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parque acuático por tobio

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Notas del fanfic:

sex

Notas del capitulo:

poner advertencias es una cagada, pero si, en éste hay lemmon (??) así que si no les gusta leer sobre un negro y un pelirrojo cogiendo, los invito a que se vayan a la v. 

El día está demasiado caluroso como para salir de casa y Kagami sabe eso muy bien. Sin camiseta y con solo un bóxer cubriendo su desnudez, nuestro protagonista se encuentra completamente derretido en el sofá.

 

Con un ligero abanico de papel se proporciona una pobre cantidad de viento, el cual y apenas le levanta el cabello y le da la frescura que necesita.

 

Por alguna razón está viendo ‘Tiburón’ y siente tanta envidia del pez, ya que éste está rodeado de agua. Agua cristalina, limpia y refrescante.

 

¿Por qué Kagami no puede ser un tiburón y nadar pacíficamente en el mar, devorando peces y atormentando humanos?

 

En medio de sus pensamientos, escucha el timbre. Mira la puerta con una mueca despreocupada y suspira, aumentando la velocidad del abanico, para tener más aire.

 

Sin embargo el timbre vuelve a sonar.

 

— ¡Lárguense! —Grita irritado—, No me interesa comprar nada ni tampoco quiero escuchar sus discursos religiosos.

 

El silencio hace que Kagami suspire complacido, pero casi se le sale el corazón cuando su puerta comienza a ser brutalmente golpeada.

 

— ¡He dicho que no me interesa! —Grita con voz ronca, pero los golpeteos no se detienen—, ¡Con un infierno! —Bufa cansado y como puede, logra despegarse del sofá, acercándose a la puerta de manera perezosa.

 

Abre la puerta de manera brusca.

 

—Hola chico banana —dice Aomine con una sonrisa divertida, al notar que la ropa interior de su novio solo tiene dibujos de dicha fruta.

 

— ¿Y tú qué diablos estás haciendo aquí? —Alza una ceja con duda y Aomine se queda mirándolo por largos segundos, para finalmente inclinarse y besar suavemente sus labios.

 

—Vine a verte —responde tranquilo y Kagami suspira, haciéndole un ademán con la cabeza para que entre.

 

Aomine lo sigue y cierra la puerta detrás de sí.

 

—Puedo ver que viniste a visitarme, genio. —Rueda los ojos—, Pero si no me equivoco, tú dijiste que hoy estarías ocupado con Momoi. ¿No que irían al centro comercial? —Ladea la cabeza, toma el abanico y se desparrama en el sofá de forma poco atractiva. Aomine se sienta junto a él.

 

—Se encontró con Tetsu en la tienda de música. —Hace una pausa y suspira cansado—, “Desaparece de mi vista” dijo cuando Tetsu fue a pagar el disco, entonces yo solo obedecí y los dejé solos. —Se encoge de hombros.

 

—Hum… —tararea despreocupado.

 

Kagami toma el control remoto y cambia la programación.

 

—Amor —habla Aomine con voz suave y se acerca unos pocos centímetros a su novio.

 

— ¿Qué? —responde de forma tosca y rasca su muslo mientras mira el televisor. Entonces, Aomine simplemente empuja a Kagami y se pone a horcajadas sobre él.

 

—Quiero follarte —susurra de manera ronca y muerde el contorno de la oreja ajena.

 

— ¡Aléjate de mí! —Regaña con voz infantil y empuja el cuerpo de su novio—, Está más caluroso que el infierno, no pienso dejar que tu calor corporal me ahogue —dice molesto.

 

Aomine lo mira unos segundos y sonríe divertido.

 

—Te amo tanto. —Y con una sonrisa burlona, abraza el acalorado cuerpo de Kagami.

 

— ¡Eres un maldito! —Chilla desesperado y Aomine se incorpora, sujetándose de sus codos y mirando fijamente a los ojos de su novio.

 

— ¿Qué tal si te lo hago en la ducha? —pregunta de manera seria y Kagami suspira.

 

—El grifo no funciona y la última vez que lo hicimos en la tina, terminé con mi cabeza rota y tres puntos en la herida por culpa tuya. —Alza una ceja y Aomine frunce los labios.

