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hospital por tobio

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Notas del fanfic:

kise bb 

Notas del capitulo:

personalmente, me imagino que kagami es bien histérico y gruñón cuando se trata de aomine y salud; onda, siempre lo anda abrigando, o lo cuida cuando se enferma, es una mamá. 

— ¡Aominecchi! —Kise grita emocionado, y sonríe con amplitud cuando Aomine se voltea y lo mira—. Estaba pensando en que podríamos ponerle un poco de emoción a esto y apostar —comenta con entusiasmo y Aomine entrecierre los ojos.

 

— ¿Qué tienes en mente? —Pisa tranquilamente su patineta y la mantiene quieta, mirando a Kise con seriedad.

 

—Handstand flip —comenta con una sonrisa y Aomine se queda pensativo un momento.

 

—Mm… —Sujeto su mentón en señal de reflexión y luego mira a Kise con el ceño fruncido—. ¿Y qué se supone que es esa mierda? —habla con rudeza y Kise exhala un suspiro, acercándose.

 

—Patinas con las manos. —Mueve todos sus dedos, y sonríe de forma maliciosa.

 

—Suena realmente estúpido. —Bosteza ampliamente y mira a Kise con aburrimiento.

 

—Seguramente lo dices porque sabes que vas a fallar —habla burlón y Aomine mete el dedo meñique en su oído.

 

—Seh, seh, di lo que quieras, no pienso romperme el cuello por caerme. —Arroja la cerilla y se balancea suavemente sobre el skate. Ya tiene ganas de regresar a casa.

 

— ¡No te preocupes! —exclama el rubio, palmeando el hombro ajeno—. Gracias a la copia perfecta, puedo enseñarte sin problema como hacer la acrobacia. —Kise le sonríe de forma amable, pero Aomine lo conoce lo suficiente como para saber que se está burlando.

 

¡Maldito seas, modelo de pacotilla!

 

— ¿Qué vas a apostar? —Alza una ceja con desafío, y Kise se permite chillar de alegría para después continuar.

 

—Te daré una cena con todo incluido para ti y Kagamicchi —responde entusiasmado, y Aomine se ve pensativo, sujetando su mentón con una expresión considerable, murmurando y mirando a Kise fijamente.

 

—Trato —dice finalmente y estira su mano para estrecharla con la del rubio—. Pero te advierto que Kagami y yo comemos mucho. Y si no lo hacemos, pediremos muchos platos costosos para que tu cuenta sea terriblemente alta —habla malicioso y aprieta su mano libre con la de Kise.

 

El moreno se inclina, sujetando los extremos de la patineta con fuerza y corriendo para poder darse velocidad, y de un impulso levanta sus piernas.

 

No es necesidad decir que todo termina en un completo fracaso, con Aomine siendo llevado al hospital, Kuroko regañando a Kise por ser terriblemente irresponsable y al pobre Kagami recorriendo todo el maldito lugar para encontrar a su novio.

 

— ¡Al fin! —Exclama el pelirrojo, jadeante y con una expresión de querer asesinar a cualquiera que se cruce en su camino—. ¡¿Qué mierda te pasó, estúpido?! —regaña con el corazón acelerado, viendo el brazo y la pierna escayolada de su novio.

 

—Caí de la patineta —explica como si nada y Kagami acaricia sus sienes—. Si te sirve de consuelo, Kise aceptó pagar nuestra cena a pesar de haber perdido.

 

— ¿Cuál cena? —cuestiona confundido, acercando una silla para poder sentarse cerca del moreno.

 

—Hicimos una apuesta. Si yo lograba andar en la patineta con las manos, él me obsequiaría una cena con todo pagado para ambos. Pero me caí. —Se encoge de hombros—. Lo bueno es que Kise me pagará la cena de todos modos —tararea victorioso, y chilla adolorido cuando Kagami le jalonea una oreja.

 

—Maldito idiota, ¿Sabes el susto que pasé cuando Kuroko me llamó y dijo que te traían de urgencias? ¡Me quería morir! —refunfuña furioso, y Aomine solo puede quejarse al sentir los dedos tirando de su oreja.

