Habían pasado dos días desde que encontraron a Ignis y este seguía sin despertar.
Elías estaba sentado junto a su sobrino en la enfermería, cuando Cor entro por la puerta junto a Clarus y Gladio;
-debes ir a descansar Elías, debes reponerte para cuando Ignis despierte- dijo Clarus colocándose detrás de él y levantándolo
-no quiero alejarme de él ni un momento, Clarus- contestó el hombre mayor tomando la mano de su inconsciente sobrino
-sabemos eso, pero Ignis será trasladado a una habitación en este momento por Cor y mi hijo, ellos lo cuidarán
- ¿podré verlo más tarde?
-claro. Estará en el ala del príncipe
- ¿dónde está él, por cierto? - pregunto de nuevo Elías mirando hacia todas partes
-está en clases, ya no podía faltar más- respondió Gladio tomando a Ignis entre sus brazos
-parece que el estar secuestrado no fue una excusa para sus profesores- bromeó Cor, cosa que no hacía casi nunca. Elías sonrió y salió junto a los otros de la enfermería, mientras Cor y Gladio llevaban a Ignis hasta la habitación en la que estaría mientras se recuperaba y Clarus guiaba a su antiguo amigo hasta su habitación.
. . .
Gladio dormía plácidamente mientras sentía como unas manos le acariciaban la cabeza con suavidad y recibía un pequeño beso sobre ella;
-madre... - dijo sin abrir los ojos cuando escucho una pequeña risita
-no creo haber tenido un hijo tan revoltoso como tu- dijo una suave voz mientras le dejaba otro delicado beso sobre la cabeza.
Gladio inmediatamente abrió los ojos recibiendo una enorme sonrisa por parte del castaño
- ¡Iggy! - soltó abrazándose al otro y comenzó a soltar enormes lágrimas de alegría - ¡Por los Astrales! Estás con vida... - hipo -pensé... Pensé que te había perdido
-casi fue así. - contestó el otro -Gladio, no respiro
-lo siento- contestó el otro alejándose mientras que el castaño se incorporó. El chico se acomodó y vio que ya no tenía ninguno de sus vendajes
- ¿cómo es que puedo ver y mover mi brazo? - preguntó aturdido
-la dama Lunafreya curo tus heridas cuando te encontraron
- ¿me encontraron? ¿Dónde? - Gladio respiró por un momento y comenzó a contar todo lo que ocurrió desde que se separaron hasta que lo encontraron hacia dos días atrás mientras que el otro lo escuchaba pacientemente.
Cuando el escudo acabo de hablar, Ignis lo miro por un momento pensativo,
- ¿sucede algo? - preguntó Gladio asustado
-no, - contestó el otro -es solo que... Eso explica mucho
-cuéntame que pasó
-nosotros también queremos saber- dijo la voz de Cor desde la puerta cuando por ella entraron Noctis y Prompto en carrera y se lanzaron sobre el castaño
- ¡oí! - grito Gladio -aún está herido
-está bien, - dijo el otro apaciguando los sollozos y las palabras incomprensibles de los menores -Ya, ya... - decía -todo está bien
-teníamos tanto miedo- soltó Prompto asustado
-no sabría que hacer si no despertabas nunca- dijo Noctis aferrándose con fuerza
-ya estoy con ustedes, Alteza y nunca me iré
-Iggy- dijeron al unisonó los menores, cuando Cor carraspeo
-continua con tu historia chico- interrumpió, acercándose con calma. Ignis lo miro y aun manteniendo el abrazo sobre los otros dos que se apoyaron en su pecho, comenzó a hablar;
-después de que la compuerta se cerró y me despedí de ustedes, los soldados me rodearon y me golpearon hasta que llegó el señor Izunia... Al verlo, supe que moriría al instante.
>> Él me miro con mucha furia y se comenzó a acercar hasta que llegó hasta mí y me levanto del cuello estrellándose contra la puerta y comenzando a decirme que ya conocía las consecuencias de lo que había hecho. Primero drogarlo, segundo ayudar a escapar a dos prisioneros y tercero intentar huir por segunda vez... El hombre quería matarme y mientras hablaba empezaba a hacer más y más frio. Cuando me di cuenta todos estaban congelados, excepto el canciller quien sólo sonrió y dijo algo que yo ya no logré escuchar, estaba perdiendo el conocimiento por su agarre y cuando estaba por desvanecerse una voz me dijo que todo estaría bien y sentí un roce cálido.