 

—Pero quiero darte de mi amor. —Se acurruca adorablemente sobre el pecho de Kagami y éste gruñe, para luego empujarlo y hacerlo caer—, ¡Oye! —reclama sorprendido y Kagami ríe.

 

—Te lo advertí perra. Ya te dije que no pienso hacer nada con éste calor. —Toma el abanico de la mesa y lo mueve en su dirección—, Además, sudaré como un cerdo y oleré como basurero.

 

—Aunque olieras como mierda, yo te seguiría amando —acota desde el suelo y se queda recostado ahí, dejando que la frescura de las baldosas lo invadan.

 

—Pues yo no te amaría —declara—, Si no lo hueles lindo, te alejas de mi —dice divertido y Aomine ríe, porque Kagami a veces suele decir muchas estupideces.

 

Ambos se quedan en un silencio agradable, el cual solo es invadido por el ruido del televisor.

 

« ¿Estás acalorado y no sabes cómo resolverlo?»

« ¿Quieres pasar un rato agradable y refrescante, sin embargo todas las piscina de tu ciudad están repletas de mocosos gritones y mujeres chillonas?»

« ¡Te invitamos al parque acuático Macedonia! ¡Disfruta de los toboganes más extremos, junto a las piscinas más grandes de todo el país! ¡Puedes nadar en las amplias piscinas, gozar de un delicioso aperitivo en los restaurantes del lugar o simplemente recostarte y ganar un buen bronceado! ¡Tú eliges!»

 

Aomine observa el comercial con interés.

 

—Vamos a la piscina —dice con voz ronca y Kagami detiene el movimiento de su abanico, mirándolo emocionado.

 

—¿Piscina? —pregunta asombrado y Aomine asiente—, ¿De verdad? —Y Aomine asiente otra vez.

 

—Hay que preparar algunas cosas amor. —Aomine se pone de pie y ayuda a Kagami.

 

Ambos se mueven por la casa. Mientras Aomine busca las toallas, bloqueador solar, sandalias y los trajes de baño, Kagami se encarga de preparar unos aperitivos.

 

—¿Cómo vamos soldado? —pregunta Aomine con voz imponente y Kagami ríe, haciendo un saludo militar.

 

— ¡Todo listo Capitán! —Responde con una sonrisa y se cuelga la mochila de la comida en sus hombros.

 

—Hay que tomar el metro, queda cerca del distrito sesenta y nueve. —Y Kagami asiente.

 

Ambos abandonan la casa del pelirrojo (Y luego de que éste asegure la puerta con cerrojo), se toman de la mano y caminan hacia el dicho lugar.

Al estar en la estación, Kagami acomoda torpemente su gorra y se siente desfallecer cuando ve un enorme tumulto de gente bajarse. Él ni siquiera debe luchar por entrar, ya que es empujado hasta entrar al vagón.

 

Kagami queda de espaldas al muro, mientras Aomine lo apresa entre sus brazos.

 

—Me gusta cómo te ves con gorra —dice Aomine con una sonrisa y Kagami sonríe, para luego inclinarse hacia adelante y besarle los labios.

 

—Y a mí me gusta cómo te ves sin ropa —susurra sobre los labios de su novio y Aomine se sonroja suavemente—, Espero que llegues refrescado de la piscina, porque cuando volvamos a casa te voy a montar tanto, que no te quedarán ganas de follar nunca más. —Muerde coquetamente el labio inferior de Aomine y éste inclina su cuerpo hacia adelante, presionando su pene semi erecto contra el muslo de Kagami.

 

—Quiero verte intentarlo —susurra lujurioso y Kagami suspira.

 

—Próxima estación, Sodoma. Permita bajar antes de subir. —Una voz robótica se hace escuchar por los altavoces y Kagami aferra su mano a la de su novio.

 

Ellos logran bajar a empujones, maldiciones y alguna que otra amenaza. Caminan alrededor de tres cuadras, antes de llegar.

 

—Es enorme —dice Kagami con asombro y alza la vista, notando los gigantescos toboganes—, ¿Cómo vas a pagar esto? Luce costoso. —Acaricia su nuca con duda y Aomine le guiña un ojo.