 

— ¡Perdón, perdón! ¡No sé por qué Tetsu te dijo que venía de urgencias, pero no fue así! —suspira relajado cuando Kagami lo suelta—. En realidad ni es tan grave, solo debo estar como cuatro semanas con los yesos. —Se encoge de hombros nuevamente y Kagami lo mira serio, para volver a tirarle la oreja—, ¡Ouch, perdón, perdón!

 

—Eres un bruto, un irresponsable, un maldito bastardo, un… —Kagami cierra la boca abruptamente y le suelta la oreja; se queda un momento en silencio y luego baja la mirada hasta sus piernas. Aomine se queda mirándolo curioso, hasta que ve como se mueven los hombros de su novio y que sorbe demasiado su nariz.

 

—No, no, no, no, no, no, ¡No! ¡Por favor no llores! —pide nervioso, viendo las ligeras lágrimas mojar el pantalón de su novio.

 

— ¡¿Y qué quieres entonces?! ¡¿Qué me ría?! —Regaña triste, sin poder detener las lágrimas—. Si te hubieran llamado, diciéndote que me están llevando al hospital con urgencias y que no saben exactamente que tengo ¿Cómo hubieras reaccionado? ¿Te hubieras reído?

 

—Kagami…, realmente lo siento. Oye, mírame —pide arrepentido, viendo como su novio está tratando de dejar su llanto.

 

—Solo…, solo cállate un maldito momento, ¿Está bien? —Kagami sorbe su nariz una última vez y limpia sus lágrimas con la manga de su camiseta. Inhala y exhala. Inhala y exhala. Toma la mano sana de Aomine y la caricia unos minutos, hasta que finalmente se da cuenta que el temor se ha ido.

 

— ¿Has hablado con mis padres? —pregunta cuidadoso, viendo cada expresión del pelirrojo.

 

—Los llamé cuando llegué al hospital. Vendrán a verte más tarde —responde tranquilo, sin soltarle la mano al moreno.

 

—Entonces…, tenemos una habitación de hospital para nosotros dos por unas horas. —Mira a Kagami con una sonrisa divertida y alza ambas cejas de forma coqueta—. ¿Te dije alguna vez que mi mayor fantasía es hacerlo en un hospital? —Kagami solo suspira, negando con la cabeza.

 

—No me salgas con tus idioteces, o me encargaré de cerrarte la boca de un puñetazo —dice serio y Aomine lo mira con un puchero.

 

—Bueno, si no tendremos sexo, al menos…, ¿Podemos tener un momento cursi? —pregunta con una ceja alzada y Kagami lo mira con duda.

 

—Momento cursi —repite incrédulo y Aomine asiente—. Mm…, ¿Sí?—habla inseguro, pero luego suspira—, Está bien, ¿Por qué no? Mientras no intentes moverte, yo seré feliz —habla con una ligera sonrisa y Aomine siente que el alma le vuelve al cuerpo.

 

—Acuéstate aquí, conmigo —habla de forma infantil, y se mueve con dificultad para hacer un espacio en la cama. Kagami lo mira inseguro, pero finalmente termina dejando sus pertenencias sobre la silla, y recostándose junto al moreno—. Ahora debes poner tu mano sobre mi cintura para abrazarme, así yo me sentiré protegido y amado —indica con voz tranquila, como si jamás se hubieran acurrucado antes.

 

Kagami obedece sin contradecirlo en nada.

 

—Puedes acariciar mi pelo con tu otra mano, si quieres. Eso hace que me de sueño y me ponga perezoso —propone con una sonrisa, la cual Kagami aprovecha de besar, y obedece, masajeándole el cuero cabelludo con calma.

 

— ¿Qué debo hacer ahora? —pregunta en un ronroneo, recargando su mejilla contra el hombro ajeno.

 

—Nada —exhala un suspiro—, Quédate ahí, abrazándome y mimándome hasta que lleguen mis padres —pide con suavidad, relajando todos los músculos de su cuerpo, y Kagami obedece, acariciándolo y susurrándole unas cuantas promesas de amor, mientras se quedan en silencio y amándose.

Notas finales:

hueás sin sentido que se me ocurren como a las tres de la mañana, mientras veo anime. 


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