Muy entrada la noche, la puerta del refugio se volvió a abrir, dándole paso a Noctis.
El chico entro y fue cuando Gladio lo miro y le señalo con el dedo que hiciera silencio,
- ¿como ha pasado? - pregunto el príncipe en voz baja
-algo inquieto. - contesto el escudo dándole paso al otro -Paso nervioso todo el resto de la tarde, casi no hablo y no quiso comer más, supongo su estómago no lo resistió
- ¿dijo algo más de interés?
-nada. Ya luego cayó en un sueño profundo de nuevo
-tengo tantas cosas que preguntarle, pero primero creo que merece un baño y también tener ropa más cómoda que esos harapos
-aquí no hay ducha Noct
-lo se, debemos meterlo a mi habitación.
Mientras los chicos hablaban, Ignis comenzó a despertar, manteniendo sus ojos cerrados para escuchar la conversación, algo que hacía muy bien
-eso nos costará mucho. - decía Gladio con preocupación en su voz -Mejor llevarlo a una habitación de servicio o una de los Glaives que está más cerca y dejarlo ahí, ¿no crees que es mejor?
“me quieren sacar de aquí” pensó el castaño prestando más atención “Sabía que esto era mentira, me engañaron. Posiblemente me vendan o algo asi” se dijo con tristeza mientras continuaba escuchando
-en donde los Glaives estaría bien, pero las duchas son compartidas, hay que meterlo a Palacio- agrego Noctis. Gladio asintió y se acercó a despertar al otro con leves empujoncitos. Ignis respiró hondo, intentando contener las lagrimas y comenzó a abrir sus ojos topando unos enormes ojos ámbar frente a él;
-arriba amigo, vamos a que te des una ducha
-si- asintió el otro poniéndose en pie y acercándose a la puerta junto a los otros dos.
Al salir, Gladio le puso su chaqueta al chico sobre los hombros y comenzaron a caminar con cautela.
Primero entraron por la cocina, para acercarse al elevador de servicio. Cuando ya estuvieron adentro, Noctis marcó el botón para su piso y el elevador comenzó a subir, mientras dentro de él, se mantenía un silencio algo incómodo y casi sepulcral. Al sonar el timbre que indicaba la llegada, Gladio salió primero deteniendo a los demás y cuando se aseguró de que era seguro salir, les llamo con la mano y caminaron a paso rápido hasta la habitación del príncipe.
Una vez adentro, Noctis suspiro;
-que difícil. – dijo suspirando de nuevo -Te iré a traer algo de ropa limpia, puedes ducharte mientras tanto. - y señaló una puerta que estaba un poco más a la izquierda -Dura todo lo que quieras, hay muchos jabones y una tina por si quieres divertirte con burbujas
"burbujas" pensó Ignis, la sola idea de entrar en un baño de burbujas por primera vez en su vida lo emocionaba mucho, hasta que recordó lo que escucho antes y de un punzonaso se le bajo la emoción
-gracias- dijo sin ganas y algo avergonzado, pero más que todo dolido
-yo estaré afuera esperando por si necesitas algo- exclamó Gladio guiñándole un ojo mientras lo empujaba hasta el baño y cerraba la puerta.
Una vez dentro, Ignis pego su oreja a la puerta, pero solo podía escuchar algunos susurros,
-no dejaré que me devuelvan ni que me vendan. No perderé mi libertad de nuevo- dijo el chico y acercándose, abrió la ducha y dejo correr el agua por unos minutos, sin antes dejar escapar un suspiro, ya que de verdad le hacía feliz la idea de una ducha.
Ignis espero por unos minutos, hasta que oyó el sonido de un celular. El chico entre abrió la puerta y vio que el gigante escudo del principe, se hacía hacia la ventana que estaba al otro extremo de la habitación y mira a hacia afuera, así que aprovecho para salir lentamente del baño y acercarse a la puerta principal.
Ignis vio como Gladio resopló para volver a la posición que tenía originalmente, así que aprovecho ese momento para abrir la puerta y salir de la habitación sin ser visto.
Por otro lado, Gladio al escuchar su teléfono, lo tomo y lo atendió dejando una mirada a la puerta del baño dónde se escuchaba la ducha;
-Amicitia- mirando por la ventana
-aquí Ulric, - dijo una voz por el teléfono -tengo la información que me pediste, Crowe se la llevará a Clarus y a Cor de inmediato
-te lo agradezco Nyx
-no es nada chico, es bastante interesante
- ¿que tanto?
-el chico es un Lucian
- ¡¿que?!
-no puedo hablar más. Vigílenlo. Te veré más tarde
-gracias- concluyó el otro cuando se cortó la llamada.
El chico guardo su celular y se quedó mirando a la puerta mientras oía correr la ducha, cuando la puerta principal se abrió y por ella entró Noctis cargando unas bolsas;
- ¿no ha salido? - pregunto con impaciencia tirando todo en la cama
-se toma su tiempo- respondió el escudo
-eso es bueno. - el príncipe se acercó a la puerta y le dio un suave toque - ¿Ignis? ¿Estás bien? - espero respuesta - ¿Necesitas algo? - ambos chicos se miraron.