 

—No te preocupes bebé. Ya tengo todo solucionado. —Y sin preguntar nada, Kagami sigue a su novio hasta la recepción.

 

—Hola, sean bienvenidos a Macedonia. ¿En qué puedo ayudarles? —habla un muchacho de cabello negro, con una enorme y alegre sonrisa.

 

—Quiero hacerle una pregunta —dice Aomine con voz inquisitiva.

 

—Adelante, estoy aquí para responder a todas sus dudas. —El muchacho entrelaza sus dedos sobre la mesa y observa atento a Aomine, quien rebusca algo entre sus cosas.

 

—Me dieron estas entradas, ¿Son de éste parque, no es así? —Deja las mencionadas sobre el mesón y el recepcionista las inspecciona detenidamente.

 

—Aguarde un momento por favor. —Sonríe y luego mira hacia la computadora, tecleando rápidamente el código de la entrada—, Según mi registro, éstas entradas son para mañana y pertenecen a—

 

—Momoi Satsuki —irrumpe con una sonrisa—, Lo sé, ella es mi mejor amiga y por un percance que sufrió, no podrá utilizarlas mañana. —Se acerca y susurra—, Ella se va hoy a celebrar su aniversario con su novio fuera de la ciudad. —Se reincorpora—, Entonces, me las ha dado a mí para que no se desperdicien.

 

—Entiendo. —Hace una pausa—, Por favor diviértanse en grande y pasen una excelente tarde. —Hace un orificio en ambas entradas y las devuelve, sonriendo amablemente.

 

—Gracias. —Aomine toma la mano de Kagami y lo jalonea por un enorme y estrecho pasillo.

 

— ¿Momoi te dio sus entradas? —pregunta Kagami con curiosidad y Aomine ríe divertido.

 

—Claro que no. Las saqué de su bolso sin que se diera cuenta —confiesa malicioso y Kagami lo mira desaprobatoriamente—, Le pasa por hacerme levantar a las siete de la mañana para luego abandonarme por Tetsu. —Se encoge de hombros y Kagami bufa.

 

Ellos caminan un largo tramo, hasta que finalmente logran llegar a la piscina.

 

— ¡Que increíble! —Grita Kagami al ver el enorme lugar.

 

—Ven, vamos a cambiarnos. —Aomine jalonea a su impresionado novio hacia los vestidores.

 

Apenas ingresan a la habitación, Kagami deja su bolso sobre una banca.

 

— ¿Y cuál es mi traje de baño? —pregunta Aomine con curiosidad.

 

—Toma. —Le extiende un traje de baño de color gris. Aomine lo recibe y se quita la camiseta, entonces, Kagami gira la cabeza y se da cuenta de que hay más hombres circulando por ahí—, Detente ahí. —Se acerca a su novio y le da un manotazo antes de que éste se quite los pantalones.

 

— ¿Por qué has hecho eso? —Acaricia su mano golpeada y mira confundido a su novio.

 

—Vete a cambiar a un lugar más privado —dice con las mejillas levemente sonrojadas y Aomine alza una ceja.

 

— ¿Y para qué?

 

—Porque no quiero que ningún otro hombre vea tu cuerpo. —Se cruza de brazos y lo mira de manera desafiante.

 

— ¿Estás celoso Bakagami? —Sonríe divertido y Kagami rueda los ojos.

 

—Claro idiota, no quiero que los demás vean tu trasero. El cual por cierto, es mío.

 

Aomine se queda mirándolo por un momento y luego se sonroja enormemente.

 

— ¿Por qué dices ese tipo de cosas? ¡Se supone que eres tsundere! —Regaña avergonzado.

 

—No me compares con Midorima. —Le saca la lengua y Aomine se acerca, rodeando a su novio en un delicado abrazo

 

—Tal vez lo demás tipos puedan ver mi cuerpo, pero tú eres el único que puede tocar —declara con una sonrisa cariñosa y Kagami frunce el ceño.

 

—Ya te dije que fueras a un lugar más privado, no me obligues a que te de una paliza aquí —amenaza con un falso tono demandante y Aomine ríe.

 

—Vale, iré a ponerme mi traje de baño al retrete, como un idiota inseguro de su cuerpo —dice de forma dramática y Kagami ríe.

