Capítulo VI: Como un hombre.
“Me hiciste malo y travieso
Llámame perra, estoy orgulloso de ello
Lo que quiero, te equivocaste, detente, me tengo que ir
Quiero más, quiero gritar y gruñir.”
—Code Kunts/LeeHi
“—Es un chico raro, no es normal, a veces me da miedo. — Una suave pero chillona voz retumbó en sus oídos.
—Estás exagerando. —La otra voz parecía defenderle pero no estaba seguro.
—Además es como un poco feo, lo único bueno que tiene es que es alto y delgado pero sin forma, no lo sé. —
—Eres muy dura. —
—Se arregla bien pero incluso así no es como que pareciera un hombre, su tamaño lo hace ver como tal pero no, es un chico raro. —“
Recordaba aquellas voces, las mismas que había escuchado durante la mayor parte de su vida, donde su actuar nunca era como la de un hombre, donde su andar tampoco era como la de un hombre, inseguro de si mismo durante toda su adolescencia intentó salir con algunas chicas pero siempre se sintió incomodo sobre ello, incluso empezó a odiar que le tocaran cualquier parte del cuerpo pero ahí estaba, con la mente llena mientras Yuto le llenaba su boca, sintiendo la suavidad de la áspera textura de su lengua, pensó en el como un gato, degustando y jugando con su juguete menos favorito. Si lo pensaba más mientras su ropa caía poco a poco al sueño Yuto era toda la definición de un hombre, despreocupado de su apariencia aunque fuese guapo, varonil, alto y en forma, buena voz, buena apariencia masculina y él, no lo era. Aceptó esa parte de él, pero eso no lo hacía fácil de sobrellevar y menos en una sociedad acostumbrada a los estereotipos de género, es un tema complicado que aún trata de entender. Sus gemidos inundaron la habitación ajena, esta era la última vez que se expondría ante él, la última vez que recibiría su falso amor, su falsa pasión, esperaba se detuviera la ropa interior poco masculina que llevaba pero al contrario se entretuvo y se entusiasmó más por ello, se tomó su tiempo explorándolo mientras su pecho se oprimía, esta vez le demostraría de lo que era capaz de hacer.
WooSeok desnudó al mayor, atacando su cuello y encimándose en él, marcando su piel a pesar de las objeciones, los gemidos ante la incrustación de sus dientes por su piel le arrancaba gemidos más roncos, más excitados, sus caderas se movían contra las ajenas, haciendo que sus entrepiernas se rozaran una y otra vez, las manos del menor atraparon a las demás y sonreía al tenerlo sometido, incluso Yuto insistía moviendo hacia adelante su pelvis para buscar más contacto, el tiempo pasaba y sentía como las frías pieles se calentaban y perlaban en sudor, la hombría ajena se deslizó a través de WooSeok, moviendo su cintura en círculo, quejándose aún por la intromisión, sus mejillas estaban sonrojadas, sus labios humectados y su mirada con enojo era medio cubierta por sus largos cabellos, Yuto quedó fascinado y sin pensarlo le acarició la mejilla. WooSeok sintió sus lágrimas acumularse así que colocó sus brazos hacia atrás para recargarse sobre los muslos del mayor para impulsarse y manejar el ritmo de las embestidas, el menor era quien se embestía ofreciendo una vista maravillosa al mayor quien ante lo erótico de la escena su excitación se elevaba más y más llevándolo al límite, sintiendo algo tan intenso que nunca antes lo había sentido con alguien más. WooSeok se acercó sin perder el ritmo, acarició las mejillas del mayor y metió dos de sus dedos en su boca, éste los chupo gustoso, cerrando los ojos para sumergirse en el placer, WooSeok no resistiría más pero quería que el mayor nunca lo olvidara, así que sintiendo el límite de los dos quitó sus dedos, guiándolos hasta la entrada del mayor los deslizó con algo de fuerza, moviendo los falanges lubricados en círculos, explorando el lugar mientras veía el rostro ajeno, éste abrió los ojos pero al aumentar el ritmo de sus movimientos sus palabras quedaron ahogadas, sabía dónde tocar, sus largos dedos sintieron una zona suave y áspera, Yuto no contuvo su gemido por lo que el menor sonrió al encontrar aquella zona, siguió acariciando con la yema de sus dedos mientras el mayor le tomaba de la cintura y le apretaba más, Yuto alcanzó su éxtasis como nunca lo habría hecho antes, su cuerpo seguía vaciándose mientras se apretaba alrededor de los dedos del menor quien ante las sensaciones y la vista terminó con correrse también sobre el torso ajeno.
