La luz entraba por la ventana, un pequeño rayo iluminaba la clara y golpeada piel de Ignis, quien comenzó a abrir sus ojos con pesadez.
El chico gimió de dolor al no poder mover su cuerpo e intento nuevamente moverse, cuando sintió un fuerte brazo que lo apresaba;
-Gladio...- susurró cuando un flashback de imágenes vino a su mente e Ignis recordó todo lo vivido anoche. El castaño intento ponerse de pie, pero le era inútil;
"Astrales, ayúdenme" rogó en su mente intentando ponerse de pie de nuevo cuando sintió como el hombre que estaba detrás de él y lo abrazaba, beso su espalda haciendo que el chico se paralizada de nuevo;
-buenos días cariño. - dijo Ardyn separándose y sentándose junto al otro -Realmente fue increíble lo de anoche
-déjeme... Ir- dijo el chico con voz ronca y algo asustado
-pensé que te gustaría un segundo asalto antes de que yo me dediqué a mi trabajo el día de hoy- y se acercó a besarlo, cuando Ignis le quitó la cara
-permítame... salir, tengo quehaceres que hacer
-ya te dije, que te prepares para el próximo asalto-. Ardyn se colocó sobre el chico y le acarició el rostro mientras que Ignis lo veía aterrado
-se lo suplico... No
- ¡suficiente! - grito el hombre abofeteándolo con fuerza -Obedecerás y seguirás siendo sumiso como hasta ahora, mi bello pajarito
"Astrales... Tengan misericordia de mi alma" rogo de nuevo el chico mientras era atacado por el pelirosa.
Entre tanto, en Insomnia, Gladio y Noctis se encontraban en el jardín del Palacio reunidos junto a Crowe, quien analizaba los mensajes enviados por el consejero;
- ¿me dicen que los manda cada cierto tiempo? - pregunto la mujer revisando de nuevo el ultimo mensaje enviado -Y la parte de Luche… mmmm… lo que necesito ¿está en su cuarto?
- ¿sabes a lo que se refiere? - preguntó Noctis algo asustado
-no estoy segura, - volvió a decir la mujer -pero creo que es un código de emergencia. Déjenme verificar en la habitación de Luche. - la mujer se levantó y comenzó a alejarse -Los veré más tarde niños y Gladio
- ¿sí? - pregunto este poniéndose en pie -Lleva a su Alteza al colegio hoy por favor
- ¡¿eh?! ¡no se conducir!
-suerte entonces- se burlo la castaña yéndose hacia la salida
Ambos chicos se quedaron mirando, hasta que Gladio suspiro y empujo al otro hacia la salida;
-vámonos ya, o llegaras tarde- dijo caminando hacia la entrada
- ¿Cómo nos iremos si no sabes conducir? - pregunto Noctis algo asustado -Papá aun no me deja usar el auto sin supervisión
-no es que no se conducir, es que no e sacado la licencia, pero si se.
Mientras tanto, en la entrada de la Ciudadela se estaba armando un alboroto, ya que un hombre exigía ver al rey, pero no se identificaba;
- ¡les digo que llamen a Regis de inmediato! - decía el hombre agotado mientras que los soldados lo veían sin permitirle el paso
-ya le dijimos que no, viejo- dijo uno de los soldados
-ya váyase- dijo el otro cuando Clarus se acercó a la puerta al ver el alboroto
- ¿Qué demonios está pasando aquí? - preguntó con autoridad haciendo que los otros dos se pusieran rígidos y el hombre que estaba agarrado a los barrotes lo mirara con sorpresa
-este hombre exige ver a su Majestad. - dijo el primer hombre -Y lo trata por su nombre
-Clarus- susurro el hombre cuando cayo hincado fuera de los portones. El gran escudo lo miro sorprendido
- ¡abran los portones de inmediato! - grito y cuando estos se abrieron, se acero al hombre de cabello canoso -Tu…
. . .
Ignis por fin había logrado levantarse, así que se vistió y se dirigió a la cocina.
Cuando llego, entro y se colocó su delantal como siempre hacía, saludando a las mujeres que ya se encontraban ahí;
-buenos días- contestó el chico lavando unas verduras cerca de la pila que estaba al fondo
-buenos días- saludaron las mujeres mayores que se encontraban ahí. Una se acercó y le toco un golpe que tenía en la mejilla
-mi niño, te han vuelto a golpear- dijo la mujer y le coloco un poco de hielo sobre la mejilla. Ignis sonrió
-no es nada- exclamo agrandando su sonrisa y tomando el pañito con hielo en su mano para seguir trabajando. Cuando hubieron terminado, el chico se dispuso a lavar los platos mientras las mujeres se disponían a arreglar otras cosas.
En ese momento, un par de soldados entraron en la cocina y jalaron al chico;
- ¡hey! - soltó este dejando caer un plato que tenía en las manos al suelo -Tengan más cuidado por favor
-el general Tummelth te ha estado esperando desde hace media hora mocoso, apresúrate- dijo uno de los soldados jalándolo del brazo y llevándolo a la salida
-el señor general sabía que yo me uniría a él hasta entrada la tarde, esas fueron las órdenes del canciller- reclamo el más joven sin oponer resistencia al agarre del otro. El hombre se detuvo en seco y lo jaloneo hasta que su cara quedo muy cerca del yelmo del soldado
-no estoy de humor chico y el general tampoco amaneció del mejor humor de todos. Así que por tu bien y si no quieres que te empareje la otra mejilla- y le toco le mejilla golpeada -mejor cálmate y has lo que se te dice
- ¿Dónde quedo el chico obediente y tembloroso de hace solo unos meses? - soltó el otro soldado riendo y emprendiendo el camino de nuevo
-ese chico murió hace bastante- soltó Ignis en un susurro y sin decir más continúo siendo jalado por los otros hasta los jardines, donde estaba el general vistiendo una gran capa sobre su armadura;
-ya era hora- dijo cuando el chico se detuvo en seco en la entrada - ¿Por qué no te mueves?
-permítame ir por mi abrigo señor Tummelth, está haciendo frio- dijo el chico siendo jalado de nuevo por los soldados mientras que el general se reía
- ¿han oído eso? - dijo el hombre tomando del pelo al menor - ¿crees que puedes ser tratado como humano? eso me divierte
- ¿para qué me ha pedido? - preguntó el chico abrazándose a sí mismo y frotándose sus manos para mantener el calor
-hoy vamos a recoger unos informes en el pueblo y necesito a un asistente que apunte todo. Además de que daremos una vuelta aquí cerca, en Tenebrae
“es mi oportunidad” pensó para si el chico mientras se acercaba a una de las naves que el general tenía.