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Niñero por FantasticRocket

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Notas del fanfic:

Los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto.

 

Una historia de amor basada, principalmente, en Lover Boy de Zec.

Gracias por leer.

Notas del capitulo:

Este es mi primer fanfic, Al menos el primero publicado. Cualquier error háganmelo saber, lo hago a través del teléfono y es muy extraño usar esta plataforma así. Espero que les guste.

Hacía mucho tiempo que había olvidado cómo sonreír. Llevaba años con el mismo rostro inexpresivo, en ocasiones arrogante, que ahora, ni en su propia despedida de soltero, podían creer una sola palabra respecto a su autoproclamada felicidad.
 
— Lo lamento, hermanito, se suponía que sería una fiesta más privada.
 
La fiesta parecía springbreak dentro del Penthouse de Itachi Uchiha y Deidara Senju, ambos esposos amorosos que se habían conocido años atrás, cuando Itachi dirigía el departamento de Cardiología del mejor hospital de todo Nagasaki, y Deidara era el Director de Oncología en Osaka. Agradecían las convenciones médicas que los habían llevado a conocerse y enamorarse lo suficiente para vivir juntos en Nagasaki, y posterior a la boda habían comprado ese Penthouse en una de las mejores zonas de la ciudad.
 
— ¿Y entonces porqué parece que tienes aquí a la mitad de la ciudad? — cuestionó Sasuke enarcando una ceja.
— Dei insistió en que una despedida de soltero con pocas personas sería aburrido. Habrá invitado, quizás, a cincuenta personas, o más.
El menor se encogió de hombros y suspiró derrotado: — Si Deidara es el responsable, entonces no me quejaré.
 
Sasuke había presenciado en primera mano el amor que su hermano sentía por él, y le quedaba muy claro que era recíproco, podía notarse con una sola mirada el amor tan intenso que había entre ellos, y por eso respetaba, e incluso quería, a Deidara.
 
— Gracias — Sonrió con sinceridad —. Aunque sí tenemos una sorpresa especial para ti esta noche.
— Itachi, una stripper no es, precisamente, una sorpresa en una despedida de soltero — Atacó con una sonrisa altanera.
— Eso es cierto. Yo hablo de una verdadera sorpresa, Sasuke — La sonrisa de Itachi había cambiado, se mostraba brillante y llena de emoción.
 
Sasuke lo miró intrigado, y esperó en silencio a que su hermano continuara. Itachi sólo caminó, gesticulando con la mano para que Sasuke caminara atrás de él. 
Se adentraron a la zona de las habitaciones, donde ya no había gente rodeándolos, y el menor comenzaba a sentirse ansioso de la curiosidad que lo invadía.
Itachi se detuvo frente a una de las puertas cerradas y se dio la vuelta para mirar a su hermano menor.
 
— Detrás de esta puerta está tu sorpresa — Sonrió nuevamente.
— Como sea una prostituta, te mato — Aclaró Sasuke dictatorialmente.
— ¡Oh, no! Conozco lo suficiente a Sakura para saber que si hago algo así, ella se encargará personalmente de asesinarme — Replicó con una risa ligeramente nerviosa —. Créeme, ésto te fascinará — Prometió con una nueva sonrisa cargada de ternura.
 
Sasuke asintió casi inseguro. Itachi se hizo a un lado y el menor tomó el pomo y lo giró para poder entrar a esa misteriosa habitación que lo tenía en suspenso desde que se había parado frente a ella.
 
No le tomó ni un segundo saber quién era la persona que yacía detrás de esa puerta, sentado en la orilla de la cama, jugando con sus propias manos por los nervios que lo carcomían.
 
— ¿Naruto? — La voz de Sasuke casi sonó chillona, de todo lo que había podido esperar encontrar ahí, jamás se le había ocurrido verlo a él.
— Hola, Sasuke — Naruto se puso de pie de un salto, sonriéndole nerviosamente al contrario —. Felicidades.
— Gracias, pero ¿qué haces aquí?
— Tu hermano me encontró hace unas semanas y me pidió que viniera. Le dije que no vendría, pero... bueno, aquí estoy.
— Yo... ¿Hace cuánto fue? ¿Seis años? — Preguntó Sasuke casi ignorando el comentario anterior de Naruto.
— Sí, exactamente hace seis años saliste por la puerta de mi casa y no volví a verte — Consistió con cierto grado de molestia y tristeza mezcladas.
— Lo lamento, Naruto. Ya eras suficientemente mayor para cuidarte solo cuando tus padres no estaban, y estaba yo muy ocupado con las prácticas profesionales para encontrarte en otro lado. Además, ¿no has estado ocupado con la escuela tú también?
— ¡Claro que sí! Pero tengo que decirlo, Sasuke. No quería verte hoy. No, no quería volver a verte nunca. ¿Alguna vez tuviste una ilusión de niño? — Las palabras de Naruto salían llenas de dolor y enojo.
— No — Confesó Sasuke ligeramente irritado.
— Entonces no tienes idea de lo que es que te rompan el corazón cuando eres niño. Yo te adoraba, Sasuke, y tú solo decidiste desaparecer de mi vida — Reclamó frunciendo el ceño.
— Corrección, tú me amabas, Naruto — Soltó sin pensar. El rostro de Naruto se desfiguró en vergüenza y coraje, y Sasuke se arrepintió de decirlo tan pronto como cerró los ojos —. Lo siento, no debí mencionar eso.
— Pero es cierto — Replicó Naruto desviando su mirada —. Lo hacía, Sasuke. ¿Por eso no volviste? ¿Porque te amaba?
— En parte — Reconoció acercándose un poco más a Naruto —. Fue inmaduro, y lo sé. Pero no puedo cambiar lo que hice, Naruto, sólo puedo decirte que me alegra que estés aquí, te lo agradezco, pero si quieres irte, está bien, lo entiendo.
 
