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El chico de mis sueños por KoichiBielefeld18

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Notas del capitulo:

La esperada felicidad de Ignis tendra que esperar..

Tendra que tomar una dificil desicion la cual pondra a Gladio de un humor de perros y a los demas preocupados...

¿su tio o su libertad?

Al siguiente día por la mañana, Ignis caminaba con varios papeles sobre sus manos y una enorme sonrisa por lo sucedido el día anterior, cuando se topó de frente con el general Drautos, quien traía cara de pocos amigos;

-buenos días general Titus- exclamo el joven cuando el otro se detuvo ante él

-buenos días Scientia- contesto el hombre - ¿ocupado?

-un poco, voy para la biblioteca a poner en orden unas cosas

-pensé irías a la reunión del Consejo

-no me han llamado, así que no creo ser necesario

-y es mejor así, hoy tenemos visitas

- ¿visitas? espero tengan mucha suerte- concluyo el chico comenzando a caminar de nuevo. El chico camino por otro pasillo y cuando se disponía a esperar el elevador, escucho unas voces tras de sí, reconociendo de inmediato a una, que hizo que se le pusieran los pelos de punta y dejara caer todo lo que traía en las manos;

-por aquí señores, la Sala del Consejo se encuentra un poco más adelante- decía un soldado cuando Ignis se volteo lentamente viendo como por el fondo del pasillo iban caminando un par de soldados de Lucis junto a dos más de Niflheim y a un hombre alto que llevaba una ropa muy exótica y de cabello rojizo;

-muchas gracias- soltó ese hombre haciendo que Ignis se paralizara totalmente. El chico se encontraba pálido, no podía pensar ni moverse cuando el elevador que estaba esperando se abrió y por ella salió Gladio, quien al verlo le toco el brazo, haciendo que el chico soltara un fuerte grito de terror;

- ¡oí! ¡¿estás bien Iggy?!- pregunto al acercarse y ver como el otro lo miraba aterrado. El chico asintió débilmente con la cabeza y se agacho a recoger las cosas que se le habían caído anteriormente. Cuando ya hubo recogido todo, se metió al elevador con el escudo, quien lo tomo del brazo y le dio un suave beso, para luego bajarlo en el piso siguiente;

-yo iba para la biblioteca- dijo el chico siendo jalado por el otro

-no más. Quería ser el primero en muéstratelo- soltó Gladio cuando se acercaron a una enorme puerta café que estaba un poco más adelante. Al llegar frente a la puerta, el escudo la abrió y con una enorme sonrisa le mostro el lugar al castaño - ¡Ta-tan! - soltó con emoción cuando Ignis entro al lugar maravillado

- ¿Qué es esto? - preguntó sorprendido mirando el enorme escritorio que estaba frente a él, cerca de una enorme ventana. Luego se acercó a un lado donde estaban unos estantes llenos de libros, una mesita de café un poco más a la izquierda y unos archiveros cerca de su escritorio

-es tu nueva oficina

- ¿mi-mi oficina?

-si. Ya que eres el asesor del príncipe de Lucis, mereces una oficina y dejar de estar caminando hacia la biblioteca cada día y andar jalando todas tus cosas. - Gladio lo guío hasta el escritorio y lo sentó para que viera su computadora nueva -Todo es nuevo y para ti. Noct y yo ayudamos a decorar y mira- y saco de la gaveta el pequeño Tomberry que Ignis pensó había perdido durante el incidente de las cuarterías  -esta reparado y limpio

- ¿Dónde lo encontraste? - pregunto el otro incrédulo y tomando el peluchito con manos temblorosas

-estaba tirado bajo el escritorio de Jecht

-gracias- susurro el castaño depositando un beso en la mejilla del escudo. Gladio se disponía a besar al otro cuando tocaron a la puerta del lugar y de inmediato Cor entró con cara de pocos amigos, realmente su habitual rostro;

- ¿ocupados? - preguntó con un poco de hostilidad, pero preocupación en su voz

-no señor- exclamo Ignis

-solo le enseñaba su nueva oficina a Iggy- dijo Gladio con media sonrisa. Cor sonrió y de nuevo su rostro se volvió sombrío

-lamento interrumpirlos, pero su Majestad solicita que Ignis esté en la reunión con nuestros invitados de Niflheim en este momento- al oírlo el otro se tornó pálido, tan blanco como las hojas que estaban su escritorio

-es, - comenzó a decir intentando sonar calmado - ¿necesario que vaya?

-lamentablemente si chico. - explico Cor acercándose a la puerta -Respira un poco antes que te de un ataque de pánico. Se que es difícil, pero es necesario chico

-yo iré contigo- le susurro Gladio mientras Cor cerraba la puerta

-no-no puedo ir. - dijo el de gafas temblando intensamente -El canciller… el canciller está ahí y… me llevara con él… - el chico se levantó de golpe y se acercó a la ventana - ¡me llevara con él de nuevo! - soltó asustado y abrazándose con fuerza mientras caía al suelo -¡volveré a ser un esclavo! ¡mi libertad será quitada! ¡me matara de hambre! ¡moriré! ¡GLADIO NO QUIERO!