 

[…]

 

—No me agrada ésta mierda —dice Aomine con el ceño fruncido.

 

— ¿Qué mierda? —pregunta desentendido y mira hacia todos lados, buscando.

 

—No me gusta que todas esas chicas te estén mirando. —Hace un pequeño puchero.

 

—Ellas no me están mirando. —Frunce el ceño y mira a las chicas, para luego ladear la cabeza y volver a mirar a su novio—, ¡Ellas te miran a ti! —Regaña molesto y Aomine chasquea la lengua.

 

— ¡¿Estás loco?! ¡¡Ellas miran tu enorme trasero!!

 

—¡¡No!! ¡¡Ellas están mirando tus abdominales!!

 

— ¡¿Sabes qué?! —Grita molesto y Kagami frunce el ceño.

 

— ¡¿Qué?! —Responde agresivo y se sorprende cuando Aomine lo toma de la nuca y junta sus labios en un beso apasionado.

 

—Así dejarán de jodernos —murmura sobre los labios de su novio y le muerde provocativamente el labio inferior.  

 

Aomine se separa de Kagami, el cual queda avergonzado y algo emocionado.

 

— ¡Vamos al tobogán! —Trota hasta llegar junto Aomine y le toma la mano. Su novio tararea en respuesta.

 

Ellos llegan al tobogán y para su desgracia, deben esperar la enorme fila.

 

—Esa anciana te está mirando la entrepierna —dice Kagami con una sonrisa burlona y Aomine rueda los ojos.

 

—Pues esa señora, te está mirando el culo. —Señala a la mujer mayor que está junto a la anterior mencionada y Kagami frunza el ceño.

 

— ¡Ve a golpearla! ¡Yo solo permito que tú mires mi culo! —Dice de manera demandante y Aomine ríe.

 

Ellos se pasan la mayor parte de la fila, mirando a las demás personas e inventando diálogos vergonzosos, hasta que finalmente llega su turno.

 

Kagami se sienta primero y Aomine va luego, abrazándolo fuertemente de la espalda.

 

El encargado del juego les da un pequeño empujón y ellos salen rápidamente. Vueltas, chapoteo de agua y tubos. Ellos realmente se divierten en grande, hasta que Aomine lleva su mano hacia el miembro de Kagami y se aferra fuertemente a él.

 

— ¡Noooo! —Kagami grita mientras se deslizan con mayor rapidez y se dan volteretas.

 

Aomine no suelta el pene de su novio hasta que caen a la piscina.

 

Kagami nada rápidamente hacia la superficie dispuesto a darle un buen golpe a su novio, pero alguien toma su pierna y lo hunde. Kagami se desespera, porque el oxígeno va a acabársele pronto y se calma un poco cuando ve a Aomine frente a él. Aomine le guiña un ojo y Kagami ladea la cabeza.

 

Entonces toma los hombros de su novio y con toda la rapidez posible, junta sus labios, Introduciendo su lengua en la cavidad ajena.

 

Ellos estrujan hasta la última gota de oxigeno que queda en sus pulmones, hasta que ésta se acaba y deben volver presurosos a la superficie.

 

— ¡Idiota! —Jadea Kagami y trata de que su respiración se controle un poco—, ¿Don-donde estás, cobarde de mierda? —Se gira en su lugar y fulmina a su novio con la mirada.

 

— ¿Qué hice ahora? —Alza una ceja y Kagami rueda los ojos.

 

—Olvidalo. —Suspira un poco más calmado y se queda flotando relajadamente en el agua.

 

Toda la calma de Kagami se va cuando siente que alguien toca su trasero.

 

— ¿Qué ocurre contigo? —Se incorpora en el agua y mira a su novio con una ceja alzada—. Alejate de mí perra en celo, no quiero que—

 

Kagami no termina de decir nada, porque Aomine acaba de juntar sus labios delicadamente.

 

— ¿Sabes lo sexy que te ves con ese traje de baño? —Pregunta sensualmente y hace que a Kagami se le erice la piel—, Tengo tantas ganas de follarte —susurra sobre la oreja de su novio y le muerde el contorno.

 

—Espera a que…, lleguemos a casa —balbucea desconcertado y Aomine hace un puchero.