Naruto guardó silencio unos minutos sin quitar la mirada de su primer amor, y Sasuke, tras un tiempo de impaciencia, decidió por ambos.
 
— Gracias por haber venido, Naruto — Asintió mientras se daba la vuelta para salir de esa habitación.
 
Era cierto, había sido una maravillosa sorpresa verlo, al menos los primeros segundos lo fueron, pero había olvidado lo complicado que era tratar a un niño, porque ¡Dios! ¡Era un niño! Él se había dedicado unos años a cuidar de Naruto, necesitaba el dinero y no podía mantener ningún otro trabajo debido a los horarios escolares, y con el tiempo se encariñó con él, pero todo se fue al carajo cuando Naruto, con escasos 14 años le había confesado que estaba enamorado de él. Sasuke había tenido un ataque de pánico por los días siguientes, se refugió en la universidad y no volvió a cuidar de Naruto, y mucho menos a preguntar por él siquiera. 
Ese niño había sido una parte importante de su vida adolescente, gracias a él, con todo y sus travesuras, había decidido desde joven que quería ser padre algún día, e incluso con ese niño había compartido la última sonrisa que había podido nacerle.
 
Antes de salir de la habitación sintió algo sujetar la manga de su traje.
 
— No me iré. No aún — Declaró Naruto con seguridad —. Lo lamento, no venía a discutir.
— Está bien, yo comencé — Suspiró —, ¿quieres unirte a la fiesta?
— No debería, Sasuke — Aclaró sonriendo mientras se interponía entre la puerta y Sasuke.
— Cierto... ¿Cuántos años tienes? ¿Doce? — Sasuke sonrió con arrogancia y cierta superioridad.
— Diecinueve — Contestó rodando los ojos con obviedad —, pero ya lo sabías.
— Entonces nos quedaremos aquí — Accedió acercándose a la cama en donde encontró a Naruto.
— Es tu despedida de soltero — Soltó Naruto siguiendo a Sasuke con la mirada.
— Lo sé, y tú estás aquí. No te dejaré solo en esta habitación sólo por ir a ver a una chica desnudarse.
 
Naruto asintió y sonrió antes de sentarse en la cama de nuevo, ahora a lado de Sasuke.
 
— ¿Es bonita?
— ¿Quién?
— Tu prometida, Sasuke.
— Oh, Sakura. Lo es. También es... cariñosa.
— Me alegro — Sonrió con nostalgia —. Mereces a alguien que te aprecie, Sasuke.
— Ya estás en la universidad, ¿cierto? — Preguntó curioso y deseoso de cambiar el tema.
— Sí, estoy comenzando.
— ¿En qué?
— Medicina — Confesó riendo, como si aquello fuera solo una más de sus travesuras.
— ¿En serio? — Cuestionó sorprendido. Podía imaginarse a Naruto graduándose, siempre lo había hecho, pero nunca creyó que cursaría medicina.
— Sí, me interesa Pediatría, ¿sabes? — Sonrió alegremente —. Aunque no logró recordar qué estabas cursando tú — Confesó.
— Estudié Psicología de la Salud. Trato a gente que padece transtornos mentales, sobretodo en el área infantil y adolescentes.
— Nunca te hubiera imaginado en un trabajo tan emotivo — Aseguró Naruto sorprendido.
 
Sasuke se encogió de hombros nuevamente, sugiriendo que no sabía que más agregar. Naruto permaneció en silencio, observando a Sasuke con su rostro inexpresivo y casi aburrido. No quería meterse, no era su sitio, pero, quizás, se estaba arriesgando al asumir que no era feliz. Recordaba con cariño las sonrisas que él le dedicaba las tardes y noches que lo cuidaba. Le llenaba de calor el corazón saber que Sasuke había sido feliz todos esos años, pero verlo ahí, sentado, sin un solo atisbo de sonrisa o alegría, le partía el alma.
 
