le dolían los huesos, sus dientes se hacían más grande y era más notable las corrientes de aire, al igual que su vista empezaba a cambiar, sus ojos azules relucían no muy lejos del suelo, tomaba la forma de un lobo completo, quería llegar antes que todos, queria ir con Stiles.

 

Unas semanas antes.

 

El jeep murió en medio de la carretera, ¿Qué podía hacer? Ir caminando a casa, estaba a las afueras de la ciudad; sería una tortura para sus piernas, llamar a Scott, ese maldito mal amigo le pidió que no le molestara mientras estaba con Kira; cenaría con sus padre y debía dar una buena impresión, casi todos los de la manada se encontraban en cosas importantes; tal vez no tan importante, pero no se atrevería a molestarlos.

 

Suspiro con cansancio mientras dejaba el rollo de cinta adhesiva a su lado y se sentó en el pavimento, tal vez esperar a que alguien pasara y fuera un buen samaritano para ayudarle a llevar el auto hasta el taller mecánico. El castaño sopló con fuerza y golpeó la defensa del auto con su cabeza un par de veces pensando y sintiendo que había pasado una eternidad; solo fueron dos minutos.

 

- ¿Derek? - se levantó de golpe y casi felicitándose corrió hasta la puerta del copiloto y tomó el teléfono de la guantera, dispuesto a llamarle a ese lobo mezquino. Pero sus ánimos decayeron un poco y poniendo el teléfono contra sus labios se quedó pensando un poco “¿Debería llamarle? ¿Seguirá molesto? ¿Acaso debía disculparse antes de pedir ayuda?” - ¡Nunca!- gritó dejando el teléfono dentro del bolsillo de su sudadera roja y se quedó refunfuñando para sí mismo - ¿Por qué debería hacer eso? - pateo una piedrita del camino - ¡Es su culpa en primer lugar! “¡No te metas en mi camino!”- dijo eso inflando el pecho y tratando de imitar la voz del lobo - ¡Si no me meto te matan lobo estúpido!- volvió a patear la piedra con mucha más fuerza - ¡Quién se cree!

 

Cada vez más enojado cerraba con fuerzas los puños; hasta el punto de encajarse las uñas, y vociferó con esmero hasta lastimarse la garganta, empezó a toser cuando no pudo más, entró al jeep azotando la puerta y encendió la radio dejando que la música sonará con fuerza dentro del auto, puso una estación nueva; era local si no mal recordaba , un grupo de estudiantes del instituto la fundaron como un simple hobby, se preguntaba si eso debería estar haciendo en ese momento, ser un estudiante normal, con problemas para socializar pero con un mejor amigo con el cual enfrentar la preparatoria, tal vez continuando con su plan para salir con Lydia, mientras todos aquellos a los que perdieron aún seguían vivos.

 

-Sin cazadores, sin hombres lobo, sin mierdas sobrenaturales- dijo en voz baja mientras cubría sus ojos con su antebrazos, tenía cierto sueño después de todo ya era tarde.

 

Una angelical voz se escuchó proveniente te de la radio distrayendolo un poco de esa ensoñación instantánea. “Buenas noches Beacon Hills” empezó la voz con risitas de fondo, había una pequeña canción de fondo; era melancólica, que daba un aura de tranquilidad. “Bienvenidos a la hora de Bye, bye, baby”, luego el sonido de un beso se escuchó, Stiles comenzó a reír de aquello, ¿qué clase de nombre era aquel? se preguntaba el chico. Aunque bueno, no tenía nada de qué quejarse si él se había autonombrado “Stiles” desde que tenía uso de razón.

 

“Esta noche tenemos un programa espacial, durante la última reunión de Lydia Martin, muchos tortolitos dejaron de lado su relación” decía aquella chica mientras de fondo se escuchaba aquella linda música, casi podía imaginarse a la chica en una habitación de radio llena de micrófonos, con peluches en su mesa y tal vez un tapiz rosa, era extraño que imaginara eso, pero era lo que se venía a su cabeza. “Así que tenemos la vía abierta para cualquier petición, incluso si es de un musical” se escuchaba como se golpeaban los dedos contra la mesa “Pero antes de ir a la siguiente petición, nos pidieron leer un mensaje” aquella voz carraspeó “No sé qué paso en los últimos días; o quien, pero quiero que esto termine, no quiero ser egoísta contigo, tal vez debí hablar un poco más pero ahora te has ido y solo eres un recuerdo del amor que sentí, eyes nose lips” la chica leyó eso con delicadeza y tacto, mantuvo un silencio después de aquellas últimas palabras “bye, bye” dijo suspirando “Amiga, querida mía, todos hemos sentido lo que sientes, y te acompañaremos todo el fin de semana con una tarrina de helado mientras vemos Netflix” dijo la chica con cierta chispa y se escucharon unas risas de fondo.