 

—No quiero esperar —explica—, Quiero tocarte aquí, estando todo mojado, frío y sexy. —De un tirón, apega su cuerpo al de Kagami.

 

— ¿Cómo puedes tener una erección si el agua está tan fría? —pregunta dudoso y Aomine ríe.

 

—Es algo que solo tú logras. —Lleva su mano bajo el agua y toca descaradamente los glúteos de su novio.

 

—Nos van a echar de aquí por tu culpa —susurra con una sonrisa y enredar sus piernas en la cadera ajena.

 

—No veo que te estés resistiendo tanto. —Aprieta los glúteos de Kagami un poco más y luego comienza a restregarse contra él, Kagami muerde su labio.

 

— ¿Y quién podría resistirse a Aomine Daiki en traje de baño? —pregunta con una sonrisa divertida y muerde fuertemente el hombro de su novio.

 

—La idea es que solo tú puedas tenerme amor, los demás si deben resistirse. —Le da un pico en los labios y luego otro y otro y otro.

 

—Ouh, creo que también me estoy poniendo duro —murmura con las mejillas sonrojadas y Aomine sonríe victorioso.

 

—Entonces vamos por buen camino. —Mueve su mano hasta la parte delantera del traje de baño y justo cuando va a bajarla, Kagami mira sobre el hombro de Aomine y se queda de piedra.

 

Hay un niño ahí.

 

— ¿Qué están haciendo? —pregunta el menor con curiosidad y Kagami traga en seco.

 

—Pues…, nosotros…, huh. —Muerde el interior de su mejilla y le sonríe nervioso al menor.

 

¿Qué excusa podría inventar?

 

—Hola amiguito. —Aomine se voltea y mira al niño con una sonrisa.

 

— ¿Por qué él te está abrazando y tú lo tienes en brazos? —Ladea la cabeza y Kagami tirita, no de frío precisamente.

 

—Él no sabe nadar aún —confiesa con una sonrisa—, Y para que no se ahogue, yo lo sostengo de ésta manera. —Sonríe cariñoso.

 

— ¿Y es tú novio? —Pregunta curioso—, Yo vi que tú lo besaste en la boca. —Kagami suspira avergonzado y entierra su cabeza en el cuello de su novio.

 

—Es mi novio. —Asiente con la cabeza—, Es la persona que más quiero en el mundo. Es mi bebé. —Le guiña el ojo con una sonrisa tierna y el niño asiente—, ¿Tú tienes a alguien especial?

 

—Hay un niño en mi escuela…, y él es muy especial para mí. —Suspira—, ¿Está mal que él sea especial?

 

—No pequeño. —Frunce el ceño—, A ti te puede gustar quien tú quieras. —Flota suavemente y queda un poco más cerca—, ¿Es un chico lindo?

 

—Es muy lindo. —Asiente con la cabeza—, Sin embargo a mi papá no le gusta que me acerque a él. —Hace una mueca.

 

— ¿Por qué no? —Ladea la cabeza y acomoda a Kagami.

 

—Mi papá dice que no me junte con él, porque es diferente. —Hace una pausa—, Él juega con las niñas, y no le gustan los autos ni el color azul…, es un poco femenino.

 

— ¿Y a ti te molesta que lo sea?

 

—Me gusta que lo sea. —Hace una pausa—, Pero a mi papá no…, él dice que es un, eh, ¿Cómo era la palabra? —Frunce el ceño—, ¿Marcón?

 

— ¿Maricón? —Pregunta con el ceño fruncido.

 

— ¡Esa! —responde con alegría al haber recordado.

 

—No, no está bien que tú papá le diga eso.

 

—Lo sé. —Juguetea con el agua—, Yo quiero defender a mi amigo pero…, me da miedo que mi padre se enoje conmigo. —Hace una mueca—, Me conformo con verlo en la escuela y poder estar a su lado. —Sonríe levemente y Aomine le acaricia el cabello.

 

—Jamás te rindas —dice con simpatía y el niño asiente con la cabeza.

 

—No lo haré. —Se da la media vuelta—, ¡Adiós chico que no sabe nadar! —Y sin decir más, se va nadando lentamente con su flotador.