— Itachi me invitó mañana — Soltó sin más.
 
Sasuke miró en silencio a Naruto por unos segundos. ¿Quería a Naruto en su boda? Es decir, ¿podría afectarle al chico que él se estaría casando con su hermosa prometida? 
 
— Si esa es tu manera de pedirme permiso para ir, adelante, me gustaría volver a verte — Respondió luego de un minuto o dos.
— N-no, yo sólo quería romper el silencio — Contestó Naruto rápidamente. Se negaba rotundamente a ver a Sasuke cavar su propia tumba llena de aburrimiento y desinterés.
— ¿Entonces no irás? — Cuestionó enarcando una ceja.
— No, no podría ir. Sería un embrollo si me presento. Cuando mi madre se volvió a casar aprendí lo complicado que es planear una boda, y no sería correcto llegar así, sólo les ocasionaría problemas.
— ¿Kushina se volvió a casar? — Inquirió intrigado. Dos años antes de dejar de cuidar a Naruto Kushina y Minato se habían divorciado, y durante esos dos años siguientes, sólo dejaron de hablarse o verse, incluso ignorando a Naruto.
— Sí. Bueno, es estúpido. Mamá y papá se volvieron a casar. Al parecer sólo querían hacer un berrinche de cinco años divorciados y luego, como si nada hubiera sucedido, regresaron a vivir juntos, se casaron, y desde entonces han estado felices.
 
Sasuke, sin poder pensarlo apropiadamente, se limitó a reír imaginando las escenas de todo ese tiempo en el que ya no estaba cerca. ¡Claro que sonaba a algo que la familia de Naruto haría! Ellos eran tan temperamentales como si propio hijo, e igual de impulsivos.
Naruto sonrió con ternura al ver a Sasuke bajando la guardia, permitiéndose reír, y todos aquellos sentimientos que tuvo, que había guardado en lo más profundo de su corazón, comenzaron a regresar. Unas ganas de besarlo y abrazarlo lo inundaron. Abrió los ojos con sorpresa, ¡él no podía seguir enamorado de Sasuke! ¡Dios! ¡En menos de un día Sasuke sería un hombre casado! ¡Y con una mujer!
 
Se levantó de la cama de un movimiento brusco y sin mirar a Sasuke se acercó a la puerta de la habitación: — Tengo que irme. Se hace tarde. Fue bueno verte, Sasuke, y espero que seas muy feliz.
 
Antes de que Sasuke pudiera ponerse de pie, con la clara intención de alcanzar a Naruto, el menor corrió fuera de la habitación, y no se detuvo hasta llegar al ascensor y salir del edificio.
Sasuke sólo observó la puerta por la que Naruto huyó y la miró confundido, como si aquello pudiera responder todas las dudas que aún daban vueltas en su cabeza.
¿Que había sucedido? Estaban charlando bien, parecía que ni siquiera habían discutido al principio. Incluso comenzaba a preguntarse si quizás sería una buena idea pedirle encarecidamente que lo acompañará a su boda, pero ahora estaba solo en una habitación alejada de su propia fiesta. 
 
— Hermanito, ya va a llegar la stripper, ¿vas a venir o no? — Preguntó Itachi antes de llegar a la habitación donde él permanecía parado en el medio, esperando —. ¿Y Naruto?
— No lo sé. Estábamos conversando y de pronto sólo se fue corriendo — Aclaró sin mirar realmente a su hermano.
— ¿Qué le dijiste? — Inquirió curioso.
— Nada. Él me estaba contando lo que sucedió con él y su familia en estos años, me reí, y eso fue todo.
— ¿Te reíste? — La sorpresa de Itachi fue casi palpable, sus ojos abiertos y la cercanía que adquirió para realizar la pregunta dejó muy claro que no podía creer lo sucedido.
— No sé qué te sorprende tanto. A veces río — Aclaró encogiéndose de hombros.
— No — Negó con la cabeza mientras continuaba alegando —, uh-uh, jamás. Tú no ríes, Sasuke, ni sonríes. ¡Eres la persona más amargada y sería que conozco!
— ¿De qué estás hablando? Siempre río...
 
Hasta ese momento comprendió lo que sucedía. Él siempre había sonreído y reído con Naruto, pero nadie más conocía esa parte suya, cuando no está a ala defensiva, cuando no busca pelear o parece que nada es de su agrado.
Suspiró derrotado por última vez en el día, pensando en la conversación con Naruto y buscando el motivo por el cuál se había marchado.
 
— Lo siento, Itachi. Ya no estoy de humor para una despedida de soltero. Te veo mañana, en la iglesia.
 
Notas finales:

Ojalá les haya gustado, me emociona subir fanfics por primera vez, tambien está en Wattpad, con el mismo nombre, y esta publicado por @BLover30 que es mi cuenta. Nos seguimos leyendo.


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