 

-Vaya, supongo que está acostumbrada- dio Stiles subiendo un poco el volumen, le alarmaba que ningún auto pasara, debía haber uno que otro autos en la autopista pero no -Que extraño- el humano salió del jeep dejando la puerta abierta escuchando aun la radio “Y ahora Eyes, Nose, Lips de Teayang. Ya saben sus patrones” una leve risa se escuchó y luego la música empezó a sonar. Primero una melodía en piano para empezar el canto, Stiles se dio la vuelta y subiendo al auto pero dejando la puerta abierta se recargo en el volante y se quedó escuchando. Sacó el teléfono y escribió una nota en el teléfono “Buscar Taeyang Eyes, Nose, Lips” - ¡Ah!- bramó mientras escuchaba, se sentía tranquilo pero confundido.

 

- ¡Maldito lobo, maldita manada, maldito pueblo sobrenatural!- inicio a golpearse contra el volante mientras la música continuaba, deseaba llorar, todo estaba volviéndose una maraña de sentimientos, estaba enojado pero al mismo tiempo melancólico y frustrado como si algo acabara -¡Idiota!- estalló casi pateando el volante.

 

“Y esa fue Eyes, Nose, lips, ahora un mensaje de nuestros patrocinadores” dijo la aquella voz femenina, un efecto de brillos cayendo se escuchó de fondo “papapapaparaaa” el sonido de una trompeta hecha con la boca salió de las bocinas y alguien más aniñada entro “Tu corazón parece explotar, las lágrimas caen por tus mejillas y el mundo se te viene encima” -Ahora son psíquicas- dijo Stiles mirando la radio pensaba cambiar de estación “Entonces cierra los ojos cuenta hasta tres y bum tu vida cambiará” la chica alargaba las vocales constantemente -¿eh? - “Shhhh ¡Crean en la magia!” y de nuevo ese sonido de trompeta “papapapaparaaa”

 

Sonido de brillos y risas regresaron “Y ahora la siguien…” pero la voz se cortó, algo le pasaba a la radio que se escuchaba distorsionada -No- intentó arreglarla pero no funcionó y de pronto estática que dañaba sus odios, lo termino apagando -Maldita señal- tomo aire con fuerza y se recostó en el asiento.

 

Cerró los ojos y empezó a contar -Tres- “Que estupidez” -Dos- “La esperanza muere último” - Uno- “¿Verdad?” Abrió los ojos lentamente -Que tonto- dijo volviendo a cerrar los ojos, algo lo tomo de los tobillos - ¿Qué? - salió disparado fuera del auto.

 

Gruñidos feroces se escuchaban fuera y risas de mujeres, sombras se movían alrededor del jeep, tal vez un par de personas, que rían y luego nada...

 

Parrish estaba patrullando la zona aquella noche, ya se encontraba algo cansado; ya que no tomo el cambio de turno desde el día anterior, pero debido al poco personal de la comisaría no podía hacer nada más. Las luces rojas estáticas le sorprendieron, era el jeep aparcado a un lado de la carretera, “Stiles estaba estancado” fue lo que pensó, se detuvo detrás del auto del adolescente y bajo - ¡Stiles!- llamó al joven pero no recibió alguna respuesta se acercó con cautela con un alampara en mano y con la otra puesta sobre el arma.

 

La puerta estaba abierta, asomó la cabeza - ¿Stiles? - había sangre en el asiento y un gran tajo hecho en el asiento.

 

“Bienvenidos una vez más a la estación M.G.9” la radio seguía sonando en el jeep, Parrish gritaba a los cuatro vientos el nombre del adolescente, no recibió respuesta ni una vez. “Espero que la sección de mi hermana Caliope, fuese un deleite para sus oídos, pero esta noche hablaremos de los misterios de Beacon Hills ¿acaso es un pueblo maldito? Quédense a escuchar a la hermosa Melpomene”

 

-Tenemos un problema- dijo Parrish de vuelta en la patrulla y con la radio de la policía sintonizada “¿Qué ha pasado? ¿Cuál es la emergencia?” -Creo que se llevaron a Stiles- dijo el oficial aun desesperado por aquella escena de un jeep abandonado con la puerta del conductor abierta y la radio encendida.

 

 

 

Unas horas más tarde, el Sheriff y Parrish junto con un grupo de oficiales más que revisaban la zona y buscaban algo sobre el chico, el mayor suspiro al ver aquella marca del asiento.

- ¿Señor?- Jordán se acercó -¿Si desea puedo quedarme aquí y usted…

-No- dijo él secamente - es mejor que me quede, además ya le llame a Scott llegará pronto.

- ¿Cree que esto es obra de algún hombre lobo? - preguntó el oficial acercándose, no sentía nada relacionado con su lado sobrenatural, aunque eso no podía consolar al mayor pues Parrish solo se hacía cargo de las muertes de criaturas sobrenaturales.

-De eso no podemos estar seguros, esas garras son muy pequeñas, he visto lo que hacen los lobos.

-Si yo también- el sonido de la radio los alertó, se estaban comunicando, al parecer encontraron la sudadera roja de Stiles a un kilómetro de ahí - ¿Cómo?- el sheriff intentaba mantener la calma, sino lo hacía no le permitirían seguir en el caso y si alguien encontraría a Stiles sería él.

Notas finales:

Muchas gracias por leer, les invito a que me sigan en Instagram donde estare avisando de nuevas actualizaciones y de sorteos de fin de año. 

 

https://www.instagram.com/alehoku/?r=nametag

Bye


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