- ¡cálmate Ignis! - dijo Gladio con fuerza dándole una bofetada en la cara -Estas entrando en un ataque de pánico

-lo siento

-yo iré contigo y ese hombre no te llevara a ningún lado, no lo permitiré

- ¿lo prometes?

-con mi vida- dijo el escudo levantando al otro.

Ambos chicos salieron y siguieron al Marshall hasta el salón del Consejo. Al llegar a la puerta, Ignis respiro hondo y entro junto a los otros dos.

Adentro, los ancianos del Consejo estaban sentados en sus lugares junto al rey y enfrente de ellos estaba el Canciller tomando la silla principal del otro lado y los soldados de pie detrás de él. Apenas entraron, Ignis sintió como el hombre de cabello rojizo no aparto su mirada de él. Clarus señalo una esquina un poco más atrás y los tres hombres se hicieron hacia allá sin ser notados por los otros que se encontraban en una discusión un poco acalorada;

-lo que el señor Canciller pide me parece una falta de respeto para Lucis- decía uno de los ancianos que estaba cerca del rey

-simplemente no podemos cederle parte de Leide a Niflheim- dijo una mujer que estaba un poco más allá

- ¡y mucho menos si ya nos quitaron Tenebrae! -exclamo un hombre sentado junto al gran escudo

-Tenebrae nunca ha sido de ustedes, señor consejero- comenzó a decir el canciller -y ya habiendo sabido esto, me gustaría solicitarle al rey una audiencia a solas

-pueden marcharse. - exclamo el rey Regis al ver la expresión del otro. Los del consejo se quejaron mientras salían y en el momento en que los más jóvenes iban a salir, el rey los detuvo con una mano -Ustedes quédense por favor

-si su Majestad- exclamaron ambos al unisonó y volvieron a su sitio. El rey miro detenidamente al canciller quien sonrió al ver a Ignis directo a los ojos

-me alegra que estés con vida, chico. El general Ulldor me informo que habías muerto- dijo cuando el otro trago con fuerza y Gladio al verlo, tomo su mano por detrás de su espalda siendo apretada inmediatamente por Ignis

- ¿para que requería la presencia del joven Scientia señor Canciller? - pregunto el rey con enfado - ¿y para que me hace perder mi tiempo con una audiencia a solas?

-tenia que informar esto de manera correcta. - el canciller se acomodo mejor en su asiento y quitándose su sombrero con elegancia puso un rostro triste que obviamente se veía falso -Esta tarde que llegue pude ver que el joven Scientia se encontraba con vida, lo cual me alegro mucho, ya que venía con una noticia para usted y me hace feliz dársela al chico también. – el hombre carraspeo y miro a los otros -Como canciller de Niflheim es mi deber informarles que el señor Elías Scientia, está bastante enfermo y al saber que su única familia esta con vida, necesito… que regrese inmediatamente a Niflheim conmigo- termino con una sonrisa oculta cuando Ignis dio un paso al frente soltándose del mayor

-mi tío… ¿Qué tiene? - pregunto asustado cuando el canciller se puso de pie y se acerco

-al recibir la horrible noticia de tu muerte, entro en una depresión enorme y enfermo. Hace unos días se puso muy grave

-podemos traer a Elías hasta aquí, en buena teoría, ese hombre es mi asesor o lo era. - comento el rey mirándolo -Creo que es lo mejor para el chico, señor Izunia

-el hombre está  muy grave su Majestad, no creo que sea conveniente moverlo. Moriría de camino aquí

-yo, - comenzó a decir Ignis con voz temblorosa -yo iré. Iré a Niflheim a buscar a mi tío- concluyo ante las miradas sorprendidas de los demás

-excelente. - dijo el canciller acercándose  a la puerta -Volveré en una semana por el chico para que vea a su tío. Debo volver a terminar… cosas. Nos vemos, su Majestad- concluyo saliendo por la puerta.

Al momento, el silencio inundo la sala, hasta que el rey lo rompió;

-si piensas ir a ese lugar, llevaras a un soldado Kingsglaive como escolta- dijo con seriedad cuando Gladio tomo al de gafas por los hombros con enojo

- ¡¿estás consiente de que esto es una trampa no?!- grito jaloneando a Ignis - ¡¿que acaso estás loco?!

-necesito estar junto a mi tío en este momento- fue lo que respondió el de gafas separándose del otro y saliendo de prisa de la sala, siendo seguido por las miradas de los demás

-esto huele mal- fue lo que salió de la boca del Marshal mientras que Gladio chasqueaba la lengua y salía deprisa por la puerta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Nos vemos el miercoles!!!


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