 

—Mi pene se durmió —dice Kagami con un suspiro.

 

—Eso se puede arreglar. —Lleva su mano hacia la erección de Kagami, pero éste se aleja del abrazo.

 

—No quiero aquí en la piscina —murmura con la mirada seria y se da la media vuelta, nadando hasta la orilla.

 

Aomine lo sigue y salen de la piscina.

 

— ¿Qué tienes en mente? —Toma la mano de Kagami y éste le sonríe.

 

—Vestidores —modula con una sonrisa divertida y Aomine le guiña un ojo.

 

Ellos se adentran al vestidor e inmediatamente se introducen en una de las duchas. La ultima para ser más precisos.

 

—Más te vale ser gentil —dice Kagami con un suspiro y eleva sus manos, enredándolas en el azulado cabello de su novio.

 

—Siempre lo soy contigo amor. —Lleva sus manos hasta la cintura de Kagami y le acaricia suavemente—, No podría lastimarte Kagami…, nunca a ti —confiesa con las mejillas sonrojadas y Kagami le sonríe enternecido.

 

—Cursi de mierda —susurra con las mejillas sonrojadas y se inclina hacia adelante, juntando sus labios con los de Aomine.

 

El moreno sonríe juguetón y desliza sus manos desde la cadera, hasta el trasero ajeno, dándole un fuerte apretón.

 

Kagami ahoga un gemido.

 

—Tramposo —susurra Kagami con una sonrisa y delinea los labios ajenos con la punta de su lengua, ingresándola en la boca ajena y llevando sus manos hacia el trasero de su novio.

 

Aomine sonríe durante el beso y estruja con violencia los glúteos de Kagami, mientras que el otro solo le da pellizcos infantiles.

 

—No…, no seas tan brusco. —Kagami suspira y esconde su rostro en el cuello ajeno.

 

—Lo siento. —Le besa la sien y comienza a masajearle de forma más suave.

 

Mientras tanto, Kagami aprovecha de balancear sus caderas y rosar sus erecciones de manera deliciosa.

 

—Uf, estamos tardando demasiado. —Kagami lleva sus manos hacia el traje de baño ajeno y lo baja hasta que libera la erección semi despierta de su novio—, Mi bebé ya despertó —comenta con una sonrisa y conecta su mirada con la de Aomine.

 

Ellos tienen una pequeña batalla, hasta que Aomine le guiña un ojo y Kagami decide bajarse el pantalón.

 

—Que divertido será pajearnos aquí —comenta Aomine, viendo como Kagami deja caer saliva sobre sus erecciones.

 

—Cállate. —Le da un corto beso y envuelve ambas erecciones en su mano, comenzando a masturbarlas lentamente—, Si…, está tan resbaloso —murmura con una sonrisa satisfecha y apoya su mentón en el hombro de Aomine, mientras éste le apretuja el trasero.

 

Kagami le da casuales mordidas al hombro de Aomine para no gemir, mientras que el moreno opta por morder sus labios. Hay que admitir que, la fricción es demasiado exquisita.

 

—Creo que comenzaré con mi trabajo —comenta Aomine y sin esperar nada, introduce un dedo dentro de la cavidad de Kagami.

 

—Ugh…, se supone que debes lubricarlo primero, cavernícola desconsiderado —Gruñe incómodo y Aomine sonríe, besándole el hombro.

 

—Dices eso ahora, pero yo sé que te encanta que sea un poco rudo contigo. —Mueve su dedo en un ritmo lento y pausado—, ¿Cómo se siente? —pregunta con las mejillas sonrojadas y Kagami suspira, apretando con mayor ímpetu sus erecciones.

 

—Me correré pronto y…, uh… —murmura—, Quiero que metas otro —confiesa excitado y aprieta los ojos, haciendo que el vaivén sea más apresurado.

 

—Eres tan sexy —habla con una sonrisa y obedece al instante, provocando que Kagami se queje y lo apriete—, Relájate amor, tú sabes que se sentirá bien. —Le besa la sien y las piernas de Kagami tiemblan, mientras no deja de masturbar sus erecciones.