La noche siguió, WooSeok seguía entregándose las veces que Yuto quiso, para él estaba bien su objetivo estaba cumplido y todo ya había sobre pasado los límites. Deslizando su ropa interior fue al baño, se lavó la cara y vio su reflejo en el espejo, se sentía roto y algo sucio pero al menos pudo sacar algo de provecho, después de todo Yuto no es el tipo de hombre que amaría a otro y mucho menos delante de los demás.
Pensaba en todas aquellas veces que le hicieron a un lado por su forma poca masculina de ser, esos comentarios que le retumbaban en los oídos diciendo que no encajaba en ningún lugar, diciendo que era feo o que simplemente no era un hombre por actuar como uno, como ellos creían que debería ser uno, lleno de amantes, fuerte y con barba, mal hablado y borracho, él solo se preocupaba por simplemente no dañar a los demás, el género era algo banal y sin sentido, la ropa no tenía genero y aun así era criticado por usar o no usar la ropa que debería de usar, por tener esmalte o maquillaje, él mundo era una mierda y para su desgracia Yuto es parte de ellos, estaba cansado y dañado como para cambiar aquello. Apagó su cigarrillo y terminó de vestirse, se giró por última vez para ver al mayor dormir, sintió tristeza y algo de arrepentimiento, quizá decepción pero lo hecho estaba hecho. Al salir del departamento sintió que el clima frío le abrazaba, encendió otro cigarrillo mientras esperaba un taxi.
—¿Qué haces aquí? —Un taxi se había detenido y su ocupante se había bajado, WooSeok estaba por entrar hasta que escuchó aquella voz.
—Pasé la noche con Yuto. —No iba a responder pero aun así lo hizo.
—¿Qué pasó? ¿Qué hicieron? —Estaba un poco perturbada.
—YeEun, eso no es de tu incumbencia. —Se iba a meter en el taxi pero ella se lo impidió.
—Es mi tema… —
—¿Ustedes tiene algo? Lo dejaste muy claro hace días y si te quiero decir con quién follo o no es mi problema. —El auto se fue dejándola parada en la calle, sin palabras subió hasta el departamento del chico, pensando en que tipo de relación tenía con él y por qué se sentía traicionada por ambos.
Entró al departamento, tenía una llave, eso ¿Daba puntos a favor? ¿Quería ser su novia acaso? ¿Lo era? ¿En que momento mal interpretó las cosas? Avanzó y todo estaba en orden, incluso la cama de invitados, abrió la puerta de la habitación de Yuto y todo estaba desordenado y él estaba desnudo, las lágrimas estaban cayendo y sus palabras estaban detenidas.
—WooSeok…ven. —Murmuró entre sueños y suspiros acercándose a una almohada para abrazar.
YeEun se cubrió la boca con su mano evitando sollozar y despertar al chico, cerró la puerta y salió del lugar, quería gritar y golpearlo pero ¿Acaso tenía derecho de sentirse así? Después de todo nunca fueron algo y todo estaba en su mente llena de esperanzas.
***
—¿Por qué así tan de repente? —
—Estamos a finales de cursos y quisiera tener esa experiencia. —Murmuró WooSeok a su tutor.
—Bueno, tienes suerte de que las vacantes para el intercambio para Berlín estén vacías, nadie quiere irse a Berlín desde Seúl. —
—No importa. —
—Con el inglés no bastará y… —
—Lo sé y tampoco el dinero de la escuela pero es algo que quiero hacer. Contacté a algunas agencias de modelos y quieren que haga audiciones asi que podré mantenerme. —
—Me agrada que hables con entusiasmo, espero no sea una decisión que no se haya pensado o que simplemente quieras huir por alguna situación o conflicto. —WooSeok se encogió de hombros. —Si te peleaste con la novia es algo muy cliché huir a Europa pero es tu vida, te llamaré en estos días WooSeok y suerte. — Se despidieron y WooSeok se fue bajando las escaleras, doblo por la derecha y con un suspiro volvió a pensar en Yuto, en lo dificil que sería olvidarlo.
Capítulo VI: Como un hombre.