Gladio se acercó y toco la puerta viendo que estaba abierta;
- ¿Ignis? - pregunto y se acercó a la ducha para encontrarla vacía - ¡Noct! ¡Huyó!
- ¡¿que?!- grito el príncipe entrando también - ¡se suponía que tu lo estabas vigilando! ¡debemos buscarlo ahora! ¡El general y los soldados no se han ido!
-vamos- soltó el escudo saliendo de la habitación con el príncipe pisandole los talones
“¡maldicion! ¿Cómo no me di cuenta?” pensaba el escudo corriendo por los pasillos mientras que Noctis subia al elevador “Astrales… que no le pase nada”.
Entre tanto, Ignis corría a cómo podía por los pasillos, intentando recordar el ascensor por el que habían llegado;
"Izquierda" se dijo cuando lo encontró "por fin podré salir". El chico apretó el botón y en el momento en que sonó el timbre de llegada, el ascensor se abrió dejando ver a un par de soldados,
- ¡es el chico! - grito uno de los dos hombres quien traía un logo de Niflheim a un lado. El chico lo vio y aterrorizado comenzó a correr en la dirección contraria siendo seguido por los hombres.
Ignis comenzó a descender por unas escaleras que encontró unos pasillos más adelante. El chico corría lo más rápido que podía cuando choco contra otro cuerpo y del rebote cayó al suelo.
El castaño levantó la mirada totalmente aterrorizado al toparse con Caligo de frente quien venía acompañado por un par de soldados de Lucis y unos ancianos;
-aquí estas. - soltó este agachándose y tomándole la muñeca con tanta fuerza que Ignis solo soltó un gemido de dolor -Me asustaste chico, estaba preocupado por ti. - dijo con fingida preocupación, cuando se acercó a su oído -Está la pagarás caro mocoso- susurró cuando sus propios soldados llegaron y levantándolo de un tirón se lo llevaron.
Caligo se despidió de los otros y se marchó detrás de los soldados que llevaban a Ignis.
Al llegar a la habitación, los hombres tiraron al chico al suelo con fuerza mientras que un tercero cerraba la puerta con llave tras entrar el general. Caligo camino hasta Ignis, quien se pegó a la pared y le mantuvo la mirada;
-aun no sé cómo escapaste de tu encierro en el baño, pero me alegra que hayas aparecido. El Canciller casi se da cuenta. - soltó el hombre acercanose y extendiendo su mano para recibir un delgado collar de metal que le extendía uno de los soldados imperiales -Tu castigo será severo chico
-no, el collar no- soltó Ignis asustado mientras se pegaba más a la pared intentado alejarse lo más posible del hombre. El general le dirigió una horrible sonrisa maliciosa mientras le colocaba el collar y lo apretaba con fuerza para cerrarlo
-con esto aprenderás a no tomarme el pelo niño- exclamó sacando un pequeño control de dentro de su armadura y comenzando a girar una perilla. Al instante, Ignis sintio como pequeñas ráfagas eléctricas entraban por su cuerpo hasta el punto de querer hacerlo gritar. El mayor vio como el más joven se aguantaba y subió la potencia, haciendo que el chico soltará un grito ahogado y comenzara a retorcerse en el piso.
Luego de un rato de tortura, Ignis quedó tendido en el suelo respirando entrecortadamente,
-espero este castigo te haya servido de algo y no pretendas volver a jugarme una treta como esa- el chico hizo ademán de levantarse, pero su cuerpo no respondía y sin más cayó inconsciente.
. . .
Entrada la madrugada, Gladio y Noctis estaban muy preocupados por no encontrar al chico. Ambos estaban sentados en el salón de reuniones del Consejo cuando la puerta se abrió y por ella entró Clarus muy enojado;
-se les perdió algo ¿no? - dijo ante la mirada de los demás -O más bien alguien
- ¿dónde está? - pregunto Gladio irritado
-con su maestro
- ¡demonios! - soltó el príncipe lleno de furia - ¡¿como dejamos que esto pasará?! ¡Se suponía que debíamos sacarlo! ¡Y prácticamente se lo volvimos a entregar a ese hombre!
- ¿qué fue lo que pasó? - pregunto el gran escudo enfrentando a ambos jóvenes
-lo llevamos a mi habitación para que tomara una ducha y escapó
- ¿escapo?
-mientras yo hablaba con Nyx- exclamó Gladio rechinando los dientes
-en este momento voy a encontrarme con el Marshal para hablar de lo que él averiguo
- ¿que haremos Clarus? - pregunto Noctis asustado -Lo matarán
-esta vez, dejen que los adultos se encarguen su Alteza. - exclamó el hombre y se acercó a la puerta -Vayan y descansen, todo estara bien mañana
- ¡¿mañana?!
-Padre... - exclamó Gladio, Clarus los miro
-no coman ansias ni hagan nada estúpido, los adultos nos haremos cargo. Gladiolus ve y cuida de tu hermana y su Alteza, haga su tarea… ¡Sidereos! Ya va siendo hora de que Regis te consiga un asesor o una niñera
-si- dijeron ambos al mismo tiempo y salieron del lugar con la cabeza baja mientras el hombre se pellizacab el puente de la nariz con cansancio.