 

—E-Es fácil para ti decirlo. —Muerde su labio y suelta ambas erecciones—, No…, no puedo yo… ¡Ah! —Gime placenteramente al sentir que Aomine cambia el rumbo de sus embestidas y lo empuja en su lugar sensible.

 

Es inevitable que Kagami se corra.

 

—Yo quería que nos corriéramos juntos —reclama Aomine con un puchero y con su mano libre, sujeta la cadera de Kagami, notando que le tiemblan las piernas.

 

—Lo haremos en casa —dice con una sonrisa y suspira, sintiendo pequeños espasmos al ser tocado en su zona G—, Q-Quiero que te corras también —habla entrecortado y vuelve a tomar la dura erección de Aomine, masturbándola rápidamente.

 

—Prefiero hacerlo dentro de ti —susurra con voz sensual y mierda, el cuerpo de Kagami comienza a calentarse demasiado.

 

—Bien, ya es suficiente. —Kagami pone su mano en el pecho de Aomine y lo empuja suavemente—, Te quiero ahora —habla serio y las pupilas de Aomine se dilatan, mirándolo con deseo.

 

El moreno quita los dedos del interior de su novio, y éste se gira, apoyando sus manos en las frías baldosas y dándole la espalda.

 

—Abre las piernas y eleva ese culo. —Le da una bofetada en su nalga derecha y Kagami chilla, obedeciendo.

 

Aomine toma la base de su pene y con suma lentitud, comienza a introducirlo dentro de Kagami.

 

—Uh, esto se siente…, mierda. —Aomine gruñe complacido y no deja de observa como su entrepierna, desaparece dentro del culo de su novio.

 

Aomine besa tiernamente el hombro de Kagami y lo sujeta firmemente de las caderas. Kagami llora, porque su interior arde como el infierno y Aomine no lo lubricó demasiado.

 

—No…, no te muevas hasta que yo diga —murmura, apretando los ojos y suspirando agitado.

 

Aomine cumple cual cachorro obediente y mientras espera, se dedica a acariciar la erección de Kagami.

 

—Y-Ya, —Y solo eso es suficiente para que las caderas de Aomine comiencen a moverse de adelante hacia atrás.

 

Kagami muerde su labio y sus ojos se abren como platos cuando siente voces en el vestidor.

 

— ¡Que parque tan increíble! —Se escucha la animada voz de un muchacho y Kagami se asusta, por lo cual intenta que Aomine detenga su movimiento o podrían ser descubiertos.

 

—Desearía poder venir todos los fines de semana —dice otra persona y Kagami muerde fuertemente sus labios, porque Aomine no se detuvo, solo empezó a moverse más lento.

 

— ¿Tomamos una ducha antes de irnos? —Al oír eso, Aomine se detiene y con su mano cubre la boca de Kagami, siguiendo con las embestidas.

 

—No lo sé…, mejor me baño en casa, donde no estaré en peligro de contagiarme alguna enfermedad. —Pequeñas lágrimas se deslizan por las mejillas de Kagami. El placer, la vergüenza, el miedo a ser descubiertos… ¿Cómo es que Aomine está tan calmado?

 

—Que marica, ponte la camiseta y vámonos. —Aomine suelta ligeramente la boca de Kagami, porque acaba de correrse. Entonces, tanto Aomine como Kagami pronuncian ciertos alaridos de placer.

 

— ¿Qué fue eso? —Kagami tiembla y Aomine lo abraza de forma protectora.

 

— ¡Ponte la ropa y vámonos! —Kagami suspira de alivio y aprieta los ojos cuando siente que Aomine comienza a embestirlo nuevamente.

 

—Habían chicas muy lindas, ¿No crees? —La voz del chico se escucha lejana.

 

—Eres un puto. —Suena la puerta cerrándose y Kagami deja salir un estruendoso gemido.

 

— ¡Puto de mierda! ¡¿Qué hubieras hecho si nos descubren?! —Regaña sonrojado—, ¡Cuando te hago la maldita seña es para que te detengas! —Frunce el ceño y trata de que Aomine lo suelte, pero éste solo lo toma de la cintura y comienza a morderle el lóbulo de la oreja.