>> Luego... desperté aquí y te oí balbucear, así que empecé a acariciar tu cabeza para calmarte y fue cuando despertaste
-se oye intenso- soltó Prompto aferrándose más al cuerpo de su amigo
-yo le rece a Shiva en el momento en que me dijiste que me amabas y quedaste detrás de la compuerta- comento Gladio tomando su mano por sobre el hombro de Noctis
-ahora chicos, fuera- se escuchó decir a Clarus cuando Elías entro junto al rey y el gran escudo
-tío- susurró el castaño siendo abrazado con fuerza por el anciano
-Stupeo… ¿Cómo permití que te hicieran eso?
-no fue tu culpa tío, todo esto fue… solo un mal momento.
. . .
Llegada la noche, Gladio estaba acompañando al otro mientras esté comía de manera ansiosa pero despacio;
-oye, despacio amigo. La comida no va a desaparecer, ya estas a salvo- decía conteniendo una risita mientras el otro le hacia un puchero
-aun estoy asustado por lo que pueda pasar… así que mejor me preparo- jugueteo el castaño con una sonrisa. Gladio se movió en su asiento y saco algo de su bolsillo
-toma. - exclamó el escudo dejando sobre la mesita, donde el otro estaba comiendo, el Tomberry y la cadena con el colgante -Ya es hora de que regrese a su dueño- Ignis sonrió
-gracias por guardarlo- contestó tomándolo con cariño
-sabía que volverías a mí en algún momento
-pues me alegra entonces que tú lo hayas tenido. - soltó el consejero tomando el rostro del otro -Gracias por ir por mi
-siento mas bien el haberme retrasado tanto y hacerte pasar por cosas tan horribles. – dijo el mayor bajando su rostro con tristeza -Lazarus nos comento varias de las cosas que te hicieron, inclusive… lo que esos soldados te hicieron-. Al oírlo, Ignis lo miro sorprendido y bajo su cabeza también
-pasaron muchísimas cosas en ese lugar. - comenzó a decir el chico cuando el otro lo miro -Esos hombres… recibieron su castigo de la manera mas horrible, yo vi sus muertes, el canciller los mato frente a mi… aun no se… como salí con vida
-Iggy, yo lo siento tanto
-sabes, - lo interrumpió -así como me hicieron cosas malas, hay cosas de las que yo no estoy orgulloso, cosas que tuve que hacer para sobrevivir
-espera, - fue el turno de Gladio - ¿Qué cosas? - Ignis respiro profundo y tomo un poco de agua
-en una ocasión, cuando el señor Lazarus escapo, un soldado estuvo a punto de atraparnos. Realmente pensé que escaparíamos los dos, así que le dije que si no mencionaba el hecho de que yo estuve en los calabozos ese día, permitiría que me manoseara en las cuarterías… el problema fue cuando note que solo uno de nosotros saldría
-ese hombre… ¿ese hombre también te tomo? - el castaño rio
-no, el soldado Trei lo intimido, así que solo me pidió que se la chupara un poco y luego simplemente se dedico a golpearme… justo antes de que el canciller me encontrara
-ese maldito canciller… si hubiera sido más valiente el día que atrapo a Noctis… también te hubiera salvado y tu no hubieras recibido semejante golpiza… casi pierdes el ojo, Iggy… lo siento- dijo tomando las manos del otor levemente -fui débil
-fuiste prudente. – le recalco el otro -Si hubieras intentado salvarnos, hubiéramos muerto los cuatro. Además… esas heridas no fueron nada en comparación a cuando me quemo… jure que moriría, peor me alegra… que ya este a salvo junto a mi tío, mis amigos y por supuesto… tu
-te amo Iggy y debía rescatarte
-yo también te amo demasiado Gladdy- terminó el consejero cerrando la brecha que había entre ambos con un suave y tierno beso.