 

—Perdóname Kagami, no quise que te sintieras incomodo pero…, pero realmente no soy yo cuando estoy dentro de ti. Todos mis instintos primitivos salen a la luz y no puedo hacer nada —susurra con las mejillas sonrojadas y sin dejar de mover su cadera.

 

—Tendrás que…, tendrás que chupármela cuando lleguemos a casa —dice en un murmullo y hace su cabeza hacia atrás, apoyándola en el hombro ajeno.

 

—Haré todo lo que quieras —habla con orgullo y sigue con su vaivén hasta que logran correrse por segunda vez.

 

[…]

 

—Me duele la espalda —dice Kagami con un leve puchero y Aomine le acaricia el cabello.

 

—Te lo compensaré, lo prometo. —Le besa la sien y toma la mano de Kagami, guiándolo fuera de los vestidores.

 

— ¿Escuchaste los gritos en el vestidor de hombres? —Una voz chillona se escucha detrás de Kagami y Aomine.

 

— ¿Cómo no iba a oírla? ¡Se escuchó en todo el parque! —habla una voz más suave y Kagami se queda congelado.

 

— ¿Quién habrá sido? ¡Gemía tan lindo! —Kagami se sonroja y le da un suave apretón a la mano de Aomine.

 

—Tuvo que haber sido una delicia tenerlo ¿No? Chillaba como puta. —A cada paso que dan, se acercan a Kagami y Aomine.

 

Aomine va con el ceño fruncido, mientras que Kagami siente sus ojos llorosos de la vergüenza.

 

—Quisiera poder empotrarlo en—

 

— ¿Qué te pasa jodido idiota? —Aomine mira a ambos sujetos con el ceño fruncido.

 

—Tranquilo amigo, solo estábamos charlando. —El tipo de voz suave y piercing en la nariz, hace una señal de rendición—, ¿Tú oíste los gemidos en el vestidor de caballeros? —Sonríe burlón y se cruza de brazos.

 

—No somos amigos —dice molesto—, Y agradecería que no hablarás tan fuerte, porque no me importa una mierda las charlas que tengas con ese de ahí. —Fulmina con la mirada a ambos sujetos y no deja de soltar la mano de Kagami en ningún momento.

 

— ¿Por qué te molestas tanto? ¿Será que eras tú al que se estaban cogiendo? —El sujeto de voz chillona y cabello negro, mira a Aomine de forma inquisitiva.

 

—Lo que yo me meta en el culo, no te debe importar —dice con cierta calma y ambos sujetos comienzan a reír.

 

— ¡A puesto a que ese chico pelirrojo, era quien gritaba como puta! —dice el del piercing en la nariz y Aomine frunce el ceño.

 

—Escuchame jodido idiota, no te atrevas a—

 

Las palabras mueren en la boca de Aomine, cuando ve que Kagami le planta un feroz puñetazo al tipo del piercing.

 

—Me tenías harto con tanta mierda. —Kagami frunce el ceño y Aomine lo mira sorprendido, al igual que el tipo de cabello negro—, ¿Qué carajo te importa si estábamos cogiendo? Consíguete una vida y deja de meterte en la mía, —Kagami le da un tirón a Aomine y ambos caminan hacia la salida.

 

—Creo que me enamoré —dice Aomine con una sonrisa de bobo y Kagami rueda los ojos—. ¿Te he dicho lo caliente que me pones cuando actúas así de rudo? —Abraza a Kagami de los hombros y éste suspira, sonriéndole tiernamente.

 

 

[Extra]

 

—Dai-chan, ¿No viste si dejé unas entradas por aquí? —pregunta Momoi con una expresión preocupada.

 

—¿Entradas para qué? —Deja de mirar su revista de Mai-chan y observa a la chica con curiosidad.

 

— ¡Para un parque acuático! —Chilla—, Las compré hace dos meses por internet y ayer invité a Tetsu-kun... ¡Pero no logro encontrarlas! —Momoi continúa buscando las entradas entre todas sus cosas, mientras que Aomine traga en seco.

 

—Hum, nop. No he visto nada de eso. —Se encoge de hombros y sigue viendo a su amada Mai-chan en bikini.

 

 

 

 

Notas finales:

si, si, subiré muchos one-shots hoy.

 

tolérenme o mueran. 


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